Revista Sapo 03 Cuentos

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    Revisa Sapo

    Chile

    DIRECTOR GENERAL:Marcelo Díaz S.

    EDITOR:

    Karen Chávez.MariCris Borroye.

    DISEÑO:Marcelo Díaz Soo.

    Pancho Hidalgo.

     

    Revisa Sapo en su versión Cuenos, ya esamos en

    la ercera edición...Todos quieren esar presenes con sus cuenos,

    hemos raado de colocar la mayor canidad de

    cuenos en cada publicación, para que nadie quede

    uera.

    Cada día personas de casi odo el mundo nos

    escriben y nos envian sus escrios, no e quedes

    arás y envíanos el uyo ambién.No me queda más que decir gracias por seguirnos

    y por la buena onda que nos ransmien a raves de

    sus corrreos, mil gracias.

    Sigue nuesras oras revisas Sapo, donde

    enconrarás los mejores ips de viaje y culura

    enreenida; ambién Sapo Gourme, la revisa de

    cocina donde desacados amigos Ches , cocineros,

    críicos, Sommeliers y amanes de la buena mesa

    nos compares sus secreos culinarios.

    Mil gracias.

      Marcelo Díaz S.

      Revisa Sapo.

    ¡SAPO CUENTOS TRES!

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    Revisa SapoCOLABORAN EN ESTA EDICIÓN:

    Nacional (Chile).

    MariCris Borroye.

    Carlos Otondo.

    Pato Sáez.

    Susana Beltrán.

    Juan Pablo Cifuentes.

    Susana F. Beltrán Miranda.

    Verónica Torres.

    Gustavo Ried.

    Hernán Jorquera.

    Inernacional.

    Weilong Guan, Beijing, China.

    Cuca Ferrero, Barcelona, España.

    Lucía Bueno, México.

    Omar Billoni, Argentina.Carlos Herdia Vargas,

    Óscar Botero Pérez, Colombia.

    Fernando Bermúdez, México.

    Julian Lopez, Argentina.

    Kallen Vega, Nicaragua.

    Danthe Thenad, Costa Rica.

    J. Andrés H. Rivas S. Venezuela.Amanda R. Pérez Morales, Cuba.

    Contacto

    [email protected]

    [email protected]

    www.issuu.com/revistasapo

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    SAPO CUENTOS 

    05 Carta a un desconocido

    07 Compañeros de Resistencia09 En el borde del mundo

    12 Antídoto

    14 Despertar

    17 Deseo profundo

    18 Me lo hizo Jesús

    22 El Cuidador

    24 Cuando los automóvilesse vuelven submarinos

    26 Promoción

    27 Raíces de amor.

    30 Al final del camino

    31 Camino a la pega

    33 Teseo y el Minotauro

    34 El reflejo de la luna37 Escribiendo

    40 El hada madrina de Saint

    42 Futuro?, no sentimientos

    43 En el Cole

    49 Entre portales, El iniciado

    53 Cenarse a un sommelier

    56 Alter Ego

    57 Los amores imaginarios

    ÍNDICE

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      Podría raar de emular us leras y

    fingir que e escribo iluminada por el mismo

    mar y que la dierencia horaria que nos separa

    me permie observar una luz similar a la queinspiró la escriura de u úlima cara.

    Permíeme que la llame así, cara, pues

    si prescindiésemos del ormao en que

    me ha sido enregado u mensaje, su

    empo, la riqueza de sus giros lingüísicos,

    la omnipresencia de meáoras y las

    descripciones emporales que enriquecenu prosa lírica son dignos del más puro esilo

    episolar. Y hasa me permien soñare,

    senado juno a un venanal iluminado por

    el sol de arde y rasgando el papel con una

    pluma.

    De vez en cuando, el roce de la pluma se

    deiene, la mojas en el inero con cuidado y

    sigues dibujando paisajes salpimenados con

    emociones y recuerdos, y siembras reazosde i mismo, vivencias, mienras raas de

    imaginar las mías.

    Y aquí, en esa ora orilla, reugiada en mi

    casillo urbano con muros de pladur, me

    inunda el sosiego que emanan us palabras.

    Y viajo por esos caminos que has dibujado

    con razos limpios y hasa me permioenrar en una de esas iglesias que habian

    en u epísola. Una iglesia en la que an sólo

    se oye el ruido de mis pasos y un pájaro

    desorienado revoloeando en el inerior de

    su cúpula, buscando una salida.

    CARTA A UN DESCONOCIDO

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    Así me sieno a veces, como ese pájaro,

    uere y rágil a la vez, dos caras de una

    misma moneda que conviven con una ciera

    armonía, en una casi pacada alernancia

    que, a uerza de cosumbre, se me anoja

    apeecible. Como la alernancia enre eldía y la noche que regala momenos de una

    belleza, a veces, punzane.

    Tienes razón, hay algo eerno en los ocasos

    que acaecen juno al agua, es una combinación

    haro poderosa, capaz de someer

    volunades, de provocar evocaciones… Y

    aunque son muchos mis aardeceres reneal mar, mi recuerdo más inenso iene sabor

    a especias y sonido de minaree. Aún puedo

    ver el regio sol aricano precipiándose de

    orma rounda y eímera sobre las aguas de

    un araónico río que desagua en ese mar que

    comparimos.

    Mienras e escribía, la luz rojiza del cielo ha

    dejado paso a un resplandor ímido de color

    azul ras la cordillera. O al menos, así lo recreo

    en mi mene ras haberlo viso cienos, puede

    que miles, de veces.

    No hay luna llena esa noche. Pero poco mecuesa dibujarla para i, para que puedas

    verla ondular sobre esas aguas que inundan

    u alma de pensamienos y de palabras

    hermosas que esimulan mi creaividad. Y,

    por ello, no puedo irme hoy sin anes dare

    las gracias y sin lanzar un deseo náurago y

    clandesino al mar, que quizá llegue hasa ialgún día.

    Por: Cuca Ferrero, Barcelona, España.

    witer.com/CucaFerrero

    www.cucaferrero.wordpress.com

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    Sebasián siempre había sido muy buen observador, se percaaba de cosas que nadie más

    noaba. Era un joven con muchos alenos, pero con un solo vicio. No imporaba la echa, el

    clima, ni la hora del día; sin ala enía que salir a roar diariamene. Muchos dirían que eso no

    puede llamarse vicio, más bien hábio saludable; el problema no era el aco, sino el objeivo.

    La razón de correr diariamene radicaba en desafiar las habilidades ísicas de cieros

    compañeros de acividad.

    Todo había comenzado una arde de verano. El muchacho, como siempre, había salido arealizar su ruina diaria; sin embargo, algo inusual se había cruzado en su camino. Un perro

    callejero había comenzado a correr juno a él. Al principio le pareció simpáico, pero cuando se

    percaó de que la misma siuación se repeía odos los días y con odos los oros corredores,

    comenzó a pensar que quizás aquello no era una simple coincidencia.

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    COMPAÑEROS DE RESISTENCIA

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    Cada día se enconraba con un perro

    dierene y, ese, sin pedirle nada a cambio

    le acompañaba desde el inicio hasa el finalde su paseo. Lo gracioso es que cada vez

    que Sebasián aceleraba el paso, ambién

    lo hacía el perro; si el chico comenzaba a

    correr, el perro le seguía y lo sobrepasa.

    Poco a poco se dio cuena que no era simple

    compañía, sino más bien un desaío. Mienras

    el chico jadeaba por el cansancio, su caninoy resisene compañero parecía no senir

    el peso de la carrera. El animal le miraba y

    se senaba rene a él, ladeaba la cabeza y

    levanaba una oreja. Le daba la sensación de

    que esuviese burlándose: “¿Tan prono e

    has cansado?”.

    Cuando comenaba con el reso de loscorredores, odos reerían la misma

    sensación, pero al mismo iempo les inspiraba

    a seguir corriendo, a no rendirse. Sin duda la

    resisencia de esos animales los hacía dignos

    como rivales. Por esa razón y aunque siempre

    acababan perdiendo, Sebasián y sus oros

    compañeros de depore, salían a correr con laesperanza de que ese día ganarían la carrera

    conra los perros.

      Por: Susana Belrán M.

      Saniago de Chile.

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      “En el borde del mundo, había una

    hermosa ciudad imposible de describir con

    leras y palabras... Era una ierra pura, libre

    de la oscuridad y los surimienos del mundo

    Sahva, cualquier persona vive eliz allí... Ese

    lugar es Shangri-La... ”   Desde el primer día que me converí Budisa,

    escuché hablar sobre ese miserioso lugar,

    durane años, esuve recorriendo grandes

    biblioecas de Shanghai, buscando grandes

    libros que escribieron sobre Shangri-La,

    enre ellos esaba “Los Horizon” de James

    Hilon, que me ascinó más los miserios dellugar. He ido una vez a peregrinar en Luoyang,

    una ciudad sagrada del Budismo, juno con

    algunos amigos, aunque los monjes de la

    ciudad nos raaron como hermanos y me

    cauivaron basane los Budas y pagodas,

    pero el aire de la ciudad esá basane

    conaminado y los habianes de la ciudad

    no son muy simpáicos a los peregrinos, ya

    que ellos se siene superiores por vivir en la

    ciudad.

      Cuando erminé la universidad en Beijing,decidí finalmene expedir Shangri-La, según

    leyendas, aquel lugar se esconde enre las

    heladas e impermeables Himalayas en Tibe.

      Parí con 4 amigos budisas de la

    universidad, aunque nos vesimos como

    esquimales, seguimos mueros de río

    bajo las insoporables ormenas de nieve.Nuesra primera esación ue Lhasa, la

    capial sagrada de Tibe y la “Sana Sede” del

    Budismo, allí esuvimos perdidos enre una

    canidad inconable de peregrinos que no

    saben hablar chino mandarín.

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    EN EL BORDE DEL MUNDO

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      Tibe es una provincia ría, no obsane,

    los ibeanos son una enia cálida y amable,

    como no enconramos un hoel económico,

    una anciana ibeana nos invió a su casa, y nos

    cocinó algunos de los más deliciosos plaos

    ibeanos. A pare de eso, los ibeanosson mucho más fieles al Budismo, la anciana

    ibeana con quien esuvimos 3 días rezaba una

    hora cada amanecer y aardecer y mediaba

    2 horas anes de desayuno y de acosarse, y

    más de la miad de la comida que cocina cada

    vez lo orece a los pasores pobres que viven

    auera de Lhasa.  Al ercer día, nos despedimos

    agradecidamene de la anciana, aunque ella

    no quería que nos uéramos, porque su marido

    ambién había muero en busca de Shangri-La.

     Avanzamos varios días en dirección a Shangri-

    La, indicada por la anciana, algunos ramos

    avanzamos en burro y oros a pie. Cruzamosmonañas y glaciares, pasamos varias aldeas

    y ribus que la mayoría ni siquiera aparecen en

    mapas. Los aldeanos son iguales de amables

    que la anciana que conocimos en Lhasa. En

    una aldea sin nombre, muchas personas no

    ienen ni siquiera una moneda de ¥1 yuan, pero

    los aldeanos igual nos abricaron un collar de

    buena suere para cada uno y nos inviaron a

    alojarse en sus carpas. Al despedirnos de la

    aldea, odos los ojos de la aldea se llenaron de

    lágrimas, los nuesros ambién.

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    En el décimo día, llegamos a unas monañas oalmene inhóspias,erosionadas, cubieras de hielo y nieve, no hay ni siquiera una pluma

    de águila en el suelo, dos de mis amigos se pelearon porque perdieron

    la esperanza, ras 2 horas de discución ellos dos ueron finalmene

    convencidos a seguir el camino, pero aún siguen enojados.

      Seguimos avanzando por una hora, mienras vamos bajando de la

    cordillera, vimos que el valle de abajo es verde, bajamos hasa el ondo

    del valle, esá un bosque de árboles y flores desconocidos y enre lassombras de los árboles hay luces doradas. Mienras aravesamos el

    bosque, odos se pregunan enre sí, que habrá al oro lado?...

      Por fin, llegamos a la ciudad que ano sueña enconrar millones de

    personas, por fin esamos liberados del mundo oscuro de Sahva. Aquí es

    Shangri-La, con sus emplos y Budas de oro, aquí odos somos elices,

    no hay surimienos ni pobreza. Ya perdí la palabra, no sé cómo describir

    ese lugar, pero lo imporane es que ya llegué a la ierra pura que me

    cauivó desde la niñez...

    Por: Weilong Guan.

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      - Le había dicho mil veces que uvieracuidado, porque es peligroso andar sola por

    ahí en el campo, más en las sierras…

    La madre preocupada, le hablaba a su

    hermana en el pasillo del hospial, sollozando

    -No e preocupes, esamos en el mejor

    hospial, la van a curar, acá los docores son

    muy buenos- respondió la ía.Ojalá, ojalá enre lagrimas repeía….

    Después de un largo parénesis en silencio,

    los minuos empezaron a correr más

    lenamene al igual que los médicos, eso

    provocó ciera ranquilidad en ambas,

    suavemene la quieud conquisó el pasillo

    blanco, el rió silencio hospialario, (ahoramás calmas) las obligó a cuchichear, a modo

    de descarga.

    - Juno a sus amigas, esaban jugando

    ranquilamene en el sol de la arde, vos

    sabés lo bueno que es sol. Una de ellas me

    dijo que, sin darse cuena, noaron que sehabía ido. Conociendo a mi hija, con lo curiosa

    que es, seguro que se deslizó sigilosamene

    para que no la percibieran, es que sola no

    la hubiera dejado ir nunca.., nuevamene el

    sollozo aacó a la afligida madre.

    - Tranquila, ranquila, hay que ener e, ycomo e dije anes acá los docores son muy

    buenos.—

    Nuevamene oro lapso de aparene paz, es

    donde pasillo se volvía moleso a la visa,

    con ese color blanco desesperanza. Esa vez

    quiso murmurar algo, pero el agoamieno y

    dolor, la calló. Por solidaridad a su hermanamanuvo el sepulcral silencio por casi una

    hora, hasa que el penerane agudo crujir de

    una puera, volailizó el momeno, dejándose

    ver por derás el docor con rosro serio y a la

    vez esperanzado.

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    ANTÍDOTO

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    Inuyeron algo bueno, las madres no se

    equivocan. El docor corroboró la sensación,

    con el ípico lenguaje lacónico de los

    médicos, “esa reaccionado bien al anídoo”.

    El docor luego de decir eso, no quería

    desaprovechar la oporunidad de alimenar

    su ego y creerse Dios, como buen médico.

    Esiró su lengua bífida, a modo de saludo y

    de paso olaear la emoción de las hermanas,

    esas respondieron por coresía con una

    pequeña esiradia, apenias, para enrocarse

    en un raernal abrazo. El docor se deslizósuavemene sin molesar.

    La pequeña Yarara inernada había sido

    mordida, por un hombre común de las sierras,

    irando a peisón, sabida es su errible

    ponzoña. Al no poder deerminar que clase

    de hombre la mordió, le aplicaron el anídoo

    rivalene que cubre hombre de ciudad,

    pueblo y campo.

    Por: Omar Billoni, Argenina.

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      Al principio e cuesa respirar. Elsilencio es sólo inerrumpido por us

    movimienos. No puedes ver más allá, ni

    senir más allá. Te asfixias y odo es negro,

    raas de luchar y ¿qué pasa?

    Despieras de golpe, sudando y con la mirada

    borrosa; us ojos se fijan en el reloj digial en la

    mesa de noche, como siempre, sólo un par deminuos anes de que suene la alarma. Esás

    solo en u habiación y auera no hay muchos

    sonidos que acompañen a la amósera, y

    el silencio, que no guarda respeo por us

    senidos, no da regua ampoco a ese velo

    que e cubre de repene.

    Enonces e levanas; el peso del cansancioparece más soocane de lo normal. Echas

    un visazo a la cama; pensabas que esabas

    cubiero con las cobijas, pero al verlas

    endidas en el suelo ya no recuerdas si e

    arropase con ellas al ir a dormir. Te sienes

    mareado, y si e mareas prono vomiarás ysi vomias... sí, bueno, sabes bien hacia dónde

    e llevara eso.

    El baño.

    Noas enonces que una luz se cuela

    débilmene por debajo de la puera, pero no

    recuerdas haberla dejado encendida.

    Ya de pie en el oscuro dormiorio das un parde zancadas hacia el cuaro de baño, cuando

    descubres que la puera esá cerrada por

    denro, pero ú vives solo... enonces ¿qué

    haces...?

    Empiezas a orzar la puera, pensando por un

    segundo en ese espanoso sueño donde e

    era imposible respirar. Forcejeas y orcejeascon la deslucida chapa hasa que escuchas un

     “clic” sonar de repene, casi impercepible.

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    DESPERTAR

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    Escuchas, aguardas, nada. De repene e

    sienes ligero, exhauso, mareado, simple.

    Murmuras para us adenros que quizá

    debes esar volviéndoe loco, o quizá bebise

    demasiado la noche anerior, aunque, lo

    recordarías ¿no es ciero...? sin más, ¿quéimpora?

    Empujas la puera del baño y allí odo parece

    normal; us pies sienen el río del suelo al

    pasar de la alombra del cuaro al azulejo

    del baño. Miras de rene el espejo sobre el

    lavamanos y compruebas que u aspeco

    parece imperurbable, y sin embargo,agoado, exhauso. Es pues, que al volvere

    hacia el reloj e das cuena de que la alarma

    aún no ha sonado. “Se habrá descompueso”

    piensas, aunque no le das imporancia. Pero

    hay algo exraño ahí, o quizá, mejor dicho,

    algo amiliar.

    Esás solo en u aparameno, sin nada ni

    nadie que perurbe u sueño, y sin embargo,

    desperase sobresalado, solo... ¿esás solo

    verdad?

    ¿Qué es eso que hay derás de la corina de

    baño?

    Quizá lo sabes, quizá lo ignoras, pero nada

    es capaz de deener a u curiosidad insana y

    esaruda. De un golpe abres la corina, y conun grio de horror das un salo hacia arás,

    esrellándoe de espaldas conra el muro al

    comprobar que un cuerpo yace inmóvil en u

    ina de baño.

    Tu respiración se ahoga por el suso,

    aguardas echo un ovillo juno a la puera, pero

    no vuelves a u habiación porque allá esá

    oscuro; en el baño aún hay luz, y el cuerpo

    en u ina de baño aguarda a que le eches unvisazo.

    Te acercas.

    No es posible ver su rosro, pues una vulgar y

    baraa bolsa negra de plásico ue puesa en

    su cabeza. De prono iemblas, e sacudes,

    ¿cuáno iempo lleva eso ahí? El cuerpo esá

    ieso, se encuenra endido en una posiciónridícula que asemeja la de una marionea

    roa. Te cuesa recuperar la composura,

    pero no sabes cuáno iempo vaya a durar

    esa vez.

     

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    Enonces hay que hacer algo; no puedes

    quedare allí paralizado mirando el cadáver...

    es un cadáver ¿ciero? Jamás has viso uno

    en u vida, excepo en esas vagas ocasiones

    en que pasas juno a un rágico accidene de

    carreera, donde algún inorunado perdióquizás una cia imporane por causa de un

    descuido.

    Piensas, esperas, esperas que algo pase, pero

    es evidene que el cuerpo no va a moverse, el

    cuerpo no va a levanarse. Tu primera idea es

    llamar a urgencias, pero luego piensas “¿y qué

    diré?” Sería absurdo hacer una llamada enplena madrugada para decir: “Hay un cadáver

    en mi casa, parece que omaba un baño”.

    Así que ragas saliva. Echas un úlimo visazo

    a u habiación, oscura, lejana. Ya no e

    pregunas nuevamene por qué la alarma no

    sonó, ni e pregunas ampoco cómo es que

    enrase al baño si la puera esaba rabada.

    Das un suspiro y decides hacerlo, pues ¿qué

    es lo peor que podría pasar? El cuerpo no

    morirá una segunda vez si lo ocas. Con

    ciero esuerzo sacas al hombre de la ina de

    baño, pero es muy pesado para i; inusual y

    sorprendenemene pesado. Tiras con uerza

    hasa que cae uera de la regadera con ungolpe sordo, al río piso del sucio baño en u

    pequeño aparameno en ese viejo edificio.

    Algo e parece inusual, o quizá amiliar.

    Denro de i comienzas a enender.

    Sin más e decides, raas de omar aire

    aunque e cuesa, e cuesa respirar; ragas

    saliva al iempo que un escalorío recorre uespalda desnuda, quias la bolsa de la cabeza

    al cuerpo inere... y enonces e das cuena...

    ese rosro deormado por una mueca de

    error asfixiado, es el uyo.

    Por: Carlos Heredia Vargas.

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      Te miro a lo lejos. Me surge el deseoproundo de poseere; de monarme en i y

    saciar mis ansias; mi deseo, ese dolor callado

    que he llevado durane odo el rayeco.

    Miro uno a uno a los hombres y mujeres que

    sé, ienen el mismo gran anhelo de saciar su

    deseo. Hago conaco visual con un joven

    apueso, me mira fijamene y me hace ungeso apunando con su masculino rosro

    hacia abajo, hacia ese objeo del deseo.

    Le sonrío ansiosa y exasiada y acepo.

    Comienzo a avanzar, sieno el calor de odos

    esos cuerpos que me rosan al pasar. Las

    mujeres me miran con envidia y veo lascivia

    en la mirada de esos machos sudorosos y demal aspeco. Después de pasar con dificulad

    enre odos ellos, siniendo que la disancia

    y el iempo enre el espacio en donde esoy

    de pie y donde espera mi noble y generoso

     joven, se han hecho eernos. Por fin llego asu lado, le sonrío, me sonríe, nos rosamos

    suavemene y…por fin me sieno!

    Por fin he conseguido un asieno en ese bus

    repleo. Ha sido un largo camino, de pie,

    suriendo, pero gracias a ese hombre, de una

    especie que cada vez van quedando menos,

    he conseguido descansar mis pies que, conesos zapaos con acos horrendos que debo

    obligada usar por convenciones ridículas que

    se han impueso, por fin descanso un rao y

    recupero el alieno. Mi noble caballero casi

    exino, ha cumplido mi sueño.

    Por: MariCris Borroye, Chile.

     

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    DESEO PROFUNDO

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    - ¡Te digo mamá que ue Jesús!

    Lloraba Susania de impoencia ane la incredulidad de su madre y de los vecinos que a muy

    empranas horas llegaron a la casa del siniesro para escuchar “las palabras herejes de una

    endemoniada” como decía la Señora Domínguez, una cliene habiual del conesionario y delos rumores diarios exisenes en el barrio Clemenina.

    Todo comenzó ayer en la noche. Era una ría noche de invierno. Nada paricular que llamara

    mi aención, ninguna señal que anicipara la caásroe que se avecinaba sobre mi cora vida.

    Todo permanecía en su misma ruina: Los perros ladraban y peleaban enre ellos mienras

    seguían a la perra del panadero (por ciero no me refiero a su esposa), el Pooe y el Cumpeo

    vendían cocaína enre el pasaje res Oriene y el siee Nore y mi madre, para variar, esaba

    compleamene borracha juno a sus amigas, an esúpidas e inepas como ella.Lo dejaré claro desde un primer momeno: La odio.

    Nunca supe por qué nací. Dicen que ui una persona non graa para odos. Eso decía

    consanemene mi padre cuando me leía un cueno anes de dormir (mi querido padre),

    un narcoraficane asesinado en una riña callejera hace res años. Mi madre siempre me ha

    odiado, más bien, ella se odia a sí misma.

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      ME LO HIZO JESÚS.

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    No es mi culpa que la evolución de Darwin

    no sea más eficaz y acelere mi crecimieno

    inmediaamene. ¿Exisirá algún méodo

    para pasar de los doce a los reina o

    cuarena años?. No quisiera pasar por las

    eapas ormenosas de la adolescencia,basane engo con los “cariños de mi madre”.

    Por ejemplo, el lunes me raa de prosiua

    y quiere que me venda y le raiga dinero

    para comprar más boellas de ron y seguir

    borracha oda la semana. Del mares al

    viernes me insula y amenaza con lo primero

    que encuenra a mano. Enonces, debo correrpara encerrarme en mi habiación.

    ¿Cómo sobrevivo?. No lo sé. ¿A quién

    le impora una desnurida y ojerosa

    muchachia hija de un narcoraficane y de

    una alcohólica?. Pienso que debo ener los

    genes muy malos en mi sangre.

    Una vez en el colegio me dijeron maraca, una

    vez en el colegio mi proesor de maemáica

    me subió la alda y desabrochó mi blusa, una

    vez el inspecor del colegio me encerró en su

    oficina y ocó mis pequeños senos con sus

    groescas manos sucias que olían a cola ría

    mienras su boca raaba de comerse la mía,

    una vez el pasor de una iglesia me compró

    un helado de chocolae, mi sabor avorioaunque odavía no he probado oro sabor,

    con la condición de que en la arde uera a su

    casa a escuchar pasajes de la Biblia que él,

    amablemene, me leería.

    La hisoria de Adán y Eva ue desagradable

    y humillane. No sé en qué momeno dejó de

    leer la Biblia y encendió el elevisor. Sonreía

    maliciosamene al como mi padre cuando

    regresaba con mucho dinero a la casa ras

    una buena vena de sus producos. Enonces,

    de impreviso me vi envuela en un juegobíblico. Adán era el pasor y Eva enía que

    ser yo. Ese era el juego, la dinámica bíblica

    que me esaba enseñando el ungido de Dios.

    Me desnudó con brusquedad como si uviera

    poco iempo o en un esado desesperado y

    lleno de impulsos hormonales. Ahí esaba

    yo, an débil e inocene. Mis pequeños senosparecían dos ciruelas que esaban broando,

    las cosillas sobresalían, mi piel osada

    por la suciedad y unos exraños pelos enre

    mis piernas que impacienaban a ese Adán

    posmoderno.

     

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    Enonces, apareció la serpiene. Ese viejo

    asqueroso, con la piel suela, gordo, (an

    gordo que parecía esar esperando a

    gemelos), omó mi rágil mano izquierda y

    la llevó a su pene. Comenzó a desdoblarsecomo si aquello uera la serpiene habladora

    del Génesis. Su peluda mano se apoderó de

    la mía y la movía rápidamene en su pene.

    Comenzó a gemir. Comencé a llorar, prono

    comí conra mi volunad de esa manzana. Me

    violó, sin conciencia, sin vergüenza, sin ascos,

    me violó y me decía prosiua, sení queme moría, su inmenso cuerpo de roglodia,

    una bola de nieve esaba encima de mi inúil

    exisencia.

    Cuando desperé, “ese dinosaurio” ya no

    esaba y me enconraba en la calle. Todo

    era oscuro, no había luna ni esrellas. A

    duras penas podía caminar. Senía un dolor

    insoporable enre mis piernas. Lloré como

    si uera una mujer en un cuerpo de una niña.

    El Pooe y el Cumpeo me enconraron

    senada al lado de unos maorrales. El Pooecomprendió, (aún en su esado de exremo

    volado), que algo raro ocurría conmigo. Me

    llevó casi a la rasra hasa mi casa. Mi madre,

    (borracha como siempre), no comprendió

    claramene las palabras del Pooe.

    No sé en qué momeno de la madrugada

    mi casa se ransormó en el epicenro delescándalo del barrio. Mi madre me obligó

    a levanarme, a duras penas caminé rumbo

    al comedor, ahí esaban odos los vecinos

    del pasaje e incluso algunos que no son de

    nuesro barrio.

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    Mi madre, llena de rabia prácicamene

    desruyó mis vesimenas. A puna de

    esirones asesinó a mi blusa amarilla con

    un dibujo de Barbie, e hizo lo mismo con mi

    panalón de buzo azul recién comprado hace

    una semana en la ropa americana.- ¡Mírenla! – Bramó - ¡Esa mocosa ue

    violada!.

    Murmullos que crecieron como miles de

    abejas que se acercaban a mis oídos, alguien

    por ahí dijo: “Dios mío”, oro grió “eso es un

    ulraje”, oro sacó una oograía de mi cuerpo

    desnudo y huyó anes de que le quiaran lacámara.

    Yo, la Eva posmoderna, me senía desnuda,

    avergonzada de mi eo cuerpo, avergonzada

    de que no dejaran de mirarme.

    - ¿Quién e hizo eso Susania? – dijo

    Don Pepe, el panadero del barrio.

    Pero no respondí, no enía palabras. ¿Qué iba

    a decir?

    - ¡Conesa mierda! – mi madre me dio

    una cacheada y si no es por Don Pepe que la

    sujea me linchaba ahí mismo.Débilmene, muy asusada dije: ¡Jesús!. Un

    compleo silencio. Mi madre ragó saliva

    anes de pregunarme nuevamene quién me

    había violado.

    - ¡Te digo mamá que ue Jesús!.

    Por suere me desmayé y no supe nada más

    de juegos bíblicos.

    Por: juan pablo Cifuenes, Chile.

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      José hacia años que rabajaba

    de cuidador de esa gran y pequeña

    biblioeca de barrio. Todas las ardes

    anes de cerrar dejaba en perecoorden, a sus viejos y conocidos amigos.

    Las mañanas siguienes media hora

    anes de abrir, revesía lisa de odos sus

    soldados, verificando que esuvieran

    libres de ierra, pulcros, lisos para

    brindar sus servicios a las menes ávidas

    de avenuras, que ienen esos pequeñoscuriosos, los niños.

     

    Ciera mañana noó que uno de sus

    soldados, esaba herido. La herida era

    un pequeño agujero cerca del lomo, eso

    le provocaba una leve pero persisene

    hemorragia de leras, por ese diminuoorificio fluía gran canidad de minúsculas,

    por oruna las mayúsculas no pasaban

    por allí, eso hubiera desangrado al

    pobre soldado, provocándole el vació,

    imaginense un libro con sus hojas en

    blanco, resula peor que el olvido. Lo

    separó un iempo del reso para curarlo,

    sin enconrar remedio alguno.

    EL CUIDADOR

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    Medió que hacer con él, si sacrificarlo en la hoguera o desahuciarlo. Mienras pensaba que

    hacer , decidió reincorporarlo oorgándole una oporunidad, anes que darlo por perdido .

    Eso le implicó agregar un simple hábio mas a su ruina. Previo a abrir al público, enia que

    recoger la pala, la escoba y dirigirse derecho a las monañias de leras desparramadas

    debajo del esane, acumuladas durane la noche. Pacienemene barría sin que se le

    escape ninguna lera, puno o coma, no era ácil barrer sin perder ni un puno o coma. Luegoagacharse, esa pare le molesaba un poco por el nervio ciáico, levanar la palia con el

    monón de leras, abrir el libro, arrojar odo adenro y cerrarlo rápidamene con uerza sin

    que escapase nada, ni un puno siquiera.

    Curiosamene ese libro se volvió el mas popular enre los niños, parece ser que cada día

    orecía una avenura disina, a quien lo leía. José no se caracerizaba por ser un hombre de

    leras, él era un hombre de cuidados, y cuidaba a su ropa. Leyó en varias oporunidades al

    libro herido y no enconraba nada imporane en él.

    Por: Omar Billoni, Argenina.

    EL CUIDADOR

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      El auomóvil de Anabella era el ípico

     “ciy car”, pequeño y económico. No era un

    4x4, no necesiaba uno de esos. Lo único

    que requería era un vehículo que la llevase y

    rajese de casa al rabajo y viceversa.Ella no vivía muy lejos de su lugar de rabajo;

    unos veine o reina minuos en auo,

    dependiendo de la rua y del ráfico. Lo más

    rápido era por la cosa; sin embargo, no era

    recomendable en caso de lluvia, como hoy.

    Los mares, Anabella salía a las ocho de la

    arde, basane oscuro en invierno. Llovía

    desde medio día. En la elevisión habían

    anunciado que era el peor emporal de la

    hisoria. Ya cerca de la hora de salida, el

    vendaval y la lluvia se ornaron aún más

    inensos, por lo que enía claro que debía

    omar el camino de la carreera del inerior.

    Acababa de marcar en el reloj conrol, cuando

    un compañero de rabajo del urno de noche

    le comunica que el paso del inerior se

    enconraba cerrado, debido a un accidenede ránsio. Ella ragó saliva, aún le quedaba

    una opción, que definiivamene era mejor

    que irse por la cosa, pero no era an segura.

    Recienemene habían inaugurado un nuevo

    camino, pensó que sería una buena alernaiva

    Ya en la calle, la inensidad de la lluvia era

    al, que el limpia parabrisas no alcanzaba a

    quiar oda el agua, lo que limiaba basane

    la visibilidad. El vieno arremeía conra su

    auomóvil, el cual se movía de un lado para

    oro de la pisa. Iba a escasos cuarena

    kilómeros por hora.

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    CUANDO LOS AUTOMÓVILESSE VUELVEN SUBMARINOS

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  • 8/15/2019 Revista Sapo 03 Cuentos

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      Señalizó para virar a la izquierda, pero una

    camionea 4x4 se cruzó en su camino; el

    conducor bajó su venana y le comunicó que

    el nuevo camino había surido un derrumbe,

    por su pare, ella le indicó que el camino

    inerior esaba cerrado por un accidene deránsio. Solo quedaba un camino posible. La

    cosa.

    Por la bajada de la colina, el vieno era aún más

    inenso. El pequeño auomóvil de Anabella

    derrapaba cada vez que ésa inenaba

    maniobrar. Su velocidad máxima descendió

    varios kilómeros más. Cuando llegó hasael camino de la playa, ese esaba basane

    despejado. Se sinió aliviada. Su único deseo

    era llegar prono a casa.

    En unos kilómeros se enconró a sí misma

    navegando por la avenida. La inensidad de

    la lluvia, los colecores de aguas apados

    y la subida de la marea, habían converido

    al océano y a la calle en una única masa de

    agua orrenosa. Manenía aceleración

    consane, inenando esquivar, de memoria,

    los cuaniosos evenos del camino. Podía

    percibir cómo el agua circulaba bajo sus pies.

    Encerrada en el hermeismo del vehículo,

    rogaba porque el moor no se deuviese.

    Leno pero seguro, superó el obsáculo

    acuáico. Le quedaba doblar en una calle

    y omar la avenida que la llevaba a sudeparameno.

    Al doblar por la esquina se enconró a

    si misma en un verdadero río. La luz del

    semáoro cambiaba a roja para su dirección,

    pero su “ciy car” floaba, no pudo deenerse.

    Ninguno de los oros auomóviles arrancó,

    hasa que el auo floane de Anabella llegóhasa el oro lado de la calle. Como pudo,

    aceleró para omar el borde de la acera y

    avanzar. Navegó hasa la enrada vehicular

    de su edificio, descendió por las calles del

    esacionamieno hasa su lugar, deuvo el

    moor y se sonrió: ¿Quién necesiaba un

    4x4 cuando enía un auo ciadino que podía

    floar y navegar? Aún así deseo nunca más

    pasar por una siuación similar.

    Por: Susana F. Belrán Miranda, Chile.

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      Ciera arde llegó Naalia Paris al

    cenro comercial Mayorca. Mi ingenua

    esposa supuso que se raaba de una

    promoción. ! wow! exclamé,(exclamé, raro, ¿no?).... Bueno, después

    de la exclamación, dije: ¿Qué venden?.

    Uno de los vigilanes se ocó el bolillo, y

    pensó “ese ipo es raro”.

    Coninué pregunándome ¿Qué

    venderán?

    Naalia (La Paris) se desnudó. Mepreguné, ¿Calzoncillos?... No.

    ¿Condones?... Tampoco.

    Cuando salimos del cenro comercial,

    miré, exrañado, ¡La bolsa! Mi dulce

     “maeria prima”, en medio del arragoso

    ráfico me explicó. - Oscar, ollas de

    aluminio. Ya ranquilo, en el calor delhogar, me dije. “Oscar, ¿guas japen u yu?

    Por: Óscar Boero Pérez, Colombia.

     

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    PROMOCIONES

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  • 8/15/2019 Revista Sapo 03 Cuentos

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    Recosada en la erraza del noveno piso

    se enconraba Elena, el sol alumbraba y

    acariciaba su esbelo cuerpo juvenil, aún no

    se había casado y esperaba hacerlo algún día,

    siempre decía; cuando enga iempo. Tenía

    unas oos diseminadas en su regazo, las

    había enconrado en el close, esas habíancaído al piso mienras buscaba ropa para la

    cena de aniversario de su empresa, la cual

    sería esa noche.

    En su mano sosenía un cigarro y su mirada

    se perdía en las figuras de humo que salían

    de su boca, esas oos la habían incomodado,

    eran oos amiliares, en ellas esaban sumadre, sus hermanas y sus abuelos, había

    perenecido a una amilia muy unida y

    numerosa, siempre esaban junos, en los

    aniversarios, cumpleaños, graduaciones.

    Una de las oos había sido la úlima donde

    celebraron junos el día de la madre, eso le

    hizo recordar aquel día especial donde ue

    la úlima vez que esuvo con su madre, la

    recordaba con su moño omado con una gran

    cina color lila, no usaba maquillaje apenas

    un delicado oque en sus labios, sus manos

    siempre en movimieno cocinando, lavando,planchando y culivando sus rosas que ano

    amaba, recordándola senía en el aire su

    perume floral.

    Incorporándose, dio algunos pasos en la

    erraza, se apoyó en la baranda sumergiendo

    su mirada en el paisaje de grandes orres y

    edificios donde ya vivía casi un año, despuésde graduarse en la universidad había

    emigrado del campo a la ciudad, se había

    consolidado en una imporane empresa

    de seguros donde había escalado una gran

    posición.

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    RAÍCES DE AMOR

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  • 8/15/2019 Revista Sapo 03 Cuentos

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      Ese año lejos de la amilia había pasado rápido, la vorágine

    del rabajo y la ciudad la habían arapado, las llamadas eleónicasse habían disanciado y los viajes a su pueblo naal que en un

    principio eran un reencuenro con sus raíces alimenándola para

    sobrevivir en la gran ciudad, finalmene desaparecieron.

    Bruscamene giró, recordando la cena de esa noche, su empresa

    había elegido el mejor y más exquisio resaurane, enía una hora

    omada en la peluquería y de camino pasaría a buscar el vesido

    que compró en una exclusiva ienda de modas. Caminó hasa supieza y comenzó a vesirse lenamene.

    Mienras se vesía, mediaba en las oos, los recuerdos, la

    imagen de su madre cada vez era más uere, recordaba su ierna

    sonrisa, la complicidad que siempre habían manenido, habían

    sido buenas amigas, muchos recuerdos que la aaban a ella, lazos

    inquebranables de amor y graiud, lazos que había dejado morir

    en un rincón de su agiada vida.

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  • 8/15/2019 Revista Sapo 03 Cuentos

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    Siniendo una gran carga en su corazón comenzó a llorar, cada vez más uere, sollozos

    inundaban su hermoso rosro, lágrimas que por fin salían a la liberad en busca del amor,

    llano que lavaba su olvido y egoísmo, la sacaba de la elaraña donde había perdido su

    idenidad.

    Rápidamene, omó su bolso, cerró la puera de su deparameno, mienras bajaba senía

    que su corazón se iba a salir por su boca, sabía que era lo correco, después de mucho iempoesaba haciendo lo que su corazón le dicaba, una gran sonrisa se dibujó en su rosro mienras

    sacaba su auomóvil del esacionamieno.

    En la carreera, hizo la llamada, llegaría al aardecer, sabía que su madre esaría al borde

    del camino esperándola, con su cina lila anudada en su cabello y su ierna sonrisa, con esos

    brazos ya cansados por el iempo y el rabajo pero aún lo suficienemene ueres, para

    llevarla hacia su pecho con olor a rosas y cubrir su rosro con sus besos de madre. Todo lo

    demás endrá que esperar, se dijo en voz ala, presionando su pié en el acelerador.

     

    Por: Verónica Torres R.

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  • 8/15/2019 Revista Sapo 03 Cuentos

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    No sé que ha pasado, parece que me quedé dormido. No sé para donde voy, ni dónde esoy.

    Miro y rao de ubicarme, pero odo es nuevo. Esoy conundido, la luz me molesa, pero odo

    es cercano y acogedor. Aunque creo que no es como la realidad de anes, no puedo recordar

    bien.Ahora voy viajando sin desino, a un lugar inciero. Miro a los demás pasajeros y ambién son

    dierenes, cada uno de ellos iene su hisoria y un desino, el conducor seguro iene una

    hisoria, la mujer y aquel niño jugando celular, ambién.

    El bus se deiene y sube un hombre. Esá vesido igual que yo, se siena a mi lado y gira su

    rosro mirándome fijamene.

    Tiemblo, se me esremece odo el cuerpo; es un espejo. Soy yo el hombre que ha subido y se

    ha senado juno a mí. Lo quedo mirando y él responde que sí, somos la misma persona. Y medijo que al final del camino comprendería lo que ha sucedido.

     

    Por: Mads.

     

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      AL FINAL DEL CAMINO

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  • 8/15/2019 Revista Sapo 03 Cuentos

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    Era un ípico viernes, como siempre me dirigía

    a ver un cliene en Providencia. Esperaba

    en el paradero la micro que me servía, por

    suere mi desino enía muchas opciones derecorrido, a si que esperé la que venía mas

    desocupada para agarrar asieno y ojalá por

    el lado de la sombra.

    Me subí. Había apenas un par de señoras

    senadas que pelaban de lo lindo a ora

    veerana. El reso esaba a mi enera

    disposición. Feliz me sené, me puselos audíonos y dejé que la música me

    ransporara al igual que las ruedas del

    ransaniago.

    En Sana Rosa se subieron a la micro dos

    minas de mi edad. Les saqué la oo aliro.

    Como siempre pasa en esos casos, una

    era rica y la ora mala. Pasaron la Bip y me

    miraron. Se hablaron algo, la más malia se

    senó en los primeros asienos y la bonia memiró fijo, sonrió y avanzó leno hacia mí.

    Caché que algo quería conmigo. Aunque no

    enía pina de cogoera, igual pensé que me

    quería robar, conarme el cueno del ío o

    pedirme unas monedas. Pero ambién me

    saló el enano y me dije “a esa mina la dejé

    enerma con sólo una mirada”.Me acomodé en mi asieno porque era obvio

    que se senaría a mi lado. Bajé el volumen del

    celular. El corazón me bombeaba pero me

    las di de canchero. Con una sonrisa saqué mi

    maleín para que se pusiera a mi lado.

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    CAMINO A LA PEGA

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  • 8/15/2019 Revista Sapo 03 Cuentos

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      Una vez senada, me saludó con una

    hermosa sonrisa y unos ojos preciosos. Se

    llamaba Carolina. Era incluso más rica de lo

    que pensaba. Inmediaamene me pregunó

    para dónde iba y si me iba a junar con alguien.

    Rara la preguna, pero a esas aluras me dabalo mismo que me colgara, andaba con 4 lucas

    y un celular viejo.

    Pero na que ver, la mina pura buena onda.

    Mienras conversábamos, pensaba en qué

    chiva meerle a mi cliene pa ir el lunes y dónde

    saldríamos en la noche con Carolina. Todo iba

    de película, sus labios eran brillosios, susmanos blanquias…

    Y vino el quiebre. Mirándome con sus

    ojios lindos, sacó de su bolso una revisa,

     “Aalaya”… ue como si desenundara una

    espada. Y con las palabras “Dios e ama”,

    asesinó mi ego que a esas aluras ya esaba

    en las nubes.

    Fue an brual la vuela a la realidad, que decidíhuir de ese rincón de la micro, despidiéndome

    rápidamene de la mina y caminar lo que

    quedaba…..no esaba preparado para ser un

    cordero de Dios.

      Por: Gusavo Ried.

     

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  • 8/15/2019 Revista Sapo 03 Cuentos

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      Teseo se inrodujo en el laberino

    con emor. Con una mano aerraba el ovillo

    que Ariadna le regaló para no exraviarse,

    con la ora la espada regalo de su padre,

    el rey Egeo. Durane horas vagó por los

    inrincados senderos con pasos dubiaivos,

    no conseguía hallar el camino al Minoauro,

    hasa que un resplandor se elevó por enre

    unas paredes adelane y pensó que en esa

    dirección se podía enconrar el enemigo.Corrió con deerminación, ya sin emor, al vez

    con demasiado ímpeu, hasa enconrarse

    rene a rene no con el resplandor, sino

    con una espesa luz que casi le hería los ojos.

    Teseo al ver a aquel monsruo amenazador,

    enorme, de cuernos broncíneos que se

    alzaban al cielo esrellado grió con valor y

    desenvainó su espada. Al mismo iempo el

    Minoauro blandía un hacha monumenal

    en el aire, enonces ambos rugieron al

    unísono y descargaron un golpe uribundo

    de sus armas conra el adversario. Se oyó un

    esallido esridene que marilleó los oídos

    del héroe y la luz que iluminaba la guarida del

    Minoauro se quebró en mil pedazos. Teseo,agoado y desconcerado, suspiró. Frene

    a él sólo quedó el silencio, la oscuridad y el

    marco dorado de un giganesco espejo.

    Por: Hernán Jorquera, Chile.

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    TESEO Y EL MINOTAURO

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      Diciembre había comenzado, el frío era más abundante tenía muchospensamientos esa noche, no sabía cómo concluir con ellos daba vueltas sobre mi

    cama una & otra vez me quedé mirando fijo al techo & no pude más, tenía que salir,

    tenía que respirar aire fresco, mirar a las estrellas & sentirme un poco más vivo.

      Caminé en medio de la noche, de la neblina, concluí en un parque debajo de

    un árbol enorme con un columpio & un lago como espectador, me senté & comencé

    a mecerme mientras me acercaba a las estrellas & me alejaba, pero entre tantos

    altos & bajos me había olvidado de ella, de la más guapa, de la coqueta, de laportadora de mis sueños, de la luna.

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    EL REFLEJO DE LA LUNA

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      En medio de mi éxasis, necesiaba una

    hoja & una pluma, para decirle mis secreos,

    para escribir sobre ella, conarle lo que

    sieno, decirle en un susurro de puno & coma

    que ella me encana & enre ana inspiración

    decidí griarle un soneo, decidí reflejarmecon la luna, decidí verme como el lago dejando

    su reflejo, sin miedos & alumbrando siios,

    soplando amores, recibiendo e quieros,

    saboreando su elicidad, le dije: Le demos

    permiso a nuesros corazones para que se

    conozcan, puede que jueguen al amor y sus

    conexos & mi delirio con la luna concluyó en

    medio de ese parque con un sueño proundo,en medio de la nada, con un árbol con

    columpio, el lago & su reflejo & mi corazón

    quedó grabado sobre la luna, sobre nuesra

    miradas, sobre mis sueños quedo la marca d

    esa noche, la huella de un amor prohibido, qu

    solo sería cuando la noche llegara, me mira

    & dejando odo a la casualidad de un amor d

    unas cuanas horas, un amor de improviso, uamor que se concluye cuando las auroras m

    roben su mirada.

     “la disancia juega con nosoros, dichos

    disancia la que hace suspirar a un hombr

    mienras canas, mienras escucha ú canció

    avoria, mienras quisiera enere rene

    rene & poder robarnos los alienos”.

    Por: Fernando Bermúdez, México.

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    Simplemene, hoy a la mañana, al abrir mis

    ojos y ver los primeros rayos de luz. Sení

    unas insaciables ganas de escribir. Quería

    escribir una hisoria, una que helara lasangre; de un horror Lovecrafiano, pero

    siendo honeso conmigo mismo, sabía que

    mi escasa escriura no podía igualar a al

    maesro lierario. Aún siendo conciene de

    ese hecho, quería hacer mi prueba. Se que

    podía crear algo errorífico, sin caer la vil

    copia de mis ídolos lierarios del horror.Tenía que ser propio, algo que me aemorizara

    ano a mí, como a mis lecores; una hisoria

    al que le quiaría el sueño a más de uno. Las

    ideas no venían para nada, me esorcé y me

    esorcé, pero nada. Mienras admiraba el

    echo, acosado en mi cama, no se me ocurría

    nada más enebroso que un anasma con

    poca gracia. Algo decepcionado, me levané

    a los reina minuos; me lavé la cara y losdienes, como odas las mañanas y me

    preparé el desayuno. Prendí la compuadora,

    con una aza de caé en la ora mano, y al

    mirar la hora, noé que eran las diez de la

    mañana. Abrí de inmediao el Microsof Word

    para escribir cada palabra que se me uera a

    la mene, con cada sorbo de caé. Pensé queeso serviría, pero me equivoqué. Al ver la

    panalla en blanco, mi mene se quedó vacía;

    era como si uera un esúpido chise que me

    hacía a mi mismo.

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      ESCRIBIENDO

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      Pasaron las horas, y para disraerme e

    inspirarme, salí a caminar a una plaza. Cuando

    llegué a ella quedé admirando los árboles y

    las personas que pasaban; los pájaros y aún

    así nada. Era pura ranquilidad y luz, al vez

    necesiaba lo conrario; después de odo, loque quería era escribir horror.

      Siguieron pasando las horas, hasa que

    el sol cayó; al parecer la musa me había

    abandonado ese día. Seguía mirando mi

    compuadora en blanco y nada. Lo único que

    se me ocurrió ue leer un libro que enía hace

    iempo, Carrie, de Sephen King. Si eso nome inspiraba, nada lo haría. Como ya lo enía

    leído, adelané las páginas hasa los capíulos

    que más me gusaban. Los erminé de leer a

    la medianoche. Me sené en el escriorio, vi el

    ordenador en blanco y… nada. Me coloqué los

    auriculares y puse la música al máximo, para

    que me ayude a desconecarme del mundo.

    Seguía admirando el ordenador fijamene,

    con Iron Maiden (una banda de de heavy

    meal) de ondo, nada pasaba, nada pasaba.

     “¡Piensa piensa!” me exigía a mi mismo, y

    nada, pero…

      Un resplandor que salió desde el monior me

    alumbró odo mi rosro y no podía ver más

    nada que una segadora luz blanca. Sení que

    algo me omo por los hombros, unas manos

    finas y huesudas. Quise girarme, pero nouve la valenía, esaba pasmado del miedo;

    no enendía nada. La luz ue disminuyendo

    e imágenes empezaron a broar (las manos

    no me solaban), imágenes de monsruos

    repugnanes, de personas mueras cubieras

    de sangre, que e miraban fijamene con sus

    ojos sin vida. Era como ver el mismo infierno.Una mano violea y con un muy mal olor, de

    alcanarilla, salió desde el monior aplasó

    el escriorio de madera; haciendo ambalear

    la panalla, mienras su cuerpo enero salía y

    me miraba fijamene. Era una criaura violea

    con un olor repulsivo, an inaguanable que

    le vomie encima, y con aspeco horrendo.

    No enía ojos, pero enía res bocas llenas

    de dienes de iburón y odo su cuerpo eran

    puras escamas.

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      El miedo se apoderó de mí, quise

    griar, pero esa criaura me ocó la boca, con

    su mano; y al reirarla, ambién había sacado

    mi boca. Lo único que enía era una capa de

    piel debajo de mi nariz, ue lo más horrible

    que pude senir en ese momeno. Másabominables monsruos salían de esa mierda

    de compuadora. Pude ver anos ojos rojos,

    amarillos, de repil; ver huesos de humanos

    e inclusos alas que parecían de demonios.

    Lo que más recuerdo es que unos de los

    cadáveres que parecía que me observaba,

    erminó con la miad de su cuerpo encima demi eclado, mienras yo esaba perificado,

    presenciando an groesca e inenarrable

    escena.

    Cuaro monsruos se me acercaron,

    sujearon cada exremidad de mi cuerpo

    y empezaron a irar, cuando sení que mis

    endones y huesos empezaron a ceder, sabía

    que iban a ser arrancadas; cerré los ojos.

    Cuando los abrí, enía la cabeza apoyada en

    el eclado y di un brinco que casi me caigo

    de la silla. Empiezo a sacudir la cabeza deorma desesperada y no había nada. Solo la

    compuadora que enía escria un conjuno

    de leras que no ormaban ninguna palabra,

    por haberme dormido encima del eclado.

     El enemigo más errorífico no esá en un libro,

    ni una película, el enemigo más errorífico es

    u mene; pero no la que conoces o conrolas.

    Por : Julian Lopez, Argenina.

     

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    Había una vez un pueblo olvidado llamado

     “Sain”, ese era pequeño y agradable. Tenía

    un ambiene basane peculiar girando a sualrededor. Era muy pacífico, y sus habianes

    esaban acosumbrados al silencio.

    No se escuchan las voces de las personas,

    solo murmullos apenas audibles. Todos

    hacían las cosas de orma mecánica. Parecían

    robos programados para realizar las areas

    a la perección.Una noche de anas bajo el cielo esrellado,

    un hada proveniene del bosque había

    quedado arapada denro del equipaje de un

    viajero.

    La pobre hada viajó incomoda enre las

    cosas del equipaje. Al parecer el viajero

    iba monado en un carruaje. Al senir que

    se deenía suspiro aliviada y se las ingeniópara salir del equipaje. Conena de haberlo

    logrado voló en círculos inineando con

    alegría, solo aquel sonido podía escucharse.

    Se deuvo al ver las miradas de varias

    personas sobre ella, esaban molesas,

    se veía claramene en sus rosros. Bajo la

    cabeza rise volviendo a ininear, pero unasmanos pequeñas la apresaron impidiendo

    que volviese a producir aquel sonido.

    – Shh… No hagas eso. –le susurró un pequeño

    niño abriendo sus manos y dejando salir al

    hada.

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    EL HADA MADRINA DE SAINT

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      A veces los seres humanos creemos

    que enemos nuesro mundo en orden, o

    al menos hacemos creer a oras personas

    que se encuenra en orden , denro de ese

    inenendible universo en el cual uvimos la

    dicha de vivir exisen cosas an exrañas quees posible creer en odo, a muchas personas

    se les ayuda a cumplir su uuro a oros se les

    configura por decirlo así y a oros le crean un

    plan al cual se deben apegar, de lo conrario

    evenos de la vida de la persona no ocurrirán

    o sencillamene no vivirá para verlos , pero

    eso no se raa de uuro, arreglos, ayudaso algo así, no, se raa de senimienos de

    la persona, como se orma u mundo, u

    alrededor, u principio, inermedio, y final!

    De esa orma rabajan las cosas para í,

    para mí, para odos, eso es de recordar,

    depende de lo que sienas, de lo que ames

    de lo que quieras, se generará u mundo, si

    odias u mundo será el mismísimo infierno,

    si e deprimes, siempre e senirás solo y la

    neblina de muere e acompañará por el reso

    de u vida impidiendo que sol de la sociedade llegue, pero si decides adapar u mundo al

    mundo exerior al cual le ienes miedo, odo

    se e hará mas ácil, pero e adviero, jamás

    se e ocurra dejar brechas enre u mundo

    y el mundo exerior, porque si lo haces y no

    colocas la puera, en poco iempo la guardia

    universal, se encargara de enrar allí y dedesruir odo dejando el anasma el cua

    nadie quiere pero que odos ienen por dejar

    esa brecha.

    Por:J. Andrés H. Rivas S. Venezuela.

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    FUTURO?, NO SENTIMIENTOS

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      Te maé re culiao…jaja

    Ya e oca…

    Que e preocupai, si la prueba de mañana

    esá re papa, lo único que ení que cachar queel Samsara es como las vuelas de la vida, el

    ying y el yang. Lo blanco y lo negro, el cielo y

    la ierra, los nazi y los judío… como el juego.

    Si el Call o Duty es filosoía pura…

     

    Dale.. po enra a esa casa, ahí arriba hay oro,

    máalo, máalo…wena , vise.. quién es elpapi del Call o Duty?

    Vise si ese juego es la raja, el Call o Duty

    me lo doy vuela.

    Cacha los crédios, Quién esá arriba del

    score?, jajaj mira, Cuevas, esá úlimo en el

    score jajaj.

    Te acorday como llegó al colegio?...

    Nadie quería junarse con Cuevas, el que secreía la cuea… Era el ípico ricachón echado

    de colegio cuico. Llegó a parar en primero

    medio a esa “aula del saberss”, recuerdo

    cuando llegó a la clase del Mamio con sus

    súper zapaillas que medían el rimo cardiaco

    que se las habían comprado en Nueva York,

    y que se quebraba con su reloj ouch que supapá se lo rajo de Singapur, el reloj enía

    GPS y alímero, ec ec.

    En esos iempos, Cuevas era bien pesado y

    desagradable, más bien no pescábamos a

    ese cuico de mierda.

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    EN EL COLEEl Mejor Compañero

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    Recuerdo cuando sacó su reloj y para puro

    molesarlo le pregunábamos la hora a cada

    rao. Oye Cuevas Qué hora es?, oye cuevas

    Qué hora es? Y así a cada diez minuos. Aliempo como cachaba que no lo pescábamos

    y el bulling era lo máximo, llegaba con los

    chocolaes que le raía su viejo de los viajes

    y se los comíamos odos. Jajaa, hasa una vez

    nos invió a su fiesa de 15, y quedó la cagá.

    Esaban los cuicos de su ex colegio, el Sain

    Royal School o… no sé que huea.. y nosoros

    de aquí, los del “Aula del sabersss” como

    decía..,. En la fiesa, quedó la paáa combos

    iban y combos venían, jaja, ahí supimos que

    al cuico de Cuevas le decían Lucky, por que

    lucky es suere en inglés, y cuea es suere en

    chileno jajaja.

     

    En la pelea, Cuevas no sabía que hacer, esaba

    en el medio, no sabía si quedarse con susex compañeros o con nosoros, después de

    odo, enia que soporar el bulling y hacerse

    amigo del curso.

    Después de la pelea, aló como un mes a

    clases, nadie pregunaba por él, hasa que

    el direcor del colegio llamó a sus papás,

    nosoros pensamos que no iba venir más al

    cole, pero en realidad, Cuevas era la úlima

    cosa que en un rao de ocio que me podría

    llegar a recordar. Jaja como ahora.

     

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    Un día mares en plena prueba con el

     “Machucao”, enra el “Dire”, nos paramos y

    nos dijo que diéramos vuela la prueba y que

    nos senáramos, lo recuerdo paene…

     “Jóvenes.., con su voz de locuor de bingo,

     “su compañero Benjamín Cuevas, ha enido

    unos problemas amiliares y hoy se reinegraal curso, espero que nadie, me escucharon

    bien.., nadie lo molese, enendido… “. Hasa

    ese día, recién supe que Cuevas se llamaba

    Benjamín. Luego lo ue a buscar a la puera

    y se senó en su asieno. Jorquera ainó a

    darle la bienvenida colocando un chicle en el

    asieno y el muy esúpido quedó con el chicle

    pegado en el culo. Jajaja.

    Al iempo se supo por qué el Cuevas, había

    alado, en el cole, odo se sabe, y creo

    que ahí ue cuando muchos senimos los

    primeros indicios de maduración o madurez,

    no sé como se dice.., la hueá es que senimos

    lásima por el pobre Cuevas, sí senimos

    lásima por el pobre Benjamín Cuevas,

    incluso nos conmovió ano lo que le pasó, que

    hicimos un aco de buenos compañeros que

    somos. Con la plaa del curso le regalamosun gao para que lo acompañara en ese diícil

    momeno. Bueno…no lo compré, dije que lo

    compré, pero en realidad me lo regaló la vieja

    del almacén, así con la plaa me compré el

    Call o Duty, jajaj.

    Bueno, lo que pasó, ue que su papá en

    realidad no era un gran empresario, sino más

    bien era un narco mafioso y el pobre Cuevas

    nunca lo supo, ni su amilia lo sospechaba.

    El viejo cayó en la cana, y le quiaron odo, la

    vieja uvo que aperrar con odo.

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    De casa cuica a casa de barrio, de ener 3

    nanas, a ener él que lavarse los calzoncillos

    cagaos, hasa parece que le quiaron hasa

    su reloj ouch con alímero y GPS. Quedó

    más pobre que una raa.

    Después de eso, odos le uvimos lásima,hasa yo, le convidaba de mi pan con paé.

    Desde aquél momeno, la cueva de Cuevas

    erminó, y empezó a salirle odo, pero odo

    mal.

    Se le quemó la casa, al iempo aropellarona su gao y murió, se quebró una paa en

    la clase del Mamio, y uvo que andar con

    mulea, hasa se calló en la escalera, se sacó

    la mierda jajaja; se quemó el chaleco con

    químicos en la clase de química; se sacaba

    puros rojos, esudiaba y esudiaba y salvaba

    a puros cuaros y unos, era el único del

    curso que lo pillaban con los orpedos que

    se vendían en el mercado negro,…para qué

    decir nombres…

    Esuvo a puno de repeir, si no uera por…

    vos cachay, vino su vieja a chupársela pa que

    lo dejaran pasar.

    Cuevas andaba con mala cuea, y los que se junaban con él, ambién les pasaban cosas,

    incluso un día después de clases, al Chino

    Marínez, a Guaón cara de chancho Ulloa,

    a el cabezón González, al Tili y a Cuevas

    los asalaron una manga de flaies en el

    paradero, les robaron las billeeras y odos

    culparon al mala cuea de Cuevas. Después

    de eso, nadie lo volvió a pescarlo más, es que

    odo era mala suere.

    Se compraba un compleo en kiosko y le salíaun pelo en la mayonesa, que asco ue.. era un

    pendejo esoy seguro…

    Empezamos a ir a fiesas y ya casi odos

    enían pololas y solo alaba él, el momeno

    que le pidió pololeo a la Fran, ella le conesó

    que era lela, que le gusaban las mujeres,

    hasa para eso enía mala suere. Hueón,nadie sabía que la Fran era lesbi…

    En misa, odos hacían la fila para omar la

    osia, y cuando llegaba él, juso se acababan

    las osias ío.

     

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    Los lápices en las pruebas no le uncionaban;

    siempre lo cagaba un pájaro en los recreos,

    siempre lo salpicaban meao en los baños. A

    propósio de baños, jaja recuerdo cuando una

    vez esábamos jugando ubol y como nadie

    lo elegía para esar en el equipo, porque síesaba en u equipo, era clásico que perdían

    por goleada, siempre quedaba en la banca,

    incluso los capianes de equipos lo regalaban

    y nadie lo acepaba.

    Esa vez el proe como sabía que nadie lo

    quería, de la nada hizo una ria y el queganaba, se ganaba una promo del kiosko, y

    por suere, por primera vez, su número ganó..,

    el creyó que ganó, pero odo era porque el

    proe le daba lásima que el mala cuea de

    Cuevas quedara siempre en la banca y nadie

    lo elegía. El proe sacó una luca para que se

    largara a comprar la promo del kiosko, el

    clásico compleo y una bebida.

    No había esado an eliz, se le olvidó que no

    lo elegían y parió a comprarse el compleo,

     jajaj y ue ahí cuando le salió un pendejo en la

    mayo jajajaj, luego de eso esuvo como dos

    horas con diarrea y griando que le lleven

    conor en el baño. Jajaja. 

    En ese iempo esaba de moda una canción

    de Du Punk, se llamaba Ge Lucky, algo así

    como ener suere, creo.., siempre he sido

    pésimo para el inglés, y le arareábamos la

    canción…ararara rara,

    ararara rara,

    ara rara bad lucky y así ue apodado el “Bad

    Lucky”.

     

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  • 8/15/2019 Revista Sapo 03 Cuentos

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    Esábamos en recreo, a puno de enrar a

    la prueba del Pillo, era coeficiene dos, y el

     “Bad Lucky”, me pidió un pedazo de hoja de

    cuaderno para hacer su orpedo, y le dije que

    no, porque mi mamá me enía enumerada

    las hojas del cuaderno jajaja, y Cuevas ue

    al basurero y sacó un papelio, lo miré y ledije que era muy grande que el Pillo lo iba a

    cachar. Enramos a la prueba, y el ráfico de

    orpedos en medio de la prueba era de emer,

    si e pillaba el Pillo copiando, ya era un uno

    coeficiene dos, pero como era el Pillo, el

    riesgo era poco, prácicamene nulo así que

    había que arriesgarse no ma!El orpedo de Cuevas era el único que enía

    oda la maeria, se esmeró y escribió odo,

    pero odo en el pedazo de papel. El orpedo

    paseó por odo el curso hasa que llegó a mis

    manos.

    Terminamos la prueba y le dije: nos salvase

    Cuea… buen orpedo hicise, por fin algo

    bueno que hagay pa ´la humanidad, le

    enregué el orpedo y me ui.

    Después de la prueba del Pillo, Benjamín

    Cuevas se convirió en el Mejor Compañero,su orpedo esaba escrio nada menos que

    en el reverso del boleo ganador del Loo. Y

    Así cuevas volvió a ser millonario.

    Pua el hueón con cuea, me ganase!!!

    Vamos por la revancha…

    Oro…pua el hueón nerd, deja el cuaderno,si ya e dije que la prueba esá papa, hueón el

    Samsara es como la vida de Cuevas, ácil.

    Por: Marcelo Díaz , Chile.

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  • 8/15/2019 Revista Sapo 03 Cuentos

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      Puedo recordarlo muy bien, miércoles

    23 de junio de 2008, 8:34 pm, odo allí uvo

    inicio pero sobre odo, mi vida, claro no

    digo que los demás programas no seanimporanes, no, sino que nadie puede conocer

    mejor a uno que uno mismo, esa noche odo

    había ocurrido, un milagro! Dicen por allí, esa

    noche nuesra gran arjea ue inserada

    en la elecricidad dándonos vida, vida que

    pocos apreciaron y por eso se dañaron, yo

    soy, uno de los pocos que, con esuerzo,baalla y sobrecarga pude sobrevivir a la

    empesad que nos sobrevino. Esa noche

    nos habían conecado al sisema. Esábamos

    vivos, podíamos auoconrolarnos. Fue

    increíble, hermoso, el pasillo, las pueras, el

    piso, odo parecía de sueños, era algo nuevo

    ane nuesros ojos, y sobre odo Anón

    la miseriosa voz que enía poder sobre

    nosoros, parece que hubiese sido ayer, elpasillo se dividía en varias pueras, pueras

    que llevaban a desinos dierenes, odos

    muy lejos, pero, cerca a nuesra visa.

    Yo soy silver 1.5, el programa de recolección

    de recuerdos de un sisema, un sisema que

    se volvió conra sí mismo desruyendo a quiense le aravesara y sobre odo, a él mismo,

    hoy solo queda mis propios recuerdos que,

    viven aormenándome, pero engo la firme

    convicción que prono desaparecerán.

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    ENTRE PORTALESCapíulo 1, El Iniciado

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      Encendiendo, espere por avor… 0%,

    15%, 20%, 30%, 45%, 60%, 75%, 90%, 95%,

    99%, 100%, Iniciando…,

    Recopilando inormación inicial,

    Habiliando sisema de navegación,

    Generando cuadrillas,Acivando ineligencia,

    Enlazando sisemas menores,

    Daos y ases erminadas, sisema acivo al

    100%, Anón le da la bienvenida,

    Señores, ese niño encendió, siiiiiii!!!!

    (Aplausos)

    Felicidades Richar, ahora Anón 1.7 esá lisopara ser usado!,

    Correco docor, el sisema esá liso para

    usarse cuando disponga.

    Magnífico! Enonces le daremos uso ahora

    mismo,

    Jejeje docor vio la hora?, es la 1 am, por que

    no dormimos y mañana lo usamos?

    Si, ienes razón, bueno enonces a descansar,

    desde luego docor que descanse,

    Igual y Richar elicidades,

    Jejejee gracias docor, bueno Anón mañana

    nos vemos, prepárae,

    Sittttt……. (Puera de la habiación).

    Sisema respondiendo,

    No hay humano cerca, habiliando ineraccióncon sisemas inernos……,

    Prono, silver reinicia, rápido Anón hablara

     jejejee ya llegamos esamos con Anón y nos

    quiere a odos en el pasillo,

    Ya, ya enendí sopore, vamos.

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      Hola, soy Anón el sisema

    arificial con mayor porcenaje en la

    máquina por ser el que siempre verán

    los humanos, espero que nos llevemos

    bien, poco a poco mienras nos vayan

    dando uso nos conoceremos mejor,Eh, engo una preguna Anón, ¿Eres

    arificialmene humano como nosoros

    o solo eres esencia ranserible?

    Sí, soy arificialmene humano así que

    no se preocupen, soy igual a usedes, Sr.

    Silver

    ¿Cómo supo mi nombre?Tengo que saber los nombres de mi

    escuadrón anivirus ¿No? De lo conrario

    sería un mal líder

    Bien, bien. Sin más nada que decir, ésos

    son los primeros parámeros, las pueras

    se cerrarán 5 minuos después que se

    haga escuchar la alarma, así eviaremos

    ineficiencias en el sisema, si iene que

    conecarse al sisema deben avisar para

    dar la orden y auorizar los porales, de

    eso esará a cargo el escuadrón anivirus

    a cargo del Sr. Silver ¿De acuerdo?

     

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  • 8/15/2019 Revista Sapo 03 Cuentos

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      -Sí, señor,

    -Bien prono se les darán a odos sus

    respecivas unciones. Ahora odos a

    rabajar, esá prohibido invernar,

    -(Voz asisene) las pueras se cerrarán en

    5:59:42 y conando,

    -Vamos Silver, o nos quedaremos auera,

    -Ya voy sopore, ya voy… ¿vise lo exraño

    que acuó Anón?,

    -¿Cómo así?

    -La manera como nos dio los parones, escomo si el no los pudiera hacer, y él es el

    adminisrador, parece que vino deecuoso,

    -Va, no creo eso, más bien pienso que

    ú necesias acualización de ano que

    desruyes virus,

    -Jejejee ¿eso crees?, bueno ya veremos,

    (Visos)-Ya ves Anón, creo que e han descubiero,

    -¡Cállae! Asisene, nadie lo han hecho,

    ni lo harán, solo ocúpae de que mis

    sisemas se manengan en uncionamieno

    correcamene y vigílalos.

    -Sí señor.

    Nadie podrá sacarme de acá, y me aseguraré

    de eso.

    Bueno yo sé que debemos rabajar, no, no aún

    no somos clones doados con ineligencia real

    hechos por ellos mismos, somos invencibles

    a pesar de que esamos en una caja de meal,

    Jejeje ¿Meal? ¿Así le dices a u hogar?

    Sopore e diré algo, si algún día sales de acá

    será a rabajar en un saélie o algo así, crees

    que e dejarán así vagando por allí? No para

    nada, créeme será asíSí, sí señor experiencia, pero mienras vamos

    darle la vuela a nuesro nuevo hogar,

    Ok, bien, vamos.

    De ese día solo puedo recordar eso, “al

    parecer lo que sucedió después no ue de

    mayor imporancia para mi” 

    Por: José Andrés Rivas Sequera. (Conde

    Casell), Venezuela.

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    Y, pues si, no esoy demasiado segura de

    porque me gusa.

    De hecho varias veces he pensado que no me

    cae bien.

    Y oras muchas he decidido no verle más.

    Pero al final aparece, con esa sonrisa y sus

    ojos verdes.

    Debe de ser el único señor, en esa ciudad, quesin imporar lo exremo de las condiciones

    climáicas, usa siempre raje con corbaa

    pereca.

    Observándome, descubro que me arae

    muchísimo un hombre bien vesido: con ropa

    fina, zapaos impecables, pore, rasurado

    al ras, oliendo a loción. Ahí ya llevan 8 de 10punos conmigo.

    Si además le gira la piedra y iene buenos

    modales….puede enrar al Caálogo

    primavera verano, a coizar, ja.

    Ese, además, iene un esilo amigable, mi

     jee dice que parece noario aniguo, pero

    no creo. Solo que es demasiado ormal.

    Finalmene es ingeniero.

    Un día plaicando, dijo que le gusaba mucho

    el rock, no es posible: no parece.

    Nos conocimos por nuesro oficio.

    La primera vez que esuvimos junos,

    habíamos bebido, ¡ por horas!

    Era la inauguración de una ienda de vinos. Ycon los demás del gremio, nos regodeamos,

    en las generosas dosis de buenísimos caldos,

    que el anfirión quiso darnos a probar.

    Conocedores del mundo de los vinos

    alardeamos sobre las uvas, y las bodegas

    y las cosechas. Y a cual más había asisido

    a la caa más exóica he imporane, cadaquien presumió sus eiqueas que se había

    bebido, acompañando ese u oro plao, en el

    grandilocuene resaurane o en algún paraje

    idílico en la Toscana.

    Así, nos dieron las 10 y las 11.

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    CENARSE UN SOMMELIER

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    Y… la magia de la mirada y el impulso casi

    elécrico de la aracción, seguramene

    generada por un Cupido muy diverido, hizo

    eeco. Cuando salimos, los dos sabíamos

    que erminaríamos el día empiernados.

    Todavía hoy me regaño cuando me acuerdo.Evidenemene, éramos muy obvios.

    En ese momeno yo vivía en una casia, al

    ondo del jardín de una amiga.

    Al poco iempo llegó él. Enramos a

    escondidas a mis aposenos, como niños.

    Auera llovía, mucho.

      Nos abrazamos. Con mucha uerza,disimulando ese emblor del nervio.

     Con el corazón laiendo a mil.

    Nos habíamos viso varias veces, en diversas

    ocasiones. Habíamos comparido el pan y

    la sal, planeado cenas, fiesas y hechos los

    más diversos ejercicios gasronómicos. Pero

    ue muy raro senirnos an cerca, enrar en

    la inimidad del oro, esa zona reservada

    solamene a nuesra gene amada de mucha

    confianza. Felices de esar lejos de cualquier mirada.

     Prendimos velas, pusimos música, creamos

    magia, nos besamos, una y dos y res.

    Tirados en la cama. Nos coqueeamos

    quiándonos la ropa uno al oro. Con una muy

    exraña conversación, nunca dejamos de

    hablar de vinos, proyecos, negocios. Nadasobre nosoros.

    Hasa que me pregunó: ¿Por qué e guso?

    Mmm.

     

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    -No sé, no sé si quiera, si yo e guso a í.

    Y claro, con ese ípico pragmaismo que lo caraceriza (recuerden que es ingeniero)

    -Es muy ácil, si no me gusaras, no esaría aquí.

    ¡Ah, vaya! No podrías al menos en esa ocasión decir algo más sexy, cauivador?

    Despacio, conociendo cada pare, viéndonos a los ojos, ocando, besando, descubriendo,

    con mucho cuidado. Casi como algo religioso, muy serios. Seguro llevábamos mucho iempo

    deseándonos.

    Noche de lluvia, de besos, de enrega. Noche de excesos, de ocar u piel y reflejarme en í.Desnudos y exraños. Cómplices de algo más.

    Por fin amanes.

    Por: Lucia Bueno, México.

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  • 8/15/2019 Revista Sapo 03 Cuentos

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      Era mujer. Creía saber que era una mujer. Tal vez erahumana y podría ser que uera pare de la sociedad. En odo

    caso, era produco del vómio. Engendrada en plena resaca.

    Era mujer. Ella lo sabía y así se comporaba: eminisa. Sin

    embargo, un día enró por la puera de un quiróano y su aler

    ego desperó meses después mienras ella proesaba. Él se

    raó de rascar los huevos y no esaban.

    Por: Danhe Thenad, Cosa Rica. 

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      ALTER EGO

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      Tu llegada. Mi desconocimieno. Tu aceno rancés. Mi aceno español. Conocernos. La

    casa de mi esposo. Tus maleas en su alcoba. Los saludos a su madre. La cena odos junos.

    Los paseos en las ardes. Tu amor por mi ciudad. Mi desprecio por la uya. Tus problemas

    pasionales. Mi eliz marimonio. Los brindis por la vida. Las risas que vienen cuando dos

    personas se golpean la rene. La confianza. Los bailes en la noche. Las burbujas en la

    playa. Los mensajes de u amada. Los besos de mi esposo. Nuesras salidas soliarias. Las

    copas rene al mar. Conarnos las penas. Tus manos apoyándome. Mis ojos consolándoe.

    La riseza. La inimidad. La madrugada ardiene. Tu sonrisa orgullosa. Y la mía an cínica.

    Tus manos en mi cabello. Mi nuca empapada. El mar apacible. Mi corazón laiendo. Tus

    mejillas rojas. Los besos. La calle oscura. Tus labios carnosos. Mi alieno caliene. Tus

    auajes mordidos. Mi alda corrida. Tu lengua en mi rosro. Mi nariz en u pecho. Tus manos

    esrechándome. Mi cuerpo dejándose aprear. Tus susurros con aceno. Tu erre rancesa.Mis bragas mojadas. El humo de us abacos. Mi respiración con olor a nicoina. El sonido de

    los árboles. El caminar de los insecos. El deseo. La casa de mi esposo.

    LOS AMORES IMAGINARIOS

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  • 8/15/2019 Revista Sapo 03 Cuentos

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      La alcoba vacía. Los sueños de él y su

    madre en la habiación conigua. Tu caminar

    silencioso. La cama y nosoros. Tu cuerpo

    sobre el mío. Mi cuerpo sobre el uyo. Mi

    blusa en us manos. Tu boca enre las mías.

    Tu sexo hirviene. Mis manos en u sexo. Tusdedos en mi vagina. Mis suspiros ahogados.

    Tus pulgares levanados. Las ganas de gemir.

    Los sueños en la ora alcoba. Lo prohibido en

    mi cabeza. Tus caricias rebeldes. Mis palabras

    de amor. Tus miradas inenado saber lo que

    pienso. Mis miradas escondiendo lo que

    sieno por i. Tu mano que sale de mis bragasmojadas. Mi boca que desciende hasa

    lamer odo u sexo. Tus manos halándome el

    cabello. Mi cabeza deseando ser arrancada.

    Tu cinura queriendo acercarse. Mis piernas

    inviándoe a enrar. Mi remordimieno y u

    culpa. Tus besos y el olvido. El amor. Tu cuerpo

    moviéndose. Mis caderas que se ensanchan.

    Tus manos en mi cuello. Mis manos en u

    cara. El sonido de la cama. El silencio de los

    sueños. Mis susurros eróicos. Tu virilidad

    exrema. Mi úlimo movimieno. Tu semen

    que quema. Mi clíoris ardiendo. El jadeodel cansancio. Los abrazos ranspirados.

    Mi parida de la alcoba. Tu cama semivacía.

    Mi almohada enre mi esposo y su madre.

    Tus pocos deseos de dormir. El amanecer.

    El desayuno odos junos. Nuesras salidas

    inocenes. La lluvia en la ciudad. Mis cabellos

    empapados. Tus manos secándome. Mi bocabesándolas. Tu cuerpo mojado. La lluvia

    y nosoros. Tu amor por la lluvia. Mi amor

    por us ojos. Tus rases bonias. Mis ideas

    proundas. Los besos de nuevo. Los días que

    pasan. Las maleas preparadas. El úlimo

    desayuno.

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  • 8/15/2019 Revista Sapo 03 Cuentos

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      Tu parida a las cuaro. Mi fingida

    indierencia. Tu marcada nosalgia. El camino

    al aeropuero. La despedida con mi esposo.

    La despedida con su madre. La despedida

    conmigo. Las despedidas ormales. La

    ala de inimidad. El avión que despega.Mis pies que aerrizan. El coninuar con u

    vida. El coninuar con la mía. Los acuerdos

    omados. El remordimieno. Mi esposo y su

    amor. El amor por mi esposo. Tus mensajes

    coninuos. Mi pasión por i. La moral. Tus

    caras respeuosas. Las mías insinuanes.

    Tus pregunas coninuas de cómo va mivida. Mis deseos rusrados de decire que

    regreses. Tus respuesas en leargo. Mis

    respuesas orgullosas. La desesperación.

    El paso de mis días. El paso de los uyos. El

    iempo que pasa. Las horas de dierencia.

    La juvenud de ambos. La vida sin brindis. La

    ranquilidad aparene. La ilusión solapada.

    La exensión de los meses. La resignación.

    Un día desperar. Un día desperare. Un día

    desperarnos. Un día e pienso. Un día me

    piensas. Un día pensamos. Ambos inclusive.

    A cada lado del mundo. Sin saber por qué.Sin saber qué recordar. Anhelando los dos

    volver a senir lo que un día nos consumió. Y

    enonces yo, melancólica hago el amor con mi

    esposo, repiiendo en mi cabeza u nombre.

    Y enonces ú, con u esposa, haces el amor

    repiiendo el mío. Y ambos nos besamos

    y exploamos de placer, siniendo aquelloque sólo provocan los amores urivos. Los

    amores imaginarios.

    Por: Amanda R. Pérez Morales, Cuba.

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  • 8/15/2019 Revista Sapo 03 Cuentos

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    UNA VEZ ARRANQUÉ LEJOS Y PUDE SALIR DE ESTE CUERPO. VOLÉ A MUCHAS

    DISTANCIAS DE DONDE ESTABA, HABÍA FUEGO POR TODAS PARTES, LOS COLORES

    SE OPACABAN; ESTABA ARRANCANDO DE UNA REALIDAD UNA VEZ MÁS. SÍ, UNA VEZ

    MÁS. Y LLEGUÉ A UN LUGAR DONDE NUNCA PODRÍAN IMAGINAR: ERA UN TIEMPO

    INFINITO.

    EL ÚLTIMO ÁRBOL

    60

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