Publicación de información y reflexión misionera.Año 15. Número 159.

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Concilio Vaticano iiLa evolución de la fe: Introducción

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Comisión de Formación PermanenteLa Misión y el trabajo por la justicia y la paz

Desde las MisionesNoticias de Perú

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Boletín mgPublicación de informacióny reflexión misionera.Mensual

Año 15. Núm. 159.Enero de 2012

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AgendaEnero

Editorial¿Cómo se vive la fe en la Misión de Perú?P. José G. Camarillo M., mg

Concilio Vaticano ii (50 años)La evolución de la fe: IntroducciónRedacción del Departamento de Comunicación

Comisión de Formación PermanenteLa Misión y el trabajo por la justicia y la pazP. Raúl Nava T., mg

MLALa fe fortalecida en sequía y celebrada en la abundanciaXóchitl Ramírez Fernández, mla

Desde las MisionesPerú: Noticias de noviembre y diciembreP. José G. Camarillo M., mg

Corea: Noticias de diciembreP. Juan José Márquez E., mg

P. Salvador Rojas V., mg

Cuarto ConsejeroP. Juan José Á. Luna E., mg

Superior GeneralP. Raúl Ibarra H., mg

Vicario GeneralP. Fernando Montes L., mg

Segundo ConsejeroP. Raúl Nava T., mg

Tercer Consejero

Consejo General

Boletin mgImpresión y armado

Impresiones Masivas y Procesos Mecánicos

Edición

Departamento deComunicación

Coordinaciónadministrativa

Antonia Hidalgo L.

Revisión y correcciónde textos

Lic. José Ramón Aca L.

Diseño Editorial

Lic. Sergio A. Martínez S.

Desde México 4o Concierto NavideñoMisa en honor a la VirgenRedacción del Departamento de Comunicación

Museo mgEl retablo ayacuchanoAletia Gómez O., Museo mg

Centro de Orientación Vocacional¿Qué es la fe?P. Alejandro Jaimes M., mg

DireccionesCompromiso desde tu feP. Filiberto Serrano C., mg

Club de Niños mgLa fe en los niñosAnwar Sánchez D., encargado del Club de Niños mg México

LiturgiaHacer memoriaP. Juan Antonio Muñoz H., mg

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Índice

En portada / Representación de la aparación de la Virgen de Guadalupe, Misión de Perú

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Eventos

Primer día del añoSanta María, Madre de Diosvi aniversario del fallecimiento del P. Mario de la Torre Gutiérrez, mg

xxxviii aniversario de la fundación de la Procura deLos Ángeles, California, eua

La Epifanía del SeñorEl Bautismo del Señorxxxi aniversario de la fundación de la Misión de Angola

Domingo 1Domingo 1

Lunes 2Miércoles 4

Domingo 8Lunes 9

Miércoles 25

ix Reunión Intercapitular, en Guadalajara, Jal.

Retiro de Padres mg en el df

Inicio de clases uic, ciclo 11/12-1Colecta en GuadalajaraReunión del Consejo GeneralReunión del Consejo de Rectoría (México)Ministerios en Tilapa, Edo. de Mex.

Del viernes 6 al viernes 20Miércoles 11

Lunes 16Domingo 22

Martes 24Viernes 27Sábado 28

Actividades

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Enero 2012

Enero 2012

Agenda del mes

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¿Cómo se vive la fe en la Misión de Perú?P. José Guadalupe Camarillo Martínez, mg

La reflexión que va-mos a compartir se li-

mita a describir la forma en que los jóvenes de nuestras parroquias viven la fe. El tema es importante ya que, por recomendación del pasado Capítulo General, en la Misión de Perú adoptamos la pastoral con los jó-venes como prioridad en nuestro trabajo.

Perú es un país cuya religión oficial es la católica. Sin embargo, la realidad que ve-mos en las parroquias que mg atiende en Pucallpa y en Cusco es otra. La fe es fruto del encuentro personal y comunitario con el Dios de la vida, por ello quisiera recordar la “Parábola del sembrador” (Mt 13, 1-23), en la que se nos cuenta que Dios siembra la semilla del amor y la respuesta se mani-fiesta de diferentes maneras, para ilustrar

las formas en que algunos jóvenes perua-nos se acercan a la fe.

“Unos granos cayeron a lo largo del cami-no: vinieron las aves y se los comieron” (Mt 13, 4). Como decíamos, Perú es un país en el que la mayoría de la gente se conside-ra católica, pero en la práctica no se de-muestra. En nuestras parroquias se vive un fuerte secularismo, propio de la época, y las cosas de Dios pasan a un segundo tér-mino. A pesar de que se incluye una clase de religión en todos los colegios, muchos jóvenes, alejados de la vida de Dios, no tie-nen interés en acercarse a Él.

“Otros cayeron en terreno pedregoso, con muy poca tierra, y brotaron en seguida, pues no había profundidad. Pero apenas

Editorial

¿Cómo se vive la fe en la Misión de Perú?P. José Guadalupe Camarillo Martínez, mg

salió el sol, los quemó y, por falta de raíces, se secaron” (Mt 13, 5-6). A pesar del secu-larismo que se vive en la sociedad peruana, aún hay jóvenes que se acercan a recibir los sacramentos. Cada año en nuestras parro-quias se preparan jóvenes para recibir el Sacramento de la Confirmación, pero des-pués de recibirlo muy pocos participan de la vida de Dios y de la Iglesia. Parece que no tienen las suficientes raíces cristianas.

“Otros cayeron en medio de cardos: éstos crecieron y los ahogaron” (Mt 13, 7). Una realidad juvenil es el interés por lo material, por las modas superficiales y temporales que se les imponen. Muchas veces esta realidad les impide tener una vida de fe, ya que no tienen el criterio necesario para dis-cernir y optar por un buen estilo de vida. Para algunos de ellos la Iglesia está pasada de moda.“Otros granos, finalmente, cayeron en bue-na tierra y produjeron cosecha, unos el

ciento, otros el sesenta y otros el treinta por uno” (Mt 13, 8). En nuestras parroquias hay muchos jóvenes “zanahorias” (así se llama en Perú a los jóvenes sanos) que han tenido un encuentro personal y comunitario con Jesús, el cual los ha motivado a com-prometerse con Él y vivir su fe en medio de las exigencias sociales. Estos jóvenes se siguen formando con fundamentos cristia-nos y viven con una fe auténtica, libres de prejuicios. Son jóvenes que pertenecen a algún grupo parroquial y sacan adelante el trabajo de la parroquia al colaborar como catequistas o acólitos, en el coro, la litur-gia, el grupo de teatro o el grupo juvenil. Ellos estudian o trabajan, y en medio de sus ocupaciones dan testimonio de su fe, incluso en las redes sociales, donde no se avergüenzan de mostrarse como discípulos de Jesús.

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La evolución de la fe: IntroducciónRedacción del Departamento de Comunicación

El Concilio Vaticano ii cumple medio siglo de

haber sido celebrado. Por ello, a partir de este ejemplar, compartiremos algunos de los datos más relevantes en torno al mismo para recordar la importancia que tuvo en la Iglesia católica.

El Concilio Vaticano ii fue convocado por el Papa Juan xxiii el 25 de enero de 1959, motivado al notar que las conquistas ma-teriales y el ateísmo imperante de la época afectaban el desarrollo espiritual y condu-cían al hombre a una crisis de fe.

El concilio ecuménico tuvo lugar en la Basí-lica de San Pedro, con la presencia de más

de 2 mil obispos provenientes de diferentes partes del mundo, quienes se reunieron con el propósito de debatir, reflexionar y repen-sar el papel de la Iglesia como figura central de la humanidad.

El concilio se realizó en cuatro sesiones anuales, de 1962 a 1965, la primera de ellas del 11 de octubre al 8 de diciembre de 1962, presidida por Juan xxiii. Las cuatro etapas conciliares dieron como resultado cuatro constituciones dogmáticas: Gaudium et Spes, Dei Verbum, Lumen Gentium y Sa-crosanctum Concilium; nueve decretos: Ad Gentes, Apostolicam Actuositatem, Christus Dominus, Inter Mirifica, Optatam Totius, Orientalium Ecclesiarum, Perfectae

Concilio Vaticano ii (50 años)

La evolución de la fe: IntroducciónRedacción del Departamento de Comunicación

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Caritatis, Presbyterorum Ordinis y Unitatis Redintegratio; y tres declaraciones: Digni-tatis Humanae, Gravissimum Educationis y Nostra Aetate.

El beato Juan Pablo ii dijo: “¿No es acaso este concilio universal … un acontecimien-to del máximo peso, en la historia bimilena-ria de la Iglesia, y consiguientemente, en la historia religiosa del mundo y del desarrollo humano?” (Primer Mensaje de Su Santidad Juan Pablo ii a la Iglesia y al mundo, 17 de octubre de 1978).

Los documentos conciliares arrojaron di-versas enseñanzas doctrinales y pastorales y en ellos se han apoyado los líderes de la Iglesia católica para sustentar el desarrollo de la fe. El Concilio Vaticano ii nos dejó en-señanzas pastorales que recordaremos a lo largo de este año.

El beato Juan xxiii nació el 25 de noviembre de 1881 en Sotto il Monte, Diócesis de Bérgamo,

Italia, y falleció a la edad de 82 años en Ciudad del Vaticano.

A lo largo de su carrera apostólica ocupó los car-gos de Obispo Titular de Aerópolis, y posterior-mente asumió el mismo cargo en Mesembria. En 1925 fue Visitador Apostólico en Bulgaria y más tarde, en 1931, fue Delegado Apostólico.

Cuatro años después ocupó el mismo puesto en Grecia y Turquía.

En diciembre de 1944, en París, Francia, el San-to Padre Pío xii lo designó Nuncio Apostólico, y en 1953 fue enviado a Venecia con el cargo de

Patriarca. Tras la muerte de Pío xii, Juan xxiii fue elegido como nuevo Papa el 28 de octubre de

1958. Su pontificado duró casi cinco años.

Durante el Jubileo del año 2000, el Sumo Pontífi-ce Juan Pablo ii beatificó a Juan xxiii, a quien por su bondad se le recuerda cariñosamente como

“el Papa bueno”.

De su labor eclesiástica se destacan sus encícli-cas Pacem in terris y Mater et Magistra, así como su papel como impulsor e iniciador del Concilio

Vaticano ii.

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Comisión de Formación Permanente

El concepto “paraíso terrenal” describe el

ideal de Dios para la humanidad en tér-minos de armonía, comunión, una vida plena, entre otros. Se trata de un sueño que se puede realizar con la participación activa del hombre y la mujer, realizadores y cultivadores de dicho ideal.

Este proyecto originario es como una ma-queta del mundo que orienta la construc-ción del proyecto de Dios a lo largo de la historia, hasta el momento final en que el dragón y la serpiente serán derrotados (cfr. Ap 20, 10), y el paraíso reaparecerá con toda su belleza y en su centro estará el tro-no de Dios y del Cordero (cfr. Ap 22, 1).

El Pueblo de Dios ha sufrido momentos bajos, como la esclavitud en Egipto, el destierro en Babilonia o la Diáspora, pero han sido superados por los momentos altos, como la conquista y la posesión de la Tierra prometida, el regreso de los desterrados de Babilonia y el proyecto de Jesucristo. Así, el Pueblo de Dios camina con la esperanza de un mundo nuevo (cfr. Is 65, 17-25), donde reinen la justicia, la paz y la fraternidad.

La creación: fuente de vida digna para todosEl Documento de Aparecida (da) dice que Dios “creó el universo como espacio para la vida y la convivencia de todos sus hijos

e hijas … la creación … nos ha sido entrega-da para que la cuidemos y la transforme-mos en fuente de vida digna para todos … ‘Nuestra hermana la madre tierra’ es nues-tra casa común y el lugar de la alianza de Dios con los seres humanos y con toda la creación. Desatender las mutuas relaciones y el equilibrio que Dios mismo estableció entre las realidades creadas es una ofensa al Creador, un atentado contra la biodiver-sidad y, en definitiva, contra la vida. El dis-cípulo misionero, a quien Dios le encargó la creación, debe contemplarla, cuidarla y utilizarla, respetando siempre el orden que le dio el Creador” (da, núm. 125).

La Escritura afirma que “no debe haber pobres en medio de ti mientras Yahvé te dé prosperidad en la tierra que es tu heren-cia” (Dt 15, 4). Sin embargo, el Documento de Puebla (dp) nos alertaba, diciendo que “está subiendo hasta el cielo un clamor cada vez más tumultuoso e impresionan-te. Es el grito de un pueblo que sufre y que demanda justicia, libertad, respeto a los derechos fundamentales del hombre y de los pueblos” (dp, núm. 87), y que “El con-traste notorio e hiriente de los que nada poseen y los que ostentan opulencia es un obstáculo insuperable para establecer el reinado de la paz” (dp, núm. 138).

Veintiocho años después la Iglesia latino-americana constató que “ya no se trata

La Misión y el trabajo por la justicia y la pazP. Raúl Nava Trujillo, mg

simplemente del fenómeno de la explo-tación y opresión, sino de algo nuevo: la exclusión social … ya no se está abajo, en la periferia o sin poder, sino que se está afuera. Los excluidos no son solamente ‘explotados’ sino ‘sobrantes’ y ‘desecha-bles’” (da, núm. 65). “Las condiciones de vida de muchos abandonados, excluidos e ignorados en su miseria y su dolor, contra-dicen este proyecto del Padre e interpelan a los creyentes a un mayor compromiso a favor de la cultura de la vida. El Reino de vida que Cristo vino a traer es incompati-ble con esas situaciones inhumanas” (da, núm. 358).

La buena noticia es que “La vida se acre-cienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad … la vida se alcanza y madu-ra a medida que se la entrega para dar vida a los otros” (da, núm. 360); “la vida sólo se desarrolla plenamente en comunión fra-

terna y justa … no podemos concebir una oferta de vida en Cristo sin un dinamismo de liberación integral, de humanización, de reconciliación y de inserción social” (da, núm. 359).

Conexión entre Misión evangelizadora y promoción humanaLa Lineamenta de la ii Asamblea especial por África del Sínodo de los Obispos (lam) nos dice que hay una conexión entre la Misión evangelizadora y la promoción humana, pues para la Iglesia la evangelización debe desarrollar al hombre en todas las dimen-siones de su vocación como hijo de Dios, y esta obligación se concreta en acciones comprometidas en favor de la promoción humana (cfr. lam, núm. 42).

En tanto, la exhortación apostólica Ecclesia in Africa (ea) afirma que “la Iglesia en África tiene un papel de primer orden en lo re-ferente al desarrollo humano integral” (ea, núm. 45). Se entiende que “El desarrollo humano integral ―desarrollo de todo hombre y de todo el hombre, especial-mente de quien es más pobre y marginado de la comunidad― constituye el centro mismo de la evangelización … porque el hombre que hay que evangelizar no es un ser abstracto, sino un ser sujeto a los pro-blemas sociales y económicos” (ea, núm. 68). Por ello, la liberación que la evange-lización anuncia no se puede reducir a la estrecha dimensión económica, política, social o cultural, sino que debe abarcar al hombre en todas sus dimensiones, inclui-da su apertura a Dios.

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Por tanto, “todo proceso evangelizador implica la promoción humana y la autén-tica liberación ‘sin la cual no es posible un orden justo en la sociedad’” (da, núm. 399). El anuncio cristiano, por su propio vi-gor, tiende a sanar, afianzar y promover al hombre, a construir una comunidad fraterna, renovando la misma humanidad y dándole su plena dignidad humana (cfr. Evangelii Nuntiandi, núm. 18).

La promoción humana, como indica la doctrina social de la Iglesia, debe llevar a todos los hombres a condiciones más hu-manas, para llegar al pleno conocimiento de Cristo.

Misión profética de la Iglesia“Ser discípulos y misioneros de Jesucristo … nos lleva a asumir evangélicamente y desde la perspectiva del Reino las tareas prioritarias que contribuyen a la dignificación de todo ser humano, y a trabajar junto con los demás ciudadanos e instituciones en bien del ser humano … Urge crear estructuras que consoliden un orden social, económi-co y político … Igualmente, se requieren nuevas estructuras que promuevan una auténtica convivencia humana, que impi-dan la prepotencia de algunos y faciliten el diálogo constructivo para los necesarios consensos sociales” (da, núm. 384). El Documento de Santo Domingo (dsd) indica que “Es necesario, pues, crear … una cultu-ra de la vida que contrarreste la anticultura de la muerte (“Discurso inaugural del Santo Padre”, núm. 18).

La justicia y la paz se abrazanLa exhortación apostólica Africae Munus (am) dice: “La justicia y la paz se han abra-zado; de la tierra está brotando la verdad, y del cielo se asoma la justicia” (Sal 85,11-12). Este salmo postexílico nos recuerda que “la paz y la justicia son fruto ante todo de la reconciliación del ser humano consi-go mismo y con Dios. Que sólo Cristo es el único y verdadero ‘Príncipe de la Paz’” (am, núm. 99).

“Si quieres paz, trabaja por la justicia… no se trata únicamente de aliviar el sufrimiento, hay que erradicar sus causas” (La Misión hoy, p. 41). No se trata de llegar solamente a un consenso o resolución de un problema. Es necesario eliminar la hostilidad y resta-blecer la paz en los corazones, llegar al per-dón para recuperar la paz y curar la herida, pues no puede haber paz sin justicia, ni jus-ticia sin perdón (cfr. lam, núm. 68). Por otro lado, Dios nos pide no solamente perdonar

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la ofensa, sino que nos reconciliemos con aquellos que nos hacen violencia; sólo la víctima puede dar el primer paso y perdo-nar (cfr. lam, núm. 69). “El verdadero per-dón promueve la justicia del arrepentimien-to y de la reparación, que conducen a una paz que llega a las raíces del conflicto y que transforman a quienes eran víctimas y enemigos, en amigos y hermanos y her-manas” (Mensaje al Pueblo de Dios de la ii Asamblea especial para África del Sínodo de los Obispos).“La justicia, vivida en todas las dimensiones de la vida, privada y pública, económica y social, precisa ser sostenida por la subsi-diaridad y la solidaridad y, más aún, estar animada por la caridad. ‘Según el principio de subsidiaridad, ni el Estado ni ninguna sociedad más amplia deben suplantar la iniciativa y la responsabilidad de las per-sonas y de las corporaciones intermedias’. La solidaridad es garantía de la justicia y la paz, de la unidad, pues tiende a que ‘la abundancia de unos supla la falta de los otros’. Y la caridad, que asegura el vínculo con Dios, va más lejos que la justicia dis-tributiva (am, núm. 24). La lógica interna del amor va más allá de esta justicia y llega hasta dar lo que se posee” (am, núm. 28).

La paz no se reduce a la ausencia de guerras y de armas nucleares en nuestro entorno, sino a la generación de una cultura de paz que sea fruto de un desarrollo sustenta-ble, equitativo y respetuoso de la creación, donde la Iglesia debe dar ejemplo y pro-mover la verdad y la justicia, el perdón y la reconciliación (cfr. da, núm. 542).

“No hay duda de que las condiciones para establecer una paz verdadera son la res-tauración de la justicia, la reconciliación y el perdón” (da, núm. 546). “Se podría decir que la reconciliación y justicia son las dos condiciones esenciales de la paz” (am, núm. 17). “La paz de los hombres conse-guida sin la justicia es ilusoria y efímera. La justicia de los hombres que no brote de la reconciliación por la ‘verdad del amor’ queda inacabada; no es auténtica justicia” (am, núm. 18).

En este tema de la justicia y paz, la Iglesia apuesta por la familia como santuario de la vida, lugar propicio para aprender y prac-ticar la cultura del perdón, la paz y la re-conciliación (cfr. am, núm. 43). En diversos documentos la Iglesia se autodefine como “signo e instrumento de la comunión de la familia humana con Dios, entre los hombres y con toda la creación”, “embajadora de la reconciliación”, “lugar de la fraternidad”, “servidora de la reconciliación”, “comuni-dad que cura, reconcilia, perdona y anima”, “mensajera del evangelio de la paz”, “abo-gada de la justicia y de los pobres”.

A final de cuentas, “los cristianos deben continuar o emprender con determinación el camino de la santidad para llegar a ser cada día más apóstoles de la reconciliación, la justicia y la paz” (am, núm. 171); porque “el rostro de la evangelización lleva hoy el nombre de reconciliación” (am, núm. 174) y Dios “nos ha llamado a ser instrumentos de su Reino de amor y de vida, de justicia y de paz” (da, núm. 24).

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Llegan las lluvias y, con ellas, llega la es-

peranza de pastos verdes en las tierras semiáridas del norte de Kenia. Después de tres años de una sequía que azotó fuertemente a los pueblos seminómadas, ahora se hacen presentes y traen consigo la esperanza de comida y agua para estos pueblos.

Durante agosto, septiembre y octubre se escuchó la propaganda constante en los medios de comunicación: “Kenia por Ke-nia”, con lo que se buscaba sensibilizar al pueblo sobre su responsabilidad soli-daria por las etnias del norte, que en su mayoría son seminó madas y viven en condiciones de muerte debido a la falta de agua y alimentos, causada por las fuertes sequías que además provocan hambruna en la zona norte del país.Recuerdo haber estado a principios de octubre en la Parroquia de Mashuru, en tierra maasai. Entonces estábamos en espera de la temporada de lluvias cortas, con la esperanza de que la situación me-jorara. En el camino, a hora y media de Nairobi, la capital de Kenia, dejamos la carretera principal para entrar al camino de terracería y durante media hora de ca-mino pudimos apreciar que había llovido en la zona, pero unos kilómetros adelante el terreno se tornaba seco y polvoriento. Aunque mucha gente había emigrado con

sus animales en busca de pastos, al llegar a Mashuru recibimos el saludo típico de la gente keniana, siempre alegre y optimista, incluso en tiempos difíciles.

En diciembre llovió tan afanosamente que hubieron fuertes inundaciones en el oeste del país, pero gracias a las lluvias las tierras del norte pudieron mejorar su situación. Du-rante ese mes tuve que viajar nuevamente a Mashuru; los pastos habían reverdecido, lagartijas de diferentes colores se podían ver en el patio de la parroquia; pude contar más de diez tipos de pájaros, de diferentes tamaños, colores y sonidos; era claro que la lluvia había traído consigo la vida y el regre-so de todos los que habían emigrado. Era tiempo de celebrar la vida, era tiempo de abundancia; era tiempo de compartir.

Al convivir con el pueblo de Kenia he aprendido que durante el tiempo de se-quía los pueblos nómadas se mantienen caminando y en búsqueda, mientras que en el tiempo de pastos verdes celebran la vida y comparten. De esta misma manera viven su fe en medio de un panorama de contrastes. Para el africano la unión con Dios y sus ancestros es importante y se manifiesta de forma significativa desde el amanecer, al tomar los alimentos, al rea-lizar cualquier celebración, en momentos de enfermedad y muerte, durante el naci-miento de un nuevo miembro de la comu-

La fe fortalecida en sequía y celebrada en la abundanciaXóchitl Ramírez Fernández, mla

Misioneros Laicos Asociados

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nidad y al caer la noche. Mi impresión des-pués de estos años de trabajo en Kenia es que para el pueblo keniano su relación con Dios es la de quien camina cerca durante todos los momentos de la vida, durante la sequía o la abundancia, y en la alegría o la de tristeza. Su diálogo con Dios se da en cualquier momento cotidiano y de manera tan sencilla como bendecir el té antes de dar el primer sorbo.Uno de los retos que hace significativo el trabajo de evangelización en Kenia es el ambiente plurirreligioso, ya que antes de la llegada de los grupos de conquistado-res, solamente se practicaban religiones tradicionales, y cada una tenía su propio concepto de Dios, sus propios ritos y creencias. Con la llegada de conquista-dores, esclavos y misioneros se hicieron presentes las grandes religiones, como el cristianismo, el islamismo, el hinduismo, etcétera. Actualmente 45% de la población en Kenia representa las Iglesias cristianas protestantes, en este grupo se incluyen las comunidades anglicanas, luteranas, pres-biterianas, metodistas, evangélicas y mu-chos otros grupos cristianos minoritarios; siguen los católicos romanos, con 33%; musulmanes con 10%; religiones tradicio-nales africanas con 10%; y 2% de la po-blación practica el hinduismo, el jainismo o la fe bahá’í.

Ante este panorama, la Iglesia en África nos invita a participar activamente con las otras religiones a través del diálogo interreligioso. Por otro lado, también nos invita a trabajar por la unión de los cristianos, es decir, tra-

bajo ecuménico. De esta forma el pueblo keniano vive su fe de una manera abierta y en diálogo con otros credos.

Cuando llegué a Kenia aprendí la impor-tancia de conocer y respetar las otras Igle-sias y mi compromiso como misionera laica me ha invitado a vivir mi fe cristiana de una manera madura, auténtica y sig-nificativa. Ahora tengo bonitas amistades musulmanas, hindúes y he participado en actividades ecuménicas. Tengo casi ocho años en Kenia y nunca he tenido una sola discusión por mi fe, mi creencia o mi ma-nera de practicarla con ninguno de mis amigos. Al contrario, la amistad me ha lle-vado a ser seria en la práctica de mi fe, ya que la mayoría de los africanos viven su religiosidad con sensatez y la hacen pre-sente en la vida cotidiana, en el día a día.

Mi sueño siempre ha sido trabajar en el desierto, en la zona musulmana, tal vez porque tengo la certeza de que mi fe se fortalece cuando me abro a otras religio-nes. Nadie puede dar lo que no tiene, y el trabajo con otras religiones demanda una fuerte y significativa experiencia de Dios; es decir, ser coherente entre mi práctica religiosa y mi manera de vivir. El diálogo con otras religiones exige apertura, res-peto y tolerancia. Es fundamental dar por hecho que Dios está presente en cada ser humano independientemente de su creen-cia, incluso en el corazón de aquellos que dicen no creer.

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Noticias de PerúP. José Guadalupe Camarillo Martínez, mg

Desde las Misiones

Noviembre 2011

Del lunes 7 al viernes 11. Los Padres mg y las misioneras laicas que colaboran con nosotros tuvimos una reunión de estudio. Fueron días de preparación para la iv Re-unión Intercapitular, en los que analiza-mos y reflexionamos acerca del caminar de nuestra Misión durante los últimos tres años, a la luz de las recomendaciones del ix Capítulo General de mg.

Del domingo 13 al sábado 26. Janeth Madero C., mla, concluyó el Programa de Formación Misionera Internacional. Formaron parte del proceso alrededor de 25 participantes, entre laicos, religiosos y sacerdotes, provenientes de diferentes partes de Latinoamérica, como Argenti-na, Brasil, Bolivia, Chile, México y Perú. El lema que motivó el último módulo fue: “Misionera – Misionero ¡Desde la vida, gestemos nueva vida!”.

Miércoles 23. El P. Antonio Hernández Rodríguez, mg, uno de los iniciadores de esta Misión, regresó a la patria luego de que el Consejo General aceptara su jubi-lación. El Padre Antonio llegó a la Misión en 1980 y colaboró en Bagua Chica, Pu-callpa, Caballococha, y como Superior de la Misión.

Miércoles 30. El P. José Guadalupe Cama-rillo M., mg, Superior de la Misión, participó en la Asamblea Anual del Centro Nacional Misionero (Cenamis), en el Auditorio de la Conferencia Episcopal Peruana. Cada año las Superioras y Superiores Mayores de los Institutos Misioneros en Perú se reúnen para reflexionar algún tema misionero y analizar el caminar misionero en Perú.

Diciembre 2011

Jueves 8. En la Catedral de Pucallpa, Mons. Gaetano Galbusera F., sdb, Vicario Apostólico de Pucallpa presidió la Eucaris-tía para celebrar a la Virgen Inmaculada, patrona de Pucallpa. Después de la Misa, los Padres, las religiosas y las misioneras laicas que colaboran en el vicariato tuvie-ron la reunión de fin de año. En Cusco, para festejar este día, se celebraron pri-meras comuniones en los colegios de la Parroquia Sagrada Familia.

Del jueves 8 al sábado 10. El P. José Gua-dalupe Camarillo M., mg, predicó durante el triduo a la Virgen de Guadalupe, en la Parroquia Santa Teresita, de la ciudad de Tingo María.

Domingo 11. En la Parroquia Sagrada Familia de Cusco se veló a la Virgen de Guadalupe y le cantaron “Las Mañanitas”. Además se realizó un “Chocolatón”, evento

Noticias de PerúP. José Guadalupe Camarillo Martínez, mg

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cuya finalidad fue recaudar juguetes y re-galarlos en las comunidades más pobres, y se representó una obra preparada por el grupo de teatro juvenil de la parroquia.

El mismo domingo, en la Misa de las 11 h, Mons. Gaetano Galbusera F., sdb, Vi-cario Apostólico de Pucallpa, presentó oficialmente al P. Ángel Javier Tosca C., mg, como nuevo párroco de Virgen del Carmen. Por otra parte, en la Parroquia San Pedro y San Pablo se llevó a cabo un juego de bingo con el fin de recaudar fondos para la ampliación y la remodelación del templo parroquial.

Del domingo 11 al domingo 18. Se llevó a cabo la novena a la Virgen de la Esperanza en una de las capillas de la Parroquia Vir-gen del Carmen que lleva su nombre.

Lunes 12. Los Padres mg de Pucallpa se unieron a la celebración de la Virgen de Guadalupe en la parroquia que lleva su nombre, la cual está a cargo del P. Gerald Veilleux, misionero canadiense.

Del miércoles 14 al sábado 24. Se llevó a cabo una novena en la Capilla del Niño Jesús. Se contó con la participación de las comunidades cristianas de la Parroquia Virgen del Carmen y de los Padres mg, con sus respectivas comunidades parro-quiales.

Sábado 17. Con la participación de más de 100 jóvenes provenientes de las tres parroquias que atiende mg en Pucallpa y de la Parroquia Jesús de Nazareno, se realizó un retiro juvenil de Adviento, en preparación para la Navidad. El mismo

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día, en la Parroquia Sagrada Familia, de Cusco, se realizó el Primer Concurso de Villancicos, organizado por la misma pa-rroquia, el cual contó con la participación de 16 intérpretes de varias parroquias de la arquidiócesis.

Sábado 24 y domingo 25. En cada una de nuestras parroquias festejamos el gran acontecimiento que es el nacimiento del Niño Manuelito, la Navidad del Señor

Jesús, con la celebración de la Misa, los abrazos, la entrega de juguetes de regalo, cantos navideños y chocolatadas (taza de chocolate y panetón1).

Viernes 30. Con diferentes actividades, las parroquias de Cusco y de Pucallpa se pre-pararon para celebrar su fiesta patronal.

¡Los Padres mg y las misioneras laicas de la Misión de Perú les deseamos feliz año 2012!

1 Panetón es un pan navideño con pasas y fruta seca. Este pan de origen italiano es muy popular en Perú.

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Enero 2012

Terminamos el año con las actividades

del tiempo de Adviento, periodo en el que los fieles católicos se acercan a las pa-rroquias para tomar el Sacramento de la Confesión.

Domingo 11. En Seúl, la capital de Corea, celebramos a la Virgen de Guadalupe. Mons. Osvaldo Padilla M., Nuncio Apos-tólico en Corea, presidió la Eucaristía y fue acompañado por algunos Padres mg. El evento, al que asistieron alrededor de 300 personas, fue organizado por la comuni-dad latina que atiende el P. Juan Francisco Torres I., mg, en Seúl, y contó también con la participación de fieles coreanos.

Lunes 12. En la mañana asistimos a la re-unión mensual, dirigida por el P. Alberto Puente C., mg, y abordamos el tema de la reconciliación, sobre todo con las per-sonas a quienes hemos servido. En la tarde, las comisiones de los grupos de: Espiritualidad, Formación Permanente, Co-municación, Vida Fraterna en Común, Eco-nomía, 50 aniversario de la Misión, y la comunidad mg que colabora en la ciudad de Jilin, China, presentaron sus informes y, de acuerdo a los planes de la Misión, calendarizamos las actividades para el año 2012.

Lunes 19. Corea del Sur recibió la noticia de que Kim Jong-il, presidente de Corea del Norte y dictador desde 1994, falle- ció el día 17. Los días siguientes, en los medios de comunicación, solamente se habló del deceso y las consecuencias po-líticas y económicas que habrá en Corea del Sur.

Sábado 24 y domingo 25. Celebramos la Navidad en los lugares pastorales donde trabajamos. En algunas parroquias como SangSa, Mangun, Kumdang y el Hospi- tal San Carlos, en Suncheon, se celebraron bautizos.

Sábado 31. Despedimos el año con tran-quilidad y deseamos que 2012 esté lleno de bendiciones para celebrar los 50 años de nuestra Misión.

Festejamos el cumpleaños del P. Francisco Torres I. (viernes 2), el cumpleaños y ono-mástico del P. Corazón López S. (martes 27), el onomástico del P. Juan Manuel Serrano G. (sábado 24) y el aniversario de ordenación del P. Sergio Chuela Á. (sábado 17).

Noticias de CoreaP. Juan José Márquez Echeverría, mg

Desde las Misiones

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El pasado 10 de diciembre la Capilla

central del Seminario Mayor mg se engala-nó con el 4° Concierto de Navidad. En esta ocasión el evento se realizó para brindar apoyo a nuestros hermanos afectados por el terremoto y el tsunami ocurridos en el norte de Japón el pasado mes de marzo. Por ello invitamos a las maestras Ha-ruko Shimizu (piano) y Mino Ueda (flauta transversa), quienes acompañadas por sus alumnos participaron en el concierto,

cuya finalidad fue cooperar en la construc-ción de hogares para adultos mayores en Sendai, Japón.

Participantes: Mino Ueda, Haruko Shi-mizu, Fumiko Ambo, Makiko Nishida, Izumi Tauchi, Ken Abiko, Elizabeth Váz-quez, Yoko Naito, Aiko Kato, Ken Inoue, Constanza García, Linda Bernal, Natsumi Simental, Yarahí Luna, Brenda Nava, Ma-riana Castillo, Paulina Govea, Diego Ortíz, Aimi Kawasaki y Anwar Sánchez.

4o Concierto NavideñoRedacción del Departamento de Comunicación

Desde México

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Enero 2012

Misa en honor a la VirgenRedacción del Departamento de Comunicación

Desde México

El pasado 9 de di-ciembre, al finalizar la

jornada laboral, en las oficinas de la ciu-dad de México, fue celebrada una Misa en honor a la Virgen de Guadalupe. El P. Juan José Á. Luna E., mg, Superior Gene-ral, y los Padres Salvador Arufe G., mg, y Jacinto Pérez R., mg, concelebraron la Eucaristía, que formó parte de los feste-jos a nuestra patrona.

La ceremonia fue acompañada con los cantos del coro La familia de Dios, y contó con la presencia de algunos empleados del Instituto, quienes dieron una gran muestra de su fe.

Para esta ocasión se preparó un altar don-de se representó el encuentro de san Juan Diego con la Virgen de Guadalupe. De esta forma se conmemoró un día que es muy especial para miles de devotos.

El pasado 10 de diciembre la Capilla

central del Seminario Mayor mg se engala-nó con el 4° Concierto de Navidad. En esta ocasión el evento se realizó para brindar apoyo a nuestros hermanos afectados por el terremoto y el tsunami ocurridos en el norte de Japón el pasado mes de marzo. Por ello invitamos a las maestras Ha-ruko Shimizu (piano) y Mino Ueda (flauta transversa), quienes acompañadas por sus alumnos participaron en el concierto,

cuya finalidad fue cooperar en la construc-ción de hogares para adultos mayores en Sendai, Japón.

Participantes: Mino Ueda, Haruko Shi-mizu, Fumiko Ambo, Makiko Nishida, Izumi Tauchi, Ken Abiko, Elizabeth Váz-quez, Yoko Naito, Aiko Kato, Ken Inoue, Constanza García, Linda Bernal, Natsumi Simental, Yarahí Luna, Brenda Nava, Ma-riana Castillo, Paulina Govea, Diego Ortíz, Aimi Kawasaki y Anwar Sánchez.

4o Concierto NavideñoRedacción del Departamento de Comunicación

Desde México

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Aletia Gómez Olalde, Museo mg

Museo mg

El retablo ayacuchano

Existen diversos an-cestros del retablo andi-

no. A fines del siglo xviii, la caja de santero, como resultado de un lento proceso de transformaciones culturales en las pobla-ciones indígenas y mestizas asociadas a la actividad ganadera, tomó la forma del Cajón de san Marcos o sanmarcos.

El sanmarcos es un objeto ritual del mundo rural andino y juega un papel importante en la fiesta de la marcación del ganado; se identifica con la fertilidad de los ani-males y se utiliza en prácticas curativas y en las fiestas de la cosecha. Los cajones más antiguos están tallados en piedra de Huamanga y algunas canteras, pero, quizá por el incremento en la demanda, después comenzaron a fabricarse con figuras de pasta, la cual se obtiene al mezclar papa azul de Huanta con yeso.

Los sanmarcos tienen dos niveles: en el su-perior se representan algunos santos asocia-dos a los animales, como santa Inés y san Lucas, entre otros, y en la parte inferior apa-

recen animales domésticos y silvestres, entre ellos el cóndor, que simboliza el wamani o espíritu de la montaña. El sanmarcos es un altar que se utiliza durante todo el año y se le ubica en un lugar especial de la casa, pues se considera un símbolo de protección familiar y de bienes.

En la década de los cuarenta la producción disminuyó y varios imagineros, pintores e intelectuales indigenistas promovieron la incorporación de temas y motivos costum-bristas, religiosos y sociales, y comenzó a conocerse como retablo. Fue así que llegó a nuevos consumidores, adquirió nuevas funciones y ha resaltado por su valor estéti-co, ornamental y documental etnográfico.

Actualmente el retablo es una de las expre-siones de identidad nacional y una de las ar-tes populares más importantes de Perú. Es un objeto que permite apreciar el desarrollo y la evolución del mundo de las creencias y su adaptación a los nuevos tiempos.

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Enero 2012

P. Alejandro Jaimes Méndez, mg

Centro de Orientación Vocacional¿Qué es la fe?

La fe tiene diversas acepciones, sin embar-

go, me gustaría hacer algunas analogías entre las definiciones que ofrece el diccio-nario1 y las ideas que promovemos a tra-vés del Centro de Orientación Vocacional (cov) del Instituto.

Diccionario: Creencia en algo sin necesi-dad de que haya sido confirmado por la experiencia o la razón, o demostrado por la ciencia: Tiene fe en que hay otra vida después de ésta.cov: Sabemos que Dios existe y sigue lla-mando a hombres y mujeres a entregar su vida y compartir la fe en lugares lejanos.

Diccionario: Conjunto de creencias de una religión: fe budista, musulmana, cristiana.cov: Reafirmamos nuestra fe en: Dios Pa-dre, quien creó todo y nos ama tanto que envió a su único Hijo, Jesucristo; Dios Hijo, que vino al mundo, nos enseñó a amarnos, vivió entre nosotros, murió, re-sucitó y está vivo; y Dios Espíritu Santo, que nos ilumina y fortalece para encontrar las mejores formas de compartir el amor entre los seres humanos, sin importar raza, creencia ni estatus.

Diccionario: Confianza en el éxito de algo o alguien: Tiene fe en ti.cov: El pueblo mexicano ha puesto su fe y confianza en nosotros para ser sus re-presentantes, por eso nos apoya incansa-blemente con oración, sacrificios y ayuda económica.

Diccionario: Promesa: Le dio fe de lealtad.cov: Por nuestra parte hemos prometido llevar esta fe hasta los confines de la tierra y poner todo lo que esté a nuestro alcance para compartirla.

1 Se utilizó el Diccionario de la lengua española, Espasa Calpe, 2005.

El retablo ayacuchano

Diccionario: Testimonio, aseveración de que una cosa es cierta: El notario dará fe del resultado del concurso.cov: Damos testimonio de que es posible vivir con base en los valores del reino, ya que Jesús es el camino, la verdad y la vida.

Diccionario: Documento que certifica la verdad de algo: fe de vida, de bautismo, etcétera.cov: Con nuestras Constituciones, con la revista Almas y las publicaciones en inter-net damos fe de la posibilidad de ser felices siguiendo al Señor. Aun con dificultades y problemas, tenemos una felicidad plena y verdadera, basada en compartir.

Diccionario: Buena o mala fe, buena o mala intención: No te enfades con él, lo ha hecho con buena fe.

cov: Pedimos seguir unidos en oración y en acción, pidiendo a Dios para que los jó-venes escuchen su llamado y respondan para ser laicos comprometidos, religiosos amables e incansables, apóstoles y sacer-dotes santos, o misioneros heroicos.

Diccionario: Fe de erratas: Lista de erra-tas encontradas en un texto después de su publicación, que se inserta en el libro junto con sus correcciones. cov: Tenemos fe en que nuestro Institu-to, iniciado por los obispos de México en 1949, seguirá adelante, ya que es una obra inspirada en Dios, y Él nunca se equivo-ca. A veces se cuenta con pocos mucha-chos en el seminario y pocos sacerdotes y laicos en las Misiones; pero si por este motivo pareciera que dudamos, pedimos disculpas.

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Enero 2012

P. Filiberto Serrano Cancino, mg

DireccionesCompromiso desde tu fe

Desde hace casi 30 años Misioneros de

Guadalupe ha enviado misioneros laicos a algunos países donde trabajan sacerdotes mg y a otros donde se nos ha solicitado. La experiencia de asociar laicos a nuestro Instituto no comenzó como una propuesta de Misioneros de Guadalupe, sino por la in-quietud de algunos laicos deseosos de cola-borar en la tarea evangelizadora ad gentes.

A lo largo de estos años hemos adquirido experiencia y ahora nos queda claro que la persona que quiera colaborar con no-sotros debe hacerlo desde su fe. Hay mu-chos jóvenes con el deseo de colaborar en lugares muy necesitados en el extranjero, debido a que quieren solidarizarse con los más desprotegidos y mejorar sus condi-ciones de vida. También es cierto que en varios países, desde hace algunos años, han surgido muchas organizaciones no gubernamentales (ong) que incluyen a jóvenes en su voluntariado, para realizar proyectos que, en general, buscan favo-recer el desarrollo de comunidades mar-ginadas.

El objetivo de nuestro Instituto también es colaborar en el desarrollo de los menos favorecidos, pero preferimos hacerlo con jóvenes cuyo deseo de solidaridad nazca de su experiencia de fe. Es decir, jóvenes que han experimentado la presencia de

Dios en sus vidas y sienten que los ha invitado a solidarizarse con los más ne-cesitados del mismo modo en que Él lo hace. Por ello, cuando alguien se acerca a la Subdirección de Misioneros Laicos Asociados, de la cual soy asesor, lo pri-mero que le pedimos es que nos exprese sus motivos para ser misionero; si nota-mos que su motivación no nace de su ex-periencia de fe, le sugerimos que busque alguna ong para realizar su propósito.

Pudiera pensarse que con este criterio se discrimina a algunos jóvenes, pero hemos visto que el servicio en las Misiones puede ser mejor cuando la persona enviada res-ponde a una motivación fundamentada en fe. Sin desacreditar la entrega y la disponi-bilidad de quien tiene otras motivaciones, pensamos que la persona de fe ayudará no solamente a realizar bien cualquier tra-bajo, sino que recordará que colabora en la Misión encomendada por Dios, por lo que su compromiso suele ir más allá de la realización de simples labores. Es decir, el misionero laico, por su fe, sabe que la labor misionera involucra toda la vida y da testimonio de su ser cristiano donde quiera que se encuentre; no escatima en ofrecer su tiempo y realizar sacrificios, y además participa activamente en los sacramentos, pues sabe que fortalecen su fe.

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Debido a que la labor específica del laico es la evangelización del mundo secular y ser fermento ―por así decirlo― desde el in-terior de las estructuras sociales, políticas, económicas, etcétera, en un principio se pensó que solamente era necesario que el candidato a ser misionero llevara una vida acorde a las normas cristianas y tuviera una carrera profesional. Sin embargo, con el paso del tiempo los mismos laicos se dieron cuenta de que además era necesa-ria una formación específica que les per-mitiera afrontar los retos que se presentan en los países de Misión.

Por ello actualmente se ofrece a los candi-datos una formación, con duración de 10 meses, en los cuales cada candidato llega a conocerse mejor y adquiere herramientas que serán de utilidad una vez que lleguen a

cualquier Misión. Por supuesto, el fortaleci-miento de su fe es la base de dicha forma-ción, pues invariablemente los misioneros laicos que han vuelto de las Misiones ―y quienes aún están allá― nos comentan que ha sido su fe lo que los ha sacado adelante en las situaciones difíciles.

Son muchas las actividades que se pro-ponen para que la fe de los candidatos se fortalezca. Es fundamental adquirir un co-nocimiento más claro y cercano de la per-sona de Jesús, lo cual se logra mediante un acercamiento más profundo a la Biblia. A partir del estudio de los Evangelios se pretende que los candidatos conozcan mejor a Jesús, Misionero del Padre, para que hagan propias sus actitudes.También los momentos de oración comu-nitaria y personal son de gran importancia. En el periodo de formación se da el tiem-po necesario y se proporcionan métodos de oración que permitan a los candidatos contar con varios elementos que puedan enriquecer su relación con Dios. Además se insiste en la práctica de los sacramentos de la Reconciliación y la Comunión, de ma-nera que se conozcan y se vivan para que se puedan incorporar a la vida cotidiana.

Considero que se ha logrado mucho en todo este tiempo en que se han asociado laicos a la labor misionera de la Iglesia al estilo mg. Una cosa es clara: para que el compromiso sea auténtico y duradero debe nacer de la experiencia de fe de cada uno de los candidatos a colaborar con nosotros.

Enero 2012

Anwar Sánchez Domínguez, encargado del Club de Niños mg México

Club de Niños mg

La fe en los niños

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“Los apóstoles dije-ron al Señor: ‘Aumén-

tanos la fe’. El Señor respondió: ‘Si tienen fe como un granito de mostaza le dirán a ese árbol que está ahí: Arráncate y plánta-te en el mar, y el árbol obedecerá’”(cfr. Lc 17, 5-6).

Antes que nada quisiera expresar, de par-te del Club de Niños, los mejores deseos para que todos los que colaboramos con mg cumplamos con éxito nuestros propó-sitos y superemos los retos que se nos presenten en este año que comienza.

Para hablar del tema de la fe quise empezar con un epígrafe del Evangelio de san Lucas, ya que, en lo personal, tiene mucho signifi-cado, y su contenido es importante para la vida moderna, donde la fe parece enfren-tarse, controversialmente, a los hechos científicos. La búsqueda por encontrar la explicación a todo lo que nos rodea parece dejar a un lado las señales que Dios nos hace para mostrarnos que está entre noso-tros. ¿Por qué pasa esto? Creo que la res-puesta se encuentra en la falta de fe, pues al crecer solemos distanciarnos de Dios y de su Palabra, y nuestra fe se debilita.

Ahora que estoy a cargo del Club de Niños mg me doy cuenta de la importancia de nuestra labor en la gran Misión que Dios nos ha encomendado. Por ello, en cada una de nuestras visitas a parroquias y colegios, nuestro objetivo es dejar bien cimentado el testimonio de Dios para fortalecer la fe en nuestra infancia, sin que eso implique un enfrentamiento con el desarrollo científico y tecnológico de la humanidad. Queremos generar un espacio, aunque sea del tama-ño de un grano de mostaza, para que la fe de nuestros niños crezca tan grande como un árbol.

La familia es muy importante para cimen-tar la fe en los niños y hacer germinar esa semilla que habita en sus corazones. Si

cultivamos su fe con el ejemplo, el amor y la sabiduría de la Palabra de Dios lograre-mos que los niños de nuestro país sepan reconocer las muestras de que Dios está con nosotros.

Puedo decir que el Club de Niños recibe a diario testimonios de fe en cada carta, saludo o correo electrónico, mismos que vemos en cada visita y cada convivencia con los niños. Nuestra labor seguirá sien-do transmitir el mensaje que Dios nos ha dejado y procurar que los miembros del club se conviertan en evangelizadores de otros niños, para que juntos protejamos y ayudemos a crecer a la semilla de la fe que habita en nuestros corazones, y que ésta permanezca el resto de nuestras vidas.

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P. Juan Antonio Muñoz Hernández, mg

LiturgiaHacer memoria1

Entre las capacida-des del ser humano,

como hablar, actuar, narrar, también se encuentra el acto de recordar. Gracias a la memoria podemos ubicar al ser humano en los procesos históricos ocurridos.

Narración y memoriaEl recuerdo de un acontecimiento es guar-dado vivo y en una narración continua del mismo para dar sentido a nuestra existen-cia. Por ello, el recuerdo de los aconteci-mientos fundamentales para un individuo le asegura su identidad.Gran parte de nuestro ser es deudora de quienes nos han precedido. Por ejemplo, en buena medida nos apoyamos en un hecho del pasado como nuestro nacimiento, aun-que éste nunca fue un acontecimiento para nosotros y hemos tenido acceso a él sólo por las huellas que dejó en otros y por los símbolos que alguien más nos ha instalado en la memoria a lo largo del tiempo: un nombre, una fecha, un lugar. Se trata de huellas que abren espacio a una memo-ria transpersonal, la cual revela nuestra pertenencia a una familia, un grupo, una comunidad de destino y de historia. Esa dependencia de otros caracteriza nuestro origen.

El rito como lugar de la memoriaEl rito es una forma en que lo social ase-gura su permanencia en el tiempo, es un lugar de memoria en el que cada partici-pante puede ponerse en contacto con la fuente misma de su fe. En el cristianis-mo los ritos centrales del Bautismo y la Eucaristía fundamentan el lazo entre los creyentes, así como su pertenencia a Cristo, pues en ellos hacen memoria de la Muerte y Resurrección de Jesús. Esta remembranza lleva en sí la fuerza crítica de su dimensión ritual, como lo atestigua la amonestación que san Pablo hace a los corintios a propósito de su práctica euca-rística (1Co 11, 17-34).

Para san León, la Eucaristía es “el don de Dios que se renueva y, hoy todavía, nuestro tiempo experimenta las maravillas de las que el pasado ha recibido las primicias”.

San Agustín afirmó que la fiesta de Pascua inspira y procura su fuerza y su eficacia a las otras fiestas cristianas. La designó como sacramentum, porque al tiempo que conmemora un hecho del pasado nos propone entender el signo de una realidad santa que hay que recibir ahora en nuestra vida, por la fe, la esperanza y la caridad.

1 Resumen del texto de Monique Brulin, “Hacer memoria: Memoria, recuerdo, olvido”, publicado en Actualidad Litúrgica, núm. 224, enero-febrero de 2012, pp. 14-16.

Que las víctimas de desastres natura-les reciban el alivio espiritual y material necesario en la reconstrucción de sus vidas.

Intención general

Que el empeño de los cristianos en favor de la paz sea ocasión de tes-timoniar el nombre de Cristo a las personas de buena voluntad.

Intención misionera

Papa Benedicto xviMisioneros de Guadalupe

Cantera 29, Col. Tlalpan, Del. Tlalpan,cp 14000, México, df

comunicacionmg@gmail.commgmultimediamg@gmail.com

Tel. (01 55) 5573 2500www.mg.org.mx

www.comunicacion.mg.org.mx

Apostoladode la oración