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16 de Abril de 2016
M2L1JLYS
DIFERENTES MODELOS DE PSICOTERAPIA
La clasificación en cuatro categorías facilitada por Elizabeth Ogg y sus correspondientes
psicoterapias son:
l. Psicoterapias Tradicionales
Psicoanálisis
Psicoterapia Orientada Analíticamente
Análisis Jiunguiano
Terapia Adleriana
2. Terapias del Potencial Humano
Terapia Centrada en el Cliente
Psicología Existencial
Logoterapia
Terapia Gestalt
Bioenergética
3. Terapias de Grupo
Psicodrama
Terapia de Grupo Tradicional
Terapia de Familia
Análisis Transaccional
4. Terapias Cognitivas Conductistas
Terapias Cognitivas
Conductismo
Biofeedback. Las psicoterapias anteriormente citadas representan solamente una pequeña proporción de las
que hoy en día existen, todos ellas pertenecientes a una de las tres corrientes psicológicas más
importantes:
a La teoría freudiana o psicoanalítica;
b La teoría conductista-experimental positivista;
c. La teoría humanística-existencial o la Tercera Fuerza
La rebeldía del hombre contra la despersonalización y deshumanización ha conducido a enfatizar,
en las nuevas psicoterapias, el sentir (tanto a nivel fisiológico como emocional), el sensualismo,
las emociones, la pasión y la experiencia inmediata; todos estos enfoques de la psicoterapia
moderna rechazan el pasado y el futuro de la existencia humana y se centran en el presente,
tiempo de la vida en el que se existe y se siente.
Si el problema, conflicto o trastorno del ser humano reside en sentir emociones, entonces el
individuo tiene que confrontar el sentimiento, el cual no es precisamente verbal ni intelectual,
sino emocional.
En cuanto al modo como sitúa al hombre en el tiempo, cada una de estas tres corrientes
(psicoanálisis, conductismo y humanismo), se comprueba que el psicoanálisis lo centra
especialmente en el pasado (en el allá y entonces),correspondiendo por lo tanto a un enfoque
histórico del hombre. Las psicoterapias conductistas enfatizan la vida y la conducta presente, sin
interesarse en el pasado del Individuo; por lo tanto son en esencia no históricas en su enfoque.
Las psicoterapias humanísticas, o las nuevas psicoterapias, son a-históricas, en el sentido de
que no tienen en cuenta las nociones preconcebidas del individuo y su pasado. Además, los
diferentes tipos de psicoterapia de esta última corriente consideran que el hombre está
creando, cada minuto que vive, su propio futuro. En consecuencia estas psicoterapias
humanísticas centran toda su atención y energía en el momento inmediato de la existencia.
La ideología principal de esta última corriente pone énfasis en sentir, vivenciar, descubrir y
explorar. Solamente después de vivir estos procesos psicológicos cobran importancia otros como,
pensar, conceptualizar y comprender.
El principio básico de la psicología humanística es que los cambios que se facilitan con la acción
terapéutica ocurren como resultado de un proceso vivencial, en el que los significados implícitos
se sitúan en el darse cuenta, en estar alerta, en la toma de conciencia, (awareness). Estos
significados deben ser intensamente sentidos, referidos directamente y modificados, sin necesidad
siquiera de verbalizarlos.
Todo esto se opone a la gran importancia que el psicoanálisis concede al «discurso verbal» con el
fin de que el material inconsciente pase al plano consciente, efecto que el psicoanalista logra por
medio de la técnica conocida como “asociación libre de ideas”.
La corriente humanística se opone también al conductismo, en el cual las acciones, ejecuciones
y conductas significan más que las palabras, que los sentimientos y que las motivaciones
intrapsíquicas · (internas).
La Terapia Gestalt puede situarse en el campo floreciente del Pensamiento Existencial; se inserta
en las disciplinas psicológicas que pregonan la toma de conciencia de lo que ocurre en el momento
inmediato.
Las diferencias teóricas son importantes:
En primer lugar, la Psiquiatría Existencial
Se centra especialmente en la experiencia interna del hombre, mientras que la Terapia Gestalt
enfoca el fenómeno inmediato del facilitador y su cliente.
La Psiquiatría Existencial interpreta el mundo del individuo en términos existenciales y lo discute
con su paciente, mientras que en la Terapia Gestalt las explicaciones, de cualquier índole que sean,
son dejadas a un lado con el fin de crear experimentos o vivencias que aumenten la toma de
conciencia del ser humano.
En segundo lugar, el Psicodrama y la Terapia Gestalt concuerdan en el valor terapéutico que tiene
la interpretación de roles, especialmente como técnica que sirve para ayudar a la gente a sacar a
«flor de piel» sus proyecciones. Aunque difieren en el sentido de que la Terapia Gestalt considera
tales vivencias (role-play) o experimentos como parte del proceso terapéutico, y el Psicodrama
los toma como el proceso terapéutico en sí mismo.
En tercer lugar, el Análisis Transaccional (AT) sin embargo, sufre las consecuencias de su propio
«juego», por ser incapaz de salirse del enfoque transaccional que establece. También allí la
interpretación es el factor más importante en el proceso terapéutico.
Y Por último, dado que la Terapia Gestalt enfatiza la experiencia inmediata, puede que se la
confunda con el Conductismo
Sin embargo, el conductismo reduce al hombre a la experiencia, limitando el concepto de
experiencia a los reflejos y dejando a un lado la esencia del organismo humano. Reduce al hombre
a aspectos puramente mecanicistas. Estas últimas teorías se limitan a la naturaleza orgánica del
ser humano, en lugar de percibir al hombre como una unidad que sólo en parte se manifiesta por
medio de su naturaleza orgánica.
Para comprender la Terapia Gestalt debemos situamos en relación con las tres escuelas de
psicoterapia ya mencionadas: el movimiento de terapia psicodinámica, el movimiento de terapia
conductista y el movimiento del potencial humano.
En estas dos corrientes de la psicología (psicoanálisis y conductismo) tenemos como común
denominador que el terapeuta es el responsable de ejecutar los cambios en el paciente.
La Terapia Gestalt es una parte de este movimiento de la psicología, que enfatiza la observación (no
manipulativa) de la conducta en el «aquí» y el <<ahora» y se centra sobre la importancia del proceso
de darse cuenta o toma de conciencia del paciente.
En la Terapia Gestalt la persona aprende a servirse de todos sus sentidos internos y externos
llegando así a ser auto-responsable, dándose auto-soporte.
Asimismo se requiere un análisis cuidadoso para separar las semejanzas y las diferencias existentes
entre la Terapia Gestalt y las corrientes de la Tercera Fuerza, a la que pertenecen Roger, Bach, Berne,
Schutz, Frankl, Glasser, Ellis, May, Janov, y otros.
La Tercera fuerza percibe en general la relación terapéutica como una relación directa entre seres
humanos; la relación “Yo-Tu” es preferida a la relación paciente-doctor o “manipulador-
manipulado”.
Todos los modelos de la Tercera Fuerza, proclaman el enfoque holístico de interacción existencial.
Todos ellos son optimistas en la forma de percibir al hombre y enfatizan el crecimiento del potencial
humano; por esto a veces se les conoce como pertenecientes al Movimiento del Potencial Humano.
La terapia Gestalt tiene también sus diferencias dentro de esta corriente de la Tercera Fuerza.
El punto de vista más importante, es el bio-psico-social, resulta el más difícil de inculcar cuando
se entrena a terapeutas o se ayuda a una persona. La Terapia Gestalt toma en cuenta el campo
bio-psico-social en su totalidad, incluyendo como parte básica la interacción organismo ambiente.
La Terapia Gestalt utiliza variables fisiológicas, socioló gicas, cognitivas y motivacionales. Ninguna
dimensión relevante se excluye de la teoría básica del enfoque gestáltico.
El «ahora», en contraste con la noción freudiana del<entonces», aunque en Terapia Gestalt el
«ahora» es considerado como un concepto funcional que se refiere a conductas ejecutadas en
este preciso momento.
Lo que enfatiza el terapeuta guestáltico es la experiencia del «aquí y el ahora», de la emoción
inmediata y la conducta, y no el recuerdo del pasado.
En la Terapia Gestalt el conocimiento no equivale al material verbalizado en la comunicación
terapéutica. (A diferencia del Psicoanálisis)
La Terapia Gestalt considera la experimentación, el hacer, el vivir y el sentir, como el eje primario
del proceso terapéutico (Diferencia con el Conductismo)
La Terapia Gestalt comparte con otras psicoterapias existenciales la creencia en el encuentro.
Interpersonal basado en el Yo-Tú y la relación terapéutica que se da en el aquí y el ahora.
Los roles practicados en Terapia Gestalt no tienen como objetivo ensayar nuevas conductas; se
busca con ellos que el individuo aprenda a discriminar qué conducta(s) llena(n) sus necesidades.
Está influido por religiones orientales como el Taoísmo y el Budismo Zen, y por !os experimentos
fenomenológicos.
Aunque la Terapia Gestalt frecuentemente descubre el mismo proceso en la persona que otras
terapias de la Tercera Fuerza, considera que el proceso de descubrir es como el punto final y no
el descubridor por sí mismo.
Lo que origina el cambio en Terapia Gestalt no es tanto el incremento del darse cuenta en general,
como el aumentar la capacidad o habilidad de estar alerta.
Rogers considera que de los encuentros verbales sostenidos entre un terapeuta incondicional y su
cliente resulta el cambio. Este encuentro que consiste en «hablar acerca de»
Ambos utilizan el encuentro y tienen como objetivo principal lograr el crecimiento del. Potencial
Humano. Se ha dicho que la psicoterapia Gestalt no utiliza la técnica de <hablar acerca de»,
sino que se experimenta, se explora para descubrir hasta qué punto es correcto para la persona
manipular y evitar el darse cuenta de su manipulación.
En oposición a la Terapia Racional Emotiva de Aibert_EIIis, en Terapia Gestalt es el individuo y no
el terapeuta quien decide qué es «irracional» para él.
Perls era explícito al considerar al individuo como capaz de poder proporcionarse su auto-
soporte, y no lo percibía como alguien frágil o que necesitara protección para darse cuenta de la
realidad interna o externa, el paciente puede juzgar mejor por sí mismo de qué información
desea hacer uso.
Muchos de los terapeutas que utilizan las técnicas de confrontación tienden a considerar que el
progreso de la terapia debe esperar hasta que exista una relación «Cuidadosamente madura».
Sin embargo, en Terapia Gestalt el individuo puede aprender desde el primer encuentro
experimental. Esto es opuesto a los enfoques de Bach, Berne, Satir y Schutz.
La Terapia Gestalt acepta la agresión y el conflicto como fuerzas bio-psico-sociales naturales e
invita a su experimentación con el principio de «quedarse con» el sentimiento o la emoción
desagradable en el «aquí y el ahora» y directamente expresarlos en forma verbal.
En síntesis: la literatura sobre psicoterapia tiende a restringir los modelos alternativos a la
modificación de conducta, por una parte, y al modelo médico, por la otra. La Terapia Gestalt
ofrece sin duda una tercera alternativa y es la primera escuela existente que trabaja sobre un
modelo de psicoterapia que evita las deficiencias inherentes al modelo médico en que está
basa la psicoterapia orientada psicodinámicamente. Más aún: la Terapia Gestalt es uno de los
pocos modelos de psicoterapia experimental que enfatiza la observación del comportamiento y
la experimentación.
La Terapia Gestalt comparte con la filosofía del positivismo la noción de lo que es, lo que se ve, lo
que se observa. La Terapia Gestalt no sacrifica el rol del psicólogo como observador de la
conducta, sino que al estar las articulaciones fenomenológicas del cliente o paciente en
congruencia con su información sensorial, el psicólogo se adhiere a ella con sus observaciones y
experimentaciones.
COMENTARIO
Es indiscutible que en el transcurrir de la vida humana, existen influencias de corrientes de
pensamiento, conducta, filosofía y cultura que nos abarca a todos y marcan un mas o un menos a
la existencia actual del ser humano.
Con respecto a las corrientes en Psicoterapia, se deja ver que el factor cultural, social, marca el
pensamiento y avance del desarrollo humano en el que la Tercera Fuerza, señala el contar con
nosotros mismos y autogestionarnos nuestro existir y la capacidad de desarrollar nuestras
potencialidades.
Ver al hombre en su sentido total y Holístico y no fragmentado es para mí una gran luz para estos
tiempos que vivimos por lo que la Terapia Gestalt reúne dentro de nuestra naturaleza bio-psico-
social muchos aspectos que apoyan y ayudan a su desarrollo de forma personal y en el ámbito
psicoterapéutico tomando como base el aspecto fenomenológico, de Husser, el “Yo-Tu”,
Buberiano, el enfoque centrado en el paciente o cliente, el “darse cuenta “ de Perls y vivenciarlo
en el “aquí y ahora” .
Así como no se puede desprender que la Terapia Gestalt, como el Conductismo tiene como base el
“Aprendizaje” con diferentes métodos.
En el conductismo la conducta del sujeto es directamente modificada por el terapeuta contando
con los estímulos del medio.
En la teoría psicoanalítica la conducta ha sido originada por motivaciones o fuerzas inconscientes,
latentes, las cuales se hacen manifiestas o conscientes en la interrelación terapéutica de
transferencia. Analizando las transferencias del individuo se descubre lo reprimido, y el material
inconsciente del paciente pasa a ser consciente. En la Terapia Gestalt la persona aprende a
servirse de todos sus sentidos internos y externos, llegando así a ser auto-responsable, dándose
auto-soporte. La Terapia Gestalt ayuda al individuo a retomar el camino de los sentidos, a tomar
conciencia del proceso de darse cuenta. Mientras el Conductismo utiliza condiciones de control
de estímulos y el psicoanálisis “cura” hablando “acerca de” y descubriendo la causa de la
enfermedad mental (“el problema”), la Terapia Gestalt ofrece la auto-realización al individuo
sirviéndose de experimentos (vivencias) que enfatizan la toma de conciencia dirigida en el aquí y el
ahora.