36

León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane
Page 2: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane
Page 3: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

LEÓN TOLSTOI,UN PROFETA POLÍTICO Y EVANGÉLICO

Antoni Blanch, sj.

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................

1. SITUACIÓN SOCIO-POLÍTICADE RUSIA, EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX .......................................

2. EL PENSAMIENTO REFORMISTAEN LA RUSIA PRE-REVOLUCIONARIA ................................................................

3. EL PENSAMIENTO DE TOLSTOI ANTES DE SU CONVERSIÓN ..............................

4. LA VIDA NUEVA DE UN CONVERSO ........................................................................

5. UN OFICIAL DEL ZAR QUE REPUDIA LA GUERRA .................................................

6. UN SOCIALISTA UTÓPICO Y POPULISTA ..................................................................

7. TOLSTOI, EL PROFETA .................................................................................................

8. UN PROFETISMO MORAL, POLÍTICO Y EVANGÉLICO ............................................

DOS TEXTOS SIGNIFICATIVOS DE LEÓN TOLSTOI ....................................................NOTAS ................................................................................................................................CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN ...............................................................................

18

15

12

9

7

3

22

5

24

28

30

¡NOVEDAD!

Descarga

de nuestra web

el cuaderno para tu

lector digital (formato ePub)

31

Page 4: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

Edita Cristianisme i Justícia, Roger de Llúria, 13 - 08010 BarcelonaTel. 93 317 23 38 - [email protected] - www.cristianismeijusticia.netImprime: Edicions Rondas S.L. - Depósito Legal: B-4.054-13ISBN: 978-84-9730-308-8 - ISSN: 2014-6509 - ISSN (ed. virtual): 2014-6574Dibujo de la portada: Roger Torres - Impreso en papel y cartulina ecológicosMarzo 2013

La Fundación Lluís Espinal le comunica que sus datos están registrados en un fichero de nombre BDGACIJ, titularidad de laFundación Lluís Espinal. Solo se usan para la gestión del servicio que os ofrecemos, y para mantenerlo informado de nuestrasactividades. Puede ejercitar sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición dirigiendose por escrito a c/ Roger deLlúria 13, Barcelona.

Antoni Blanch, sj., es profesor emérito de Literatura Comparada de la UniversidadPontificia Comillas (Madrid). Sus dos obras más recientes son El hombre imaginario: unaantropología literaria (1995) y El espíritu de la letra. Acercamiento creyente en la Literatura(2002). También ha escrito Nostalgia de una Justicia Mayor (Cristianisme i Justícia,Cuaderno 132). Es miembro del equipo de Cristianisme i Justícia.

Page 5: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

3

INTRODUCCIÓN

El gran escritor ruso que fue León Tolstoi (1828-1910) es hoy univer-salmente conocido por sus dos monumentales novelas Guerra y Paz(1869) y Ana Karenina (1878), creadas por él antes de cumplir los 50años. En cambio, apenas si se conoce su obra posterior, también muyimportante, integrada por más de cien ensayos y algunas novelas cor-tas; todo ello publicado por él, a partir de 1878 y hasta el final de unalarga vida de ochenta y dos años, con una orientación notablementedistinta a la de su obra literaria anterior.

Nos interesa ahora comprender cómo yen qué sentido se verificó este gran cam-bio y con qué consecuencias. Para ellohabrá que ahondar, en primer lugar, enel sentido de la gran crisis personal queTolstoi sufrió, precisamente en el mo-mento más alto de su éxito literario.¿Por qué y cómo le vino una tan dra-mática depresión mental y moral, que lehundió en un tan oscuro sinsentido ni-hilista? Afortunadamente, la crisis noduró mucho tiempo y pronto pudo re-cuperarse y transformarse en lo quepuede llamarse «un hombre nuevo».Una vida radicalmente renovada que, a

grandes rasgos ya podemos caracterizar–anticipando las explicaciones de esteestudio– como la de un espíritu apasio-nado por mejorar la situación injusta delos trabajadores y campesinos rusos, re-belándose contra los poderes reales quela causaban; mientras se sentía por pri-mera vez especialmente inspirado por lasúbita aparición en su conciencia de lapersona de Jesús y de las revoluciona-rias sentencias de su Evangelio. Ambosfactores, la rebeldía del revolucionariosocial y su profetismo evangélico, con-vergían con tal vigor en su genial talan-te de escritor y de pedagogo, que bien

Page 6: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

puede aplicarse a ese Tolstoi radical-mente renovado el título de «profeta so-cial y evangélico».

En efecto, cuando se leen algunosde este centenar de ensayos y artículosde prensa, publicados por Tolstoi desdeentonces, el lector se encuentra con unautor muy distinto del anterior artista,el magnífico pintor que fuera de lasgrandes guerras napoleónicas en Rusiay de las costumbres superfluas de laaristocracia zarista, a la que él mismopertenecía. Ahora, en cambio, en estasegunda fase de su vida, se ha converti-do en un autor didáctico y polémico,expresando una intensa ansia de refor-mador social y político. Y mucho másinclinado a actuar, implicándose enproyectos concretos de educación delos campesinos analfabetos y de instala-ción de centros sanitarios en los vastosterritorios de su propiedad. Se pondrátambién a estudiar con renovado interéslos modernos reformadores socialeseuropeos, así como a los pocos pensa-dores rusos del momento, exiliados ensu mayoría por sus ideas revoluciona-

rias. Se rodeará de gente de izquierda, yorganizará movimientos populares enesta misma dirección reformista. Y loque resulta todavía más sorprendenteen esta evolución de Tolstoi es que todolo que hace y escribe, desde entonces,está siempre muy profundamente inspi-rado por algunas de las más valientespropuestas del Jesús de los Evangelios,que él mismo traducirá directamentedel griego al ruso, para difundirlos algran público, movido por una sorpren-dente vocación profética.

Al pretender ahora recuperar aquí loesencial de este nuevo magisterio tols-toyano, en un momento cultural y polí-tico, como el de hoy aquí en España yen Europa, en que parece dominar lamediocridad de miras y el individualis-mo anti-solidario, pienso que la figurade ese Tolstoi, más revolucionario yespiritual, podría también servir de estí-mulo a las actuales generaciones deciudadanos perplejos, indignados yrebeldes, al lado de otros grandes maes-tros morales, por desgracia hoy muyescasos.

4

Page 7: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

1.1. Una situación socialinsostenibleTampoco Rusia se había desarrolladoindustrialmente de forma general y porello no había podido realizarse allí la ne-cesaria revolución burguesa, tal comose había dado en Occidente desde finesdel siglo XVIII. Las clases medias rusas,formadas por profesionales, eran tam-bién muy escasas y apenas se encontra-ban agrupadas en algunas de las gran-des ciudades del país. Peor aún, esta tanasimétrica situación social, de naturale-za muy injusta, se empeoraba todavíamás por las múltiples guerras, que em-

prendían los zares, en defensa de susfronteras o para conquistar nuevos terri-torios.

Después de la larga y paciente vic-toria de Rusia sobre Napoleón (1812),que dejó el país en un calamitoso estadode miseria, el militarismo ruso será hu-millado en otras dos intervenciones bé-licas, contra los turcos enCrimea (1858)–en la que participó León Tolstoi, juntoa su hermano Nicolás– y la derrota na-val contra el lejano Japón (1905). Unasituación socio-política tan precaria ydesastrosa para el pueblo, se agravabatodavía por las cada vez más frecuentes

5

1. SITUACIÓN SOCIO-POLÍTICA DE RUSIA,EN LA SEGUNDAMITAD DEL SIGLO XIX

Bajo el régimen despótico de los zares, la sociedad rusa vivía todavíaen unas condiciones casi feudales, por la escandalosa distancia que semantenía entre la aristocracia y la reducida clase acomodada de terra-tenientes y comerciantes, por un lado, y la enorme masa de trabajado-res y campesinos, por otro. No olvidemos que estos trabajadores delcampo (mujiks) todavía eran siervos de la gleba, legalmente hasta1861, pero de hecho hasta la revolución de 1917.

Page 8: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

manifestaciones de resistencia al régi-men, que la policía se cuidaba de repri-mir drásticamente.

La primera rebelión pública de granresonancia fue la de los «decembristas»de 1825 en San Petersburgo, en la queparticiparon por primera vez algunosnobles, pero que fue rápidamente sofo-cada por el Zar, exhibiendo a los pocosdías en la plaza pública la ejecución desus principales cabecillas. Si bien, lejosde terminar con ellos, cada vez se forma-ban más grupos clandestinos, estimula-dos además por la fugaz segunda revo-lución francesa de 1848 (el mismo añoen que aparecía en Inglaterra el «Mani-fiesto comunista» de Marx y Engels) yanimada, años más tarde, por la expul-sión del segundo emperador francés,Napoleón III, seguida por la muy sinto-mática revolución callejera de París («laComuna») en 1871. Por cierto, que enesta segunda derrota del tercer Napo-león había intervenido muy eficazmen-te el Zar con su poderoso ejército ruso.

Pues bien, todos estos movimientospolíticos se vivían en Rusia con especialinterés no sólo entre los políticos sinotambién por los intelectuales, en la uni-versidad o en los círculos literarios deescritores, que se atrevían a expresar susinquietudes o esperanzas, según fueranmás conservadores (es decir nacionalis-tas, eslavófilos y cristianos ortodoxos) omás progresistas (reclamandomás liber-tades cívicas, según el modelo de las de-mocracias republicanas de Occidente).Existía además un tercer sectorminorita-rio, pero más revolucionario, anárquicoy nihilista, con sus comandos terroris-tas, que cometían atentados y llegaronen 1881 a asesinar al zar Alejandro II.

1.2. La desazón de un espítitusensible y lúcido

Por lo hasta aquí resumido, ya se puedeimaginar la desazón que experimentaríaun espíritu tan sensible y lúcido como elde León Tolstoi, ante tanto abuso delpoder y tantas desgracias del pueblo. Escierto que él, todavía muy joven, habíaparticipado como oficial en alguna deestas guerras; pero tanto le afectó lacrueldad de aquella monstruosa violen-cia, que ahora en su madurez se habíaconsolidado en él una muy firme vo-luntad pacifista.Además, cada vez esta-ba más preocupado por aliviar la terri-ble injusticia que pesaba sobre la vidade tantos millones de pobres trabajado-res rusos. Y precisamente ahora, ya su-perada la profunda crisis personal, sesentía del todo decidido a entregar su vi-da por esta gran causa política, en dosdirecciones: contra la violencia física ycontra la injusticia social.

Por suerte, no hay que esforzarsemucho para hallar datos que confirmenestos nuevos planteamientos vitales. Enuno de sus librosmás interesantes de es-te período,Mi confesión (1882), él mis-mo nos permitirá conocer de primeramano el itinerario personal en que se fuegestando esa vocación tan altruista ytrascendente. A esta confesión acudire-mos en seguida; pero antes conviene to-davía completar algunos datos más, re-sumiendo el panorama intelectual decarácter reformista y aun revoluciona-rio, que ilustraba a los pensadores y es-critores rusos de aquel momento, disi-dentes de la doctrina oficial, entre losque ciertamente se encontraba el propioLeón Tolstoi.

6

Page 9: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

2.1. Los intelectuales queinfluyeron en TolstoiEntre los intelectuales rusos (en el exi-lio o en la clandestinidad) que más in-fluyeron en Tolstoi, recordemos a Visá-rion Bielinski, socialista de la izquierdahegeliana y maestro moral, que promo-vía desde Londres, la crítica activa con-tra el sistema. Otro de los pensadores,también exiliado y tal vez el más influ-yente de todos, fue Alexander Herzen,mucho más liberal y anti-hegeliano,socialista utópico muy crítico ante laburguesía occidental. Él promovía cam-bios radicales y con urgencia, pero rea-lizados siempre con moderación y res-petando los valores más genuinos del

pueblo ruso. Su influencia en el “popu-lismo” deNicolás Chernichevski es evi-dente, aunque éste último inculcará asus seguidores, como prioritario, el va-lor de la compasión religiosa. Pues bien,estos tres autores eran los que Tolstoileía con gran interés e influirán muchoen su pensamiento.

De corte mucho más revoluciona-rio, conviene citar todavía a los autoresdel anarquismo ruso Bakunin y Kro-potkin, discípulos del francés Proudhonen sus propuestas más radicalmenteácratas y libertarias. Y entre sus segui-dores rusos más extremistas, recorde-mos sólo los nombres de los nihilistasy terroristas Nekrásov, Pisárev y Ne-

7

2. EL PENSAMIENTO REFORMISTA EN LA RUSIAPRE-REVOLUCIONARIA

Entre los autores ilustrados europeos que más se leían por entoncesen Rusia, cabe destacar a Rousseau, Diderot, Kant y Hegel, todos ellosproponiendo, muy racionalmente pero también con un espíritu bastan-te utópico, nuevas formas de vida en común para la humanidad, mode-los de sociedad en los que predominarían la libertad y la solidaridad, ypor ello frontalmente opuestos a toda tiranía política de régimen feudal.

Page 10: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

txáiev, que serán acertadamente califi-cados de “demonios” por Dostoievski,en su novela Los Poseídos (1871). Porcierto que tanto el terrorismo como so-bre todo el pensamiento nihilista estu-vieron yamuy vivos enmuchos jóvenesrusos progresistas, desde las décadas de1830 y 1840 bajo el terrible reinado deNicolás I. Desde su frustrada manerade vivir la imposible libertad romántica,aquellos jóvenes se abandonaron al sin-sentido de la existencia, renegando delos valores tradicionales y acabando enel suicidio o en el crimen terrorista.

2.2. Una literatura comprometida

Y es interesante añadir que todos estostipos ideológicos fueron reproducidos,como caracteres literarios, en algunasnovelas y obras dramáticas de los gran-des autores rusos de la época.

Después de los primeros escritores«realistas sociales» que habían narrado

con crudeza la miseria de los pobres,con el fin de suscitar la compasión,como fue el caso, en los años 1840, deNicolás Gógol en sus famosas narracio-nes Almas muertas o El capote, la ge-neración siguiente (décadas 1860-1870), más conscientes de la trágicasituación que se vivía en Rusia, crearonobras también de gran valor, que repro-ducían con fuerza la angustia de algu-nos personajes y la dramática tensióncon que se oponían al sistema socialestablecido. Recordemos, en este senti-do, sólo a tres grandes autores contem-poráneos de Tolstoi: Iván Turguénev,con su Padres e hijos (1862), FiodorDostoievski conMemorias del subsuelo(1864) además de Los poseídos (1871),y Antón Chéjov, con El tío Vania(1902), por ejemplo. Hasta llegar al finde siglo con el establecimiento oficialmarxista del «realismo socialista», re-presentado por Maxim Gorki en obrascomo La madre (1902) y Bajos fondos(1917).

8

Page 11: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

3.1. La sensibilidad deun huérfanoEn los primeros capítulos de este diario,que será publicado años después (en1852) con el título de Infancia, adoles-cencia y juventud, ya puede intuirse alfuturo gran escritor, en la forma muyprecisa de contar aquellas sus primerasexperiencias y reflexiones. Llama laatención, por ejemplo, la honda pertur-bación que experimenta este niño alconfrontarse con el desgarrón afectivoque supuso para él la temprana pérdidade su madre y de su padre. Desde aque-llos primeros años el fantasma de lamuerte no dejará de rondar su mente,

como una amenaza que le asusta y leprovoca la angustia del absurdo de laexistencia.

También por entonces comenzó aexperimentar el joven Tolstoi una pro-funda pena por la forma como, en aque-llas familias aristocráticas, los amos tra-taban a los servidores, imponiéndoles aveces humillantes castigos corporales.

Destaca en esta autobiografía elmodo como va despertándose en él laconciencia de ser engañado por susmaestros y aun por los sacerdotes quepretenden instruirle. Ya está en germenel inconformista y el rebelde que serádurante toda su vida.

9

3. EL PENSAMIENTO DE TOLSTOI ANTES DESU CONVERSIÓN

Como ya dije, para recuperar los principales datos de esta notable evo-lución de Tolstoi, van a servirnos en primer lugar sus otros textos auto-biográficos. Sin embargo, antes de acudir a su Confesión, redactadadespués de su gran crisis, vamos a asomarnos al diario personal queel joven Tolstoi comenzó a los siete años (!) y fue manteniendo duran-te toda su vida.

Page 12: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

Finalmente, es también muy notablela avidez de lectura que Tolstoi mani-fiesta en edad tan temprana, devorandolos grandes autores rusos pero tambiénlos europeos, como Homero, Dickens,Dumas o Stendhal, y por encima detodos ellos su adorado Rousseau, dequien leerá en francés los 24 volúmenesde sus obras. En adelante este filósofoilustrado será el que más va a influir ensu pensamiento, tanto por su forma deentender el amor, o por sus métodosde educar a la juventud, como por susobjetivos más universales de confiarplenamente en la Naturaleza y de pro-mover la deseada igualdad de todos loshumanos.

3.2. Guerra...Alos dieciocho años, pues, nuestro autorparece ya bien equipado para enfrentar-se con la vida, aunque no acertará acontrolar sus pasiones, y experimentarádurante algunos años todo tipo de desór-denes morales y desmadres violentos,hasta que oportunamente se refugiaráen el ejército del Cáucaso, sometiéndo-se a una rigurosa disciplina.

Pronto estallará, sin embargo, la gue-rra contra los turcos y esta nueva terri-ble experiencia de violencia mortíferade hombres contra hombres, le produci-rá tal repugnancia que le hará abando-nar la milicia y le convertirá en uno delos adalides de la no-violencia y en unode los opositores más firmes al serviciomilitar obligatorio. Por lo que luego di-ré, es oportuno recordar que, en todosestos años de fogosa juventud y desdeque frecuentó la universidad de Kazán,Tolstoi había abandonado sus creencias

religiosas ortodoxas. Como él mismoescribe, le gustaba leer a Voltaire y susbromas contra la Iglesia.

3.3. ...y pazPor fortuna, a todas estas alborotadasvivencias seguirán unos años de tran-quilidad y de felicidad personal, al ha-berse instalado en la placidez de su fin-ca de Yásnaya Poliana, lejos de Moscú,después de haberse casado con la jovenprincesa Sofía Bers, con la que empren-derán, juntos e ilusionados, la creacióny educación de una gran familia. Tam-bién es por entonces cuando León Tols-toi podrá realizar su proyecto de escri-bir las dos ya citadas grandes novelas,que le procurarán una merecida famauniversal. Largos años de estudio y deintenso trabajo creativo, en los que estegenial escritor, ayudado por su esposa,pudo ver realizado su sueño literario,sin dejar por ello de participar en laeducación de sus hijos y de ir cono-ciendo en directo la situación real de loscampesinos que trabajaban y padecíanen sus tierras.

3.4. La conversiónEn los primeros capítulos del ya men-cionado libro Mi confesión, volverá elautor, quince años más tarde, a evocarestas dos fases de su itinerario personal,muy cambiado ahora, después de haberpadecido aquella terrible crisis existen-cial, su desesperada «bajada a losinfiernos», y de haber salido de ellatransformado en un hombre nuevo. Esprecisamente esa conversión, de carác-ter también claramente religioso, la que

10

Page 13: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

le moverá a escribir la confesión retros-pectiva que ahora voy a comentar.

Aciertan algunos antropólogos cul-turales cuando enseñan que los héroesde mitos y leyendas antiguos no llegana alcanzar su pleno protagonismo hastaque no han pasado antes por una terri-ble prueba personal. Salvando las dis-tancias, éste parece haber sido el casode León Tolstoi, antes de entrar en estanueva fase de héroe rebelde. Un acon-tecimiento ciertamente muy oscuro ycomplejo, que ahora no es posibleexplicar en detalle. Aunque, para daralguna idea de ello, recojo a continua-ción la síntesis que hace el propiohéroe, resumidas por su amigo, RomainRolland, en la biografía que le dedicó alaño de su muerte.1

«Yo tenía cincuenta años, amaba yera amado, tenía buenos hijos y granhacienda, la gloria, la salud, el vigorfísico y moral; era capaz de segarcomo un aldeano; trabajaba diezhoras sin fatigarme. Bruscamente mivida se paró. Podía respirar, comer,beber, dormir. Pero no vivía. Notenía ya deseos. Sabía que nadahabía que desear, ni siquiera el co-nocimiento de la verdad; la verdadera que la vida era una insensatez.Había llegado al abismo y veía cla-

ramente que delante de mí no habíanada más que la muerte. Yo, hombrefuerte y feliz, sentía que ya no podíavivir. Una fuerza invencible mearrastraba a despojarme de la vida[…]Yo no diré que quería matarme.La fuerza que me arrastraba másallá de la vida era más poderosaque yo; era una aspiración semejan-te a mi antigua aspiración a la vida,solamente que en sentido inverso.Debía emplear la astucia conmigopara no ceder demasiado pronto aello. Y he aquí que el yo, hombrefeliz, me escondía a mí mismo lacuerda, para no colgarme de unaviga, entre los armarios de mi habi-tación, en la que todas las nochesme quedaba solo para desvestirme.[…] Me parecía que mi vida era unafarsa estúpida que me era represen-tada por alguien. ¡Cuarenta años detrabajo, de penas, de progreso, paraver que no hay nada! Nada. De míno quedará más que podredumbrey gusanos. […] Y lo peor es que nopodía resignarme. Me asemejaba aun hombre perdido en el bosque,sobrecogido de terror porque se haextraviado y que corre por todos loslados sin poder detenerse, aun asabiendas de que a cada paso seextravía más…»

11

Page 14: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

4.1. El sentido de la vidaSin salirnos de Mi confesión, él se pre-gunta: «¿Por qué tanta gente puede vi-vir sin conocer el verdadero sentido desu vida?». Y responde indicando que talvez no han acertado a buscarlo donderealmente se halla.

Unos se equivocan al conformarsecon ignorarlo; otros lo buscan en el pla-cer o en el poder o en la fuerza física; ose contentan con seguir encerrados ensu pequeño círculo de seguridad y desumisión. Y es interesante ver cómoTolstoi se detiene en este último caso,porque piensa que es precisamente loque ocurre en la mayoría de los campe-sinos rusos, a los que desde ahora ten-drá siempre presentes en todas sus re-

flexiones. Pues ya ha descubierto enellos que, dentro de su penoso confor-mismo, no deja de estimularlos la fe re-ligiosa en un Dios que salva y da senti-do al sufrimiento:

«Descubrí entonces que la fe del pue-blo es una especie de conocimientoque les permite vivir en paz.»

Según él, no es precisamente la ideadel Dios de los teólogos la que les sal-va, sino esa misteriosa realidad de Vidainfinita de la que se sienten agraciados«porque no hay vida sin Dios» (cap.XII).

Desde esta convicción se pone a es-tudiar lo que debe ocurrir en otras reli-giones, también muy extendidas popu-

12

4. LA VIDA NUEVA DE UN CONVERSO

Habiéndose calmado esas angustias de muerte, León Tolstoi se ponea buscar, desde lo más profundo del abismo, nuevos cauces para susdeseos de vivir y de encontrar por fin el sentido de la existencia.

Page 15: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

larmente, y concluye que, en esas otrasinmensas masas humanas de humilla-dos y ofendidos, también es la fe en elDios de la Vida la que los salva. Así lovive el propio Tolstoi, en los frecuentesencuentros con sus propios campesinos,al acompañarles en largas horas de ora-ción y en otras prácticas religiosas orto-doxas, sintiéndose él mismo en una re-confortante comunión con millones degentes del pueblo.

Reconoce, por otra parte y cada vezcon mayor claridad, que es precisamen-te el orgullo y el afán de riquezas de tan-tos hombres poderosos e ilustrados loque les aparta del sentido hondo de laexistencia, como ha sido también su ca-so. Y por ello como desde entonces nodejará nunca de repetir que éstas sonexactamente las ideas que Jesús propo-ne con claridad en su Evangelio.2

Además, Tolstoi, en estado de rebel-día permanente contra los abusos de lospoderes públicos, se indigna, en su con-dición de nuevo converso, ante la formaque tiene la Iglesia Ortodoxa de enten-der y explicar la fe cristiana, denun-ciando su rigor dogmático y su adhesiónoficial al régimen político dominante.Posturas que son para él del todo anti-evangélicas (cap. XIV-XVI).

4.2. «Resurrección religiosa»Ahora bien, todos estos nuevos senti-mientos religiosos, y otros semejantes,que mantendrá Tolstoi hasta el final desu vida, resultan muchas veces racio-nalmente imprecisos y rozarán a vecesla heterodoxia. Por esto, el Sínodo Or-todoxo ruso no tardará en amonestarle yacabará por imponerle la excomunión

en 1901. El desencadenante de esta gra-ve sanción será, curiosamente, una desus últimas grandes novelas, Resurrec-ción (1899), en la que intenta expresarparabólicamente su propio regreso a lafe cristiana. Se trata, en efecto, del rela-to de la conversión de un supuesto prín-cipe ruso, que había sido gran pecador,y que ahora le toca juzgar en el alto tri-bunal a una chica de la que él abusó yabandonó hace diez años. El tribunalahora la acusa injustamente de asesina-to y la condena a cadena perpetua enSiberia. El príncipe que no ha podidohacer nada para absolverla, está ahoraprofundamente conmovido y arrepenti-do. Para conseguir su perdón, él mismola seguirá al penal, hasta que por fin ellale perdona por amor. Por su parte él,como penitencia por sus desórdenes,renunciará a todos sus bienes y a su fa-milia, para vivir una vida de anacoreta,meditando largamente el Evangelio.

4.3. «Resurrección política»

Adviértase que esta novela no describesólo una «resurrección religiosa», sinotambién una «resurrección política»;una transformación radical de este aris-tócrata en su manera de comprender alas víctimas del poder político, pues alvisitar el penal siberiano, él ha podidotratar con algunos de los obreros revo-lucionarios, castigados ahora, a quienesel príncipe llega a respetar y admirar porsu decisión de sacrificarse por la causacontra la injusticia. Se captan además enesta novela una serie de claras denun-cias sociales y políticas, contra la co-rrupción de los tribunales de justicia,contra los abusos de la clase alta sobre

13

Page 16: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

sus servidores, o contra la inaceptablecrueldad de los castigos penales, y con-tra la pena de muerte sin apelación, etc.Todo lo cual para Tolstoi está directa-mente relacionado con su auténtica con-versión al Evangelio de Jesús, que exi-ge en nombre de Dios, la renuncia a laviolencia, propone el amor mutuo, elperdón y la misericordia.

4.4. El Reino de Dios está entrevosotrosTodo ello vuelve a estar presente en otroensayo, publicado por Tolstoi en 1893,con el título El Reino de Dios está entrevosotros, donde vuelve a insistir en elprecepto evangélico de no devolvernunca mal por mal, sino resistirse siem-pre a dañar al prójimo, aun al enemigo,

puesto que el mandamiento prioritarioes el de amarse siempre como herma-nos, hijos del mismo Padre.

Pues bien, para conseguirlo, tal co-mo el mismo Tolstoi está esforzándoseen su propia existencia todavía desor-denada, hay que liberarse sobre todo deesa injusta prepotencia que todavíamantienen los amos sobre sus siervos.Por ello, al final de este famoso libro,insiste el autor en que hay que lucharcontra el orgullo e irse desprendiendo detodos los bienes superfluos, además deevitar siempre la mentira. Y para domi-nar estas pasiones, aconseja además elayuno y la sobriedad en todo, así comoel trabajo en el campo con los campesi-nos. Sólo así este Reino de Dios, que yaha llegado, logrará establecerse en estemundo perverso.

14

Page 17: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

Este rechazo de Tolstoi fue tan profun-do que, desde aquel momento, no deja-rá nunca de expresarlo en privado y enpúblico, sobre todo en sus escritos.

5.1. Un ensayo sobre la guerra

Muy poco después de aquellas terriblesexperiencias, publicará los tres volúme-nes de Sebastopol (1854-1855) sobre lasangrienta defensa de Crimea. Y ya ins-talado pacíficamente en Yásnaya Po-liana, se entregará a redactar la monu-mental obra Guerra y Paz, dedicadaprecisamente a las campañas napoleó-

nicas en Rusia. Recuérdese que a lo lar-go de este relato, el autor interviene per-sonalmente en el texto, con una ciertafrecuencia –incisos que molestan a al-gunos lectores ingenuos– para expresarsu opinión sobre los hechos narrados.Tolstoi no quería que se considerase es-ta su obramaestra como una novelamássobre la guerra; más bien la concebíacomo un «ensayo épico», con hechos ypersonajes históricos y ficticios, acom-pañados siempre por las reflexiones po-líticas y morales del autor. Además, fiela su creciente preocupación por el pue-blo, este novelista filósofo no aceptaba

15

5. UNOFICIAL DEL ZAR QUE REPUDIA LA GUERRA

El conde León Tolstoi, en efecto, siguiendo el ejemplo de su hermanomayor Nicolás, que era capitán de los húsares, se alistó voluntario alejército del zar, a los 23 años, y tuvo que luchar en la campaña deCrimea, de la que salió con el grado de teniente. Pero, fueron tan horri-bles las experiencias de muerte que vivió en la contienda, que aban-donó para siempre la milicia, en contra de una tradición de ilustres mili-tares en la familia, entre los que un Tolstoi llegó a ser general en lasguerras contra Napoleón.

Page 18: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

que los personajes de tan extensas cam-pañas militares, los generales o los polí-ticos (ni siquiera Napoleón, Alejandro Io Kutúzov) fueran de hecho tenidos co-mo los principales protagonistas de es-tas gestas, sino que lo fueron, antes quenadie, las grandes masa de aldeanos ysoldados, ya que fueron ellos los quemás personalmente participaron en lasacciones y más directamente padecie-ron los desastres de tanta guerra. Sobretodo aquella masa inmensa de campe-sinos rusos a quienes se les había obli-gado a convertirse en carne de cañón.Seres anónimos, ciertamente para la his-toria, pero que sin duda fueron, juntocon sus familias, los verdaderos héroesde todas aquellas gestas.

5.2. Proximidad con los quesufren

Tolstoi así lo entiende y, desde su inso-bornable afán pedagógico, desea hacer-lo entender a sus lectores. Y todavía re-sulta más admirable que, este rebeldeanti-belicista, acierte a comunicar susideas de manera serena, benévola ycompasiva. Sin proclamas ideológicas,sino tratando con respeto a todos suspersonajes que sufren, a los milicianoscampesinos, tanto como a los soldadosde uno y otro bando, a la tropa y a susoficiales que también sufren, a las gen-tes más pobres de las aldeas, tanto co-mo a las familias de clase alta…, todosellos, a su manera, víctimas del negroogro de la guerra.

Un ejemplo admirable de esa proxi-midad de los seres humanos en la des-gracia, por encima de sus condiciones

sociales, nos lo ofrecen, por ejemplo,las conversaciones que mantienen, enuna prisión de guerra francesa, el cam-pesino miliciano Platón con el inte-lectual rebelde Pierre Bezukov.3 Altratarse, más en general, de tantos per-sonajes siempre expuestos a la muerte,Tolstoi hace brotar en ellos unos hon-dos sentimientos muy humanos, perotambién religiosos, que nunca había ol-vidado en aquella fase intermedia de suvida. Véase, por ejemplo, lo que pien-sa el príncipe Andrés, herido de muer-te en el campo de batalla:

«…el amor oculta la muerte [por-que] el amor es Dios y morir signi-fica que yo soy un átomo de esteamor, que vuelve al general y eternomanantial.»4

5.3. La guerra innecesariaAhora bien, al estar trabajando nuestroautor tan asiduamente sobre la guerra,no podía dejar de preguntarse por lascausas de un crimen tan horrendo yuniversal. Por ello dedicará a esta tangrave cuestión muchas de sus interven-ciones en esta novela Guerra y Paz,incluido todo el epílogo de más de 80páginas. Y ante la imposibilidad de res-ponder a una pregunta tan trascenden-tal, seguirá cuestionándose por qué al-gunos escritores llegan a entender laguerra como necesaria y por lo tantojusta. Desde esta perplejidad, reprochaTolstoi a los autores de novelas bélicasque ni siquiera se lo hayan cuestionado,y rechaza además a los historiadoresmodernos, que admiten la necesidad dela guerra, siguiendo el principio darwi-

16

Page 19: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

niano de la fatalidad que pesa sobre laespecie humana de tener que eliminar aladversario para sobrevivir.

Años más tarde y ya después de suconversión, impugnará Tolstoi esa «fa-talidad de la guerra», atribuyéndola noal instinto sino al orgullo, como causalibre y principal de este crimen. Pues elorgullo es la más horrenda de las pasio-nes humanas, que al ser libremente con-sentida, genera las pasiones no menosmortíferas de la envidia y el odio parareforzar su satánica fuerza destructiva,tal como explica el mito bíblico del cri-men de Caín contra Abel.

5.4. El control de las pasiones

Así, hacia el final de su vida, habiendoconsolidado su rechazo a toda violencia(física, moral o estructural) iniciaráTolstoi un proceso personal, y una cam-paña pública, de palabra y por escrito,

predicando el control sobre las pasio-nes, que son la causa de todo mal mo-ral. Él mismo propone e intenta practi-car la privación de estímulos nocivos,exigiéndose la mayor austeridad posi-ble. Inspirado ya, como estaba, en elEvangelio de Jesús, que nos desvela quela paz entre los mortales sólo se alcan-za venciendo al yo prepotente, por elolvido de sí (la humildad) y la prácticahabitual de lamisericordia y el amor fra-terno, aun hacia el enemigo.5

Entre los seguidores de este rebeldepacifista que fue Tolstoi, recordemosa Gandhi, todavía joven abogado enÁfrica del Sur, que leía sus escritos y es-cribió varias veces al autor, manifestán-dole una plena adhesión a su programa,que él más adelante y ya en la India,frente al Imperio británico, irá desarro-llando a su manera (Ahimsa) más fiela la tradición hindú de purificación yauto-sacrificio.

17

Page 20: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

Fue además un activista y un magníficopropagandista, gracias a su admirabledominio de la palabra escrita. Este inte-rés por lo político, en el sentido más no-ble y genérico de la palabra, le llevó ainformarse con cuidado sobre los prin-cipales sistemas políticos y económicosque prevalecían en su época, en Rusia yen el resto de Europa.Tenía también fre-cuentes conversaciones con socialistasque regresaban de Europa, algunos deellos contratados por él como precepto-res de sus hijos. Su intención dominan-te en toda esta imponente actividad per-sonal era la de poder hallar los mediosy los remedios más aptos para reformarel régimen de monarquía absoluta quedominaba entonces en Rusia.

6.1. Un socialismo del amor

El pensamiento socialista occidental fuesin duda el que más le interesó, graciassobre todo a las enseñanzas que se di-fundían en Rusia por algunos escritoresen el exilio, como Bielinski o Herzen.Si bien Tolstoi nunca aceptará del todoel socialismo “científico”, propugnadopor Marx y Engels, por su caráctermaterialista y en exceso revolucionario,sin excluir la violencia física en la luchade clases. Esto último es lo que más lemolestaba de Marx, que siempre incita-ba al odio y a la voluntad de poder y que,en cambio, nunca se hallaba en susescritos la palabra amor fraterno, sinosólo un vago amor a la libertad o a la

18

6. UN SOCIALISTA UTÓPICO Y POPULISTA

León Tolstoi propiamente no fue un político, sino un hombre muy com-prometido con la sociedad de su tiempo; un reformador y un pensadormoral especialmente interesado en la idea de justicia en todas susmanifestaciones.

Page 21: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

ilusoria esperanza de una sociedad sinclases.

«Lo que siempre me ha sorprendidoen los escritos de Marx es que no sehalla en ellos ninguna idea de amor;todo es odio, ambición y voluntad depoder […] todas estas bajas pasionesse enmascaran bajo el pretexto de unamor al pueblo abstracto e imposi-ble.» (Diario, 13 febrero 1907)Aunque, no por ello dejará de acep-

tar algunos elementos importantes de ladoctrina marxista, como la necesaria re-cuperación del valor Trabajo sobre elengañoso valor Dinero.6 Bien conoce-mos la permanente lucha que Tolstoimantendrá contra los abusos de los lati-fundistas (y de toda propiedad privadaa gran escala) que pesaba dolorosamen-te sobre tantos millones de campesinosrusos. También serán muy claramentesocialistas y revolucionarios algunos desus libros escritos hacia el fin de su vida,como La esclavitud de nuestro tiempo(1900) o A la clase trabajadora (1902).Y es curioso comprobar que entre lasobras inacabadas que se hallaron des-pués de su muerte, hay una, de caráctercrítico, titulada Sobre el socialismo(1910), publicada póstumamente.

6.2. Un socialismo místicoCreo, pues, que el pensamiento políticode Tolstoi, a pesar de sus grandes reser-vas, fue básicamente socialista, si bienmás del tipo «socialismo utópico», si-guiendo muy parcialmente la corrientehistórica de Saint-Simon, Fourier,Owen, y otros; como por ejemplo, cuan-do coincide con la teoría de reagrupar el

pueblo en pequeñas sociedades de tra-bajadores (las comunas) y en cooperati-vas laborales, en las que se preservabala dignidad y libertad de los individuos.Tolstoi, en efecto, lo propondrá para lostrabajadores rusos del campo (comoampliamente consta en su ensayo El findel siglo); si bien era un programa quetambién proponían los movimientos“populistas”, con los que él se encon-traba más en sintonía.

Otra de las manifestaciones del espí-ritu socialista anti-capitalista de Tolstoison los duros juicios morales que formu-laba contra el sistema burgués y liberalde Occidente. Las dos únicas veces queél había viajado por Europa, por Fran-cia, Inglaterra y Suiza, volvió muy de-sengañado por el estado de aquellas so-ciedades y de sus sistemas democráticos.

«La situación real de aquellos pue-blos que presumen de autogobernar-se (democracia) no son más que elresultado de complicadas luchas eintrigas entre partidos por la luchade poder, junto con la inagotable sedde poder de algunos individuos muyricos…»«El régimen de sufragio universalcontagia el ansia de poder al multi-plicar los centros y los individuosque lo detentan.»

También decía escandalizarse por elrégimen de vida que llevan en Europatantos burgueses ricos, que malgastan elcapital en carísimas obras de arte y enfiestas exhibitorias del lujo. El gran re-chazo que Tolstoi mostraba al final desu vida contra el arte y la poesía (la deShakespeare, por ejemplo) fue debido alhecho de que para los burgueses el arte

19

Page 22: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

se había convertido en una mercancía.Su disgusto por Shakespeare se debióademás por el exceso de juegos lingüís-ticos del genio inglés.

Pero, además de todas estas conver-gencias y disidencias, el socialismo pro-fundo de Tolstoi tenía una raíz religiosatrascendente, más que utópica, evangé-lica, al creer firmemente en la fraterni-dad humana que Dios promete. Por ellollegó a anotar en su diario que:

«Este socialismo es una mínimaaplicación del cristianismo, al cual[el marxismo] es infiel por su gravefalta demoral.» (31 de julio de 1905)

Si aplicamos al caso Tolstoi la lúci-da distinción de Albert Camus entre re-volución y rebeldía,7 sin duda nuestrohombre no habría sido un revoluciona-rio ansioso de poder, sino un auténtico«hombre en rebelión», de manera cons-tante y hasta heroica. Disidente, pues,del socialismo occidental revoluciona-rio, como también lo había sido delanarquismo nihilista ruso, este viejo re-belde se acercará ahora a un nuevo mo-vimiento ruso reformista, el populismo.

6.3. El «populismo» rusoEn efecto, hacia mediados del siglo XIXsurgieron en Rusia una serie de movi-mientos de base, poco organizados,en defensa de tantos compatriotas ensituación de pobreza extrema o de mar-ginación legal. En su origen estabaninspirados en los escritos de tipo socia-lista-humanista, que enviaba AlexanderHerzen desde el exilio, y estaban for-mados por no pocos intelectuales revo-lucionarios, nobles arrepentidos y mon-

jes o cristianos disidentes, todos muysensibles ante tanta desgracia. Reinaba,además, en todos ellos un gran respetopor la cultura popular y los valores tra-dicionales eslavos y, por consiguiente,un gran cuidado también por conservarla religión del pueblo.

Pronto asumió el liderazgo de estosmovimientos el pensador Nicolai Cher-nichevski, que se hizo famoso por su li-bro ¿Qué podemos hacer?, donde seña-laba de forma concreta algunas líneaspara reaccionar a corto plazo ante tantamiseria social. Hombre sencillo y ho-nesto, era también un buen organizador;predicaba una reforma no sólo socialsino también moral, a base del propiosacrificio y de una creciente solidaridadpacífica. Obviamente, este populismo nopodía convertirse, entonces en la Rusiazarista, en un partido político, ni hoy pa-ra nosotros tampoco equivaldría a lo queentendemos, despectivamente, cuandotildamos a un político de “populista”, esdecir de demagogo y muy de derechas.

Pues bien, la rápida propagación entiempos de Tolstoi de estos grupos re-cogía una vez más el profundo malestary la indignación que mucha gente vivía,así como la urgente necesidad que sen-tía de reaccionar contra aquella triste si-tuación. Esto explica también por qué elpropio Tolstoi fue en seguida muy favo-rable a este movimiento, que además seinteresaba por la educación de los cam-pesinos, y hacía converger una intensapreocupación social con una creenciacristiana, que en algunos casos tomabavisos apocalípticos. Tolstoi, sin llegar aestos extremos, creía y repetía en públi-co, como ya he señalado, que sólo ven-ciendo el orgullo y las pasiones podría

20

Page 23: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

surgir un orden humano universal mássano y más justo. Pues bien, esto fue loque los marxistas rusos reprocharían alos populistas, y el propio Lenin llegó acensurar a su admirado Tolstoi, por esassus esperanzas tan intangibles y por esaspropuestas de revolución pacífica queresultaba demasiado lenta.

Posiblemente el mismo Tolstoi, a sumanera, se diera cuenta de ello y de ahí

surgieron las discrepancias con Cherni-chevski y su alejamiento del populismo,por resultarle excesivamente conserva-dor y poco audaz en la lucha contra elEstado político. Y resulta del todo com-prensible este rechazo en el fogoso se-ñor de Yásnaya Poliana; ruptura que,pese a todo, reforzará en él la certeza dehaber recibido una nueva misión tras-cendente, la misión de profeta.

21

Page 24: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

7.1. Inspirado por el evangelio

Él en efecto fue el gran vidente que, enla perversa realidad social en la que vi-vía, supo expresar con valentía un lúcidoveredicto, tanto en sus graves denunciascomo en sus promesas esperanzadas.Todo ello, además, muy seriamente ins-pirado por el Evangelio de Jesús.

Ya desde joven aparecía en él un ca-rácter inquieto y rebelde contra todo loque se oponía a su voluntad de conocerpersonalmente el verdadero sentido dela vida, no tanto en teoría sino en las su-cesivas experiencias que iba haciendo

libremente; que le llevaron primero a re-chazar la universidad oficial y luego lamilicia al servicio de la guerra. Poco apoco, pero siempre con gran empeño,fue descubriendo también la horrible si-tuación en que vivían la mayoría de suscompatriotas, tanto en los suburbios deMoscú –que él recorrió, conmovido,con motivo de un censo– , como en losinmensos campos de cultivo, y en suspropias fincas, donde presenció los in-tolerables sufrimientos de millones decampesinos. Pero fue principalmentedesde su profunda crisis y subsiguienteconversión religiosa, a los 50 años, que

22

7. TOLSTOI, EL PROFETA

Aunque no usaré aquí este término en el sentido bíblico canónico conque se distingue a unos personajes muy singulares, inspirados porDios para proclamar sus promesas y denuncias, pienso que en sentidofigurado el término profeta puede muy bien aplicársele a León Tolstoi,como ya lo han hecho otros estudiosos.8

Page 25: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

estas mismas experiencias provocaronen él una drástica reacción de protesta yde búsqueda, ansiosa de soluciones mástrascendentes. Las cuales irá encontran-do parcialmente en los principales mo-vimientos revolucionarios de fuera deRusia, que él también prueba experi-mentalmente en su propia vida y en susescritos, descubriendo sus ventajas ysus contradicciones.

7.2. Anarquista decidido, socialistaentusiasta... profeta evangélicoAsí, vamos viendo en este nuevo Tols-toi, viejo ya pero todavía vigoroso, alanarquista decidido contra el Estado ysus represiones, sin quebrantar, sin em-bargo, la pureza de su convicción de noresistir nunca con violencia a las durasviolencias del Poder. Y también nos en-contramos con el socialista entusiasta,cuya doctrina rechaza en parte, estandosin embargo muy entusiasmado por laesperanza de una sociedad nueva.Finalmente, Tolstoi fue también defen-sor de las reformas populares que co-

menzaban a tolerarse en Rusia, espe-cialmente la de los populistas, aunqueno tolerará luego la tibieza de su espíri-tu revolucionario.

Pues bien, todas estas adhesiones ycontradicciones, a veces muy penosasque va viviendo este aristócrata rebeldee infiel a sumonarca, a costa también dela paz doméstica, serán todavía muypotenciadas en su espíritu por aquellasu radical conversión al Evangelio deJesús, que añadía a sus luchas y espe-ranzas un horizonte absoluto y volvíamucho más dramáticas sus resistenciaspersonales, así como las tensionesfamiliares y las oposiciones públicas(con la policía, por ejemplo, o con laIglesia Ortodoxa). Con el agravanteañadido, no menos dramático, de queahora él no podía callarse y debía seguirexpresando su mensaje contra viento ymarea.

Creo, pues, que es del todo justifica-do otorgar el título de profeta a ese es-píritu gigante que fue León Tolstoi, ungran profeta evangélico, además de mo-ral y político.

23

Page 26: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

8.1. Un Reino subversivoSon incontables sus invectivas contra loque hoy entendemos por «la violenciaestructural», así como contra la repre-sión de la libertad y la crueldad de loscastigos penales. Estas denuncias ibansiempre preñadas de un serio contenidomoral, en defensa de la justicia y en es-pecial de la caridad a favor de la gentemás desposeída y marginada, de la ciu-dad y del campo. Ahora bien, la vigo-rosa voz de Tolstoi, que se atrevía adenunciar a unos sólidos poderes esta-blecidos, y que para algunos debía so-nar muchas veces como la del «profetaque clama en el desierto», no dejaba deser acogida de hecho por muchos oyen-tes y lectores, especialmente consolados

por aquellas protestas, que ellosmismosno sabían o no podían expresar, comoconsta, por ejemplo en algunas de lasmuchas cartas que él iba recibiendo dia-riamente en la última etapa de su vida.

Es muy considerable también elefecto que producían estas proclamas enuna sociedad que comenzaba a sentirsemucho más indignada frente a tantas in-justicias; efecto que era reforzado por elejemplo personal que el propio Tolstoidaba, cuando él mismo se reconocía pe-cador y procuraba aplicarse la correc-ción moral que luego predicaba.Así porejemplo, al proponer sus «cinco man-damientos del revolucionario», estabaél mismo expresando sus propios es-fuerzos para conseguirlo. Preceptos, por

24

8. UN PROFETISMOMORAL, POLÍTICO Y EVANGÉLICO

Téngase en cuenta que esta firme vocación profética de Tolstoi no dejónunca de ofrecer un muy notable aspecto social y hasta político. Yahemos estado constatando la permanente denuncia que Tolstoi mantu-vo, aun en sus primeras obras más literarias, contra los abusos delrégimen absolutista ruso.

Page 27: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

lo demás, muy prácticos, tales como noirritarse, no cometer adulterio, no juraren falso, no resistirse al mal con violen-cia y sobre todo amar a los demás comoa uno mismo. Como los más antiguosprofetas, también Tolstoi predicaba unaradical conversión moral, y con fre-cuencia exclamaba «¡Haced peniten-cia!». Además y como efecto de esta sutotal recuperación religiosa, ya no secontentaba este profeta con ofrecer mo-tivaciones éticas simplemente humanas,sino que apelaba siempre a la confianzaen el poder de Dios, que para él tambiénera, el Dios del amor y la misericordia,según la doctrina de Jesús, que Tolstoihabía descubierto en los Evangelios.

«Yo creo enDios, que es Espíritu delAmor, y el principio de todo. […]Yocreo que el sentido de la vida paracada uno de nosotros es solamenteel de crecer en este amor a Él […] locual nos valdrá en esta vida una di-cha que crecerá cada día, y en el otromundo, una felicidad más perfec-ta…»9

Curiosamente, esta convicción lahabía también recibido nuestro profeta,en el asiduo trato con los campesinos(«ellos me devolvieron las bases de mife», dice en Mi confesión, cap. XIII).Estaba, en efecto, convencido, de queesta fe era también la que estaba dandofuerzas a los pobres de este mundo pa-ra seguir adelante. De ahí que uno de losdichos evangélicos que Tolstoi más re-petía era «Buscad primero el reino deDios y su justicia, y todo lo demás se osdará por añadidura». Así concluye, porejemplo, su obra El reino de Dios estáentre vosotros.

8.2. Adhesión a JesúsEn otro de sus ensayos, La religión ylamoral (1893)Tolstoi reconocía, a estepropósito, que «una moral laica, des-vinculada de la religión, no puede sub-sistir». Ahora bien, el bagaje teológicode nuestro profeta no era ni muy amplioni muy ortodoxo, en cuanto que nosintonizaba siempre con los dogmas ypreceptos del Sínodo ruso, que él con-sideraba impositivo en exceso. Su reco-nocido temperamento, muy indepen-diente y rebelde, puede acaso hacer máscomprensiva esta heterodoxia; pero delo que no puede dudarse es de la ex-traordinaria adhesión que Tolstoi sentíapor la figura del Cristo histórico y ce-leste a la vez, que iba a venir de nuevoal final de la historia, como garantía delos creyentes, tanto para hoy como paradespués de la muerte. La constante re-ferencia en sus libros a la doctrina deJesús en el Evangelio, y en particular alde san Juan y al «sermón del monte»,según san Mateo, permiten calificar sinmás a este profeta también como “evan-gélico”. Los temas del Evangelio másveces citados por él son el de no de-volver nunca mal por mal, y el de amara los demás como a sí mismo, más aún,dándoles más de lo que nos piden, etc.

Otro rasgo que distingue también elprofetismo de Tolstoi es el de no apare-cer casi nunca como mensajero de terri-bles calamidades, ni como adivino deparaísos imaginarios. Ante una situa-ción social moralmente corrompida, élno confiaba sólo en las fuerzas del serhumano, y menos aún en las de los re-volucionarios socialistas, porque pre-sentía que su revolución iba a ser muybrutal, para no conseguir más que im-

25

Page 28: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

plantar una nueva prepotencia en lugarde la que ya estaban padeciendo, y «ex-tinguiendo además los últimos residuosde libertad».10

El pacifista Tolstoi, en cambio, no sesentía movido por ninguna voluntad depoder, y ahora menos que nunca. Expe-rimentaba de algún modo que le movíauna Fuerza superior, «como enviado deDios» (Diario, 11 agosto 1893) a quienél ahora deseaba servir «no como unparticular sino como su embajador»(Diario, 12 julio 1900).11 Por ello, suspropuestas sonaban ahora como mástrascendentes. Y creo que no se puededudar de que, desde su plena confianzaen el reino de Dios, Tolstoi en sus últi-mos años no estuviera convencido de lallegada de una nueva época de felicidadpara todos.

«Pienso que precisamente ahora es-tá comenzando aquella gran revolu-ción que se estaba preparando desdehace dos mil años.»«Nos hallamos en el umbral de unavida nueva […] Para alcanzarla só-lo hay que liberarse de la supersti-ción de que es necesaria la violencia,y aceptar en cambio el eterno prin-cipio del amor.»(El fin de siglo, 1905)12

8.3. Una figura siempre presentePara terminar, creo que cabe todavíapreguntarse sobre la acogida que estegran maestro moral tuvo, en su propiapatria y fuera de ella, y cómo podríaTolstoi ser hoymás conocido como pro-feta para nuestro mundo. Hay que reco-nocer, en primer lugar, que hubo y sigue

habiendo críticos que consideran suspropuestas como idealistas en exceso ypolíticamente poco “científicas” y efi-caces. También algunos conservadorescriticaban sin piedad al conde Tolstoi,por el escándalo de su anarquismo y he-terodoxia. Pero, no por ello dejó Tolstoide tener muchos admiradores y segui-dores. Aun entre los revolucionariosmarxistas, no le faltaron alabanzas porsu oposición radical al régimen absolu-tista y a la propiedad privada, y el pro-pio Lenin llegó a calificarlo de «patriar-ca de la Revolución».

Pero, al margen de esos revolucio-narios, hubo multitud de otras personasque se sentían especialmente atraídaspor su ejemplo y magisterio. Y a pesarde que muchos de los escritos de Tolstoihabían sido prohibidos en Rusia, por elEstado y por la Iglesia, no dejaron depublicarse clandestinamente y de tradu-cirse al francés y al inglés en el extran-jero, y eran devorados por públicos ca-da vez más amplios. De hecho, desde1890 fueron muchos miles los peregri-nos que visitaron a ese patriarca enYás-naya Poliana y se organizaron en grupospor todo el país, para vivir lo que elmaestro predicaba, sobre todo el paci-fismo, la objeción de conciencia, el re-chazo a los latifundios y la solidaridadcristiana. Así resultaba que en este cre-ciente y muy plural movimiento del“tolstoismo” se incorporaban intelec-tuales jóvenes perseguidos, monjes di-sidentes, algunos nobles convertidos ymaestros o periodistas movidos por elgran deseo de cambiar la situación. Sontambién muy copiosas las cartas que aTolstoi le enviaban desde el extranjero(doce grandes volúmenes en las Obras

26

Page 29: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

Completas, en ruso, de 1925). Muchasde ellas provenían de intelectuales nosólo de Gran Bretaña, Francia y Suiza,sino también de Estados Unidos y Ca-nadá, en donde se habían creado gruposde seguidores, y también se publicaronpor lomenos dos revistas:TheFreeWord(Londres) yLaLibrePensée (Ginebra).13

Es bueno también recordar entre susdiscípulos literarios rusos más ilustres,al sutil y humanísimo dramaturgo An-ton Chéjov. Y por decir algo de los es-critores españoles, citemos entre los ad-miradores contemporáneos de Tolstoi aE. Pardo Bazán, B. Pérez Galdós, Cla-rín, Unamuno, Narcís Oller y Joan Ma-ragall. Por último, no hay que olvidarque el estallido de la primera GuerraMundial en 1914, y la Revolución bol-chevique de 1917 borraron súbitamenteen toda Europa y por unos cuantos años

el recuerdo de Tolstoi, que sin embargovolverá a recuperarse tímidamente en1928, al cumplirse el primer centenariode su nacimiento.

No han faltado pensadores, comoStefan Zweig, que vieron en León Tols-toi a uno más de los grandes idealistashistóricos que al final fracasaron, comoDon Quijote. Pero cabe preguntarse¿fracasó realmente Don Quijote? Escierto que fue muchas veces derrotado,pero nunca le arrancaron la voluntad deseguir luchando por un mundo mejor, ypor ello su figura está siempre presentecomo un estimulante símbolo moral.Así pienso yo que habría que entenderel destino de León Tolstoi, imperfectoy contradictorio si se quiere, pero in-domable en su firme voluntad de anun-ciar y preparar una sociedad mejor paratodos.

27

Page 30: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

28

Comprendamos solamente que no es la realización de un pro-grama democrático de anarquistas, socialistas, pacifistas ocualquiera otros, ni de las formulaciones religiosas actuales, loque podrá liberarnos de nuestros males; porque sólo nos libe-rará el conocer la verdadera religión en su integridad: aquellaverdad presente desde los orígenes hasta hoy, que reside entodo corazón humano, y que ha sido revelada de manera clara,sencilla y convincente en todas las doctrinas más auténticassobre la vida y de un modo muy claro y cercano a nosotros enlas enseñanzas de Cristo. Comprendamos y reconozcamossólo esta verdad: la verdad según la cual nuestra vida consistesólo en la manifestación de un amor creciente, un amor incom-patible con la violencia. Comprendamos solamente que es eneste crecimiento del amor, en cada persona y en toda la huma-nidad, donde reside la felicidad para todos y para cada uno.

Comprendamos sólo que esto es así tanto en la forma de vivirde cada uno como en la de sus relaciones con los demás, Ycomprendamos sobre todo que este principio tiene que orientarla educación de las futuras generaciones: que cada personaentienda que no sólo no tiene derecho pero ni siquiera la posi-bilidad de organizar la vida de los demás; pues es tarea propiade cada persona planificar y responsabilizarse de su propiavida, desarrollando en sí mismo el espíritu de hijo de Dios, yaumentando sobre todo aquello que más le caracteriza, que esel amor. Con lo cual no estoy diciendo que todos los errores denuestra vida serán de golpe remplazados por la felicidad que elcorazón ansía; ya que, mientras perdure el ser humano y lahumanidad, este ideal no se quedará en simple sueño, sino quetambién será eliminada la fuerte y dolorosa tensión entre lasaspiraciones del alma y la brutal vida actual, tan mala y empe-orando siempre.

Diario personal, 19 febrero de 1908

DOS TEXTOS SIGNIFICATIVOS DE LEÓN TOLSTOI

Page 31: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

29

Sólo nos es dada una forma de felicidad del todo inalienable, ladel amor. Basta con amar y todo es alegría: el cielo, los árbo-les, uno mismoP Y sin embargo, la gente busca la felicidad entodas partes menos en el amor. Y es precisamente esta formaerrónea de búsqueda de felicidad en la riqueza, en el poder, enla fama o en un amor excluyente, la que no sólo no nos da feli-cidad sino que nos la quita del todo.

Diario personal, 21 junio de 1910,año de la muerte de Tolstoi

Page 32: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

1. Romain ROLLAND, Vida de León Tolstoi (1911),traducción castellana, Madrid, Ediciones LaNave, 1935, págs. 115-116. El mismo autor in-dica «Yo resumo aquí varias páginas de Miconfesión, conservando las expresiones deTolstoi».

2. Véase los capítulos VI-IX de Mi confesión.3. Guerra y Paz, Libro XIII, cap. XI.4. Ibid., Libro XII, cap. XVI.5. Véase, por ejemplo, el ensayo de Tolstoi Sobre

el Poder y la Bondad (1888).6. Véase sobre ello el ensayo tolstoyano Dinero y

trabajo, 1886. También para Tolstoi, comopara Marx, el dinero había dejado de ser unmedio para convertirse en un fin o, en un valorsupremo, a costa del valor trabajo y del traba-jador, cuyo mérito y dignidad eran sometidosa los poderes del lujo, la banca y la bolsa.

7. Tema muy bien desarrollado en el ensayo Elhombre en rebelión, de 1951.

8. Éste es el título del interesante estudio Tolstoi,il profeta. Invito alla lettura degli scritti fi-losófico-religiosi, Verona, edit. Gabrielli,2000.

9. Mi credo (1901), citado por R. ROLLAND, op.cit., pág.128.

10. Véase El fin del siglo, 1905 y Sobre elSocialismo, 1910.

11. Son citas tomadas del libro Tolstoi, il profeta.Op. cit., pág. 63.

12. Ibid., última página.13. Para ampliar todo lo referente a la influencia

de Tolstoi, resulta imprescindible hoy la re-ciente obra, muy documentada de RosamundBARLETT, Tolstoy. A Russian Life, London2010.

30

NOTAS

Page 33: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

El temperamento de Tolstoi, desde muy joven, pero sobre todo a partir de su crisispersonal, fue la de un hombre rebelde ante las injusticias sociales que oprimían alos pobres, siervos y trabajadores rusos. No dejaba nunca de preguntarse: «¿Quédebemos hacer?», porqué el quería de todo corazón cambiar aquella injusta situa-ción política. Sus respuestas más frecuentes, y también sus propuestas eran estas:

• Conocer mejor la realidad y las causas de estas injusticia.• Ayudar, de manera práctica y constante, a los pobres, siervos y trabajadores.• Organizar con urgencia la educación de niños y adultos analfabetos de sustierras, creando también centros de salud.

• Dar limosnas a las instituciones benéficas, no a los particulares.• Luchar contra toda forma de violencia individual, y “estructural” (leyes, ejérci-to, policia, prisiones, pena de muerteP).

• Informarse bien sobre las propuestas de reformas sociales y políticas, de lospensadores de su tiempo y difundirlos.

• Todas estas ideas y actividades estaban siempre motivadas por su apasio-nada fe en el Evangelio de Jesús.

1. ¿Cuáles de estas propuestas te parece que tienen actualidad?

2. Después de leer el Cuaderno, ¿cómo podríamos definir a Tolstoi?

• ¿Un “anarquista pacifista”? ¿Un aristócrata rebelde pero defensor de la no-violencia?

• ¿Un “revolucionario, autocrítico y benevolente”, que aspiraba a cambios radi-cales, pero por el camino del amor fraterno y del auto-sacrificio personal, ple-namente evangélico?

• ¿Un “socialista místico”, ciertamente no “científico” (como Hegel o Marx oLenin)?, ¿un socialista más bien utópico, en el sentido evangélico del “Reinode Dios” en medio de nosotros?

• ¿Un “profeta religioso heterodoxo”, enamorado místicamente de Cristo el pro-feta; siempre contrario a los abusos de autoridad de la Iglesia; un gran profe-ta evangélico que fue excomunicado por la Ortodoxia?

3. ¿Cuáles de estas actitudes continuan teniendo hoy vigencia? ¿Cuáles nosson plenamente necesarias en la situación que vivimos?

31

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN

Page 34: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane

www.cristianismeijusticia.net/es/virtual

La colección virtual esuna recopilación de ma-teriales publicados ex-clusivamente en la web.En ella encontrarás cua-dernos que por su ex-tensión o por su formatoy estilo diferente no he-mos editado en papel,pero pensamos que tie-nen el mismo rigor, sen-tido y calidad que losCuadernos CJ.Deseamos que circulenpor la red, y para ellocontamos contigo.

COLECCIÓNVIRTUAL

En este cuaderno Julia López va desgranando,con gran rigor, los argumentos sobre como la

Reforma Laboral del 2012 arrasa con derechosbásicos de los trabajadores y trabajadoras...

Hay una parábola en el evangelio de Lucas queincomoda, porqué habla de dinero,

bancos, intereses y ganancias. Un texto que tratade un hombre noble que, antes de marchar...

Page 35: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane
Page 36: León Tolstoi, un profeta político y evangélico · 1.1.Unasituaciónsocial insostenible TampocoRusiasehabíadesarrollado industrialmentedeformageneralypor ellonohabíapodidorealizarseallílane