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El difícil proceso de integración en la Cárcel de Talca es posible pese a los limitados recursos y condiciones en las que se encuentra. Dos personas muestran su historia y su recorrido delictual Reinserción social: ¿Mito o realidad? Una problemática nacional Por Victoria Contreras Valenzuela

Reportaje Cárcel de Talca

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Reinserción social ¿mito o realidad?

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El difícil proceso de integración en la Cárcel de Talca es posible pese a los limitados recursos y condiciones en las que se encuentra. Dos personas muestran su historia y su recorrido delictual

Reinserción social: ¿Mito o realidad?

Una problemática nacional

Por Victoria Contreras Valenzuela

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La reclusión nocturna es una de ellas, la que in-cluso puede otorgarse para cadenas perpetuas por medio del Decreto 943 de Colocación Laboral, que autoriza a que salgan en esa condición a trabajar. Otros beneficios interpenitenciarios son: salida con-trolada al medio libre, salida de fin de semana y sa-lidas dominicales.

RELATOS DE UN RECLUSOUn testimonio de reinserción social lo aporta Car-

los Araya, ex funcionario de la PDI, quien muestra cómo se reinventó cuando fue condenado a 20 años de prisión por ser autor intelectual de un robo con homicidio en 2006. Luego de ingresar a la Cárcel de

San Miguel, en Santiago, fue trasladado al penal de Talca en donde terminó sus estudios universitarios de Administración de Empresas, mención finanzas, vía e-learning.

Carlos es hombre de pocas palabras. Sin embargo, pese a ese carácter introspectivo, señala que “Gen-darmería no regala nada, uno tiene que ganarse y abrirse los espacios”. Su iniciativa laboral en la cár-cel partió por ser mozo de compras. Luego comenzó a hacer la práctica profesional en la lavandería del re-cinto, para finalmente crear el taller de señales éticas viales, el que formó dentro del Módulo I con aporte monetario de voluntarios.

Respecto a estar privado de libertad señala que

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Pablo Espejo salió de la Cárcel de Talca en marzo de este año y se encuentra trabajando en la empresa “Auto Limpio”.

El Centro de Cumplimiento Penitenciario de Talca (CCP) tiene una larga historia que parte en 1864, cuando se ubicaba frente a la Plaza de Armas. Ac-tualmente se encuentra en la Alameda, en donde al-berga a 784 reclusos en condiciones de sobrepobla-ción ya que fue diseñada sólo para 476.

Lo anterior no es un hecho aislado, la población penal en Chile alcanza los 100 mil condenados por diversos delitos, desde simples hurtos a homicidos con alevosía. En la región del Maule, la cantidad de personas privadas de libertad llega a dos mil 261.

Según un estudio de la ONG Paz Ciudadana en donde se determinaron los niveles de reincidencia del sistema penitenciario chileno, de 16 mil condenados egresados del sistema carcelario cerrado, un 50,5 % vuelve a estar tras las rejas en un promedio 336 días. Esto deja entrever una clara problemática que se ha ido incrementando durante los últimos 40 años, se-gún información entregada por la Unidad Estadística de Gendarmería de Chile.

Asimismo, se han creado grandes debates en rela-ción a los derechos humanos a partir de las carencias de condiciones dignas para vivir tales como: salud, educación y reinserción social, ya que ellas implican un cambio psicosocial. También los centros de educa-ción y trabajo, los programas educacionales y los de rehabilitación de drogas son relevantes.

Por tal motivo, una prioridad de la Subsecretaría de Prevención del Delito es desarrollar programas para facilitar la reinserción social y laboral, redu-ciendo el riesgo de reincidencia. Cabe destacar que el programa de capacitación y colocación laboral beneficia a 840 personas a nivel nacional que están próximas al cumplimiento de su condena.

Rubén Esparza, alcaide del CCP de Talca, expone que a medida que pasa el tiempo los condenados que tienen buen comportamiento pueden acceder a bene-ficios. “Todas las personas tienen acceso a las rega-lías, lo que pasa es que deben cumplir con cierto per-fil”, acota.

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“es terrible, porque cuando uno cae preso no es solo uno, también cae la familia y se produce todo un cam-bio de mentalidad. En definitiva, somos como lepro-sos de la sociedad”. Para la implementación de su taller, buscando su reinserción, Carlos considera que fue fundamental el hábito de trabajo y recibir apoyo psicológico y social.

LA ANHELADA REINSERCIÓN LABORALLa empresa “Auto Limpio”, ubicada en la tres

Norte entre uno y dos Oriente de Talca, es una de las pocas que ha hecho una labor fundamental a la hora de promover la reinserción social al contratar a ex reclusos. Fredy Chamorro, dueño del negocio, comenta que “vi una necesidad básica y quería ga-nar más plata”. En la actualidad lleva cuatro años en este trabajo, contando con tres estacionamientos en la ciudad, y dando trabajo a más de cuatro personas.

Fredy piensa que en temas de reinserción social hay que predicar con hechos. “Las palabras se las lleva el viento y los actos mandan más que las pala-bras. Si ellos se portan bien, siguen trabajando y si no, chao no más. Yo doy la oportunidad, pero ellos se ganan la estabilidad”. Además, destaca que respon-den mucho mejor en el trabajo y son más leales que las personas que tienen estudios.

Pablo Espejo (33), actual trabajador de “Auto Limpio”, salió de la Cárcel de Talca el pasado ocho de marzo, tras cumplir una condena de dos años y nueve meses al verse envuelto en una riña familiar. Recuerda que golpeó a su pareja en la cabeza con un alicate por accidente, ya que -enfatiza- pretendía pe-garle a su cuñado, el cual lo había culpado de enga-ñar a su mujer en un prostíbulo.

La travesía de Pablo se remonta a varios años atrás, cuando se vino desde Valparaíso a los 19 años con sólo 300 mil pesos, que obtuvo al ser cómplice de un robo en la casa de su padrastro, en venganza por haber abusado sexualmente de su hermana me-nor. Además, recuerda que su madre no lo crió, ya que creció con sus abuelos. Sólo llegó a primero me-dio, curso que repitió tres veces.

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Maricel González en clase de inserción laboral en la escuela “Aulas de Esperanza” de la Cárcel de Talca.

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lez, Cermetal y Geometal, las que brindan un contra-to laboral que es intervenido por un equipo multidis-ciplinario en aspectos criminológicos y del área la-boral. Gracias a este programa se logrado insertar este año a 13 internos.

Algunos de los cursos otorgados por los organis-mos técnicos y con certificación Sence en las comunas de Curicó, Talca, Linares y Cauquenes son: vibrados -que se han enfocado a hacer casetas de medidores del agua-, estructuras metálicas, instalación de piso flo-tante, supervisión de labores de packing, soldadura, operación primeros auxilios, pintura, administración de bodega, conducción profesional y pastelería.

EDUCACIÓN INTERPENITENCIARIALa escuela municipal “Aulas de Esperanza” cuen-

ta con más de 350 alumnos en 12 cursos, repartidos en tres centros penitenciarios de la región. Dispo-ne de 26 profesores y es dirigida por Ángel Poble-te, quien expone que “este proyecto lleva más de 40 años, pero antes era solamente educación básica con educación técnica elemental. En el año 2008 comen-zamos con la educación técnica profesional, con ca-rreras técnicas”. En educación básica se enseñan ofi-cios como el armado y desarmado de computadores, asistente en revestimientos pétreos, entre otros.

En la sala de clases se puede palpar la realidad. Allí, Maricel Gonzalez (32) lleva ocho años trabajan-do como profesora de la cárcel. Comenzó como do-cente de religión evangélica y producto de una peti-ción del director, pasó a ser profesora de inserción la-boral, convivencia social y calidad de vida. Su ense-ñanza es parte de los ramos instrumentales que tiene la educación de enseñanza media para adultos.

Maricel reafirma la razón de por qué está ahí. “Yo creo en el cambio de los chiquillos”, y comenta que siente que puede contribuir a ese cambio. Enfatiza en que hay un verdadero “óxido”, haciendo referencia

al resentimiento social. Pero, pese a todo, se ha dado cuenta del avance de estas personas al hacerlos re-flexionar para ver si les “cambia el chip”.

La educadora valora la filosofía de Pablo Freire, un educador y pedagogo brasileño, quien enseñaba por medio de la pregunta crítica y la reflexión. “Mi gran labor aquí es mostrarles que ellos pueden cam-biar”. Según Maricel, se trata de una deuda que se tiene como sociedad, sobre todo con gente que “no ha tenido la oportunidad de alfabetizarse”.

¿SOLUCIÓN PARA LAS CÁRCELES REGIONALES?Para la seremi de Justicia, María Luisa Vallejos,

la problemática de sobrepoblación y escasez de re-cursos tendría una posible solución. “Colocaré en la línea de las prioridades nuevamente el proyecto de cárcel concesionada para Talca, la cual fue una ini-ciativa que pasó por los dos Gobiernos anteriores”, comenta.

El nuevo proyecto se denominaría “La Laguna de Panguilemo”, correspondiente a un centro de educa-ción y trabajo con capacidad para mil 400 reos de baja y mediana peligrosidad. Cabe señalar que este proyec-to fue llamado a licitación pública a fines del Gobier-no anterior, quedando solo por resolver la adjudica-ción de las obras, revisión de antecedentes del proce-so en Contraloría y firma de los respectivos contratos.

Este nuevo modelo de cárcel concesionada preten-de tener una mirada educativa, es decir, que los in-ternos aprendan un oficio para cuando logren salir en libertad.

Por otra parte, cabe destacar que la vida de las personas privadas de libertad podría cambiar al en-tenderse la estadía en la cárcel como una instancia de aprendizaje y de oportunidad. Tal como lo vivie-ron Pablo Espejo y Carlos Araya, quienes contaron con las herramientas necesarias para dar un vuelco virtuoso en sus vidas.

Su vida está llena de episodios violentos y admi-te que la reincidencia lo perjudicó. Pese a esto, agre-ga que siempre ha tenido una actitud trabajadora al reinventarse, incluso dentro del penal, en donde tra-bajó en encomiendas para gendarmería, ganando di-nero que le sirvió para comer mejor. También ha tra-bajado en la calle como parquímetro, cuidador de au-tos e instalador de plumillas de parabrisas.

Cree en la reinserción social, pero piensa que es fundamental la familia. “Un muchacho al reinsertar-se tiene que contar con apoyo familiar”. Reconoce lo importante que ha sido su mujer, quien lo perdonó. Se emociona al recordar las visitas que tuvo durante la estadía en la cárcel por parte de sus hijas, todos los jueves de cada mes.

CAPACITACIONES PARA LOS RECLUSOSUna de las herramientas fundamentales a la hora

de encontrar trabajo son las capacitaciones labora-les que entrega el Servicio Nacional de Capacita-ción y Empleo (Sence). El director regional de esta institución, Enrique Alul indica que “para cual-quier persona de una región del país, sea hombre o mujer, esté cumpliendo una condena o esté libre, es fundamental la capacitación para poder desarrollar un buen trabajo”.

Durante el 2013 Sence entregó 97 millones de pe-sos para distribución dentro de los diversos centros penitenciarios de la región del Maule. Marcela Bo-badilla, encargada de capacitaciones de la Cárcel de Talca, trabaja desde el año 2000 en el fortalecimien-to de los consejos técnicos y colocación laboral de los internos que están haciendo uso de beneficios inter-penitenciarios.

Bobadilla explica que “para que los internos pue-dan obtener una posibilidad de contrato formal, bus-camos redes que puedan colaborar”. Hoy por hoy existen convenios con empresas como Falmo, Gonzá-

Carlos Araya ex funcionario de la PDI en su empresa de señales

éticas viales mostrando sus últimos pedidos.