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Bloque Bestímulo externo

los axiomas de la comunicación interpersonal

psicología de la comunicación

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El alumno identifica los estímulos externos ambientales y su correspondiente receptor sensitivo para la percepción.

El alumno conoce los axiomas de la comunicación interpersonal.

Propósitos

Contenido del Bloque B

4. Organización perceptiva

Psicología de la comunicación

5. Estímulo externo

6. Modelo líneal dela comunicación interpersonal

7. Los axiomas de la comunicación interpersonal

psicología de la comunicaciónpsicología de la comunicación

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Bloque B

Universidad Interamericana para el Desarrollo

ESTÍMULO externo

Continuamente estamos expuestos a estímulos externos como la luz, la temperatura, las texturas, las imágenes y los sonidos, pero pocas veces o casi nunca nos detenemos a pensar como influyen en la percepción de nuestra realidad.

Un estímulo es cualquier objeto o fenómeno del ambiente que actúa sobre los órganos de los sentidos e inicia un proceso de excitación del sistema nervioso de tal modo que se obtiene una reacción subjetiva (perte-neciente al sujeto) ante una realidad objetiva (propia de los objetos).

Por ello es importante revisar la función de los órganos encargados de registrar a nivel neuronal dichos procesos.

Estímulos con base en el órgano sensorial

Para analizarlos seguiremos la lógica aristotélica que los divide en cin-co sentidos básicos:

1. Vista: en nuestra vida cotidiana practicamente el 80% de la información sensorial es captada por la vista.

Sabemos que el ojo capta ondas luminosas que se transforman en el matiz (el color experimentado), la brillantez (intensidad física de la luz) y la saturación (nivel de concentración del matiz de la luz) de los colores pero ¿cómo se encarga de transformar esa energía en señales que puedan ser interpretadas por el cerebro?

La respuesta se encuentra en la figura 1, misma que explicaremos de manera breve:

1. La luz entra por la córnea a través de un estrecho espacio, la pupila.

2. La cantidad de luz es regulada por un músculo que se dilata o contrae en función de la intensidad del estímulo al que se expone el ojo, el iris.

3. Posteriormente, la luz atraviesa el cristalino que funciona como un lente que adapta su curvatura para conseguir un mejor enfoque de la imagen.

4. Al fondo del ojo, en su parte más sensible, se encuentra la retina, que cumple su función ayudada por tres niveles de células:

a) Los conos y bastones se encargan de recibir la energía luminosa y convertirla en impulsos electromagnéticos.

Concepto 5

Estímulo


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b) Las células bipolares son un enlace entre las anteriores y las células gliares.

c) Las células gliares son células nerviosas (neuronas), cuyos axones forman el nervio óptico que es el encargado de llevar la información que viene directamente del ojo hasta el cerebro; es decir, la infor-mación es enviada a la corteza cerebral donde se ubican células especializadas en recibir y procesar esa información para que en-seguida otras células integren los mensajes y construyan imágenes reales.

Figura 1. Estructura del ojo

2. Oído: es el segundo órgano sensitivo de mayor importancia. Las ondas sonoras son el estímulo físico para la audición y constan de compresio-nes y expansiones alternadas de aire que se transforman en vibraciones, eso es el sonido: susurros, aplausos, música, gritos, etcétera.

Los seres humanos diferenciamos los sonidos básicamente en fun-ción del volumen y el tono. El volumen se mide en decibeles y depende de la amplitud de las ondas sonoras, o sea, a medida que la amplitud es mayor, el sonido parece más fuerte. Por otro lado, el tono se encuentra determinado por la frecuencia de las ondas sonoras, es decir, por el nú-mero de ondas por segundo.

La figura 2 ilustra el proceso, que explicaremos brevemente:

Esclerótica

Iris

Córnea

Cristalino

Retina

Nervio óptico

Vasos sanguíneos retinianos


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Bloque B


Figura 2. Estructura del oído.

1. Las ondas sonoras entran por el canal auditivo exterior y por esa vía llegan hasta una membrana tensa, el tímpano causándole ligeros movi-mientos.

2. Esta estimulación viaja hacia el oído medio y enseguida hacia una es-tructura tubular parecida a un caracol llamada cóclea.

3. La cóclea recibe aún ligeros movimientos vibratorios que causan a su vez movimientos en el líquido que contiene. Cuando este líquido se mueve, las pequeñísimas células ciliadas reaccionan cambiando su posición y generando impulsos nerviosos que viajan hasta el lóbulo temporal del cerebro (ubicado aproximadamente en la zona de la sien) encargado de registrar y procesar dicha información que captamos como sonido.

Gracias al buen funcionamiento de los receptores auditivos, somos capaces de detectar la procedencia de la fuente de sonido.

Los procesos sensitivos y perceptivos controlados por el sistema ner-vioso, son tan maravillosos que nos permiten hacernos una idea global del entorno aún sí mantenemos los ojos cerrados.

3. Tacto: la piel es el órgano más grande del cuerpo pues lo cubre comple-tamente protegiéndolo de las agresiones del medio y es el encargado de captar los estímulos tactiles. Sin embargo, hay zonas de la piel que se

Nervio cocleal

Martillo

Cóclea

Yunque

Tímpano

Canal exterior

Pabellón

oído externo oído medio oído interno


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caracterizan por poseer un grado mayor de sensibilidad y esto se debe a que los receptores al tacto no están uniformemente distribuidos y se concentran especialmente en los labios, las palmas de las manos (en particular las yemas de los dedos) y la cara.

La piel cuenta con receptores que posibilitan detectar una caricia, un masaje, el frío, el calor y el dolor. El estímulo físico de estas sensaciones son la tirantez o presión contra los receptores nerviosos que se encuentran en la piel o cerca de ella, como observamos en la figura 3.

PeloDesembocadura de glandula sudorípara

Terminación de nervio

Células de grasa

Nervios

Vasos sanguíneos

Glándula sebácea

Papilas

Figura 3. Piel

La estimulación aplicada sobre la piel es rápidamente captada por las terminaciones nerviosas que se encuentran en la superficie. Si el es-tímulo que actúa sobre la piel es agresivo, experimentaremos dolor y lograremos identificar al agente agresor como peligroso y lesivo para el organismo. Del mismo modo, ante la aplicación de un estímulo placen-tero, asociaremos ese objeto con sensaciones agradables y “benévolas” para el cuerpo.

Los sentidos del gusto y del olfato

Estos sentidos funcionan juntos. Piensa por ejemplo, en esas ocasio-nes en las que has tenido un fuerte resfriado y tu sentido del olfato queda


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Bloque B


“sin funcionar” un tiempo, mientras que se recupera, también se limita la experiencia de degustar los alimentos. Aunque la lengua tiene receptores específicos para detectar diferentes sabores, la nariz posee las terminacio-nes nerviosas que ayudan a completar la experiencia gustativa.

Veamos las características de cada uno.

4. Olfato: se dice que el olfato es el sentido más antiguo de la humanidad, el más básico, el más primitivo y actualmente un poco subestimado. El ser humano es capaz de identificar una amplia variedad de olores pues posee aproximadamente diez millones de receptores. Sin embargo, los perros tienen un sentido olfativo más agudo pues poseen más de dos-cientos millones de receptores.

El estímulo para las sensaciones del gusto y del olfato son moléculas de varias sustancias que transitoriamente se encuentran suspendidas en el aire. Esas pequeñas moléculas penetran por los conductos nasales y en los tejidos internos de la nariz se disuelven por la humedad de la mucosa nasal, poniéndolas en contacto con las células receptoras contenidas en el epitelio olfatorio.

Centro olfatorio

Bulbo olfatorio

Cintilla olfatoria

Ramificaciones del nervio olfatorio

Cornetes

Figura 4. Olfato

5. Gusto: los receptores del gusto reciben el nombre de papilas gustati-vas, estas contienen aproximadamente cien mil botones gustativos com-puestos por varias células receptoras especializadas en detectar un tipo de sabor, mismos que se encuentran distribuidos en la lengua en zonas especificas y además detectan cuatro sabores básicos: amargo, ácido - agrio, salado y dulce.


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Las señales recibidas por las células receptoras en la lengua viajan hasta el cerebro a través del nervio de la cuerda timpánica y por el nervio glosofaríngeo hasta llegar a la base del cerebro.

Amargo

Ácido/Agrio

Salado

Dulce

Figura 5. El gusto

Como hemos visto, los receptores ubicados en los órganos de los sen-tidos nos permiten hacer un contacto con el mundo exterior. A estos órga-nos encargados de percibir los estímulos del medio ambiente se les conoce como exteroceptores, mientras que existen otros órganos que se encargan de percibir las señales y estímulos procedentes del interior del organismo, los propioceptores gracias a estos se puede percibir el malestar muscular o incluso sentir la actividad del tubo gástrico, así es que puedes percibir la sensación de hambre o saciedad, por ejemplo.

LOS AXIOMAS

de la comunicación interpersonalDesde diversas posturas, enfoques y disciplinas ha habido una ince-

sante producción de análisis, interpretaciones y escritos dedicados a la comunicación. En este apartado abordaremos los axiomas de la comunica-ción que en 1969 proponen Paul Watzlawick, Janet Beavin Bavelas y Don D. Jackson en su obra Teoría de la Comunicación Humana.

Se entiende por axioma a una proposición evidente sobre algún tópico en particular, en este enfoque los axiomas propuestos hacen énfasis en el valor de la interacción dentro de la comunicación, más que en el envío de información.

Concepto 7

Axioma


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Bloque B


1. La imposibilidad de no comunicar

Desde este enfoque se entiende que toda conducta es comunicación; es decir, todo lo que hacemos o decidimos no hacer es conducta, por lo tanto no podemos dejar de comunicarnos.

Con base en lo anterior, podemos decir que toda conducta en una situación de interacción es aceptada como un mensaje o tiene el valor de un mensaje en tanto que influye en los demás quienes reaccionan a ello y por lo tanto también comunican.

Por ejemplo, dos desconocidos llegan a una sala de espera, ambos to-man asiento y permanecen en silencio. Aún cuando ninguno de ellos tenga la intención de iniciar una conversación con el otro, su actitud, postura y gestos además del lugar en el que elijan sentarse ya es un mensaje que es “leído por el otro” quien a su vez también interpreta el comportamiento del desconocido. Como vemos, no es necesario usar palabras para establecer una comunicación con otra persona, la misma interacción ocurre al des-plegarse una serie de comportamientos frente a otro.

Veamos otro ejemplo. Cuando viajas en algún transporte colectivo es posible que no te encuentres en la mejor disposición de entablar un diá-logo con algún desconocido y puede ser que incluso uses audífonos para evitar que alguien te hable. Normalmente las personas hacen una lectura correcta de la situación y actuarán en consecuencia, es decir que evitarán acercarse para conversar.

Pero también puede ocurrir que no traigas contigo los audífonos y en-tonces un desconocido te salude y quiera hablar contigo. Tienes varias op-ciones y en todas estarás comunicándote: puedes decirle claramente que no deseas hablar con él, puedes contestarle a lo que pregunta pero usando un tono de voz y una actitud que deberá ser interpretada como que no deseas continuar la charla, puedes cambiarte de asiento, cerrar los ojos y fingir que duermes o bien puedes ignorarlo y no contestar a sus preguntas.

En todos los casos, estarás emitiendo una respuesta, aún cuando ver-balmente no contestes nada, tu conducta está comunicando. Continua-mente nos estamos influyendo unos a otros con nuestro comportamiento aún sin que exista una intencionalidad para ello.

2. Los niveles de contenido y relaciones en la comunicación

En una interacción existen dos operaciones comunicacionales básicas: la referencial y la conativa.

El aspecto referencial de un mensaje se refiere a la transmisión de infor-mación tal cual. En una interacción hablaríamos que este aspecto es sinóni-mo del contenido del mensaje y puede referirse a cualquier dato transmitido sin importar si este es falso, verdadero, cierto o indeterminado.

El aspecto conativo de un mensaje ofrece información sobre qué tipo de mensaje debe entenderse que es, en consecuencia también ofre-


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ce información respecto a cómo debe entenderse la relación entre los comunicantes.

La importancia de la relación entre estos dos aspectos radica en que un mismo dato puede ser entendido de distintos modos, ya sea como una broma, un sarcasmo, una orden o un reclamo, dependiendo de la forma en que el mensaje sea enviado, de la naturaleza de la relación entre los comunicantes y del contexto en el que la interacción se desarrolla, ya sea en un ambiente laboral, recreativo o afectivo, por ejemplo.

Estos aspectos introducen el aspecto meta comunicacional de la in-teracción, es decir, el modo en que esa información es transmitida o in-terpretada también indica cómo nos percibimos en relación con nuestro interlocutor y cómo lo percibimos a él.

Por ejemplo, dos hombres se encuentran y uno señala el reloj que lleva el otro y pregunta “¿es auténtico?”, podemos ver que es una simple pregunta que solicita información sobre la autenticidad de un objeto con-creto. Hasta aquí, la expresión verbal se refiere al aspecto referencial de la comunicación. Sin embargo, la forma en que la pregunta es hecha e inclu-so el tipo de relación que tienen ambos interlocutores puede ofrecer infor-mación sobre el aspecto conativo. Puede ser que la pregunta se haga en un tono de voz peyorativo o bien con gestos y tonos de admiración, etcétera.

El aludido no puede evitar responder a la pregunta que le fue dirigida y cualquier comportamiento que elija estará en el nivel conativo, o sea que la respuesta a la pregunta tendrá más que ver con la naturaleza de la relación interpersonal que con la autenticidad o no del objeto.

Otro caso en el contexto de una relación de pareja. Ambos van a subir al auto y él dice “yo manejo”. Es evidente el dato referencial transmitido, se ofrece información sobre la actividad que el interlocutor va a realizar. En cuanto al aspecto conativo, las posibilidades son un poco más amplias. Si el mensaje es transmitido de forma suave y amable, es posible que ella lo interprete como un ofrecimiento cordial y considerado. Sin embargo, si el mensaje se transmite de forma brusca, quizá la interpretación haga pensar que se trata de una descalificación hacia sus habilidades de conducir.

“Toda comunicación tiene un aspecto de contenido y un aspecto re-lacional tales que el segundo clasifica al primero y es, por ende, una meta comunicación” (Watzlawick; Beavin; Jackson, 2002).

3. La puntuación de la secuencia de los hechos

Puntuar una interacción significa marcar arbitrariamente el inicio de los hechos o intercambio de información, para ordenar o comprender or-denadamente cómo es que suceden las cosas. Si esa marcación es correcta o no, es lo menos importante, lo relevante en este caso es saber cómo es que estamos percibiendo la relación entre una serie de sucesos.

En lo cotidiano, ya sea en las relaciones interpersonales como en las relaciones políticas entre los países, la diferencia en la puntuación de los hechos es causa de muchos conflictos.


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Bloque B


Ilustraremos con el caso de una pareja. Él es sumamente celoso y con-tinuamente está buscando registrar el teléfono de ella o revisar su correo y verificar sus actividades. Por su parte, ella puede estar siendo muy re-servada, procurando borrar mensajes de su teléfono y de su correo y dar cada vez menos información sobre qué es lo que hace durante el día. Esa interacción la podemos diagramar de la siguiente manera:

Él

Ella

1 3 5 7 9 11

2 4 6 8 10

Él inicia la interacción manifestando conductas celosas (1, definido arbitrariamente), posteriormente ella se comporta de manera muy reser-vada (2), lo que a su vez define una conducta celosa de él (3) y en conse-cuencia ella reserva más sus actividades y relaciones (4). Se podría seguir así indefinidamente, curiosamente cuando se le pregunta a cada uno por separado sobre el porqué de su conducta, es muy posible que él diga que si ella fuera más abierta, él podría confiar y dejaría de lado sus actitudes de celos; ella por su parte quizá afirme que es el acoso de él lo que ocasiona que sienta la necesidad de proteger su intimidad. En ambos casos, cada uno estará pensando que su conducta es producto de la conducta del otro, pero de ninguna manera aceptarán fácilmente que su conducta determina la de su pareja.

Es sumamente frecuente que los individuos involucrados en la misma interacción tengan una percepción tan distinta de los hechos, esto se debe a que están puntuando la interacción de modo distinto, cada uno señalan-do el inicio en un punto diferente en el intercambio de información.

En la relación entre los políticos es más evidente, sobre todo en tiem-pos electorales, cuando las acusaciones se dan entre los diferentes con-tendientes. Al escuchar las entrevistas donde se les inquiere sobre estas reacciones es muy común que cada uno perciba su propia conducta como una reacción ante las agresiones recibidas por los otros.

En cualquier caso, estarán lejos de admitir que su propio comporta-miento está generando reacciones en los demás, ni hablar de que admitan quién fue el primero en lanzar la ofensiva e incluso asumir que el contrin-cante mantiene insidiosas intenciones en su contra o le acuse de irracional o mal competidor. El problema en ambos casos surge de la pretensión que sus interacciones tienen en un inicio.


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“La naturaleza de una relación depende de la puntuación de las se-cuencias de comunicación entre los comunicantes” (Watzlawick; Beavin; Jackson, 2002).

4. Comunicación digital y analógica

Para comunicarnos podemos referirnos a los objetos de dos formas, ya sea representándolos mediante un dibujo, o mediante un nombre. Cuando se emplea una palabra para referirnos a una cosa, por ejemplo al escribir “casa” no hay nada en la grafía de la palabra que tenga algo del objeto que nombra. Es decir, el nombre es una representación arbitraria de la cosa nombrada.

Analógico Digital

Al emplear un dibujo para referirnos a un objeto, estamos empleando una comunicación análoga en tanto que hay algo particularmente similar a la cosa de la que se habla. La comunicación análoga también se expresa en la comunicación no verbal, es decir, en el uso de la postura, gestos, mo-vimientos, inflexión y tono de voz. Por otro lado, la comunicación digital es el lenguaje para representar al mundo por medio de signos que no son semejantes a lo que representan.

Los seres humanos somos los únicos animales que empleamos estos dos niveles de la comunicación, la análoga y la digital. Mediante el len-guaje digital estamos transmitiendo un mensaje y mediante el nivel ana-lógico estamos dando forma a ese mensaje. Esta conjugación es de suma importancia ya que cada uno por sí mismo es incapaz de lograr lo que su combinación consigue.

Por un lado, la comunicación meramente analógica puede ser útil para expresar emociones o actitudes en un momento dado (sujetas a una interpretación ambigua y circunstancial), pero es imposible que mediante esta comunicación se pueda ofrecer información respecto a eventos que no están sucediendo en el momento o incluso establecer comparaciones entre esos eventos, además tampoco se hace posible la comunicación de abstracciones; lo cual sí es posible mediante la comunicación digital.

En el axioma anterior ya habíamos visto que toda comunicación tiene un aspecto referencial y conativo. El referencial se transmite de forma digi-tal, es decir mediante el uso de la palabra como símbolo, mientras que el conativo es de naturaleza analógica y sirve para definir la naturaleza de las relaciones más que para hacer afirmaciones sobre la realidad.


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Bloque B


Entonces “Los seres humanos se comunican tanto digital como analó-gicamente. El lenguaje digital cuenta con una sintaxis lógica sumamente compleja y poderosa pero carece de una semántica adecuada en el campo de la relación, mientras que el lenguaje analógico posee la semántica pero no una sintaxis adecuada para la definición inequívoca de la naturaleza de las relaciones” (Watzlawick; Beavin; Jackson, 2002).

5. Interacción simétrica y complementaria

Desde este enfoque pragmático de la comunicación humana, las re-laciones entre las personas suponen dos diferentes tipos de interacción, la simétrica y la complementaria.

La interacción simétrica es aquella en la que ambos participantes ac-túan en función de igualdad. Por ejemplo, en el caso de una pareja con in-teracción simétrica que vive violencia estaríamos viendo que cuando uno de ellos comienza una pauta violenta, el otro responde con violencia. Este mismo tipo de interacción simétrica se puede encontrar en intercambios de ternura, cariño o compromiso; en cualquier caso, para que la interacción pueda calificarse como simétrica debe cumplir con el requisito de estar basada en la igualdad -o casi igualdad- de la conducta recíproca.

Por otro lado, la interacción complementaria está caracterizada por mantener interacciones en las que se puede ubicar un arriba o un aba-jo, pero no para calificar la interacción como positiva o negativa, buena o mala, sino para definir interacciones donde las conductas encajan una con otra. Por ejemplo un paciente y el médico, el paciente explicará sus dolencias y malestares, dando lugar a que el médico pueda ejercer su fun-ción emitiendo un diagnóstico y prescribiendo el tratamiento que juzgue conveniente.

“Todos los intercambios comunicacionales son simétricos o com-plementarios, según que estén basados en la igualdad o en la diferencia” (Watzlawick; Beavin; Jackson, 2002).

Los axiomas de la comunicación tienen una utilidad pragmática para entender y analizar las interacciones y los comportamientos humanos. Es-tos axiomas fueron propuestos a partir del interés sobre la comunicación humana, pero sobre todo para comprender ciertos tipos de comunicación patológica, principalmente en los casos de familias con un miembro es-quizofrénico. En esos casos analizados se pudo comprobar que las inte-racciones descritas en los axiomas de la comunicación adquirían formas extrañas y trastocadas no solamente por el miembro esquizoide sino por todo el núcleo familiar.

Sin embargo, y aún cuando el interés inicial para la propuesta de estos axiomas estuviera centrado en las familias con procesos comunicacionales perturbados, es claro que este enfoque sobre la comunicación permite dar luz sobre ciertos elementos de la interacción que no habían sido contem-plados de este modo por otras aproximaciones teóricas, y centrar su interés en el valor interpersonal de los intercambios comunicativos, en donde los participantes ofrecen información igualmente valiosa aún cuando no haya


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el propósito de emitir ningún mensaje, pues desde este punto de vista todo el comportamiento es comunicación y por ende, afecta de un modo u otro el comportamiento de los otros en interacción.


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Referencias

Baron, r. (1996). Psicología. México: Prentice Hall.

Berlo, D. (1984). Redes de comunicación. México: Norma.

Carlson, n. (1996). Fundamentos de psicología fisiológica. México: Prentice Hall.

rosenzweig, M. (1992). Psicología fisiológica. México: McGraw-Hill.

sMirnov, a. a.; ruBinstein, s. l.; leontiev, a. M.; tieplov, B. M. (1960). Psicología. México: Grijalbo

watzlawiCk, p.; Beavin, J.; JaCkson, D. (2002). Teoría de la comunicación humana. Interacciones, patologías y paradojas. Barcelona: Editorial Herder.


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