La Nebulosa de Andromeda Efremov

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    1/239

    1

    LA NEBULOSA DE ANDRMEDA

    Ivn Efremov

    Captulo I - LA ESTRELLA DE HIERRO

    A la plida luz reflejada del techo, los limbos graduados de aparatos e instrumentosse asemejaban a una galera de retratos. Los redondos tenan un pcaro aspecto, losovalados se dilataban con insolente jactancia y los cuadrados permanecan inmviles,como petrificados en su obtusa fatuidad. Las lucecitas azules, anaranjadas, verdes, que centelleaban en su interior, hacan ms real la impresin aquella.

    En el centro del convexo cuadro de comando, resaltaba una ancha esfera de colorpurpreo. Ante ella, inclinada en incmoda postura, haba una muchacha. Olvidada delsilln que tena al lado, pegaba la frente al cristal. El rojo resplandor le iluminaba eljuvenil rostro, tornndolo severo, de ms edad, en tanto sombreaba los labioscarnosos, destacando sus trazos, y afilaba la nariz, un poquito arremangada. Lasanchas cejas fruncidas haban tomado un matiz intensamente negro y daban a los ojosuna expresin sombra, desolada.

    El rtmico golpeteo de los contadores fue interrumpido por un leve chirriar. Lamuchacha se estremeci y ech hacia atrs los finos brazos para enderezar la cansadaespalda.

    Tras ella, chasque la puerta y apareci la gran silueta de un hombre de

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    2/239

    movimientos bruscos y precisos. Una luz dorada inund la estancia, arrancandodestellos de fuego de los espesos cabellos rojizo-oscuros de la muchacha. Sus ojos seencendieron tambin al mirar, inquietos y amorosos, al que entraba.

    Pero no ha dormido usted an? Lleva cien horas en vela!Mal ejemplo, verdad? pregunt el hombre en tono alegre, pero sin sonrer. Y

    haba en su voz inflexiones agudas, metlicas, que parecan remachar las palabras.Todos los dems descansan repuso la joven con timidez, y... no saben nada

    agreg quedamente.Hable sin temor. Los camaradas duermen. Ahora, usted y yo somos las dos nicas

    personas que velan en el Cosmos, y hasta la Tierra hay cincuenta billones dekilmetros: un parsec y medio en total!

    Y no tenemos anamesn ms que para una carrera! exclam la muchacha,exaltada, con espanto.

    De dos rpidas zancadas, Erg Noor, jefe de la 37 expedicin astral, se aproxim a

    la esfera purprea.La quinta vuelta!S, ya estamos dando la quinta. Y... nada confirm la muchacha, dirigiendo una

    elocuente mirada al altavoz del receptor automtico.Ya ve que no es posible dormir. Hay que reflexionar bien acerca de todas las

    variantes y posibilidades. Al final de la quinta vuelta, tenemos que haber hallado lasolucin.

    Eso son otras ciento diez horas...Bueno, echar un sueo aqu, en el silln, cuando cesen los efectos de la

    sporamina. Tom una tableta hace veinticuatro horas.La muchacha qued un momento pensativa; luego, se decidi a insinuar:Y si redujramos el radio de nuestro crculo? Tal vez est averiada su emisora.No, no! Si reducimos el radio sin aminorar la velocidad, la nave se destrozar al

    instante. Cmo disminuir la marcha... y por aadidura, sin anamesn...? Cubrir unadistancia de un parsec y medio a la velocidad de los lunniks antiguos? Tardaramos cienmil aos en llegar a nuestro sistema solar.

    Ya lo comprendo... Mas quiz ellos...En tiempos inmemoriales, los hombres podan incurrir en negligencias o engaarse

    unos a otros. Pero en la actualidad no!Yo no me refiero a eso replic ofendida la muchacha, con brusquedad. Quera

    decir que tal vez Algrab se haya desviado de su ruta y nos est buscando tambin.No ha podido desviarse tanto. Sin duda alguna, parti a la hora sealada y

    prevista. Aunque se haya dado el caso inverosmil de avera de sus dos emisoras, laastronave habra cruzado el crculo diametralmente y ahora la oiramos nosotros conel receptor planetario. No hay equivocacin posible: mire, ah est el planetaconvenido!

    Erg Noor seal a las pantallas reflectoras colocadas en profundos nichos a loscuatro costados del puesto de comando. Innumerables estrellas brillaban en lainsondable negrura. Por la pantalla delantera de la izquierda pas fugaz un pequeo

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    3/239

    disco gris apenas esclarecido por su sol que se encontraba muy alejado del sistemaB-7336-C+87-A, donde se desarrolla la accin de este captulo.

    Nuestros faros-bomba funcionan con precisin, a pesar de que los lanzamos hacecuatro aos independientes. Erg Noor mostr una franja de luz que se extendantida por el largo cristal de la pared izquierda. El Algrab deba estar ya aqu desde

    hace tres meses. Por consiguiente... hizo una pausa, como dudando de pronunciar lasentencia, y concluy: Ha perecido!

    Y si no ha sido as? Tal vez lo haya averiado algn meteorito y no puedadesarrollar velocidad... objet la muchacha pelirroja.

    Velocidad...! repiti Erg Noor, sarcstico. Y qu ms da? Si entre la nave ysu lugar de destino se han interpuesto milenios de viaje, todava ser peor: vendr lamuerte lenta, tras aos de terrible desesperanza. Y si llaman pidiendo socorro, puedeque nos enteremos... dentro de unos seis aos... ya en la Tierra.

    Con impetuoso ademn, sac un silln plegable de debajo del banco de la calculadora

    electrnica, modelo reducido de la MNU-11. Hasta entonces, no se haba podido andotar a las astronaves de mquinas-cerebros electrnicos del tipo de la IUT,capaces de realizar toda clase de operaciones y de dirigir dichas naves. Y no se habahecho porque tales mquinas eran muy pesadas, frgiles y de gran volumen. Entretanto, haba que tener de guardia en el puesto de comando a un astronauta, mximecuando en tan largas trayectorias era imposible mantener exactamente el rumbo.

    Con la destreza de un pianista, los dedos del jefe de la expedicin se deslizabanrpidos por las clavijas y los botones de la calculadora. Su plido rostro, depronunciados rasgos, tena una inmovilidad de piedra; la frente, despejada, se inclinaba

    tesonera sobre los mandos y pareca desafiar a los elementos, hostiles a aquelmundillo de seres vivos que se haban lanzado a las profundidades vedadas del espacio.

    La joven astronauta Niza Krit, que haca su primera expedicin astral, observabaanhelante al ensimismado Noor. Qu sereno era! Cunta energa y talento posea elamado! Lo amaba desde haca tiempo, desde el comienzo de aquel viaje que duraba yacinco aos. Y era intil ocultarlo... El tambin lo saba, Niza se daba cuenta... Ahora, alocurrir aquella desgracia, tena la dicha de estar de guardia con l. Los dos solos,durante tres meses, mientras el resto de la tripulacin permaneca sumida en dulcesueo hipntico. An quedaban trece das; luego, ambos se dormiran por medio aohasta que terminasen sus turnos respectivos dos equipos de nautas, astrnomos ymecnicos. Los dems los bilogos y gelogos, cuyo trabajo no comenzara hasta queno llegasen al lugar de destino podran seguir durmiendo... En cambio, los astrnomosestaban siempre atareados. Cuan grande era su labor! Erg Noor se levant, y lospensamientos de Niza se interrumpieron.

    Voy a la cabina de las cartas astrales... Su descanso ser dentro de... mir alreloj dependiente nueve horas. Puedo dormir de sobra antes de relevarla.

    Yo no estoy cansada, y estar aqu todo el tiempo que haga falta para que usteddescanse bien.

    Erg Noor frunci el entrecejo, dispuesto a replicar, pero cediendo a la caricia delas palabras y de los ojos castaos, dorados, que le miraban fieles, sonri y sali de la

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    4/239

    estancia sin decir nada.Niza se sent en el silln, abarc los aparatos con habitual mirada y qued muy

    pensativa.Sobre ella negreaban las pantallas reflectoras que transmitan al puesto central de

    comando el panorama del insondable abismo circundante. Las luces multicolores de las

    estrellas eran como brillantes agujas que se clavaban en la retina.La astronave iba dejando atrs a un planeta, cuya fuerza de atraccin la haca

    balancearse a lo largo del campo de gravitacin inestable. Y las estrellas, siniestras ymajestuosas, daban en las pantallas reflectoras saltos fantsticos. Los dibujos de lasconstelaciones cambiaban con celeridad inaudita.

    El planeta K-22H-88, fro y sin vida, alejado de su sol, era conocido como un lugarcmodo para los encuentros de las astronaves... pero aquella entrevista no serealizaba. Daban ya la quinta vuelta... Y Niza se imagin su nave describiendo, convelocidad aminorada, un crculo inmenso, de mil millones de kilmetros de radio, y

    adelantndose continuamente al planeta, que iba a paso de tortuga. Al cabo de cientodiez horas, la astronave terminara su quinta vuelta... Y qu ocurrira entonces? Elgran cerebro de Erg Noor estaba en plena tensin, buscando afanoso la mejor salida.El jefe de la expedicin y capitn del navo csmico no poda equivocarse. De locontrario, la Tantra, astronave de primera clase, cuya tripulacin estaba integrada porlos sabios ms eminentes, no volvera jams de los espacios intersiderales! Pero ErgNoor no se equivocara...

    Niza Krit sinti de pronto un malestar angustioso, revelador de que la astronave sehaba desviado de su curso en una fraccin minscula de grado, desviacin solamente

    admisible a velocidad aminorada, pues de lo contrario, la frgil carga humana habraperecido por completo. Apenas se hubo desvanecido la neblina gris que cubra sus ojos,la muchacha volvi a sentir mareo: la nave haba vuelto a su ruta. Todo aquello se debaa que los detectores supersensibles haban captado all delante, en la insondablenegrura, un meteorito, el peligro mayor para las astronaves. Las mquinas electrnicasque gobernaban el navo csmico (slo ellas podan hacer todas las manipulaciones conla rapidez requerida, ya que los nervios humanos no estaban adaptados a lasvelocidades csmicas) haban desviado la Tantra en una millonsima de segundo y, unavez pasado el peligro, la haban vuelto, con igual rapidez, a su curso anterior.

    Qu habr impedido a unas mquinas como stas salvar al Algrab? pensabaNiza, repuesta ya de su malestar. Seguramente ha sido averiado al chocar contraalgn meteorito. Erg Noor dice que, de cada diez astronaves, una perece a causa deesas colisiones, a pesar de la invencin de detectores tan sensibles como el de VollHod y de los revestimientos energticos de proteccin que rechazan los cuerposcelestes de minsculas dimensiones. La catstrofe del Algrab los pona en un trancemuy peligroso, cuando pareca que todo estaba bien meditado y previsto. La muchachaempez a evocar cuanto haba ocurrido a partir del momento en que emprendieron elvuelo.

    La 37 expedicin astral tena como objetivo llegar al sistema planetario de la mscercana estrella de la constelacin del Serpentario, cuyo nico planeta habitado

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    5/239

    Zirda haba estado comunicando con la Tierra y los otros mundos, durante largotiempo, por el Gran Circuito. Pero inesperadamente haba enmudecido. Haca ya ms desetenta aos que no llegaba de all noticia alguna. Era deber de la Tierra, como vecinams prxima de Zirda entre los planetas del Circuito, averiguar qu era lo que pasaba.Por ello, la nave expedicionaria tom a bordo muchos aparatos y a varios sabios

    eminentes, cuyo sistema nervioso, despus de numerosas pruebas, se haba mostradocapaz de soportar aos de reclusin en la hermtica astronave. Las reservas decombustible el anamesn, sustancia en que la ligazn intermesnica de los ncleoshaba sido destruida y que posea una velocidad de eyeccin igual a la de la luz eranmnimas, y no a causa del peso del anamesn, sino debido al gran espacio que ocupabansus enormes depsitos. Se contaba con volver a aprovisionarse de combustible enZirda. Para el caso de que al planeta le hubiera ocurrido algo grave, el Algrab,astronave de segunda clase, deba encontrarse con la Tantra cerca de la rbita delplaneta K22H-88.

    El agudo odo de Niza percibi un cambio de tono en la sintonizacin del campo degravitacin artificial. Los discos de tres aparatos de la derecha empezaron acentellear con distinto fulgor, la sonda electrnica de babor se conect. En lailuminada pantalla apareci un cuerpo aristado y brillante. Vena derecho como unproyectil hacia la Tantra y, por consiguiente, deba de estar an lejos. Era un enormetrozo de materia, de los que muy raramente se encontraban en los espacios csmicos.Niza se apresur a determinar su volumen, masa, velocidad y direccin de vuelo. Ynicamente al or el chasquido de la bobina automtica del registro de observaciones,volvi Niza a sus recuerdos.

    El ms vivo era el de un sol, rojo como la sangre, que se iba agrandando en el campovisual de las pantallas durante los ltimos meses del cuarto ao de viaje. El cuartopara todos los habitantes de la astronave, que volaba a una velocidad de 5/6 de launidad absoluta: la velocidad de la luz. Pero en la Tierra haban pasado ya cerca desiete aos, de los llamados independientes.

    Unos filtros superpuestos en las pantallas protegan los ojos humanos, atenuando elcolor y la intensidad de los rayos de cualquier astro, como haca la atmsferaterrestre mediante sus capas protectoras de ozono y de vapor de agua. La luz violetade los astros de temperaturas elevadas, una luz fantasmagrica, indescriptible,pareca azul celeste o blanca, mientras las sombras estrellas gris-rosceas setornaban alegres y de un color amarillo de oro, semejante al de nuestro Sol. All, elastro que brillaba victorioso con claros fulgores escarlata tomaba esa intensatonalidad de sangre en la que el observador terrestre reconoce las estrellas de laclase espectral M5. El planeta se encontraba bastante ms cerca de su sol que laTierra del suyo. A medida que se aproximaban a Zirda, el astro de ella se ibaconvirtiendo en un enorme disco bermejo que lanzaba multitud de radiacionestrmicas.

    Dos meses antes de llegar a Zirda, la Tantra haba tratado de comunicar con laestacin exterior del planeta. No haba all ms que esa estacin en un pequeosatlite natural, sin atmsfera, que se hallaba ms cerca de Zirda que la Luna de la

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    6/239

    Tierra.La astronave continu llamando a Zirda cuando quedaban treinta millones de

    kilmetros para llegar a ella y la fantstica velocidad de la Tantra haba sido reducidaa tres mil kilmetros por segundo. Estaba de guardia Niza, pero toda la tripulacintambin permaneca en vela, sentada expectante ante las pantallas en el puesto

    central de comando.Niza lanzaba las llamadas ampliando la potencia de emisin y proyectando los rayos

    en abanico.Por fin, vieron el diminuto punto luminoso del satlite. La nave empez a trazar una

    curva alrededor del planeta, aproximndose a el poco a poco, en espiral, y adaptandosu velocidad a la del satlite. La Tantra y ste parecan unidos por un cable invisible; laastronave penda sobre el pequeo planeta, que corra raudo por su rbita. Losestereotelescopios electrnicos del gran navo csmico exploraban la superficie delsatlite.

    Y de pronto, ante la tripulacin apareci un espectculo inolvidable.Un enorme edificio de cristal brillaba cegador a los reflejos del sol sangrante. Bajo

    la plana techumbre haba una estancia, semejante a un gran saln de actos. En lpermaneca inmvil una multitud de seres que no se parecan a los terrenales, peroeran, sin duda, humanos. Pur Hiss astrnomo de la expedicin, novato en el Cosmos,que haba sustituido poco antes de partir a un compaero experto sigui regulandocon mano trmula el foco, para ampliar las imgenes. Las filas de hombres, que sevean borrosos bajo el cristal, continuaban en inmovilidad absoluta. Pur Hiss amplims. Ya se distingua un estrado con una larga mesa y bordeado de aparatos e

    instrumentos diversos. Sobre la mesa, de cara al auditorio, estaba sentado un hombrecon las piernas cruzadas, perdida en la lejana la mirada demencial de sus ojos fijos,aterradores.

    Estn muertos, congelados! exclam Erg Noor.La astronave segua suspendida sobre el satlite de Zirda. Catorce pares de ojos

    observaban aquella tumba de cristal, sin poder apartarse de ella. S, era en verdad unatumba. Cuntos aos llevaban all aquellos cadveres? Haca setenta que el planetahaba enmudecido, y si agregaban los seis de recorrido de los rayos, resultaban ms detres cuartos de siglo...

    Luego, todas las miradas se tendieron hacia el jefe. Erg Noor, plido el semblante,escudriaba en la opalina niebla de la atmsfera que rodeaba al planeta. A travs deella, se columbraban apenas los tenues contornos de las montaas y los reflejos delmar, pero nada daba la respuesta que haban venido a buscar los astronautas.

    La estacin ha quedado inutilizada y no ha sido reconstruida en setenta y cincoaos! Por consiguiente, en el planeta ha ocurrido una catstrofe. Hay que descender,penetrar en la atmsfera, tal vez tomar tierra... Aqu estn todos reunidos. Yopregunto cul es la opinin del Consejo...

    El astrnomo Pur Hiss fue el nico que hizo objeciones. Niza miraba con indignacina su narizota corva, como el pico de una ave de rapia, y a sus feas orejas asoplilladas.

    Si en el planeta ha ocurrido una catstrofe, no tendremos ninguna posibilidad de

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    7/239

    aprovisionarnos de anamesn. El vuelo a poca altura en torno al planeta, y tanto ms latoma de tierra, disminuirn nuestras reservas de combustible planetario. Adems, nosabemos qu ha pasado. Puede haber all potentes radiaciones que nos maten a todos.

    Los dems miembros de la expedicin apoyaron al jefe.Ninguna clase de radiaciones planetarias pueden ser peligrosas para una nave con

    coraza csmica, como la nuestra. A qu se nos ha enviado aqu? A poner en claro loocurrido, no es cierto? Qu va a responder la Tierra al Gran Circuito? No basta conconstatar el hecho. Eso es muy poco; hay que explicarlo adems. Perdnenme estosrazonamientos de escolar! dijo Erg Noor. Y en el habitual timbre metlico de su vozhaba un dejo de irona. No creo que podamos eludir nuestro indeclinable deber...

    La temperatura de las capas superiores de la atmsfera es normal! exclamNiza con alegra.

    Erg Noor sonri e inici el descenso con precaucin, espira tras espira, aminorandola marcha de la astronave a medida que se iban aproximando a la superficie del

    planeta. Zirda era un poco ms pequea que la Tierra, y para circundarla en bajo vuelono se requera una velocidad muy grande. Los astrnomos y el gelogo confrontaban losmapas del planeta con las indicaciones de los aparatos pticos de la Tantra. Loscontinentes conservaban sus contornos, idnticos a los de antes, los mares brillabanserenos a la roja luz del sol. Las cadenas montaosas tampoco haban cambiado deconfiguracin y tenan el mismo aspecto que en las fotografas anteriores, pero elplaneta callaba.

    La gente llevaba treinta y cinco horas en sus puestos de observacin, sinabandonarlos ni un momento.

    La composicin de la atmsfera, la irradiacin del sol rojo, todo coincida con losdatos que se posean acerca de Zirda. Erg Noor abri el anuario correspondiente aeste planeta y busc las tablas con los datos de su estratsfera. La ionizacin era msfuerte que de ordinario. Una vaga sospecha empez a alentar en su mente, llenndolede inquietud.

    A la sexta espira del descenso, se divisaron los contornos de las grandes ciudades.Pero en los receptores de la astronave, al igual que antes, no se oa seal alguna.

    Niza Krit, que haba sido relevada para que tomase un refrigerio, crea estar sumidaen leve sopor. Le pareca haber dormido nada ms que unos minutos. La astronavevolaba sobre la parte de Zirda envuelta en las sombras de la noche, a una velocidad nosuperior a la de un simple espirptero terrestre. All abajo deban de extenderse lasciudades, las fbricas, los puertos. Mas ni una sola luz se columbraba en las profundastinieblas, por mucho que los potentes estereotelescopios las explorasen. El trepidantefragor de la atmsfera, al ser hendida por la astronave, tena que orse a decenas dekilmetros.

    Pas una hora. Segua sin aparecer la menor luz. La angustiosa espera se ibahaciendo insoportable. Noor conect las sirenas de aviso. Un espantoso rugido seexpandi hacia la insondable negrura de all abajo. Los hombres de la Tierra confiabanen que, fundido con el fragor del aire, lo oiran los moradores de Zirda, que guardabanun enigmtico silencio.

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    8/239

    Un resplandor de fuego rasg las siniestras tinieblas. La Tantra haba entrado en lazona iluminada del planeta. Abajo, todo continuaba envuelto en una oscuridadaterciopelada. Las fotografas, ampliadas rpidamente, mostraron que aquello era untapiz de flores semejantes a negras amapolas terrestres, que se extenda en millaresde kilmetros, sustituyendo todo: bosques, matorrales, juncos y hierbas. Las calles de

    las ciudades resaltaban en el manto sombro como costillas de esqueletos gigantescos,las construcciones de hierro parecan rojas heridas. No haba en parte alguna ni unsolo ser vivo, ni un rbol; nicamente aquellas amapolas negras...

    La Tantra lanz una estacin-bomba de observacin y entr de nuevo en la noche. Alcabo de seis horas, la estacin-robot inform acerca de la composicin del aire, de latemperatura, de la presin y dems condiciones existentes en la superficie delplaneta. Todo era all normal, excepto un exceso de radiactividad.

    Monstruosa tragedia! barbot con sofocada voz el bilogo Eon Tal, en tantoanotaba los ltimos datos suministrados por la estacin. Se han matado ellos mismos

    y han destruido todo su planeta!Ser posible? pregunt Niza, tratando de contener las lgrimas. Qu

    espanto! No me lo explico, pues la ionizacin no es tan fuerte...Desde entonces, han pasado bastantes aos respondi severo el bilogo. Su

    rostro circasiano, de nariz aguilea y aspecto viril, a pesar de su juventud, tena unaexpresin dura. Esta desintegracin radiactiva es precisamente peligrosa porque vaaumentando de un modo imperceptible. La cantidad total de emanaciones ha podido ircreciendo durante siglos, kor a kor, como llamamos nosotros a las biodosis deradiacin, y de pronto, un salto cualitativo! Se anula la procreacin, viene la

    esterilidad y surgen, por aadidura, las epidemias de origen radiactivo... No es laprimera vez que esto ocurre. El Gran Circuito ha conocido catstrofes semejantes...

    Como la del llamado Planeta del sol violceo reson detrs de ellos la voz deErg Noor.

    Lo ms trgico coment el taciturno Pur Hiss es que su extrao sol, setenta yocho veces ms luminoso que el nuestro y de la clase espectral A-cero, aseguraba a loshabitantes una energa muy elevada...

    Dnde est ese planeta? inquiri el bilogo Eon Tal. No es el que el Consejose propone poblar?

    El mismo. En su honor se dio el nombre de Algrab a la nave que acaba de perecer.La estrella Algrab o Delta del Cuervo! exclam asombrado el bilogo. Pero

    sa est muy lejos!A cuarenta y seis parsecs. Mas nosotros construimos astronaves que hacen raids

    cada vez ms largos...El bilogo asinti con la cabeza y barbot que no haba sido un acierto dar a aquella

    astronave el nombre de un planeta perecido.Mas la estrella sigue existiendo, y el planeta tambin. Antes de un siglo, la

    habremos cubierto de vegetacin y poblado repuso Erg Noor, con convencimiento.Se haba decidido a una maniobra difcil, consistente en cambiar el curso orbital de

    la nave, que era latitudinal, hacindolo longitudinal para seguir a lo largo del eje de

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    9/239

    rotacin de Zirda.Cmo iban a abandonar el planeta sin tener la certeza de que todos sus habitantes

    haban muerto? Tal vez los supervivientes no pudieran pedir socorro, debido a que lascentrales energticas estuviesen destruidas y los aparatos averiados.

    No era la primera vez que Niza vea a Erg Noor ante el cuadro de comando en un

    momento crtico. Con el rostro impenetrable, lleno de firmeza, los movimientosbruscos y siempre exactos, le pareca un hroe legendario.

    De nuevo, la Tantra recorra sin esperanza su ruta alrededor de Zirda; ahora de unpolo a otro. En algunos lugares, sobre todo en las latitudes medias, aparecan anchaszonas de terreno sin vegetacin alguna. All flotaba en el aire una niebla amarilla, atravs de la cual se vislumbraban, como un mar encrespado, unas gigantescas dunas dearena roja, azotadas por el viento.

    Ms all, volvan a extenderse, como un fnebre manto de terciopelo, las amapolasnegras, nicas plantas que haban resistido a la radiactividad o experimentado, bajo su

    influencia, una mutacin viable.Todo estaba claro. Era intil, e incluso peligroso, buscar entre aquellas ruinas

    muertas los depsitos de anamesn reservado, por recomendacin del Gran Circuito,para los viajeros procedentes de otros mundos (Zirda no tena an astronaves y slocontaba con navos trasplanetarios). La Tantra empez a desenrollar lentamente laespira de su vuelo, en sentido inverso, para alejarse del planeta. Tomando unavelocidad de diecisiete kilmetros por segundo con sus motores inicos a chorro,utilizados para los viajes interplanetarios, despegues y tomas de tierra, la astronavedej atrs el planeta muerto. Puso rumbo a un sistema inhabitado, nicamente

    conocido por una cifra convencional, al que se haban lanzado unos faros-bomba ydonde deba esperar el Algrab. Los motores de anamesn fueron conectados. Encincuenta y dos horas, con su fuerza, imprimieron a la astronave su velocidad normalde novecientos millones de kilmetros por hora. Hasta el lugar del encuentro quedabanquince meses de viaje, once computando por el tiempo dependiente de la nave. Toda latripulacin, salvo el grupo de guardia, poda sumirse en el sueo. Pero la discusingeneral, los clculos y la preparacin del informe al Consejo ocuparon un mes entero.En los anuarios referentes a Zirda se mencionaban peligrosos experimentos realizadoscon combustibles atmicos de desintegracin parcial. Haba all discursos deeminentes sabios del planeta ahora muerto que sealaban la aparicin de sntomas deinfluencia nociva sobre la vida e insistan en que cesasen las pruebas. Haca cientodieciocho aos, se haba transmitido por el Gran Circuito una breve advertencia quedeba haber bastado para convencer a hombres de preclaro intelecto, pero que, por lovisto, no haba tomado en serio el gobierno de Zirda.

    No caba duda de que el planeta haba perecido a consecuencia de una acumulacinde radiaciones, despus de numerosos ensayos imprudentes y del empleo irreflexivode formas peligrosas de energa nuclear, en vez de haber buscado, sensatamente,otras menos nocivas.

    El enigma estaba ya esclarecido desde haca tiempo; la tripulacin haba pasado, pordos veces, de un sueo de tres meses a una vida normal de igual duracin.

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    10/239

    Y la Tantra llevaba ya muchos das dando vueltas en torno al planeta gris; laesperanza de encontrar al Algrab disminua de hora en hora. Algo amenazador sepresagiaba...

    Erg Noor, parado en el umbral, contemplaba a la pensativa Niza. La inclinada cabeza

    de la muchacha, de abundantes cabellos, pareca una hermosa flor de ptalos de oro...Su perfil tena trazos de pcaro chicuelo; sus ojos, un poquitn estrbicos, que hacanguios con frecuencia al contener la risa, permanecan muy abiertos, escudriando loignoto con inquietud y valenta. Ella misma no se daba cuenta del gran apoyo moral queprestaba a Erg con su abnegado amor. A aquel hombre que, a pesar de los largos aosde prueba, forjadores de su voluntad y carcter, senta a veces el cansancio de serjefe, hombre dispuesto de continuo a responder de su gente, de su nave, del xito dela expedicin. All abajo, en la Tierra, no exista, desde haca mucho tiempo, unaresponsabilidad tan unipersonal, pues las decisiones se tomaban siempre por el equipo

    encargado de realizar el trabajo respectivo. Y si ocurra algo imprevisto, se tena laseguridad de recibir al instante el consejo preciso, la solucin a los problemas mscomplicados. En cambio, aqu no haba donde recurrir. El capitn estaba investido depoderes extraordinarios. La responsabilidad aquella sera ms llevadera si se asumiesedurante dos o tres aos, en vez de los diez a quince que, por trmino medio, durabanlas expediciones astrales.

    Erg Noor entr en el puesto de comando.Niza se levant presurosa y acudi a su encuentro.Ya he reunido todos los datos y mapas necesarios dijo el jefe. Ahora, le

    daremos trabajo a la mquina!Arrellanado en el silln, empez a volver lentamente las hojas metlicas, indicando

    las cifras de las coordenadas, la tensin de los campos magnticos, elctricos y degravitacin, la potencia de los flujos de partculas csmicas, la velocidad y densidad delas corrientes metericas. En tanto, Niza, contrada toda ella, apretaba los botones ydaba vuelta a las llaves conectadas de la mquina de calcular. Despus de recibirvarias respuestas, Erg Noor frunci pensativo el entrecejo.

    En nuestra ruta hay un campo de intensa gravitacin: la zona de acumulaciones demateria opaca en el Escorpin, cerca de la estrella 6555-ZR+ll-PKU dijo. Paraeconomizar combustible, hay que desviarse hacia all, hacia el Serpentario... En laantigedad se volaba sin motor, utilizando como acelerador la periferia de los camposde gravitacin...

    Podemos nosotros recurrir a ese procedimiento? pregunt Niza.No. Nuestras astronaves son demasiado rpidas para ello. La velocidad de 5/6 de

    la unidad absoluta, o sea de doscientos cincuenta mil kilmetros por segundo,aumentara en doce mil veces nuestro peso en el campo de atraccin terrestre, y nosharamos todos polvo. Nosotros podemos volar as solamente en los espacios csmicos,lejos de las grandes acumulaciones de materia. En cuanto la astronave empiece apenetrar en el campo de gravitacin, habr que ir aminorando la marcha en la mismamedida en que aumente la potencia de dicho campo.

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    11/239

    Por consiguiente, aqu hay una contradiccin Niza apoy la cabeza en la mano,con infantil ademn. Cuanto ms fuerte sea el campo de atraccin, tanto msdespacio debemos volar!

    Eso slo es cierto para las grandes velocidades sublumnicas, cuando la propiaastronave viene a ser como un rayo de luz que avanza solamente en lnea recta o

    describiendo la llamada curva de iguales tensiones.Si yo le he entendido bien, usted quiere lanzar nuestro rayo, la Tantra,

    directamente al sistema solar...En eso reside toda la enorme dificultad de la navegacin astral. Prcticamente, es

    imposible dar con exactitud en el blanco de una u otra estrella, aunque a los clculosse aporten todas las correcciones imaginables. Hay que tener en cuenta de continuo elerror, que va acrecentndose en la trayectoria, y cambiar, en consecuencia, ladireccin de la nave, lo que excluye a automatizacin absoluta de su comando. Ahoraestamos en una situacin peligrosa. Una parada o una brusca aminoracin del vuelo

    despus de la carrera, sera para nosotros la muerte, ya que no habra base algunapara volver a tomar velocidad. Aqu est el peligro, mire: la zona 344+2U no ha sidoexplorada en absoluto. No hay en ella estrellas, nicamente se conoce un campogravitatorio, vea su lmite. Bueno, antes de adoptar una determinacin, esperemos alos astrnomos; despus de la quinta vuelta, los despertaremos a todos, y entretanto... el jefe de la expedicin se frot las sienes y bostez.

    Los efectos de la sporamina se acaban! exclam Niza. Ya puede usteddescansar!

    Bien, me instalar en este silln. A lo mejor, se produce un milagro, y se oye

    aunque no sea ms que algn sonido!Tena la voz de Erg Noor un acento que estremeci de ternura el corazn de Niza.

    Hubiera querido apretar contra su pecho aquella cabeza tesonera, acariciar sus negroscabellos, en los que brillaban, prematuras, unas hebras de plata...

    La muchacha se levant, y luego de arreglar cuidadosa las hojas de datos, apag laluz no dejando ms que un dbil claror verde a lo largo de los paneles con los aparatosy los relojes. La astronave, apacible y serena, cruzaba los infinitos espacios,absolutamente vacos, describiendo su inmenso crculo. La astronauta de cabellosrojizos ocup sin hacer ruido su puesto ante el cerebro de la gigantesca Tantra. Losaparatos tocaban con sordina, acompasados, su habitual cancioncilla; la menoralteracin en su funcionamiento habra infringido, como una nota falsa, aquella melodaque iba fluyendo suave, al tono preciso. De vez en cuando, se repetan unos golpecitos,semejante a sonidos de un gong: era que el motor planetario auxiliar se conectaba paratorcer el curso de la Tantra en lnea curva. Los imponentes motores anamesnicos secallaban. La calma de la larga noche reinaba en la nave adormecida como si ningngrave peligro se cerniera sobre ella y sus moradores. De un momento a otro, iban aresonar en el altavoz las seales tan esperadas, y los dos navos csmicos frenaran suvuelo impetuoso, se aproximaran hasta hacer paralelas sus rutas y, luego de igualarsus velocidades, continuaran el viaje, como echados el uno junto al otro. Una anchagalera tubular enlazara los dos pequeos mundos de ambas naves, y la Tantra

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    12/239

    recobrara su ciclpea fuerza.En su fuero interno, Niza estaba tranquila, pues tena fe en su jefe. Los cinco aos

    de viaje no le parecan largos ni penosos. Sobre todo, desde que le amaba... E inclusoantes de aquel amor, las observaciones apasionantes, los libros, la msica y los filmes,en grabacin electrnica, haban ido completando sin cesar sus conocimientos y hecho

    menos dolorosa la aoranza de la bella Tierra, perdida, como un granito de arena, en elfondo de las infinitas tinieblas. Sus compaeros eran gente de vasta cultura, y cuandolos nervios estaban fatigados de las impresiones o del prolongado e intenso trabajo, unsueo profundo, mantenido por el regulador de las ondas hipnticas, absorba grandeslapsos de tiempo, que transcurran sin sentir. Adems, junto al amado era dichosa. Tanslo la inquietaban las dificultades que pasaban los otros, y sobre todo l, Erg Noor...Si ella pudiera...! Mas qu poda hacer una astronauta novel, completamenteignorante en comparacin con aquellos hombres? Aunque tal vez los ayudara con suternura, su buena voluntad, en continua tensin, y su ardiente deseo de hacer ms

    llevadero el penoso trabajo.El jefe de la expedicin se despert y alz la cabeza, en la que senta pesadez.

    Continuaba la rtmica meloda, interrumpida, al igual que antes, por el espaciadogolpeteo del motor planetario.

    Niza Krit vigilaba los aparatos, levemente inclinada sobre ellos, con unas tenueshuellas de cansancio en el juvenil rostro. Erg Noor mir el reloj dependiente, quecomputaba el tiempo astronutico y, con elstico impulso, se levant del profundosilln.

    He dormido catorce horas! Y usted, Niza, no me ha despertado! Esto es... al

    ver la gozosa sonrisa de ella, qued cortado un instante. Vaya a descansar ahoramismo!

    Me permite echar un sueo aqu, como usted? le pidi la muchacha. Luego,corri a tomar un bocado, se arregl un poco y acomodse en el silln.

    Sus ojos, castaos, brillantes, circundados de oscuras sombras, observaban aescondidas a Erg Noor, que, refrescado por una ducha ondular, la haba relevado antelos aparatos. Despus de comprobar los datos de los indicadores de PCE proteccinde contactos electrnicos el jefe empez a pasear por la estancia a grandes pasos.

    Por qu no duerme usted? pregunt a la astronauta, en tono autoritario.Ella movi la cabeza, esparciendo sus bucles rojizos, que demandaban ya la tijera,

    pues las mujeres no llevaban el pelo largo en las expediciones extraterrestres.Estoy pensando... repuso indecisa. E incluso ahora, cuando nos encontramos al

    borde del peligro, me inclino ante el podero y la grandeza del hombre, que ha sabidopenetrar tan lejos en las profundidades del espacio. Ustedes estn ya familiarizadoscon mucho de esto, mientras que yo... es la primera vez que me encuentro en elCosmos. Hasta cuesta trabajo creerlo: participo en un grandioso viaje, a travs de lasestrellas, hacia nuevos mundos!

    Erg Noor esboz una sonrisa y se pas la mano por la frente.Debo desilusionarla; mejor dicho, mostrarle los verdaderos lmites de nuestro

    podero. Mire se detuvo junto al proyector y en la pared del fondo de la cabina

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    13/239

    apareci la franja luminosa y ramificada de la Galaxia.Erg Noor seal a su ms lejana rama, apenas perceptible entre las tinieblas, en la

    que se columbraban, como un polvillo opaco, unas espaciadas estrellas.Esto es una regin desrtica de la Galaxia, la zona pobre de luz y de vida donde se

    encuentra nuestro sistema solar y donde nos hallamos ahora nosotros... Pero, ya ve

    usted, incluso esta rama va del Cisne a la Carena y, a ms de estar alejada de las zonascentrales, contiene una nube oscura, aqu... Para recorrer esta rama, nuestra Tantranecesitara cerca de cuarenta mil aos independientes. En salvar el vaco negro quesepara nuestra rama de la siguiente, tardaramos cuatro mil. Como ve, nuestrosactuales vuelos por los espacios insondables no son todava ms que unos infantilessaltitos en un minsculo circulillo, cuyo dimetro es slo de cincuenta aos-luz. Sin lapotencia del Circuito, cuan poco sabramos del Universo! Las informaciones, lasimgenes, los pensamientos transmitidos desde distancias inaccesibles para la cortavida humana nos llegan, tarde o temprano, y vamos conociendo mundos cada vez ms

    distantes. Nuestros conocimientos aumentan de continuo, y esta labor no seinterrumpe ni un instante!

    Niza escuchaba suspensa.Los primeros vuelos intersiderales... continu, soador, el jefe. Pequeas

    naves lentas, sin potentes corazas protectoras. Y adems, nuestros antepasados vivanla mitad de tiempo que nosotros. Entonces s que era digna de admiracin la grandezadel hombre!

    La muchacha mene bruscamente la cabeza, como siempre que no estaba deacuerdo.

    Pasarn los aos repuso, y cuando se encuentren otros procedimientos paravencer los espacios, en vez de penetrar en ellos a viva fuerza, dirn de ustedes: soss que eran hroes! Supieron conquistar el Cosmos con unos medios tan primitivos!

    El jefe de la expedicin sonri alegremente y tendi la mano hacia la muchacha:Tambin lo dirn de usted, Niza!Ella enrojeci.Yo me siento orgullosa de estar aqu, a su lado! Qu no hara yo con tal de volver

    al Cosmos, una y otra vez...!Lo s dijo meditativo Erg Noor. Pero hay quien piensa de otra manera...!Con su intuicin femenina, la muchacha adivin lo que l quera decir. Tena el jefe

    en su camarote dos estereorretratos de una maravillosa tonalidad ureo-lilcea.Ambos eran de Veda Kong, historiadora del antiguo mundo, bella mujer de ojos azules,como el cielo terrestre, que miraban lmpidos bajo las largas y arqueadas cejas. En unode los retratos, bronceada, con una deslumbradora sonrisa en los labios, alzados losbrazos, posaba las manos en sus cabellos de color ceniza. Y en el otro rea jubilosasobre una pieza de artillera naval, monumento de la ms remota antigedad.

    Erg Noor, perdidos sus bros, se sent lentamente ante la astronauta.Si usted supiera, Niza, con qu brutalidad ha destruido el destino mis sueos all

    abajo, en Zirda! dijo de pronto, con sorda voz, empuando con cuidado la palancapara poner en marcha los motores de anamesn, como si quisiera acelerar al mximo el

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    14/239

    raudo vuelo de la astronave. Si Zirda no hubiera perecido y nos hubisemosreaprovisionado de combustible prosigui en respuesta a la muda pregunta de Niza, yo habra continuado la expedicin. As se acord con el Consejo. Zirda habracursado a la Tierra los mensajes necesarios, y la Tantra habra partido con quienes lodeseasen... A los dems los habra recogido all el Algrab, despus de hacer aqu la

    guardia.Quin hubiera accedido a quedarse en Zirda? pregunt, indignada, la

    muchacha. Cree que Pur Hiss? Un gran hombre de ciencia como l no habraresistido al deseo de investigar, de saber!

    Y usted, Niza?Yo? Qu duda cabe!Bien... Pero dnde? inquiri de sbito Erg Noor, con acento firme, mirndola

    fijamente.Donde fuera, incluso aqu... respondi ella, mostrando un negro abismo que se

    extenda entre dos ramas de la Galaxia, y devolvi a Noor la tenaz mirada,entreabiertos los labios.

    Oh, no tan lejos! Usted, querida astronauta, sabe que hace cerca de ochenta ycinco aos se llev a cabo la treinta y cuatro expedicin astral, conocida con el nombrede Escalonada. Tres astronaves, que se aprovisionaban mutuamente de combustible,partieron hacia la Lira, alejndose cada vez ms de la Tierra. Las dos que no llevabaninvestigadores a bordo regresaron al globo terrqueo cuando hubieron suministradotodo su anamesn. As escalan los alpinistas las ms altas cimas. En cuanto a latercera, llamada Argos...

    La que no volvi...! dijo emocionada Niza, en un susurro.Cierto, el Argos no volvi. Pero alcanz su objetivo. Pereci al regreso, despus de

    haber enviado un mensaje. Su objetivo era llegar al gran sistema planetario de laestrella azul Vega o Alfa de la Lira. A travs de innumerables generaciones, cuntosojos humanos han contemplado sus azules fulgores en el cielo boreal! Vega seencuentra a ocho parsecs de nuestro Sol o treinta y un aos de camino, calculando porel tiempo independiente, y el hombre no haba logrado an franquear esa distancia. Detodos modos, el Argos lleg a su destino... No se sabe si, luego, la causa de superecimiento fue un meteorito o una avera grave. Tal vez contine vagando por losespacios y vivan todava los hroes que creemos muertos...

    Qu espanto!sa es la suerte de toda astronave que no pueda volar a la velocidad sublumnica.

    Entre ella y su planeta se interpondrn al instante milenios de camino.Y qu comunic el Argos? se apresur a preguntar la muchacha.Bien poca cosa. Transmiti un mensaje entrecortado que luego se interrumpi por

    completo. Lo recuerdo textualmente: Habla el Argos, habla el Argos, regresamos dela Vega, desde hace veintisis aos... suficiente... esperaremos... cuatro planetas de laVega... no hay nada ms maravilloso... qu dicha...!

    Pero ellos pedan socorro, queran esperar en algn sitio...!Desde luego; de lo contrario, la astronave no habra gastado la enorme energa

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    15/239

    necesaria para la emisin. Mas qu se poda hacer? No volvi a recibirse ni una solapalabra del Argos.

    Veintisis aos independientes de viaje de regreso. Hasta el Sol le quedabancerca de cinco aos... La nave se encontraba en nuestra regin, en alguno de estosparajes, o an ms cerca de la Tierra.

    No lo creo... A no ser que hubiese sobrepasado la velocidad normal y se hallasecerca del lmite cuntico. Pero eso es peligrossimo!

    Erg Noor empez a explicarle brevemente el principio de la destruccin queamenaza a la materia cuando su velocidad de desplazamiento se aproxima a la de la luz,mas advirti que la muchacha no le escuchaba con atencin.

    Ya le comprendo! exclam Niza cuando l hubo terminado la explicacin. Lohabra comprendido inmediatamente si la prdida del Argos no me hubiese ofuscado elpensamiento... Estas catstrofes son tan terribles, cuesta tanto trabajo aceptarlas!

    Ahora ya ha captado usted lo esencial del mensaje dijo sombro Erg Noor.

    Ellos descubrieron unos mundos de singular belleza. Y yo vengo soando desde hacetiempo con recorrer de nuevo esa misma ruta del Argos, provisto de aparatos msperfectos. La empresa es ya completamente factible con un solo navo. Desde mijuventud, mi sueo dorado es Vega, ese sol azul, rodeado de magnficos planetas!

    Quin pudiera ver esos mundos...! repuso Niza, con voz alterada por laemocin. Mas para volver hacen falta sesenta aos terrestres o cuarentadependientes... Es decir, media vida.

    Las grandes realizaciones exigen grandes sacrificios. Aunque para m esto nisiquiera constituye un sacrificio. Mi vida en la Tierra no ha sido ms que unas breves

    escalas entre los viajes astrales. Yo nac a bordo de una astronave!Cmo fue eso? inquiri ella asombrada.La treinta y cinco expedicin astral constaba de cuatro navos. Mi madre era

    astrnomo de uno de ellos. Yo nac a mitad de camino de la estrella dobleMN1906+7AL, infringiendo con ello las leyes por dos veces. S, por dos veces, puescrec y me eduqu junto a mis padres, en la astronave, en lugar de hacerlo en laescuela. No hubo ms remedio! Cuando la expedicin regres a la Tierra, yo tena yadieciocho aos. Al llegar a mi mayora de edad, se me contaba, como un trabajo deHrcules, el haber aprendido a conducir el navo y ser ya un astronauta.

    A pesar de todo, sigo sin comprender... empez a decir Niza.A mi madre? Cuando tenga usted algunos aos ms, la comprender. Por aquel

    entonces, el suero AT-Anti-Tia no se conservaba mucho tiempo. Y los mdicos no losaban... Pues bien, el caso es que me llevaban de nio a un puesto central de comando,parecido a ste. Yo abra mis deslumbrados ojillos infantiles ante las pantallasreflectoras en que danzaban las estrellas. Volbamos hacia la Theta del Lobo, dondese encontraba una estrella doble prxima al Sol: dos enanillos el uno azul, el otroanaranjado tras una nube opaca. Mi primera impresin consciente fue el cielo de unplaneta sin vida que yo observaba bajo la cpula de cristal de una estacin provisional.Los planetas de las estrellas dobles suelen ser inanimados, debido a la irregularidad desus rbitas. La expedicin, que haba tomado tierra en uno de ellos, realiz durante

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    16/239

    siete meses trabajos de prospeccin. Segn recuerdo, encontraron all fantsticasriquezas, yacimientos de platino, osmio e iridio. Cubos de este metal, de un pesoincreble, me servan de juguetes. Y sobre m, aquel cielo, mi primer cielo, negro,tachonado de claras estrellas inmviles, y dos soles de una belleza indescriptible: uno,de vivo color naranja; el otro, intensamente ail. Recuerdo que sus rayos se

    entrecruzaban a veces e inundaban nuestro planeta de una luz verde, tan alegre yesplndida, que me haca gritar de entusiasmo y cantar de alegra...! Erg Noor callun instante y concluy: Bueno, basta. Me he dejado llevar por los recuerdos, y hacetiempo que deba usted estar descansando.

    Contine, nunca he odo nada tan interesante suplic Niza, pero el jefe semantuvo inflexible.

    Trajo el hipnotizador automtico pulsatorio, y la muchacha magnetizada por lamirada imperiosa de Erg Noor o por la accin soporfera del aparato qued sumidaen tan profundo sueo, que no se despert hasta la vspera de la sexta vuelta. La fra

    expresin del jefe le advirti en seguida que el Algrab continuaba sin aparecer.Se ha despertado usted a tiempo! dijo, en cuanto Niza, luego de darse un bao

    de electricidad y ondas y de arreglarse, volvi al puesto de comando. Conecte lamsica y la luz despertadora. Para todos!

    Niza apret al momento unos botones en hilera, y en todos los camarotes dondedorman los miembros de la expedicin surgieron unos resplandores intermitentes y seexpandi una meloda singular, de graves y vibrantes acordes en crescendo. El sistemanervioso iba saliendo gradualmente de su inhibicin para volver a su actividad normal.Cinco horas ms tarde, todos los tripulantes se reunan en el puesto central de

    comando, en plena posesin de sus facultades, confortados por el alimento y lostnicos.

    Al enterarse de la prdida del Algrab, cada uno reaccion a su manera. Pero, comoesperaba Erg Noor, todos estuvieron a la altura de las circunstancias. Ni una palabrade desesperacin, ni una mirada de miedo. Pur Hiss, que no se haba mostrado muyvaliente cuando volaban sobre Zirda, recibi la noticia sin estremecerse. Slo la jovenmdica Luma Lasvi palideci ligeramente y se pas la lengua, con disimulo, por losresecos labios.

    Honremos la memoria de nuestros camaradas! dijo el jefe, iluminando lapantalla del proyector, en la que apareci al momento una fotografa del Algrab hechaantes de partir la Tantra.

    Todos se pusieron en pie. Una tras otra, lentamente, empezaron a pasar por lapantalla las imgenes de las siete personas, ya serias, ya alegres, que constituan latripulacin del Algrab. Erg Noor iba mencionando sus nombres y los expedicionariosdaban a los muertos su ltimo adis. Esa era la costumbre tradicional entre losastronautas. Los navos csmicos que partan juntos llevaban siempre a bordo unacoleccin completa de fotos de las tripulaciones respectivas. Las astronaves quedesaparecan podan vagar an largo tiempo por los espacios siderales y sus tripulantescontinuar vivos largos aos. Pero aquello no significaba nada en definitiva, pues laastronave no regresaba jams. No haba ninguna posibilidad real de encontrarla ni de

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    17/239

    prestarle ayuda. Sus mquinas eran tan perfectas, que las averas leves no seproducan casi nunca o se reparaban con facilidad. Y en cuanto a las graves, nunca sehaban podido liquidar en el Cosmos. A veces, como en el caso del Argos, la astronaveen peligro tena tiempo de lanzar una llamada en demanda de auxilio. Pero la mayorade los mensajes no llegaban a su destino, debido a las enormes dificultades para

    orientarlos exactamente. En el transcurso de milenios, las emisiones del Gran Circuitohaban establecido direcciones exactas y podan adems variarlas, transmitiendomensajes de un planeta a otro. Pero las astronaves se encontraban generalmente enregiones inexploradas donde las direcciones de emisin slo podan adivinarse de unmodo fortuito.

    Entre los astronautas predominaba la opinin de que en el Cosmos existan camposneutros o zonas cero que absorban todas las radiaciones y mensajes. Mas losastrofsicos, por el contrario, consideraban hasta entonces que las zonas cero eranpura fantasa, fruto de la extraordinaria imaginacin de los exploradores csmicos.

    Despus de la ceremonia fnebre y de un breve cambio de impresiones, Erg Noorconect los motores de anamesn. Dos das ms tarde, stos callaron y la astronaveempez a acercarse a la tierra a razn de veintin mil millones de kilmetros al da.Hasta el Sol quedaban unos seis aos terrestres (independientes) de camino. En elpuesto central de comando y en la biblioteca-laboratorio el trabajo estaba en todo suapogeo: se calculaba y trazaba la nueva ruta a seguir.

    Haba que volar durante seis aos enteros, consumiendo anamesn nicamente pararectificar el curso. Dicho de otro modo: era preciso conducir la nave guardando concuidado la aceleracin. A todos los inquietaba la regin inexplorada 344+2U, entre el

    Sol y la Tantra, pues no haba manera de contornarla: a sus lados, hasta el Sol, seencontraban zonas de meteoritos libres; en los virajes, adems, la nave perdaaceleracin.

    Al cabo de dos meses, la lnea de vuelo estaba ya calculada y la Tantra describa unasuave curva de igual tensin.

    El magnfico navo csmico se encontraba en perfecto estado, su velocidad semantena dentro de los lmites previstos. nicamente el tiempo cerca de cuatro aosdependientes de vuelo le separaba de la Patria.

    Erg Noor y Niza, cansados despus de la guardia, se sumieron en largo sueo.Tambin quedaron en profundo letargo dos astrnomos, el gelogo, el bilogo, elmdico y cuatro ingenieros.

    Fueron relevados por el equipo siguiente: Pe Lin, experto astronauta que haca susegundo viaje a los espacios siderales, la astrnomo Ingrid Ditra y el ingenieroelectrnico Key Ber, que se haba agregado voluntariamente a ellos. Ingrid, conautorizacin de Pe Lin, iba con frecuencia a la biblioteca contigua al puesto decomando. En unin de Key Ber, viejo amigo suyo, la astrnomo estaba componiendo unasinfona monumental, La muerte de un planeta, inspirada en la tragedia de Zirda. PeLin, hastiado de la musiquilla de los aparatos y de la contemplacin de los negrosabismos csmicos, dej a Ingrid ante el cuadro de comando y se puso a descifrarafanoso unas enigmticas inscripciones halladas en un planeta abandonado

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    18/239

    misteriosamente por sus habitantes, de las estrellas prximas del Centauro. Creaen el xito de su ilusoria empresa...

    Luego, dos relevos ms se sucedieron. Durante ese tiempo la nave se habaaproximado a la Tierra en cerca de diez billones de kilmetros y los motores deanamesn no haban sido conectados ms que unas horas.

    Tocaba ya a su fin la guardia del equipo de Pe Lin, la cuarta desde que la Tantrasaliera del lugar del frustrado encuentro con el Algrab.

    Terminados sus clculos, la astrnomo Ingrid Ditra volvise hacia Pe Lin, queobservaba melanclico el palpitar incesante de las rojas agujas en las azules esferasgraduadas de los aparatos que medan la intensidad de la gravitacin. El retardohabitual en las reacciones psquicas, al que estaban sujetas hasta las personas msfuertes, se dejaba sentir en la segunda mitad de la guardia. Durante meses y aos, laastronave, gobernada automticamente, segua el curso sealado de antemano. Siocurra de pronto algn suceso extraordinario, superior a las fuerzas del dirigente

    automtico, la catstrofe era casi inevitable, pese a la intervencin de los hombres. Elcerebro humano, por muy bien entrenado que estuviese, no poda reaccionar con laceleridad requerida.

    Me parece que nos hemos adentrado hace tiempo en la regin inexplorada344+2U. El jefe quera estar aqu de guardia l mismo dijo Ingrid al astronauta. PeLin mir al contador de los das.

    De todos modos, dentro de dos das nos relevarn. Por el momento, no se prevnada de particular. Qu, esperamos hasta que termine nuestra guardia?

    Ingrid asinti con la cabeza. Key Ber vino de los compartimentos de popa y ocup su

    habitual silln cerca de los mecanismos de equilibrio. Pe Lin bostez y levantse.Voy a dormir unas horitas comunic a Ingrid.Ella, dcilmente, dej su mesa y avanz hacia el cuadro de comando.La Tantra, sin oscilacin alguna, volaba en el vaco absoluto. Ningn meteorito, ni

    siquiera lejano, era advertido por los supersensibles detectores de Voll Hod. La rutade la astronave se apartaba un poco de la direccin del Sol: en ao y medio de vueloaproximadamente. Las pantallas delanteras mostraban una negrura desrtica,pasmosa; dirase que el navo se diriga al mismo corazn de las tinieblas. Tan slo lostelescopios laterales continuaban clavando en las pantallas las agujas de luz de lasinnumerables estrellas.

    Una extraa sensacin de inquietud sacudi los nervios de la astrnomo. Volvijunto a sus mquinas y telescopios, comprob una vez y otra sus indicaciones y levantla carta de la regin desconocida. Todo estaba en calma, y sin embargo, Ingrid nopoda apartar los ojos de las siniestras sombras que se extendan ante la proa de lanave. Key Ber, que haba reparado en la intranquilidad de la astrnomo, llevaba largorato observando y prestando odo a sus aparatos.

    No encuentro nada raro dijo al fin. Qu has credo advertir?Yo misma no lo s; me alarma esa oscuridad extraordinaria. Y me parece que

    nuestra nave va derecha hacia una nebulosa opaca.S, ah debe de haber una nube oscura confirm Key Ber. Pero no te

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    19/239

    preocupes, no haremos ms que rozar su borde. As est calculado! La intensidaddel campo de atraccin aumenta poco a poco, regularmente. Cuando atravesemos estazona, nos aproximaremos sin duda a algn centro gravitatorio. Y qu ms da que seaoscuro o luminoso?

    Tienes razn repuso Ingrid, ms tranquila.

    Entonces, por qu te inquietas? Seguimos el curso sealado, e incluso ms deprisa de lo previsto. Si no hay ningn cambio, llegaremos a Tritn, pese a nuestraescasez de combustible.

    La sola idea de arribar a Tritn, el satlite de Neptuno, colmaba a Ingrid de alegra.All se hallaba la deseada estacin astronutica, construida en la periferia del sistemasolar. Y alcanzar a Tritn era tanto como volver a casa...

    Yo esperaba que nos dedicaramos a nuestra sinfona, pero Lin se ha ido adescansar. l dormir seis o siete horas, y entre tanto yo pensar la orquestacin parael final de la segunda parte. Sabes?, el pasaje donde no conseguimos nunca transmitir

    integralmente el advenimiento de peligro. Este... Y Key tarare unas notas.Di-, di-, da-ra-r reson inesperadamente, como un eco devuelto por las

    paredes del puesto de comando.Ingrid se estremeci y mir asombrada en derredor, pero al momento comprendi...

    La intensidad del campo de atraccin haba aumentado, y los instrumentosrespondieron con un cambio de meloda del aparato de gravitacin artificial.

    Graciosa coincidencia! exclam ella, riendo con cierto aire de culpa.Se ha producido un aumento de la gravitacin, cosa normal al aparecer una nube

    oscura. Ahora, puedes estar completamente tranquila, y deja dormir a Lin.

    Dichas estas palabras, Key Ber sali del puesto de comando. Ya en la biblioteca,profusamente iluminada, se sent ante un pequeo piano-violn electrnico y abismsepor entero en el trabajo. Habran pasado unas horas cuando se abri bruscamente lahermtica puerta de la biblioteca y apareci Ingrid.

    Key, querido, despierta a Lin.Qu ocurre?La intensidad del campo de atraccin aumenta ms de lo que debiera, segn los

    clculos.Y delante?Sigue la oscuridad! contest Ingrid, y se fue.Key Ber despert al astronauta. ste se levant de un salto, entr corriendo en el

    puesto central de comando y se abalanz hacia los aparatos.No observo nada amenazador. Pero de dnde proceder este campo de

    atraccin? Es demasiado potente para ser de una nube opaca, y aqu no hay estrellaalguna... Lin qued un momento pensativo y oprimi el botn de despertarcorrespondiente al camarote del jefe de la expedicin. Reflexion de nuevo unosinstantes y conect con el camarote de Niza Krit.

    Si no ocurre nada, nos relevarn simplemente le explic a la alarmada Ingrid.Y si ocurre? Pues Erg Noor no volver a su estado normal hasta dentro de cinco

    horas. Qu hacemos?

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    20/239

    Esperar repuso tranquilo el astronauta. Qu puede ocurrir en cinco horasaqu, tan lejos de todos los sistemas estelares...?

    La tonalidad del sonido de los aparatos bajaba de continuo, prueba indudable de quelas circunstancias de vuelo se modificaban. En la angustia de la espera, el tiempo sealargaba interminable. Dos horas transcurridas parecieron toda una guardia. Pe Lin

    permaneca sereno exteriormente, pero la agitacin de Ingrid se haba transmitido yaa Key Ber. Miraba con frecuencia a la puerta de la cmara de comando, aguardando lairrupcin, impetuosa como siempre, de Erg Noor, aunque saba que el despertar dellargo sueo sera lento.

    Un timbrazo prolongado hizo estremecer a todos. Ingrid se agarr a Key Ber.La Tantra, est en peligro! La intensidad del campo es dos veces ms alta de la

    calculada!El astronauta palideci. Haba ocurrido lo inesperado. Era preciso tornar

    inmediatamente una determinacin. La suerte de la astronave estaba en sus manos. El

    acrecentamiento continuo de la fuerza de atraccin exiga que se aminorase la marchade la nave no slo porque su peso aumentaba, sino porque en medio de su camino seencontraba evidentemente una gran acumulacin de materia compacta. Mas si seaminoraba la marcha, no habra despus manera de tomar nuevamente velocidad! PeLin apret los dientes, y dio vuelta a la manija de conexin de los motores inicosplanetarios de freno. Un sonoro golpeteo se fundi con la meloda de los instrumentos,acallando el pertinaz timbrazo del aparato que calculaba la correlacin entre la fuerzade atraccin y la velocidad. El timbre ces de repiquetear y las agujas corroboraron elxito: de nuevo, la velocidad no era peligrosa y se acercaba a la que corresponda a la

    creciente gravitacin. Pero apenas hubo desconectado Pe Lin los frenos, volvi aresonar: la amenazadora fuerza gravitatoria exiga que se disminuyese la marcha. Yano caba duda de que la astronave iba derecha hacia un potente centro de atraccin.

    El astronauta no se decidi a cambiar el curso, fruto de un gran trabajo y unaextrema exactitud. Utilizando los motores planetarios, fren otra vez la astronave,aunque ya era evidente el error cometido al trazar la ruta a travs de una masadesconocida de materia.

    El campo de atraccin es muy grande indic Ingrid a media voz. Tal vez...Hay que aminorar an ms la marcha, para virar! grit el astronauta. Pero

    cmo acelerarla despus...? y en sus palabras se perciba una indecisin fatal.Ya hemos atravesado la zona externa vertiginosa repuso Ingrid. La gravitacin

    aumenta con rapidez y sin cesar.Oyse un golpeteo frecuente y sonoro: los motores planetarios haban comenzado a

    funcionar automticamente, cuando la mquina electrnica que gobernaba la navepercibiera delante una enorme acumulacin de materia. La Tantra empez abalancearse. A pesar de la incesante aminoracin de la marcha, las personas que seencontraban en el puesto central de comando empezaron a perder el conocimiento.Ingrid cay de rodillas, mientras Pe Lin, en su silln, se esforzaba por alzar la cabeza,pesada como el plomo. Key Ber sinti un miedo absurdo, zoolgico, y un desamparoinfantil.

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    21/239

    El golpeteo de los motores, cada vez ms precipitado, se convirti en un rugidocontinuo. El cerebro electrnico de la nave luchaba en lugar de sus dueos, mediodesvanecidos, potente a su manera, pero limitado, ya que era incapaz de prever lascomplejas consecuencias y de hallar una solucin en los casos excepcionales.

    Disminuy el balanceo de la Tantra. Las columnillas indicadoras de las reservas de

    cargas inicas planetarias descendan raudas. Al recobrarse, Pe Lin comprendi que elextrao acrecentamiento de la fuerza de atraccin era tan rpido, que se requeratomar urgentes medidas para detener la marcha de la nave y cambiar bruscamente deruta.

    Movi hacia adelante la palanca de los motores de anamesn. Cuatro altos cilindrosde nitrito brico, visibles por una mirilla del cuadro de comando, se iluminaroninteriormente. Una llama verde se alz briosa dentro de ellos, zigzagueante como unrelmpago, corri en gneos arroyuelos y enrollse en cuatro espirales apretadas.Delante, en la proa de la nave, un potente campo magntico haba envuelto las toberas

    de los motores para preservarlas de la destruccin inmediata.El astronauta adelant ms la palanca. A travs del verde remolino, se divis el rayo

    rector, un flujo grisceo de partculas K. Otro movimiento, y, deslumbrante, un fulgorvioleta se expandi a lo largo del rayo gris. Era la seal de que el anamesn empezabasu impetuosa inyeccin. Todo el cuerpo de la astronave se estremeci agitado por unavibracin de alta frecuencia, apenas perceptible, pero penosa de soportar...

    Erg Noor, luego de haber tomado la dosis necesaria de alimentos, yaca en dulcesomnolencia, sometido a un masaje elctrico, extraordinariamente grato, tonificador

    del sistema nervioso. El sopor que an entorpeca su cerebro y su cuerpo ibadesapareciendo poco a poco. La meloda despertadora resonaba en tono mayor y conritmo creciente...

    De pronto, una impresin desagradable, exterior, vino a interrumpir el gozo delretorno a la vida, despus de noventa das de sueo. Erg Noor se sinti jefe de laexpedicin y empez a hacer desesperados esfuerzos para volver al estado normal.Por fin, se dio cuenta de que la astronave frenaba apresuradamente con los motoresde anamesn; por consiguiente algo ocurra. Intent levantarse, pero su cuerpocontinuaba inerte. Se le doblaron las piernas y cay al suelo, como un fardo. Al cabo deunos instantes, consigui arrastrarse hasta la puerta del camarote y abrirla. Suconciencia se esclareca a travs de las brumas del sueo. Ya en el pasillo, se incorporun poco y, a gatas, logr llegar al puesto central, donde se derrumb pesadamente.

    Las personas que all estaban, con los ojos clavados en las pantallas y esferas, sevolvieron asustadas y corrieron hacia el jefe. Erg Noor, incapaz de levantarse,balbuci:

    En las pantallas, en las delanteras... enciendan la luz infrarroja... paren... losmotores!

    Los cilindros de nitrito brico se apagaron al mismo tiempo que cesaba la vibracinde la astronave. En la pantalla delantera de la derecha apareci una enorme estrellaque irradiaba una tenue luz pardo-rojiza. Todos quedaron inmviles al instante, sin

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    22/239

    apartar los ojos del inmenso disco que haba surgido de las tinieblas ante la mismaproa de la nave.

    Ah, necio de mi! exclam Pe Lin con amargura. Yo estaba convencido de quenos encontrbamos cerca de una nube opaca! Y esto es...

    Una estrella de hierro! grit Ingrid Ditra con espanto.

    Erg Noor, agarrndose al respaldo de un silln, se levant del suelo. Su rostro,plido de ordinario, tena una tonalidad azulenca, pero sus ojos brillaban con el vivofulgor de siempre.

    S, una estrella de hierro dijo lentamente. El terror de los astronautas!Nadie se imaginaba hallarla en aquella regin, y las miradas de todos se volvieron

    hacia el jefe con temor y esperanza.Yo pensaba slo en la nube se justific quedo Pe Lin, en tono de culpa.Una nube opaca con tal fuerza de gravitacin debe contener partculas slidas,

    bastante voluminosas, y la Tantra habra perecido ya. Es imposible evitar una colisin

    en un enjambre semejante repuso Erg Noor en voz baja, pero firme.Mas esos bruscos cambios de intensidad del campo, esos remolinos no sealan,

    acaso, sin lugar a dudas, la presencia de una nube?O la de un planeta de la estrella; puede que sea ms de uno...El astronauta se mordi los labios hasta hacerse sangre. El jefe, alentador, inclin

    la cabeza y apret los botones despertadores.Pronto, el parte de observaciones! Calculemos las isogravimtricas!La nave volvi a balancearse. Algo, monstruosamente grande, pas por la pantalla

    con celeridad vertiginosa, qued atrs al instante y desapareci.

    Ah est la respuesta... Hemos contornado un planeta Pronto, pronto, a trabajar!y la mirada del jefe se detuvo en los contadores del combustible. Aferrse alrespaldo del silln e iba a decir algo, pero se call.

    Captulo II - LA EPSILON DEL TUCN

    Un suave tintineo de cristal reson sobre la mesa, acompaado de unas lucecillasanaranjadas y azul celeste. Multicolores reflejos centellearon en el translcidotabique. Dar Veter, director de las estaciones exteriores del Gran Circuito,continuaba observando la luminosa Va Espiral. Su gigantesco arco se combaba en laaltura, reflejndose en curva franja amarilla mate que bordeaba el mar. Sin apartarlos ojos de l, Dar Veter alarg la mano y puso la palanquilla en la letra R: lasreflexiones no haban terminado. Aquel da se haba producido un gran cambio en lavida de l. Por la maana, su sucesor, Mven Mas, elegido por el Consejo deAstronutica, haba llegado de la zona habitada del hemisferio austral. La ltimaemisin por el Circuito la realizaran juntos, y luego... Precisamente aquel luego noestaba resuelto an. Durante seis aos, haba llevado a cabo un trabajo que requerauna tensin extrema y para el que se elega a personas de relevantes facultades,excelente memoria y conocimientos enciclopdicos. Cuando, con maligna tenacidad,

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    23/239

    empezaron a repetrsele los accesos de indiferencia hacia el trabajo y la vida la msgrave de las enfermedades humanas, le reconoci la clebre psiquiatra Evda Nal. Elviejo y probado remedio msica de tristes acordes en la sala de los sueos azules,penetrada de ondas calmantes no dio resultado alguno.

    Slo quedaba cambiar de actividades y someterle a una cura de trabajo manual, all

    donde todava fuese necesario el cotidiano esfuerzo de los msculos. Su buena amiga,la historiadora Veda Kong, le haba propuesto la vspera que fuese a trabajar con ellade excavador. En las excavaciones arqueolgicas, las mquinas no podan hacerlo todo,y la ltima labor la realizaban manos humanas. Aunque no haba falta de voluntarios,Veda le prometi un largo viaje a la regin de las antiguas estepas, en el seno de lanaturaleza.

    Si Veda Kong supiera...! Aunque ella estaba enterada de todo absolutamente. Vedaamaba a Erg Noor, miembro del Consejo de Astronutica y jefe de la 37a expedicinastral. Erg Noor deba dar sus noticias desde el planeta Zirda. Mas si no se reciba

    comunicado alguno, pese a que todos los clculos de los vuelos interestelares erancompletamente exactos, sera intil soar en conquistar el corazn de Veda! El vectorde la amistad era lo nico, lo ms grande que los una. Sin embargo, l iba a trabajarcon ella!

    Dar Veter, moviendo una palanca, apret un botn, y la estancia se inund de claraluz. Un gran ventanal haca las veces de pared de una espaciosa, inmensa sala,pendiente sobre la tierra y el mar. Dando vuelta a otra palanquilla, inclin hacia laquella pared de cristal, que dej al descubierto el cielo, cuajado de estrellas,cortando con su marco metlico las luces de las carreteras, de los edificios y los faros

    costeros de all abajo.La atencin de Dar Veter estaba fija en la esfera, de tres crculos concntricos,

    del reloj galctico. El Gran Circuito transmita sus informaciones a cada cienmilsimade segundo galctico, es decir, cada ocho das, o cuarenta y cinco veces al aoterrestre. Una vuelta de la Galaxia alrededor de su eje constitua un da galctico.

    La siguiente emisin la ltima para Dar Veter empezara a las nueve de lamaana (hora del Observatorio del Tbet) y, por consiguiente, a las dos de lamadrugada de all, del Observatorio Mediterrneo del Consejo. Quedaba un poco msde dos horas.

    El aparato de la mesa empez a tintinear y a emitir destellos de nuevo. Tras untabique apareci un hombre de relucientes vestiduras, con sedosos reflejos.

    Estamos preparados para la emisin y la escucha manifest conciso sin muestraaparente alguna de sumiso respeto, pero en sus ojos se trasluca la admiracin al jefe.

    Dar Veter continuaba callado y su ayudante tambin, esperando con airedesenvuelto y gallarda apostura.

    En la sala cbica? pregunt al fin el jefe. Y cuando hubo recibido respuestaafirmativa, inquiri dnde se encontraba Mven Mas.

    Est junto al aparato del frescor matinal, para reponerse de las fatigas del viaje.Adems, me parece que est emocionado...

    Yo, en su lugar, tambin lo estara dijo pensativo Dar Veter. As ocurri hace

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    24/239

    seis aos...El ayudante enrojeci del esfuerzo para permanecer impasible. Con todo su mpetu

    juvenil, simpatizaba con su jefe, presintiendo tal vez que l mismo habra de pasartambin, algn da, por las alegras y los sinsabores de un gran trabajo y una tremendaresponsabilidad. En cuanto al director de las estaciones exteriores, no expresaba en

    modo alguno sus sentimientos, pues ello se consideraba impropio de hombres de suedad.

    Cuando se presente Mven Mas, trigalo aqu en seguida.El ayudante se alej. Dar Veter se acerc a un rincn donde el transparente tabique

    estaba ennegrecido desde el techo hasta el suelo y, con amplio ademn, descorri lasdos hojas de una puerta abierta en un panel de madera preciosa. Una luz intensa brotdel fondo de una pantalla semejante a un espejo.

    El director de las estaciones exteriores conect, mediante un conmutador especial,el vector de la amistad que enlazaba directamente a personas ligadas por un

    profundo afecto, permitindoles comunicar entre s en cualquier momento. El vectorde la amistad una varios lugares habituales del ser humano: la vivienda, el sitio detrabajo, el rincn predilecto de descanso...

    La pantalla se ilumin y en su fondo perfilse el conocido conjunto de unos altospaneles, con innumerables columnas de codificados signos de filmes electrnicos quehaban sustituido a los arcaicos clichs de libros. Desde que la humanidad adoptara unalfabeto nico, llamado lineal por no contener ningn signo complejo, la filmacin delibros, incluso antiguos, era an ms sencilla y asequible para las mquinas automticas.Unas franjas azules, verdes y rojas designaban las filmotecas centrales, en las que se

    conservaban las obras de investigacin cientfica, que desde haca tiempo ya no seeditaban ms que en una decena de ejemplares. Bastaba con marcar una serieconvencional de signos, para que la filmoteca-depsito facilitase automticamente eltexto completo de la obra filmada. La referida mquina era la biblioteca particular deVeda. Oyse un leve chasquido y desapareci la imagen de la pantalla, que volvi ailuminarse para mostrar otra habitacin, tambin vaca. Un nuevo chasquido delaparato, y surgi una sala de comando, con sus pupitres y cuadros dbilmentealumbrados. Una mujer, sentada a la mesa ms cercana, alz la cabeza, y Dar Veterreconoci el fino rostro amado, de grandes ojos grises. La deslumbradora sonrisa, quepona al descubierto los blancos dientes, formando unos encantadores hoyuelos junto ala boca, de enrgico trazo, y la nariz infantil, ligeramente arremangada, daban alrostro aquel una expresin todava ms dulce y afable.

    Veda, slo quedan dos horas. An tiene que cambiarse de vestido, y yo quisieraque viniese usted al observatorio un poco antes.

    La mujer de la pantalla se llev las manos a los espesos cabellos, de color cenizaclaro.

    Me someto, Veter mo repuso riendo por lo bajo. Ahora voy a casa.El alegre tono de la voz no enga a Dar Veter.Tranquilcese, animosa Veda. Todos los que ahora intervienen por el Gran Circuito,

    lo hicieron algn da por vez primera...

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    25/239

    No gaste en vano palabras para consolarme replic Veda Kong, alzando la cabezatenaz. Pronto estar ah.

    La pantalla se apag. Dar Veter corri las hojas de la puerta y se volvi para recibira su sustituto. Mven Mas en traba ya, dando grandes zancadas. Sus facciones y piel,broncnea y reluciente, denotaban su origen negro. Una capa blanca penda de sus

    recios hombros, formando grandes pliegues. Mven Mas estrech las dos manos de DarVeter con las suyas, delgadas y fuertes. Ambos jefes el saliente y el entranteeran de elevada estatura. Veter, que descenda de rusos, pareca ms ancho y macizoque el esbelto africano.

    Creo que hoy ocurrir algo importante dijo Mven Mas con la confianza y lafranqueza que caracterizaban a los hombres del Gran Circuito.

    Dar Veter se encogi de hombros.Algo importante nos ocurrir a los tres. Yo le har entrega, usted tomar

    posesin del cargo y Veda Kong hablar con el Universo por primera vez.

    Es muy guapa, verdad? pregunt afirmativo.Ya lo ver usted. Por cierto que la emisin de hoy no tiene nada de particular.

    Veda dar una conferencia de historia terrestre, para el planeta KRZ 664456+BSH3252.

    Mven Mas hizo un clculo mental con asombrosa rapidez.Constelacin de Unicornio, la estrella Ross 614, su sistema planetario es conocido

    desde tiempos inmemoriales, pero nunca se han destacado por nada notable. A m megustan las denominaciones y los vocablos antiguos aadi con cierto acento dedisculpa, apenas perceptible.

    Dar Veter pens que el Consejo saba elegir a la gente. Y agreg en voz alta:Entonces, se entender bien con Yuni Ant, el encargado de las mquinas

    electrnicas mnemotcnicas. l se denomina a s mismo regente de las lmparas de lamemoria. No se refiere a las lmparas primitivas, pobres candiles de la antigedad,sino a los primeros aparatos electrnicos, desgarbados, metidos en campanas decristal, al vaco, que recordaban a las bombillas elctricas de aquellos tiempos.

    Mven Mas se ri de tan buena gana, que Dar Veter sinti aumentar su simpata hacial.

    Las lmparas de la memoria! Nuestras redes mnemnicas son como pasillos demillares de kilmetros de longitud y constan de miles de millones de clulas-elementos!Bueno dijo, recobrndose, dejndome llevar del entusiasmo, no me he informadode lo necesario. Cundo empez a hablar la Ross 614?

    Hace cincuenta y dos aos. Desde entonces, han aprendido el idioma del GranCircuito. Hasta ellos no hay ms que cuatro parsecs de distancia. La conferencia deVeda la oirn dentro de trece aos.

    Y despus?Despus de la conferencia, pasaremos a la escucha. A travs de nuestros viejos

    amigos, recibiremos algunas noticias por el Circuito.A travs del sesenta y uno del Cisne?Desde luego. Y a veces, por conducto del ciento siete del Serpentario, empleando

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    26/239

    su vieja terminologa.En la estancia entr un hombre con iguales vestiduras argentadas uniforme del

    Consejo de Astronutica, que el ayudante de Dar Veter. Vivaracho, de medianaestatura y nariz aguilea, predispona a su favor con la mirada atenta y sagaz de susojos negros como la endrina. El recin llegado se frot con la palma de la mano la

    cabeza, rapada y redonda.Yo soy Yuni Ant manifest con aguda voz, dirigindose sin duda a Mven Mas.Este le salud con respeto. Los encargados de las mquinas mnemotcnicas

    superaban a todos en erudicin. Ellos eran quienes elegan, entre las comunicacionesrecibidas, las que deberan perpetuarse en dichas mquinas, transmitirse por las lneasde informacin general o ser enviadas a los palacios de creacin.

    Un breviario ms barbot Yuni Ant, estrechando la mano a su nuevo conocido.Cmo? inquiri Mven Mas, sin comprender.Es un vocablo de mi invencin. Derivado del latn. As llamo yo a todos los que viven

    poco tiempo: a los trabajadores de las estaciones exteriores, a los pilotos de la flotaintersideral, a los tcnicos de las fbricas de motores astronuticos... Bueno, y anosotros. Pues tampoco vivimos ms de la mitad del tiempo normal de existencia. Pero,en compensacin, qu interesante es nuestra vida! Dnde est Veda?

    Ella quera venir un poco antes... empez a decir Dar Veter.Mas sus palabras fueron apagadas por unos alarmantes acordes musicales que

    sustituyeron al sonoro tic-tac en la esfera del reloj galctico.Es la seal de advertencia para toda la Tierra. A las centrales elctricas, a las

    fbricas, a la red de transportes y a las emisoras de radio. Dentro de media hora, hay

    que cesar el suministro de energa y acumularlo en grandes condensadores, encantidad suficiente para atravesar la atmsfera por el canal de radiacin dirigida. Laemisin requerir el cuarenta y tres por ciento de la energa terrestre. La recepcin,solamente para alimentar el canal, el ocho por ciento explic Dar Veter.

    As precisamente me lo imaginaba yo dijo Mven Mas, asintiendo con la cabeza.De pronto, sus ojos, de concentrada mirada, se encendieron con fulgores de

    admiracin. Dar Veter volvi la cabeza. Veda Kong, que haba entrado sin que nadie loadvirtiera, estaba junto a una transparente columna iluminada. Para intervenir, sehaba puesto sus mejores galas, las que ms embellecan a la mujer, ideadas haca yamiles de aos, en la poca de la civilizacin cretense.

    Los espesos cabellos de color ceniza claro, tirantes, recogidos en alto rodete, noentorpecan el cuello, armonioso y fuerte. Los tersos hombros estaban al desnudo, elamplio escote mostraba parte del pecho, ceido por un corpio celeste. Y la falda,ancha y corta, con flores azules bordadas sobre una cenefa de plata, dejaba aldescubierto las bonitas piernas desnudas, tostadas por el sol, y los pies, breves,calzados con unos zapatitos de color cereza. Unas piedras preciosas de igual color cabellos de Venus grandes, engarzadas con intencionado descuido en una cadena deoro, refulgan sobre la fina piel armonizando con el arrebol de emocin que encendalas orejitas y las mejillas.

    Mven Mas, que no haba visto nunca a la sabia historiadora, la contemplaba

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    27/239

    extasiado.Veda alz los inquietos ojos hacia Dar Veter.Muy bien respondi l a la muda pregunta de su bellsima amiga.Yo he hablado muchas veces en pblico, pero no as dijo Veda Kong.El Consejo es fiel a la tradicin. Son siempre las mujeres ms bellas las que leen

    las informaciones para los diferentes planetas. Esto da una idea del sentimientoesttico de los habitantes de nuestro mundo. Y en general, revela mucho siguidiciendo Dar Veter.

    El Consejo no se ha equivocado en su eleccin! exclam Mven Mas.Veda dirigi al africano una mirada penetrante.Es usted soltero? le pregunt en voz baja. Y al asentir l con la cabeza, se

    ech a rer.No quera usted hablar conmigo? dijo, volvindose hacia Dar Veter.Los dos amigos salieron a la gran terraza anular. Veda ofreci con deleite su rostro

    a la fresca brisa del mar.El director de las estaciones exteriores le habl de su decisin de ir a trabajar a

    las excavaciones, de sus dudas al elegir la 38a expedicin astral, los yacimientossubmarinos antrticos y la arqueologa.

    Oh, no! Todo menos la expedicin astral! exclam ella. Y Dar Veter se diocuenta de su falta de tacto. Entregado a sus emociones, haba hurgado sin querer en laherida que Veda llevaba en el alma.

    La meloda de alarmantes acordes lleg hasta la terraza, sacndole de laembarazosa situacin.

    Ya es hora, dentro de treinta minutos hay que conectar con el Circuito! advirtiDar Veter, tomando del brazo con delicadeza a Veda Kong. En unin de los demsdescendieron por una escalera rodante a un profundo subterrneo de forma cbica,abierto en la roca.

    Por doquier se vean aparatos. Los paneles sin brillo de las negras paredes parecande terciopelo. Unas franjas de cristal los surcaban, perfilndose netas. Lucecillasdoradas, verdes, anaranjadas y azules esclarecan dbilmente las escalas graduadas,los signos y las cifras. Las puntas de esmeralda de las saetas se estremecan sobre lossemicrculos negros, y era como si todos aquellos anchos muros temblasen en latensin de la espera.

    Haba all varios sillones, una mesa grande de bano, empotrada en una enormepantalla hemisfrica de nacarados reflejos, con un marco de oro macizo.

    Dar Veter, con un ademn, indic a su sucesor que se acercase y seal a los demslos altos sillones negros para que se sentaran. Mven Mas se acerc de puntillas, comoandaban en otros tiempos sus antepasados por las sabanas, calcinadas por el sol,acechando a las terribles fieras. Emocionado, contena la respiracin. All, en aquellarocosa cueva inaccesible, iba a abrirse una ventana a los infinitos espacios del Cosmosy los hombres se uniran con los pensamientos y el saber a sus hermanos de otrosmundos. Ahora, los representantes de la humanidad terrestre ante el Universo erancinco. Pero a partir del siguiente da, l, Mven Mas, habra de dirigir aquel enlace. Le

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    28/239

    seran confiadas todas las palancas de aquella grandiosa fuerza. Un leve escalofro lecorri por la espalda. Tal vez comprendiera entonces la tremenda responsabilidad quehaba contrado al aceptar la oferta del Consejo. Y cuando mir al director saliente,que mova sereno las manijas de mando, su mirada expresaba una admiracin parecidaa la que brillaba en los ojos del joven ayudante de Dar Veter.

    De pronto, oyse un sonido prolongado y grave, como un golpe de gigantesco gong.Dar Veter se volvi rpidamente y tir de una larga palanca. El sonido acall, y VedaKong vio que un estrecho panel de la pared derecha se iluminaba en toda su altura.Pareca que el muro se haba hundido, desapareciendo en la infinita lejana. Surgieronlos fantasmagricos contornos de la piramidal cumbre de una montaa, rematada poruna inmensa corona de piedra. Bajo aquel colosal remate de lava solidificada, secolumbraban unas manchas blancas de pursima nieve montaera.

    Mven Mas reconoci el monte Kenia, el segundo de frica por su altura.Reson otro prolongado golpe de gong que hizo retemblar la estancia subterrnea y

    oblig a las personas que en ella se encontraban a prestar atencin, expectantes.Dar Veter tom la mano de Mven Mas y la puso sobre un redondo pomo que brillaba

    con luz grana. El nuevo director le dio vuelta dcilmente, hasta el lmite. Toda lafuerza de la Tierra, toda la energa de mil setecientas sesenta potentes centraleselctricas se haba concentrado en el ecuador, en aquel monte de cinco mil metros dealtura. Un intenso resplandor de mltiples colores surgi sobre la cima, concentrose,hasta formar un globo luminoso, y, de pronto, ascendi vertical hincndose como unalanza en las profundidades del cielo. Del resplandor se alzaba ya una fina columna,semejante a una tromba. Enroscndose en ella, suba en espiral una neblina azul de

    deslumbrante fulgor.La radiacin dirigida atravesaba toda la atmsfera terrestre formando un canal

    permanente, que haca las veces de cable, para la emisin y la escucha de lasestaciones exteriores. All arriba, a una altura de treinta y seis mil kilmetros sobrela Tierra, haba un satlite artificial llamado diario, gran estacin que cadaveinticuatro horas daba una vuelta al planeta, en el mismo plano del ecuador, por lo quepareca inmvil, suspendida sobre el monte Kenia del frica Oriental, punto elegidopara la comunicacin permanente con las estaciones exteriores. Otro gran sputnik, quegiraba a cincuenta y siete mil kilmetros de altura, pasando sobre los polos,paralelamente al meridiano, comunicaba con el observatorio emisor y receptor delTbet. All haba mejores condiciones para la formacin del canal conductor, pero encambio no exista enlace continuo. Aquellos dos grandes satlites artificialesmantenan adems comunicacin con otras varias estaciones exteriores automticas,situadas alrededor de toda la Tierra.

    El estrecho panel de la derecha se apag: el canal haba conectado con el puesto derecepcin del sputnik. Y acto seguido se ilumin la pantalla de nacarados reflejos ymarco de oro. En su centro, apareci una figura, fantsticamente ampliada, que fueadquiriendo mayor nitidez y sonri con su enorme bocaza. Gur Gan, observador delsputnik diario, tena en la pantalla el aspecto de uno de esos gigantones de loscuentos. Salud alegremente con una inclinacin de cabeza y, tendiendo la mano, de

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    29/239

    tres metros de largo, conect toda la red de estaciones exteriores de nuestroplaneta, que quedaron unidas en un circuito nico por la fuerza enviada desde laTierra. Los ojos sensibles de los receptores se tendieron hacia l desde todos losconfines del Universo. La estrella roja mate de la constelacin de Unicornio cuyosplanetas haban lanzado recientemente una llamada era ms fcil de localizar desde

    el sputnik 57, y Gur Gan enlaz con l. La ligazn invisible entre la Tierra y otrocuerpo celeste no poda durar ms de tres cuartos de hora. No haba que perder ni unminuto de aquel tiempo precioso.

    A una seal de Dar Veter, Veda Kong se puso ante la pantalla, sobre un disco demetal que brillaba con azules fulgores. Rayos invisibles caan en potente cascadaacentuando el matiz de la piel, tostada por el sol. Las mquinas electrnicas que habande traducir las palabras de Veda al idioma del Gran Circuito se pusieron en marchasilenciosamente. Trece aos ms tarde los receptores del planeta de la estrella rojamate recogeran las ondas emitidas, grabndolas con los smbolos universales que las

    mquinas electrnicas de traducir si all se hablaba convertiran en sonidos deaquella lengua extraa.

    Lstima que nuestros lejanos oyentes no puedan escuchar la voz sonora y dulce dela mujer terrestre pensaba Dar Veter ni captar sus expresivas inflexiones. Quinsabe cmo estarn constituidas sus orejas! El odo pude ser de diferentes tipos. Encambio la vista, auxiliada en todas partes por las ondas electromagnticas queatraviesan la atmsfera, es casi igual en todo el Universo. Y ellos vern tambin a laencantadora Veda, arrebolada de emocin.

    Dar Veter escuchaba la conferencia de Veda sin apartar los ojos de su pequea

    oreja, medio oculta por un mechoncillo de suaves cabellos.Veda Kong hablaba con claridad y concisin de los principales jalones de la historia

    de la humanidad; de los tiempos antiguos de sta, de la desunin que reinaba entre lospueblos grandes y pequeos, desgarrados por los antagonismos econmicos eideolgicos que dividan a sus pases. Y lo iba exponiendo a grandes rasgos,brevemente. Aquellas pocas se agrupaban bajo el nombre de Era del Mundo Desunido(EMD). Mas no era la enumeracin de las guerras devastadoras, de los terriblessufrimientos o de los supuestos grandes estadistas que llenaba los viejos libros dehistoria de los Antiguos Siglos, de los Siglos Sombros o de los del Capitalismo lo queinteresaba a los hombres de la Era del Gran Circuito. Mucho ms importante para ellosera la historia, llena de contradicciones, del desarrollo de las fuerzas productivas,junto con la formacin de las ideas, del arte y de los conocimientos, los orgenes de lalucha espiritual por el verdadero hombre y la autntica humanidad, as como laevolucin de la necesidad de crear nuevos conceptos acerca del mundo y de lasrelaciones sociales, del deber, de los derechos y de la felicidad del ser humano,concepciones que haban hecho crecer y florecer en todo el planeta el poderoso rbolde la sociedad comunista.

    En el ltimo siglo de la EMD, llamado Siglo del Desgajamiento, los hombres habancomprendido al fin que todas sus desgracias provenan de un rgimen social que sehaba ido formando espontneamente, a partir de los tiempos de la barbarie, y que

  • 7/29/2019 La Nebulosa de Andromeda Efremov

    3