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CATALUÑA EN POCAS PALABRAS (Guía rápida)

Cataluña en pocas palabras

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Una visión rápida de lo que fue y es Cataluña

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Page 1: Cataluña en pocas palabras

CATALUÑA EN POCAS PALABRAS

(Guía rápida)

Page 2: Cataluña en pocas palabras

¿Desde cuando existe Cataluña?

�  El primer testimonio escrito donde aparece la palabra Cataluña lo encontramos en un documento hecho por un pisano que cuenta las hazañas de catalanes y pisanos en la conquista de Mallorca a los sarracenos.

�  El documento lleva por título: Liber Maiolichinus y cita a los habitantes de Cataluña como catalanenses y a Cataluña como Catalania. El manuscrito también cita al conde Ramón Berenguer III el Grande como dux catalanensis (conductor catalán) y como Rector Catalanicus hostes (rector de los ejércitos catalanes). También cita al conde de Ampurias, Hugo II y al propio Ramón Berenguer III, como Catalanicus heros (héroes catalanes) y en general a los catalanes como Christicolas catalanensesque (cristianos y catalanes).

�  Estamos hablando de un documento escrito entre los años 1117 y 1125.

�  Es de suponer que, lógicamente, el nombre Cataluña era usado con anterioridad a estas fechas.

�  http://archive.org/stream/libermaiolichin00enrigoog#page/n9/mode/2up

�  http://cathalaunia.org/Documentia/D00450

�  http://www.raco.cat/index.php/QuadernsSelva/article/viewFile/26161/123088

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¿Desde cuando se conoce la existencia de la lengua catalana?

�  El documento más antiguo encontrado data del año 839. Se trata del acta de consagración de la iglesia de la Seo de Urgel.

�  En el siglo XII la lengua vulgar accede de pleno derecho a la escritura. De esta época es la traducción al catalán del Liber iudiciorum o Forum iudicum un compendio de leyes visigóticas de mediados del siglo VII.

�  También de finales del siglo XII o de principios del XIII encontramos las Homilies d’Organyà, un sermonario escrito en catalán, siguiendo las disposiciones favorables de predicar en lengua vulgar establecidas por los concilios de Tours, Maguncia y Reims.

�  Algunos han querido quitar mérito a la lengua diciendo que el catalán deriva del lemosín, una lengua occitana hablada en la región cercana a Lemoges, en el mediodía francés. El hecho se basa en la semejanza de ambas lenguas y los documentos que así parece las relacionan, como por ejemplo los escritos por Aribau. Pero esto no le quita ni le añade ningún mérito, piénsese que todas las lenguas tienen sus orígenes, por ejemplo el inglés procede en parte del las lenguas frisia, escandinava, sajona y normanda. El italiano del toscano, el polaco y el checo del eslavo antiguo, el francés de la langue d’oui, el castellano del cántabro con gran influencia vasca y árabe, y todo el grupo de lenguas románicas, incluidas el castellano el catalán y el lemosín, proceden del latín, y este a su vez, dicen, del etrusco, etc. No hay nada que salga de la nada, las lenguas tampoco.

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�  Desde Pedro el Ceremonioso, las coronaciones de los reyes de Aragón, que se celebraban en Zaragoza se hacían en catalán. En 1388, un síndico de Zaragoza se quejó a las Cortes Generales de Monzón que las leyes civiles y procesales se redactaran en catalán, prueba que toda la administración era catalana.

La mayoría de los documentos oficiales, desde las capitulaciones de Ramón Berenguer y Petronila hasta los capítulos de las Cortes de Monzón de Felipe III (1620) son en catalán, incluso las cartas que dirigía la Cancillería a los reyes de Marruecos, al sultán de Babilonia, al sultán de Egipto, o al rey de los mogoles son todas escritas en catalán.

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¿Fue Cataluña un reino? �  No, si tenemos en cuenta que los condes de Barcelona no se titularon reyes de

Cataluña. Pensemos que recibieron su título del emperador Carlomagno a diferencia de otros monarcas hispánicos que se autotitularon condes primero y reyes después sin que otro rey o emperador se los concediese, aunque sí en muchos casos con el beneplácito del papa. Pues bien, de alguna manera los condes catalanes debían ser fieles a las normas reales consuetudinarias y mantenerse solo como condes si la fuente de su título, es decir los reyes carolingios o sus sucesores no accedieran a aumentarles dicho título. Se supone que no debía de haber ningún interés por ninguna de las partes en hacerlo ya que de no ser así lo hubieran hecho o al menos intentado.

�  ¿Significó eso que los condados catalanes no fueron soberanos? No. La soberanía de un territorio no depende de si se trata de un reino, de un principado, de un condado o de un conjunto de condados, de un cantón, etc. Eso solo hace referencia al título de su soberano pero no a su soberanía, por lo tanto Cataluña como conjunto de condados primero y como principado después, fue soberana desde tiempos de Ramón Borrell, aunque nunca fuera un reino. La soberanía, en cambio, se deriva de tener un parlamento (las cortes en aquellos momentos), un gobierno, una lengua, una cultura, unas costumbres, un sistema jurídico (los usatges), unos límites territoriales bien definidos (los de la Cataluña vieja están documentados con precisión desde tiempos del conde Ramón Berenguer I en el usatge número 128 y los de toda Cataluña desde Jaime I en el Llibre dels feyts), una moneda propia (hubo muchas: libra, sou, malla, croat, ducat, diner, etc. y hasta la peceta (piececita en catalán), de la que derivará la peseta española). Todo ello hace que las decisiones que tomaba el monarca o su corte, se tomaban “sin pedir permiso” a un ente superior, esto es la soberanía y no el titulo del monarca. Unos ejemplos: El Gran Ducado de Luxemburgo, el Principado de Mónaco o el de Andorra, por citar algunos, fueron y son estados independientes aunque su monarca no sea un rey.

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No. Después de la unión de los condados catalanes con Aragón, los condes catalanes descendientes del conde Ramón Berenguer IV y de la reina Petronila de Aragón, fueron condes de Barcelona, Gerona, Besalú, Ampurias, etc. y reyes de Aragón y soberanos de ambos territorios. Como que el título de rey es de orden superior al de conde, esos soberanos se titulaban primero reyes que condes (cualquiera hubiera hecho lo mismo), pero eso no quiere decir de ningún modo que Aragón absorbiera a Cataluña y tampoco, por supuesto, al revés. Ambos territorios seguían siendo soberanos y compartían el mismo soberano que a su vez, era rey de Aragón y conde de Barcelona, Gerona, etc. Lo mismo ocurrió más tarde con el reino de Valencia y el reino de Mallorca. Al conjunto de esos territorios se les solía denominar, aunque no siempre, Corona de Aragón, pero nunca reino de Aragón. Recuérdese que en el Compromiso de Caspe, se designaron tres representantes por Aragón, tres por Valencia y tres por Cataluña para decidir quien sería el próximo rey, hecho que demuestra que se les daba igual categoría a los tres territorios.

¿Estaba Cataluña dentro del reino de Aragón?

Documento de Jaime I donde se establecen los límites territoriales, perfectamente definidos, entre Cataluña y Aragón

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�  El nombre Principado de Cataluña aparece ya en el usatge número 65 en las Cortes del año 1064. donde se cita también la figura del Príncipe Ramón Berenguer I. Otro dato anterior muestra que el conde Borrell ya se denominaba Príncipe de Gothlandia (año 972), de la cual según una teoría podría proceder el nombre Cataluña.

¿Cuando aparece Cataluña como principado?

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�  Los condados catalanes inicialmente debían obediencia a un imperio que se hundió, y a partir de ese momento decidieron seguir con el estatus de condados pero, exceptuando el condado de Urgel en según qué momentos, el titular de todos los condado siempre era el Conde de Barcelona. La causa principal para no constituirse en reino es que los reyes francos, teóricamente, podrían reclamar los territorios catalanes, por tanto, en un alarde de legalidad inusitada, nunca adoptaron el título de rey.

�  El Conde de Barcelona era equivalente al Archiduque de Austria, al Duque de Luxemburgo o al Príncipe de Liechtenstein; Ninguno de ellos es rey, pero si son soberanos de sus territorios. (Emili Llaveria)

�  http://omnibus-dubitandum.blogspot.com.es/2013/08/la-bandera-catalana-origen-y-polemica.html

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¿Existió la Confederación catalano-aragonesa? �  Sí y no.

�  No, porque la palabra confederación no existía en aquel tiempo.

�  Sí, porque el modelo de estado que adoptó la Corona de Aragón (Reino de Aragón, Principado de Cataluña, Reino de Valencia, Reino de Mallorca), fue un modelo que la ciencia política de hoy lo denominaría confederación, ya que cada uno de los territorios constitutivos de la Corona tenía su propia cultura, lengua, economía, ejército, moneda, leyes, parlamento, nobleza, origen histórico, etc. y tenían en común un mismo soberano que era, a la vez, rey de Aragón, rey de Valencia, rey de Mallorca y conde de Barcelona y de los otros condados ya citados.

�  Por lo tanto: no existía la palabra confederación, pero sí su concepto. Ejemplos: confederación entre Castilla y León (tuvieron el mismo rey durante un tiempo), confederación entre Austria y Hungría, entre Polonia y Lituania (s.XVI), etc. Todos ellos nunca se llamaron confederación, pero lo fueron de hecho.

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Algunos testimonios reveladores

�  El término Corona Aragonum et Catalonie aparece en el Privilegio de anexión de Mallorca a la Corona del 16 de septiembre de 1286.

�  Alfonso II, en su testamento dice: “instituo heredem in toto regno meo aragonés… et in toto comitatu Barchinone… et in comitatu Rossilionis… et in comitatu Ceritanie et Confluenti… et in tota Cathalonia…”.

�  En el folio 5 del Llibre dels feyts del rei en Jacme se dice: …quens faeren fer, que manssem Cort a Leyda, de Cathalans e D’aragoneses, en la qual fossen larchabisbe, els bisbes, els abats, els richs homens de cadahun dels Regnes... Más claro el agua, Para Jaume I había dos reinos: Aragón y Cataluña.

�  Pedro el Grande reunió a los nobles de Aragon en Zaragoza y les dijo: Barons: llong temps só estat en aquesta terra ab vosaltres...Mas jo no em puix aturar per neguna res, per tal car jo sé per cert que el rei de França ab tot son poder ab ajuda de l'apostoli, s'aparella de venir sobre mi e ma terra, ço és a saber, Catalunya...i, com jo hagués perduda la terra de Catalunya, ja no en cobraria d'ara tant bona.

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La bandera cuatribarrada, ¿tiene origen catalán?

�  Hoy en día los heraldistas de todo el mundo están de acuerdo que el escudo, (ya que la bandera proviene de la horizontalización de éste), fue originariamente un símbolo de linaje familiar y no un símbolo territorial, por lo tanto no pertenecía ni a Aragón ni a Cataluña.

�  El dato más antiguo que se conserva es un sello de Ramón Berenguer IV en seis documentos originales, el más antiguo fechado en el año 1150. Es el segundo escudo más antiguo de Europa.

�  Con el tiempo el símbolo pasó a ser representativo de los territorios de Aragón, Cataluña, Valencia, Mallorca y otros reinos mediterráneos.

�  Existen pruebas que apuntan con mucha probabilidad que el símbolo fue originario del linaje familiar de los condes de Barcelona ya antes de la unión con Aragón.

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Algunos testimonios sobre el origen del escudo cuatribarrado

�  1406: El conde de Barcelona, Gerona, Osona, Manresa, Conflent, Berga, Rosellón, Ampurias y Cerdaña, y rey de Aragón, Valencia y Mallorca, Martín I el Humano, cuando se refiere a su bisabuelo Jaime II cuando envió a su hijo Alfonso III el Benigno a la conquista de Cerdeña, le dijo: “Fill, jo us do la bandera nostra antiga del principat de Cathalunya”.

�  Genealogia regum Navarrae et Aragoniae et comitum Barchinonae (1380): «Ramon Berenguer IV conde de Barcelona, (f.34r) [...] Nunca quiso ser nombrado rey, sino administrador del reino y príncipe, ni cambió las armas condales y tampoco la Señal Real siendo aquella que era del conde de Barcelona. (f34.v)» Numquam tamen voluit rex appellari, sed administrator regni, nec arma comitatus mutare, unde adhuc signa regalia sunt illa que comitis Barchinone erant.

�  Urfé (1380-1400), dice: "le Roy darragon: dor a iiii paux de gueles” y añade: son las armas del conde de Cataluña.

�  Charolais (v. 1428): "El rei d'Aragó porta les armes del comte de Barcelona... or quatre pals de gules".

�  Blancas (cronista aragonés, 1587-88): "con estas bodas fueron preferidas por concierto y pacto, las armas de Barcelona a las reales de Aragón".

�  Documento de 8 de octubre de 1469: "Después de Alfonso fue la unión feliz de los reinos que unió admirablemente las dos tierras que estaban divididas por odios: la una tierra, efectivamente, traspasó las señales de los reinos unidos, la otra tierra aportó los títulos de los reinos".

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Más testimonios �  Prueba heráldica definitiva: en la isla de Cerdeña en el juzgado o

reino de Arborea, gobernó una dinastía catalana surgida de una línea del linaje de los Cervera, que adoptó como apellido el “de Bas" por el hecho de ser vizcondes de Bas cuando se trasladaron allí y posteriormente el "d'Arborea". Al menos desde la segunda mitad del s. XIII, los jueces o reyes de Arborea utilizaban los cuatro palos para afirmar el parentesco de sangre con la casa de Barcelona, ya que Almodis hija de Ramón Berenguer III, se había casado (1147) con el vizconde Poncio II de Bas. Por eso Alfonso II el Casto trata de ”prima" a Agalbursa de Bas, mujer del rey-juez Barisón I de Arborea, de forma análoga Jaime II trata de "pariente" al juez Mariano II, rebisnieto de Almodis, y, por lo tanto, no descendiente de la reina Petronila.

�  Existencia de palos rojos y amarillos (signo preheráldico) en las tumbas románicas de la catedral de Gerona del conde Ramón Berenguer II (muerto en 1082) y su bisabuela Ermessenda (muerta en 1057), mucho antes de la unión con Aragón.

http://webs.racocatala.cat/cat1714/d/bandera.pdf

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Dice una famosa leyenda… �  Que el rey carolingio untó sus cuatro dedos con la sangre de las heridas de

Wifredo el Velloso y “diseñó” el escudo cuatribarrado, pero insisto, eso es una leyenda y no se puede utilizar como elemento de certeza ni tampoco para quitarle mérito al origen del escudo como algunos pretenden.

�  Todos los países tienen sus leyendas y como no podría tenerlas también Cataluña. Por ejemplo existe la leyenda sobre el origen de la bandera de Austria: un noble austríaco murió en batalla y la señal que le dejó su sangre en su parte delantera por llevar éste un cinturón muy ceñido, fue de dos bandas rojas de su sangre y entre ellas otra de color blanco (la piel del noble al quitarle el cinturón).

�  Las leyendas son solo leyendas aunque pudieran tener alguna parte de verdad, y como tales se han de tomar.

�  Hay que saber que existen además de la leyenda de Wifredo, por lo menos seis leyendas más sobre el origen del escudo de Cataluña: la de Otger Kathalon, la del Tetragramaton, la de las barras en las cerámicas ibéricas, la del Oriflama francés, la de los palos de la cruz cristiana y la del número de territorios (de forma similar como las barras de la bandera americana que simbolizan las primeras 13 colonias que se independizaron).

http://www.slideshare.net/MarcelSayol Bandera de Austria

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El 11 de septiembre de 1714, ¿fue el final de una “simple” guerra de sucesión al trono?

�  Como su propio nombre indica fue una guerra entre dos pretendientes al trono después de la muerte sin descendencia del último rey de las Españas de la dinastía Habsburgo o Austria. Por una parte estaba el que sería Felipe V, el primero de la dinastía Bourbon (Borbón) y por otra el archiduque Carlos de Austria, ambos tenían como tío-abuelo al último rey.

�  Pensar que la gente se mataba por el simple hecho de que “su” rey era más guapo que el otro, sería una verdadera memez. Detrás de cada opción, lógicamente, hubo motivos mucho más importantes por los que lucharon ambos bandos.

�  Los partidarios del archiduque Carlos pretendían mantener el statu quo existente en la España de los Austria, que de forma simplificada lo podemos resumir en dos palabras: descentralización y pactismo.

�  ¿qué significan estas dos palabras? �  Descentralización: o modelo foral en el cual cada territorio o antiguo reino

conservaría su soberanía fiscal, su parlamento, lengua, costumbres, economía, etc. Es decir, el modelo confederal heredado de la Corona de Aragón y de los condados catalanes antiguos.

�  Pactismo: el rey y soberano de los territorios constituyentes de la Corona española, tenía que pactar con los respectivos parlamentos, la cuota que éstos destinarían a los gastos de la corona. Por otra parte las leyes promulgadas por el rey debería ser aprobadas por las cortes de cada territorio donde se aplicarían y además, el rey, debería jurar las leyes (fueros) propias de cada uno de los territorios, condición necesaria para que pudiese ser rey.

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�  En oposición, los partidarios de Felipe V, defendían el centralismo, la uniformidad de toda España a las leyes y costumbres de Castilla, y el absolutismo heredados de la corona francesa de donde procedía la dinastía borbónica, jacobinismo que diríamos hoy en día.

�  Algunos dicen que los catalanes luchaban por España y “su rey” y no por Cataluña. Para aclarar este punto hay que tener presente que el hecho de luchar por “su rey” implicaba que defendían una España foral donde estaban garantizados los derechos nacionales de Cataluña (Cortes catalanas, Gobierno, cultura, lengua, economía, etc.), es decir, el modelo confederal.

Con la victoria de Felipe V, se destruyeron símbolos y documentos que hacían referencia a Cataluña. Estaba castigado con la máxima pena estar en posesión de algún libro, documento o símbolo catalán.

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�  La Guerra de Sucesión fue de hecho una guerra europea donde los dos bandos estaban formados por:

Corona de Castilla y León Corona de Francia

Corona de Inglaterra Portugal Holanda Sacro Imperio Germánico Estados Papales Corona de Aragón

Al ser Felipe V nieto del rey de Francia, las potencias europeas temían que con los borbones España y Francia llegaran a convertirse en su enemigo potencial. Al final de la guerra quedaba Cataluña sola defendiéndose del ataque del ejército franco-español ya que el resto de la Corona de Aragón estaba vencido y las demás potencias abandonaron la contienda tras un compromiso con Felipe V (Tratado de Utrecht), por el cual este rey cedía Gibraltar y Menorca a Inglaterra, Sicilia a la Casa de Saboya y Cerdeña a Austria. Estos tres últimos territorios habían pertenecido a la Corona de Aragón desde hacía casi cinco siglos. ¡Qué pena!

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¿Desde cuando existe la Generalitat?

�  Aparece en el año 1359 creada por las Cortes Catalanas. Estaba formada inicialmente por tres diputados o ternas para cada uno de sus brazos, éstos eran: �  Brazo militar �  Brazo eclesiástico �  Brazo real

�  Su primer presidente fue: Berenguer de Cruïlles que era además obispo de Gerona.

�  Hasta la actualidad (año 2014) han habido 129 (ciento veintinueve) presidentes.

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�  Apuntes resumidos de Marcel Sayol Quadres

�  Miembro de la Sociedad Catalana de Genealogía, Heráldica, Sigilografía, Vexilología, Paleografía y Nobiliaria.

�  Bibliografía que se sugiere para ampliar conocimientos:

�  Anselmo Carretero, Las nacionalidades españolas. Ed. Hyspamérica Ediciones, S.A. San Sebastián. 1952.

�  M. Serra i Roca. Historia general de Catalunya. Ed. Optima, S.L. Barcelona. 1999.

�  Història de la Generalitat de Catalunya (tres volúmenes). Ed. Fundació Enciclopèdia Catalana. 2003.

�  Armand de Fluvià. Els quatre pals, l’escut dels comptes de Barcelona. Ed. Rafael Dalmau. Barcelona. 1994.

�  Jordi Albertí. La bandera catalana. Ed.Edicions 62. Barcelona. 2010.

�  Jesús Mestre. El Compromís de Casp. Ed. Edicions 62. Barcelona. 1999.

�  Francesc Roca. Teories de Catalunya. Ed. Pòrtic. Barcelona. 2000.

�  Ramon d’Abadal y otros autores. Història de Catalunya (12 tomos). Ed. Ediciones Vicens Vives. Barcelona. 1991.

�  Josep Sanabre. El Tractat dels Pirineus. Ed. Barcino. 1960.

�  Enric Prat de la Riba. La nacionalitat catalana. Ed. Edicions 62. Barcelona. 1978.

�  Jaume Sobrequés. Història de Catalunya. Ed. Base. Barcelona. 2007.

�  Jordi Bolós. Catalunya medieval. Ed. Pòrtic. Barcelona. 2000.

�  Edmon Vallès. La Generalitat de Catalunya en la història. Ed. La Caixa. Barcelona. 1978.