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Facultad de Ciencias Veterinarias -UNCPBA- La pasteurización como medida de control de las enfermedades causadas por micobacterias en los sistemas de crianza de producción lechera Nielsen Laura Mariela; Medina Luis Felipe; Traversa María Julia Tandil, agosto 2016

La pasteurización como medida de control de las

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Facultad de Ciencias Veterinarias

-UNCPBA-

La pasteurización como medida de control de las

enfermedades causadas por micobacterias en

los sistemas de crianza de producción lechera

Nielsen Laura Mariela; Medina Luis Felipe; Traversa María Julia

Tandil, agosto 2016

La pasteurización como medida de control de las

enfermedades causadas por micobacterias en los sistemas de

crianza de producción lechera

Tesina de la Orientación Producción Bovinos de Leche, presentada como parte

de los requisitos para optar al grado de Veterinario del estudiante: Laura

Mariela Nielsen.

Tutor: M. V. Medina Luis Felipe

Directora: Dra. Traversa María Julia

Evaluador: Dra. María Fernanda Vega

Agradecimientos

A María Julia Traversa y María Fernanda Vega

A Luis Medina y Santiago Piagentini

A Alejandra Díaz e Inés Rivas

A mi familia

A Camilo y su familia

A mis compañeros y amigos, especialmente Valeria Pérez, Belén Acosta,

Lucas Palacio, Gastón Arregui, Juan Manuel Herrera, Rocío Orellano y Julia

Brea

Dedicatoria

En memoria de Papá

Resumen

En los bovinos existen dos enfermedades infectocontagiosas de gran importancia económica y sanitaria para los establecimientos de producción láctea a nivel mundial causadas por micobacterias, la tuberculosis (TBC) y la paratuberculosis (PTBC) causadas por Mycobacterium bovis y por M. avium subespecie paratuberculosis, respectivamente. Los agentes causales de estas dos enfermedades comparten la vía de transmisión digestiva y ambos presentan gran resistencia en el medio ambiente. Los objetivos de esta tesina son revisar la bibliografía concerniente a la respuesta al tratamiento térmico de estas micobacterias y efectuar recomendaciones para la implementación del proceso de pasteurización de la leche en los sistemas de crianza de tambo. Los datos concernientes al comportamiento térmico del género Mycobacterium se presentan ordenados de manera cronológica en una matriz de datos. A partir de la revisión se concluyó que la pasteurización es un proceso eficaz para evitar la transmisión de la tuberculosis bovina por la vía digestiva a los terneros y logra reducir la dosis infectiva del agente causal de la paratuberculosis bovina.

Palabras clave: micobacterias, tuberculosis, paratuberculosis, leche, pasteurización, terneros.

Índice

1. Introducción ............................................................................................................................. 1

2. Metodología ............................................................................................................................. 4

3. Resultados ................................................................................................................................ 6

3.1. Excreción de micobacterias en productos biológicos ........................................................ 9

3.1.1. Excreción de Mycobacterium bovis en leche .............................................................. 9

3.1.2. Excreción de Map en leche y materia fecal .............................................................. 10

3.2. Resistencia térmica de los microorganismos del género Mycobacterium en leche ........ 11

3.2.1. Valor D ...................................................................................................................... 13

3.2.2. Cinética de inactivación bajo condiciones de laboratorio ........................................ 14

3.2.3. Estudios de inactivación bajo pasteurización comercial ........................................... 17

3.2.4. Pasteurización de la leche destinada a la alimentación de terneros ........................ 18

3.3. Recomendaciones para la implementación de la pasteurización en rodeos lecheros ..... 20

3.3.1. Requerimientos de instalación ................................................................................. 20

3.3.2. Consideraciones para el uso diario ........................................................................... 21

3.3.3. Manejo de la leche previo y posterior a la pasteurización ....................................... 21

3.3.4. Opciones disponibles en el mercado ........................................................................ 21

3.3.5. Consideraciones al pasteurizar calostro ................................................................... 22

3.4. Modificaciones a la pasteurización y estrategias que la complementan ......................... 23

3.4.1. Modificaciones a la pasteurización ........................................................................... 23

3.4.2. Homogeneizado ....................................................................................................... 24

3.4.3. Bactofugación y microfiltrado .................................................................................. 24

4. Conclusiones .......................................................................................................................... 25

5. Bibliografía ............................................................................................................................. 26

1

1. Introducción

En los bovinos existen dos enfermedades causadas por micobacterias, la

tuberculosis (TBC) y la paratuberculosis (PTBC). La primera es una

enfermedad infecciosa crónica causada por Mycobacterium bovis y

caracterizada por la presentación de granulomas típicos en diversos órganos.

Puede afectar a otras especies domésticas y silvestres, incluido el hombre. La

segunda es también una enfermedad crónica producida por M. avium subsp.

paratuberculosis (Map), que afecta a bovinos, ovinos y caprinos. Se caracteriza

por la presentación de inflamación granulomatosa difusa de la mucosa

intestinal lo que conlleva a la diarrea crónica y adelgazamiento progresivo en

todas las especies afectadas (Blood y Radostits, 1992). Es considerada una

enfermedad con potencial zoonótico ya que se la asocia a la enfermedad de

Crohn en los humanos (EC) (Chiodini et al., 2012).

Ambas enfermedades presentan una distribución mundial (Figuras 1 y 2). La

prevalencia más elevada de tuberculosis se registra en gran parte de África y

ciertas partes de Asia y América. Muchos países desarrollados han reducido o

eliminado la TBC del ganado vacuno a través de planes de control y

erradicación de la enfermedad. Sin embargo, en la fauna salvaje de Canadá, el

Reino Unido, los Estados Unidos y Nueva Zelanda subsisten importantes

fuentes de infección. Por su parte la presencia de PTBC en países de Europa,

Estados Unidos y Australia ha motivado la implementación de planes de control

de la enfermedad (Paolicchi y Romano, 2003, OIE, 2014).

En nuestro país la prevalencia de infección de TBC se estima que oscila entre

un 2% y un 4% (Torres, 2011), mientras que la información disponible de PTBC

se limita a la provincia de Buenos Aires en rodeos de cría de la Cuenca del

Salado con seroprevalencias de entre el 7,2% y el 19,6% (Paolicchi y Romano,

2003).

2

Figura 1. Distribución mundial de tuberculosis bovina para el primer semestre

del año 2014. Fuente: OIE, 2014 http://www.oie.int/es/

Figura 2. Distribución mundial de paratuberculosis para el primer semestre del

año 2014. Fuente: OIE, 2014 http://www.oie.int/es/

Ambas enfermedades ocasionan pérdidas en los sistemas de producción

animal. Se calcula que las debidas a TBC en Argentina, estarían en los 63

millones de dólares estadounidenses al año, siendo el principal componente la

pérdida de peso en los bovinos (36%), las pérdidas en producción de leche

(13%) y el decomiso en frigoríficos y mataderos (10%) (Torres, 2009). En el

caso de PTBC se estima que durante el año 2001 se produjeron pérdidas

3

aproximadas de 6,3 y 22 millones de dólares estadounidenses en las cuencas

lecheras de la provincia de Buenos Aires y en la Cuenca del Río Salado

respectivamente, siendo la merma en la producción del 19% (Paolicchi, 2007).

Más allá de las pérdidas económicas existen implicancias en salud pública ya

que la TBC es una zoonosis presente en Argentina. Según datos del Instituto

Nacional de Enfermedades Respiratorias entre los años 1988 y 2006 se

confirmaron 2485 casos pulmonares de tuberculosis, el porcentaje de los

debidos a M. bovis fue 2,7% entre 1988 y 1993, 1,7% entre 1994 y 1999 y 1,3%

entre 2000 y 2006 (de Kantor et al., 2008). Con respecto al agente causal de la

PTBC implicado como potencial agente etiológico de la EC, se cree que se

transmitiría al humano a través de la leche ya que existen evidencias de que

Map sobrevive al proceso de pasteurización y es posible cultivarlo a partir de

muestras de leche comercializable (Cirone et al., 2007).

Los agentes causales de estas dos enfermedades comparten la vía de

transmisión digestiva siendo la principal en el caso de Map y segunda en orden

de importancia, después de la respiratoria, para M. bovis. Las vacas infectadas

pueden excretar ambos bacilos en la leche y de esta forma transmitirlos a las

categorías más jóvenes. Según Traversa y Jorge (2006), el diseño de un

programa de saneamiento debe estar compuesto por la interrelación de

medidas sanitarias y de manejo destinada a impedir la transmisión de la

infección y no quedar sujeto al éxito de una sola medida sanitaria. Por lo tanto,

impedir la transmisión a las categorías más jóvenes es fundamental para lograr

una reposición sana que permita al productor reemplazar los animales

infectados eliminados y evitar la compra de vaquillonas con el riesgo sanitario

que esto implica (Garro et al., 2010). La pasteurización de la leche es una

medida sanitaria que ha sido utilizada para proveer a los terneros alimento

seguro. Por tal motivo los objetivos de esta tesina son realizar una revisión

bibliográfica concerniente a la respuesta al tratamiento térmico de las

micobacterias y efectuar recomendaciones para la implementación del proceso

de pasteurización en los sistemas de crianza de tambo.

4

2. Metodología

El inicio de esta revisión bibliográfica fue la lectura de dos artículos

denominados “Thermal inactivation of several Mycobacterium spp. in milk by

pasteurization” y “Factores de riesgo de tuberculosis bovina en rodeos lecheros

de las provincias de Córdoba y Santa Fe” publicados en Irlanda y Argentina en

los años 1996 y 2010, respectivamente. A partir de ahí se valoraron las citas

bibliográficas de ambos artículos y resultaron de relevancia los autores

Hermon-Taylor y Chiodini quienes poseen un índice h de citas por autor en el

buscador científico Scopus de 34 y 25, respectivamente. Otros autores

revisados como Pavlas, M. y Stumbo C. R. con respectivos índices h de 4 y 3

no fueron seleccionados. Para avanzar cronológicamente en la búsqueda se

consultaron artículos que citaban a estos autores hasta el año 2014. La

búsqueda además se enriqueció con el buscador Google académico en el cual

se buscaron en idioma castellano las palabras clave “pasteurización”, “leche”,

“terneros” y “Mycobacterium”.

Los criterios para la selección de los artículos estuvieron basados en:

Idioma. Se seleccionaron aquellos artículos escritos en español o inglés.

Fuente. Se seleccionaron artículos procedentes de universidades,

instituciones gubernamentales y revistas indexadas.

Lectura de título, resumen, autores y fecha para valorar relevancia en

esta revisión.

Finalmente, fueron 16 los artículos referidos a resistencia térmica

micobacteriana incluidos para su evaluación (Figura 3) y complementados con

32 artículos relacionados.

5

Figura 3. Diagrama de flujo que muestra la estrategia de la búsqueda

bibliográfica.

“Thermal inactivation of

several Mycobacterium

spp. in milk by

pasteurization”, Grant et

al., 1996. Irlanda

“Factores de riesgo de

tuberculosis bovina en

rodeos lecheros de las

provincias de Córdoba y

Santa Fe”, Garro et al.,

2010. Argentina

Google académico

Referencias

bibliográficas

Chiodini y Hermon-

Taylor

Trabajos que los citan

Palabras clave:

“pasteurización”,

“leche”, “terneros”,

“Mycobacterium”

Límite temporal:

año 2014

Criterios de selección:

Idioma

Fuente

Valoración del autor

Valoración del título

Valoración del resumen

Surge relevancia

6

3. Resultados

Los datos concernientes al comportamiento térmico del género Mycobacterium

en la leche se presentan ordenados de manera cronológica en la siguiente

matriz de datos de la bibliografía consultada (Tabla 1).

Tabla 1. Matriz de datos

Referencia Sustrato Inóculo inicial

(UFC/mL) Tiempo

Temp. (ºC)

Particularidades del ensayo

Mycobacterium spp. y respuesta a

pasteurización

Chiodini y Hermon-Taylor, 1993. Reino Unido

Leche cruda 10 4

30´ 63 En laboratorio. Inmersión en

baño de agua. Tubo de ensayo,

vol.: 10mL. Agitación durante

proceso

M. bovis sensible 100%. Map

sobrevive 5-9%, equivale a 500-900

UFC/mL (reducción de 2 log10)

15" 72

M. bovis sensible 100%. Map

sobrevive 3-5%, equivale 300-500

UFC/mL (reducción de 2 log10)

Grant et al., 1996a. Irlanda del

Norte

Leche cruda 10 7 30´ 63,5

En laboratorio. Inmersión en

baño de agua. Tubo de ensayo,

vol.: 5 mL. Sin agitar

durante proceso

M. bovis y M. fortuitum sensibles 100%.

M. avium, M. intracellulare y M.

kansasii sobreviven 10 UFC/mL (reducción de

6 log10)

Grant et al., 1996b. Irlanda del

Norte

Leche cruda

10 4

30´ 63,5 En laboratorio. Inmersión en

baño de agua. Tubo de ensayo,

vol.: 5mL. Sin agitar

durante proceso

M. bovis sensible 100%. Map sobrevive <

1% en el 50% de las muestras, equivale a

menos de 100 UFC/mL (reducción > 2 log10)

15" 71,7

Map sobrevive <1% en el 55% de las

muestras, equivale a menos de 100 UFC/mL (reducción > 2 log10)

10 7

30´ 63,5 En laboratorio. Inmersión en

baño de agua. Unidad

pasteurizadora HTST a escala,

vol.: 250mL. Sin agitar

durante proceso

M. bovis sensible 100%. Map sobrevive <1% en el 96% de las muestras, equivale a menos de 100.000

UFC/mL (reducción > 2 log10)

15" 71,7

Map sobrevive <1% en el 85% de las

muestras, equivale a menos de 100.000

UFC/mL (reducción > 2 log10)

7

Millar et al., 1996.

Reino Unido

Leche pasteurizada

de supermercado

Muestreo semanal de

leche pasteurizada

comercializada en Inglaterra y Gales, durante

18 meses. Sometida a PCR

Map presente en el 7% de las muestras, con picos de detección en

ene-mar y sep-nov

Stabel et al., 1997. EE.UU.

Leche cruda

10 8 30´ 65-72-

74-76

En laboratorio. Inmersión en

baño de agua. Tubo de ensayo,

vol.: 5mL. Sin agitar durante proceso.

Sonicado para romper

agrupamientos

Map bovina y humana. A 65ºC, 5´: sobrevive

103 UFC/mL (reducción de 5 log10).

A 72ºC, 1´: sobrevive 104 UFC/mL (reducción

de 4 log10). No se inactiva

totalmente luego de 30´. No se obtienen ventajas en la reducción a 74 y

76ºC

10 4-6 15"

55-60-65-70-

72-75

Pasteurizador comercial a

escala, vol.: 1-2L. Leche fluye por el circuito. Sonicado para

romper agrupamientos

Map bovina y humana sensible 100% a partir

de los 65ºC

Sung et al., 1998. EE.UU.

Leche cruda 10 6

Varios intervalos

de tiempo

62-65-

68-72

En laboratorio. Inmersión en

baño de agua. Tubo de ensayo,

vol.: 1,5mL. Sin agitar durante proceso.

Una porción se homogeneiza para estudiar

efecto del agrupamiento

celular sobre el valor D

Map bovina y humana. D72ºC 11.6. HTST 100%

efectiva en concentraciones

iniciales <10 1 UFC/mL. Los agrupamientos

celulares no afectan al valor D

Stabel, 2001.

EE.UU. Leche cruda 10 3 30´ 65,5

Pasteurizador LTLT.

Con revolvedor Map sensible 100%

Pearce et al., 2001.

Nueva Zelanda

Leche cruda 10 3 15" 63-66-

69-72

Pasteurizador a escala HTST. Capacidad de

120L/hora. Flujo turbulento

Map sensible 100%. Valor extrapolado D72ºC:

2,03 (implica una reducción > 7 log10)

8

Grant et al., 2002. Irlanda

del Norte

Leche cruda (infectada

naturalmente)

No calculado. PCR y cultivo para detectar presencia y viabilidad,

respectivamente.

15"-25"

73

Estudio longitudinal.

Pasteurizador comercial

HTST. Capacidad de 2000L/hora.

Flujo turbulento. Con y sin

homogeneizado

Map puede resistir a 73ºC, por 15 o 25”,

con o sin homogeneizado, si

se encuentra en cantidades

suficientes previo al tratamiento térmico. No obstante, habría alguna ventaja si la pasteurización se combina con el homogeneizado

Stabel et al., 2004. EE.UU.

Leche cruda (12 litros)

10 2-6 15" 72

Pasteurizador comercial

HTST. Flujo turbulento

Map sensible 100%

Calostro 10 5 15" 64-72

A 72ºC: Map sensible 100%.

A 64ºC: sobrevive menos de 3

UFC/mL. La IgG presenta una reducción promedio

del 25%

Ayele et al., 2004.

República Checa.

Leche pasteurizada

de supermercado

15" 72

Muestreo de leche

pasteurizada comercializada en República

Checa (n=244), durante 6 meses.

Sometida a cultivo y PCR.

Map presente en el 1,6% de las

muestras

Leche cruda (infectada

naturalmente)

Unidad pasteurizadora

a escala.

Map presente en el 2% de las muestras

McDonald et al., 2005.

Australia

Leche cruda 4 X 10 3-4 15"-20"-25"

72-75-78

Pasteurizador comercial

HTST. Capacidad de 3000L/hora.

Flujo turbulento. Homogeneizado

previo al tratamiento

térmico

El homogeneizado aumentó 10 veces

las UFC/mL presentes. Map

sobrevive 1 UFC/250mL en el

85% de las muestras (reducción > 6log 10)

Grant et al., 2005. Irlanda

del Norte

Leche cruda 10 1-5 15"-25"-60"

72,5-84,5

Pasteurizador a escala HTST.

Flujo turbulento. Con y sin

homogeneizado previo al

tratamiento térmico

Map sobrevive 10-20 UFC/150mL en el

3% de las muestras (reducción de 4-5,2

log10). Extender el tiempo no implica mayor

reducción bacteriana. Mejor

resultado al homogeneizar.

9

Ellingson et al., 2005.

EE.UU.

Leche pasteurizada

de supermercado

Muestreo de leche

pasteurizada comercializada

en EE.UU. (n=702),

durante 12 meses.

Sometida a cultivo y PCR

Map presente en el 2,8% de las

muestras, con picos de detección en Jul-

Sept.

Paolicchi et al., 2007.

Argentina

Leche cruda 10 4-6 15"-30"-60"

72,5

Pasteurizador comercial

HTST. Capacidad de

300L/hora. Flujo turbulento

Map y M. phlei sensibles 100%

Paolicchi et al., 2012.

Argentina

Leche pasteurizada

de supermercado

30´ 15" 2"

63 72

132

Muestreo de leche

pasteurizada comercializada en Argentina

(n=70), durante 7 meses.

Sometida a cultivo y PCR.

Map presente en el 2,86% de las

muestras

3.1. Excreción de micobacterias en productos biológicos

Los animales infectados eliminan las micobacterias en diversas secreciones

constituyendo la principal fuente de infección para el resto de los animales del

rodeo (Blood y Radostits, 1992). Conocer la excreción de micobacterias a

través de las secreciones implicadas en la transmisión digestiva y

cuantificarlas, resulta fundamental para determinar el riesgo de infección al que

están expuestos los animales, así como para desarrollar medidas de control

adecuadas.

3.1.1. Excreción de Mycobacterium bovis en leche

En 1981 Matthias estimó que sólo el 4% de las vacas positivas a la prueba

tuberculínica elimina M. bovis por leche. En investigaciones posteriores se

determinó mediante el cultivo bacteriológico un porcentaje similar de excretoras

y a este dato se adicionó que menos del 0,5% de las vacas reactoras

10

evidencian lesiones tuberculosas en la glándula mamaria o en los linfonodos

retromamarios drenantes (Goodchild y Clifton-Hadley, 2001; Pardo et al.,

2001). Estudios basados en PCR sobre muestras de leche de vacas

tuberculinopositivas provenientes de rodeos infectados muestran resultados

oscilantes desde la no detección de animales positivos hasta amplificaciones

del 14 al 100% de las muestras procesadas. Estas diferencias estarían dadas

por el patrón errático de eliminación del bacilo tuberculoso asociado con la

inmunidad mediada por células en vacas tuberculosas y otros factores

epidemiológicos como la inmunosupresión viral, el desbalance metabólico, la

utilización de corticosteroides y la presencia del periparto (Serrano-Moreno et

al., 2008). En este sentido ha sido descripto que una hiporeactividad

inmunológica general asociada al parto en vacas tuberculosas implicaría una

falta de respuesta a la prueba anocaudal (Blood y Radostits, 1992) y una

reactivación de la infección aumentando la excreción de M. bovis (Serrano-

Moreno et al., 2008).

Los terneros de un establecimiento de producción lechera con TBC están en

riesgo de contraer la infección cuando son alimentados con un pool de calostro

y leche cruda (Rentería y Hernández, 1996, Philips et al., 2003, Garro et al.,

2011b). La dosis infectiva para establecer la infección tuberculosa por la vía

oral es superior a la necesaria para establecer la infección por la vía

respiratoria, entre varios miles a un millón de microorganismos versus un

microorganismo contenido en una gota infectiva que logre alcanzar el alvéolo

(Menzies y Neill, 2000, Philips et al., 2003). No obstante, un estudio confirmó

que el consumo de calostro proveniente de ganado reactor es una fuente de

transmisión de M. bovis para los terneros y que la transmisión puede tener

lugar aún por la ingestión de calostro de vacas falso negativas a la prueba

anocaudal (Rentería y Hernández, 1996). De igual forma los terneros pueden

infectarse al ingerir leche de vacas subclínicamente infectadas que excretan

103 UFC/mL (Philips et al., 2003).

3.1.2. Excreción de Map en leche y materia fecal

La leche obtenida del ordeño de vacas provenientes de un rodeo infectado con

PTBC es una fuente de infección de Map para los terneros. Por un lado, se

11

produce la contaminación fecal de la ubre, siendo los recuentos de Map en

heces de vacas con PTBC clínica de 108-12 UFC/g (Chiodini y Hermon-Taylor,

1993; Grant et al., 2002). Por otro lado, es posible la excreción directa de Map

en la leche (Stabel et al., 2014). Existen estudios que informan el aislamiento

de Map de un 35% de las muestras de leche obtenidas de vacas con PTBC

clínicamente avanzada, con recuentos microbianos de 100 UFC/mL de leche

(Chiodini y Hermon-Taylor, 1993, Giese y Ahrens, 2000). No obstante, a nivel

de rodeo los animales infectados clínicamente normales son más numerosos.

Los estudios sobre esta población indican un 22% y un 11,6% de positividad a

partir de muestras de linfonodos retromamarios y de leche respectivamente,

con recuentos celulares de 2 a 8 UFC/50mL de muestra (Sweeney et al., 1992).

Teniendo en cuenta que la PTBC tiene un largo periodo de incubación, y los

signos clínicos pueden no ser visibles hasta que el animal tiene entre 3 y 5

años de vida, es posible que animales asintomáticos eliminen Map en heces y

leche por 18 meses previo a mostrar signos de enfermedad, por lo que el

productor no es consciente del problema (Blood y Radostits, 1992). A pesar de

las dificultades que se presentan al momento de cultivar este microorganismo

que posee desarrollo lento y requerimientos nutricionales especiales, estos

investigadores han logrado aislarlo y cuantificarlo a partir de leche naturalmente

infectada ratificando la posibilidad de difusión hematógena y linfógena del

bacilo hacia la leche (Matthias, 1981).

3.2. Resistencia térmica de los microorganismos del género Mycobacterium en

leche

Los estudios sobre resistencia térmica de los patógenos en la leche son

fundamentales para evaluar la seguridad de los alimentos lácteos. Sin

embargo, no existe un protocolo estandarizado para desarrollar estas pruebas

de resistencia térmica sobre los peligros potenciales para la salud humana y

animal (Condron et al., 2014). En este sentido, existen distintos grupos de

trabajo abocados a estudiar la resistencia térmica de las micobacterias en la

leche (Figura 4). Las metodologías utilizadas son diversas lo que dificulta y a

veces impide comparar los resultados obtenidos llevando a desacuerdos que

no pueden resolverse fácilmente (Figura 5) (Grant, 1998, Cerf y Griffiths,

12

2000). Un ejemplo de esto son los resultados obtenidos en el laboratorio que

no pueden extrapolarse directamente a las condiciones de pasteurización

comercial. No obstante, ambas metodologías se complementan; mientras los

estudios de laboratorio proveen el conocimiento básico sobre la resistencia

térmica microbiana, los resultados obtenidos en el laboratorio son validados

bajo condiciones de pasteurización comercial (Condron et al., 2014).

Figura 4. Resistencia térmica de las micobacterias en leche. Trabajos

publicados por país desde el año 1993 hasta el año 2012.

13

Figura 5. Variables analizadas en los estudios acerca de resistencia térmica de

las micobacterias.

3.2.1. Valor D

Una forma de reflejar la resistencia térmica de los microorganismos es a través

del valor D. Éste se define como el tiempo de reducción decimal o tiempo en

segundos requerido para destruir el 90% de los microorganismos presentes a

una temperatura determinada; es una medida de la velocidad de muerte

microbiana (Jay et al., 2009). Cuanto mayor sea el valor D, tanto más resistente

al calor será la bacteria. A modo de ejemplo, en la Tabla 2 pueden observarse

valores D correspondientes a diversas micobacterias. Según Sung y Collins

(1998), el valor D71,7ºC para M. bovis es igual a 4, mientras que para Map el

D72ºC es de 11,6, indicando su mayor resistencia al calor. Estos valores fueron

14

determinados a partir de tubos de ensayo inmersos en un baño de agua en

laboratorio. En contraposición, Pearce et al (2001) citan un valor D72ºC para

Map de 2,03 utilizando un pasteurizador comercial a escala.

Tabla 2. Valores D para diferentes micobacterias.

Bacteria Valor D (en segundos) Referencia

D62ºC D65ºC D71,7ºC D72ºC

M. bovis - - 4 - Sung y Collins, 1998

Map 229 48 - 11,6 Sung y Collins, 1998

15 6 - 2,03 Pearce et al., 2001

M. tuberculosis 12-18 - - - Stumbo, 1973 en Jay et

al., 2009

3.2.2. Cinética de inactivación bajo condiciones de laboratorio

Inóculos iniciales de M. bovis de 104 UFC/mL resultaron ser completamente

sensibles a los tratamientos térmicos LTLT y HTST bajo condiciones de

laboratorio, mientras que el mismo experimento sobre Map permitió recuperar

bacterias viables (Chiodini y Hermon-Taylor, 1993). En un ensayo que estudió

la cinética de inactivación de estas micobacterias (Grant et al., 1996a) se

encontró que M. bovis exhibe una curva de muerte térmica lineal, con 104

UFC/mL se inactiva en 10 minutos; mientras que con 107 UFC/mL lo hace en

20 minutos, tal como puede observarse en la Figura 6 donde el eje de las

ordenadas indica el número de sobrevivientes expresado en Log10UFC/mL en

función del tiempo expresado en minutos a una temperatura de calentamiento

de 63,5ºC. Por su parte, la mayoría de la población de Map es destruida en los

primeros 5 a 10 minutos, pero quedan sobrevivientes responsables de la forma

cóncava de la curva de muerte térmica (Figura 7).

15

Figura 6. Curva de muerte térmica para M. bovis en leche a 63,5ºC. Cada

punto representa la media de tres repeticiones (± error estándar). Fuente:

Grant, et al., 1996b.

Figura 7. Curva de muerte térmica para Map en leche a 63,5ºC. Cada punto

representa la media de tres repeticiones (± error estándar). Fuente: Grant et al.,

1996b.

Estos hallazgos coinciden con un estudio posterior (Grant et al., 1996b) sobre

varias micobacterias aisladas en leche de origen bovino. M. bovis y M. fortuitum

son destruidas en su totalidad. Sin embargo, el resto de las micobacterias

estudiadas, M. avium, M. intracellulare y M. kansasii, describen una curva de

muerte térmica con cola, similar a la obtenida para Map, pudiendo recuperarse

16

microorganismos viables de las tres especies luego del tratamiento térmico

(Figura 8). Es importante destacar que M. intracellulare es patógeno para los

animales y se aísla de reactores positivos a la prueba tuberculínica anocaudal

que presentan lesiones compatibles con tuberculosis (Traversa et al., 2011) y

M. kansasii es responsable de infecciones pulmonares en los seres humanos y

se aísla de ganglios linfáticos y leche de vacas asintomáticas (Bercovier y

Vincent, 2001).

Figura 8. Curva de muerte térmica de algunas micobacterias en leche a

63,5ºC: (a) M. bovis; (b) M. fortuitum; (c) M. avium; (d) M. intracellulare; (e) M.

kansasii. Fuente: Grant et al., 1996a.

La explicación de este diferente comportamiento térmico para bacterias del

mismo género estaría dada por dos características:

A. Tendencia a agruparse en medio líquido, debido a la hidrofobicidad de

su pared (McFadden en Grant et al., 1996a). Las paredes de las micobacterias

tienen un contenido muy elevado de lípidos, de hasta el 60%, del cual gran

parte está adherido a polisacáridos, formando glucolípidos que se ubican en

una capa externa de la pared, siendo los responsables del carácter hidrófobo

de la misma (Wolinsky, 1996). Esto les permite agruparse (Figura 9) y, en

consecuencia, las bacterias que se hallan en el centro del agrupamiento

requieren un calentamiento adicional para ser inactivadas (Grant et al., 2005).

17

M. bovis es la excepción, la cual muestra una orientación paralela en su

agrupamiento (Grant et al., 1996a). Esta diferencia podría ser la responsable

de su mayor sensibilidad térmica.

B. Velocidad de crecimiento. El incremento en la resistencia térmica ha sido

relacionado con una célula microbiana menos activa. Aunque el mecanismo no

es conocido, las células bacterianas tienden a ser más resistentes al calor en la

fase estacionaria del crecimiento y menos durante la fase logarítmica, (Jay et

al., 2009). Esto podría explicar la mayor sensibilidad térmica de M. fortuitum,

una bacteria de crecimiento rápido dentro de las micobacterias.

Figura 9. Células de Map agrupadas (A) y aisladas (B). Ambas muestras

fueron ácido-alcohol resistentes, las fotos fueron tomadas con microscopio de

luz (Zeiss, Oberkochen, Germany). Magnificación: 38.300. Fuente: Sung y

Collins, 1998.

3.2.3. Estudios de inactivación bajo pasteurización comercial

La resistencia térmica de Map ha sido y continúa siendo objeto de gran debate

entre los investigadores. A diferencia de lo que ocurre con M. bovis las

investigaciones llevadas a cabo en el laboratorio no logran la eliminación

completa de Map. La principal hipótesis para explicar este hecho apunta a la

permanencia estática de la leche durante el tratamiento térmico, ya que la

totalidad de la leche debe alcanzar rápidamente la temperatura de

pasteurización (Grant et al., 1996b). Para esto debe circular de manera

turbulenta. En los pasteurizadores comerciales el flujo turbulento se produce a

causa de los relieves de las superficies de las placas (Alais, 1988).

18

Con el uso de pasteurizadores comerciales a escala se logró imitar el flujo

turbulento de la leche y bajo estas condiciones inóculos de Map de entre 103 y

106 UFC/mL de leche son destruidos totalmente (Stabel et al., 1997; Pearce et

al., 2001).

No obstante, otros investigadores propusieron evaluar el comportamiento

térmico de cepas salvajes de Map utilizando leche naturalmente infectada

sometida a una pasteurización comercial. Es así que la efectividad del

tratamiento térmico HTST sobre Map fue evaluada en un estudio prospectivo

longitudinal utilizando un pasteurizador comercial y leche naturalmente

infectada recolectada semanalmente durante los meses de diciembre del año

1999 a marzo del año 2000 (Grant et al., 2002). Este periodo fue elegido en

base a una investigación previa que estudió la presencia de Map en leche de

supermercados y que señala a los meses de enero a marzo y de septiembre a

noviembre como los períodos en los que se producen picos de detección del

microorganismo (Millar et al., 1996). Se encontró que la pasteurización HTST

no es completamente efectiva todo el tiempo. Es decir, Map puede resistir el

calentamiento a 72ºC, por 15 segundos si se encuentra en cantidades

suficientemente altas antes de ser sometida al proceso de pasteurización

(Grant et al., 2002).

3.2.4. Pasteurización de la leche destinada a la alimentación de terneros

Según algunos estudios, es posible la implementación exitosa de la

pasteurización baja de la leche destinada a la alimentación de los terneros. Así

lo demuestra un ensayo realizado en un establecimiento lechero equipado con

un pasteurizador discontinuo mediante el cual se logró destruir Map presente

en concentraciones de 103 UFC/mL. En la Figura 10 puede observarse la

recuperación de bacterias viables, representada en la ordenada por las

UFC/mL en función de la temperatura de calentamiento (Stabel, 2001). El

tiempo que insume todo el proceso es de 90 minutos, incluyendo el tiempo

necesario hasta alcanzar la temperatura de pasteurizado y el mantenimiento

por 30 minutos (Figura 11).

19

Figura 10. Recuperación de Map viables en la leche antes y después del

tratamiento térmico en la unidad pasteurizadora discontinua. Los valores

representan la media ± desvío estándar para dos experimentos replicados.

Fuente: Stabel, 2001.

Figura 11. Tiempo versus temperatura de la leche en la unidad pasteurizadora.

Los valores representan la media ± desvío estándar para dos experimentos

replicados. Fuente: Stabel, 2001.

En cuanto a la pasteurización alta, un ensayo utilizando un pasteurizador con

capacidad de 300 l/h disponible en un establecimiento lechero encontró que se

20

logra la eliminación completa de Map en leche inoculada con 106 UFC/mL bajo

esas circunstancias de trabajo (Paolicchi, et al., 2007), coincidiendo con los

hallazgos previos publicados por Stabel et al (2004).

3.3. Recomendaciones para la implementación de la pasteurización en rodeos

lecheros

Un trabajo de la Universidad de Minnesota (Godden, 2003) plantea una serie

de consideraciones para la implementación de la pasteurización de la leche

destinada a los terneros.

3.3.1. Requerimientos de instalación

En primer lugar, se debe determinar el volumen de leche a procesar

diariamente para seleccionar el pasteurizador de capacidad adecuada. En

cuanto al calentador de agua hay que tener en cuenta si la unidad

pasteurizadora lo trae incorporado o debe comprarse aparte, o bien, si el

establecimiento posee un calentador asegurarse que podrá abastecer el

volumen de agua a la temperatura necesaria. Existen en el mercado

pasteurizadores continuos de pequeñas capacidades que tienen incorporado

un calentador eléctrico a la unidad y cuando los volúmenes son mayores, la

fuente energética es el gas.

Es importante conocer el espacio que ocupará la unidad pasteurizadora y su

ubicación final. Los pasteurizadores no vienen provistos de un tanque de

recepción ni de salida de leche. Por lo tanto, debe tenerse en claro si la bomba

de leche succionará a partir del tanque de frío o si será necesario contar con un

recipiente para tal fin. De igual forma, hay que determinar si la leche

pasteurizada será recolectada directamente en el tanque de distribución o será

almacenada en otro sitio.

Finalmente, se evaluará las opciones disponibles en el mercado, teniendo en

cuenta los costos de compra, instalación y consumo, además de la

disponibilidad de repuestos.

21

3.3.2. Consideraciones para el uso diario

Es fundamental que las personas encargadas de procesar la leche estén

capacitadas para operar el pasteurizador y realizar la limpieza adecuada del

equipo, respetando los tiempos y las temperaturas sugeridos/as por el

fabricante. La limpieza inadecuada permite la acumulación de grasa, proteína y

minerales lo que interfiere en la transferencia de calor hacia la leche, además

de servir para el desarrollo bacteriano. Una rutina adecuada de lavado de la

unidad pasteurizadora consta de los mismos pasos de lavado de la ordeñadora

y de los tanques de frío.

3.3.3. Manejo de la leche previo y posterior a la pasteurización

En caso de almacenar la leche fuera del tanque de frío, se deben utilizar

recipientes cerrados y limpios, debiendo refrigerar la leche si no se va a

pasteurizar en el corto plazo. De esta manera se evita el desarrollo bacteriano y

fermentación posterior, con la consecuente producción de ácido y caída de pH.

Esto es importante, debido a que la leche fermentada tiene modificada su

estructura proteica, de manera tal que cuando es sometida al calor se produce

coagulación de la proteína y formación de cuajada. Cuando esta leche es

administrada a los terneros se ve desprovista de gran cantidad de nutrientes

que quedan retenidos en el cuajo.

De igual forma, si la leche pasteurizada no es administrada rápidamente a los

terneros debe ser almacenada en recipientes cerrados y limpios para evitar la

contaminación posterior al tratamiento térmico.

3.3.4. Opciones disponibles en el mercado

En la Tabla 3 se presentan los pasteurizadores disponibles en Tandil. Todos

son de tipo HTST y en la actualidad el mercado no ofrece pasteurizadores de

tipo LTLT. Las unidades con capacidad de hasta 1000 L/hora utilizan la

electricidad como fuente energética, mientras que aquellas con capacidades

mayores requieren gas. El costo de la luz se estima en $1,25/Kw y el del gas

en $12,5/Kg. Los puntos de venta consultados instalan el equipo y ofrecen

servicio técnico y disponibilidad de repuestos. La limpieza del pasteurizador se

realiza mediante el sistema de limpieza en el lugar (conocido como “CIP” del

22

inglés cleaning in place) utilizado para el lavado de la ordeñadora y del tanque

de refrigeración donde la leche permanece hasta que es retirada por el servicio

que la transporta a la usina concentradora.

Tabla 3. Pasteurizadores comerciales disponibles en Tandil. Precios a abril 2016. * Consumo estimado por ternero: 6 litros de leche diarios y dos pasteurizaciones al día.

Capacidad (L/hora) 300 500 500 1000 2000

Calentador de agua Eléctrico Eléctrico Eléctrico Eléctrico Calderín a

gas incorporado

Tensión de alimentación

220 voltios

CA

220 voltios

CA

220 voltios mono/trifásica

220 voltios

CA -

Consumo eléctrico máximo

7 KW/h 12 KW/h - 18 KW/h -

Consumo eléctrico en régimen de trabajo

4 KW/h 7 KW/h 7 KW/h

(mono) 3-4 KW/h (tri)

15 KW/h -

Consumo de gas - - - - 3 Kg de gas

licuado/h

Termógrafo Sí Sí Sí

Sí Sí

Sistema de lavado CIP

Sí Sí Sí Sí Sí

Precio (en USD) 6400 8100 14600 11900 16500

Instalación: 10% del valor del equipo

9.503 12.089 13.587 17.810 24.600

Terneros a alimentar *

100 160 160 330 660

3.3.5. Consideraciones al pasteurizar calostro

Algunos investigadores sugieren que los terneros alimentados con un pool de

calostro están en riesgo de infectarse con M. bovis debido a la presencia de

vacas falso negativas a la prueba anocaudal (Evangelista, 1996, Garro et al.,

2011). Serrano-Moreno et al (2008) lograron amplificar el genoma de M. bovis

mediante PCR a partir de muestras de calostro, tanto de ganado reactor como

no reactor a la prueba tuberculínica. Si bien los ensayos de pasteurización de

calostro revisados se focalizaron en la destrucción de Map, los resultados de

los mismos indican que esta bacteria puede ser destruida mediante LTLT y

HTST. Sin embargo, se observan pérdidas de inmunoglobulinas del orden del

12,3 al 30% por lo que estos investigadores sugieren que la pasteurización del

23

calostro sólo debe implementarse en aquellos casos en que se clasifique la

calidad del mismo mediante calostrómetro, utilizando sólo aquel de alta calidad

(más de 60mg/mL de inmunoglobulina) además de suministrarlo en el momento

adecuado y en cantidad suficiente (Stabel et al., 2004, Godden, 2009).

3.4. Modificaciones a la pasteurización y estrategias que la complementan

Map ha sido vinculado a la EC en los humanos y la vía de transmisión estaría

dada por el consumo de leche bovina pasteurizada contaminada con el agente

(Tabla 4) (Cirone et al., 2007). De confirmarse el rol de Map como agente

etiológico en la EC, los parámetros establecidos para la pasteurización y

diversas estrategias complementarias deberán ser evaluadas.

Tabla 4. Aislamientos de Map a partir de leche comercial. Fuente: Cirone et al.,

2007.

País Cultivos

positivos (%) Referencia

Reino Unido 2 Grant et al., 2002

Estados Unidos 2,8 Ellingson et al., 2005

República Checa 1,6 Ayele et al., 2005

Argentina 2,86 Paolicchi et al., 2005

.

3.4.1. Modificaciones a la pasteurización

En 1998 la industria láctea del Reino Unido adoptó voluntariamente

incrementar de 15 a 25 segundos el tiempo de la pasteurización alta para

incrementar la letalidad del proceso (Grant et al., 2002) debido a que un estudio

llevado a cabo sobre leche de supermercados encontró que el 7% de la leche

estudiada arrojó resultados positivos a Map mediante PCR, aunque no pudo

aislarse mediante cultivo bacteriano (Millar et al., 1996). Sin embargo, diversos

investigadores no hallaron diferencias significativas al extender el tiempo de

pasteurización (Grant et al., 2002; McDonald et al., 2005; Grant et al., 2005;

Paolicchi et al., 2007).

24

En relación a la temperatura de pasteurización, tampoco se obtienen ventajas

significativas en cuanto a la reducción microbiana de Map al elevar la

temperatura del tratamiento térmico entre 74 y 85°C (Stabel et al., 1997;

McDonald et al., 2005; Grant et al., 2005).

3.4.2. Homogeneizado

A pesar de que algunos autores no encontraron diferencias en el

comportamiento térmico de micobacterias agrupadas y aisladas (Sung y

Collins, 1998), otros autores obtuvieron una mayor reducción bacteriana al

homogeneizar la leche previo a la pasteurización de la misma (Grant et al.,

2002, Grant et al., 2005). La industria láctea homogeneiza la leche destinada a

la venta en góndola. Este proceso consiste en la ruptura mecánica y dispersión

de los glóbulos grasos de la leche para evitar la separación de fases de la

misma (Alais, 1988). Al evaluar el efecto del homogeneizado sobre los

agrupamientos microbianos se encontró que reduce el tamaño de los mismos

permitiendo que más células queden expuestas al efecto de la temperatura

(McDonald et al., 2005).

3.4.3. Bactofugación y microfiltrado

Ha sido propuesto el estudio de diversas tecnologías de proceso para combinar

con la pasteurización, tales como la bactofugación y el microfiltrado. El primero

se basa en el uso de la fuerza centrífuga para remover partículas pesadas

como esporas y potenciales agrupamientos bacterianos; mientras que el

segundo utiliza filtros de 1,4 µm para remover bacterias y esporas de la leche

(Grant et al., 2005).

25

4. Conclusiones

Los parámetros de tiempo y temperatura de pasteurización de la leche, tanto

LTLT como HTST, han sido establecidos en base a la sensibilidad térmica de

M. bovis. Los trabajos analizados corroboran este hecho y utilizan a esta

bacteria como control del proceso de pasteurización. Más aun, ha sido y

continúa siendo la estrategia de control para evitar el contagio de tuberculosis

bovina a través de la leche hacia los seres humanos. La pasteurización de la

leche destinada a los terneros es una medida de control de la transmisión de

M. bovis por la vía digestiva. Además, otros autores han probado métodos

alternativos como la acidificación de la leche y en sus ensayos concluyen que

la metodología de inactivación de excelencia es la pasteurización (Michel et al.

2015, Macuamule et al. 2016).

La eficacia de los tratamientos térmicos para eliminar Map de la leche es de

interés mundial y en la actualidad aún resulta controvertida. Aunque varios

investigadores han logrado eliminarlo completamente tanto en LTLT como en

HTST bajo ciertas condiciones de trabajo, otros investigadores no han tenido

tal éxito a punto de aislarla de leche pasteurizada comercializada en

supermercados.

De acuerdo a los estudios de resistencia térmica revisados se encontró que la

cantidad de Map presente en la leche afecta la eficacia de la pasteurización. La

carga bacteriana en leche naturalmente infectada varía a lo largo del tiempo y

se conoce que mientras mayor es el número de microorganismos, mayor es el

riesgo de obtener un producto no apto al final del proceso de pasteurización.

Por lo tanto, un establecimiento lechero que implemente la pasteurización de la

leche destinada a sus terneros debe evitar el uso de aquella proveniente de

animales clínicos que son eliminadores de Map a través de la leche y heces,

además de aplicar prácticas higiénicas adecuadas en la rutina de ordeño que

disminuyan la contaminación de la leche, reduciendo así la carga de Map en el

pool de leche que ingresa al sistema de pasteurización.

26

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