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PERÚ: 1985 Rescate de la memoria colectiva ^ MARÍA TERESA QUIROZ Enmarca la autora su análisis de las elecciones presidenciales del '85 en el Perú dentro de los bordes del rescate de la memoria colectiva, de lo que lla- ma acumulación histórica de las masas. Desde esta constante referencia carac- teriza el proceso electoral con estas notas: primer proceso desde 1930 en que hubo una posibilidad real de conti- nuidad democrática; primera ocasión en que se presentaron condiciones para la expresión de las tres grandes fuerzas políticas que venían cuajando en la historia peruana de este siglo: momen- to de privilegio para la expresión polí- tico -social de las masas de migrantes; oportunidad para dar salida a la frus- tración social por la crisis económica mediante una propuesta radical que de- sestimaba cualquier opción por la de- mocracia; vinculación estrecha de la economía con los sectores de la in- formación; desgaste del gobierno de Belaúnde; surgimiento de una nue- va izquierda y cambio de fisonomía del APRA. Dentro de este comple- jo juego de fuerzas sociales y políti- cas pasa a vincular los partidos políti- cos con el tema de la memoria colec- tiva e interroga su capacidad de recons- truirla a través de la propaganda elec- toral de los medios masivos y de otros medios alternativos. Solo entonces in- forma sobre el proceso y lo analiza a través de las principales fuerzas en pug- na: APRA (Alan García), IU (Alfonso Barrantes) y Luis Bedoya (Convergen- cia Democrática). 26 I L as últimas elecciones presidencia- les en el Perú y sus resultados conducen a un conjunto de re- flexiones y preocupaciones que buscan explicar la relación entre la propagan- da política de los partidos, la sociedad civil y las estrategias comunicativas que se emplearon, en el marco de la historia política peruana y de la coyun- tura del año 19851. Vamos a dividir este artículo sobre propaganda política en el Perú durante las elecciones de 1985 en tres grandes aspectos: Un planteamiento del problema general que trata de rescatar los elemen- tos de acumulación histórica de las masas, —de los actores políticos—, que guardan relación con la historia peruana respecto de su tradición elec- toral, de la integración y vivencia glo- bal de los sectores sociales sobre la de- mocracia, considerando que todo proce- so electoral rescata la conciencia colec- tiva y el entorno histórico en el cual se han ido cuajando los símbolos y per- sonajes que van a intervenir en este. En segundo lugar nos ocupare- mos de la propaganda política misma, donde se discute fundamentalmente de qué modo la propaganda influye o no en la conciencia social. Se retomará un viejo debate respecto de la inter- pretación según la cual se considera que una buena campaña a través de los medios de comunicación y un buen can- didato permiten el éxito electoral. Otras interpretaciones, mucho más analíticas, sostienen que la propaganda política es un componente coyuntural, un componente de la conciencia activa y presente, pero que no es capaz de mo- dificar, por misma, la concien colectiva, la memoria de muchos años de actividad política de los actores so- ciales. La decisión política estaría vin- culada, fundamentalmente, al quehace cotidiano de las masas, es decir de aque- llos que van a depositar su voto. Se dis- cute en este punto la problemática de ser social versus los transmisores de ideología. Se tratará de demostrar que los componente sociales acumulados i través de la historia, engarzados con la experiencias sociales cotidianas, son los determinantes fundamentales de la op- ción política, los cuales son recogido! de diversas maneras por la propaganda política de cada partido. En el tercer punto se tratad! concretamente de las elecciones al 1985, especificando los papeles giif representan los cuatro principales i didatos y las condiciones dentro de cuales cada uno de ellos pugna porj triunfo electoral. EL PERÚ Y SU TRADICIÓN POLÍTICA L as elecciones políticas de constituyen la primera oportn dad en que se da la posibiH 1. Los resultados de las ultimase dones fueron los siguientem Alan García Pérez (APRA) con de los votos. 2. Alfonso Barrantes L gán (Izquierda Unida —IV—) con\ d Reyes (Convergencia Democrática) i un 13o/o. 4. Javier Alva Orlan (Acción Popular —AP-) con el 60/0.1

Rescate de la memoria colectiva

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EL PERÚ Y SU TRADICIÓN POLÍTICA PERÚ: 1985 1. Los resultados de las ultimase dones fueron los siguientem Alan García Pérez (APRA) con de los votos. 2. Alfonso Barrantes L gán (Izquierda Unida —IV—) con\ d as elecciones políticas de constituyen la primera oportn dad en que se da la posibiH Reyes (Convergencia Democrática) i un 13o/o. 4. Javier Alva Orlan (Acción Popular —AP-) con el 60/0.1 26 I .ensayos ¡27 Alan García.

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Page 1: Rescate de la memoria colectiva

PERÚ: 1985

Rescate de lamemoria colectiva

^

MARÍA TERESA QUIROZ

Enmarca la autora su análisis de laselecciones presidenciales del '85 en elPerú dentro de los bordes del rescatede la memoria colectiva, de lo que lla-ma acumulación histórica de las masas.Desde esta constante referencia carac-teriza el proceso electoral con estasnotas: primer proceso desde 1930 enque hubo una posibilidad real de conti-nuidad democrática; primera ocasión enque se presentaron condiciones para laexpresión de las tres grandes fuerzaspolíticas que venían cuajando en lahistoria peruana de este siglo: momen-to de privilegio para la expresión polí-tico -social de las masas de migrantes;oportunidad para dar salida a la frus-tración social por la crisis económicamediante una propuesta radical que de-sestimaba cualquier opción por la de-mocracia; vinculación estrecha de laeconomía con los sectores de la in-formación; desgaste del gobierno deBelaúnde; surgimiento de una nue-va izquierda y cambio de fisonomíadel APRA. Dentro de este comple-jo juego de fuerzas sociales y políti-cas pasa a vincular los partidos políti-cos con el tema de la memoria colec-tiva e interroga su capacidad de recons-truirla a través de la propaganda elec-toral de los medios masivos y de otrosmedios alternativos. Solo entonces in-forma sobre el proceso y lo analiza através de las principales fuerzas en pug-na: APRA (Alan García), IU (AlfonsoBarrantes) y Luis Bedoya (Convergen-cia Democrática).

26 I

L as últimas elecciones presidencia-les en el Perú y sus resultadosconducen a un conjunto de re-

flexiones y preocupaciones que buscanexplicar la relación entre la propagan-da política de los partidos, la sociedadcivil y las estrategias comunicativasque se emplearon, en el marco de lahistoria política peruana y de la coyun-tura del año 19851.

Vamos a dividir este artículosobre propaganda política en el Perúdurante las elecciones de 1985 en tresgrandes aspectos:

Un planteamiento del problemageneral que trata de rescatar los elemen-tos de acumulación histórica de lasmasas, —de los actores políticos—,que guardan relación con la historiaperuana respecto de su tradición elec-toral, de la integración y vivencia glo-bal de los sectores sociales sobre la de-mocracia, considerando que todo proce-so electoral rescata la conciencia colec-tiva y el entorno histórico en el cualse han ido cuajando los símbolos y per-sonajes que van a intervenir en este.

En segundo lugar nos ocupare-mos de la propaganda política misma,donde se discute fundamentalmente dequé modo la propaganda influye o noen la conciencia social. Se retomaráun viejo debate respecto de la inter-pretación según la cual se consideraque una buena campaña a través de losmedios de comunicación y un buen can-didato permiten el éxito electoral.Otras interpretaciones, mucho másanalíticas, sostienen que la propagandapolítica es un componente coyuntural,un componente de la conciencia activay presente, pero que no es capaz de mo-

dificar, por sí misma, la conciencolectiva, la memoria de muchos añosde actividad política de los actores so-ciales. La decisión política estaría vin-culada, fundamentalmente, al quehacecotidiano de las masas, es decir de aque-llos que van a depositar su voto. Se dis-cute en este punto la problemática deser social versus los transmisores deideología. Se tratará de demostrar quelos componente sociales acumulados itravés de la historia, engarzados con laexperiencias sociales cotidianas, son losdeterminantes fundamentales de la op-ción política, los cuales son recogido!de diversas maneras por la propagandapolítica de cada partido.

En el tercer punto se tratad!concretamente de las elecciones al1985, especificando los papeles giifrepresentan los cuatro principales ididatos y las condiciones dentro de 1¡cuales cada uno de ellos pugna porjtriunfo electoral.

EL PERÚ Y SU TRADICIÓNPOLÍTICA

Las elecciones políticas deconstituyen la primera oportndad en que se da la posibiH

1. Los resultados de las ultimasedones fueron los siguientem

Alan García Pérez (APRA) conde los votos. 2. Alfonso Barrantes Lgán (Izquierda Unida —IV—) con\ de la votación. 3. Luis.

Reyes (Convergencia Democrática) iun 13o/o. 4. Javier Alva Orlan(Acción Popular —AP-) con el 60/0.1

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Alan García.

real de un proceso que garantice la con-tinuidad entre un gobierno democrá-tico y otro. Esto es especialmente sig-nificativo porque a lo largo de la histo-ria política peruana los grandes elec-tores fueron los tradicionales partidospolíticos, pero principalmente los secto-res económicos de mayor relevancia. Ini-cialmente los grandes sectores expor-tadores y las empresas extranjeras deuna u otra manera influían sobre laorganización de las elecciones. Es el

| Caso del gran poder que caracterizóal Partido Civil y su vigencia exclusivay excluyente durante el período oli-gárquico entre 1890 y 1930. A partirde 1930 las masas empiezan a partici-par más activamente, constituyendo laselecciones de 1931 —en el sentido quelo señalaba el historiador peruano Jor-ge Basadre— las primeras eleccionesdemocráticas de la historia peruana.Entre 1930 y 1985 se fueron sucedien-do gobiernos con la participación direc-ta de otro gran elector: las FuerzasArmadas. No ha existido, desde esafecha, ningún régimen que haya garan-tizado su continuidad en otro procesodemocrático, sin que las Fuerzas Arma-das lo hayan interrumpido: El GeneralOsear R. Benavides después del gobier-no de Sánchez Cerro; entre el régimende Prado y el de Bustamante y Riverono medió un real proceso democráti-co (se dio una serie de imposiciones

1 y condiciones para la intervención delos partidos); el gobierno de Bustaman-te se truncó con un golpe en 1948;el segundo gobierno de Prado finali-zó igualmente con la intervención de

las Fuerzas Armadas en 1962; y el go-bierno de Belaúnde se interrumpió,desde el punto de vista de la legitimidadelectoral, con la intervención del gobier-no militar en el año 1968. En este sen-tido, después de la victoria de FernandoBelaúnde en 1980, se produjo por pri-mera vez un proceso electoral que ga-rantizaba el tránsito democrático.

A partir de 1979, con la organi-zación de la Asamblea Constituyenteempezaron a perfilarse algunas carac-terísticas nuevas en torno a la interven-ción en el proceso electoral, cuando elgobierno militar de Morales Bermúdezestableció para las elecciones de 1980la participación de todos los partidosen el escenario de los medios de comu-nicación. Probablemente esta sea la pri-mera experiencia nacional donde las dis-putas ideológicas y programáticas seventilaban en el escenario de la televi-sión, como nunca antes había ocurrido.

Lo más importante de la histo-ria colectiva acumulada fue que en elproceso electoral del '85 se dieron lascondiciones para que por primera vezse expresasen las tres grandes fuerzaspolíticas que se venían construyendo alo largo de la historia del Siglo XX.A través de ella, se venía generando laidentificación de las masas con determi-nados representantes políticos que va-mos a personificar más adelante.

Habría que considerar que la ex-presión política y social de las masasse fue configurando después del granproceso migratorio de la década delos '50, a través del cual se iba consti-tuyendo la mayor presencia urbanaen el escenario político del país. Estasituación propicia características distin-tas a todo proceso electoral anterior.El país para el año 1985 tenía prác-ticamente el 80 por ciento de su pobla-ción en las ciudades y, por lo tanto,la rapidez y posibilidades de relaciónentre la política y los sectores socialesera más directa y estrecha.

Lo más importante de lahistoria colectiva acumulada

fue que se dieron lascondiciones para que por

primera vez —en la campañadel '85— se expresaran las

tres grandes fuerzas políticasque se venían construyendo

a lo largo de la historiaperuana del siglo veinte .

En 1985 se procesó una gran frus-tración, como en cualquier otropaís de América Latina, produc-

to de la crisis económica. Esta fue ma-yor, porque el gobierno de FernandoBelaúnde, que al inicio de su mandatoconcentró las expectativas y esperanzascolectivas al ganar las elecciones de1980 abrumadoramente, precipitó alpaís en una profunda crisis, agudizan-do las dificultades y careciendo dealternativas. Se puede añadir a esta si-tuación una presencia creciente de pro-puestas radicales que desestimaban cual-quier opción dentro de la democracia.Se postuló resolver el problema desdeel lugar de los "iluminados", queguiarían al pueblo en la derrota y des-trucción de los enemigos vinculados ala estructura política del Estado, ademásde todos los símbolos y valores acu-

Se postuló resolver elproblema desde el lugar de los'iluminados'. Ellos habrían de

'guiar al pueblo para ladestrucción de los enemigos

vinculados con laestructura política del Estado.

Sendero Luminoso recogió lafrustración global ante la

crisis y, la ideología autoritaria.

mulados. Esa alternativa violentista seexpresó en Sendero Luminoso querecogió dos componentes fundamenta-les. En primer lugar, la frustración glo-bal frente a posibilidades de respuestaa la crisis económica y a la soluciónde necesidades colectivas. Por otro la-do, la presencia de la ideología autori-taria, en el sentido de que no habíaposible solución sino a través de losguías, de los grupos puros, a travésde aquellos que nunca se habían co-rrompido con las actividades "demo-cráticas" de la sociedad. Sendero Lu-minoso recogió a sectores sociales quehabían estado en una situación de pos-tración y marginación en la actividadpolítica, pero además, y de maneraprivilegiada, a sectores jóvenes, con es-casa experiencia política y mucho máspermeables a asumir posiciones radica-les y violentistas que han venido contra-riando criterios universales de respetoa la dignidad personal y a los derechoshumanos. Se asistió a una etapa de pro-

.ensayos ¡27

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funda crisis, de profunda desespera-ción y, asimismo, de profunda esperan-za de amplios sectores que demandabana los dirigentes que estaban en el deba-te, soluciones a problemas urgentes.

Además, es pertinente señalar quese asistió a una vinculación cadavez mayor de la economía con los

sectores de la información. Ya se veníaproduciendo una gran extensión de lasredes de información a nivel nacional,lo que facilitaba, a través de las noti-cias, el conocimiento de las actividadespolíticas que eran rápidamente divul-gadas. Se contaba en 1985 con grandesredes nacionales de telecomunicación apartir de la intervención estatal, perotambién del interés privado por exten-derlas a lo largo y ancho de todo elpaís. Fue un mecanismo que expresóla integración de las relaciones de mer-cado, de las relaciones económicas,en el conjunto del Perú.

Se asistió a una vinculacióncada vez mayor de la economíacon los sectores de información.

Desde 1985 se contaba congrandes redes de

telecomunicación a partir de laintervención estatal, pero

también del interés privadopor extenderlas a lo largo y

ancho del país .

En general, en 1985 se vivió unasituación de acelerado envejecimientodel gobierno de Belaunde, al lado de lacreación de nuevos símbolos. Dentrode ellos podemos considerar aquellosque se han identificado con el procesomigratorio a partir de la crisis agraria,y el surgimiento de lo que se viene lla-mando la nueva izquierda. Esta trabajaen los sectores marginados y es frutodel esfuerzo de intelectuales, estudian-tes y sectores no académicos con aque-llos que se fueron incorporando al cre-cimiento urbano en las principales ciu-dades, fundamentalmente Lima. Vienerealizando un trabajo al interior de lasorganizaciones de masas, vinculadas a labúsqueda de respuestas concretas en elcampo de las demandas sociales másinmediatas: alimentación, vivienda, aguay desagüe, por ejemplo. Esta vincula-ción fue facilitando que la conciencia

popular identificase a la izquierda conlas necesidades de organización de es-tos sectores. Se trata de una propuestaque expresaba la relación con un paísque aceleraba sus cambios a partir dela década de los '60.

En general, el elemento de conti-nuidad con respecto a la política loconstituye la presencia de partidos quese habían venido constituyendo desdeetapas anteriores. El APRA se va a mos-trar como el partido capaz de cambiarde fisonomía a través de su principalpersonaje que, encabezando un tipo derespuesta juvenil, modernizante y decarácter reformista, enfrenta e intentasuperar la imagen de partido conserva-dor, partido-aparato que tenía en esemomento. Alan García encarna, en supersona y en su dirección, al partidohistórico bajo una nueva imagen.

LA PROPAGANDA POLÍTICA YLOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Este segundo punto intenta plan-tear la relación entre la acumu-lación histórica de la conciencia

colectiva, la identificación de los sím-bolos y personajes, y la persuasión ointento de conquistar el voto ciudadanocon el apoyo de la televisión, la radioy los periódicos. Lo que se discute entorno a este punto es: ¿De qué modolos partidos a través de la propagandason capaces de reconstruir la memoriacolectiva, si es que esta los beneficia,utilizando las imágenes acumuladas, o,en su defecto, mitifica o trabaja sola-mente sobre aquellas imágenes que sehan hecho consenso social? En sínte-sis, la preocupación está centrada encómo la propaganda política puedereconstruir o modificar la memoriacon el objeto de traducirla en un voto,en una opinión, en una elección.

APRA se mostró como capazde cambiar su fisonomía a

través de su personaje principalque encabezaba una respuestade juventud, modernizante,

reformista, que intentabasuperar la antigua imagen de

partido conservador,partido-aparato que proyectaba

hasta ese momento .

Luis Bedoya,

En este proceso, cumple un rolimportante en la creación de imágenesnuevas o símbolos nuevos un conjun-|to de aspectos. Por un lado, la,moría colectiva que ubica a los partilcipantes como espectadores en el escelnario electoral. Por otro lado, lasencues-|tas políticas que, difundidas de mane-,ra masiva a través de los medios, sonv¡-|siones o radiografías congeladasespectro político del momento. Gene-lraímente son utilizadas como arma po|lítica de los partidos, referentes para eanálisis o como índice de las posiblldades de presentar ante los electorallas ventajas y desventajas de una altei|nativa. Otro elemento activo, que reivin-dica la participación social, son los mi|tines en términos de capacidad de tramisión que poseen. Fue muy importate en la coyuntura el papel del discupolítico de los candidatos y su intei]vención directa, al presentar su progma y enfrentar a sus oponentes,polémicas alcanzaron un peso signifi]cativo, proporcionando elementosque los electores fueran identificandtlas posiciones. En ese sentido, al potómista exitoso se le ubicó en una po¡ción de ventaja. Este hecho ocurre desde las elecciones municipales de 1983|Situación que evaluada en relación ila opinión congelada (las encuestas]conduce a la decisión políticaAPRA de que su candidato no pomice.

Otro aspecto de la coyuntura iconstituyó el escenario generadonde se presentaron y propusii|

ron ante el público peruano las prinpales alternativas políticas. Si considí

28 I ensayos.

Page 4: Rescate de la memoria colectiva

Fue muy importante en lacoyuntura el papel deldiscurso político de los

candidatos, su intervencióndirecta en proponer programasy debatir con los oponentes.

APRA, luego de evaluarencuestas, decidió que su

candidato no polemizaría .

ramos que es dable hablar de una"centralidad comunicativa de la acti-vidad política" que ha redefinido lafunción de la información a través delos medios masivos, es posible a su vezhacer referencia a una espectaculariza-ción de la propia comunicación políti-ca a través de estos. Dadas las potenciali-dades, el nivel de difusión, la credibili-dad y la eficacia de los medios masi-vos, estos cumplen el papel de interme-diarios entre la clase política y la socie-dad civil, entre los partidos de masas yel universo electoral. Los partidos re-curren a los medios de información co-mo canales privilegiados para el contac-to con los electores.2 Este aspecto ex-presa una cierta crisis de representa-ción de las instituciones y mediadorestradicionales de la opinión pública, loque redefine la propia esfera de lopúblico.

La televisión presenta ante el pú-blico una permanente actualización delos hechos. Es decir, el presente, laactualidad, la toma directa (aunque enotro sentido se trate de un procesosimulado), es uno de los elementosmás significativos de la televisión, através de la cual se trata de fijar deter-minadas imágenes que buscan capturara los usuarios.

Los periódicos tratan de recor-

2. Grossi, Giorgio. "La comunica-ción política moderna: entre

partidos de masa y "mass-media".\ publicado originalmente en la

obra a su cuidado, Comunicare Politia,Franco Angelí Editare, Milán 1983.

dar el proceso general que está en tiem-po presente en la televisión, reforzan-do a través del texto lo que la televisiónha ido presentando y lo que en el esce-nario social va ocurriendo, de acuerdocon el sesgo propio de cada diario.Cada periódico, en el propio juego polí-tico, fue manifestando su mayor gradode adhesión a una alternativa u otra.Fue notoria, por primera vez en la his-toria política y periodística, la presen-cia de dos grandes diarios que juntosllegaban a 500.000 ejemplares y que es-taban dirigidos y eran asimilados porpúblicos de composición diversa. El Co-mercio, que bajo una pretendida "obje-tividad" y seriedad se encontraba vin-culado a posiciones conservadoras y a latradición liberal de derecha; y La Repú-blica, que expresó el libre juego de po-siciones progresistas, de izquierda, conun tiraje semejante al anterior y queapostó por los candidatos de oposición:Alan García (APRA) y Alfonso Ba-rrantes (IU).

A través de la radio se repitióy amplió la difusión de las propuestas,cumpliendo reconocidos locutores el pa-pel de líderes de opinión. Mediantemurales y afiches quedaron plasmadoslos símbolos fijos, las principales consig-nas y la figura de los candidatos, no sólopresindenciales sino de aquellos quepostulaban a senadurías o diputaciones

(dado que existió el voto preferencial),Solo a través de este tipo de propagan-da podían estos últimos expresar su sin-

Por primera vez en lahistoria política peruana fuenotoria la presencia de dosgrandes diarios que juntosalcanzaban una circulación

de medio millón de ejemplares:El Comercio, vinculado,

bajo apariencias de objetividad,con posiciones conservadoras ytradiciones liberales de derecha,y La República que expresando

el libre juego de posicionesprogresistas, apostó por loscandidatos de la oposición:Alan García del APRA y

Alfonso Barrantes deIzquierda Unida .

En un país como el Perúno es dable reducir la política

al solo discurso pues elescenario es más amplio:

la propia familia, el centro detrabajo, el barrio, el club, el

gremio, que ofrecenmecanismos de orientaciónen las decisiones políticas.Hay una relación entre el

quehacer, el rol y la ubicaciónproductiva del individuo.

La situación social acumulada~es la matriz de laopción electoral .

gularidad, ya que en el escenario globalera difícil distinguirlos.

E n un país como el Perú, sin em-bargo, no es dable reducir la po-lítica al discurso, siendo más

amplio el campo de los escenarios don-de se produce la disputa política. Así,en la propia familia, el centro de traba-jo, el barrio, el club, el gremio, se danmecanismos de orientación a la deci-sión política, se respira un estado deánimo con relación a las posiciones.Es allí donde empiezan a gestarse lasopiniones, donde adquieren importanciaciertas manifestaciones que son admi-tidas, mas no fijadas por los medios decomunicación. Allí se perfilan determi-nadas inclinaciones. La pertenencia so-cial y económica a un sector, el tipo detrabajo que se realiza, la participaciónen un gremio con determinada orien-tación, crean las condiciones para queese elector simpatice con cierta alter-nativa. Es decir, se produce cierta rela-ción entre el quehacer, el rol y la ubi-cación productiva del individuo. La si-tuación social acumulada es la base omatriz de la opción electoral.

____________ ensayos / 29

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Fue muy importante en lacoyuntura el papel deldiscurso político de los

candidatos, su intervencióndirecta en proponer programasy debatir con los oponentes.

APRA, luego de evaluarencuestas, decidió que su

candidato no polemizaría

ramos que es dable hablar de una"centralidad comunicativa de la acti-vidad política" que ha redefinido lafunción de la información a través delos medios masivos, es posible a su vezhacer referencia a una espectaculariza-dón de la propia comunicación políti-ca a través de estos. Dadas las potenciali-dades, el nivel de difusión, la credibili-dad y la eficacia de los medios masi-vos, estos cumplen el papel de interme-diarios entre la clase política y la socie-dad civil, entre los partidos de masas yel universo electoral. Los partidos re-curren a los medios de información co-mo canales privilegiados para el contac-to con los electores.2 Este aspecto ex-presa una cierta crisis de representa-ción de las instituciones y mediadorestradicionales de la opinión pública, loque redefine la propia esfera de lo

¡ público.La televisión presenta ante el pú-

blico una permanente actualización delos hechos. Es decir, el presente, laactualidad, la toma directa (aunque enotro sentido se trate de un procesosimulado), es uno de los elementosmás significativos de la televisión, através de la cual se trata de fijar deter-minadas imágenes que buscan capturarlíos usuarios.

Los periódicos tratan de recor-

¡ 2. Grossi, Giorgio. "La comunica-ción política moderna: entre

\fsrtidos de masa y "mass-media".[Articulo publicado originalmente en la

obra a su cuidado, Comunicare Politia,(Franco Angelí Editare, Milán 1983.

dar el proceso general que está en tiem-po presente en la televisión, reforzan-do a través del texto lo que la televisiónha ido presentando y lo que en el esce-nario social va ocurriendo, de acuerdocon el sesgo propio de cada diario.Cada periódico, en el propio juego polí-tico, fue manifestando su mayor gradode adhesión a una alternativa u otra.Fue notoria, por primera vez en la his-toria política y periodística, la presen-cia de dos grandes diarios que juntosllegaban a 500.000 ejemplares y que es-taban dirigidos y eran asimilados porpúblicos de composición diversa. El Co-mercio, que bajo una pretendida "obje-tividad" y seriedad se encontraba vin-culado a posiciones conservadoras y a latradición liberal de derecha; y La Repú-blica, que expresó el libre juego de po-siciones progresistas, de izquierda, conun tiraje semejante al anterior y queapostó por los candidatos de oposición:Alan García (APRA) y Alfonso Ba-rrantes (IU).

A través de la radio se repitióy amplió la difusión de las propuestas,cumpliendo reconocidos locutores el pa-pel de líderes de opinión. Mediantemurales y afiches quedaron plasmadoslos símbolos fijos, las principales consig-nas y la figura de los candidatos, no sólopresindenciales sino de aquellos quepostulaban a senadurías o diputaciones

(dado que existió el voto preferencial),Solo a través de este tipo de propagan-da podían estos últimos expresar su sin-

Por primera vez en lahistoria política peruana fuenotoria la presencia de dosgrandes diarios que juntosalcanzaban una circulación

de medio millón de ejemplares:El Comercio, vinculado,

bajo apariencias de objetividad,con posiciones conservadoras ytradiciones liberales de derecha,y La República que expresando

el libre juego de posicionesprogresistas, apostó por loscandidatos de la oposición:

Alan García del APRA yAlfonso Barrantes de

Izquierda Unida .

En un país como el Perúno es dable reducir la política

al solo discurso pues elescenario es más amplio:

la propia familia, el centro detrábalo, el barrio, el club, el

gremio, que ofrecenmecanismos de orientaciónen las decisiones políticas.Hay una relación entre el

quehacer, el rol y la ubicaciónproductiva del individuo.

La situación social acumulada•es la matriz de laopción electoral .

gularidad, ya que en el escenario globalera difícil distinguirlos.

E n un país como el Perú, sin em-bargo, no es dable reducir la po-lítica al discurso, siendo más

amplio el campo de los escenarios don-de se produce la disputa política. Así,en la propia familia, el centro de traba-jo, el barrio, el club, el gremio, se danmecanismos de orientación a la deci-sión política, se respira un estado deánimo con relación a las posiciones.Es allí donde empiezan a gestarse lasopiniones, donde adquieren importanciaciertas manifestaciones que son admi-tidas, mas no fijadas por los medios decomunicación. Allí se perfilan determi-nadas inclinaciones. La pertenencia so-cial y económica a un sector, el tipo detrabajo que se realiza, la participaciónen un gremio con determinada orien-tación, crean las condiciones para queese elector simpatice con cierta alter-nativa. Es decir, se produce cierta rela-ción entre el quehacer, el rol y la ubi-cación productiva del individuo. La si-tuación social acumulada es la base omatriz de la opción electoral.

, ensayos / 29

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En el '85 estuvo en juegouna propuesta de opción de

cambio ante las frustracionesglobales de la sociedad .

A esto se añaden las característi-cas del candidato. Se trata de aspectossingulares que refuerzan o cuestionanla historia acumulada. No se produce,por tanto, una relación permanente ymecánica entre formas de vida, identi-ficación con un estilo de política ycandidato. Este puede reforzar, ganara un amplio sector distinto o hacerretroceder y generar un proceso in-verso.

En el caso de la coyuntura del '85,lo que estuvo en juego fue la pro-puesta de una opción de cambio

frente a la frustración global. En esemarco, una de las posiciones más dé-biles fue justamente aquella menoscrítica y no identificada con el cambio:la del candidato por el frente Conver-gencia Democrática, Luis Bedoya Reyes(del Partido Popular Cristiano). Suvinculación al gobierno de Belaúnde ya los sectores sociales de mayores re-cursos, lo ubicó en un lejano tercerlugar.

Alfonso Barrantes, de IzquierdaUnida, estaba identificado con el proce-so de participación directa de los sec-tores sociales en sus conquistas frente alEstado, con una serie de mejoras en suscondiciones de vida a través de su laborcomo alcalde de la ciudad de Lima.Esto se dio inicialmente a través de laCampaña del Vaso de Leche, que lo-gró la adhesión de amplios sectorespopulares. Barrantes se mostró expre-samente y fue asimilado como un re-presentante popular. El problema estáen cómo entienden los diversos gruposlo popular. El pueblo lo constituyen,para la mayoría, sólo los sectores conniveles muy bajos de ingreso. La clasemedia en el país no se considera partedel pueblo. Esto es importante conside-

El problema está en cómo losdiversos grupos entienden lo

popular. Para la mayoría,el pueblo está formado porlos sectores de bajos niveles

de ingreso. La clase media enel país no se considera pueblo.Por ello, Alan García diseñóuna campaña de integración:

"Mi compromiso es con todoslos peruanos".

Lima: La Municipalidad

rarlo para entender cómo se ha ido cua-jando la conciencia colectiva. Por ellola presencia de Alan García con unacampaña que buscaba integrar a todoslos sectores bajo su lema central "Micompromiso es con todos los perua-nos", constituyó la consigna propagan-dística más importante del APRAdurante el proceso electoral. En esalínea fijó Alan García la oferta de supartido, tratando de crear en la concien-cia político-social la necesidad de laintegración nacional, retomando la viejapropuesta de la unidad de los diversossectores bajo su programa, frente a undiscurso más polarizado de los otroscandidatos.

Este éxito fue reforzado adicional-mente por los símbolos de identi-ficación y unidad que se difun-

dieron. Los viejos símbolos apristasde oposición fueron remplazados porotros de unidad. La Marsellesa Aprista(canción que identificó al APRA des-de sus inicios) fue sustituida en la cam-paña por una canción criolla. Se utili-zó una paloma que trataba de suavizarla tradición matonesca del partido yse propuso una permanente identifi-cación de los aspectos juveniles, machis-tas, con los elementos melodramáticospresentes en el líder, que era capaz deconjugar en el discurso popular todoslos elementos mencionados.

Sería además pertinente precisarlo que se ha denominado el "voto es-condido" de la izquierda. En las encues-tas previas al proceso, IU aparecíasiempre con un porcentaje menor alde los resultados finales; en cambioel grupo de indecisos tenía un porcen-taje elevado. Al parecer, la tradiciónrepresiva en el campo político y kdesconfianza en las instituciones civiles,sería la explicación de este repunte deIU en un amplio sector.

LAS PRINCIPALES FUERZASEN PUGNA

Las elecciones de 1985 expresaron!la definición de cuatro propues-jtas políticas acuñadas a lo

de la historia:La alternativa aprista, en la

se dan dos componentes relevantes;!uno que refleja la organización y tradijción política del partido, y otro quise encontraba presente en el secique buscaba renovarlo. Alan Garcí|encabezó esta última tendencia,a su vez expresó fidelidad al mensaj^original, inicial del Partido, lograndconsenso en su interior. Estos intento

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de renovación se habían visto frenadospor la dirección del partido y, sobretodo, por el papel castrador de su diri-gente máximo, Víctor Raúl Haya de laTorre. Cuando muere Haya, tienen librecurso estas tendencias, más aún des-pués del fracaso político del partidoen las elecciones de 1980. Alan Gar-cía asumió un rol dirigente y, por lotanto, un rol dirimente encabezando elAPRA en una política de amplitudnacional y conquistando a sectores noapostas en esta propuesta renovadora.

La alternativa de izquierda se ex-presó públicamente a través del caris-ma de Alfonso Barrantes, ex-aprista,líder estudiantil, abogado defensor delos líderes de izquierda en los procesosjudiciales de períodos anteriores y, portanto, con capacidad de negociacióncon todas las tendencias políticas. Laizquierda fragmentada en diferentes par-tidos, programáticamente encontrados ycon líderes con dificultades para reco-nocer similitudes o direcciones colec-tivas, encontró en Barrantes al persona-je unitario que era capaz de resolver

La izquierda fragmentadaen diferentes partidos encontró

en Barrantes al personajeunificador, capaz de resolverparcialmente las disputas .

\e las disputas. Barrantes re-

cogía la tradición política popular delpartido aprista, encarnando la defensade los intereses políticos y sociales,dentro de la nueva mentalidad de losaños '60-'70. Estaba a su vez —como yalo indicamos— identificado con unapolítica en la cual la izquierda ingresópor gestión directa a la organización ydirección del municipio limeño. Estoimplicó responsabilidades gubernamen-tales, manejo de recursos y desarrollode obras, que en los primeros años pro-dujo un balance favorable sobre todo enlos sectores populares. El municipio havenido manteniendo una identificaciónclara con estos sectores, lo que lo alejaelectoralmente de otros, que puedenestar en el nivel de ingreso de las capaspopulares pero cuyas expectativas estánmás relacionadas con el ascenso socialy el arribismo.

Estos últimos sectores menciona-dos han estado identificados con un par-tido surgido en la década de los '50,ante el impase de un Perú que se dividíaentre aprismo y anti-aprismo. Se tra-ta de Acción Popular, liderado porFernando Belaúnde Terry, profesionalliberal, arquitecto y de grandes dotesoratorias. Acción Popular ha sido unaorganización política que nunca ha pre-tendido una precisión de su programapolítico, cuya visión doctrinaria es, porlo tanto, difícil de identificar y vincula-da a los sectores medios. Este partidoganó las elecciones en 1963 y no fuecapaz de cumplir con las promesas elec-torales, entre otras razones porque noimprimió una dirección programática alas medidas del gobierno y en segundolugar porque al lado de sus transaccio-nes, llegó al poder en alianza con laDemocracia Cristiana (DC) y tuvo quesufrir la oposición parlamentaria de par-tidos como el aprista que dominaban elescenario parlamentario. Fernando Be-laúnde en su segundo régimen (1980-1985) encarnaba una cierta reivindica-ción, al haber sido derrocado anterior-mente por las Fuerzas Armadas y pos-tulaba una propuesta social anti-dicta-torial. Este régimen, sin embargo,condujo al país a una de las crisis másprofundas de su historia republicana.

El gobierno de Belaúnde desarrollóuna política económica que fueencargada a consultores y dirigen-

tes vinculados con la Banca Internacio-nal como Manuel Ulloa, Pedro PabloKuzhinsky y Rodríguez Pastor que,bajo el programa de luchar contra lainflación, aplicaron una política ortodo-xa basada en el pago de la deuda y elincremento de los ingresos del Estado.Esto tuvo como consecuencia una ele-vación permanente de los precios.La liberación de la economía generóuna destrucción del aparato producti-vo de la industria, la invasión del merca-do por la producción importada y elproceso inflacionario que llegó para1985 al 200 por ciento de tasa anual.Esta política aunada a la incapacidad derespuesta ante la ofensiva de SenderoLuminoso en el plano político y social,el cual fue enfrentado sólo en el nivelpolicial o militar, fue comprometiendola actividad de respuesta de las FuerzasArmad'as, lo que lesionó la imagen derespeto de los derechos humanos deeste régimen. Belaúnde el año '85 seencontraba profundamente despresti-giado, y más que el propio presidente,su partido. Se le vinculaba con la pre-cipitación de la recesión, el desempleo,

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el incremento inflacionario, la represiónpolítica global y el fracaso de la políti-ca anti-subversiva. Ante esta situaciónque revelaba la incapacidad de controldirecto del dirigente respecto de su par-tido, fueron surgiendo personajes quemanejaban el aparato partidario y quelograron imponer un candidato: el abo-gado liberal Javier Alva Orlandini, se-nador de la República, secretario gene-ral del partido y organizador de lashuestes populistas en décadas prece-dentes. Su participación en el procesoelectoral estuvo marcada por el fracasopolítico. Expresó a su vez la imagen dedivisión en A.P. y de una propuestabasada en el clientelismo político y

El gobierno de Belaúndecompartió el poder con una

fracción escindida de laDemocracia Cristiana (PPC)

liderada por Luis Bedoya querepresentaba la identificación

con sectores empresariales y laderecha. El PPC, un año antes

de las elecciones, mostródiscrepancias con el gobiernoy presentó candidato propio

con apoyo de un sectorconservador separado del

aprísmo. Solo logró un 13 porciento de los votos .

en los aspectos personales de un dirigen-te carente de dotes oratorias, sin tradi-ción de defensa de los intereses políti-cos de las masas. Los resultados fina-les del proceso fueron elocuentes.

E n el período del '80 - '85, el pre-sidente Belaúnde llamó a colabo-rar en el gobierno a una fuerza

política nacida de una escisión de laDemocracia Cristiana en la primeramitad de los años '60, liderada por elDr. Luis Bedoya, abogado, quien re-presentaba la identificación con lossectores empresariales y con la derechapolítica del país. El gobierno de Belaún-de compartió con este partido, durantecuatro años, la dirección política incor-porando algunos ministros del PPCen el seno del gabinete. Faltando unaño para las elecciones, el PPC mani-

festó discrepancias con la conducciónpolítica del gobierno. Estas indicabanla ausencia de un plan de lucha contrala inflación y el mantenimiento de lasempresas estatizadas por el régimenanterior. Bajo estos argumentos, el PPCse separó del gobierno y presentó unapropuesta de Frente para el año 85.Este Frente recibió el apoyo de unsector conservador escindido de lasfilas del Partido Aprista y encabezadoy dirigido por uno de sus líderes tradi-cionales, el Dr. Andrés Townsend quehabía organizado el Movimiento de Ba-ses Hayistas. La alianza se denominóConvergencia Democrática. Este intentofracasó y el 13 por ciento alcanzadoen la elecciones demostró que las dosgrandes fuerzas en el país eran el Parti-do Aprista y la Izquierda Unida.

Las elecciones de 1985 y sus re-sultados abrieron un nuevo espacio ysobre todo muchas esperanzas en lapoblación, pero en un marco de grandeslimitaciones, producto de la crisis eco-nómica internacional y de la propiasituación interna.

En el plano de la participaciónpolítica nacional se reiteran los viciospropios de otros regímenes, por el te-mor a la manifestación social. Lo que

En el plano de la participaciónpolítica nacional se reiteran ¡os

vicios propios de otrosregímenes por temor a lasmanifestaciones sociales .

ocurra en el país, en los próximosaños, dependerá de innumerables facto-res que pasan en gran medida por lacapacidad independiente del pueblo or-ganizado por establecer condiciones a suintervención política. El futuro de lasposiciones políticas se está jugando co-tidianamente y guardará estrecha rela-ción con la fidelidad a las expectativaspopulares.

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MARÍA TERESA QUIROZ, peruana,sociólogo, docente en la Facultad deCiencias de la Comunicación de loUniversidad de Lima. Coordina elCentro de Investigación en Comu-nicación Social (CICOSUL) y espresidenta de la Asociación Peruanade Facultades de Comunicación So-cial (APFACOM).

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