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Más allá de la órbita terrestre Edición a cargo de Elena Duque

Val Del Omar/Más Allá de La Órbita Terrestre

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VAL DEL OMAR. Ms all de la rbita terrestreMs all de la rbita terrestreEdicin a cargo de Elena DuqueJosValdelOmar(Granada1904-Madrid1982)eselmayor autor de cine experimental de Espaa y uno de los tecnlogos mundialespioneroenproyectosypatentesaudiovisuales: desdeelobjetivodengulovariable(actualzoom)delao 1928,pasandoporelbi-standard,elsonidodiafnico,el desbordamientoapanormicodelaimagenylatactil-visin, hasta los ensayos con vdeo, lser y tcnicas multimedia en su laboratorio PLAT en los 70 y primeros 80.PerofundamentalmenteValdelOmaresconocidoporsus obras cinematogrcas, tanto los documentales rodados en los aos30paralasMisionesPedaggicasdelaRepblicacomo susobrasmaestras,Aguaespejogranadino(Lagransiguiriya) (1953-55),FuegoenCastilla(1958-60)yAcariogalaico(De barro) (1961,1981,1995) agrupadas en la gran sinfona audiovisual Trptico elemental de Espaa.En sus ltimos aos, Val del Omar investig y experiment con lastcnicasmsavanzadasdelmomento,dejandounaserie de obras expandidas o inacabadas que varios artistas e inves-tigadores estn reconstruyendo en la actualidad, conformando una autntica Escuela Val del Omar cada vez ms abundante y rigurosa. A esta ltima etapa, ms all del cine, corresponden tambinlospoemasycollagesquesuscitancrecienteinters entre las nuevas generaciones.Val del Omarplus ultra Val del Omar ha estado siempre buscando viajes de descubrimiento, ms all de las tierras rmes de lo ya consolidado y explorado. En 1956, en el Festival Cine-matogrco de Berln, el estupor y la fascinacin que provoc la proyeccin de Aguaespejo granadino, con el estrenodesusonidodiafnico,levaliladenomina-cin de ser el Schnberg de la cmara. Poco despus, en1961,elFestivaldeCannespremilosdescubri-mientostcnicosdelaTactilVisindeFuegoenCas-tilla. Pero acaso ms importantes que estos derroteros externos fueron los viajes que, treinta aos antes, el jo-ven Val del Omar realiz a la Espaa profunda con las Misiones Pedaggicas de la Repblica. All, junto con otrosmuchosmisioneroslaicoscomoLuisCernuda, Mara Zambrano, Rafael Dieste, Ramn Gaya, Val del Omarenseporprimeravezelcine,losdiscos,las bibliotecas, la cultura a las gentes ms humildes de los pueblosmsaislados.Estaexperienciapersistipara siempre en la vida y obras de Val del Omar. Todasestastravesas,interioresyexteriores,hi-cieronde ValdelOmarunexploradorpioneroyun descubridorvisionariodelasartesaudiovisualesque acabarnimponindoseenelsigloXXI,msalldel cinenarrativoquepueblalaspantallas,grandesype-queas, de todo el mundo. Val del Omar, tanto en su vida (desde Granada 1904) como desde su fallecimien-to (en accidente de automvil, Madrid 1982) siempre ha estado viajando, avizorando lo que no se puede ver ni or, es decir lo inefable, lo que se muestra a s mismo, ensumalomstico.AligualquePaul Valry, Valdel Omar pensaba que lo que no es inefable no tiene nin-guna importancia y por ello a l apenas le interesaban los cineastas errabundos en las tierras rmes, a menudo meros monos de repeticin o traductores de historias una y otra vez repetidas. Su cine, que ana las vanguar-dias histricas de los aos 30 y las recientes de nal del siglo XX, va, una vez ms, plus ultra del cine: es un arte multimedia,untrabajoenprocesocontinuo,quel llam Picto Lumnica Audio Tactil. En su laboratorio PLAT de los aos 70 y primeros 80 emprendi su ruta hacia el siglo XXI: sus habilidades tcnicas seguan ori-ginndose en los elementos cotidianos de la naturaleza, en las criaturas, piedras y plantas, en los cristales, ores y colores, pero los trascenda de manera incesante, sin n, pues, como l deca, las distancias entre el barro y la electrnica solo pueden ser andadas por la mstica.Atencin a la mstica de Val del Omar: tiene ms que ver con un contexto csmico que con la religin. Alefecto,suadmiradoingeniero-lsofohind-cata-ln Salvador Pniker , advierte (en el prlogo de nsula Val del Omar, CSIC, 1995): No es un hombre que se adscribaaningunareligininstitucional,peroesun mstico,esdecir,alguienparaquienloabsolutoolo divinonoesunobjetodecreenciasinoalgoaexpe-rimentar.ValdelOmarsabemuybienquenodebe confundirse misticismo y religin, y ... entiende la vida humanaindividualdentrodeuncontextocsmicoy se siente fascinado por la visin de muchos cientcos subatmicos. Para Val del Omar lo mstico es la huella de cualquier cosmovisin, la permanencia del caos, de la libertad y del origen, aquello que hace que el hombre pueda asombrarse sin lmites o desear sin lmites. Si el joven Val del Omar de las Misiones Pedaggi-cas era un misionero laico, el Val del Omar ltimo, el del laboratorio PLAT, es sin duda un mstico laico. Este aparente oxmoron nos lo aclara un gran poeta y ensayista gallego, Jos ngel Valente: En su descenso sobreellenguaje(enelcasodeValdelOmarellen-guajeaudiovisual)laexperienciadelmsticoarrasael lenguaje para llevarlo a un extremo de mxima tensin, al punto en que el silencio o la palabra se contemplan a una y otra orilla de un vaco que es incallable e inde-cible a la vez. En la vida imposible del ltimo Val del Omar en su pequea celda donde dorma junto al jardn de las mquinas del PLAT, en sus obras audiovisuales im-posibles e inacabadas, Val del Omar bordea experien-ciasquetodavanotienennombrepero,enverdad, existen.Gonzalo Senz de Buruaga(Contina en la solapa posterior.)tapa valdelomar.indd 1 4/5/15 11:52 AMUnaedicindelMinisteriodeCulturadelGobiernodelaCiudaddeBuenosAiresenel marco del [17] Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI).Edicin a cargo de Elena Duque.Diseo y diagramacin: Vernica Roca y Cecilia Loidi.Se termin de imprimir en la Ciudad Autnoma de Buenos Aires, en el mes de abril de 2015.Los derechos de los textos pertenecen al autor y al medio de publicacin original.VAL DEL OMARMS ALL DE LA RBITA TERRESTRESeleccin e introduccinElena DuqueMs all de la rbita terrestre5INTRODUCCIN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10Plano de situacin y carta a los cosmonautas de la astronave Tierra 11(Gua para el uso de este libro)EL JOVEN VAL DEL OMAR. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18Manuel Gascn / Un muchacho espaol logra inventos 19 que revolucionarn el arte del cinema / 1928Romn Gubern / Orgenes de un cinemista / 200423Nicole Brenez / Tcnica, teofana, mtodo. Val del Omar 30 y la vanguardia francesa / 2010PEDAGOGA KINESTSICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .38Jos Val del Omar / Todos los nios 39Jos Val del Omar / [Proposicin del aparato Grafo-Omar] / 193140Jos Val del Omar / Sentimiento de pedagoga Kinestsica / 193243Jos Val del Omar / El rmamento de una Tcnica con T mayscula / Aos 6049Jos Val del Omar / Enosa, el nio y los instrumentos educativos 51 para experimentar en directo / 1974Pedro Jimnez / La intuicin como vrtice. Las propuestas pedaggicas 54 de Jos Val del Omar / 2010CREYENTE DEL CINEMA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .64Jos Val del Omar / Maniesto de la Asociacin de Creyentes del Cinema / 193564Jos Val del Omar / Creyentes del cinema. El estado cinematogrco / 193565Jos Val del Omar / Oracin del cinematurgo / 195769Jos Val del Omar / Acuarium lumnico 70Jos Val del Omar / Meca-mstica / 195971Jos Val del Omar / Meca-mstica del cine / 195973Jos Val del Omar / [A la tarde te examinarn en Amor]76NDICE;osi vai oii oxai 6Jos Val del Omar / Ojos 79Jos Val del Omar / Sobre el vdeo / Aos 7081Salvador Pniker / Jos Val del Omar: una interpretacin / 199582Jos Val del Omar / Detrs de tus ojos 87POESA MECNICA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .88Jos Val del Omar / Rendija de clarividencia 89Cristbal Simancas / El espectculo total / 194490Jos Val del Omar / La diafona es un nuevo sistema de produccin... / 194493Jos Val del Omar / Corporacin del Fonema Hispnico / 194796Jos Val del Omar / Teora de la Visin Tactil / 1955100Jos Val del Omar / Desbordamiento apanormico de la imagen / 1957104Jos Val del Omar / El Mini-Carrousel Espaa / 1964108Jos Val del Omar / El color es cosa palpitante / 1961110Jos Val del Omar / Cromatacto / 1967115Carlos Fernndez Cuenca / Investigaciones y experiencias - 125 Copias de pelculas con un 25 por 100 de economa / 1967Jos Val del Omar / Tcnicas espaolas que pueden ser motivo 133 de investigaciones dentro del laboratorio de la Escuela Ocial de Cine / 1965Vctor Erice / El llanto de las mquinas / 1995136TIERRA, FUEGO Y AGUA DE ESPAA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .148Jos Val del Omar / Tierra, fuego y agua de Espaa. Trptico elemental / 1981149Manuel Villegas Lpez / Val del Omar, poeta del cine / 1962151Tomas Beard / Jos Val del Omar a lo largo de tres vanguardias / 2010156Gonzalo Senz de Buruaga / El quinto elemento de Val del Omar / 20101641. La gran siguiriya166Jos Val del Omar / Aguaespejo granadino. Guin 167Jos Val del Omar / Nota de presentacin de Aguaespejo granadino en Berln / 1956168Jos Val del Omar / El hombre est en una jaula 170Konrad Haemmerling / Pelculas culturales de todo el mundo / 1956171Amos Vogel / La gran siguiriya / 1974172Jos Lpez Clemente / El lm experimental de Espaa / 1960173Carlos Muguiro / Jardines de la visin. Aguaespejo granadino 174y el avant-garden cinematogrco / 2010Ms all de la rbita terrestre72. El pramo del espanto184Luis T. Melgar / He vivido quince das en el gabinete del Doctor Caligari / 1958185Jos Val del Omar / Programa de mano de Fuego en Castilla / 1961188Gonzalo Senz de Buruaga / Cannes 1961. Tactil-Visin. 191 La tcnica al servicio de una mstica de la era espacial / 1961Rafael Llano / El duende de la asctica castellana: Fuego en Castilla / 20141973. El barro gallego208Jos Val del Omar / Acario de la negra sombra 209Jos Val del Omar / Quiero irme a donde no s... 211Javier Codesal / Soy tu impotencia. Sobre la recuperacin 213 de Acario galaico (De barro) / 2010PLAT (Picto-Lumnica-Audio-Tactil). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .222Eugeni Bonet / Un sueo de cinematografa intuida inslita / 2010223Jos Val del Omar / ptica binica energtica ciclo-tactil / 1971254Jos Val del Omar / Cmo es la imagen del lser? / Aos 70258Jos Val del Omar / En el punto 261MS ALL DE LA RBITA TERRESTRE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .262Jos Val del Omar / Despus del diluvio electrnico 263Jos Val del Omar / Gota elctrica265Gonzalo Senz de Buruaga / Engaoso Espacio | Tiempo sin n / 2004 267Jos Val del Omar / Ondas de uencia 273Javier Ortiz-Echage / El Sputnik y el cuerpo mstico / 2014276Jos Val del Omar / Sobre el diario parpadeo281BIBLIOGRAFA Y FUENTES. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .283Ms all de la rbita terrestre9Jos Val del Omar con la gata Kati en casa de su segunda hija, Ana Zaida, en Ginebra 1981 (foto realizada por sus nietos Jos y Henri Oeggerli Valdelomar);osi vai oii oxai 10INTRODUCCIN Ms all de la rbita terrestre11Plano de situacin y carta a los cosmonautasde la astronave Tierra(Gua para el uso de este libro)Se da en Jos Val del Omar (Granada, 1904 - Madrid, 1982) un caso singular: si bien obras como Aguaespejo granadino o Fuego en Castilla (que muchos descubrimos como si de un jardn secreto se tratara) valen por s solas para generar admiracin y fervor por su gura sin saber nada ms, no es posible vislumbrar quin (y qu) era Val del Omar sin saber todo lo que hay detrs, a los lados y por encima de esas pelculas sobrenaturales. Son escasas, pero impresionantes, sus obras terminadas, que adems se cierran con un rtulo que pone sin n: algo que da cuenta de la naturaleza de lo que tenemos entre manos. Un hombre con una misin vital innita, ms grande que l mismo y que el arte, que se desborda de los cauces de una obra cerrada a travs ya no slo de sus lms, sino de sus escritos, invenciones, fotografas, collages y diapositivas. Sinembargo,estlaparadojaqueeldescubrimientodetodasesasfacetashatra-do. Los rasgos excntricos de Val del Omar, llamativos mediticamente sus mltiples invenciones, que le dan un halo de profesor chiado del cine, y sus no siempre bien entendidas ideas msticas, que le convierten a ojos de muchos en una especie de Simn deldesierto,ascetaencaramadoensucolumna-laboratoriohacenperderdevistalo querealmenteanimatodoelconjunto:ValdelOmareraantetodounpoeta.Slo quesumetanoeralaobradearteens,sinounbienespiritual,unxtasiscolectivo unicador, y su camino para conseguirlo se apoya en sosticadas invenciones tcnicas que, en realidad, no son ms que amplicadores de su ms poderosa arma bienhechora: una profunda vocacin potica que al nal es la que conmueve y hacer arder a quien se expone a su legado. Se puede decir sin miedo a la equivocacin que Val del Omar es una gura sin par. *;osi vai oii oxai 12De ah la dicultad que tiene comprenderla en su amplitud. Todo un misterio, persona-lidad inslita en el contexto de la Espaa en la que vivi, y sin embargo, responsable de un trabajo vital que hunde profundamente sus races en lo espaol. Y es todo esto por su cualidad de punto de fuga hacia el innito (apuntando hacia las estrellas), vrtice en el que conuyen un surtido tan variado de rasgos que hacen pensar que, si Val del Omar no existiera, sera imposible inventarlo: poeta, cineasta de vanguardia, mstico heredero de San Juan de la Cruz y de Teresa de vila, anticipador de las ideas sobre comunicacin deMcLuhan,pedagogoprogresista,tcnicoaudiovisualconmsdesesentapatentes a su nombre, pensador en busca de la esencia de un cine y una tcnica genuinamente espaoles1,hombreapasionadoquevislumbrlavahaciaunfuturobrillanteparala humanidad. Creyente en el porvenir y en los viajes al espacio, para el que el optimismo de los aos 50 y 60 del Sputnik y el Telstar, musicalizados por Raymond Scott, venan impulsados por la contundencia espaola y por el ardor apasionado (lejos de la limpieza ingenuadelfuturismoanglosajntipoLosSupersnicos),sangranteyllameante,dela cultura que vio nacer a sus admirados Lorca, Unamuno y Falla. Este libro, que rene escritos de y sobre Val del Omar, intenta as encender una luz que deje vislumbrar al menos una parte de las ideas que guiaron su trabajo y su vida. Reejadas tambin en el espejo de la visin de los otros, en su tiempo y despus. Elprimercaptulo,EljovenValdelOmar,sirvepararelatar,comosunombre indica, los primerosaos de nuestro hombre. Abre unaentrevistaenelsemanario La Pantalla, en la que un Val del Omar de 24 aos anticipa lo que sern algunos de sus ha-llazgos futuros ms notables. Le sigue un prolijo relato de aquellos aos del historiador Romn Gubern, que entresaca un hilo del que tirar posteriormente en su artculo Ni-cole Brenez: el que une a Val del Omar con el cine de vanguardia francs de los aos 20.PedagogaKinestsicasellamaelsegundocaptulo,queintentadarcuentadel acercamiento de Val del Omar a la pedagoga, y a una experiencia que le hizo ver, en epifanaimborrablequemarcaratodosupensamiento,elpoderdelcine.Setratade su paso, durante la Segunda Repblica Espaola en los aos 30, por las Misiones Peda-ggicas, en las que el ilustre pedagogo Manuel Bartolom Cossio reclut a una serie de intelectuales y artistas (entre los que se cuentan Luis Cernuda, Mara Zambrano,Rafael Dieste, Ramn Gaya y el propio Val del Omar, entre otros) para llevar la luz de la cultura y el solaz del arte a los rincones ms perdidos de Espaa, sin ir ms lejos, a Las Hurdes queretratBuuel,porejemplo.PrecisamentefueLorcaquienlepresentaCosso, 1.Espaa no tuvo un cinema porque el desenfrenado engranaje horizontal de la mquina no fue dominado por lospueblosmediterrneos,sobretodoenaquellamarcadatradicinvertical,mstica.Enellos,elindividuo con paleta, pincel y lienzo se revel con toda la profundidad de un Velzquez, pero all donde han comenzado adesdoblarsecometidas,sehainiciadoelfracaso.ValdelOmarenCreyentesdelCinema.Elestado cinematogrco. Ms all de la rbita terrestre13dando comienzo a unos aos en los que lmara documentales por algunos de los parajes que recorri con las Misiones, tal como se ve en el trabajo colectivo-propagandstico de Estampas 1932, as como en los lmes que hizo con sus propios medios, como Vibracin de Granada y los recopilados bajo el ttulo de Fiestas cristianas / estas profanas. Val del Omar realiz en las Misiones mltiples trabajos como cineasta, fotgrafo, proyeccionis-ta, etc. Entre las miles de fotografas realizadas destacan las que muestran las caras de asombro de aquellos que descubran el cine por primera vez. Aqu encontraremos, en-tonces, algunos escritos de Val del Omar sobre el cine orientado a la enseanza (incluida la explicacin de uno de sus inventos ad hoc), y un texto en el que Pedro Jimnez (res-ponsable de uno de los festivales ms abiertos a los nuevas formas de comunicar y crear de Espaa, el sevillano Zemos98), hace un recorrido por esta vertiente de nuestro hroe.Lasideasvanguardistasqueapuntaensuprimeraentrevista,mezcladasconlaex-periencia de las Misiones Pedaggicas hacen nacer lo que se ver en su esplendor en el captulo llamado Creyente del cinema: la llamada meca-mstica, y su meta vital inco-rruptibledeaprojimar(palabraqueinvent,quemezclaelinsucienteaproximara la idea del prjimo) a la humanidad: Por AMOR queremos contagiar nuestro gozo / derramar nuestros descubrimientos / encender la luz en nuestros semejantes de nuestro propiofuego/transitarconectandoatodoelmundoenlaUNIDAD.Unaseriede escritos,desdeelao1935hastalosaossetenta,reejanestaidea,acompaadosde un texto del ingeniero y lsofo cataln-hind Salvador Pniker en el que habla de la naturaleza del misticismo de Val del Omar, que tiene su propio Dios (que, por cierto, no es el que adora el catolicismo). Entre los comienzos de este captulo y el siguiente, la vida de Val del Omar sigue bullendopordiferentesderroteros.En1935lmaVibracindeGranada,delicada cinegrafa en la que se puede intuir lo que vendr ms adelante en Aguaespejo grana-dino. En la guerra civil colabor con el bando republicano (entre otras cosas, ayudan-do a rescatar importantes fondos del Museo del Prado y de la Biblioteca Nacional), quedandositiadoenValenciaalaentradadelasfuerzasrebeldes,ciudadenlaque sus experiencias radiofnicas le trajeron el enojoso encargo de utilizar sus habilidades sonoras con nes propagandistas al servicio del bando de Franco. Ya despus de la gue-rra, en Madrid, empieza a trabajar en los Estudios Chamartn, donde crea la unidad de efectos especiales en 1941, y en 1946 se incorpora a Radio Nacional de Espaa, en donde funda, en 1949, un Laboratorio Experimental de Electroacstica. En los aos 40, entonces, es cuando sus inventos empiezan a aorar con fuerza, como veremos en el captulo Poesa mecnica, ttulo que alude a los nes poco al uso de los mismos, y a la manera que tuvo Val del Omar de comunicarlos. Se recogen aqu algunos de los ms importantes, explicados en sus trminos de lcido delirio, aunque quedan fuera sorprendentes sistemas como el Fara-Tacto (cine conmocional por corrientes fardicas ;osi vai oii oxai 14en los brazos de las butacas), el maquillaje electrnico mvil, el ambitemblor y la la-serfona. Y proyectos artsticos como el Espectculo Lorca Laser, el Auto Sacramental Invisible (ocho canales de reproduccin y rdenes de luminotecnia, olor y llamas), o el Equipo Altagracia, conjunto audiovisual en honor a Manuel de Falla (y nombrado as en alusin a la localidad argentina en la que falleci el compositor). Cierra el cap-tulo un texto de Vctor Erice, que reeja la cara ms amarga de esta faceta de Val del Omar, que es la de la estrechez de miras y la sorda indiferencia de las autoridades con respecto a sus invenciones, muchas enfocadas no slo a una labor social bigger than life sino a cuestiones mucho ms prcticas, como por ejemplo al ahorro de pelcula que perseguan los formatos de cine que invent. Patentes que cayeron en saco roto para, actoseguido,recibirnoticiasdeinnovacionessimilaresllevadasacaboporgrandes corporaciones, y encarar decepciones como el triste nal del laboratorio que tuvo en los sesenta en la Escuela Ocial de Cine en Madrid. El siguiente captulo. Tierra, fuego y agua de Espaa se centra en su gran obra, que atraviesa Espaa de norte a sur: el Trptico Elemental de Espaa, compuesta por Aguaes-pejo granadino, primera expresin de la Diafona y del Desbordamiento Apanormico de la Imagen, Fuego en Castilla, puesta en prctica de la TactilVisin y Acario galaico, quizs su pelcula ms (oniricamente) narrativa, inconclusa. Una idea, la de juntar las trespelculas(enordencronolgicoinverso),quesurgihaciaelnaldesuvida,en los aos 80. Abriendo con la idea auto-retrospectiva en un escrito de Val del Omar, el captulo recopila desde el programa de mano de Fuego en Castilla, al guin de Aguaespejo granadino, y algunas notas para Acario galaico. Completan el apartado textos contem-porneos a las pelculas reseas y reportajes junto con diversos ensayos recientes, que sealan nuevos caminos para la lectura de las obras, como es el caso de la relacin de Val del Omar con la vanguardia estadounidense (a cargo de Tomas Beard y Carlos Mugui-ro), y la descripcin del proceso por el cual Javier Codesal, quien recibi el imponente encargo de montar Acario galaico, logr completar esa labor.ElcaptuloPLATrecogeensuttulolassiglasdePicto-Lumnica-Audio-Tactil, que nombraban el laboratorio en el que Val del Omar concentr sus esfuerzos desde los aos setenta y en el que, tras la muerte de su mujer, se mudara a vivir sus ltimos aos (durmiendo en una pequea celda monacal destinada a tal n). Aqu llev a cabo algu-nos de los experimentos ms excitantes (y hermosos) jams vistos. Desde sus diakinas, o con ms propiedad tetrakinas, es decir conjuntos de cuatro diapositivas que, a partir del Adiscopio (un proyector especial) creaban un efecto lumnico de 3D a medio camino entre la foto ja y el cine, hasta sus experimentos con la imagen lser y la ptica binica energtica ciclo-tactil. Aos en los que tambin se acercara al Super 8 bien para lmar sus viajes o su entorno, en particulares cuadernos de notas no exentos de juegos visuales, o para registrar sus ensayos de picto-lumnica, y seguira lmando en 35 mm, de lo que Ms all de la rbita terrestre15dan fe alucinantes obras inconclusas como Variaciones sobre una granada, Granada 1974 y Ojala (destinada a ser el vrtice del Trptico Elemental de Espaa), entre otras. Eugeni Bonet (quien tambin es autor de Tira tu reloj al agua, lm que rene las citadas obras inconclusas y experimentos de Val del Omar) da cuenta en el artculo recogido en este captulo de los entresijos del PLAT, y algunos textos de Val del Omar completan una somero panorama de lo que all ocurra. Cierra el libro el captulo titulado Ms all de la rbita terrestre. Aqu se recogen las ideas de un Val del Omar que vislumbraba un futuro deslumbrante en su faceta ms fuera de sus casillas, junto con un ensayo de Gonzalo Senz de Buruaga yerno de Val del Omar y gura fundamental en la reivindicacin y conocimiento de su obra, durante su vida y despus en el que habla de la relacin del cinemista con la era espacial, y otro en el que Javier Ortiz-Echage (responsable de la indispensable recopilacin de textos de Val del Omar Escritos de tcnica, potica y mstica) desvela la idea que se esconde bajo el enigmtico ttulo El Sputnik y el cuerpo mstico. Val del Omar muere en 1982, tras un accidente de trco. Desde entonces, se han producido varias oleadas reivindicativas que han ido visibilizando su trabajo, tan alejado delfocopblico.GranpartedeesetrabajolohanllevadoacaboMariaJosValdel Omar(suhijay,loquemuchosnosaben,productoradesuspelculas,quenanci trabajando en los grandes rodajes americanos que hubo en Espaa en los sesenta) y su yerno,elyamencionadoSenzdeBuruaga,fundadoresdelArchivograciasalquese conservan los documentos y el trabajo vital de Val del Omar. Fruto de su labor es, por ejemplo, el impresionante volumen Val del Omar sin n (1992), recopilacin de escritos de y sobre Val del Omar, junto con diversos materiales grcos, y el poemario Tientos deerticaceleste,entremuchasotrascosasms.EstudiososcomoRafaelR.Tranche, responsabledeunaminuciosalabordeclasicacindelosinventosde ValdelOmar, jugaron tambin un papel importante en la recuperacin del legado de Val del Omar en los aos 90, a travs de un gran proyecto de investigacin que dara de s el ya citado montaje de Acario galaico.De entre todos los movimientos ssmicos valdelomarianos cabe destacar el que des-pertlaexposicin:desbordamientode ValdelOmarenelMuseoReinaSofayenel Centro Jos Guerrero de Granada en la que, adems de mltiples trabajos terminados e inconclusos, experimentos y documentos familiares de Val del Omar, se poda ver, trado pieza a pieza desde su emplazamiento original, el PLAT (se planea, para los prximos aos, la gira de una versin de esta exposicin por Latinoamrica). La exposicin fue cu-rada por el experto en cine experimental, programador y cineasta Eugeni Bonet (quin, tras descubrirle, paradjicamente, por un escrito de Amos Vogel en su clebre Cinema as a Subversive Art, program sus pelculas en 1982 en el Centro Pompidou de Pars), otra de las guras clave en la recuperacin de Val del Omar y tambin responsable de la ;osi vai oii oxai 16pgina web www.valdelomar.com, cuajada de valiosos contenidos. Momento que dio de s tambin la edicin de los ya mencionados Escritos de tcnica, potica y mstica. Ahora Val del Omar, an no lo sucientemente conocido fuera de Espaa, se dis-poneahacerlasAmricas(delsur).First We TakeBuenosAires,vieneadecirelciclo que este ao le dedica el Baci. Anticipacin, presagiamos, de una gran onda expansiva planetaria que extender su legado ya no slo fuera de las fronteras espaolas, sino ms alldelarbitaterrestre,haciendoardersinnelfuegodelaUnidadquesopara todos sus semejantes.Elena DuqueMarzo, 2015;osi vai oii oxai 18EL JOVEN VAL DEL OMARMs all de la rbita terrestre19Un muchacho espaol logra dos inventosque revolucionarn el arte del cinemaAntonio Gascn PeriodistaLa buena amistad de Florin Rey2 me procur esta informacin.Voy a presentarle a usted un joven me dijo que ser capaz de trastornar en pocos meses el arte cinematogrco. Tiene una visin modernsima de nuestro arte y ha con-seguido resolver los dos problemas capitales del cinema: la continuidad de planos y la sensacin de relieve.Yo hice un gesto de asombro y, al mismo tiempo, de desconanza.No lo dude usted continu Florin Rey. Maana se convencer, como se con-venci Beltrn, como me convenc yo y como se convencieron algunos otros a quienes este muchacho se arriesg a comunicar, quiz demasiado explcitamente, los resultados de sus trabajos. Y al otro da, en casa del popular director y en presencia de su operador inseparable, tuvo lugar la presentacin:Don Jos Val del Omar. Don Antonio Gascn.Veinticinco aos. Ceceo inconfundible de granadino. Y toda la traza morena y gallar-da de un hijo de rabes. Val del Omar! Hasta su mismo apellido proclama esa riqueza de sangre de aquel pueblo que se injert con nosotros en la Edad Media para darnos el triunfo universal centurias ms tarde y que form de los espaoles una subraza ms fuer-te y ms capaz que la moribunda familia de los meros hijos de Lacio. Durante la conver-2. Florin Rey fue uno de los ms destacados directores de cine de mudo en Espaa, y autor durante la Segunda RepblicaEspaoladepelculascomoNoblezabaturra(1935)yMorenaClara(1936),protagonizadaspor Imperio Argentina.*;osi vai oii oxai 20sacin general, nos enteramos de los antecedentes de los dos inventos conseguidos hace poco por Val del Omar. Acionado locamente al cinema, este arte ha sido, desde hace aos, para l, su exclusivo entretenimiento, su sola pasin. Ha despreciado siempre el aspecto industrial del cinema y se ha dedicado, por el contrario, a estudiarlo en su faceta artstica. En Granada ha hecho una pelcula que le cost 30.000 duros y en la que lm como director y cameraman al mismo tiempo 21.000 metros de negativo sin ningn propsito comercial, slo por comprobar diversas realizaciones: ideas y proyectos suyos. Florin, en su exacerbado espaolismo, tiene una triste lamentacin.Si este seor fuese yanqui toda la Prensa de all le hubiera dedicado planas y ms planas,ylosperidicosespaoleshubiesenrecogidoesasnoticiasylashubieranco-mentado con toda extensin. Pero como este muchacho no es neoyorquino y s nacido en Granada, para ustedes tiene este asunto menos importancia que las confesiones de Mariquita Gmez o de Alfredito Lpez, pongo por caso de rutilantes estrellas cinemato-grcas de este aburguesado rmamento espaol.Y yo protesto en nombre de la revista a quien sirvo:LA PANTALLA dedicar una informacin a las concepciones cinematogrcas y a los inventos del Sr. Val del Omar. Yo tengo me dice el entusiasta cinemista (voto por este vocablo, reniego del lar-gusimo cinematograsta y condeno el horroroso cineasta) cuando ya me hallo a so-las frente a l, el block y el lpiz en las manos una doctrina esttica sobre el movimiento completamente nueva y en contraposicin de la hegeliana y de la litziana. La base de mi teora: El cinema es el arte supremo de la experiencia.Y contina:Lascolumnasbsicasdetodamanifestacindelarte,incluso,desdeluego,laci-nematogrca,sonlaverdadylabelleza,tanntimamenteligadascomoreclamasu esencialidad. Qu poco se siente la verdad cuando se la ve lejos de la belleza! A travs del amor y del conocimiento, la verdad y la belleza se van uniendo hasta formar en Dios un unico bien. Por nuestros prejuicios, nosotros las vemos separadas; pero su ligazn es eterna e indestructible. La verdad es una belleza interna. La belleza es una verdad exter-na... Otro de mis principios cinematogrcos. Lo principal de los personajes est en la armona de sus movimientos y no en su belleza plstica.Luego Val del Omar me habla de sus inventos:Uno de ellos se basa en un nuevo concepto de la fotografa del cinema. Hasta ahora se ha hecho la fotografa del espacio. Ahora yo he conseguido realizar la del tiempo.Cmo?Con un dominio absoluto del movimiento de la cmara y del ngulo de la toma. He conseguido descubrir un procedimiento, mediante el cual se pueden obtener distin-tos planos, en la continuidad del ruedo, sin cambiar la posicin del aparato. Es decir, Ms all de la rbita terrestre21que, sintiendo siempre la misma distancia, pueden obtenerse distintos planos y subsiste lamismaperspectivay,porlotanto,elmismofondo.Pormediodeesteobjetivode ngulo variable se consigue la continuidad de los planos. Todo lo que implica cambio o movimiento en esa continuidad produce una sensacin que actualmente se desapro-vechaenlasobrascinematogrcas.Yohelogradoaprovechartodoestecmulode pequeos movimientos y de sensaciones, al parecer insignicantes, que procurarn una mayor realidad y un aumento de los medios de expresin. Las emociones psicolgicas sern mucho ms intensas.A continuacin nos ensea unos curiosos cuadros para registrar las vibraciones emo-cionales que una cinta va produciendo en las diversas clases de espectadores. Estos cua-dros le sirven de base para explicarme su teora de las fotografas en el cinema, que son:a) Fotografa presentada por el realizador.b) Fotografa vista directamente por el publico.c) Fotografa a travs del personaje. (Es decir, cuando ya todo el publico ha logrado vibrar al unsono). En este caso la pantalla es cncava. Aunque no se rectique se consi-dera cncava y va proyectada a la parte del centro.Pasa despus Val del Omar a explicarme su otro descubrimiento: El cinematgrafo enrelieve,conaparatocorrienteyproyeccindeunasolabanda,sinmsnecesidad que la de un dispositivo especial que puede acoplarse a cualquier aparato. Explica as el principio de su invento:Ladireccindelasensibilidadtactilesperpendicularalasuperciedelapiel. Y as un ciego, al querer darse cuenta de la forma de un objeto, tantea una de sus caras, rodea la arista o la supercie curva, vuelve a tantear otra de las caras, y as va recogiendo sensaciones que le permiten acabar con el conocimiento deseado. Es decir, que ha tenido que mover la mano, la supercie sensitiva, para percibir el relieve de un objeto. Igual sucede con la vista. Para recibir la sensacin de profundidad necesitamos un cambio en el espacio de la supercie sensitiva. Cuando el ngulo es muy agudo no se puede ver la profundidad y tenemos que mover la cabeza, la retina, la supercie sensitiva. Ahora bien: la sensibilidad ptica es de la misma naturaleza que la sensibilidad lumnica y las dos se complementan. Si para aprovechar esta circunstancia a favor de la sensacin de relieve en el cinema no podemos mover el aparato, tenemos la facultad de mover la luz de un modo que el espectador no perciba luego ese movimiento, sino su resultado, que es la visin en relieve.Val del Omar ha realizado ya pruebas que han dado resultados muy satisfactorios.Concluye su charla:Cuando termine los trmites para la obtencin de las patentes podr ser ms ex-plcito.El block y el lpiz ya en el bolsillo, ofrezco:;osi vai oii oxai 22Un cigarrillo.No fumo; gracias.Una copita?Tampoco. Mi nico vicio es el cinema.Y abre una larga sonrisa. La sonrisa voluptuosa de un hombre que se viese dominado porunabellamujeryquegozase,quepaladeaseesadominacin.Unasonrisaquees como un heraldo de triunfo. En el mundo del afecto y de la pasin, los dominados al principio pasan siempre a ser dominadores.Entrevista publicada originalmente en La Pantalla, n40, Madrid, 30 de septiembre de 1928. Ms all de la rbita terrestre23Orgenes de un cinemistaRomn Gubern Historiador de cine y Catedrtico Emrito de Comunicacin Audiovisual en la Facultad de Ciencias de la Comunicacin de la Universidad Autnoma de BarcelonaJos Val del Omar, el inclasicable inventor, poeta de la cmara y mstico granadino, pertenece cronolgicamente a la familia de cineastas de la Generacin del 27, y como muchos miembros ilustres de tal generacin como su amigo Federico Garca Lorca fueoriginariodeAndaluca.Algrupogeneracionalqueintentregenerarnuestraali-cadaexpresincinematogrcapertenecierontambinNemesioSobrevila(nacidoen 1889), el operador Jos Mara Beltrn (1898), Ernesto Gimnez Caballero (1899), Luis Buuel (1900), Salvador Dal (1904) y Carlos Velo (1905), cuatro de los cuales fueron empujadosalexilioporlaGuerraCivil.Herederodelimpulsoexperimentalpionero de Segundo de Chomn, que leg una obra copiosa en varios pases europeos, Val del Omar se erigi en cambio en un cineasta robinsnico, perifrico y outsider, con una obra conservadamuyescasa,perodealtatensin,comolofueladeJean Vigo,otropoeta lrico del cine, y profundamente experimental, como la de Sergei M. Eisenstein. Val del Omar emprendi la tarea de escribir poesa con imgenes fotoqumicas y electrnicas y su perl le sita entre el bricolaje ingenieril de un Edison aunque sin su apetencia niproductividadmercantilylaexperimentacintcnico-formaldeunAbelGance, pero enraizado en la tierra y el entorno cultural de Manuel de Falla y Garca Lorca, e instalado en la tradicin mstica de Teresa de vila cuya frase el amor es camino de conocimiento gustaba citar y la vena potica y reexiva que empalmaba con san Juan de la Cruz y con Mara Zambrano. Pero su biografa fue, como veremos, la historia de una frustracin sin desaliento.*;osi vai oii oxai 24Jos ValdelomarLpeznacienGranada,puntodetangenciadeOrienteyOcci-dente, como gustara recordar, el 27 de octubre de 1904, hijo de Francisco Valdelomar, funcionariodelAyuntamientodeLoja,ydeConcepcinLpez,pianistaypintora, quien le inculc su gusto por la msica. Su abuelo materno, Jos Lpez Martn, era te-rrateniente, mdico y profesor de universidad. Vino el vstago al mundo cuando se esta-ba desarrollando la segunda revolucin industrial, entre cuyos frutos guraran el motor de explosin, el avin y, nacidos en el mismo ao 1895, las prtesis visuales de los rayos Xydelcine,quetantolecautivara.PerolaAndalucaprofundaestabaporentonces muy alejada de la modernidad y Val del Omar creci y se educ en los valores de la con-servadora sociedad alfonsina y en el ambiente clasista que reinaba entonces en su tierra.Curs sus primeros estudios en las Recogidas de Santa Mara Egipciaca y en los Es-colapios de Granada. Fue por entonces, a los nueve o diez aos, cuando llev a cabo sus primeras proyecciones precinematogrcas, pues pintaba unos cristalitos y luego proyec-taba sus imgenes debajo de la cama, usando una linterna con una vela y un pauelo como pantalla. La separacin de sus padres le llev a vivir desde 1915 con su madre, en el domicilio granadino de sus abuelos, en la calle San Pedro Mrtir n 13, vecino de la casa en que haba nacido ngel Ganivet.Debido a la separacin de sus padres, el joven Val del Omar se emancip econmi-camentealosdiecisisaosyen1921,coneldineropaternoqueadministrabasu abuela, viaj a Pars, donde pas varios meses, instalado en los aledaos del Boulevard Saint Michel, en el bullicioso y culturalmente inquieto Barrio Latino. Con esta decisin, ValdelOmarrepitielritualdemodernizacinquehabancumplidoocumpliran numerosos artistas plsticos espaoles, sin excluir varios que desarrollaran actividades cinematogrcasderelieve,comoelcitadoChomn,BenitoPerojo(1917),Santiago Ontan (1920), Luis Buuel (1925) y Joan Castanyer (1925).Cuando Val del Omar viaja a Pars est naciendo en la capital el primer movimiento de vanguardia cinematogrca, el que Henri Langlois primero y Georges Sadoul despus consagraron como escuela impresionista, para distinguirla del contemporneo expresio-nismo alemn. Por eso Vctor Erice ha podido emparentar las preocupaciones estticas de Val del Omar con la fotogenia de Louis Dellucy con el visualismo y el cine integral, decarcternonarrativo,denidoresdelamsicaparalosojosdelascinegrafasde Germaine Dulac. Caben dudas de si Val del Omar pudo ver en Pars alguna muestra del cine expresionista alemn, pues El gabinete del doctor Caligari fue importado por Delluc en aquel ao y no se estren hasta el 14 de noviembre de 1921, en el Colise Ttre, provocando una verdadera conmocin. Y en 1921, el todava embrionario cine sovitico no haba alcanzado an las pantallas de la capital. Su entrada triunfal tuvo lugar con la exhibicin y el premio otorgado a La huelga (1924), de Eisenstein, en la Exposicin de Artes Decorativas de Pars en 1925.Ms all de la rbita terrestre25Pudo ver Val del Omar en Pars las primeras pelculas que realiz Louis Delluc, como Fume noire (estrenada en octubre de 1920), un ensayo psicolgico protagonizado por un matrimonio burgus que acababa de regresar de Oriente y cuyos sueos inducidos por el opio se visualizaban en la pantalla, derivando la intriga hacia un supuesto asesi-nato. En su siguiente Le Silence, del mismo ao, visualiz Delluc un monlogo interior en forma de ashback. En agosto de 1921 estren Le Chemin dErnoa, que tuvo como protagonistas a unos personajes vascos y rod en gran parte en exteriores. Y Fivre (es-trenada el mes siguiente) constituy un soberbio drama de atmsfera en el interior de una taberna portuaria de Marsella. Pudo tambin ver Val del Omar La Fte Espagnole de Germaine Dulac y escrita por Delluc (estrenada en marzo de 1920), atrado por su ttulo y su ambiente, un drama pasional protagonizado por la bailarina Soledad, que se rod casi ntegramente en la Costa Azul, con unos indispensables planos de ambiente espaol en Fuenterraba. De la misma realizadora pudo ver tambin en Pars Malencontre (estre-nada en noviembre de 1920), protagonizada por una joven asitica asesina por amor, y La belle dame sans merci (abril de 1921), de la misma directora.Pero de todas las pelculas francesas que se estrenaron aquel ao en Pars hubo una que habra interesado especialmente al joven Val del Omar. Nos referimos a Eldorado, que Marcel LHerbier rod en la primavera de 1921 en Granada, Sevilla y Sierra Nevada, y que se estren en Pars el 28 de octubre de aquel ao, tal vez cuando el joven granadino ya haba abandonado la capital, pues su publicidad debera haber llamado su atencin. En una carta del 3 de marzo de 1958 de Marcel LHerbier a Val del Omar, le agradece sus elogios a su lme El difunto Matas Pascal (Feu Mathias Pascal, 1925), que se exhibi en Espaa en su poca. Aparentemente, y a pesar de la cordial relacin de ambos directores en los aos cincuenta, Val del Omar no lleg a ver el sorprendente lme granadino de su colega francs, que en varios aspectos anuncia los experimentos de su futuro Aguaespejo granadino. Eldorado es un melodrama de desamor y de venganza, protagonizado por una bailarina amenca (Eve Francis) que se exhibe en un local granadino y que luce abun-dantes exteriores paisajistas y planos de procesin de Semana Santa rodados en Sevilla y, lo ms interesante en este caso, desarrolla tres importantes escenas dramticas entre los chorros de agua y los jardines de la Alhambra. Con gran virtuosismo utiliza LHerbier caches,virados,cortinillasblancas,ous(congasasanteelobjetivo),desenfoques,so-breimpresiones, split-screen y distorsiones pticas de rostros, como las que veremos en Aguaespejo granadino. Segn sabemos por una carta a Pepn Bello del 8 de noviembre de 1927, LHerbier era uno de los pocos directores franceses admirados por Buuel, y Jean Mitry calicara su lme de obra maestra formal, mientras Noel Burch seal que con-tiene hallazgos espectaculares, muy comentados en la poca y que, sin continuadores, todava excitan actualmente la imaginacin. Un juicio enteramente aplicable a la obra futura de Val del Omar.;osi vai oii oxai 26Del viaje a Pars en 1921 se trajo Val del Omar la representacin de los automviles de marca Buick para Granada-Mlaga, una evidente apuesta por la modernidad tcnica en nuestro pas, y estableci la sede de su negocio en la Gran Va n 38-40 de Granada.En el verano de 1925 empez a publicarse en Granada la revista Cinematografa. Tal vez el impulso de Val del Omar para dedicarse al cine provino de la lectura asidua de esta revista, adems de la impresin que, al parecer, le caus aquel ao El nio de oro, una produccin del marqus de Portago dirigida y escrita por el clrigo y dramaturgo Jos Mara Granada (ms recordado como coautor de La hija de Juan Simn, que Buuel produjo en 1935), fotograada por Jos Gaspar e interpretada por el propio Granada e Inocencia Alcubierre. Se rod El nio de oro en Granada, el Albaicn, las cuevas del Sacromonte y la Alhambra, y tal vez las posibilidades fotognicas de aquellos escenarios impresionaron al joven Val del Omar, pues hay que aadir inmediatamente que, como se puede leer en la Historia de la cinematografa espaola de Cabero, la pelcula result un fracaso comercial y ni siquiera lleg a las pantallas madrileas. En julio de 1925, Arte y Cinematografa haba anunciado el nal de su rodaje.Puesto que El nio de oro se ha perdido, no puede hacerse ms que especular acerca de las potencialidades que sus imgenes granadinas desencadenaron en la imaginacin deljoven ValdelOmar.Elcasoesque,decididoadebutarenelociocinematogr-co,comprpor3.500pesetasunacmaraviejade35mmquehabasidoutilizada enlasuperproduccinCurritodelaCruz(1925),dirigidaporelnovelistaAlejandro Prez Lugn y Fernando Delgado, y con ella rod una pelcula escrita tambin por l y protagonizada por gitanos. En relacin con tal rodaje, es reseable que en la edicin de La Cinematografa en Espaa, del ao 1925, gura la productora Granada Films como nica empresa del sector en la ciudad. Fue tal vez una productora que constituy Val del Omar a tal efecto, pues su mencin desapareci en la edicin siguiente. El caso es que la produccin se nanci con dinero de procedencia materna y Arte y Cinematografa daba cuenta, en octubre de 1925, de su realizacin, en una nota de su corresponsal en Granada (quien rmaba Rodrguez), al publicar: Por nuestro buen amigo seor Valde-lomarsabemosestterminandosuprimeraproduccin,llamadaLucerito,ytenemos entendido que no est del todo mal, aunque se lucha con la poca pericia de los artistas y dems personal, que es todo nuevo. Esta pelcula, que acabara por ser conocida con el ttulo En un rincn de Andaluca, cost la cifra exorbitante de 150.000 pesetas, que sirvieron para impresionar 21.000 metros de negativo, de los que salieron los seis rollos del montaje nal. Pero, descontento con el resultado, Val del Omar la destruy y podra declarar en 1957 a Toms Melgar: La Providencia me favoreci con un colosal fracaso, fecundo para mi espritu. Este fracaso le condujo a un retiro de meditacin en Sierra Nevada, como veremos.Probablemente su primera idea para disear un objetivo de distancia focal variable, Ms all de la rbita terrestre27ms conocido hoy como zoom o transfocator, procedi de esta primeriza e insatisfactoria experiencia, pues su hija Mara Jos escribira que tal invento fue fruto de una necesidad expresiva: Quera lmar el Albaicn desde la Alhambra y necesitaba acercarse a sus casas y a sus gentes y al no poder hacerlo fsicamente, lo hizo tcnicamente.Val del Omar ha dejado, entre una extenssima cantidad de manuscritos, uno titu-lado Idea Clave, que Quintanilla y Fabuel reprodujeron en Archivos de la Filmoteca y que arroja luz sobre la crisis que le condujo a su decisin de dedicarse al cine. En este texto mstico escribe Val del Omar: A los veinte aos, sintiendo pavor ante la idea de la muerte, a mis espaldas o gritar a alguien: Algrate si vas por el camino buscando a Dios! Y qu era Dios? El Creador del Universo...? Mi asidero para no morir...?. La referen-cia a los veinte aos sita tal crisis antes del rodaje de su lme, por lo que Quintanilla y Fabuel ineren correctamente que transform al seorito andaluz Pepito Valdelomar, empresario automovilstico, en buscador de su camino hacia la luz a travs del cine. Y en esta confesin de senectud aadir: Ms de medio siglo cruc pidindole (como Juan de la Cruz) que me descubriese su presencia, aunque me matara su hermosura. Este documento autobiogrco, de subido inters para desentraar su obra creativa, desem-boca en la armacin, subrayada, Mi Dios es El Tiempo.Elfracasofecundodesufrustradapelcula,segnsuspalabras,lecondujoaun retiro de meditacin de unos seis meses en Las Alpujarras, en donde, segn Jos Antonio Cabezas, escribi un libro sobre esttica cinematogrca que, de haber existido, no ha dejado rastro. Sera esta, por lo tanto, su segunda gran crisis espiritual confesa, cerrando el parntesis de su primera y frustrada creacin cinematogrca. Su hija Mara Jos ha descrito su solitario retiro as: Medio ao anduvo reexionando sobre el sentido mstico de la energa, sobre s mismo y sobre el prjimo. A las gentes que se le acercaban les ense-aba una lupa y un imn: los que se sugestionaban con la primera, l los clasicaba como occidentales, los que elegan el segundo eran considerados orientales. Es reseable que en los aos setenta Val del Omar volver sobre esta dicotoma, alineando la ptica con OccidenteylaElectrnicaconOriente.Esporentonces,en1927,cuando,porsug-erencia de su amigo Florin Rey, arabiza su apellido Val-del-Omar y, en consecuencia, utilizar una grafa arabizante en los rtulos de sus pelculas futuras.Tambin por mediacin de Florin Rey consigue Val del Omar asomarse a la prensa cinematogrcamadrilea,conunaimportanteentrevistaquepublicaenseptiembre de1928AntonioGascnenelsemanarioLaPantalla.Ensuintervencinreivindica Val del Omar el calicativo cinemista (al modo de alquimista) y arma que la base de su teora es que el cinema es el arte supremo de la experiencia. Explica que ha inventado unobjetivodealcancetemporalydengulovariableque,desdelamismadistancia, permiteobtenerdistintosplanosconcontinuidad(enrealidad,encuadresdiferentes). Por eso arma que su objetivo permite la fotografa del tiempo. Propone tambin en el ;osi vai oii oxai 28mismo artculo la pantalla cncava y el cine en relieve con proyeccin de una sola banda, mediante el movimiento de la luz sobre una supercie, en una especie de esbozo de su futura Tactilvisin.Desdelaperiferiaindustrialgranadina,sininfraestructurascinematogrcas,nada poda hacer Val del Omar, por lo que decidi asomarse a la tribuna meditica madrilea paraanunciarsuinventodelzoom,precisamenteenvsperasdelainauguracindel Primer Congreso Espaol de Cinematografa. Este inters de Val del Omar por el hard-ware le situ en la estirpe de los inventores y exploradores de la tcnica cinematogrca, como Mlis, Chomn, Abel Gance, Jean Epstein, LHerbier, Murnau, Eugen Sch-tan, Oskar Fischinger, Orson Welles o Norman McLaren.En marzo de 1928 La Pantalla haba lanzado el proyecto del Primer Congreso Espa-ol de Cinematografa, adems de una exposicin y unos concursos complementarios, sindudaaimitacindelCongresoInternacionaldelCinematgrafodePars(27de septiembre-3 de octubre de 1926) y del Congreso Internacional de Cinematografa de Berln (21-24 de agosto de 1928). La entrevista con Val del Omar apareci en vsperas de la inauguracin del Congreso, el 16 de octubre, sin duda para llamar la atencin. Pero lo cierto es que en las crnicas de La Pantalla dedicadas a sus actividades que inaugur el ministro de Instruccin Pblica, Eduardo Callejo no se resea la participacin de Val del Omar, lo que no signica necesariamente que el entonces desconocido cineasta no pudiera haber asistido a alguna de sus sesiones. Pero no puede pasarse por alto que tal Congreso propuso, entre otras cosas, la creacin de cinematecas municipales de carcter educativo, lo que constituir una preocupacin central en su carrera.Segn Florentino Soria, en 1929 Val del Omar intent producir el ballet El sombrero de tres picos en cine sonoro, cuando este sistema an no se haba aanzado en Espaa. Desde entonces, su nombre empezar a circular en ambientes cinlos. Cuando el 29 de julio de 1930 se constituye el Comit Espaol de Cinema Educativo, bajo la presidencia de Manuel Garca Morente, Val del Omar gura como uno de sus vocales. Y cuando se gesta el Primer Congreso Hispanoamericano de Cinematografa, bajo la presidencia de Jos Francos Rodrguez (presidente de la Asociacin de la Prensa), su nombre gura entre sus ocho vocales, segn inform Juan Piqueras en Popular Film. Pero cuando el 7 de octubre de 1930 apareci la Real Orden, rmada por Santiago Alba, ministro de Estado, reconociendo la personalidad jurdica del Congreso y publicando los nombres desucomitorganizador,eldeValdelOmarylosdeotroscincovocalesdesapare-cieron, sustituidos por otros de mayor relumbrn pblico o mayor sintona poltica con el gobierno. En este congreso, celebrado en Madrid del 2 al 12 de octubre de 1931, Val del Omar intervino con una breve ponencia titulada Cooperativa de empresarios para la explotacin de la publicidad en sus locales, en la que explic que haba fundado el Circuito Andaluz de Publicidad Cinegrca, para coordinar los esfuerzos de sus locales, Ms all de la rbita terrestre29y pidi que su ejemplo cooperativista fuese imitado en otros lugares. Las actas del con-greso resean que, en el debate de la maana del da 11, Val del Omar intervino en tres ocasiones para proponer primero la creacin de una cinemateca educativa y ofrecerse a exhibir un aparato de difusin propio, en un plazo de veinte das, apto para servir a las Misiones Pedaggicas; y en otra intervencin defendi la gran pantalla y la pelcula de 35 mm con banda de sonido para las cintas culturales. Probablemente el sistema que Val del Omar ofreci al congreso era su microlme escolar, pues en uno de sus manuscritos explic que en 1932 escribi a Unamuno, Presidente del Consejo de Cultura, para pro-ponerle la utilizacin de un microlm escolar por proyecciones luminosas, pero este al recibir mi peticin a la salida de una de las reuniones e iniciar el descenso estuvo a punto de tirarme por las escaleras.Seguramente este microlme escolar es el que unas semanas despus propuso con el nombre de Grafo-Omar, para dotar a cada escuela primaria de libro de texto, pantalla (re-comienda el formato 1x120 m), proyector y una cinemateca de 3.000 imgenes, al precio de cincuenta pesetas, actualizable mensualmente con 300 nuevas imgenes. Constituira el texto fotogrco permanente que la escuela moderna tiene para aventajar en economa y en concentracin a las lminas de las paredes y a las estampas de los libros.Entretanto, en 1930 Val del Omar se haba casado con Mara Luisa Santos, quien le dara dos hijas; por su precariedad econmica slo pudo ofrecerle un anillo de boda de hierro. Se instalaron en un carmen de la Alhambra, frente a la casa de Manuel de Falla. Pero en 1932 se fueron a vivir a Madrid.Texto originalmente publicado en Val del Omar, Cinemista. Romn Gubern. Granada: Diputacin de Granada, 2004. ;osi vai oii oxai 30Tcnica, teofana, mtodo:Jos Val del Omar y la vanguardia francesaNicole Brenez Historiadora, crtica de cine, programadora y especialista en el cine de vanguardia. Profesora en la Universidad de La Sorbonne de Pars y comisaria de la Cinmathque FranaiseBailan sin saber por qu, se dice en Aguaespejo granadino, el sublime poema visual de Jos Val del Omar. El principio que rige la obra del gran genio espaol es el enfren-tamientoconlairracionalidaddelavidaentodassusformas:ladeloshombres,las plantas, los animales y los elementos. Preside la empresa un razonamiento csmico: la Tierra no es ms que un resto de polvo que no est integrado en la energa solar; la vida, un milagro, no slo aleatorio, sino tambin efmero, porque el Sol desaparecer un da; la existencia de las cosas, una oracin intensa y voltil. La necesidad antropolgica del arte nace de esa irracionalidad aleatoria, contingente y frgil, que es la vida en la Tierra y la existencia misma de la Tierra: hay que crear una lgica, probar con unos vnculos, elaborar unas maquetas simblicas que permitan enfrentarse, relativizar, olvidar incluso el sinsentido. Es ah donde Jos Val del Omar aparece como uno de los artistas ms com-pletos de la historia, no slo del cine, sino del arte en general. Su genialidad arquitect-nica se consagr a la construccin total de un mundo desde sus condiciones materiales hasta sus intenciones espirituales. Para ello, tuvo que fabricar sus propias herramientas (dimensin tcnica y logstica de su obra), desarrollar su propia concepcin de los fe-nmenos (dimensin teofnica de su esttica), y sistematizar las lgicas de organizacin queestructuransuslms(dimensinmetdica).Jos ValdelOmarnodebeanadie, salvo a s mismo, esta energa constructiva, pero es muy posible que su estancia en Pars en 1921 la aanzara, pues lleg a una ciudad en la que acababa de estallar el culto al cine.*Ms all de la rbita terrestre31Pars 1921: el entusiasmo colectivo por el cine como arteDesde 1911, bajo el impulso de los crticos Ricciotto Canudo y Emile Vuillermoz, y ms tarde de lie Faure, Lon Moussinac y otros muchos, se empieza a estructurar, a organizar, a ensalzar y propagar la reexin del cine como arte. Diez aos despus, Jos Val del Omar puede asistir a la cosecha de los primeros frutos de ese esfuerzo colectivo. Fue precisamente en 1921 cuando Canudo formul su teora del cine como sptimo arte y cuando fund, en el mes de abril, el CASA (Club de Amigos del Sptimo Arte), lugar que empezaron a frecuentar ciertos protagonistas de la vanguardia:SetratabadeloscineastasLouisDelluc,GermaineDulac,JeanEpstein,Alberto Cavalcanti,MarcelLHerbieryLonPoirier(...)delosescritoresBlaiseCendrars, Jean Cocteau, Alexandre Arnoux y lie Faure, de los artistas Robert Mallet-Stevens, Fernand Lger y Marcel Gromaire (...)3.Riccioto Canudo organiza sesiones de cine en la Bourse du Travail destinadas a un pblico obrero, y despus, en noviembre, el Saln Anual del Cine. Varias revistas de cine informaban al pblico no slo de las proyecciones y de los eventos, sino tambin de los debates, de las conferencias y de las cuestiones del momento. La que tuvo ms xito fue Cina, fundada en mayo de 1921 por Louis Delluc.Por el vocabulario utilizado en sus interttulos, se adivina que Jos Val del Omar sedejimpregnarporaquellaebullicincinladelosprimerosaosveinte:el trminocinegrafas,empleadoenlosttulosdecrditodeFuegoenCastilla,fue acuado por el gran critico musical Emile Vuillermoz en 1917, en su columna del peridico Le Temps. Cinegrafa nos parece hoy un trmino tpico de las investiga-ciones de la vanguardia, pues as denominaba Germaine Dulac, a partir de 1924, la investigacin de los medios estticos propios del cine; es decir, una poesa visual que remite a las artes plsticas, a veces a la msica, y se desva de lo novelesco para de-sarrollar potencialidades ligadas a la descripcin y a la fotogenia de los fenmenos. Pero tambin es verdad que esta terminologa cal en todos los medios cinematogr-cos, pues en 1921, los propietarios denominaban sus locales de exhibicin salles de spectacles cingraphiques (salas de espectculos cinegrcos), y el semanario La Cinmatographie franaise anunciaba que el martes 6 de septiembre tendra lugar en el Gaumont Palace un Saln de Vsions Cingraphiques, reservado a los socios de la Corporation du Cinema4.Esemismoao,JeanEpsteinpublicaLaposiedaujourdhui,unnouveltatde 3.Noureddine Ghali. LAvant-garde cinmatographiqe en France dans les annes vingt. Pars: Paris Experimental, 1975, p. 56.4.La Cinmatographie franaise, n 146, 20 de agosto 1921. pp 53 y 71.;osi vai oii oxai 32lintelligence, que contiene un captulo titulado Le cinema et les lettres modernes, e in-mediatamente despus Bonjour Cinma, ambos en ditions de la Sirne. Se trata de dos textos programticos, que sientan las bases de lo que llegar a ser la poesa visual cinema-togrca. Particularmente, Le cinma et les lettres modernes, donde el siguiente poe-ma o casi poema en prosa constituye un inquietante precedente de las frases exegticas tan tpicas de Jos Val del Omar: Es el milagro de la presencia real / la vida maniesta, / abierta como una hermosa granada, / asimilable, / salvaje5.Sin salirse del registro escrito y tambin en ditions de la Sirne (cuyo logo haba creado Pablo Picasso), fundada por Paul Latte, que haba elegido como directores lite-rarios al gran crtico de arte Flix Fnon y al poeta y cineasta Blaise Cendrars, Louis De-lluc publica La Jungle du cinema, una recopilacin de historias pintorescas redactadas en forma de guin cinematogrco. Es posible que llamara la atencin de Val del Omar una de ellas, la titulada Cinema, corrida y muerte [en espaol en el texto], que cuenta la asombrosa historia de un caballo llamado Feria, cuyos movimientos en el ruedo vienen dictados por su deseo de hacerse notar por el objetivo de una cmara. Reproduzcamos un pasaje de este texto desconocido que, sin embargo, anticipa tantas cosas de lo que hoy denominamos la sociedad del espectculo:Estaban los fotgrafos, como siempre, y a estos se haba aadido algo que sorpren-diaFeria:unaparatodecinematgrafo.UnmiembrodePathhabavenidoa lmar algunos planos de la corrida, primeros planos incluidos. El caballo compren-di que se trataba de una especie de fotgrafo. Y como el aparato pareca mucho ms importante que un aparato fotogrco, estim que era ms y mejor que un fotgrafo; diramos que era un sper-fotgrafo. El gesto de girar la manivela del aparato le pareci a Feria uno de los ms hermosos que haba visto nunca. Tan contento se puso que de pronto se crey un potrillo vivaracho y, por ese motivo, olvid el peso de cuero, de hierro y de duro hueso, del caballero que llevaba encima6.Porsupuesto,elpobreFeriapagarconsupropiasangreestedescuido.Sepuede adivinar en esta fbula, en su divertida irona, una especie de autorretrato de aquella generacin de cineastas llenos de entusiasmo, fascinados por el medio, locos por su arte, en la que enseguida se integrar Jos Val del Omar.As, en la existencia de todos los seres surge un momento, que dura medio siglo o tressegundos,unmomentoquedaunametaaesaexistencia,quehastaentoncesno latena.Feriatenaahoraunameta,comoPasteuroPericles.Seguaelespejismode 5.JeanEpstein.Lecinmaetleslettresmodernes.En:critssurlecinma,tomoI,1921-1953.Edicinde Pierre Lherminier. Pars: Cinma Club / Seghers, 1974, p. 66.6.LouisDellucLaJungleducinma.En:critscinmatographiquesI.Lecinmaetlescinastes.Edicinde Pierre Lherminier. Pars: Cinmathque franaise, 1985, p. 247.Ms all de la rbita terrestre33unideal. Ymuchosidealeshansidopeoresqueunacajagrabadoraencaramadaaun trpode7.La creacin tecnfila: Abel Gance y Jos Val del OmarUnacajagrabadora:nopodemosdejardeestablecerunparalelismoentredosde los grandes cineastas poetas que consagraron buena parte de su energa a la invencin y construccindesuspropiosinstrumentos,JosValdelOmaryAbelGance.En1921, Abel Gance rueda un lm inaugural para la vanguardia, La Roue, en la que cuenta con un ayudante de excepcin, Blaise Cendrars. A partir de 1925, Gance lleva a cabo una serie de experimentos tcnicos que le conducirn a registrar varias patentes: en 1926, la polivisin y la pantalla variable; en 1929, la estereofona, que Val del Omar tendr buen cuidado en diferenciar de su diafona, ms medioambiental; en 1938, el pictgrafo, que se presenta as:Dispositivo ptico, aplicable a la fotografa y la cinematografa, que est compues-to por unas lentes convergentes o divergentes, montadas una al lado de la otra, y cuyo conjunto constituye un dispositivo utilizable delante de un objetivo fotogrco, cuyo campo se encuentra as dividido en un nmero de zonas igual al de las lentes utilizadas, zonas que tienen diferentes distancias de enfoque8.Nosetratadeunacuestindeinuencia,sinomsbiendeunaposicincomn frente al cinematgrafo, una posicin que, en el fondo, no adoptaron tantos cineastas (podemos citar, por ejemplo, a Raoul Grimoin Sanson, por sus proyectos inacabados de Cinorama,aJean-LucGodard,Jean-PierreBeauviala,CharlesCsuri,JohnWhitney, Patrick Bokanowski, Joost Rekveld, Jrme Schlomo), y con respecto a la cual las ini-ciativas de Jos Val del Omar constituyen un logro importante. Se trata de la conciencia compartida de que la estandarizacin industrial reduce a mnimos las posibilidades del cine, y de que, si se quieren mantener unos ideales estticos ambiciosos, hay que inven-tar instrumentos dignos de lo que para ellos parece ser una misin. Pero donde otros in-ventan una cmara, un ltro o un software, Abel Gance y, sobre todo, Jos Val del Omar, sereplanteanlatotalidaddeldispositivo:pantalla,cmara,objetivo,sonido,pelcula, proyector, luces, relacin con el espectador... y todo ello a n de emplear al mximo el poderevocadordelasimgenes.Unamsticaparecidaanimalasintencionesestticas de Gance y de Val del Omar, creadores caracterizados por una avidez visual fuera de lo comn. Hasta qu punto no podra haber hecho suyas el Val del Omar de las tcnicas 7.Id. p. 249.8.Abel Gance Brevet dinvention n 833.904, 1938. En: Sophie Dara. Abel Gance hier et demain. Ginebra: La Palatine. 1959, p. 183.;osi vai oii oxai 34lricas las palabras de Gance en Le temps de Limage eclate, su maniesto de 1957:Estas nuevas tablas de logaritmos de la polivisin permitirn aumentar el poder evocadordelasimgenes.Esosmovimientosdemovimientoscrearnunaeuforia sensorial, en la medida en que las relaciones fsicas, siolgicas, psicolgicas y ps-quicas de las imgenes estarn armoniosamente coordinadas en el mismo espacio de tiempo9.Un imaginario visual de la Parusa: Marcel LHerbier, Jean Epstein, Jos Val del Omar y otrosEn 1920, Germaine Dulac rueda La Fte espagnole, un drama cinegrco, escrito por Louis Delluc en 191910. A partir de 1921, Marcel LHerbier hace suyos esos temas hispnicos de procesiones, estas, tablaos, amantes enloquecidos por los celos y trans-forma el ensayo de Dulac y Delluc en una obra maestra: se trata de Eldorado, un me-lodrama cinematogrco. Eldorado multiplica los inventos plsticos para dar forma a las sensaciones y los sentimientos de los protagonistas: una herona desdibujada en medio de un grupo de perles ntidos, para representar la ausencia de uno mismo; una distorsin cintica extrema, para representar la situacin de embriaguez (Abel Gance ya la haba utilizado mucho de forma burlesca en La Folie du docteur Tube de 1916); el montaje a base de planos cortos, las tonalidades de la cinta... y una partitura musical compuesta por Marius-Andr Gailhard. Varias escenas de la pelcula tienen por esce-nario la Alhambra, que entonces no era ese monumento cuya invasin por el turismo de masas lmar de manera obsesiva Val del Omar11, sino un palacio abandonado y porellomsfascinante.Latranscripcinliterariadellm,realizadaporRaymond Payelle, y publicada en las ediciones de la Lampe Merveilleuse con ocasin del estreno del lm, describe as este lugar que ser matricial para el cine de Jos Val del Omar:Alhambra,alhamraquesignicaenrabeLaRoja.Unenormerecintorodeado de altas murallas rojizas y desnudas que, rematadas por las Torres Bermejas, domina todalaciudadcomounespolnsobrelacolinaabrupta;unasegundaciudadcon defensas vertiginosas,que encierra una larga historia,sangrientayperfumada.Los tocadoresylascisternas,lasfuentesylossubterrneos,losparterresylascmaras secretas, todo en la Alhambra evoca la indolencia y el drama (...); todo en ella habla siempre de voluptuosidad y de muerte: el perfume de los granados en or permane-9.Ib., d. 171.10.Se puede leer en Louis Delluc, Ecrits cinmatographiques III. Drames de cinma, edicin de Pierre Lherminier, Pars, Cinmathque franaise / Cahiers du Cinma. 1990, pp. 31-37.11.Montadas por Eugeni Bonet en 2004.Ms all de la rbita terrestre35ce, y an puede verse, en la Sala de los Abencerrajes, el mrmol del estanque teido por la sangre de los degollados12.Desdesuestreno,Eldoradodejhuellaenlahistoriaemergentedelavanguardia cinematogrca. En 1955, Jean Epstein comentara el lm en unos trminos algebraicos en los que resuena la matemtica divina reivindicada por Jos Val del Omar, es decir, un sentido de la estructuracin rtmica transversal al conjunto de los fenmenos, que remite tanto a una concepcin mstica, como a una bsqueda cientca anticipadora de la teora del caos. Hay una escena de Eldorado que aporta un buen ejemplo de la sutileza deexpresinquehabanalcanzadoalgunoscinegramasen1921.Estasecuenciahoy an se puede ver muestra un baile en un tablao. Mediante un difuminado progresivo, los bailaores pierden poco a poco sus diferenciaciones personales, dejan de ser reconoci-bles como el bailaor, que en adelante se transformar en un elemento annimo, impo-sible de distinguir de otros 20 o 50 elementos equivalentes, cuya suma pasa a constituir otra generalidad, otra abstraccin: no es este fandango o este otro, sino el fandango, es decir la estructura, que se hace visible, del ritmo musical de todos los fandangos. En este punto, el cinematgrafo consigue dar, con el mnimo de concrecin y de particularismo, una forma plstica de nmeros en accin, de msica, que por esa inscripcin esquemti-ca de un baile sobre una cinta de pelcula, pasa del campo del odo al de la vista. Esta ele-vada simbolizacin de la imagen supone uno de los modelos ms puros del cine puro13.Cabe suponer que Jos Val del Omar no hubiera visto ni siquiera ledo Eldorado, que no lo tomara como plataforma y punto de partida para reapropiarse de los moti-vos hispnicos que l estaba en las mejores condiciones de captar y tratar? Si la vio, la obra maestra de Marcel LHerbier, inventiva y exigente, no pudo dejar de resultarle un revulsivo, de excitarle, de arrastrarle hacia vas experimentales an ms radicales. Pero aunquenohubieravistoEldorado(quesupusotodounacontecimientoenelPars cinlo de 1921), Jos Val del Omar tuvo que impregnarse de los ideales estticos a los que responde la pelcula de Marcel LHerbier y que dejarn huella en sus lms y en sus propias gestas artsticas. Explorar los recursos de la fotogenia, trabajar los modos descriptivos liberados de la carga narrativa, producir poemas visuales a partir de la re-alidad misma, descubrir un fenmeno haciendo variar sus apariencias, estructurar una cineplstica, profundizar en la inmanencia, tender, en presencia de los fenmenos, a la deagracin esttica que llevar al cine a convertirse en Parusa, revelacin, xtasis... Los grandes poetas de la fotogenia, es decir de lo real, que la cmara no reduce a sus apariencias sino que lo despliega y desentraa, Jean Epstein, Eisenstein, Jos Val del 12.RaymondPayelle.Eldorado,mlodramecinmatogaphiquedeMarcelLHerbier.Pars:ditionsdelaLampe Merveilleuse, 1921, p. 47.13.Jean Epstein. Esprit de cinma. Ginebra / Para: Editions Jeheber, 1955, p.90.;osi vai oii oxai 36Omar(lostresformadosbajomodeloscientcosylostresadmiradoresdeGoya) comparten, si no las mismas soluciones formales, a menudo similares, s al menos los mismos ideales estticos.DejemosquelaplumadeBlaiseCendrarsseexpresesobreestaconanzaenlas potencialidades del cine, sobre esta renovada admiracin, en un texto escrito en 1919 y que lie Faure, Jean Epstein, Louis Delluc, Colette, LHerbier, Dulac, Gance, Dimitri Kirsanov y muchos otros, a la cabeza de los cuales se sita Jos Val del Omar, han rees-crito cada uno a su manera y alimentado con sus propias imgenes:Una civilizacin nueva. Una nueva humanidad. Las curas han creado un organis-mo matemtico, abstracto, artilugios tiles, mquinas. Es la propia mquina la que recrea y desplaza el sentido de la orientacin. Hay una nueva direccin. Desde ese punto de vista, el cine, arbitrario, ha dotado al hombre de un ojo ms maravilloso que el ojo compuesto por mltiples facetas de la mosca. Cientos de mundos, miles de movimientos, un milln de dramas entran simultneamente en el campo visual de este ojo. No se sabe dnde reside la emocin. La unidad trgica se desplaza. Sabe-mos que lo real no tiene sentido alguno. Que todo es ritmo, palabra, vida. Basta con apuntar con el objetivo a una mano, un ojo o una oreja para que el drama se perle, se expanda sobre un fondo inesperadamente misterioso. Ya no hace falta discurso: pronto se considerar intil la existencia del personaje. A ritmo acelerado, la vida de las ores resulta shakesperiana; todo el clasicismo viene dado por el desarrollo de un bceps a cmara lenta. (...) Qu va a ocurrir? Por qu la materia est tan trgicamen-te impregnada de humanidad? Los elementos qumicos se enlazan y se desenlazan. Poema hind. La mnima pulsacin germina y fructica. Las cristalizaciones cobran vida. xtasis. (...) Vemos en el viento a un hermano y el mar se convierte en un abis-mo de hombres. Y esto no deriva de un simbolismo abstracto, oscuro y complicado, sino que forma parte de un organismo vivo que captamos, que desechamos, que aco-rralamos y que nunca haba sido visto hasta ahora. Evidencia. (...) El cono luminoso colea como un cetceo sobre las cabezas de los espectadores. Los personajes se estiran en la pantalla bajo el foco de la linterna. Se sumergen, dan vueltas, se persiguen, se cruzan con una precisin matemtica, luminosa. Haces. Rayos. Rosca prodigiosa en torno a la cual todo gira en espiral. Proyeccin del derrumbe del cielo. Vida de las profundidades14.Jos Val del Omar vuelve de Pars convertido al cine. Al analizar su obra, se ve que ha captado lo mejor que poda ofrecerle la vanguardia parisina, lo ms radical, lo ms exigente,ysevislumbraquesedisponeallegarmuchomslejosqueaquellaensus 14.Blaise Cendrars. Les hommes du tour, n 545, 8 de febrero 1919.Ms all de la rbita terrestre37bsquedas, A excepcin de Jean Epstein y Dimitri Kirsanov, la mayora de los cineastas que trabajan en Francia se pasan a la ccin, descafeinando su pensamiento, para dar paso a continuacin al surrealismo, que se dedica a combatir esencialmente las formas narrativas, pero que, al mismo tiempo, a travs de stas y gracias sobre todo a Luis Bu-uel,conereunsentidopolticoycrticoalavanguardia.AsuvueltaaEspaa, Val del Omar, basndose en las propuestas estticas vigentes en 1921, crear en solitario un reino del cine en el que llevar a cabo sus ambiciones vanguardistas. Recprocamente, loscineastasexperimentalesfrancesesnodescubrirnhastafechasmuytardas,apar-tirdelao2000,laobradeJos ValdelOmar15.Estedescubrimientoatraparauna generacin en busca de una autonoma prctica que, a la vuelta del milenio, juega con tres soportes, el argentino, el videogrco y el digital. Entre los artistas jvenes, los que semuestranmsinteresadosenlaobraylasiniciativasde ValdelOmarsonOthello Vilgard, cineasta especialista en Jean Epstein, y Hugo Verlinde, cineasta experimental y artistainfogrco.Hugo Verlindenoshahechollegarestasemotivaspalabrasque transcribimos como conclusin:TengounrecuerdoabrumadordeloslmsdeValdelOmar,desuclarividencia tcnica y potica. Sus experimentos de proyecciones luminosas sobre una estatua de laVirgenllegaroninclusoaproducirmeespanto.AcababadeterminarAldbaran (2001). Tengo tambin el recuerdo de un destino trgico: visiones suntuosas acerca del desarrollo del cine y del futuro de sus instalaciones sin poder llevar a trmino esos trabajos... por falta de medios... Prefer cerrar ese libro16.Texto publicado en el catlogo de la exposicin : desbordamiento de Val del Omar, Centro Jos Guerrero/Museo Reina Sofa, 2010. 15.La revista Trac le dedica varias pginas en su nmero 34, verano 2000.16.Hugo Verlinde recuerda Trafc. Carta a la autora, 18 de noviembre, 2009.;osi vai oii oxai 38PEDAGOGA KINESTSICAFotografa tomada por Jos Val del Omar en las Misiones PedaggicasMs all de la rbita terrestre39Todos los niosJos Val del OmarTodos los nios nacen genios. La instruccin pblica los enjaula la educacin los plancha la informacin monodireccional los inhibe la publicidad los cretiniza la tecnologa los deshumaniza y prostituye. Pero la savia es sabia y la clarividencia, funcin del humilde instinto, y una simple conexin molecular en vitro de misterioso barro electrnico nos puede iluminar un nuevo mundo. Fuente: Tientos de ertica celeste.*;osi vai oii oxai 40[Proposicin del aparato Grafo-Omar]Jos Val del Omar ProposicinJosValdelOmar,espaolnaturaldeGranadade27aos,tcnicodelCinema, interesado por la Pedagoga Kinestsica. Presenta Unafrmulaparalaimplantacindelosdosprincipalesprocedimientos,grados primeroyltimodelacinematografaeducativa.Primero.Procedimientoelemental-escolar de cosas y procesos. Aplicable a todas las escuelas primarias nacionales mediante la frmula econmica de mi aparato Grafo-Omar, el cual permite dotar a cada escuela de un libro de texto, teln, aparato y de una copia ntegra de la Cinemateca (tres mil proyecciones ordenadas por los organismos consultivos de ese Ministerio) al precio de cincuenta y tres pesetas tratndose de la total dotacin a dichas escuelas nacionales pri-marias. Esta cinemateca elemental es el primer escaln de la Pedagoga Kinestsica, ya que lo primero es dar nocin de las cosas por donde ms tarde perseguiremos el movi-miento; es el texto fotogrco permanente que la escuela moderna tiene para aventajar eneconomayenconcentracinalaslminasdelasparedesyalasestampasdelos libros;yesennlagranventanaporlaquedeslandocumentosdetodoelmundo montados sobre elementales esquemas de expectacin. Calidad, capacidad y desarrollo de la cinemateca elemental. Los esquemas iniciales son creados por el organismo pedaggico consultivo. Las imgenes son recogidas de la mejor calidad en los archivos mundiales, o bien editadas directamente. El nmero tres mil es suciente para la indicacin de esta cinemateca susceptible de ampliar mediante la edicin mensual de un disco-revista al precio de dos pesetas y com-puesto de trescientas imgenes de esquemas, obtenidos por concurso entre los maestros, *Ms all de la rbita terrestre41desarrollando con ello el Psicoanlisis til al progreso pedaggico de la escuela espaola, y haciendo una revista infantil placentera y educativa en alto grado de ecacia general, y que ha de venir a aumentar el archivo de la escuela llamado a ser una gran Enciclopedia de imgenes; organizada en fbulas, parbolas y esquemas geomtricos. Tamao recomendable de las proyecciones Grafo-Omar para la escuela, 1 x 1,20 metros. Segundo. El procedimiento ms amplio del cinema educativo es el super-espectacular de instintiva superacin tica social. Este puede actuar sobre los pblicos de las ciudades, pueblos y agrupaciones campesinas, valindose en donde sea posible de las instalacio-nes cinematogrcas emplazadas en teatros o crculos de recreo; y disponiendo de una pequeaescuadradeequiposambulantesparadarproyeccionesenaquellossitiosno factibles de sumarse al circuito de cinemas. El formato de estas proyecciones ha de aproximarse mucho a los actuales Noticiarios: componindose de actualidades espaolas, esquemas pedaggicos sociales, y esquemas econmicos.Esteperiodoseiniciarmensualmenteparallegarasemanalcuandola organizacin lo permita; pudiendo iniciarse en colaboracin con la Escuela Social, Ins-tituto de Orientacin Profesional, Instituto Nacional de Previsin, Instituto de Reedu-cacin, Instituto Nacional de Higiene, Escuela de Agricultura, Escuela de Industriales, EscueladeCaminos,PatronatodeTurismo,FederacionesDeportivasyAsociaciones Industriales y Mercantiles.El desarrollo econmico de esta seccin, yo lo garantizo, sin tener que recurrir a pro-tecciones extraordinarias; pudiendo comprometerme al lanzamiento de l, con la pres-tacindelmaterialyaeditadoporlosorganismosantesmencionados,ladistribucin realizada por las delegaciones del Patronato del Turismo y la admisin, en una tercera parte de la totalidad del metraje, de una publicidad indirecta de las industrias espaolas, encajable en los citados esquemas econmicos.UnavezlanzadoelNoticiarioyestabilizadasudistribucin,puedeinteresarsea loscinemaslainsercindeesteNoticiarioNacionalenigualdaddeprecioalqueabo-nanporlosextranjeros;conloqueseconseguirelingresonecesarioparalaadquisi-cinymarchadelaescuadraambulanteyelmejoramientodelaedicinacstica. [Primera copia mecanogrca del primer intento espaol de microlms prctico. En esta idea de imgenes luminosas hemos llegado al aparato ndice de imgenes luminosas Grafn verdaderamente revolucionario por su economa y a la Poliproyeccin aditiva variable]17Documentomecanograado,proposicinalPrimerCongresoHispanoamericanode Cinematografa, Madrid, 1931. 17.Nota posterior a la elaboracin del documento del propio Val del Omar.;osi vai oii oxai 42Fotogramas de Fiestas cristianas / estas profanas (1934-35) documental realizado por Val del Omar con medios propios en Murcia, Cartagena y Lorca, durante el periodo de las Misiones PedaggicasMs all de la rbita terrestre43Sentimiento de la Pedagoga Kinestsica(Sedimento emocional de mis experiencias)Jos Val del OmarMAESTROS: Unambienteanormalyeldolorquetantosensibiliza,sonlosfactoresprincipales de que yo me haya encontrado conmigo. Tengo la conciencia de que en mi generacin soy joven, o sea, voy delante, y esta soledad, creedme, soledad terrible, desamparada, sin ms gua que una ciega fuga de energas por mis aptitudes sin sintonizaciones (?) ntimas o amigables, yo solo, creedme, conducido por una fuerza poderosa durante 9 aos de desierto he caminado por el procedimiento cinematogrco, hasta vosotros.Ya llegu a ver lo que me atraa.Fue el Maestro de todos vosotros, Cosso, fue Cosso el que me ense su corazn de nio, su corazn sereno, cndido y fuerte para que viera el secreto del educador. Y aqu me tenis esta tarde decidido a entregaros mis presentimientos de una nueva Pedagoga, los factores de una instruccin ms libre.Soy de Granada y soy un instintivo, que no creo en la Universidad tal y conforme est la Universidad. Ella representa la cultura de las letras, cultura en la que yo no creo.El estudio, la investigacin y la accin, fueron el camino de la Universidad, los fun-damentos de la universidad, pero sta, una vez parada en su marcha, cuando los hombres se han decidido a retener apreciaciones en los libros, cuando los hombres ya parados, cansados y engredos han puesto ctedra y se han dedicado a desbordar verborrea, a in-fundir cultura de letras, palabras, renglones, frases, ordenaciones intelectuales; entonces ausente la razn, cada vez ms lejos la verdad y ms deformada y ms deshumanizada, la Universidad ha quedado reducida a una biblioteca. Y menos mal s la biblioteca alter-*;osi vai oii oxai 44nara en el nimo de nuestros jvenes con los problemas latentes en su medio ambiente o aunque no fuera eso, aunque no fuera ms que con el deporte. Pero no ha sido as. El universitario que es el prototipo vctima de toda esta anquilosada instruccin de nues-tros das, no ha hecho ms que aprenderse las lecciones, partir de las palabras para luego proyectar todos los renglones aprendidos sobre la realidad sin comprender que primero fue la realidad y luego sta se redujo a frases.Y sta es nuestra lgica decadencia. El nio viene a la vida y antes de verla ve la letra, ve el smbolo, ve la plantilla en las frases, en las leyes, en las deniciones, en los concep-tos a cuyo pie van rmas sugestivas y esto le anula todos sus impulsos, su espontaneidad, su voluntad; despista sus aptitudes, se olvida de quin es, la algaraba de conceptos in-yectados ensordece su palabra interior, la uniformidad termina conquistndole para el ejrcito de la muchedumbre y ved aqu cmo el cerebro se esteriliza, cmo un hombre se ha frustrado.Loslibrossemedirnopuedendesaparecerporquesonlosrecipientesdelas ideas y ayudan a crear un criterio y a accionar rectamente. Todo ello est mal pensado porque el ser humano poco a poco ha ido generndose y esta funcin perceptiva ha creado el rgano aperceptivo (tactil). Esta accin de conocer ha ido engendrando una capacidad psquica para re-conocer ms tarde. Pues bien, los libros prcticamente no ensean nada nuevo, lo ms que en ellos se hace es reconocer porque no se aprende lo que no se comprende.El conocimiento nuevo que es el que sirve a cada uno en su vida, que es el verdadero progreso, es un conocimiento que ha de esculpir las emociones en nuestra alma. S que nos atrae el reejo del bajo cielo de la resonancia, pero el hombre debe de no olvidar su n. El asceta debe de pensar que no es hombre fuera de la sociedad. El intelectual debe darse cuenta de que le hace falta ser accin y reaccin, ganars el pan con el sudor de tu frente es tanto como decir no escarmentars en cabeza ajena y esto el ejrcito de intelectuales no lo comprende.Pero todava hay algo ms importante en este despiste. Creo rmemente que nuestra actividad psquica se ha complicado extraordinariamente, creo que lo intelectual ha pro-vocado un cierto divorcio entre el cerebro y el corazn, entre el instinto y la conciencia. Ha separado el mundo de las cosas y el de las ideas, ha alejado los sentimientos de la gravedad y la lgica, ha incomunicado el arte y la ciencia.Esta desmedida actividad intelectual es cosa del hombre y es una imperfeccin que nos impide fundir en un lenguaje humano otra expresin ms propia: ver la armona. Y esta desarmona ha sido distincin, clasicacin. Y este deseo de inyectar cultura ha producido un desequilibrio del que ahora se quiere salvar la universidad con la tcnica y la escuela produciendo una educacin activa.Yo, educadores, veo que en la enseanza hay que desdoblar esa perversin, nivelando Ms all de la rbita terrestre45estas descargas de energa, acercando, como dira Freud el ello y el yo, identicando esas actividades, consciente e inconsciente, como plano de distintas densidades en un mismo recipiente. Este es a mi juicio el problema fundamental que ha quedado planteado a la teraputica educativa. Se puede librar al educando de la educacin consciente?Se pueden distinguir, armonizar, las actividades perceptivas y aperceptivas?Puede el maestro colaborar en la formacin de la criatura sin aprisionar sus impulsos entre smbolos y normas, sin matar su conciencia creadora?Se puede poner en marcha a cada uno en su camino?Es posible educar el instinto?Se puede uno comunicar con el ser humano por un conducto que escape a la revi-sin de nuestra conciencia?Maestros,educadores,yocreoques,yoarmoques,yoosaseguroquelasm-quinas que responden a un principio de automatismo, a un principio de economa en nuestroaparatopsquicohanobradoelmilagro.Yosdigoms;yoqueconozcoesas mquinas he de ponerlas en prctica de este alto servicio.Los grados del proceso principal de la actualidad intelectual del nio todos los sabis y los tenis olvidados, son la percepcin, la ordenacin y la accin.Ocurrequemuchoantesqueseapercibidaestacontinuidaddelproceso,elnio empieza representando, repitiendo, y de todo lo que representa, de todo lo que repite, lo primero es la accin. Esta pequea experiencia nos hace entrever que la mas til educa-cin se llama inuencia. Inuencia que ejerce la actividad del proceso imptico al nio. Esta simpata es inicialmente rtmica y a medida que va desarrollando las funciones en su intelecto vemos que describe una lnea coincidente con el eje puramente humano. O sea, la simpata se despierta en el nio por movimientos y contina cuando esos movi-mientos provocan afectos. Goethe deca slo aprendemos de aquel que amamos; yo os digo: debemos impedir al nio que concentre su simpata sobre lo personal, debemos ponerle en comunicacin con el todo humano, con el mundo entero para que se vaya construyendosusideas,fundindoseatodoelprjimoeneseanhelodearmona.Y cmo traerle al nio, no el maestro y la escuela, sino todo el mundo? Las mquinas han obrado el milagro y obrarn en da no lejano un milagro ms completo, producirn la sensibilizacin mediante el ensueo del cinema. No olvidarse que los rayos infra-rojos y ultravioletas no son sensibles a la vista, pero por ello no dejan de ser causa de efectos que ms tarde aparecen.Laenergaaperceptivaenelnio,aseguranlosmaestrosqueseescabullecomoel mercurio,quenohaylaberintoquetengatantasencrucijadascomolatrayectoriade su atencin. Pero, queris decirme qu es lo que ello signica? Signica que existe una tendencia a la percepcin de cosas y de movimientos inconscientes que no son ms que ;osi vai oii oxai 46el verdadero lenguaje de l. Que le atraen los volmenes y los smbolos y que odia con-densaciones expresivas que le fatigan y le aprisionan. El nio quiere y requiere libertad, huye de las letras, se re de las palabras, rompe la Gramtica, aborrece los libros porque sus renglones son carriles y carriles extraos.No hay que ir a la conquista. No. Hay que ir resueltamente a activarle las apetencias de su instinto superior, esto que mucha gente llama espritu de destruccin no es sino instinto de sabidura biolgica.Y he aqu la base de esta expectacin potica que da la vida y que le hace a uno cami-nar y caminar tras ese sentimiento de lo estable, de lo que es inmortal e innito.Puesbien,elcinemanoelcine,espectculoencrisis,noelcinematgrafosala-teatro, sino el cinema, es el procedimiento de retencin y emisin de vibraciones sensi-bles a nuestros sentidos, la va otante, el conducto libre por el que pueden en cualquier momento deslizarse los documentos arrancados al espacio y al tiempo.Asegurarconmigoqueelcinemaestcomenzando,queensuaspectotcnico, fsicamente, no se ha llegado ni siquiera a la humanizacin, y psquicamente no se ha comenzadoapenasahacernadaporqueeslapsicologaexperimentalquientienela palabra. El cinema hoy da utilizado discretamente es una mquina que viene a subs-tituir al libro y al maestro. Substituye al libro porque lo que slo es til retener es la verdad cientca expresada por el lenguaje potico de los esquemas imaginativos con sus contrastes bsicos y su sinceridad geomtrica. Substituye al maestro en serie por su mejor continuidad, por su mejor mtodo, pues yo preferira que ste se limitara a mostrarelmundosinexplicacionesyluegoaprocurarlaconvivenciareal,afectiva, delnioconsuscamaradas.Comunidadparaexperimentarlarelacinyconello retenerparasiempreaquellasintuicionesticasquesurgendelosactosdearmona. Ahora comprenderis cmo el buen enseador, cmo el buen msico, tienen un gran porvenir con la mquina.Y es hora de apercibirse de que esa sensibilidad que viene de lo personal es sensible-ra y feminidad, hora es ya de comprender que las mquinas han venido a extender los horizontes del hombre, a ahorrarle el esfuerzo con su colaboracin mecnica y a unirlo en un exacto abrazo de ruedas dentadas sin aprisionar su alma.Yo os digo francamente que no creo en la educacin, que no creo en la instruccin, que creo un poco en la sensibilizacin, que rmemente creo en la civilizacin.Educar es para mi obligar, reprimir el instinto. Que la educacin ha sido a mi juicio el motivo (como ya os he dicho) de esta complejidad, desequilibrio, desarmona, y des-doblamiento de la actividad psquica.Los apstoles, los educadores se muestran incapaces ante ese monstruo que se revuelve ante cada amenaza de ahogo. El educador es un libertador de saln que en el fondo no hace ms que coaccionar nuestros impulsos. La civilizacin no avanza, la humanidad se levanta, Ms all de la rbita terrestre47la criatura enrgica asciende por el mismo eje que describen al caer las cosas inanimadas. Paraponersedeacuerdoesmuchomsconvenienteiluminarlosnesquereprimirlos medios. Por esto no creo en la educacin que va ciegamente a detener, a impedir el paso de nuestros bajos instintos. Hora es ya de abolir la pena de muerte y de crear verdaderos correccionales. En el cdigo penal caen las primeras luces. Huyamos del educador que al n y al cabo nos producir concentraciones morbosas de los bajos productos de nuestras glndulas. Creamos rmemente en la civilizacin como un acto de armona entre nuestros instintos y nuestra razn. Civilizar no es domesticar. Civilizar es provocar una superacin enlosinstintos,esdarlescartadenaturalezasensibilizndolospormediodesupropio idioma.Hay que huir del intelectualismo y de la vana pretensin de ser extraordinariamente conscientes de nuestros actos. La gran libertad, el gran acuerdo, la serenidad, no consis-ten ms que en el paralelismo de estas dos densidades, (instintos y conciencia) en reposo, cuyos planos no debern cortarse ni superponerse nunca con desnivelamientos ilgicos.Pues bien, maestros, no olvidarlo, el cinema es el medio de comunicacin anti in-telectual con el instinto. Puedo deciros que en las proyecciones cinematogrcas puras el teln desaparece, la retina del espectador desaparece, slo queda nuestra pantalla ps-quica absorbiendo los rayos luminosos como si fuera la supercie de un lago profundo, sobre el que se proyecta un sueo y en el cual el instinto se reconoce. Y conectarse. Y fundirse.Y voy a terminar con este repetido sentimiento. El cinema por esencia supera, actua-liza y excita el valor sumo de la universidad, ese sentido de la continuidad histrica tan manoseado. Porque la cmara que capta el mayor nmero de movimientos inconscien-tes lenguaje de la vibracin espontnea, de la verdad tiende a que esos movimientos seansubconscientementeabsorbidosobrndoseunafectivorecortepersonaldeestos procesosdocumentales;lneasqueencadaunodescribenunaveredaeconmica,una ruta asequible a sus aptitudes y facultades; en una palabra un camino abierto hacia el