Habilidades Del Terapeuta Para El Tratamiento de Pacientes Diagnosticadas Con Trastorno

7/24/2019 Habilidades Del Terapeuta Para El Tratamiento de Pacientes Diagnosticadas Con Trastorno

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Habilidades del terapeuta para el tratamiento de pacientes diagnosticadas con trastorno

lmite de la personalidad: consideraciones

Diego Martini y Nina Bassarsky

En este artculo buscamos integrar los aportes que la Dra. Marsha Linehan hace altratamiento de pacientes TLP con algunos lineamientos tericos del Modelo Integral de

Ken Wilber.

La Terapia Dialctico !omportamental "D#T por sus siglas en ingls$ es una psicoterapia

que re%ne &arios lineamientos tericos ' pr(cticos) desarrollada por la Dra. Marsha M.

Linehan "nacida en *+,- en Estados nidos de /orteamrica$. El modelo de tratamiento

ha sido &alidado por &arias in&estigaciones cient0icas para traba1ar con pacientes con

di0erentes problem(ticas comple1as ' trastornos gra&es como Trastornos 2limentarios)

Trastorno #orderline ' Trastorno #ipolar. La 0iloso0a b(sica del tratamiento es

esencialmente dialctica ' sub'ace a todas las inter&enciones en todas las etapas del

tratamiento D#T. Desde esta perspecti&a la realidad es entendida como una totalidad no

esttica3 ha' un continuo 0luir que in&olucra tanto la aceptacin como el cambio. !ambio '

&alidacin son estrategias incompletas por s solas. La gran ma'ora de las terapias

occidentales se orienta hacia el cambio) ' las orientales hacia la aceptacin. D#T reconoce

la potencia de ambas inter&enciones ' a0irma que es una 0alencia considerarlas

aisladamente) por tanto se trata entonces de una terapia en donde terapeuta ' paciente

traba1an tanto para lograr cambio como para lograr aceptacin. El tratamiento

inclu'e estrategias conductualestales como la resolucin de problemas) el re0uer4o de

contingencias ' la e5posicin emocional) ' estrategias de aceptacin tales como laaceptacin radical) la tolerancia al malestar ' las habilidades de conciencia plena.

Ken Wilber "nacido en *+,+ en Estados nidos de /orteamrica$ desarroll el Modelo

Integral) conocido como 262L por sus siglas en ingls "todos los cuadrantes ' todos los

ni&eles$3 este es un metamodelo que constitu'e un cambio epistemolgico de gran

trascendencia cu'o 0in consiste en poder integrar todas las perspecti&as

"metodolgicamente &alidadas$ en un sistema de conocimiento coherente e inclusi&o.

2pro5imarse al mundo "' a la psicoterapia$ desde la perspecti&a integral implica asumir

que e5isten cinco aspectos b(sicos constituti&os del mapa de la realidad7 !uadrantes)/i&eles) Estados) Lneas ' Tipos. La 0inalidad de la utili4acin del mapa 262L es e&itar caer

en reduccionismos ' 0alacias para poder honrar todas las &erdades ' saberes &alidados. El

siguiente artculo toma de la obra de Wilber teori4aciones propuestas en su libro 8Los tres

91os del !onocimiento:) en el que aborda los di0erentes ni&eles de conocimiento

disponibles para la e5periencia humana ' en donde cada ni&el de conocimiento es de

suma utilidad ' se mani0iesta gracias a di0erentes mtodos.


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En este artculo se pone de mani0iesto cmo las di0erentes tcnicas de Linehan pro&ienen

de los di0erentes ni&eles o estadios de conocimiento propuestos por Wilber.

Partiendo de una perspecti&a integral) es de utilidad para nuestra pr(ctica teraputica '

tambin) en cierto modo) una metahabilidad del terapeuta) el poder dominar las tres

(reas del conocimiento "los tres o1os del conocimiento descriptos por Ken Wilber$7 laemprica) la racional ' la contemplati&a. !ada (mbito del conocimiento nos proporciona

datos reales que se mani0iestan ante nuestra conciencia de manera inmediata3 en cada

encuentro psicoteraputico deberemos discriminar qu (rea estamos pri&ilegiando) para

ma5imi4ar nuestra potencia teraputica ' as a'udar a nuestros pacientes.

;i buscamos in0ormacin en el (rea emprica nos encontraremos con datos que aluden al

mundo presimblico) en el que no ha' mediacin de la ra4n7 es el mundo de las

conductas) de las pautas reacti&as) de los comportamientos) de los gestos) etc. na

multitud de datos con los que el terapeuta entrenado deber( maniobrar "mediante el usode los sentidos$ adecuadamente en cada sesin.

En el (rea racional nos encontramos con pensamientos) recuerdos) ideas) etc. Los datos

son hechos que e5perimentamos en nuestra mente e5clusi&amente a tra&s la ra4n) no

por medio de los sentidos. La 0orma de recoger estos datos es a tra&s del di(logo) por lo

tanto la modalidad) a di0erencia de lo que sucede con el conocimiento emprico) en el que

es monolguica) es en este caso dialguica. !ada uno de los datos posee un signi0icado a

de&elar) ' tendremos que &alernos de herramientas como la interpretacin para poder

hacerlo.

Los datos pro&enientes del (mbito contemplati&o tienen que &er con el reino que est( m(s

all( de la mente emocional ' de la mente racional3 un reino al que se accede mediante la

e5periencia directa) el de la mente sabia. !iertos e&entos no pueden ser captados ni por la

ra4n "racional$) ni por los sentidos "prerracional$3 escapan a estos dominios3 el (rea

contemplati&a es transracional.

En esta (rea la teora de Linehan pone mucho n0asis7 obser&ar la respiracin) retirar la

atencin de la mente) ' de esa manera aprender a no 1u4gar los datos para poder obser&ar

todo lo que ocurre durante la sesin con ecuanimidad.

Muchos terapeutas ' teoras psicolgicas reducen el encuentro teraputico a alguna de

estas (reas) lo que hace que la potencia teraputica pierda parte de su e0ecti&idad3 por lo

tanto es de &ital importancia establecer un saludable equilibrio entre las tres.


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El terapeuta utili4ar( ma'ormente el conocimiento emprico para modi0icar conductas) el

racional para conocer el signi0icado del relato de la paciente "*$' modi0icar creencias

dis0uncionales) ' el contemplati&o para aumentar su presencia consciente.

Intentaremos agrupar las di0erentes habilidades propuestas por Linehan en estos

di0erentes campos de conocimiento a sabiendas de que se entreme4clan 0recuentemente.

Por e1emplo) una habilidad como la media sonrisa "habilidad de tolerancia al malestar$

tiene su correlato en las tres (reas. En el conocimiento emprico7 mo&er la comisura de los

labios ' sonrer3 la repeticin de esta pauta tendr( correlatos neuro0isiolgicos que har(n

que las personas que la e1ecutan se encuentren de me1or humor.

En el conocimiento racional7


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Por e1emplo) con respecto a las habilidades que ense>amos a nuestras pacientes en el

(mbito contemplati&o7 si quiero lograr un estado de quietud mental "resultado #$ primero

tengo que respirar conscientemente "procedimiento 2$. En cuanto al (mbito emprico7 si

deseo no autoagredirme "resultado #$ primero debo e5perimentar una sensacin intensa

como una ducha 0ra "procedimiento 2$. Dentro del (mbito racional) si quiero comprender

lo que dice mi mente "resultado #$) primero tengo que registrar los pensamientos ' saber

algunos conceptos de terapia cogniti&a) por e1emplo qu es la mente emocional

"procedimiento 2$.

!onocimiento emprico

!uando nos re0erimos al conocimiento emprico pretendemos designar todo aquello que

puede ser a&eriguado mediante los sentidos o sus e5tensiones3 por lo tanto el canal a

tra&s del cual percibimos el ob1eto es el sensorial. Es un tipo de conocimiento

e5periencial no mediati4ado por la ra4n) 'a que pro&iene directamente de la e5perienciasensorial.

;on m%ltiples los datos pro&enientes del campo de los sentidos ' debe haber un terapeuta

sensible) con el entrenamiento adecuado en el (mbito de la sensacin) para poder de&elar

las &erdades propias de esta (rea.

?eamos entonces habilidades) algunas propuestas por Marsha Linehan) que se

correlacionan con este (mbito del conocimiento) donde el componente conductual de la

teora D#T ser( el principal protagonista.

"tili#ando el conocimiento emprico dentro del consultorio

n terapeuta realmente atento ' que utilice los datos que le aportan sus sentidos dentro

de las sesiones con un 0in in&estigati&o "por e1emplo para elaborar estadsticas$)

aumentar( su capacidad de maniobra. ;e dar( cuenta de lo sensibles que son estas

pacientes "@' no mucho m(s que todos nosotrosA$ al tono de &o4) a la postura) a la

ambientacin del consultorio) a la puntualidad en la atencin) etc.) todos estmulos que el

terapeuta puede dominar.

$ecabando informacin

Los sentidos deben estar despiertos para la recopilacin de in0ormacin ' el &erdadero

aborda1e del 0enmeno teraputico) 'a que son estos los que nos proporcionan un

conocimiento inmediato del mundo. 2l aplicar con intencin ' coherencia nuestros

sentidos se acti&a un centro que los inclu'e7 el sentido com%n. Debemos utili4ar la &ista) el

ol0ato) el odo) el tacto) etc.) con la ma'or pericia posible.


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$ecabando informacin del terapeuta

&alidacin pertinente.

8Eran las ocho de la noche ' el cansancio me estaba &enciendo3 haba atendido a nue&e

pacientes sin pausas ' el sonar del portero elctrico me indicaba que !armen) que &ena

de estar internada) estaba llegando a la sesin. 6u pocas ganas tena 'o de continuar

traba1ando3 mi mente quera escaparse de la situacin pensando en el pastel de papas que

mi mu1er haba prometido preparar para la cena) pero 'o tena que a'udar a !armen.:

Lic. Butirre4"C$

Este terapeuta no tom en serio el conocimiento emprico. Es mu' probable que su sesin

ha'a sido de ba1a calidad ' que no ha'a colaborado mucho ese da en me1orar la situacin

de su paciente. De todos modos) al decir de Linehan) si no se puede me1orar ha' que

procurar no empeorar) es decir poner buena disposicin ' dar lo me1or de uno sin grandes

pretensiones teraputicas.

$ecabando informacin de la paciente

Todo terapeuta D#T debe tener un adecuado conocimiento de semiologa para poder

recabar la in0ormacin necesaria) como por e1emplo7 la apariencia ' actitud "la postura

corporal de la paciente) su ni&el de colaboracin) sus cambios de actitud durante las

sesiones) su higiene) su &estimenta$.

ecordemos que uno de los ob1eti&os del encuadre es el compromiso a no asistir

alcoholi4ado o ba1o el e0ecto de ciertas sustancias) ' esto debe ser correctamentee&aluado por el terapeuta.

na adecuada obser&acin del habla ' del lengua1e como entonacin) &olumen)

espontaneidad) detallismo) pobre4a lingstica) etc.) a'udar( al terapeuta a predecir ciertas

conductas que pueden inter0erir en la terapia) como la no colaboracin de la paciente en


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la sesin) que puede darse por aceleracin del habla que no permita al terapeuta

inter&enir) o por el contrario) por un silencio poco colaborador.

!uanta m(s in0ormacin de semiologa psiqui(trica tenga el terapeuta) m(s pericia tendr(

a la hora de e&aluar esta &ariable.

Para la obtencin de conocimiento emprico) nuestro paciente se trans0orma en un ob1eto

de conocimiento e5terior) un dato. Para acceder a este tipo de in0ormacin no hace 0alta

conocer acerca de signi0icados o creencias. ;lo nos interesan las pautas de

comportamiento obser&ables por medio de los sentidos3 pautas que) si se obser&an

detenidamente) pueden ser modi0icadas con inter&enciones adecuadas.

82penas se sent me detu&e a obser&arla. Tena los labios ' el rostro con maquilla1e

desproli1amente desparramado. 91eras ' cara de haber dormido poco. ;in embargo

hablaba sin parar ' pareca no querer escucharme. ;aba que si hablaba con ella sobre lo

que estaba obser&ando encontrara grandes resistencias. Pre0er escucharla con atencin '

cordialidad para luego darle una sesin para la pr5ima semana por la tarde ' no por la

ma>ana. Pens que sera me1or hablar de ello en el pr5imo encuentro.:

Lic. !astrobarros

Este pro0esional actu utili4ando el conocimiento emprico con e0ecti&idad ' audacia. ;upo

esperar el momento oportuno para con&ersar acerca del encuadre de la terapia) ' adem(s

le cambi el horario a la paciente para que no llegara dormida.

Impartiendo informacin

Es indispensable que el terapeuta tome conciencia ' nota de sus obser&aciones empricas.

De ese modo descubrir( el poder de repetir ciertas habilidades ' la importancia de generar

nue&as prescripciones para la obtencin de nue&os 0enmenos clnicos. F aqu es de

radical rele&ancia el traba1o creati&o que tiene que hacer el terapeuta para ma5imi4ar su

e0ecto sanador. !reati&idad para generar nue&as prescripciones que puedan llegar a ser de

utilidad en el curso del tratamiento.

Marsha nos o0rece una multitud de prescripciones3 es bueno e5perimentarlas para

&eri0icar su &alor) as como generar nue&as "' estas nue&as prescripciones podr(n ser luegocon0irmadas por la comunidad de terapeutas) tal &e4 luego se estandaricen ' pasen a

0ormar parte de un nue&o postulado terico al que puedan acceder nue&os terapeutas) G

es decir) de1ar( de ser un 0enmeno creati&o G$.

Impartiendo informacin al terapeuta


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;i el terapeuta quiere lograr una sesin con un clima de calide4 ' con0ian4a "resultado #$

primero deber( reali4ar un procedimiento 2$7 hablar lentamente ' con un tono de &o4

acompasado "habilidad de e0ecti&idad interpersonal$. Este clima de calide4 ' con0ian4a

repercutir( en ambos) terapeuta ' paciente. ;i el terapeuta toma un adecuado reporte

emprico de este 0enmeno) seguramente repetir( la pauta para lograr ese resultado.

Para el buen desempe>o del traba1o clnico es de gran a'uda la repeticin consciente de la

habilidad de la media sonrisa "habilidad de tolerancia al malestar$. Predispone con el

ma'or de los entusiasmos ' crea de ese modo un clima 0a&orecedor ' de traba1o. Entonces

mediante un procedimiento "la repeticin de la media sonrisa durante las sesiones$

obtenemos un resultado concreto7 me1oras en la predisposicin para la atencin de las

pacientes) por ende ma'or a'uda. Esta habilidad puede e5tenderse a las super&isiones) a

los grupos) a la &ida cotidiana del terapeuta.

9tra importante habilidad de tolerancia al malestar consiste en proporcionarse estmulospositi&os. Benerar las condiciones necesarias en el consultorio para que sea un espacio

agradable para la atencin de pacientes. F estos estmulos tienen que &er con el ol0ato7

sahumerios o aceites calientes que despidan un bello aroma3 con la &ista7 plantas) cuadros)

ob1etos de decoracin que &italicen el sentido de belle4a3 con el odo7 alguna m%sica que

genere un clima de pa4 ' armona3 ' con el tacto7 sillas ' sillones con0ortables)

almohadones) etc. Este tipo de estmulos &itali4an tanto al paciente como al terapeuta.

8ecuerdo la angustia ' el malestar que aparecan en una paciente cuando 'o no poda

disponer del espacio en el que habitualmente la atenda ' deba mudarme a otro) donde

no haba ning%n estmulo positi&o. /aturalmente mi e0ecti&idad teraputica quedabadisminuida.:

Lic. Martne4

Impartiendo informacin a la paciente

Es importante tener en cuenta que todos los ob1eti&os de la primera etapa del tratamiento

est(n orientados hacia la modi0icacin de conductas "disminuir o e&itar las conductas que

inter0ieran con la &ida) con la terapia) con la calidad de &ida$3 por lo tanto el sustrato

emprico de la teora D#T cobra la ma'or de las rele&ancias. Dentro del consultorio unotraba1ar( 0recuentemente con las conductas que inter0ieran en la terapia) ' tambin con el

aumento de habilidades conductuales.

Bran parte del aprendi4a1e que se da en las sesiones de psicoterapia tiene que &er con el

modelado) por lo tanto el terapeuta deber( mostrar con el e1emplo conductas aserti&as '


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adecuadas para que la paciente imite "hablar mirando a los o1os) ser c(lido ' amable)

sonrer cuando es pertinente) demostrar 0irme4a ' respeto) etc.$.

Por otro lado el terapeuta debe hablar sobre los bene0icios que l e5trae de la propia

pr(ctica de habilidades de modi0icacin de conductas) 'a que eso re0uer4a el aprendi4a1e

que la paciente necesita.

8na paciente sola comen4ar sus sesiones que1(ndose acerca de su penosa &ida3 slo

quera relatar detalles que con0irmaran esa &isin) ' se negaba a reali4ar los e1ercicios del

programa por considerarlos in%tiles "conducta que inter0iere con la terapia$. Era

&erdaderamente di0cil poder llegar a un entendimiento mutuo acerca de lo desa0ortunado

de esa conducta. /o poda hacer uso de mi baga1e terico) ni de interpretaciones o

re0ormulaciones "conocimiento racional$ para mo&erla del lugar de la que1a. Esta era una

conducta que realmente inter0era en el desarrollo de la terapia.

Deba ser&irme de un estmulo m(s potente para que se acti&ara en ella una reaccin

comprobable ' &eri0icable por mis sentidos. Para ello) luego de &alidar el malestar de la

paciente) me ser& de mi desa0inada &o4 entonando 8IHm so tired: de Lennon "lbum

#lanco) The #eatles$. Era talel desconcierto que le produca &erme cantar"'o me

preocupaba por desa0inar ' hacer mo&imientos e5agerados$ que no poda hacer otra cosa

que esbo4ar una sonrisa ' pedir que me callara de una &e4 por todas. Esto es lo que llamo

una prescripcin sanadora) del todo incoherente si tomamos como re0erencia el cuerpo

terico de la psicologa ortodo5a) pero del todo potente si pensamos en este conte5to

espec0ico de tratamiento.:

Lic. Diego Martini

8Durante el curso del tratamiento con una paciente a la que llamar Mara descubr que

era una persona con mucha agude4a ' sentido del humor ' que poda &alerme de ese

recurso en el consultorio para brindarle herramientas que le seran de a'uda en su

cotidianidad.

Estaba 0inali4ando una sesin cuando se eno1 al &er que una de mis plantas no estaba en

el lugar en el que acostumbraba a &erla) ' adem(s se encontraba un tanto moribunda.

!omen4 a agredirme &erbalmente sir&indose de ese moti&o para luego le&antarse)

quitarse una cadena que colgaba alrededor de su cuello ' arro1arla sobre mi sorprendido

rostro. Instinti&amente corr la cara ' la cadena 0ue a parar a un picaporte. Luego de un

0uga4 silencio le di1e7 8buen tiro) le pegaste.: Ella ri pro0undamente ' transmut

&elo4mente el estado de eno1o.

El episodio 0ue un gran disparador para traba1ar la potencia del humor cuando estaba

atra&esando una crisis. De hecho pudo aplicarlo m(s de una &e4 con el ma'or de los 5itos


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' se trans0orm en una habilidad que la a'ud a disminuir las conductas que inter0eran

con su &ida.:

Lic. Diego Martini

"tili#ando el conocimiento emprico fuera del consultorio

Mencionaremos algunas habilidades que son %tiles para los terapeutas.

El incremento de emociones positi&as "habilidad en la regulacin emocional$ es otro 0actor

a 0ortalecer por medio del e1ercicio de los sentidos. Estar en el equipo de D#T es

sumamente desgastante ' es necesario que el terapeuta tome conciencia de ello ' se

proporcione este tipo de emociones.

8El contemplar un bello paisa1e "&ista$ para despertar la alegra) 0ue siempre para m un

gran estmulo3 todo tipo de deportes "contacto con el cuerpo$) en mi caso salir a correr

principalmente) incrementa mi entusiasmo ' genera un estado saludable que recorre todo

mi ser.:

Lic. Jern(nde4

2qu tambin el terapeuta debe hacer uso de su creati&idad en la b%squeda de acti&idades

que generen e5periencias positi&as) ' por lo tanto productoras de emociones positi&as.

n buen terapeuta D#T debe ser consciente de cmo reducir la &ulnerabilidad de su

propia mente emocional "habilidad de tolerancia al malestar$) ' para ello puede ser&irse

de ciertas habilidades que propone Marsha Linehan) como por e1emplo7 comer en 0ormaequilibrada "sobre todo antes de las sesiones$) hacer e1ercicio) dormir en 0orma

equilibrada) tratar las en0ermedades 0sicas. Esto es ocuparse del cuerpo) en pos de

generar las me1ores condiciones para el traba1o.

9tra importante habilidad es la de e5perimentar sensaciones intensas para inter0erir con el

componente 0isiolgico de la emocin actual "M. Linehan$. Muchas &eces el terapeuta

puede &erse sumido en preocupaciones o miedos con respecto al tratamiento de alguna

de sus pacientes3 en estos casos debe procurar no e5acerbar el rol de su mente racional

para diluirlas) 'a que generar( el e0ecto contrario. 2qu puede hacer uso de alguna de

estas habilidades como darse una ducha o salir a caminar en una noche in&ernal) es decir

potenciar sus sensaciones.

n lugar pri&ilegiado para el incremento de habilidades del terapeuta son las

super&isiones) en las que) mediante ciertas herramientas pr(cticas como el rol playing)

aprender( a tra&s de la pr(ctica sostenida.


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El rol playingpermite el ensa'o de los aspectos conductuales de las habilidades. Por

e1emplo) si el terapeuta quiere per0eccionar su habilidad en &alidar a pacientes) el rol

playingser( de gran a'uda. Los obser&adores podr(n mostrar qu tono de &o4 utili4a)

cu(les son sus gestos 0aciales) qu palabras es preciso repetir) qu 0rases es preciso omitir)

etc.

$educcionismo emprico

no de los peligros cl(sicos que se produce al reducir el encuentro teraputico a la es0era

del conocimiento emprico es el de estar al acecho permanente ' e5clusi&o "en detrimento

de lo racional o contemplati&o$ de conductas obser&ables que demuestren el a&ance de la

paciente en el tratamiento.

2&ance) en este caso) signi0icara nue&a conducta obser&able aqu ' ahora. F esto es

sencillamente 0also. Muchos de los constructos tericos "conocimiento racional$ que

ense>amos a nuestras pacientes &an sembr(ndose en su interior ' no necesariamente

emerger(n en 0orma de conductas saludables tan r(pido como lo deseamos. Por supuesto

e5cluimos) en este caso) los primeros ob1eti&os de tratamiento como la reduccin de

conductas autolesi&as) que s requieren de nue&as conductas aqu ' ahora.

Tomaremos por e1emplo la habilidad de hallar signi0icado al dolor "habilidad de tolerancia

al malestar$7 esta ense>an4a) mu' sabia por cierto) puede brindarse en un determinado

momento del tratamiento ' no necesariamente generar e0ectos conductuales inmediatos.

2 su &e4 puede colaborar en la construccin de una nue&a &isin de mundo a emerger en

un 0uturo en el campo consciente de la paciente.

Las ideas ' conceptos que el terapeuta transmite se pueden trans0ormar "si el terapeuta

sabe cmo hacerlo$ en &erdaderos hechos mentales) en datos que se re&elar(n ante la

paciente ' que contienen un gran potencial sanador.

9tro peligro del inadecuado uso del conocimiento emprico es reducir al paciente a un

mero ob1eto obser&able con el que se puede e5perimentar. ;i bien es adecuado '

necesario obser&ar) clasi0icar ' medir determinadas pautas de comportamiento) el

paciente no es slo eso. Debemos acercarnos a los pacientes no slo con los sentidos "el

o1o de la carne$) sino tambin con el o1o de la ra4n "mediante el di(logo emp(tico$ ' el dela contemplacin "mediante el amor$.

!onocimiento $acional

"tili#ando el conocimiento racional dentro del consultorio



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El terapeuta debe estar atento a la recoleccin de datos pro&enientes del campo de la

ra4n) es decir a datos mentales. Durante la interaccin con la paciente "por lo tanto la

obtencin de datos se logra mediante el di(logo ' no slo mediante el uso de los sentidos

monlogo G$ su mente ir( creando smbolos) conceptos) im(genes) ideas) que pueden ser

luego agrupados ' clasi0icados.

9bser&ando con insistencia podr( detectar cu(les son sus cl(sicos h(bitos mentales

mediante los que interpreta la e5periencia con cada una de sus pacientes) para luego

obser&ar si aparecen distorsiones cogniti&as ' pensamientos autom(ticos capaces de

contaminar sus buenas interpretaciones "para que las interpretaciones sean buenas deben

ser corroboradas por una comunidad &(lida de intrpretes3 en este caso pueden ser

terapeutas adiestrados en el modelo dialctico conductual$.

2l decir de Wilber7 8Esta obser&acin es directa) una e5periencia racional) tal como la

e5periencia sensible lo es en el (mbito de los sentidos: "Ken Wilber) Los tres o1os delconocimiento) p(g. *$.

82caba de terminar la sesin) creo que no esto' haciendo las cosas bien) esto' 0racasando

en el caso ' como terapeuta.:

Lic. Barrido

El licenciado se siente 0rustrado porque las cosas no salen como l espera) ' naturalmente

esta 0rustracin tiene su correlato mental7 pensamientos distorsionados. Es bueno que el

terapeuta pueda e5presarse ' dialogar con otros) tanto en un espacio de super&isin como

en su propio espacio de psicoterapia.


El terapeuta deber( ir en busca de signi0icados) pautas) estructuras ' le'es que se

encuentren en el discurso de la paciente3 deber( hacer una intensa in&estigacin

0enomenolgicoGmental.

En el comien4o del tratamiento el terapeuta debe ir en busca de un reporte de los

problemas presentes de la paciente "sobre todo) debe detectar aquellos que ponen en

riesgo su &ida$) as como tambin de aquellos problemas pasados. F si bien el ob1eti&ocentral en los albores del tratamiento es primariamente conductual "reduccin de

conductas autolesi&as$) es mu' importante tambin que el terapeuta comprenda el

signi0icado que sub'ace a estos comportamientos.

;i el terapeuta es consciente de que no slo tiene que ir en busca de reportes

conductuales) sino tambin de e5periencias mentales de la paciente "@que no pueden


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obser&arse por medio de los sentidosA$ sus inter&enciones) por e1emplo la &alidacin)

tendr(n m(s contundencia.

8/oto que cuando hablamos acerca de tu relacin con tu madre te en0urecs.


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contemplati&a. El desa0o del terapeuta debe ser) tambin) aprender a integrar los

conocimientos de las tres (reas.

,$ 8Los terapeutas necesitan sostn) colaboracin ' una adecuada super&isin:. /o se

puede ser miembro de un equipo de traba1o si no e5iste una adecuada super&isin que

sir&a como contencin ' 0uente de permanente aprendi4a1e para el terapeuta.

$ 8Los terapeutas deben auto&alidarse:7 es propicio que el terapeuta aprenda a

auto&alidar las emociones que siente en el consultorio con estas pacientes) de manera que

sus propios pensamientos distorsionados no hagan su traba1o autoin&alidante "8me da

&ergen4a lo mal que me 0ue en la sesin pasada) ni si quiera quiero contarlo en la reunin

de equipo:$. Es importante que el terapeuta est entrenado para descubrir ' sobre todo

&alidar) ante s ' en su super&isin) este tipo de emociones) tendiendo siempre a estar

consciente de que) independientemente de las dudas que lo asalten) es un buen terapeuta

' hace lo me1or que puede.

Impartiendo informacin a la paciente

La b%squeda de nue&as e5periencias mentales ocurre por medio de la comunicacin

intersub1eti&a) que tiene sus propias reglas ' su propia lgica. El buen dominio de esa

lgica) la habilidad para transmitir nue&os ' saludables signi0icados mientras se recaban

datos mentales de la paciente) es de imprescindible utilidad para el terapeuta "recordemos

que tras todo dato mental) 'a sea smbolo) imagen o concepto) ha' una intencin$. El

terapeuta debe incluir en sus con&ersaciones) poco a poco ' a modo de sembrado) la

0iloso0a dialctica) que es el tras0ondo sanador de la teora de Marsha Linehan.

n buen terapeuta D#T debe dominar con pericia la teora biosocial de Linehan ') adem(s

de tener incorporados los postulados tericos) debe dominar e0ica4mente el manual de

habilidades creado por la misma autora. Es decir) conocimiento racional.

Ja') entre otras) tres herramientas 0undamentales que se enmarcan dentro del

conocimiento racional7

%a &alidacin

/o se puede hablar de &alidacin desconociendo el signi0icado de esta palabra"conocimiento racional$. ;u puesta en pr(ctica tiene un componente contemplati&o

"&erdadera atencin$ ' un componente emprico "'a que su potencia aumenta con un

adecuado comportamiento no &erbal $3 sin embargo e5ige simult(neamente un adecuado

componente racional3 por e1emplo7 si una paciente est( triste porque muri su gato ' est(

pensando en lastimarse) el terapeuta puede entender esto como un 8mane1o: de la

paciente) o bien comprender &erdaderamente que esa es la 0orma que la paciente


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aprendi para resol&er sus con0lictos "propio de la teora de Linehan$. ;in esta

comprensin no puede haber &alidacin por parte del terapeuta. Por eso es tan

importante el aprendi4a1e racional.

%a interpretacin

;i el terapeuta quiere hacer interpretaciones adecuadas primero debe conocer en

pro0undidad di0erentes conceptuali4aciones tericas que e5pliquen la casustica) el

desarrollo ' el tratamiento de los trastornos lmites de la personalidad.

2nte un 0enmeno clnico como angustia ' sensacin de &aco puede haber di0erentes

interpretaciones. Es decir) debemos entender que no se trata por e1emplo de una angustia

e5istencial propia de un ciclo &ital de una persona con un determinado grado de desarrollo

personal) sino que se trata de la a&asallante angustia crnica propia de un trastorno

psiqui(trico. F las dos pueden presentarse) super0icialmente) como 80alta de sentido ante

la &ida:. Pero las interpretaciones necesariamente han de ser di0erentes3 las

interpretaciones en D#T son 0undamentalmente de apo'o.

El terapeuta D#T debe dominar con pericia la teora cogniti&a 'a que gran parte de su

traba1o consistir( en ense>ar a la paciente a obser&ar ' modi0icar paulatinamente sus

distorsiones cogniti&as) pensamientos dis0uncionales ' autom(ticos) etc.

%a reformulacin

Esta poderosa herramienta) pro&eniente del campo de las ciencias sistmicas) promue&e

una 8disposicin al s: por parte de la paciente ' por lo tanto colabora en diluir lasactitudes negati&as que algunas pacientes traen a la sesin. El ob1eti&o central de esta

herramienta es potenciar los recursos de la paciente) as como connotar positi&amente

ciertos e&entos del pasado para que puedan ser reinterpretados de 0orma positi&a.

8Desde peque>a tu&iste muchos golpes que podran haber derribado a cualquiera3 &os

pudiste soportarlos ' crecer con ese dolor a cuestas. Jaber seguido a pesar de tantos

golpes ' tanto dolor es la con0irmacin de tu 0ortale4a3 tus ganas de me1orar tu calidad de

&ida) el haberte acercado aqu) son una muestra de tu &alenta ' tu tenacidad) por lo que

&as a poder aprender muchos recursos mu' &aliosos que te seguir(n a'udando a lidiar con

el dolor.:

Lic. !astrobarros

"tili#ando el conocimiento racional fuera del consultorio


15/27

El buen terapeuta D#T) adem(s de dominar la teora de Linehan) debera dominar otros

interesantes postulados tericos como los pro&enientes de las ciencias sistmicas

"principalmente de la Terapia #re&e Estratgica$) los de las ciencias cogniti&as en general)

los de la psiquiatra ' los de la Psicologa Integral.

Es importante que el terapeuta tenga la posibilidad de incorporar conocimientos tericospro&enientes de otros campos del saber como la literatura) la matem(tica) la 0sica) el

misticismo) la biologa) la antropologa) la sociologaN ' muchos otros. !uantos m(s

postulados tericos domine el terapeuta m(s competente ser( a la hora de atender a un

paciente) de escribir un artculo) de super&isar un caso si es que se dedica al (mbito

clnico. Desde 'a que poco le ser&ir( conocer acerca de la biogra0a de Don Pedro de

Magallanes3 sin embargo) es me1or que nada. Por lo tanto ser( necesario que el terapeuta

estable4ca alg%n tipo de orden 1er(rquico.

2dem(s) el terapeuta D#T necesita del espacio de super&isin "o psicoterapia si lo creeadecuado$ para anali4ar sus propias distorsiones cogniti&as) guiones mentales o

pensamientos negati&os que ir(n apareciendo a lo largo del tratamiento.

$educcionismo racional

El reduccionismo en el (mbito del conocimiento racional consiste en descartar las (reas

emprica ' contemplati&a. El Modelo Integral de Wilber nos recuerda siempre7 todo tiene

una parte de &erdad. n buen terapeuta debe ser inclusi&o) ' lo %nico que ha de recha4ar

son los dogmas. Por tanto lo deseable es &alerse de lo que m(s rique4a nos aporte)

independientemente de a qu (mbito pertene4ca.

Lo primero que debemos hacer en D#T para no caer en reduccionismo dentro del (mbito

racional es no recha4ar las teoras conductuales ni las contemplati&as. Tampoco hemos de

trans0ormar los 0ormidables postulados tericoGpr(cticos de Marsha Linehan en un dogma.

!reemos que este es un gran problema en la psicologa) aunque algo similar sucede en la

religin) la psiquiatra) las matem(ticas ' la m%sica) slo por nombrar algunas (reas del

saber.

La teora de Marsha tiene un mati4 integral7 inclu'e herramientas pr(cticas ' tericas

pro&enientes de distintos campos del saber) lo que la con&ierte en una imprescindibleherramienta clnica.

2hora bien) el problema no es el postulado sino los su1etos que lo ponemos en pr(ctica. F

esto sucede con la gran ma'ora de las teoras psicolgicas. Tomemos el caso del

psicoan(lisis 0reudiano7 una brillante teora creada por un brillante in&estigador. !uando

este postulado) %til en un campo como por e1emplo la interpretacin del inconsciente)


16/27

quiere aplicarse para resol&er problem(ticas a1enas a su campo) como por e1emplo dar

indicaciones tele0nicas a una paciente con TLP a punto de cortar sus &enas) nos

encontramos con serios problemas de adecuacin.

!uando el problema se hace e&idente aparecen los su1etos que dogmati4an la teora

pretendiendo uni&ersali4arla de la 0orma m(s inmadura) mediante el 0anatismo7 8si lateora no puede a'udar en el trastorno) el problema es el trastorno ' no la teora:.

n buen remedio para no caer en este tipo de 0anatismo consiste en aplicar la creati&idad

en el traba1o pro0esional para lograr integrar la teora del autor con conceptos tericos

pro&enientes de otros campos del saber) ' tambin con ideas propias.

9tro remedio es comprender honestamente los lmites de la teora ' deri&ar los casos

clnicos que la teora no pueda e5plicar) en caso de contar nosotros como terapeutas

e5clusi&amente con conocimientos acerca de esa teora3 como 'a hemos dicho) la me1or

opcin es estar munidos de saber en di&ersas teoras) de modo de poder ir aplic(ndolas de

acuerdo a las necesidades de cada paciente en particular) en cada momento en particular.

Para ello se requiere tener la su0iciente capacitacin ' amplitud de conciencia como para

poder ir en busca de di0erentes autores pro&enientes de di&ersos campos) ' todo esto es

un di0cil e1ercicio que muchos psiclogos pre0ieren e&itarse.

El tratamiento es un proceso de cambio continuo) de mutaciones constantes3 el terapeuta

entrenado debe bailar esa dan4a sin apegarse demasiado a los postulados tericos. Debe

soltarlos cuando es necesario ' aceptarlos cuando son imprescindibles. 2 0in de cuentas

este es uno de los preceptos que queremos ense>arles a nuestras pacientes7 no apegarse"al su0rimiento$ ' aceptar "el dolor$.

Es de &ital importancia comprender pro0undamente este mecanismo3 de no ser as la

teora pasa a ser la responsable ' la 0uente de pro'eccin de nuestros 0racasos

teraputicos) cuando en realidad somos nosotros los que nos hemos apegado a una teora

en 0orma mu' in0antil. !uando dependemos e5clusi&amente de un Bran Postulado Terico

para el e1ercicio de nuestra labor teraputica) esa subordinacin generar( un miedo que se

instalar( en la pr(ctica. Por ello es tan importante nutrirnos de muchos saberes ' crear

nuestros propios postulados tericos.

;lo en la pr(ctica) en la relacin teraputica) se mani0estar(n nuestros apegos '

con0lictos) tanto con el paciente como con los modelos tericos hegemnicos3 ' gracias a

esta re&elacin podremos resol&erlos. ;i sostenemos una actitud de obser&acin '

cuestionamiento en nuestra propia pr(ctica teraputica se despertar( el inters necesario)

al decir de Krishnamurti) para sembrar &erdadera comprensin.


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Teniendo esto bien claro el terapeuta deber( incorporar la esencia de la teora) es decir la

dialctica. El armonioso balance entre cambio ' aceptacin que debe darse a lo largo de

todo el tratamiento ser( producto de un es0uer4o prolongado por parte del terapeuta "@'

tambin de las pacientesA$.

En este tipo de tratamientos) m(s que en otros) el terapeuta deber( aceptar el malestarinherente a la tarea de traba1ar con pacientes se&eramente perturbadas "agresiones)

desplantes) plantones) 0rustraciones) desesperan4a$) as como con0iar ' apostar

plenamente al cambio aun cuando las condiciones no sean del todo 0a&orables.

M(s que ninguna otra persona) un terapeuta debe entender acerca de la potencia ' el

poder de con&iccin que tienen las ideas que se encuentran incrustadas en su 'o) de modo

que pueden trans0ormarse en la %nica 0orma &(lida de conocer el mundo. Esa inmo&ilidad

' 0alta de conciencia de su modelo mental es lo que conduce al reduccionismo racional) la

0alta de una autntica comprensin de que las teoras ' postulados no son &erdades quetraspasan pocas ' ci&ili4aciones) sino paradigmas %tiles para algunas situaciones. La teora

de Marsha Linehan no es la #iblia) como tampoco lo son la de Oreud) Perls o Wilber.

!onocimiento contemplati&o

El uso de habilidades de conciencia) en particular la de estar presente) supone un salto

transracional. n destronamiento de la ra4n como mtodo e5clusi&o de direccin de una

sesin psicoteraputica.

"tili#ando el conocimiento contemplati&o dentro del consultorio

La pr(ctica de la atencin plena dentro del consultorio) aprender a estar atento ' presente)

es la base de la &erdadera &alidacin) una de las estrategias centrales de todo el

tratamiento "recordemos la dialctica entre aceptacin ' cambio$.

El estado de presencia es la primera ' m(s importante herramienta de la que debe &alerse

un terapeuta de D#T. Estar presente durante las sesiones tiene un inmenso &alor) mucho

ma'or del que somos capaces de racionali4ar.

Estar presente es entregarse completamente a la tarea) es &alorar ' apreciar a nuestro

paciente) es estar 1unto a l todo lo cerca que se puede estar para a'udarlo en este di0ciltr(nsito del tratamiento.

Las pacientes de D#T m(s que ning%n otro paciente requieren de nuestra capacidad de

presencia para poder sanarse "recordemos otra &e4 la importancia que tiene el aprendi4a1e

por modelado &er 8!onocimiento emprico) Impartiendo in0ormacin a la paciente: G$.


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La rele&ancia que tiene para ellas el poder &islumbrar que pase lo que pase) que hagan lo

que hagan) tienen en0rente a un terapeuta consciente ' presente) dispuesto a a'udarlas

es) como di1imos) parte 0undamental del proceso de curacin.

;aber estar presentes es saber &alernos de nuestra mente como instrumento) saber

intensi0icar los sentidos ' permitir que emer1an nuestro amor ' compasin) indispensablesen nuestra intrincada labor como terapeutas de pacientes con Trastorno Lmite de la

Personalidad. La presencia es curati&a porque de la presencia brota el amor.

/o podemos curar sin amar. !uando hablamos de amar) desde 'a que no estamos

hablando de una &ersin rom(ntica del amor) sino todo lo contrario. ;e trata de una

&ersin terrenal ' autntica del amor. Estamos hablando de paciencia) de generosidad) de

compasin) de atencin) de disponibilidad) de apertura) de escucha.

El estado contemplati&o nos permite siempre respetar la esencia del paciente m(s all( de

los condicionamientos de su personalidad) que pueden resultar bien molestos a la

personalidad "' no a la esencia$ del terapeuta.

Por supuesto que somos) adem(s de terapeutas) seres humanos recorriendo un camino de

crecimiento personal) ' esto traer( apare1ado el surgimiento del odio 1unto con el del

amor. Debemos estar conscientes para obser&ar este 0enmeno ' reducir sus e0ectos.

La presencia 0acilita el &erdadero encuentro sanador entre los seres humanos. F desde esa

presencia emerger(n los pensamientos necesarios "el 'o racional$ que el terapeuta

necesita para su labor. /o debe es0or4arse por ser racional) este estado emerger( de la

presencia slo si es necesario. ;in la presencia consciente el paciente se con&ierte en otra

parte del mundo a1eno que rodea al terapeuta. "@' que puede ser anali4ado por nuestros

sentidosA$.

En el estado de presencia) cuando la atencin es realmente plena) surge en el terapeuta la

capacidad de apreciar la plenitud que conlle&a cada momento de su sesin

psicoteraputica. Est( all con otro ser humano) escuchando su padecimiento dispuesto '

entregado a darle a'uda. En ese estado de presencia aparece el pro0undo sentido de la

pr(ctica psicoteraputica.

Esta pr(ctica toma a%n ma'or rele&ancia cuando el estado de presencia e1erce su e0ecto

liberador. El terapeuta cobra ma'or 0uer4a ' libertad cuando aprende a estar consciente '

de1a de caer en pautas condicionadas o reacti&as propias de las teoras a las que se ha

apegado. Orecuentemente nos de1amos arrastrar por las teoras ' quedamos atrapados en

ellas) ' nuestras acciones ' conductas en sesin quedan totalmente condicionadas. 2ll

esta el aprendi4a1e de la atencin) all se encuentra la libertad.


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Por lo general las pacientes que est(n acostumbradas a &i&ir un alto grado de

padecimiento ' malestar a'udan al terapeuta a estar m(s atento en la sesin. ste no

podr( mane1arse mec(nicamente3 los h(bitos ser(n criticados ' las 0ormas cuestionadas) '

esto es de gran &alor 'a que se destruir( la complacencia del propio terapeuta hacia sus

h(bitos mec(nicos no conscientes. Por lo tanto el terapeuta deber( potenciar su propia

habilidad para autoobser&arse en las sesiones. ;i bien es necesario tener la capacidad de

plani0icar una sesin) el terapeuta D#T debe ser sumamente consciente de que el grado de

incertidumbre es mucho ma'or que el de cualquier otro tratamiento. La paciente puede

llegar en medio de un brote de angustia) puede haber tenido conductas autolesi&as antes

de la &isita teraputica) puede estar eno1ada ' no querer hablar) puede tener una

regresin ' comportarse como una ni>a peque>a que necesita de un terapeuta que la

contenga.

;on m%ltiples las &ariables pero ha' algo que no puede &ariar7 la capacidad de presencia

del terapeuta. Deber( modi0icar su esquema ' su plani0icacin) en caso de ser necesario)sin que ello a0ecte su capacidad de presencia.


Los sentidos

/os ser&iremos como e1emplo de la &ista. En el terreno del conocimiento emprico

utili4amos la &ista para obser&ar) es decir obtener datos directamente de la realidad) no

mediati4ados. Esos datos se trans0orman en in0ormacin para el (mbito del conocimiento

racional) que permitir(n hacer) en este terreno) deducciones) clasi0icaciones) in0erencias)pronsticos) etc.

!uando estamos en el terreno del conocimiento contemplati&o utili4amos la &ista para &er

' contemplar con presencia ' pro0undidad. El su1eto que obser&a ' el ob1eto obser&ado

de1an de ser) como lo son para el empirismo) dos cosas di0erentes) ' pasan a unirse en un

%nico 0enmeno7 la presencia. F slo desde esa presencia podremos &er sin 1u4gar como

bueno) malo o de cualquier otro modo lo que est( sucediendo instante tras instante.

El hecho de que se produ4ca este tipo de 0enmeno es una herramienta indispensable

para un buen terapeuta D#T. Debe saber cmo hacerlo) del mismo modo en que debesaber usar sus sentidos con un 0in emprico ' su ra4n con un 0in analtico.

8Mientras ;usana relataba lo penosa que haba sido su semana) mi mente se detu&o '

pude mirarla con gran pro0undidad. Mis o1os se 0undieron con los de ella ' mi atencin era

total. Luego) brot de m una autntica &alidacin por todo el malestar que haba tenido


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que tolerar. Ella coment) cuando se iba) que senta una inmensa pa4 que quera aprender

a replicar.:

Lic. #ente4


Estando presente durante la sesin el terapeuta puede atender a la naturale4a de su

propia mente) sus pensamientos) sus espacios) el &aco) sus reacciones.

2utoobser&acin pro0unda) que di0iere del conocimiento racional porque no estamos aqu

interpretando o clasi0icando los pensamientos) sino que tan slo los obser&amos '

de1amos que prosigan su rumbo. ;i el terapeuta quiere conseguir ma'or conciencia '

claridad a la hora de atender a sus pacientes debe practicar) practicar ' practicar este

e1ercicio durante las sesiones.

El terapeuta tambin se e1ercita ' es importante que anoticie de su traba1o interior a la

paciente. l tambin su0re con el automatismo ' la mecanicidad de la mente) que lo

&uel&en inconsciente. !uando las pacientes se enteran de este notable e1ercicio pueden

normali4ar ' comprender con ma'or claridad la propia naturale4a de su mente. Fa de1a de

ser el trastorno el %nico causante de su malestar. Ja' una tarea que todos debemos hacer

si queremos aumentar nuestra calidad de &ida.

Impartiendo informacin al terapeuta

!uando el terapeuta toma contacto con el conocimiento contemplati&o poco a poco se ir(

autoimpartiendo las propias cualidades de este campo.

2'udar

El terapeuta que pierde contacto con su impulso de a'udar es como el artista que pierde

contacto con su impulso creati&o. /o estamos en las sesiones de psicoterapia para

acrecentar nuestro narcisismo con 8brillantes: interpretaciones "si son brillantes me1or) si

acrecienta el narcisismo que lo haga) pero debe ser una corriente subalterna) no la

principal) que es a'udar$. 2'udar es estar presente) atento ' disponible.

2ceptar el momento

El terapeuta deber( aceptar conscientemente durante las sesiones psicoteraputicas la

acti&acin de emociones que le pudieren generar malestar. En este sentido es que deber(

aprender a tolerar el malestar.


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En la relacin con pacientes con TLP es mu' probable que por momentos sea &isto como

una persona que la apo'a incondicionalmente) ' en otros momentos "que puede ser el

siguiente inmediato$ se trans0orme en un tirano que la hace su0rir "precisamente por uno

de los mecanismos m(s habituales de la paciente TLP7 ideali4acinQde&aluacin) que sin

dudas aparecer( tambin en el &nculo con el terapeuta$. El terapeuta debe aceptar que

ser( colocado en esa posicin ' soportar el malestar inherente a la misma.

Tambin deber( tolerar la mani0estacin emocional e5cesi&a como eno1os hacia el

terapeuta en relacin a los e&entos que puedan desencadenarla) como por e1emplo que el

1abn del ba>o del consultorio sea demasiado peque>o. El terapeuta deber( aceptar

radicalmente que en el &nculo con estas pacientes &a a sentirse manipulado ' chanta1eado

emocionalmente.

Bran cantidad de personas que padecen TLP poseen una gran sensibilidad ' habilidad para

decodi0icar cualquier peque>a se>al emocional o intencional de las personas con las queinteract%an. F el terapeuta es una de esas personas. Por lo tanto tendr( que desarrollar la

habilidad de ser autntico en las sesiones) &alorando el conocimiento ' la habilidad de la

paciente al tiempo que sosteniendo el rumbo ' la direccin de la sesin.

El terapeuta deber( aceptar tambin que) aunque haga sus ma'ores es0uer4os) habr(

momentos en los que in&alide lo que sienta la paciente. F ella se lo har( saber) ' mu'

seguramente lo colocar( en la misma bolsa que a todos los otros terapeutas ' personas

que pasaron por su &ida in&alid(ndola. El terapeuta deber( aprender a disculparse cuando

sea necesario ' &alidar de esa manera lo que la paciente estaba sintiendo) ' su disculpa

debe pro&enir) tambin) del (mbito contemplati&o7 debe estar &erdaderamente imbuidade autenticidad ' presencia.

La paciencia

Ir( brotando poco a poco mientras el terapeuta practique la atencin ' la presencia

conscientes. Esta cualidad le a'udar( a entender que la paciente) m(s all( de lo que desee

el terapeuta) tiene un ritmo determinado en su e&olucin durante el tratamiento. El rol del

terapeuta es acompa>ar este ritmo cuidando que se cumplan los ob1eti&os de la terapia.

La paciencia ser&ir( al terapeuta para no reaccionar ante e&entuales pro&ocaciones quepueda recibir por parte de la paciente. Para que ha'a paciencia debe haber &erdadera

comprensin) lo que lle&a a una autntica compasin por el dolor del otro.

Paciencia no es pasi&idad) no es de1ar de hacer lo necesario ' e0ecti&o. ;implemente es

saber cu(ndo ' cmo hacerlo. Detr(s de la paciencia se esconde la mente sabia.

El uso del lengua1e


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En el terreno emprico la importancia de esta habilidad est( dada por el ritmo) los

silencios) las pausas3 es decir) por los componentes obser&ables3 en el terreno racional el

hincapi esta puesto en el adecuado uso de los smbolos) en lo acertado o desacertado de

las interpretaciones) etc.3 en el terreno de lo contemplati&o) sin embargo) 0lorecer(n '

ser(n e5presadas) mediante el lengua1e) cualidades como la gentile4a) la &eracidad) la

inspiracin ' la moderacin "todas cualidades se>aladas por el #uda$.

El lengua1e que pro&iene del cora4n es gentil ' moderado) ' por sobre todas las cosas

autntico ' sincero.

Impartiendo informacin a la paciente'

!uando se ense>an habilidades de conciencia a las pacientes es importante tener en

cuenta la eleccin del momento de la sesin. Ja' que comprender que las pacientes una

&e4 que se en0adan o se angustian por alg%n tpico tratado o alguna cuestin personal con

el terapeuta tienen un lento retorno a la calma) ' con&iene esperar a que estn

relati&amente calmadas para poder ahondar en las cuestiones tcnicas del e1ercicio.

Marsha Linehan tiene dise>ado un mdulo de habilidades de conciencia que las pacientes

aprenden en grupo ' que el terapeuta debe practicar una ' otra &e4 durante el curso de las

sesiones indi&iduales para crear el h(bito en las pacientes.

Es con&eniente que el terapeuta ponga n0asis en la importancia de la pr(ctica para el

desarrollo de este repertorio de habilidades) pero antes tendr( que aprender a disuadir las

e&entuales resistencias que pudieren presentar las pacientes ante esta demanda

teraputica.

El hecho de que las resistencias cre4can cuando el terapeuta quiere impartir conocimiento

contemplati&o tiene al menos tres e5plicaciones.

Por un lado) en el imaginario social lo contemplati&o est( ligado a lo espiritual) lo espiritual

a lo religioso ' lo religioso a lo dogm(tico. Es necesario que el terapeuta &alide este tipo de

resistencias comprendiendo la signi0icancia que tienen) a la &e4 que en0atice el &alor

psicolgico ' no dogm(ticoGreligioso que supondr( para las pacientes el aprendi4a1e de

estas habilidades.

Por otro lado) los e1ercicios de respiracin) por e1emplo) suelen requerir de una pr(ctica '

una paciencia prolongadas que por lo general las pacientes pre0ieren e&itarse. Por ello el

consultorio debe ser el principal espacio de pr(ctica.

Por %ltimo) para este tipo de pacientes puede ser especialmente dolorosa la b%squeda de

contacto con su propio ser contemplati&o) con su esencia) dado que al no estar integrado


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su self) el temor a la sensacin de despersonali4acin o desintegracin se interpone en

0orma de grandes resistencias. Por esto tambin es que el consultorio debe ser el lugar de

pr(ctica) 'a que el terapeuta estar( capacitado para contener cualquier tipo de

contingencia que pudiere ocurrir.

"tili#ando el conocimiento contemplati&o fuera del consultorio

El terapeuta D#T debe estar con&encido acerca de la utilidad de las habilidades de

conciencia ' comprometido con alguna pr(ctica de tipo contemplati&o. La &erdadera

pr(ctica ser( la lla&e de ingreso necesaria para acceder a este reino3 sin pr(ctica) slo

estaremos 0rente a instintos prerracionales o) en el me1or de los casos) meras teoras

racionales acerca de lo que signi0ica estar presente.

;i se quiere ense>ar lo que es estar presente) se debe haber e5perimentado. F esto es

serio. Es el terapeuta en primer lugar el que debe obser&ar ' prestar la m(s delicada '

dedicada atencin a sus patrones de pensamientos repetiti&os que le impiden estar

consciente ' presente.

F cuando hablamos de atencin no mediati4ada por la ra4n) de atencin inmediata) no

estamos regresando a los sentidos. /o es un paso atr(s) no es una &uelta de la ra4n a los

sentidos) del conocimiento racional al emprico. Es un paso adelante) donde los sentidos

pueden ser un &ehculo de entrada) pero el asunto no termina all.

La atencin plena) la atencin sin 1uicios de &alor) ecu(nime) no es prerracional sino

transracional. Es un estado di0cil de conquistar3 requiere de un alto grado de presencia

consciente) que slo se logra a tra&s de la pr(ctica. ;lo la pr(ctica comprometida

comen4ar( a generar destellos de atencin plena en la &ida de los terapeutas. F estos

destellos aportar(n la pa4) la armona ' la claridad que el terapeuta necesita cuando

transita este tipo de tratamientos "@' en su &ida personal tambinA$.

9bser&ando su mente con consciencia plena ' ecu(nimemente podr( descentrarse

realmente del alboroto mental en el que &i&e. !uando uno atiende a pacientes con TLP la

mente puede alborotarse demasiado por la in0inidad de contradicciones ' e&entualidades

desa0ortunadas que aparecen.

En lugar de rumiar acerca de nuestras e5periencias ' centrarnos en las causas '

consecuencias de las mismas) la conciencia plena nos lle&a a la obser&acin no 1udicati&a

de nuestras e5periencias mentales.

;lo un terapeuta que ha'a incorporado ' est practicando o por consolidar esta habilidad

tendr( &erdadera consciencia de su importancia ' &alor. El traba1o en pos de lograr la

incorporacin de esta habilidad tiene una gran recompensa7 el acceso una nue&a &isin de


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mundo) una &isin m(s comple1a) pro0unda ' madura desde la cual podemos reinterpretar

las e5periencias &i&idas. na &isin de mundo desde la cual puede desplegarse una

capacidad sanadora insospechada.

F esto es lo m(s importante que tenemos para transmitir a nuestras pacientes. 2'udarlas a

acceder a esta nue&a &isin de mundo es a'udarlas a desplegar un nue&o poder deautosanacin. Desde esta nue&a &isin las pacientes podr(n reelaborar e5periencias

pasadas desde un marco interpretati&o m(s adecuado sin ser siquiera conscientes de ello.

Esto no quiere decir que no tendr(n que seguir &indoselas con &isiones de mundo m(s

inmaduras. Esas &ie1as &isiones seguir(n copando su campo consciente da a da) '

seguir(n teniendo el poder de generar su0rimiento. Pero 'a no ser(n las %nicas. Fa se

habr( accedido a una nue&a &isin que se ir( entreme4clando da a da con los &ie1os

patrones del pensar. El &ie1o ego conceptual) narcisista ' egocntrico) que no hace mas que

potenciar las e5periencias de dolor que han su0rido estas pacientes) comien4a a perder

poder 0rente a la emergencia de un nue&o estado de conciencia.

Mientras uno atiende a pacientes con TLP ' sobre todo cuando sus horas de descanso se

&en interrumpidas por un llamado urgente) muchas &eces aparece la pregunta7 o de la misma ' perdi la &ida. En ese momento todo 0ue caos

para m. Muchas emociones aparecieron ' llegaron a desbordarme. Estu&e muchas noches

sin conciliar el sue>o.


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Oue imprescindible para m la contencin) 0undamentalmente la de mi equipo de traba1o)

que supo brindarse ' estar a mi disposicin. 2prend una gran leccin. F) por sobre todo)

este hecho 0ortaleci e hi4o m(s consciente mi decisin de seguir traba1ando en el equipo.

n terapeuta D#T debe tener bien claro que est( al borde de la tragedia

permanentemente. Para operar desde ese lugar hacen 0alta con&iccin ' 0irme4a.

Traba1ar con tanta intensidad de dolor me a'ud a &er ' a entender el &erdadero

compromiso que uno tiene cuando se dispone a a'udar a otro. ;er consciente de que

como terapeuta clnico uno est( principalmente para a'udar es algo que aprend en mi

pr(ctica. /inguna escuela psicolgica me lo ense>. F cuando uno aprende a a'udar) algo

que es mu' di0cil de hacer) comien4a a descentrarse de sus necesidades egoicas) ' por lo

tanto se abre al (rea contemplati&a. !oncienti4ar en la tarea de a'udar tambin es una

ardua pr(ctica.:

Lic. Diego Martini

$educcionismo contemplati&o

De igual 0orma que en los que 'a hemos &isto) el reduccionismo en el (rea contemplati&a

consiste en recha4ar o restar importancia a todo lo concerniente a los (mbitos emprico '

racional.

Marsha) al introducir el mindfulnesscomo una habilidad particular para rela1ar el

psiquismo) &a a quebrar implcitamente los lmites de la psicoterapia occidental) en general

abocada a las interpretaciones ' re0ormulaciones de los guiones mentales del ego.

2hora bien) debemos recordar que esta habilidad es usada tradicionalmente para a'udar a

trascender los lmites del ego "para que el su1eto descubra que puede obser&ar su mente '

por lo tanto de1ar de estar plenamente identi0icado con ella$) ' que estamos traba1ando

con pacientes que tienen problemas en la estructuracin de su self.

Debido a que slo puede trascenderse sanamente un estadio del desarrollo cuando este se

halla plenamente integrado) ' dado que no es este el caso de las pacientes con Trastorno

Lmite de la Personalidad) la introduccin a la pr(ctica de esta habilidad debe usarse con

mucha cautela si no queremos pro&ocar m(s problemas de los que estas pacientes 'a

tienen. n mal uso de esta habilidad puede) por e1emplo) ma5imi4ar sntomas de

despersonali4acin.

/o hemos de buscar) mediante las pr(cticas contemplati&as) un salto e&oluti&o de las

pacientes hacia el estadio transracional) dado que el acceso a estadios slo puede ser

secuencial ' las pacientes TLP se encuentran en un ni&el prerracional. 2 lo que


26/27

apuntaremos) entonces) es a que la atencin consciente sea una herramienta que a'ude a

las pacientes a tolerar el dolor.

El terapeuta no es un maestro 4en ni un cura de aldea) ' su tarea no es la de trans0ormar

espiritualmente a la paciente. /o ha' que ense>ar a las pacientes a meditar) sino a

potenciar la atencin mientras desarrollan sus acti&idades) ' lograr de ese modo hacer unacosa por &e4 "conciencia plena$.

Estamos tratando una dolencia cu'o origen no es %nicamente de naturale4a espiritual "por

lo general estas pacientes tienen gra&es carencias en sus (reas 0sica) emocional) mental) '

tambin espiritual$3 es un gra&e error) por lo tanto) caer en este reduccionismo. /o debe

sobreutili4arse entonces esta habilidad ' no ha' que hacer en ella m(s hincapi que en las

otras.

Muchos terapeutas tienen una predileccin especial por ense>ar esta habilidad debido a

su propia necesidad personal de autorreali4acin "ni&el en el que se encuentra gran parte

de los terapeutas$3 en muchos casos es esto lo que pre&alece) en lugar de la &erdadera

necesidad de la paciente) que por lo general se encuentra en el estadio de necesidades de

seguridad) de acuerdo a la Pir(mide de MasloR) mu' por deba1o del estadio de

autorreali4acin.

En el caso de la paciente esta habilidad es antes que nada una manera de interceptar una

dis0uncin mental e5acerbada "gran acti&idad de la mente emocional$ ' no es m(s e5itosa)

en la ma'ora de los casos) de lo que pueden ser las acti&idades distractoras pro&enientes

del (mbito de las habilidades de tolerancia al malestar.

Por todo lo dicho) es de indispensable importancia que el terapeuta comprenda que

deber( ir ense>ando las habilidades de una 0orma equilibrada) teniendo en cuenta cu(les

son las prioridades del tratamiento en cada momento. Por lo general las habilidades de

tolerancia al malestar son mu' contundentes al principio del tratamiento cuando el

ob1eti&o central tiene que &er con la reduccin de conductas autolesi&as. na &e4

a&an4ado el tratamiento) se podr(n introducir) "siempre teniendo en cuenta la e0icacia con

respecto a la paciente ' no la necesidad del terapeuta$) paulatinamente) habilidades del

(mbito contemplati&o.

En lo que concierne al terapeuta) dentro del consultorio) debe estar atento ' alerta a la &e4

que rela1ado3 pero no puede %nicamente contemplar a la paciente en estado meditati&o

pro0undo. Debe hacer uso de su mente racional ' de su mente emocional tambin. F de

este sabio equilibrio partir( su m(5ima potencia para a'udar.

/otas7


27/27

"*$En este artculo hablamos de pacientes en gnero 0emenino dado que la e5periencia indica que la gran ma'ora de

pacientes TLP son mu1eres.

"C$Los nombres que utili4amos para 0irmar los e1emplos son 0icticios. Los testimonios corresponden a super&isiones

reales.

#ibliogra0a7

Wilber Ken3 Los tres o1os del conocimiento7 la b%squeda de un nue&o paradigma3 Kairs) *++*

Linehan) Marsa M.3 Manual de tratamiento de los trastornos de personalidad lmite3 Paidos Ibrica) CSS-

Para conocer m(s acerca de Marhsa Linehan7https7QQes.Riipedia.orgQRiiQMarshaUM.ULinehanG

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https7QQintegralli0e.comQcontributorsQenGRilber"en ingls$
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Habilidades Del Terapeuta Para El Tratamiento de Pacientes Diagnosticadas Con Trastorno