Conflictos socioambientales (1)

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  • 8/9/2019 Conflictos socioambientales (1)

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    REV

    ISTA

    PERUANA

    DEANLISIS,P

    REVENCINY

    GESTIND

    ECO

    NFLICTOS

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    2ABRIL2009

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    3/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictosP U N T O M E D I O2

    Hecho el depsito legal en laBiblioteca Nacional del Per N 200708620

    PUNTO MEDIOREVISTA PERUANA DE ANLISIS,

    PREVENCIN Y GESTIN DE CONFLICTOS

    Ao II N 2 abril 2009

    Director

    Csar Guzmn-Barrn SobrevillaComit Editorial

    Marlene Anchante Rull / Yemiko Kanashiro KubotaRedaccin y administracin

    Cetr de Alisis y Resluci de CictsPcia Uiversidad Catlica del Per

    Av. Paz Soldn 225, 2do. piso. San IsidroTelfonos: 626 7421 - 626 7400

    Fax: 626 7412

    Correccin de eslo

    Isabel Manrique / Jim ZambranoProduccin grca

    duArtes 247 2788

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    EXCLUSIN Y CONFLICTO SOCIAL EN EL PER:Una aproximacin desde la Psicologa Social

    Agus Espisa Pezzia / Gia Pacrb Valdivia

    NDICE

    Editorial 3

    EVALUACIN DE CONFLICTOS SOCIOAMBIENTALESEl put de parda...

    Marlene Anchante Rull

    DERRAME DE MERCURIO EN CHOROPAMPA Y SUS CONSECUENCIASEN EL DESARROLLO DE LOS CONFLICTOS SOCIOAMBIENTALES EN EL PER

    Yas C. Ramrez Cardeas / July Zegarra Choque

    HACIA UNA GESTIN GLOBAL Y PARTICIPATIVADEL AGUA EN LATINOAMRICA

    Mirian Morales Crdova

    EL ARBITRAJE PRIVADO COMO MECANISMODE SOLUCIN DE CONTROVERSIAS

    Jorge Avendao Valdez

    EL ARBITRAJE EN LA NUEVA

    LEY DE CONTRATACIONES DEL ESTADORicardo Gandolfo Corts

    LA SAGA CONTINA

    Ignacio Torterola

    ARBITRAJE AMBIENTAL:Avaces y desas

    Javier Junceda Moreno

    5

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    EDITORIAL

    Esmados lectores:

    Es grato ofrecerles nuestra segunda edicin de la Revista peruana de anlisis, prevencin y ges-

    n de conictos, esta vez con un nuevo nombre que consideramos reeja uno de los principales

    objevos instucionales: Ser reconocidos por nuestra neutralidad, independencia, seriedad y

    comportamiento co, en nuestra calidad de ser mediadores o facilitadores del dilogo, y admi-

    nistradores independientes de procesos de arbitraje y por tanto promotores de una cultura de

    paz en el pas; de all el nombre, Punto Medio.

    En esta publicacin hemos querido, por un lado, comparr nuestras experiencias a parr dearculos escritos por nuestros principales colaboradores y por otro lado, darle atencin especial

    al arbitraje.

    As, en el campo de los conictos socio ambientales nuestra Directora Adjunta Marlene Anchan-

    te Rull, aborda el tema de la evaluacin de conictos socioambientales derivados de acvida -

    des mineras, energcas y de hidrocarburos, lo cual nos aproxima a una novedosa denicin

    acerca de lo que comprende una evaluacin de conictos y qu asuntos claves debe considerar-

    se incluyendo temas como las relaciones de poder y dependencia y las diferencias culturales y

    de gnero. Este trabajo recoge nuestras experiencias y aquello que debiera ampliarse y profun-

    dizarse en el esfuerzo de prevenir conictos, tarea esencial en nuestro pas.

    Por otro lado, fruto de una experiencia personal y que se est iniciando en nuestro Centro, Mi-

    rian Morales desarrolla el tema agua y conictos sociales. Sin duda sus propuestas nos permiten

    adverr la existencia de nuevas herramientas para atender adecuadamente este po de conic-

    tos en el pas, que no slo se requieren para generar un clima de paz, sino tambin para hacer

    del uso responsable del agua, un camino a un desarrollo sustentable.

    Desde un enfoque de la Psicologa Social, Gina Pancorbo y Agusn Espinosa nos presentan un

    interesante arculo sobre la exclusin y el conicto social en el Per, en el que realizan una

    reexin sobre las relaciones intergrupales, la inuencia de los estereopos y los prejuicios,el racismo y la discriminacin, como elementos relacionados a la generacin de conictos al

    interior de los grupos.

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    Adicionalmente es una grata sasfaccin comparr con ustedes el arculo resultante del tra-

    bajo realizado por Yasn Ramrez y July Zegarra, alumnas de nuestro Diplomado en gesn y

    solucin de conictos, sobre el derrame de mercurio de Choropampa. Este trabajo fue calicado

    con la ms alta disncin en el Diplomado y asumimos el compromiso de publicarlo en nuestra

    revista. Consideramos que es un reejo del esfuerzo conjunto de alumnos y profesores en este

    Diplomado, que para nosotros consiste en la experiencia de llevar el campo a la academia enreas que tanto requieren de profesionales preparados en nuestro pas.

    En cuanto al arbitraje, el Presidente de la Corte de Arbitraje del Centro, Dr. Jorge Avendao, nos

    entrega un arculo donde realiza precisiones sobre la naturaleza del arbitraje y en parcular

    las diferencias entre el arbitraje instucional y el ad-hoc. Asimismo, ante la reciente entrada

    en vigencia de la Ley de Contrataciones del Estado, el Dr. Ricardo Gandolfo analiza las normas

    sobre resolucin de conictos de la nueva ley, concluyendo que hay avances y retrocesos que

    bien vale la pena comparr.

    Teniendo en cuenta la creciente presencia peruana en el mundo del comercio internacional,reforzada por los Tratados de Libre Comercio de reciente suscripcin, resulta actual e importan-

    te el aporte del Profesor Ignacio Torterola, abogado del Estado Argenno ante el CIADI, quien

    analiza recientes decisiones del Tribunal en relacin a la calidad de nacional segn el Convenio

    CIADI y a la aplicacin de la clusula de la nacin ms favorecida en materia de solucin de

    controversias.

    Finalmente, el profesor espaol Javier Junceda aborda el tema del arbitraje ambiental, anali-

    zando las herramientas legales disponibles en Espaa y en parcular el uso del arbitraje. Es un

    tema trascendente para nuestra realidad dada la reciente ley por la que se crea el Ministerio

    del Ambiente, donde se ha complementado la Ley General del Ambiente, encargndose a dichoMinisterio la implementacin del arbitraje para solucin de conictos en matera ambiental.

    Reiteramos nuestra gratud a quienes han parcipado en el esfuerzo de esta edicin y en par-

    cular a quienes compareron sus conocimientos y experiencias; de su lectura podrn adverr

    como lo decamos en nuestra primera edicin, nuestro enfoque del conicto como una ocasin

    de aprendizaje, desarrollo y crecimiento, en la medida que todos seamos capaces de transfor-

    marlo en oportunidades de benecio para todos.

    Csar Guzmn-Barrn Sobrevilla DIRECTORCetr de Alisis y Resluci de Cicts

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    EVALUACIN DE CONFLICTOSSOCIOAMBIENTALESEl punto de partida...

    M a r l e n e A n c h a n t e R u l l

    1. INTRODUCCIN

    Ls cicts sciambietales cbra cada

    vez mayor inters, no slo por tratar de ser su-

    perados sino tambin por tratar de entender-

    ls. Si duda, la visibilidad de ests cicts

    se ha icremetad e ls lms emps a,

    lo que ha contribuido entre otros, los reportesmesuales de cicts sciales emids pr

    la Defensora del Pueblo. Una revisin rpida

    de ls reprtes crrespdietes a ls l-

    mos doce meses (abril 2007 a febrero 2008),

    permite bservar que ls cicts, pica-

    dos como socioambientales, estn presentes

    todos los meses y varan entre el 47% y 51%

    del ttal de cicts registrads cada mes.

    Per qu sigica estas ciras?. Para quie-es trabajams e el camp de ls cicts,

    estas ciras sigica que alguas cmui-

    dades campesias y avas ubicadas e las

    reas de iuecia de acvidades extracvas,

    se muestran preocupadas por los impactos

    egavs ( psibles impacts) ambietales

    y sociales derivados de las operaciones de los

    pryects extracvs. E el cetr de estas

    preocupaciones se encuentran los temores

    a ver aectadas sus acvidades prducvas y

    sus modos de vida en general. A ello se suma

    u ciert grad de expectavas isasechas

    de las cmuidades pr ls beecis (psi-

    bilidades de desarrollo) que los proyectos ex-

    tracvs pudiera debiera haber trad

    a sus zonas. Ambos asuntos, la percepcin deimpacts egavs y las expectavas de be-

    ecis isasechs (estas lmas muy re-

    lacionadas con la falta de capacidad de gasto

    de los recursos del canon) son fuentes impor-

    tates de cicts.

    Se vienen realizando diversos esfuerzos e in-

    tervecies desadas a evitar que ls c-

    icts sciales escale a iveles de vilecia1,

    a tratar de maejarls e situacies c-texts de crisis. Csiderams que dichs es-

    fuerzos, que por lo general son de muy corto

    plazo, podran ser notablemente potenciados

    si se lleva adelate cm put de parda

    evaluacies de cict. La gra cmpleji-

    dad de ls cicts sciambietales exige

    que la evaluacin sea el primer paso antes de

    iniciar cualquier intervencin que busque una

    1 Ejempls ccids de cicts que ha escalad a iveles de vilecia s el cas de Quillish e Cajamarca RBlanco en Piura.

    Psicloga. DirectoraAdjunta del Centro deAnlisis y Resolucin deCicts PUCP. Estudisde Maestra en Psicologay actualmente sigue elDoctorado en Antropologa

    e la Pcia UiversidadCatlica del Per. Tienea su cargo el rea deanlisis, prevencin yges de cictssocioambientales.Responsable del diseoy coordinacin generalde las evaluaciones decict e iterveciesdel Centro dirigidas ala ges de cictssocio-ambientales.Vicepresidenta del Consejo

    Direcv de la Deesrade Camisea. Docenteen diplomas y cursos deespecializacin de la PUCP.

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    transformacin. Y mucho mejor sera si dicha

    evaluacin se realiza desde un enfoque pre-

    vev, vale decir evaluacies tempraas

    de cicts, que busque idecar ls c-

    icts pteciales (que pdra currir a la

    presencia de fuentes o condiciones potencialesde cicts) e ls mmets iiciales de u

    prces extracv; es decir, las primeras etapas

    previas a la explotacin de los recursos.

    E el presete arcul desarrllarems tres

    puntos bsicos relacionados con las evalua-

    cies de cict: eques, deici y

    asuntos claves que mnimamente se deben

    csiderar e ua evaluaci de cict.

    2. EnfoQUESEN LA EVALUACINDE CONFLICTOS

    Al igual que en la forma de entender los con-

    icts, tambi existe dists eques

    para su evaluaci; as cm dieretes pu-

    tos de vista sobre quin debe encargarse de

    esta tarea y/o cmo realizar el proceso de

    evaluaci de u cict (Susskid, Lawre-ce y Thomas-Larmer, Jennifer, 1999)2.

    Cualquiera sea el enfoque que se tenga para

    realizar ua evaluaci de cict hay u

    asunto de fondo que est relacionado con la

    ci de cstrucci del tr. Para re-

    exiar acerca de esta ci tmarems

    como referencia a William Stein, quien en su

    etgraa sbre el Pryect Vics3, sostuvo

    que exisa ua ccepci de imvilidady ua ccepci esecial e la cstruc-

    cin del otro (los vicosinos) que tenan los

    ivesgadres del Pryect. Est sigica

    que equivocadamente creyeron que Vicos co-

    mezaba c la llegada de ls ivesgadres,

    una suerte de negacin de la historia previa.

    Y, adems, una tendencia a pensar que ciertos

    fenmenos mentales o formas de pensamien-

    to son atributos esenciales de una sociedad.

    Frente a esto, Stein propuso que en vez dedarle nfasis a la uniformidad, la estructura y

    al estancamiento cultural, se mire hacia la di-

    versidad, la movilidad y el cambio en las socie-

    dades. Por lo tanto, la construccin del otro,

    para Stein, depende del lugar en el que uno se

    clque para verl; dad que, sl cambia

    el bjet etgrc si que u l cambia

    en la medida en que es uno quien lo escribe.

    E el cas parcular de ls estudis de eva-luaci de cicts sciambietales, la

    perspecva que se tega para la cstrucci

    del otro es fundamental. En el caso de los con-

    icts sciambietales el tr sera ls

    actres del cict, ya sea las cmuida-

    des, las empresas las prpias istucies

    del Estad; y tal cm l deja ver Stei existe

    riesgs e la cstrucci de ests trs.

    Un primer riesgo tendra que ver, con que los

    evaluadres de cict lvide que la ir-maci recgida depede del lugar e que

    u se clque para verla. U segud ries-

    go estara vinculado con el hecho de perder la

    perspecva de mvilidad, diamism y par-

    cularidad de u cict, dad lugar a ua

    geeralizaci de las percepcies picas y,

    como resultado de ello, la formacin de es-

    tereps. Y u tercer riesg se ectrara

    asociado a los cambios en el propio objeto de

    estudi, vale decir ls cicts sciambie-tales que pudiera producir la intervencin del

    prpi ivesgadr.

    Con relacin a quin debe hacer la evaluacin

    de cicts, cicidims c Susskid (1999:

    2 Susskid, Lawrece y Thmas-Larmer, Jeier (1999). Cducg a Cict Assessmet. E: Lawrece y cl. (Eds).The Csesus Buildig Hadbk: A cmprehesive guide t reachig agreemet. The Csesus Buildig Istu-

    te. Caliria: SAGE Publicas.3 El Proyecto Vicos se realiz entre 1952 - 1966 en una hacienda localizada en la cuenca del ro Marcar (Callejn de

    Huaylas). Es considerado un proyecto fundacional en la antropologa peruana y fue dirigido por antroplogos nor-teamericanos y peruanos que trabajaban bajo el enfoque de la Antropologa Aplicada de la Universidad de Cornell.

    En el caso de los conictossocioambientales

    el otro seranlos actores del conicto,

    ya sean las comunidades,las empresas o las propiasinstuciones del Estado; ytal como lo deja ver Stein

    existen riesgos

    en la construccinde estos otros.

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    3) en que dicha evaluacin debe estar a cargo

    de un neutral. Entenderemos como neutral

    a aquel evaluador (consultor individual o de

    equip) que ee cict de itereses

    c las partes ivlucradas e el cict. De

    tal forma que la neutralidad del evaluador per-mita lgrar que las partes de u cict sie-

    ta la caza suciete para dar a ccer

    sus itereses (precupacies, mvacies,

    expectavas, rustracies, etre tras) y a la

    vez garace el salvaguardar la cdeciali-

    dad de las partes iteresadas e el cict.

    Como seala Susskind existen dos principios

    claves que deben llevar adelante quienes jue-

    gan el papel de terceros: La neutralidad y laresponsabilidad. Para este autor slo quie-

    nes sean percibidos como neutrales podrn

    gaarse la caza de tdas las partes e

    cict. La eutralidad e el cas de ls

    prcess de evaluaci de cict, resulta

    esencial para el intercambio de informacin

    que se produce. Mientras que, la responsabi-

    lidad implica per e prcca determiads

    estndares profesionales que son aceptados

    por las partes en el entendido que ayudarn alograr compromisos.

    Ahra bie, e el cas de ls cicts s-

    ciambietales, vale la pea reexiar y

    preguntarnos si es posible hablar de neutra-

    lidad. Pourier Elliot (1999: 218) considera que

    e geeral, es dicil e la prcca alcazar la

    neutralidad pura y ms an seala que es im-

    psible vericarl. Y e el cas parcular de

    ls cicts sciales pblics, Gachi Tapiaconcluye, despus de diez aos de experiencia

    profesional, que los procesos de resolucin de

    cicts e ctexts sciales s prce-

    ss eutrales. Ell prque dichs cicts

    operan frente a un sistema complejo, ante el

    cual los terceros neutrales de una u otra for-

    ma buscar e sus itervecies alg p

    de direccin, ya sea mantener el statu quo o

    geerar alg p de cambi scial.

    E el cas de ls cicts sciambietales,

    creemos que ste es un tema sumamente de-

    licado sensible pues se ponen en juego tanto

    itereses persales cm clecvs. E el

    primer cas, hems pdid adverr el jueg

    de pderes e el mbit plc, que geerals cicts y e algus cass iclus bs-

    taculiza su ges. Y e el cas de ls ite-

    reses clecvs es evidete que existe pre-

    cupacies cmpardas, cm pr ejempl,

    aqullas vinculadas a la conservacin del am-

    biente en que vivimos o a la superacin de la

    pobreza.

    frete a este p de temas precupacies,

    el evaluadr de cict e su calidad de serhuma ee ua psici persal que va

    ms all del cict especc y de las par-

    tes involucradas en el mismo. En este punto

    vale la pena citar a Cordero Sanz y Bataller

    Osorio (2006) quienes hablan de los derechos

    de tercera geeraci derechs de la s-

    lidaridad, que aputa a icevar el pr-

    greso social as como elevar el nivel de vida

    de tds ls puebls; y etre ls cuales se

    encuentran el derecho a un medio ambientesano, el derecho a un desarrollo que permita

    una vida digna o el derecho a la paz. Sin duda

    alguna asuntos que escapan a la dimensin

    personal y claramente se instalan en el mbi-

    t de l clecv.

    De otro lado, consideramos tambin conve-

    iete reexiar acerca del trmi que se

    uliza para reerirse a u prces de evalua-

    ci de cicts. Pr u lad, existe c-ses e ulizar el trmi evaluacin del

    conicto para describir el prces; pr tr

    lad, trs preere ulizar trmis cm:

    evaluacin de temas, evaluacin de la situa-

    cin, evaluacin del convocador, anlisis del

    conictoo anlisis de las partes(McKearnan,

    1997)4. Incluso existen variantes en la forma

    de denominar al informe que se elabora como

    prduct de ua evaluaci de cicts pr

    4 McKearnan, S. (1997). Preliminary step that enhances chance of success. Consesnsus, 34, 3,9,12.

    Ahora bien,en el caso de los conictossocioambientales,vale la pena reexionary preguntarnossi es posible hablarde neutralidad.

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    ejemplo, informe de evaluacin del conicto,

    Informe del convocador, entre otros.

    Si bien las diferencias en los trminos para re-

    erirse al prces de evaluaci de cicts

    pueden parecer irrelevantes, la experiencianos ha mostrado que podran en algunos ca-

    ss iuir e asuts de d. Pr ejempl,

    aceptar ulizar el trmi cict

    para referirse a la evaluacin podra eviden-

    ciar aceptar la existecia de u cict

    entre las partes. Este hecho se vuelve espe-

    cialmente importante para los casos en los

    cuales s existen (se perciben) relaciones con-

    icvas y algua de las partes l iega a

    de proteger su imagen, o como resultado deua rma evasiva de eretar u cict.

    Al respecto vale la pena recordar que segn

    Robbins (2004: 401) en el proceso de un con-

    ict, existe ua etapa demiada ite-

    ciones, referida a las decisiones de actuar de

    determiada maera rete al cict. Las

    persas iere las itecies de las tras

    persas y ell iuye e cm actuar

    rete a ua situaci de cict. Ua de

    las itecies e el maej de cicts esla evasin, que consiste en que aun cuando

    se sabe que hay u cict se preere ig-

    rarlo y evitar a las personas con las que no se

    est de acuerdo.

    Tambin es posible que no percibindose la

    existecia de cicts etre las partes, resul-

    te verdaderamete iaprpiad ulizar el tr-

    mino evaluacin de conictos. A ello se suma

    que ulizar trmis cm evaluacin de con-ictos puede tambin agravar las relaciones

    etre las partes, pr u eect cmuicav y

    de expectavas (Harter, 1982)5. Por tanto, en

    los casos en que las partes no se sienten an

    e cict ( l percibe e estrict) s

    muy sesibles al trmi cict, ser ece-

    sari evaluar la psibilidad de sustuirl pr

    trs trmis ms eutrs.

    5 Harter,P. J. (1982). negag regulas: A cure r malaise. Gergetw Law Jural, 71(1), 1-113

    Igualmente, el trmino evaluacin de los te-

    maspuede teer u sigicad dist que

    se reera al esuerz que realiza ua parte

    neutral para reunir la mejor informacin dis-

    ponible sobre un tema dado, sin aludir a los

    intereses o preocupaciones de las partes, queson puntos centrales de un proceso de eva-

    luaci de cicts.

    Otro punto importante de mencionar en un

    prces de evaluaci de u cict, ee

    que ver c su duraci. Hay quiees pree-

    re u eque rpid y breve, que csiste

    e hablar c alguas de las partes a de

    tener un panorama muy general del asunto

    del cict. Mietras que, para trs, espreferible entrevistar a todas las partes con

    toda la minuciosidad que sea necesaria y/o

    posible.

    Estas diferencias de enfoque tambin se ex-

    presan en las formas en que se presentan los

    resultados de la evaluacin. Algunos evalua-

    dres preere presetar al alizar el prce-

    so de evaluacin un breve informe oral al so-

    licitate de la evaluaci; mietras que trsoptan por elaborar un documento detallado y

    preliminar que se distribuye al convocador y

    las partes para su revisin previa antes de un

    irme al (McKeara, 1997).

    En resumen, lo que podemos mencionar has-

    ta aqu es que la cveiecia de ulizar u

    u otro enfoque con relacin a quin hace la

    evaluacin y cmo la hace, depender de las

    caracterscas parculares de la situaci ela que debe llevarse a cabo la evaluacin de

    cicts. A maera de criteri geeral, p-

    demos sealar que aquello que decidamos

    deber ctribuir psivamete al etedi-

    miento, mejora y construccin de relaciones

    psivas etre las partes del cict, bas-

    donos en los principios de transparencia, con-

    aza y credibilidad.

    Hay quienes preerenun enfoque rpido y

    breve, que consiste enhablar con algunas de las

    partes a n de tener unpanorama muy general

    del asunto o del conicto.Mientras que, para otros,es preferible entrevistar a

    todas las partes con todala minuciosidad que sea

    necesaria y/o posible.

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    12/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictos P U N T O M E D I O 11

    3. DEFINICINDE EVALUACINDE CONFLICTO

    Para abordar este punto tomaremos como

    primera reerecia la deici prpuestapor Susskind (1999:10-11), uno de los ms

    reconocidos especialistas a nivel mundial en

    el camp de ls cicts ambietales y e

    los procesos de creacin de consenso. Para l

    la evaluaci de cict, se dee cm u

    documento que describe los temas centrales

    de u cict, ls itereses de ls grups de

    inters (stakeholders), los mbitos en los cua-

    les estn en desacuerdo y aquellos otros en

    los que estn de acuerdo, as como los inte-reses o aspectos comunes a todos los grupos

    de inters. De acuerdo con Susskind, dicho

    documento es por lo general preparado por

    u tercer eutral, a parr de etrevistas

    cdeciales c ls grups de iters cla-

    ves. El mism autr ssee que las rec-

    mendaciones, producto de la evaluacin de

    cict sigica la lma palabra, dad

    que solamente a los grupos de inters involu-

    crads e u cict les tca decidir cmdesean proceder y cmo organizar mejor sus

    esfuerzos.

    Pr su parte el Csesus Buildig Istu-

    te (2002) dee la evaluaci de cicts

    como un reporte verbal o escrito, basado en

    etrevistas cdeciales, que busca ayudar

    a las partes a entender sus intereses, aclarar

    sus opciones, incrementar su comprensin

    de los principales asuntos e intereses de losotros, as como determinar si un proceso de

    consenso es apropiado.

    Teied cm reerecia las deicies

    previas prpems deir ua evaluaci

    de cict cm el prces mediate el cual

    se ideca a las partes iteresadas (tambi

    llamads actres del cict), ls aspects

    asuts claves del cict, la viabilidad para

    un proceso de consenso y el diseo de unpla de acci para la trasrmaci psiva

    del cict.

    La experiencia nos ha mostrado que en oca-

    siones algunas partes o convocadores con-

    sideran que llevar adelante una evaluacin

    de cicts es realmete ecesari. El

    argumet ms recuete que se ee para

    sustetar esta psici es la presi deemp pr reslver el cict, la idea de

    hay emp que perder e asuts pre-

    liminares.

    Un elemento adicional que hemos encon-

    trad e la prcca para csiderar im-

    portante la realizacin de una evaluacin de

    cicts es la idea equivcada c relaci

    a que los temas claves son evidentes u obvios

    para tdas las partes. Est lm es muyacertado si recordamos la importancia que la

    percepci puede teer e ls cicts. Al

    respecto recordemos que es posible que va-

    rias partes de u cict mirad l mism

    puedan percibir cosas diferentes y en ocasio-

    nes discrepantes entre s.

    En consecuencia, se refuerza el enfoque que

    es conveniente que un tercero neutral, sea el

    encargado de conducir y realizar un procesode evaluaci de cict. Ell permir, pr

    un lado, que las partes puedan tener desde

    el enfoque de un tercero independiente, una

    evaluaci y alisis de ls cicts; pr

    otro lado, podrn recibir recomendaciones

    dirigidas a la prevencin y manejo adecuado

    de ls cicts.

    El tercero neutral, debido a su condicin de

    independiente, est en capacidad de indagaracerca de las opiniones de todas las partes.

    Como resultado de ello estar tambin en ca-

    pacidad de idecar ls bstculs y rta-

    lezas e las relacies que ee las partes

    etre s, y del mism md idecar qu

    partes est dispuestas a parcipar de

    un eventual proceso de consenso.

    Ms all de lo sealado, un punto central es

    que ua evaluaci de cict debe estar acargo de alguien a quien todas y cada una de

    las partes perciban como imparcial (Susskind

    ...es posibleque varias partesde un conicto mirandolo mismo puedan percibircosas diferentesy en ocasionesdiscrepantes entre s.

  • 8/9/2019 Conflictos socioambientales (1)

    13/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictosP U N T O M E D I O12

    y Larmer 1999: 106). Esto quiere decir que

    el evaluador no debe tener algn inters en

    jueg detr del cict. Si u evaluadr

    ee alg iters parcular se desempear

    de manera parcializada y ello perjudicar, sin

    duda, al proceso y a las partes.

    Un elemento adicional segn Carpenter y

    Kennedy (1998) es que quienes evalan un

    cict debe teer ciert ccimiet del

    tema en discusin. Si bien es cierto que no se

    requiere un conocimiento profundo y espe-

    cializado, s es fundamental conocer los as-

    pects claves viculads a la prblemca e

    cues. Adems de ctar c ccimie-

    ts, el evaluadr de cicts debe teerhabilidades y experiencias que le permitan

    cectarse adecuadamete c las partes

    del cict si perder su eutralidad. Ests

    puntos sern desarrollados con mayor deta-

    lle ms adelate cuad tratems el perl del

    evaluadr de cicts.

    Habiendo aclarado hasta aqu la importancia

    de u prces de evaluaci de cicts,

    vale la pena preguntarnos cul es el riesgo quepuede ocurrir de no realizar dicho proceso. El

    principal riesgo de no realizar una evaluacin

    de cict es mir a ua varias partes cla-

    ves tat para aalizar el cict cm para

    platear estrategias de preveci ges

    segn sea el caso. La experiencia de trabajo

    s ha esead que mir ivlutariame-

    te a una parte, puede tener consecuencias so-

    bre la legimidad del prces de evaluaci

    de cicts y sbre sus resultads.

    Ua csecuecia egava adicial prduct

    de la omisin anterior, sera que el evaluador

    disee recomendaciones que no sean apro-

    piadas en la media que no abarcan los temas

    peretes, vale decir las pricipales precu-

    paciones de todas y cada una de las partes

    ivlucradas e u cict. El recger ls

    verdaderos intereses y preocupaciones de to-

    das las partes impactar egavamete e lacredibilidad del proceso y de las acciones que

    se deriven de l.

    Un ltimo riesgo, de no llevar adelante una

    evaluacin de conflictos, tiene que ver con

    la posibilidad de no conocer oportunamen-

    te la probabilidad de xito que puede tener

    un esfuerzo de creacin de consenso. Una

    evaluacin de conflicto oportuna y adecua-damente realizada podra indicarnos que

    no vale la pena invertir en siquiera iniciar

    un proceso de dilogo. Existen casos en los

    que se puede advertir que una de las par-

    tes tiene un motivo, desde su perspectiva

    lo suficientemente importante, como para

    invalidar o no aceptar cualquier acuerdo

    que se logre. Hechos como estos nos han

    mostrado que no vale la pena efectuar

    acuerdos que desde un inicio estn conde-nados al fracaso.

    4. ASUNTOS CLAVESA CONSIDERAREN UNA EVALUACINDE CONFLICTOS

    El prces de evaluaci de cicts, cm

    mencionamos al inicio, debe recoger infor-

    maci clave que permita idecar, c-cer y eteder la dimica de ls cic-

    tos evaluados potenciales (latentes) como

    reales (maiests). Td ell c el de

    analizar la viabilidad de llevar adelante al-

    gn proceso de consenso y disear estrate-

    gias que apunten a la transformacin de un

    cict disucial e ua prtuidad

    de desarrollo, y en consecuencia la mayor

    sasacci de tdas las partes ivlucradas

    e el cict.

    Para idecar ls cicts, el eque de

    prces de cict es de suma ulidad. La

    ci de icmpabilidades pteciales pre-

    sentes en la primera etapa del proceso de un

    cict, cstuye el isum pricipal para

    idecar ls cicts pteciales. Mietras

    que la percepci del cict, sus eects

    sobre las emociones y los comportamientos

    observables sern los elementos esencialespara idecar cicts demiads cm

    reales maiests.

    El principal riesgode no realizar una

    evaluacin de conictoes omir a una o varias

    partes claves tantopara analizar el conicto

    como para plantearestrategias de prevencin

    o gesn segnsea el caso.

  • 8/9/2019 Conflictos socioambientales (1)

    14/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictos P U N T O M E D I O 13

    A cuaci meciams ls asuts cla-

    ves6 que recomendamos sean considerados

    e ua evaluaci de cicts:

    4.1 Antecedentes

    del cict

    Se reere a la histria del cict, vale de-

    cir, recoger informacin acerca de las ideas o

    cies que las partes ee c respect al

    rige y evluci del cict. Eteder ls

    antecedentes es fundamental en el proceso

    de evaluacin, porque nos brindar informa-

    ci que ctribuir a eteder la parculari-

    dad del caso que estemos evaluando. Asimis-

    mo, es necesario conocer los antecedentes deu cict, prque s ayudar a evaluar

    la viabilidad de un proceso de consenso entre

    ls actres ivlucrads e el cict y e la

    eleccin de las estrategias, y acciones de pre-

    veci y ges de u cict, seg sea

    el caso.

    Para obtener informacin acerca de los ante-

    cedetes de u cict debems teer e

    cuenta las siguientes preguntas: cmo se ini-ci el cict?, cm se desarrll?, cul

    es la situaci actual? y qu cree que pasar

    e adelate?

    Las etapas e el prces de u cict s

    ayudarn a recoger y analizar la informacin

    que obtengamos como parte de los antece-

    detes de u cict. Dada la cmplejidad

    de ls cicts sciambietales, e ues-

    tra experiencia hemos encontrado que esmuy importante reconstruir la historia del

    cict teied e cueta las diere-

    tes perspecvas de ls actres. Del mism

    md, resulta ecesari idecar ua se-

    cuecia de hechs crcs y las percepcies

    asociadas a stos desde el punto de vista de

    cada actor.

    4.2 Actres del cict

    S tambi ccids cm partes del

    cict, grups de iters e el cict,

    etre trs. Se eede pr actres del c-

    ict a aquella parte del mism cuya acci umisi puede aectar la preveci ges

    de u cict determiad. Asimism, res-

    pect a esta deici, debems sealar que

    el actr ee u iters e el cict, de ah

    que su presencia o ausencia pueda afectar en

    la iterveci para el maej del cict.

    En forma concreta los actores pueden ser

    persas aturales, rgaizacies, istu-

    cies, empresas, istucies del gbier,

    etc. quienes, adems, pueden agruparse encategras seg las caracterscas e itere-

    ses que compartan entre s.

    Es psible disguir etre actres pricipales,

    tambin denominados primarios o directos, y

    actores secundarios o indirectos. Son actores

    pricipales aqulls que ee ua directa

    implicacia e el cict; pr ejempl, e el

    cas de u cict relav a la viabilidad s-

    cial de un proyecto minero son actores prima-ris la(s) cmuidad(es) del rea de iue-

    cia, la empresa minera y el gobierno (local,

    regional y central). Mientras que, los actores

    secundarios son aqullos cuyo inters est o

    podra estar presente de manera indirecta en

    el cict, debid a su capacidad para via-

    bilizar blquear alteravas para la ges

    del cict; siguied c uestr ejempl

    podramos tener como actores secundarios a

    una ONG, una universidad, un gremio, mediosmasivos de comunicacin, etc.

    La experiencia evidencia que no debemos

    suponer la existencia de una homogeneidad

    al interior, tanto de los actores principales

    como de los secundarios. En el caso de las

    cmuidades, se sabe que siempre ee

    6 Deir ls asuts claves a tratar e ua evaluaci de cicts depeder del cas parcular que debams abr-dar, pr l que debe etederse cm u cjut j e ivariable de aspects.

    Para obtenerinformacin acercade los antecedentesde un conicto debemostener en cuenta las

    siguientes preguntas:cmo se inici elconicto?, cmo se

    desarroll?, cul es lasituacin actual?y qu cree que pasaren adelante?

  • 8/9/2019 Conflictos socioambientales (1)

    15/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictosP U N T O M E D I O14

    intereses homogneos, sino que en ocasio-

    nes existen en su interior enfrentamientos

    que obedecen a preocupaciones e intereses

    dists y e algus cass ctrapuests.

    Similar situacin ocurre con otros actores

    principales. Por ejemplo, en algunas empre-sas se bserva que sus uciaris ee

    percepciones discrepantes acerca de cmo

    manejar las relaciones comunitarias, el grado

    de parcipaci que se puede permir a las

    comunidades impactadas por su operacin,

    la plca de respsabilidad scial, u tras.

    El siguiente fragmento de una entrevista que

    realizamos como parte de una evaluacin de

    cicts, ejemplica l sealad:

    A ver, me dejo explicar, queramos te-

    ner un mensaje o un plan concertado

    entre el rea que se encarga del tema

    de asuntos externos y comunicacio-

    nes, y el rea que lleva las relaciones

    gubernamentales, o sea debera de

    ser bastante concertado, arculado.

    Pero, lo que ahora vemos es que hay

    poca comunicacin entre nosotros,

    estamos haciendo esfuerzos, pero lascomunidades no lo perciben an.

    Como sabemos, la diversidad en un equipo

    de trabajo es muy valiosa e importante para

    ivar, crear y mejrar ls prcess; si em-

    bargo, se advierte del fragmento de entre-

    vista citad, que puede dejar de ser psiva

    cuando, como resultado de ella, se efectan

    acciones incoherentes e inconsistentes frente

    a las tras partes del cict, l cual reuerzala descaza las altas expectavas que se

    suelen tener frente a un proyecto u operacin

    extracva.

    Pr lm, situaci parecida a ls actres,

    comunidad y empresa hemos encontrado en

    el actr gbier. Al evaluar u cict tam-

    bin debemos tener cuidado de no generalizar

    o presumir una homogeneidad, ya que como

    sabems puede exisr percepcies discre-pates etre ls dists iveles de gbier

    (central, regional y local) como al interior de

    alguno de ellos.

    4.3 Percepciones

    La percepcin7es uno de los elementos cen-

    trales e la deici de cict. E este

    put es imprtate idecar ls dists

    actres que iuye e las percepcies dels actres del cict, tat para mdelar

    como para distorsionar la misma. Los factores

    que iuye e la percepci requiere ser

    etedids, tat para cmpreder el cic-

    t, cm para preveirl y gesarl.

    Segn Robbins (2004), los factores que

    iuye e la percepci de las persas est

    relacionados con la persona misma, el objeto

    percibido y el contexto de la percepcin.Con relacin a lo primero, son cinco los

    aspectos claves que debemos conocer de

    ls actres del cict: Actudes, mvs,

    itereses, experiecia aterir y expectavas.

    Con relacin al segundo factor son claves

    los antecedentes y la similaridad del objeto

    percibid. Ls atecedetes se reere

    a que, como resultado de la proximidad

    sica tempral, las persas mdela su

    percepcin agrupando objetos o hechos quepueden o no tener relacin entre s8. Mientras

    que la similaridad, alude a que cuanto mayor

    sea el parecido entre objetos o hechos, mayor

    7 La percepcin es un proceso por el cual los individuos organizan e interpretan sus impresiones sensoriales con el de darle sigicad a su ambiete. C recuecia puede haber cicts prduct de las dierecias e laspercepcies, dad que au cuad las persas ve l mism puede percibir csas dieretes.

    8 U ejempl de cm iuye ls atecedetes e trmis temprales pdems reccerl e el siguiete c-metari de u presidete de rdas: A ls primers das estaba isised e que urams a ccer [el Pr-

    yect], ue u de strs. Pr supuest al da siguiete estaba la t e primera pgia. Ha isisd para quevayan otros de nosotros pero no lo hemos hecho, no, simplemente porque creemos que nos van a manipular o usar.(). n haba pasad i ua semaa de la visita y ya s estaba recied dier. Ahra s quiere aciar lacetral de trasmisies y se ha valid de terceras persas.

    Al evaluar un conictotambin debemos

    tener cuidado de nogeneralizar o presumir una

    homogeneidad, ya quecomo sabemos pueden

    exisr percepcionesdiscrepantes entre los

    disntos niveles degobierno (central, regional

    y local) como al interior dealguno de ellos.

  • 8/9/2019 Conflictos socioambientales (1)

    16/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictos P U N T O M E D I O 15

    ser la probabilidad de ser percibidos como

    un grupo comn.

    fialmete, la evaluaci de cicts tam-

    bin deber obtener informacin que nos

    permita entender el contexto o los elemen-ts del etr que iuye e la percepci

    de ls actres del cict.

    4.4 Posiciones e intereses

    Las posiciones e intereses no slo tendrn

    repercusies e la evaluaci del cict,

    sino tambin en los eventuales procesos de

    negociacin y dilogos futuros si fuera el caso

    recomendarlos como resultado de la evalua-ci de cicts.

    Entendemos por posicin a la exigencia ini-

    cial que realiza una parte frente a la otra, y

    que suele ser el put de parda de tda

    negociacin. Como Guzmn-Barrn (2003)

    idica la psici ee ds caracterscas

    udametales: s iexibles y s exclu-

    yentes.

    Ua psici es iexible e la medida e

    que, como toda exigencia, se presenta como

    un hecho cerrado a casi cualquier posibilidad

    de mdicaci. E csecuecia, la psici

    se exige, se reclama, se deede; cambiarla

    es percibido como que estamos cediendo o

    perdied. Mietras que la caractersca ex-

    cluyete de la psici, se reere a que se

    permite otra opcin que no sea la contenida

    en la posicin, pues se presume que slo exis-te ua ica rma de sasacerla.

    De tr lad, ls itereses se reere a las

    preocupaciones, necesidades o temores que

    subyacen a una posicin, es decir, nuestra exi-

    gecia iicial y supercial e ua egciaci.

    Ls itereses s tra csa que las mva-

    ciones de nuestra posicin, el por qu solicito

    tal cual pretesi. E trmis de cict

    es aquell que preted lgrar y cuya sas-acci pdra per a u cict de i-

    tereses.

    U irme de evaluaci del cict debe

    contener un anlisis detallado de las posicio-

    es e itereses de cada actr del cict (

    parte interesada), lo cual proporciona a los

    actores involucrados un recuento imparcial de

    ls cicts (pteciales y reales) que ece-sitaran tratarse. El tener sus propios intereses

    impress e papel ls hace serse escucha-

    dos y comprendidos. El poder leer acerca de

    los intereses de las otras partes permite que

    todos puedan tener acceso a los puntos de

    vista opuestos, lo cual ayuda a las posibilida-

    des de lograr un acuerdo entre las partes.

    Finalmente, el informe de evaluacin de con-

    icts tambi puede ulizarse para explicar-le a las partes, en especial a las comunidades,

    qu est pasando y qu pasos seguir para ini-

    ciar un proceso de creacin de consenso que

    tega legimidad.

    4.5 Opciones y MAAN(Mejr Alteravaal Acuerdo Negociado)

    Conocer las opciones y cul es el valor mni-m aceptable para cada parte del cict

    con miras a negociar un acuerdo es muy im-

    portante, porque nos dar indicios para esta-

    blecer las reas de posibles acuerdos y des-

    acuerds etre ls actres de u cict.

    E uestra experiecia, al evaluar cicts

    socioambientales hemos encontrado que a

    veces los actores no han realizado el ejercicio

    de reexiar acerca de su mejr alteravaa un acuerdo negociado. En algunos casos

    reci se iicia el prces de reexi cm

    resultado de las preguntas que se hacen en el

    marc de la evaluaci de cicts.

    4.6 Obstculos y fortalezasen las relaciones entrels actres del cict

    En trminos generales, debemos sealar queaquellas percepciones que estn referidas a

    las fortalezas de las relaciones son sumamente

    Los intereses no son otracosa que las movacionesde nuestra posicin,el por qu solicitotal o cual pretensin.En trminos de conictoes aquello que pretendolograr y cuya sasfaccinpodra poner n a unconicto de intereses.

  • 8/9/2019 Conflictos socioambientales (1)

    17/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictosP U N T O M E D I O16

    importantes para elegir estrategias de

    iterveci que trasrme psivamete

    ls cicts. Mietras que las percepcies

    relavas a ls psibles bstculs, deber

    ser bjet de accies especcas que las

    cvierta e cdicies cstrucvas parala trasrmaci de ls cicts.

    4.6.1 Obstculos en las relaciones

    entre los actores de un conicto

    socioambiental

    E este put se trata de idecar ls bs-

    tculos que los actores perciben para relacio-

    arls etre s de ua rma psiva. E ls

    siguientes fragmentos de entrevistas realiza-das e el marc de ua evaluaci de cic-

    to socioambiental, podemos ver a manera de

    ejempl, qu p de bstculs percibe ls

    entrevistados.

    Ha habido un descuido nuestro

    como empresa para tambin ir infor-

    mando adecuadamente, es decir, creo

    que hasta ahora no somos exitosos en

    comunicarnos con la poblacin; tantopor los medios que deberamos infor-

    mar.

    ... yo he observado que tampoco hay

    mucho conocimiento ni en las autori-

    dades, ni en los propios tcnicos de

    estas ONG. Los he escuchado hablar

    algunas cosas incongruentes, el otro

    da me he asombrado con el alcalde

    que se llenaba antes la boca hablan-

    do contrariamente de la empresa en

    su campaa, visitaba por primera vez

    los cursos de agua, y deca: Estoy im-

    presionado!, o sea, hay un desconoci-

    miento de la gente de cmo es el pro-

    ceso, entonces ellos como no saben

    empiezan a imaginarse.

    En ambos fragmentos los entrevistados re-

    ere aspects relavs a la irmaci ycomunicacin como obstculo percibido para

    relaciarse psivamete. Y e eect e

    nuestra experiencia hemos encontrado que

    los obstculos percibidos con mayor frecuen-

    cia pr ls actres de u cict sciam-

    biental estn relacionados con dos grandes

    aspects: Pr u lad, las dicultades de c-

    municacin e informacin y por otro lado, ladescaza.

    Las barreras clsicas de la comunicacin pue-

    de ser muy les para eteder las diculta-

    des de comunicacin entre los actores de un

    cict sciambietal. E este sed, la

    primera barrera, ccida cm ltrad, pue-

    de ayudarnos a entender por qu algunas ve-

    ces las partes e cict reclama estar

    parcipad de u dilg bjev y traspa-rete. El ltrad se reere a la maipulaci

    de la informacin que una de las partes puede

    realizar, de manera que la informacin mani-

    pulada sea vista de forma ms favorable para

    la otra parte (Robbins, 2004: 297). Por ejem-

    plo, esto puede ocurrir tanto al interior de

    algunas comunidades como de algunas em-

    presas, es decir la irmaci se va ltrad

    hasta llegar a nivel de los representantes para

    el dilogo. En consecuencia, mientras ms ni-veles vercales exista e la jerarqua de las

    comunidades y empresas, habr ms oportu-

    idades para el ltrad.

    La seguda barrera ee que ver c la per-

    cepci selecva, que e trmis simples

    pdrams deir cm ver y escuchar ua

    parte de la realidad. E la prcca tat las

    comunidades como las empresas en relacio-

    es cicvas percibe selecvamete lainformacin mutua que se transmiten al rela-

    ciarse. Etre ls actres que iuye para

    la percepci selecva est las ecesidades,

    mvacies y experiecias previas (Rbbis,

    2004: 297). Por ejemplo, en el contexto de los

    cicts sciambietales pdems adver-

    r cm ls pasivs ambietales y la ctami-

    aci ambietal, se cstuye e experie-

    cias de apredizaje previas que iuye e las

    percepcies egavas que rma alguascomunidades. Otro ejemplo, podra ser el que

    alguas empresas percibe selecvamete

    Las barreras clsicasde la comunicacin

    pueden ser muy lespara entender las

    dicultades decomunicacin entre losactores de un conicto

    socioambiental.

  • 8/9/2019 Conflictos socioambientales (1)

    18/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictos P U N T O M E D I O 17

    la nocin de desarrollo que pudieran tener

    las cmuidades sus grups de iters; l

    que podra llevarlas a realizar acciones en el

    marco de la responsabilidad social que no

    responden a los verdaderos intereses de las

    comunidades.

    Hasta aqu vale pena mencionar que la res-

    psabilidad scial empresarial, parcular-

    mete e el ctext de situacies cic-

    vas requiere entender la comunicacin como

    un agente que contribuya al cambio social.

    Para ello, se requiere disear e implementar

    planes de comunicaciones que tengan como

    ejes principales el involucramiento ciudada-

    a travs de la parcipaci cmuitaria ycm hrizte, el desarrll lcal parcipa-

    vo. El reto est dado por la necesidad de pro-

    poner una estrategia sustentable e integral de

    cmuicaci prducva para el desarrll

    (Anchante 2006).

    La tercera barrera para ua cmuicaci e-

    caz est relacionada con las emociones (Ro-

    bbins 2004: 297). En general se sabe que el

    estad de im iuye e la rma e querecibims ciertas cias. La misma cia

    recibida cuando uno est molesto probable-

    mente sea interpretada de manera diferente

    a cmo lo hara si tuviera un estado anmico

    eutral. E el cas de ls cicts sciam-

    bientales es muy importante considerar el as-

    pecto emocional en la calidad de la comunica-

    ci, a de preveir que juicis emciales

    iterere e ls prcess cmuicavs, es-

    pecialmente en aquellas situaciones que re-quiere irmaci cieca tcica que

    ctribuya a ir claricad u cict.

    Pr lm, el leguaje ulizad e ls prce-

    ss cmuicavs puede acercar termiar

    pr alejar a ls actres de u cict sci-

    ambiental. La edad, la educacin y los antece-

    dentes culturales son tres de las variables ms

    bvias que iuye e el leguaje (Rbbis

    2004: 297) y que uliza ls represetatesde las partes de u cict, tal es el cas de

    las comunidades y empresas en sus procesos

    de cmuicaci. olvidar que cada u ee

    antecedentes diversos, y por tanto, diferentes

    patrones de lenguaje, puede ocasionar proble-

    mas graves en su comunicacin que terminen

    pr aectar egavamete la cstrucci de

    caza y credibilidad mutua. Pr ejempl,el uso excesivo de trminos tcnicos que a ve-

    ces las empresas uliza para dirigirse a las

    cmuidades es c recuecia u mv de

    queja de parte de estas lmas.

    E uestra experiecia de trabaj c cic-

    tos socioambientales, con frecuencia hemos

    idecad percepcies relavas a que

    se da irmaci suciete e cas de dar-

    se dicha informacin se transmite de maneraiadecuada. E relaci c este lm pu-

    t u aspect parcular ee que ver c la

    percepcin de una falta de habilidad comuni-

    cacial para saber trasmir l que se desea

    irmar a las partes del cict. Ls siguie-

    tes fragmentos de entrevistas que realizamos

    para ua evaluaci de cict sciam-

    bietal ejemplica las percepcies relavas

    a estas dicultades de cmuicaci:

    Yo pienso que nos falta, nos falta una

    informacin, nos falta un mensaje

    para ver la realidad de lo que es verda-

    deramente la mina y parcularmente

    este Proyecto, es entrar con nuestra

    humildad y sencillez y bajarnos a su

    nivel para poder sacar los verdaderos

    intereses de los comuneros (un en-

    trevistado de la empresa).

    De manera que el asunto ms im-

    portante es la comunicacin, tambin

    la desinformacin o mal informacin

    que surge de los que se oponen al pro-

    yecto y que hacen campaa en contra

    de la mina (un alcalde).

    Lo fundamental es que brinden in-

    formacin [la empresa], lo ms trans-

    parentemente posible. Que hablen

    con claridad de los aspectos posivos

    y tambin negavos que puede traer

    La misma nocia recibidacuando uno est molestoprobablemente seainterpretada de maneradiferente a cmo lo harasi tuviera un estadoanmico neutral.

  • 8/9/2019 Conflictos socioambientales (1)

    19/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictosP U N T O M E D I O18

    este po de acvidad (una autoridad

    comunal).

    De tr lad, la descaza es u segud

    gran obstculo percibido frecuentemente en-

    tre ls actres de u cict sciambietal.En nuestra experiencia realizando evaluacio-

    es de cict hems ectrad que el ri-

    ge y mateimiet de la descaza ee

    que ver c distas percepcies, grad de

    importancia de stas, segn sea el actor del

    cict e cues. Pr ejempl, ua cmu-

    nidad en cuya zona nunca antes se desarroll

    u pryect mier, reere que alimeta su

    descaza al escuchar hablar de ls pasivs

    ambientales en otras zonas, al percibir que elEstad deede sus derechs, al percibirse

    disminuida frente a la empresa o al percibir

    que se incumplen compromisos asumidos

    ate la cmuidad, serse maltratada,

    entre otras. Por su parte, una empresa con-

    traparte de esta cmuidad ccia ssee

    que su descaza se icremeta prque la

    Juta Direcva de ua cmuidad descce

    los acuerdos ya pactados con dicha empresa,

    o porque perciben que el gobierno no impo-e la uerza del rde prque eede

    los patrones culturales de la comunidad o los

    perciben como incoherentes, entre otras.

    Sied la descaza u bstcul, perci-

    bido con frecuencia por parte de los actores

    de u cict sciambietal, es pere-

    te deteers a reexiar e el ccept

    de caza pr u mmet. De acuerd

    c Rbbis (2004: 336) la caza pdraser deida cm la esperaza psiva; es

    decir una relacin en la cual otra persona no

    se conduzca de forma oportunista, ya sea en

    el plano del discurso, las acciones o decisio-

    es. E esta deici seg este autr, exis-

    ten dos elementos claves, la familiaridad y el

    riesgo. Como todos hemos seguramente ex-

    perimetad, la caza es u prces que

    tma su emp, vale decir tarda e rmarse

    y se fortalece progresivamente. En trminosprccs est sigica que las persas

    cams a primera istacia e alguie que

    an no conocemos. Y que ms bien lo usual es

    que conforme vamos conociendo a alguien,

    vamos experimentando mayor seguridad. Por

    tanto, como bien seala Robbins (2004: 336)

    la caza implica pr s misma crrer

    riesgos, sino una disposicin a correrlos, valedecir esperamos en la relacin con los otros,

    que se aprveche de uestra caza.

    Ahra es iteresate pregutars Qu di-

    mensiones claves construyen el concepto de

    caza?. Seg Rbbis (2004: 336) las

    ivesgacies recietes idica que existe

    cinco dimensiones: Integridad, competencia,

    congruencia, lealtad y franqueza. La integri-

    dad parece ser la dimensin ms importantecuad ua persa evala que ta cable

    es tra. Y se reere a la hesdad y veraci-

    dad con que se percibe la relacin. La com-

    petecia se reere a las habilidades y ls c-

    cimiets tcics que ee las persas.

    La cgruecia ee que ver c el grad de

    previsibilidad que una persona puede tener al

    manejar una determinada situacin, as mien-

    tras ms coherencia exista entre lo que dice y

    hace, tendr mayor probabilidad de generarcaza. La dimesi de lealtad se reere a

    que alguien no acte de manera oportunista.

    Y pr lm, la raqueza vale decir el grad

    en el cual se nos dir la verdad acerca de un

    tema.

    Teniendo en cuenta que todas estas dimen-

    sies iuye e la cstrucci de ca-

    za etre las persas, vale la pea reexiar

    acerca de cada una de ellas en el contextode ls cicts sciambietales. E ues-

    tra experiecia e eect la descaza que

    ls actres del cict percibe cm u

    de los principales obstculos para relacionar-

    se, se alimenta de percepciones relacionadas

    c alta de hesdad (la empresa s est

    egaad, las cmuidades s quiere

    sacar ms dier), alta de cmpetecia

    (querems hablar c el due del circ,

    el asesr tcic de la cmuidad sabel que dice), la alta de cgruecia ( a ivel

    de discurs se dice querems dialgar pac-

    ...el origen ymantenimiento de la

    desconanza ene que vercon disntas percepciones,

    o grado de importanciade stas, segn sea

    el actor del conictoen cuesn.

  • 8/9/2019 Conflictos socioambientales (1)

    20/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictos P U N T O M E D I O 19

    camete y e las accies se tma medidas

    de fuerza o se convoca policas en el espacio

    de dialg), la alta de lealtad (si me da u

    cup de trabaj ya isisr c ls pedi-

    ds de la cmuidad), y pr lm la alta

    de raqueza (el pryect traer trabaj paratds e la cmuidad).

    Estas dimensiones deben ser consideradas en

    ls prcess de cstrucci de caza, e

    el marco de las relaciones entre los actores de

    u cict, tat para eteder pr qu se

    prduce la descaza, cm para llevar a

    delate accies que revierta la desca-

    za entre los actores.

    Finalmente, como es obvio los obstculos en

    las relacies etre ls actres de u cic-

    t sciambietal se agta e las dicul-

    tades de cmuicaci i e la descaza

    con frecuencia encontradas. Una adecuada

    evaluaci de cicts deber idecar

    e cada cas parcular, qu trs bstculs

    estn percibiendo cada uno de los actores de

    u cict, a de sugerir accies que per-

    mita reverrls e cdicies cstruc-vas para la ges de cicts. Pr ejempl,

    como resultado de nuestra experiencia de tra-

    bajo, hemos encontrado que desde el punto

    de vista del actor empresa se perciben como

    obstculos adicionales: Los excesivos pedidos

    de las cmuidades, ls itereses plcs de

    algunas autoridades locales, la falta de com-

    prensin de aspectos culturales, entre otros.

    Los siguientes fragmentos de entrevistas que

    realizams para ua evaluaci de cictssciambietales ejemplica las percepci-

    es relavas a dichs bstculs:

    Aprovecharse por decir sacar venta-

    jas. La comunidad nos dice me enes

    que construir una escuela, mi posta,

    mis canales, esto y el otro; cosas don-

    de la responsabilidad del gobierno no

    las hace. Entonces sacan ventaja de

    esas cosas y el proyecto se va hacien-

    do ms caro (percepcin de excesi-

    vos pedidos).

    Nuestro proyecto minero por algunas

    pocas se pone de moda, cada cierto

    empo se convierte en un caballo de

    batalla de los polcos. Cuando hubie-

    ron las elecciones, para los candidatos

    el proyecto era su caballito de batalla(percepcin de intereses polcos).

    Somos conscientes de que debemos

    prepararnos para entender la forma

    de ser de las comunidades, venimos

    de disntas culturas y eso hace di-

    cil que nos entendamos, aunque no

    lo crea, aun en pequeas cosas como

    la forma de saludarlos (percepcin

    relava a falta de comprensin de as-pectos culturales).

    4.6.2 Fortalezas en las relaciones

    entre los actores de un conicto

    socioambiental

    Las fortalezas que los actores perciben para

    relaciarse de ua rma psiva, puede

    ser muy diversas y, al igual que los obstcu-

    ls, depede de cada actr e cues. Prejemplo, una empresa podra percibir que su

    fortaleza est en su capacidad de inversin

    social o en poner a sus equipos tcnicos a

    trabajar conjuntamente con la comunidad

    y gobierno, en algn proyecto de desarrollo

    sostenible. Mientras que, desde el actor co-

    munidad se podra percibir como fortaleza

    su capacidad de organizacin o disposicin

    al dilogo. Cualesquiera que sean las fortale-

    zas que perciben los actores, es necesario enua evaluaci de cicts que se aalice

    en forma cruzada las percepciones de los ac-

    tores, pues poco podramos conseguir si un

    actor percibe que su fortaleza radica en su

    capacidad de organizacin comunal y por el

    contrario el otro actor percibe que mas bien

    existe una debilidad muy grande en la organi-

    zacin comunal.

    Al igual que en el caso de los obstculos, unaadecuada evaluaci de cicts deber ide-

    car e cada cas parcular qu rtalezas

    Finalmente, comoes obvio los obstculosen las relaciones entrelos actores de un conictosocioambiental no seagotan en las dicultadesde comunicacin nien la desconanza confrecuencia encontradas.

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    21/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictosP U N T O M E D I O20

    est percibiendo cada uno de los actores, a

    de elegir estrategias de iterveci que

    trasrme psivamete ls cicts.

    4.7 Disposicin al dilogoy representantes

    La evaluaci de cicts s debe permi-

    r explrar ls alicietes y deses que ee

    las partes para dialogar de buena fe. Recoger

    esta informacin es crucial para decidir si un

    esfuerzo de creacin de consenso debe pro-

    ceder o no, y si as lo fuera, contribuir a dise-

    ar cmo debiera estar estructurado, es decir,

    qu temas deben estar en la agenda, cuntas

    reuniones deben convocarse en un determi-nado plazo, qu asesora tcnica ser necesa-

    ria, qu caracterscas debe teer el reprte

    de evaluacin, entre otros aspectos.

    Como resultado de nuestra experiencia esta-

    mos convencidos que lograr desarrollar una

    cultura del dilogo, es sin duda, uno de los

    desas ms imprtates que actualmete

    ee ls actres de u cict sciam-

    biental. Entenderemos por cultura del dilogoel que diferentes actores sociales tengan un

    ccimiet cmpard acerca de l que es

    u dilg aprpiad y c sigicad. E el

    cas de ls cicts sciambietales, las

    comunidades y las empresas precisan desa-

    rrollar competencias para dialogar apropiada-

    mente. Y como en todos los casos, en estas

    competencias interesar desarrollar los cono-

    cimiets, las habilidades y las actudes per-

    mied estas lmas que se valre la impr-tacia de dialgar c ca y c ua mirada

    conjunta al desarrollo del pas.

    No cabe duda que el dilogo es un mecanis-

    mo fundamental para el manejo de relaciones

    cicvas e el cas de ls cicts sci-

    ambientales. Y que a su vez presenta algunas

    vetajas, que tras rmulas csigue.

    Por ejemplo, son obvias las ventajas de dia-

    logar frente a optar por acciones de violen-

    cia dde tds puede salir perdied; si

    embargo, si bien no existen dudas sobre las

    ventajas de dialogar, cabe preguntarnos: Por

    qu en algunos casos los intentos de dilogoracasa?

    Lo primero que debemos sealar, para dar

    respuesta a nuestra pegunta, es que quizs

    tds estams cmpared la misma

    nocin de dilogo. En nuestra experiencia,

    relaciada c el maej de cicts s-

    ciambietales, hems adverd que ls

    actres del cict eede el dilg de

    diferentes maneras. Por ejemplo, algunos en-ede el dilg cm la impsici de u

    punto de vista determinado, por lo que mues-

    tra temr a ser cvecids ctra su v-

    lutad. E trs cass, dialgar se eede

    cm siim de armar ua psici: Vy

    a dialogar para decir NO y no hay ms que

    hablar; tambi trs eede el dilg

    como sinnimo de medir fuerzas, en ese caso

    ls actres del cict trata de imperse

    mutuamente condiciones para dialogar. Estasdiferentes formas de entender el dilogo, en

    deiva truca ls camis para maejar

    ls cicts adecuadamete c resultads

    que sea de beeci para tds ls ivlu-

    crados. En este contexto, vale la pena pregun-

    tars: Cm eteder el dilg?

    E primer lugar, habra que parr pr aceptar

    que se trata de un proceso y no llevar adelan-

    te eventos nicos o aislados temporalmente.El verdadero dilogo como seala Myriam

    Cabrera (2004)9involucra tanto conocimiento

    como entendimiento. El conocimiento signi-

    ca pder determiar c qu p de ir-

    macin se cuenta y cul se requiere para exa-

    minar una situacin y dialogar sobre ella. Y el

    etedimiet s permir aalizar a d

    una situacin, comprendiendo y respetando los

    9 Cabrera, Myriam (2004). La Cmuicaci y la Admiistraci de Cicts. Implicacies para el Sectr Mier.Lima: Asociacin Civil Labor y Cooperacin.

    En nuestra experiencia,relacionada con el

    manejo de conictossocioambientales, hemosadverdo que los actores

    del conicto enendenel dilogo de diferentes

    maneras.

  • 8/9/2019 Conflictos socioambientales (1)

    22/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictos P U N T O M E D I O 21

    diferentes puntos de vista, para en el proceso

    de dilg ir geerad alteravas de acci.

    Por consiguiente, el dilogo es un proceso de

    educacin donde debemos aprender a tomar

    decisiones concertadas y no unilaterales.

    En segundo lugar, es necesario que las partes,

    en este caso empresas y comunidades, cons-

    tate e la experiecia prcca que vale la

    pea dialgar. E u iici la mvaci para

    dialogar puede provenir de fuentes externas

    y en el proceso de dilogo desarrollarse una

    mvaci itrseca que lleve a las partes

    a un verdadero compromiso por ejemplo, si

    revela ua mvaci emergete, prduct

    del descubrimiento de que s es posible lograracuerds justs y equitavs que aeda

    las preocupaciones y los verdaderos intereses

    tanto de las comunidades como de las empre-

    sas. Ests resultads experiecias psivas

    rerzar a las partes para parcipar acva-

    mete de u prces de dilg; mietras,

    que, el parcipar e evets de dilgs ais-

    lados, y en ocasiones manipulados por alguna

    de las partes, slo ocasionar que se refuerce

    la pasividad de las comunidades y empresas,que se puede reejar e per demasiads

    pretexts para iiciar u dilg iterrum-

    pirl si u mv de pes aparete.

    La imprtacia de lgrar experiecias psi-

    vas de dilogo entre las comunidades y em-

    presas es vital para desarrllar la cultura de

    dilg, la cual ser csecuecia del apre-

    dizaje de los usos del dilogo y de creer en su

    imprtacia. Cuad las partes e u cic-to conocen cmo dialogar adecuadamente y

    lo valoran, es mucho ms probable que lo ha-

    gan cada vez que sea necesario en diferentes

    y nuevas situaciones.

    4.8 Relaciones de podery dependencia

    Icluir e las evaluacies de cict ir-

    macin acerca de las relaciones de poder yde dependencia es un asunto clave, no slo

    etre ls actres del cict si (y much

    ms importante) al interior de cada actor.

    Tal como mencionamos anteriormente no

    son homogneos los intereses al interior de

    cada actr de u cict, pr l que ete-

    der quin ejerce poder sobre quin o cul es

    el grado de dependencia es sumamente im-portante para entender el proceso mismo del

    cict. Cuad u actr psee ctrla

    algo que otros necesitan (por ejemplo, recur-

    ss ecmics, irmaci, legimidad s-

    cial, etc.), los hace dependientes y consolida

    su poder sobre ellos. La dependencia aumen-

    ta cuando el recurso es importante, escaso e

    isustuible. Pr tat, e las evaluacies

    de cict es muy ecesari bteer i-

    formacin acerca de la naturaleza y fuentesde pder, las caracterscas del recurs que

    est generando el poder en algunos actores

    del cict, el grad de depedecia que se

    est produciendo como resultado de las rela-

    ciones de poder y las percepciones relaciona-

    das con la posibilidad de un empoderamiento

    de los actores.

    4.9 Diferencias culturales

    y de gnero

    Ccer las dierecias culturales que ee

    ls actres del cict sl es ecesari

    para eteder la dimica misma del cic-

    t si tambi ser de gra ulidad para ls

    futuros esfuerzos de negociacin que de ser el

    caso pudieran llevarse a cabo. Como se sabe,

    ls egciadres que cce y eede las

    diferencias culturales y los fundamentos de la

    negociacin, tendrn una decidida ventaja enla formulacin de su estrategia negociadora,

    as como en la implementacin y evaluacin

    de la misma.

    E este put de la evaluaci de cicts

    ser muy importante tratar de conocer y en-

    tender las maneras en que los actores proce-

    sa las relacies c tr dierete. Tam-

    bin implica tratar de comprender las visiones

    diferentes del mundo y de la vida humana quepudieran tener las comunidades, las empresas

    y dems actores involucrados. Estos aspectos

    Cuando las partesen un conictoconocen cmo dialogaradecuadamente y lovaloran, es mucho msprobable que lo hagancada vez que sea necesarioen diferentes y nuevassituaciones.

  • 8/9/2019 Conflictos socioambientales (1)

    23/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictosP U N T O M E D I O22

    no pueden desligarse de la sensibilidad frente

    a las diferencias interculturales que cada uno

    de ls actres del cict pueda teer. Pr

    tat la evaluaci de cicts deber ide-

    car de qu rma ls actres se acerca a

    las diferencias interculturales: Ignoran las di-ferencias, las reconocen, pero las evalan ne-

    gavamete, las recce miimizad su

    importancia, las reconocen y aceptan las dife-

    rencias, se adaptan a las mismas, las integran

    las reuerza psivamete.

    El gnero es otro punto muy importante re-

    lacionado con las diferencias. La nocin de

    ger es ua herramieta l y ecesaria-

    mente debe estar presente en el anlisis de

    ls cicts. E tds ls actres del cic-

    to socioambiental (comunidades, empresas y

    Estado) la presencia de hombres es casi ab-

    soluta10. Es evidente que existe una represen-

    tacin generalizada de las mujeres por parte

    de los hombres en la esfera pblica, en par-cular e el ctext de ls cicts sci-

    ambientales. Por tanto, la evaluacin de con-

    icts debe buscar icluir la perspecva de

    las mujeres, lo cual no slo ser importante

    para eteder el cict si tambi para

    idecar las mejres rmas de gesar-

    l, sl a parr de ectrar alteravas

    ms justas y equitavas si tambi para

    lograr que sean ms sostenibles y viables en

    el emp.

    10 Esta primaca de hmbres e ls actres de cict es permaetemete bservada e uestr trabaj de camp.

  • 8/9/2019 Conflictos socioambientales (1)

    24/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictos P U N T O M E D I O 23

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    TAPIA, Gachi (2010). Revisies a mis ideas sbre legimaci e imparcialidad. La Trama revista iterdiscipliaria demediaci y resluci de cicts. Csulta: 18 de ebrer del 2009. hp://www.cambidemcrac.rg/archivs/arcul%20Gachi%20La%20Trama.pd

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    25/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictosP U N T O M E D I O24

    1. INTRODUCCIN

    El presete arcul preseta u estudi sbre el mape del cict sciambietal casia-

    d pr el derrame de mercuri e Chrpampa. Se realizar u alisis desde ua perspecva

    itegral del evet, currid el 02 de jui de 2000 y de las csecuecias egavas que pr -

    dujeron el mal manejo de una situacin que debi preverse y ser contemplada en un plande

    cgecia que llevara a las empresas ivlucradas a accies imediatas; a de evitar

    aciparse al cict surgid pr este evet.

    Se requiere ver al cict cm mtr del cambi scial, ecmic y cultural. Sms lsllamads a llevar a la prcca, la respsabilidad scial y el desarrll ssteible e tds ls

    iveles de uestra sciedad. Si uestra iterveci acva y cmprmeda, serems ua vez

    ms, tesgs de uestr prpi irtui al pder cslidar itereses, desarrll ec -

    mico y social y proteccin de nuestro medio ambiente y biodiversidad, priorizando al factor

    social y cultural.

    Hagams de ua egava experiecia, cm el derrame de mercuri e Chrpampa, mtr

    acv de leccies apredidas para que se vuelva a reper, y sealems puts de parda,

    de exigecias a ls uevs pryects de carcter prducv. Asimism, es precis que tat las

    autridades cm la sciedad civil se matega alertas para exigir estdares que sasagala seguridad de todos y en especial la de nuestro medio ambiente como compromiso perma-

    nente con las generaciones futuras.

    YASTIN CENIA

    RAMREZ CARDENASAbogada egresada

    de la UniversidadNacional Mayor de San

    Marcos. Actualmente sedesempea como abogada

    asociada del EstudioPuete-Ara Tirava.

    JULY ZEGARRA CHoQUEIngeniera Ambiental,

    egresada de la UniversidadNacional Agraria La

    Molina. Actualmentese desempea como

    asistente de proyectos enAalyca Mieral

    Services S.A.C.Publicacin: Propuesta

    de Programa para laPrevencin de Accidentes

    en los Laboratorios deQumica de la facultad deCiencias de la Universidad

    Nacional Agraria LaMolina, basado en Anlisis

    de Riesgos. (Grey Garca,

    Vaesa; Espiza Bleuse,Mauel Guy; Ruedanavarr, Eveli; Zegarra

    Choque, July -2007).

    DERRAME DE MERCURIOEN CHOROPAMPAY SUS CONSECUENCIAS EN EL DESARROLLODE LOS CONFLICTOSSOCIOAMBIENTALES EN EL PER

    Y a s t i n C . R a m r e z C a r d e n a s

    J u l y Z e g a r r a C h o q u e

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    26/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictos P U N T O M E D I O 25

    2. MAPA DEL CONFLICTO

    2.1 Actres del cict

    l Actores directos: La empresa minera

    Yanacocha S.R.L. Yanacocha, aproxima-damente setecientos cincuenta y cinco

    pobladores del centro poblado menor de

    Sa Sebas de Chrpampa ubicad

    en el distrito de Magdalena y del distrito

    de San Juan, la empresa de transportes

    RANSA Comercial S.A., el Estado y sus

    edades (Miisteri de Eerga y Mi-

    nas, Ministerio de Salud, Poder Judicial,

    Ministerio Pblico y Ministerio del Inte-

    rior).l Actores indirectos: El abogado de la Co-

    munidad (Julin Palacn) y la Direccin

    General de Salud Ambiental (DIGESA)

    l Actores bisagras1: Defensora del Pueblo,

    CARE PER eIglesia.

    2.2 Percepciones

    La comunidad percibi las propuestas de la

    empresa miera cm prpuestas vercales,al no lograr una comunicacin directa entre la

    minera y la comunidad, sino a travs de inter-

    locutores desconociendo la heterogeneidad

    scial y cultural. Se cre gra descaza y

    agusa rete a la ctamiaci ambietal

    a raz de este problema. La poblacin en la ac-

    tualidad ee agusa rete al aumet de

    cncer y otras enfermedades anteriormente

    no detectadas, que ellos creen puedan surgir

    por la inhalacin y el contacto con el mercurio.Perciben a la mina, como la nica responsable

    de la contaminacin al no tener informacin

    real de los alcances de la contaminacin.

    Yanacocha es percibida por la comunidad y

    varias de las ONG como una empresa con una

    baja capacidad para recibir crcas y abrirse al

    dilg e mmets crcs de su ges, y

    que recurre a estrategias plcas para pder

    lgrar su cmed de teer ua image iter-

    acialmete psiva y estar cmprmeda

    en llevar a cabo un adecuado manejo ambien-

    tal acatad el cumplimiet de la rmavanacional e internacional, a travs del trabajo

    en el tema de relaciones comunitarias e in-

    formando todos los avances que realizaba y

    realiza sobre el cuidado ambiental.

    Los ministerios son percibidos por las comu-

    nidades afectadas como organismos parciales

    y desarculads e su ges, edades que

    no velan por los intereses de la poblacin que

    ee mes recurss, sino por el inters dela empresa de quien pueden recibir favores

    plcs.

    La comunidad es percibida por la empresa

    como oportunista al considerar que el acci-

    dente no hubiera tomado tal grado de grave-

    dad si la poblacin no hubiese reaccionado

    c la expectava de bteer beeci ec-

    nmico, al creer que lo que estaban recogien-

    d era r; e csecuecia, la mia percibea los pobladores como los nicos responsa-

    bles de la ctamiaci. E tal sed la

    empresa, a pesar que saba de lo grave de la

    situacin, quiso evitarse mayores problemas

    y pretedi e u pricipi tmar pard de

    la ignorancia de los pobladores, sin embargo

    era de tal envergadura el hecho, que tuvo que

    asumir tcitamente los requerimientos.

    Los pobladores afectados directamente sesea y se saba e verdadera desvetaja

    con la mina (no estaban empoderados), no

    tea suciete irmaci sbre sus dere-

    chos. Ante la ausencia del Estado y la percep-

    cin de este actor como solidario con los inte-

    reses de la empresa, vean los ofrecimientos

    de sta como la nica solucin y oportunidad

    1 Ests actres s ls que ede puetes etre ls actres directs y actres idirects. Tuvier, si lugar a dudau papel primrdial y ecesari e el desarrll del cict que geer el derrame del mercuri. Algus ges-ar de maera psiva buscad el equilibri y el empderamiet de las partes ivlucradas para pder llegara mejres acuerds. otrs si embarg, srpredier c su psici durate el cict.

    La poblacin en laactualidad eneangusa frente alaumento de cncer yotras enfermedadesanteriormente no

    detectadas, que elloscreen puedan surgir porla inhalacin y el contactocon el mercurio.

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    27/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictosP U N T O M E D I O26

    de resolver su situacin. Es en esta circuns-

    tacia que acepta rmar ls acuerds extra-

    judiciales.

    3. PROCESO

    3.1 Dimica del cict

    El 2 de junio de 2000 se produjo un derrame

    de cerca de 150 Kg de mercurio elemental2de

    la mina Yanacocha en el centro poblado de San

    Sebas de Chrpampa, distrit de Magda-

    lena, provincia de Cajamarca. Este mineral con-

    taminante era transportado como residuo de la

    mina por la empresa de transportes RANSA, la

    cual estaba encargada de llevar los balones conmercurio residual hasta la ciudad de Lima. Esta

    empresa no oper con los estndares de seguri-

    dad bsicos para mover tan peligroso mineral.

    Segn versiones, el hecho se habra produ-

    cido tras un choque entre un camin de pla-

    taforma de la empresa RANSA y otro camin

    parcular, a la altura del kilmetr 156 de la

    carretera a la costa. El camin de RANSA era

    conducido por Jos Checa Farfn (54), nodndose mayores referencias del otro camin

    con el que supuestamente habra colisionado.

    Mientras se realizaban las acciones policia-

    les, el camin de RANSA qued estacionado

    frente a la polica, donde los nios recogan

    parculas de mercuri a vista de tds ls

    involucrados, sin que se tomase las acciones

    correspondientes y evitar esta reaccin.

    Sin embargo, el txico mineral se habra rega-do a lo largo de dos kilmetros de pista. Si en

    ese momento el chofer o representantes de

    la mina o las autoridades hubieran alertado a

    la poblacin sobre el peligro de exponerse a

    esta sustancia venenosa, quizs los daos hu-

    biesen sido considerablemente menores.

    Segn los datos sociolgicos y antropolgicos

    realizados en este empobrecido pueblo, veci-

    no de uno de los ms ricos yacimientos aurfe-

    ros del mundo,cm es Yaaccha, exisa la

    vieja creencia de que algn da los minerales

    preciss brtara aturalmete de la erra.Por lo tanto, los choropampinos se lanzaron

    masivamente a las calles a recolectar el eva-

    sivo mineral con las propias manos, con todo

    p de evases y hasta c cucharitas de t.

    Una vez en casa, algunos pobladores lo hicie-

    ron hervir pensando que luego, al decantar

    el lquido, quedara en el fondo de la olla el

    codiciado sedimento de oro. Si a temperatura

    ambiete este mieral se vlaliza, el prcesde hervido en lugares pequeos y cerrados se

    ecarg de mulplicar csiderablemete ls

    nocivos efectos en el organismo3.

    Este suceso ocasion que inicialmente cua-

    renta y siete (47) pobladores de la localidad

    de Sa Sebas de Chrpampa resultara

    intoxicados, y en los das sucesivos el nme-

    ro de pobladores atendidos en los diversos

    centros de salud por intoxicacin del mercu-rio se elevara a setecientos cincuenta y cin-

    co (755), requirindose la hospitalizacin de

    muchos de ellos, debido, principalmente a

    la manipulacin o recoleccin del mercurio

    sin las condiciones de seguridad adecuadas.

    Como consecuencia de ello, no slo la salud

    de la poblacin se vio afectada sino tambin

    el medio ambiente local de las localidades

    mencionadas4.

    La alerta sanitaria fue dada al da siguiente

    por las autoridades de la regin y el pueblo

    se empapel c aches de Deesa Civil que

    llamaban a la devolucin del mineral. A pesar

    de ello, los pobladores siguieron acopiando

    e incluso enterrando el mineral para que no

    2 : Minera Yanacocha desde el inicio de sus operaciones produce mercurio inorgnico puro como un subproducto en

    la planta de procesos. El mercurio es un condensado de los gases generados en las retortas, donde el precipitado essmed a 700 oC.

    3 : Choropampa: Mercurio en las Venas.4 : Informe Defensorial N 62

    ...los choropampinosse lanzaron masivamente

    a las calles a recolectarel evasivo mineral

    con las propias manos,con todo po

    de envases y hasta concucharitas de t.

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    28/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictos P U N T O M E D I O 27

    les fuera arrebatado. Y es que, segn cuentan

    los pobladores, en un intento por detener el

    dao causado, personal de la compaa de

    transportes empez a ofrecer 100 soles por

    cada kilo devuelto.

    A los pocos das, los que haban manipulado,

    probado o haban inhalado el vapor y las par-

    culas e suspesi del metal empezar a

    ser ls stmas: Sabr metlic, sed, d-

    lores de garganta y abdominales, nuseas,

    vmits, ebre, dlr geeralizad y rchas

    en la piel.

    El Hospital Regional de Cajamarca tuvo que

    implementar un pabelln especial para aten-der 250 casos de intoxicacin severa, es decir,

    el 14% de la poblacin de Choropampa. Y un

    mes despus del derrame, los envenenados

    seguan llegando.

    Las autoridades sanitarias no descartaron,

    sino tardamente, la presencia de arsnico en

    la sangre de los pacientes. Segn especialistas,

    si el mercurio estaba mezclado con arsnico,

    la minera habra incumplido con el estudio deimpacto ambiental presentado como condi-

    cin para poder extraer oro, procedimiento

    que debe hacerse sobre la base de cianuro, lo

    que es ambientalmente aceptado.

    Los pacientes fueron derivados a Lima, al Hos-

    pital Regional de Cajamarca y a otros se les

    istal e u lcal dde recibier ateci;

    no podan regresar a Choropampa, ya que se

    podan contaminar nuevamente. El puebloestaba contaminado, las casas eran marca-

    das c ua cruz rja para idecarlas cm

    centro de contaminacin.

    El encargado y representante nombrado por

    el pueblo como defensor de los requerimien-

    tos de los perjudicados y de las indemnizacio-

    nes correspondientes fue el abogado Julin

    Palacn, miembro fundador de la ONG CO-

    nACAMI, quie plate cm sus bjevs

    y misi istucial e 1991, prteger y re-

    presentar a las comunidades afectadas por las

    acvidades mieras e expasi y slicit ala minera Yanacocha 100 mil dlares por cada

    persona afectada. La empresa -segn acus el

    propio Palacn-mvi sus iuecias tratad

    de impedir que deediera a ls damicads,

    per ste a la vez prme que se ecargara

    de llevar los casos hasta las cortes americanas

    al ser socio mayoritario de Yanacocha la Com-

    paa newmt Miig Crpra5.

    La empresa, sancionada con una multa delMinisterio de Energa y Minas por 1740.000

    nuevos soles, corri por cuenta propia con los

    gastos mdicos de los cientos de hospitaliza-

    dos. Adems, en coordinacin con el Ministe-

    rio de Salud y la Direccin General de Salud

    Ambiental, levant dos kilmetros de asfalto

    y los pisos de muchas casas para llevrselos

    en bolsas selladas a un depsito ms seguro.

    Los especialistas manifestaron en esa oportu-nidad que la recoleccin no haba tomado en

    cuenta el mineral que, luego de ser recogido

    por los pobladores, fue esparcido en el en-

    tr y que este hech cstua u peligr

    latente.

    Por su parte, el alcalde de Choropampa en

    ese entonces, Felipe Pretell, manifest que el

    trato directo con la minera era lo ms conve-

    niente para los 1.800 habitantes de su comu-nidad. Segn dicho alcalde, el municipio no

    demandara judicialmente a Yanacocha si sta

    cumpla en los prximos cinco aos con nue-

    ve puntos: Construccin de pistas y veredas,

    suministro de agua y desage, construccin

    de una posta mdica dotada de profesiona-

    les de la salud y ambulancia, construccin de

    5 : Para muchs, tda idemizaci resultara isuciete rete a la gravedad del desastre eclgic ya que, cmexplica el igeier Gmer, el mercuri es u mieral de alta persistecia y biacumulaci e el mediambie-te.

    Las autoridades sanitariasno descartaron, sinotardamente, la presenciade arsnico en la sangrede los pacientes.

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    29/96Revista peruana de anlisis, prevencin y gesn de conictosP U N T O M E D I O28

    tres cetrs educavs, u estadi deprv,

    indemnizacin a los afectados directos e indi-

    rectos, seguro de salud y de vida para todos

    ls habitates y almete, trabaj para algu-

    nos jvenes en la compaa minera.

    Trascendi que se haban aceptado todos

    ls puts egdse sl el lm requeri-

    miento.

    La evaluacin correspondiente del hecho

    muestra que el pla de cgecia para

    limpiar la zona hizo que ms gente fuese

    expuesta al txico, pues se contrat a los

    pobladores de esas comunidades para que

    recogieran aproximadamente150 k de mer-curio derramados en el camino. No se les dio

    ningn equipo de proteccin, ni se les advir-

    sbre la txicidad de l que maipulaba.

    Se logr recuperar cerca de 141 k, perdin-

    dose 9 k.. Yanacocha no contaba con un plan

    de cgecia ate ese p de accidetes,

    y si lo tena no lo saba ejecutar, que es lo

    mism. n tuv csideracies e ulizar

    a jvenes de la zona para limpiar el derrame

    y as no dejar evidencias del desastre ecol-gico, tratando de mostrar que el impacto no

    fue grave.

    Cul ue la