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BOLETÍK D ¡'i r, DEPARTAMENTO NACIONAL DEL TRABAJO N.o 28.-AGOS'rO 31 DE 1914. BUENOS AIRES IMPRENTA <l:ALSINA»- VICTORIA, 1287 1914

Situación de los indígenas en los ingenios azucareros

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Informe de la Inspección del Departamento Nacional del Trabajo sobre la situación de los indígenas que trabajan en los ingenios azucareros de Jujuy en 1914

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Page 1: Situación de los indígenas en los ingenios azucareros

BOLETÍKD ¡'i r,

DEPARTAMENTO NACIONAL

DEL TRABAJO

N.o 28.-AGOS'rO 31 DE 1914.

BUENOS AIRES

IMPRENTA <l:ALSINA»- VICTORIA, 1287

1914

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ESTA PUBLICACIÓN ES ÓRGANO

DELDEPARTAMENTO NACIONAL DEL TRABAJO

SUMARIO

El presente número del Boletín ha sido dedicado al informede la Inspección del Departamento Nacional del Trabaj.o..sobrela situación de los indígenas que trabajan en los ingenios azu,careros de Jujuy. Contiene los· siguientes capítulos:

. Informe deÍ inspector Vidal. -Cargos formulados por los indígenas.Población del ingenio.- Europeos y asiáticos.- Indios.- Dificultad

para substituir al obrero criollo. . . . . . . . . . . . . . . .Reclutamiento y transporte del indio desde el Chaco hasta el ingenio.Contrato reglamentario del trabajo de los indígenas en los ingenios

de Jujuy .. ' .Fundamentos del contrato que antecede.-EI Teniente Coronel Lama-

drid explica, en la nota respectiva, los fundamentos de cada ar-tículo del contrato . . . . . . . . . . . . . . . . . . .- .

Vivienda del indio.-Su trabajo.i-i Paga diaria para racionamientoEl personal de fabrica.-Salarios.-Jornada.-Forma de pago.Estado sanitario.-Alcoholismo.-Paludismo.-Como se cuida a los

. indios '.' .Las proveedurías.-Precios de ventas de las mercaderías a los indios.Proporción de indios que trabajan.-Partes diarios.-Los caciques y

los soldados . . . . . . . . . . . . .Modificaciones al contrat·o.-Conclusiones .

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BOLETíNDEL

DEPARTAMENTO NACIONAL DEL TRABAJON.O 28 BUENOS AIRES AGOSTO 31 DE 1914

. Sefíor Presidente del Departamento Nacional del Trabajo, doctorJulio B. Lezana.

'I'cngo el agrado de elevar al señor Presidente la información queesta División de Inspección se ha 'P'rocmrado respecto del trabajo delos indígenas en los ingenios azucareros, Las partes substanciales deesta información, son tres:

1.° Informe del inspector Vidal, presentado a raíz de su viaje alTerritorio Nacional del Chaco.

2.° Contrato formulado por las autoridades militares del Chacoreglamentando el trabajo de los indios en Ios ingenios; y

3.° Informe del Jefe de la División de Inspección, que suscribe,presentado a raíz de su viaje de inspección al ingenio de la CompañíaAzucarera de Ledesma,

Estas informaciones serán complementadas con el informe que pre-sentará el Inspector Niklison, actualmente en viaje de inspección alingenio «Las Palmas», en el Chaco, donde se ocupan numerosos indí-genas.

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Infonne del Jnspector Vidal.-Cargosformulados por los indígenas.

Procurando la División de Inspección ensanchar el campo de susinvestigaciones, despachó al Inspeetor señor Vidal con objeto deconocer las condiciones en rq¡uelos indígenas son contratados, recibirsus quejas y tomar parte, ei ello le era 'Posible, en la confección deSUiS contratos. Bol 'Parte del inspector Vidal, (1) 'es sumamente ex-tenso. IJa parte que se refiere a los indígenas destinados a losingenios, contiene las informaciones que se trascriben a continua-ción:

«Señor Jefe de la División de Inspección y Vig¡:lancia, doctor Alejan-dro M. Unsain.

Tengo el agenda de comunicar al señor J efe, que he dado eumpli-miento a las órdenes e instrucciones recibidas en su nota fecha 2 demarzo del corriente año, para lo cual me trasladé a los TerritoriosNacionales del Chaco Austral y Formosa,

Al llegar al kilómetro 6] 2, final de la navegac.ón de los ríos Ber-mejo y 'I'eueo, después de 20 días de continua marcha, mandé alintérprete lenguaraz Juancito, que pertenece a la tribu del caciqueLechiguana, a 'Objeto de llamar a todos los caciques, caciquillos ylenguara0es que se encontraban a inmediaciones de este lugar,conel propósito de hablarles detenidamente sobr:e el motivo de micomisión.

A,l tercer dí-a de 'mi llamado concurrieron los caciques Aeua, Ca-milo Viejo, Yguana, Felipe, Bautista, Palo Santo, Moreno Chico,::.\I:.guel,Coell, Lechiguana y Chamuco, como igualmente los caciquesmás il11!portantes Perico te, Antonio, Molina, Pasacau y Sosa, quienesha blaron conmigo entre el kilómetro 175 y 525, donde tenían sus

(1) Informe del inspector Vida,], 1ll1l~'20 10 de ] 914.

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8 BOLETíN DEL DEPARTAMENTO NACIONAL DEL TRABAJO

tolderías. Entrevistém'e también con los lenguaraces Rafael, Pato,Zacarías, Lorenzo, Juancito y sei eaciquillos y capitanejos, quienesvenían escoltados por 45 indí nas.

Interrogados sobre cuáles 'eran las 'condiciones en que los contrata-ban para trabajar en los ingenios «Ledesma» y «Esperanza», mani-festaron que se les ofrecía un sueldo mensual, variable según a la ,.categoría a que pertenecieran: $ 30 a 10&caciques, 20 a los capita-nejos, 15 a los lenguaraces, 13 a los indios y 11 a las mujeres. En loque se refiere a la alimentación, ésta no podía ser más deficiente,pues aparte de no proporcionárseles los elementos más indispen-sables para confeccionar una comida regular,debían preparárselaellos mismos, recibiendo al efecto, harina, maíz sin pisar, grasa ycaña de azúcar. La ropa y demás comestibles que necesitan,adquiérenla en los depósitos de los ingenios, por medio de unos«papelitos o cartones que reciben corno pago del trabajo efectuado».

Continué interrogándolos sobre la manera que se trasladan desdesus tolderías a 10s ingenios. Según refieren es un viaje largo y acci-dentado. Marchan a ¡pie hasta Embarcación, donde toman el ferro-carrril que losconduce a los ingenios. El primer trayecto, es decir,<el que efectúan a pie desde sus tolderías al rp,unto de embarque,tiene una distancia que varía entre 100 y 120 leguas, más o menos,cuyo idéntico recorrido hacen al regreso, tardando para hacerla dedos a tres meses. En cuanto a la alimentación, reciben la nnisma queles dan en '100 ingenios. Durante- el trayecto hasta Rivadavia, esta-ción intermedia, son acompañados por comerciantes turcos a quienesvenden las ropas que les quedan, cuyo dinero utilizan para com-prar alimentos, bebidas y armas. Llegan a los ingenios, cansadosy hambrientos, y por supuesto. sin la ropa que habían vendido.

En las épocas de trabajo, van siempre en grandes cantidades,aunque, egún ellos, en esta ocasión, no alcanzan a 2.800 indios,cuando por lo general van sempre alrededor de 4.000. Sostienenque son siempre víctimas de abusos y engaños; 'les pagan poco y losalirnJentan mal. La salida para los ingenios, es dirigida por los, contra-tistas, capataces y peones. Comienza durante los meses de diciembre,enero, febrero y marzo, en que salen las primeras remesas de indios,que oscilan alrededor de 400, y van acompañados por los cal atacesy peones, que a su vez les sirven q,e custodia durante el viaje. Lle-van un convoy die carros y animales vacunos en pie, que marchaa la vanguardia de las caravanas y en cada alto o descanso, de losque hacen dos por día, reciben lo necesario para su alimentación.Referente a los compromisos que efectúan, refieren que lo hacen

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J).:FOR:lJE DEL l~SPECTOR \"lDAL 9

verbalmente, estableciéndose los jornales por mes, como tambiénla cantidad de racionamiento a recibir. Los caciques deben com-prometerse a llevar un número determinado de hombres, antes desalir para 10.8ingenios.

Refieren igualmente un detalle que llama la atención. Para esti-mular el compromiso de ir a los ingenios, acostumbran los eontratis-tas a dar «convites» en los que se les regala a los indios harina, sal,tabaco, se carnean animales y hasta e les obsequia con burros, yeabaflos. En esta forma acostumbran solemnizar los contratos y, porotra part-e, a interesar a los indios en el compromiso.

El trabajo que deben realizar en 103 ingenios, se reduce solamentea pelar la caña, acarrearla al paraje de elaboración o donde lesordene. Tienen la obligación de llevar acabo una determinadacantidad de trahajo: es decir, trabajan a destajo. Interrogadossobre si reciben castigos corporales, manifestaron que no, puesde otra manera no irían a trabajar.

Cada cacique es el jefe supremo de la tribu, a quien obedecentodos los, que forman parte de ella. Cada eacique tiene un númerolimitado de indios viejos, a quienes utiliza para cualquier asunto oresolución que desea tamal', Jaque es irrevocable. C~ci¡{]uillos y ca-pitanejos ecundan las órdenes del principal.

Aunque ignoran el núm-ero exacto de horas de trabajo, suponensean 9, 10 y aún más por día. .

El jefe del reg:'Illiento 7 de ·caballería, teniente coronel Lamadrid,contrató, por intermedio de los conchabadores, alrededor de 4.000indios, en condiciones de que estos últimos se muestran muy con-tentos y satisfechos.

Como en el contrato del referido jefe se estipulan muy buenascondiciones de paga y ali mentaeión que los indios jamás habíantenido, me hicieron notar los caciques, Iq¡ue cuando fueron llamadospor el teniente coronel Lamadrid, 'Para explicarles el contrato quehabía hecho con los representantes de 10s ingenios, Ie contestaron <dosindios siempre eremos amigos de los 'cristianos; éstos nos quierenbien y nos dan trabajo».

Tenía. igualmente, señor jefe, interés en saber por qué había dis-'minuído 'el número de indios 'que habían salido a trabajar :para losingenios. Interrogué al efecto a los caciques. SW3'declaraciones, quetranscribo exactamente, son estas: «Tenemos que caminar mucho;10,'3patronos prometen y después no cumplen, engañándonos siem-pre. Tenemos que recorrer con nuestras mujeres e hijos distanciasenormes. Patrón Grande (llaman ellos así al Presidente de. la Na-ción) puede ayudamos. Hay muchos campos grandes desocupados

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]0 BOLEl'ix DEL DEP.\H'l'.\~IE~'IO XAClOXAL DEI, 'l'RAIl.\~O

eu que pueden instalarse ingenios, cerca de nuestras tolrlerias, nosólo para que podamos vivir con su producto, sino también parahacer toldos y estar en ellos con nuestras mujeres y muchacho ».

iguiéronme exponiendo sus deseos, de los cuales e de prende elvivo interés que tiene esta gente en trabajar. Sumisos en demasía,jamás desacatan una orden, a í sea civs' o militar. En el trabajodemuestran muy buena disposición, tanto en el orden como en laprolijidad, reflexión sugerida al observar trabajos, como planta-ciones de algodón, caña de azúcar, maíz. tártago, cortes de ma-dera, desmontes, etc. Las indias, a parte de los quehaceres en losto'dos, se ocupan en acarrear leña, mazos de paja y otros tra-bajos que efectúan, para la administración del Ministerio de ObrasPúblicas. en el kilómetro 612.

He tenido ocasión de ver los distintos trabajos ejecutados con lasfibras textiles que preparan los indios, y es de admirar en ellos lahabilidad con que confeccionan adornos, guardas, flecos, etc.

La entrevista que debía tener con el señor Gifford Stower, repre-sentante del ingenio «La Esperanza», l(]iuecontrata los indígenas quedesean trabajar en él, fracasó 'Porque este señor se excusó, en untelegrama fechado en Forrnosa. diciendo. que sus mucha, ocnpacionesle 'impedían concurrir a ella, citándome, en su mi 'IDO telegrama,para tenerla en Limones, cien leguas distante del kilómetro 612. opudo efectuarse dada la enorme distancia que me separaba de estepunto, insalvable ,por los malísimos caminos y. aún más, por elperentorio plazo de 9 días que me daba. Tampoco me fué posibleentrevistar con el señor teniente coronel Mariano Aráoz de Lama-drid, pues este jefe que fué relevado del comando del 7 de ca-ballería, acantonado en Presidente Roca, hubiérame podido sumi-ni trar datos y detalles importantísimos. He tenido, en cambio,el gusto de hablar con los actuales jefes del citado cuerpo, tenientecoronel Hermelo, mayor Pérez y capitán Galán. El primero quehace más de 20 años que presta servicios en estos Territorios,'viviendo en los fortines formados'. :para la defensa de las vidas yhaciendas de los habitantes de los mismos; que COI1oce detallada-mente las costumbre y género de vida die los 'indios, me dió datos-quecoincidieron can los informes dados por las autoridades y pobla-dores de los mismos fortines. El teniente coronel Sunino, encargadoaccidentalmente de las tropas en el Chaco. me ha proporcionado.informaciones y antecedentes que me eran indispensables parael buen desempeño de mi comisión.

Los indígenas ique trabajan en establecimientos agrícolas, gana-

LXFORi\lE DEI, lXSPECTOR YIDAI, 11

deros y obrajes, pertenecen a la tribus matacos, tabas, mocobí ypilagas. La de los matacos, principalmente, es la más preferida,pues, éstos son más hacendosos, hábiles y útj'es, y acaso también,por su ignorancia que permite explotarlos en u jornales.

Para poder conversar con los caciques, caciquillos y lenguaraces,las autoridades y varios vecinos me insinuaron la convenienciade ofrecerles harina, sal, tabaco, galletas y dinero, como parademostrar tener buen deseo por ellos, procedimiento que adoptécon inmejorables resultados, dado los muchos informes querecogí. El temperamento practicado por el que su cribe, de obse-quiados, incluyendo las visitas hechas a los caciques Pericote yMoreno en sus tolderías, kilómetros 175 y 525, irrogó un gasto de$ 250 moneda nacional, gastos que no estaban autorizados peroque se imponían dada la costu mbre atávica en los indios de pedirsiempre, más y más. De otra manera hubiera sido imposible recogerinformes directamente de ellos.

He visitado la tolderías de los caciquesque marcharon a trabajara los ingenios. Estaseran de los caciques Cabrón, Alejandro, BuenosAires, Costilla, Lechiguana, Coell, Iguana, Pericote Aecua, MorenoChico y Antonio Molina. Este último había alido con 30 indios paratrabajar 'en los' de.smont " que hace una comE ión del Ministerio deObras Públicas.

Los toldos están hechos por las india', con varas que ellas cortan,cubiertas con paja colorada de masiéga, usada generalmente para lostechos de las construcciones de campaña. Son todos de igual formaovalada, con dos 'Puertas en los extremos, de forma semi-circular,que rnñden 0.80 centímetros y 1 metro; las habitaciones tienen delargo 12, 8, 5 Y 3 metros. En ellas viven, en repugnante promiscui-dad, con sus perros, que por cada toldería llegan hasta 30 y 40,que los utilizan para la caza de avestruces, tigres, leones y zorros,que con las frutas silvestres, constituyen sus prinepales elementos.de alimetación. «Los perros, me decía un lenguaraz, son nuestrosmejores amigos, nos avisan cuando se aproximan los cristianos, oun tigre o un león están por asaltar nuestras viviendas, que po-nen siempre en peligro las vidas de nuestras mujeres e hijos». Seacuestan en el suelo cubierto con un poco de pasto cortado, dondeComen y duermen, por cada toldo, 6, 8, 10 y 15. Poco aseados, losindios no se cambian jamás la ropa, hasta que se les cae a pedazos.En cambio tienen la costumbre de bañarse con mucha frecuencia.

Tienen muy pocos vestidos para cubrirse, a pe al' de confeccionarellos ricas mantas y tejidos, teñidos, con varias combinaciones primi-

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12 BOLETÍN DEL DEPARTAME:-¡TO NACIONAL DEL TRABAJO

tivas, que demuestran su laboriosidad y habilidad. Estos trabajos,como las pieles de tigres, zorros, Leones, OISÚS hormigueros, nutrias yotros muchos animales que cazan, las venden a bajo precio a comer-ciantes sin conciencia que recorren frecuentemente sus viviendas,eambiándolas por baratijas, tabaco, bebidas y armas.»

'I'ales son las informaciones que el suscripto tenía antes de realizarsu viaje de inspección, al ingenio .Ledesma. Población del ingenio.-Europeos y aSla-

ticos.-Indios.-Dificulta,d para substituir'al obrero criollo.

El trabajo del indígena constituye por hoy, en estos ingenios quea costa de tantos sacrificios los traen desde el Chaco, un trabajo difí-cil de reemplazar, Se me ha asegurado que este reemplazo es, másque dificil, ámposible. No participo de esta opinión. En mi concepto,la presencia del indio en el ingenio se justifica en virtud de tres ven-tajas: L." La posibilidad que tiene el ingenio de encontrar en unmomento dado, la crecidacantidad de brazos que necesita en la épocade la zafra. 2.a La ev;idente economía que el ingenio realiza al notener que construir el millar de habitaciones que necesitarían losobreros si no fuesen indios; y 3.a La relativa baratura del jornal delindio. Puede causar alguna extrañeza la afirmación de que el jornaldel indio no es sino relativamente barato. Aspiro a demostrar que,en efecto, 'el jornal del indio está lII!Uylejos de ser lo que la mayoríade las personas creen. Entre 10 que cuesta traerlo, el salario -rquerecibaen efeetivo ry la parte que se le da en mercaderías, el indiono resulta barato en la forma que se cree. Enelcrnrso de este informequedará demostrada esta afirmación, llamada sin duda a despertarextrañezas.

¿ Pueden Ios ingenios de Jujuy prescindir en absoluto del elementoindígena ?Las empresas mle manifiestan que todos los ensayos quehan realizado en el sentido de hacerla, han resultado infructuosos.Una reseña de estos ensayos, es la siguiente:, Obreros et~ropeoS'.~L()s primeros ensayos serios para aclimatareuropeos en las operaciones de la ;aaña, se iniciaron en Ia cosechade 1911 a 1912. Hízose este ensayo con españoles traídos de Andalu-cía. El ingenio 100 mandó buscar expresamente a su país de origen,sufragando crecidos gastos. Este primer ensayo consistió en el trans-porte de cuarenta famnlias. El resultado fué pésimo; Si de aquelloso:breros queda alguno, trabaja COimacochero o peluquero, por cuentaprop:,a. Todos abandonaron el cañaveral y algunos fueron admitidosen los talleres de la fábrica.

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HOI,E'l'b: DEL DEP.\RT.\~lE:-':'IO :-':"\ClO:-':ALDEL 'l'RAB.\JO

El segundo ensayo con europeos es más reciente. Refiérese a lacosecha de 1912-1913. Lleváronse, a título de prueba, 80 rusos. E~fracaso fué ruidoso. Este habitante de las zonas frías no pudosoportar la temperatura ambiente. Adquiría, además, rápidamenteel paludismo. Abandonaron la caíiera y no quisieron ni quedar e enlos desmontes, con un jornal de $ 3 por día.

Actualmente se gestiona el envío de quin.ente obreros italianos,con un jornal de $ 2 diarios para empezar. Atribuyo a este ensayouna importanc.a capital. Si los italianos resisten, es posible que eltrabajo del indígena se suspenda en absoluto, pues terminada lacosecha del maíz ·p:enso que se rpueden encontrar mil o dos mil ita-lianos con el jornal ofrecido.

Obreros usiáticos.-La;; experiencias hechas con asiáticos se anreducido a japoneses le; hindús, Con los pr.imeros, el éxito no es sinorelativo. Con los segundos, el fracaso es evidente.

Ilay, actualmente, unos 150 japoneses trabajando. Una parte deellos fué reclutada en la mdsma ciudad de Buenos A'ires. El restofué traído del Brasil (como pasaj eros, no como inrnigrantes) en tresremesas que llegaron a principios y fines de mayo y el LO de juniode' año corr-iente. Los que 'e llevaron desde Buenos Aires, hacía.Lempo que se encontraban en la República Argentina. Los que ve-nían del Brasil, habían residido en Santos y San Pablo, por espaciode un rpar de años. La mayor parte de ' stos japoneses ha recorridoOhile y Perú, I o on, pu , obreros recién y directamente traídosdesde el Japón. Además de estos 150 obreros, hay unas 20 familias.

El resultado que estos obreros han dado al cañaveral, es muy rela-tivo y está recién en vías de experimentación, Cuando recién llega-ron, 010 9 fueron destinados como engrasadores o maquini tas en la.fábrica. Actual-mente hay más de 50, lo que quiere decir que estosobreros prefieren el trabajo de máquinas al trabajo de la caña. Se-expl ca esta preferencia, entre otras razones, por el mayor salario.En la fábrica, término medio, 'cada obrero saca $ 3 por día. En la.caña, hace-n 1.000 kilogramos diarios y reciben $ 2. Hasta ahora,CFtO-'ijaponeses se muestran contentos. Además del sa'ario, ;b nencasa y luz gratis. Son sobrios en el comer y puede calcularse que no'

. gastan más de $ 0.70 en las dos comidas diarias J: el café y panque 'Por la mañana COnsUIl\I211.El arroz, 'que es el compuesto princi-pal (le esta, comidas, lo adquieren a $ 0.30 el kilógramo. Pan apens: comen en ,el desay,uno.

Estos japoneses viven unidos, lo mismo los que trabajan en lamáquinas (parte urbana del ingenio) que los que se ocupan en pelarcaña. Estos últrnos, que están n las afueras, tienen ventajas de-

POIlI,A(,IÓ~ DEL I:-':OE:-':10 15

poder adquirir verduras baratas. Se han dado maña para el apren-dizaje Y hay grupo que sacan hasta $ 3 por día. El domingo, tra-bajan -a voluntad. Los que trabajan, solo lo hacen hasta medio día.La traída de estos japoneses costó al ingenio cerca de $ 12.000, suma('11 la que aparecen incluidos los adelantos que f'l1é necesario hacer alos que venían del Brasil. Del Japón al Brasj'l,---se me ha dicho,-losj¡lpones no abonan sino medio pasaje, franqui-cia de que gozaránhasta que no excedan de 280.00-0. Actualme-nte, no alcanzan a 2.000.Del Japón a la Argentina, el pasaje exije un desembolso de más de$ 300.

En el trabajo, como he dicho, on rápidos. A pesar de que puededecir'e que están recién en el aprendizaje, realizan su tarea de cor-tar la 'caña (1.000 kilógramos) en algo menos de 8 horas.

¿ Estarán llamados los japoneses a substibuir a los indios chaque-ños ? Difícil es afirmado o negarlo. El eñor Misao Kudo, japonés,con ocho años do residencia en la Argentina, rne ha manifestado quepiensa realizar un nuevo ensayo en vasta escala trayendo niponesde F'ormosa y Okidabán, localidades en que la población se dedicacon preferenc.a al cu-ltiv-o de la 'caña.

En lo referente al r ultado de los hindús-i-los de la cabeza atada,como allí los llaman-ha ido malo. En Ia cosecha de 1912-1913,trabajaron hasta 400. HQy, no deben quedar sino unos 50 o 60. Sonflojos y sumamente andariegos, Van y vienen, sin radicarse defi-llitivamente, andando 'por todos los ingenio. En la estaciones ferro-viarias, se Ios ve en grupos, descalzos, excesivamente flacos. Se ali-mentan con menos de $ 0.20 por día, preparando una torta hecha deharina y de unas flor¿ amarillas que crecen entre los alfalfares.Viven en ranchos de zinc, in rnmjer s y in ningún contacto con lorestante de la población. Cuando recién llegaron, se les hizo un grangalpón. No han dado resultado ni en el trabajo de zafra ni en el demáqu'nas. S0 emplea a los que han quedado en la limpieza de má-quinas y ,en quemar ramas, Son sumament« ahorrativos y uno dee-llos, días antes de mi .llegada, cambió un billete de mil pesos. Las('ondiciones que el ingenio les hizo, eran buenas. A los cuatro añosse les daría un pasaje 'gratis .para regresar a la India. Por razones del'elig'ón, no 'CODeencarne de vaca. Se bañan con fr2'cue,nc'ia,pero nolavan SUI3 ropas .

Con estos elementos se ha querido ubstilmiral indio. Digamosahora que, conjuntamente con él, trabajan, además, los criollos y loschahuancos.

C¡.'iollos.-S(ln los criollos excelentes obreros no solo por su resis-tenCla para 1 t ba i bi , damtaci , 1 -l' Ee ra ajo sino tam ien por su a. aptación a e rma. 1

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número de Ios que trabajan en un ingenio, es sumamente variable.He podido notar, por las conversaciones que he tenido con los pasa-jerosde segunda clase del tren que me conducía, .,q~e en la ~poc.a dela zafra se opera, •.m Ia zona del azúcar, un rnovirniento de mlmg:,a-ciones semejante al que 0011rre, ouando las cosechas, en .la regióncereal. Estos oriollos de Salta, Jujuy, Catamarca y Santiago reeo-.rren Ias :provincias nombradas y viajan hasta Tucumán en busca delos mejores 'salarios. Es una desgracia, 'para ellos, que el costo ele-vado de los pasajes no les perrrrita ir hacia los lugares en que, porfalta de brazos suficientes o 'por cualquier otra razón, se abonanlos salarios más altos. Puede ealeularse en 500 el número aprroxima-do de los que traJbajahan en el ingenio durante mi estad~a. Se les dacasa. Págaseles $ 2 por tonelada de caña (1) y hay quien hace dosen el día. El salario se reduce en mucho porque el criollo es falta-dor al trabajo. He comprobado que abonan los solteros $ 5 porcada semana de p~nsión. Si. cal'culamos que este criollo tiene alfin del mes un ingreso de $ 60, (lo que no es difícil, calculand~ quefalte varios días y que en los restantes haga una tarea supe~'IOr a1.000 kilos) tendremos, que pagada la habitación y la. comida lequedará un saldo de $ 40 :por mes. Com? la ,zafra d~ra cinco mes~s,resultaría que el erio io podría, eoncluid a esta, retirnrse a su. p10-'vineia con un saldo efectivo. Rarísimos Han los que consiguenhacerla. La virtud del ahorro les es desconocida. Como peladores,por la larga práctica adquirida, son eximios ". C.on un golpe decuchillo arrojan por el aire a la caña hasta el SItIO exacto en que10s «culateros» o las zorritas Decauville irán a buscarla para con-.ducirl.a hasta el canchón del ingenio. .

Al estudiar la condición de nuestro criollo, vienen a: la melnor~a

1 ntos vertidos oor el señor Gobernador de 'I'ueumán (Mensajeos ·concex-- .o vL'V> x-- ~ ..,-ereando el Departamento Provincial del 'I'rabajo) y que dicen asi :

«P,ero la gran industria mediterránea tiene, al lado d~ es:tos he-chos materiales que se le refieren, la singularidad COnsIgUIe~te a.'Sus ex;ogencias propias, en cuanto al trabajo humano que .l,a snrve :.desde luego, da lugar a formas peculiares de con0er:traCIOn} deej,erc:..ciodel miSl11;O,que deben el' atendidas en el carácter rebIOnal

'en que se :presentan. .L t d·;' industrial ha lozrado formar en nuestro pueblo una, a ra lc.on l L" '" • •

ruptitud colectiva para las labores -que le conmernen, que hace casi

entendido que, después de mi visita de inspección, el precio de la(1) Tengo

-tonelada fué elevado a $ 2.50.

POBLACIÓN DEL INGENIO 17

insw:;tituible el brazo del obrero criollo. Esta aptitud colectiva para&~ cultivo de la caña, como para 'el trabajo en las fábricas, que creaun medio social habituado y fácil, es por sí s-olouna fuerza económicaque puede compensar en la zona subtropieal, de acceso difícil alinmigrante, hasta las desventajas de la situación geográfica con rela-c:ón a otros puntos más avanzados qua pueden aparecer como demejores condiciones olimatéricas, pero de recursos insuficientes parl:f-utilizarlos.

TeneUllOsasí, que la base de nuestro trabajo agrícola-industcial,es el obrero criollo, con el sistema de concentración que lo ha aeos-tumibradoa vivir en los ingenios y en las fincas agrícolas, en hab.-taciones proporcionadas p-or los patrones o jefes de em:presas, de losque dependen en el mantenimiento de las condiciones de la alimen-taoión, así como en la aceptación de un régimen disciplinario quellega a comprender no solo el orden del trabajo mismo, sino tambiénen el que cierta forma reglamenta hasta su vida de fanuilia. Tan com-pleja situación no :puooe er indiferente para el Estado , :pues vienea afectar tanto al 'b:IC'll€lStarde la clase trabajadora como a su por-venir material y moral, como al vigor de la raza nnisma, por cuantosuscita problemas referentes a la salud pública y privada, a la educa-ción de los hijos y a otros aspectos esenciales que le coneiernen, nomenos importantes.»

Cha.ht~ancos.-Son 1100 ehahuancos los obreros indígenas traídos deBolivia. En Ja actualidad no es menester realizar ningún esfuerzopara fomentar la inmigración. Vienen solos. Creo, además, que encaso de que fueran a buscarlos. el gobierno boliviano exige un depó-sito de $ 500 por cada chahuanco, Amnque son indios, parecen cons-tituir la aristocracia o la clase privilegiada de los autóctonos, Cuan-do están 'bien vestidos, fá-cil es eonf'undirlos con los regionales. Capa-taoes de cañaverales y jefes de máquinas, complácense en recono-cerles gran Inteligencia, resistencia y adaptabilidad para el trabajo.Como defecto d(jll}linant~ ¡pooeen el aleohilismo llevado a un gradoextremo. Sus rnujere ,-las cuñas,-les acompañan de buen grado ensus libacicnes. El lunes y el martes suelen faltar al trabajo, descan-sando la borrachera dominical. Sus mujeres Son limpias. Llevan. conelegancia el clásico tipoy de color púrpura o morado. Trabajan comoOPerarios en la fábrica y en los tablones pelando la caña, Cuando lazafra tenmina, el chahuanco no se ausenta. Generalmente se quedauno, dos y tres años' antes de regresar nuevamente a Bolivia.Durante este tiempo se los emplea en trabajos de desmonte y enaporcar y desaparear la caña. Fueron antes, en número, los queen mayor proporción estaban. Hoy han disminuí do un poco.

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]8 BOLETÍN DEL DEPARTAiliEX'fO :'¡ACIO~AL DEL TRAB.\JO

Personal de las fábricas azucareras en la Provincia de Tucumán, que trabajódurante la zafra y cuota de seguros pagada por accidentes de trabajoen 1913.

1Número de personas que trabaja- § o

I ron en los ingenios azucareros e '0:lfJ.D

Idurante el año 1913 o «l~ :;..,~..,

Nomina Argentinos I Extranjeros I>J:!~Q) Q) ~00 ""Ci "--

de 1 100 I 100 I I~001 I~(J)

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I~ -o !:: re:; IQ ro Q~Z z Z 8~

Jng. Arnalia. 220 - 3 - 70 - - - 1.200» Aguilares . 130 - - - 25 - -- - 1.200» Bella. Vista. 550 20 10 - 30 - _ .. - 3.000» Cruz Alta. 162 23 - - 7 2 - - 962» Corona. 371 22 - - 12 - - - -» Concepción. 580 42 22 - 60 25 - - -;y Esperanza. 315 15 5 - 26 - - - 1.500» La Trinidad. 365 20 - - 10 - - - -» La Florida. 386 10 2 - 40 - 2 - -» La Providencia. 137 4 - -- 4 - - - -» Luján. 250 10 - - ~ - - - 1.600» La Invernadá. 68 - - - 1 - - - -» Lastenia. 5001 - 20 - 100 - 20 - -» Los Ralos. 222 26 - - 55 - - .- 1.276» Manantial. 136 - 2 - 20 - - - 1.022» Mercedes. 165 3 - - 40 - - - 1.375.50» Nueva Bav. 276 - 8 - 7 - - - -» Sta. Bárbara. 140 - - - 4 - - - -» San Juan. 290 - 5 - 15 - - - 1.000» Sta. Ana. 800 70 20 - 60 10 - - -» S. Antonio. 160 3 2 - 20 . 2 - - -» S. Miguel. 275 - - - 7 - - - -» S. Andrés. 301 - - - 25 - - - -» S. Pablo. 80 - - - 40 - - - 4.250» S. José. - 148 5

-21- 40 5 - - 2.158.50

» Sta. Rosa. 89 - - 1 - - - -» ·Sta. Lucía. 185 - - 15 - - - 1.000

-- -- - -- - -- -

Total. .7.205 27~II01 - 734 44 22 - 21.544

7.579 I 8.000

15.579

POBLACIÓN DEL IXGEXIO 19

Ganan, con poca diferencia, lo que el obrero cristiano. Impreviso-'es invierten en alcohol el mayor porcentaje de sus salarios.

1 .,Tales son los diversos componentes étnicos del ingenio. Oreo que

para cOillplemie'lltarestas explicaciones se hace neeesaeio agregarlos datos relacionados con 'el per onal de fábrica y 'el porcentajediario de los indios .que concurren <al trabajo, tópicos que seránmateria de capítulos próximos. Entre tanto, para cerrar el presenteconviene indicar la población obrera que trabaja en los ingenios denuestra zona azucarera, Loa datos que siguen se refieren al año 1913.

Provincia de Salta

Un ingenio con. . . 400 obreros

Provincia de Jujuy

Ingenio número 1.

» » 2.» » 3.

800 obreros6.164 »5.150 »

Totales generales

En 'I'ueumán .En SaltaEn Jujuy

15.579400

12.114

Total general. 28.093

Las cifras que anteceden deben tomarse como los mínimos del per-sonal que Ia industria azucarera de las provincias del Norte empleadurante la época de la zafra. Los que se ;efieren a la Provincia deTU<'U'mánhan ido transcriptos de su último censo y, como loaleyendalo advierte, sólo corresponden al personal de fábrica que no consti-tuYe, como se sabe, sino una parte del personal que los ingeniosocupan.

En lo 'que se refiere al trabajo del indígena, bueno es dejar cons-tancia de que en la actualidad sólo se lo emplea en tres de los treinta~ tres ingeníos que trabajan, La industria de 'I'ueumán y la de Saltaa 'PresCIndido del indio que solo trabaja en dos' ingenios de Jujuy y

en uno del Chaco. Las informaciones que he recogido, me permiten~up~ner que, antes de unipar de años, los Ingenios de Jujuy traba-J3Jran 'Pres . di d d . ,cm ten o el indígena.

\

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l'

Reclutamiento y transporte del indiodesde el Chaco hasta el ingenio.

Creo que este informe será el primero en que se indique Ia formaen que se lleva a cabo el reclutamiento de los indígenas. El indiono va e,spontáneamente al 'ingenio. Es menester ir a buscarlo enel corazón mismo de la se.va, donde ha levantado. sus inestable stoldos. Algunos, por excepción, vienen solos pero en numero tanreducido que no vale la pena tomarlos en cuenta. Los ingenios,como he dicho, organizan expediciones anuales. Demás está decirque J'a vida de estos expedicionarios-e-conocidos en el Chaco conel ~ombl'e de «saoadores de indioss-c-corcen serios peligros. Eneste año pasado, el capátaz Mena y nueve de sus peones-expedi-ción del ingenio «La Esperanza»-fueron asesinados en una tol-dería de tobas. El único obreviviente de la tragedia, trajo algunosdetalles. Mena había dado a los indios todo lo que llevaba :tab8JCo,víveres, pilchas, dinero. La indiada, que accedió a marchar conMena al ingenio, mostrábase inquieta. Mena, receloso, ordenó asu gente que no durmiera. Pasaeon la noche en vela con el win-chester en la mano. Al día siguiente, los recelos del capataz seconvirtieron en seguridades de asalto. En la toldería faltaban lasmujeres, signo inequívoco que precede y anuncia la preparaciónde un golpe de parte de Ia indiada. Aquella segunda noche, debía,también, pasarse ven vela. Pero, al llegar la madrugada el sueñovenció a los centineias. Los indios, entonces, 10's despedazaron.Los cadáveres fueron 'qUJem8Jdosluego. Sigue siendo una incógnitala razón que los indios tuvieron para producir aquella tragedia.

Todos los años, a principios de diciembre, organízanse los pre-parativos de la expedición . .A!. fines de diciembre, la expedición sepone en marcha. Hasta hace dos años, el ingenio «La Esperanza»y el ingenio «Ledesma», enviaban, por separado, sus expedicio-nes. Ahol'a, de las dos se hace una sola, ahorrándose así en los

Lgastos y evitando la competencia en forma de mejores regalos.a ex d'" 1pe 1C10n que trajo los indios ocupados en la zafra actua,

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22 BOLETíN DEL DEP.\RTAMENTO NACIONAL DEL TRAB.\JO

·ali~. el 29 ~e diciem~r~ del año 1913 y regresó el 24 c~ mayo delcorlle~te an? Necesitó, pues, cinco meses justos para llenar sucometId~. Entre capataces, mayordomos, peones y ayudantes,compol1las~ de u~os setenta hombres. Como medios de transporte,llevaron CIento cincuenta mulas, avaluada cada una de ellas enla suma de ciento cincuenta pesos. Nótese, pues, que solamente enel renglón «med.ios de. transporte», el capital empleado representóuna suma de ve~nte mil pe,sos. La expedición lleva cargueros perono carros. Alquilan estos ultimas que cobran $ 0.13 por el trans-p0.r:e de cada kilógramo de mercadería. Esta última, llevóse hasta«LImones» de la provincia de Salta. Es en Limones donde se esta-blece. cada .año, el campamento general de la expedición. Los librosde la adrninietración-c-que fueron puestos a mi dis .. ,. . ' poslclOn-mepermitieron saber que la mercadería transportada, excepciónhecha ~e 10'8 víveres, se componía de sombreros, camisetas, sacos,o.alzonclllos, chalecos, pantalones, bombachas, ponchos, géneros,tiradores, bramante, brin, pañuelos, rebozos, cuchillos, vainas, Iien-Z?S, frazadas, fajas, capotes de soldado (comprados a la Intenden-CIa .de Guer~'a), jabón, sal. coca (hay muchos indios «coqueros»),harma, serr:lllas, percales, bombasí, franela, coco, merino, lona,Ioneta. medias, «crea real» (para hacer las carpas), carpas hechas,palos, café, etc. E¡ cargo formulado por estas mercaderías era porla suma de $ 50.000. No todas se gastaron.

Limones, como antes dijera, es el campamento general. El gruesode la expedición, en efecto, se divide en Limones. Cada expediciónsale con un Tumbo determinado a buscar indios entre las tolderíasu?icadas dentro de su ector. La 'expedición a que me estoy refi-riendo, despachó las comisiones que paso a indicar.

La del Pilcomayo, salió de Limones el 12 de enero. Regresó enmarzo 1.0. Oomponíanla veinte hombres y veintitrés animales detransporte.

Da expedición del 'sur de Bermejo, hizo el recorrido que mediaentre Rivadavia y el kilómetro 620. Veinte hombres y treinta ani-males. Salió en enero 12. Regresó en 15 de mayo. Esta expediciónfué infortnnada. Gastó mucho dinero y empleó más de euatromeses sin conseguir otro contingente que el de cincuenta indios.

La expedición al norte del Bermejo, recorrió la zona compren-dida entre kilómetro 600 y Pozo Milagro. Salió el 14 de enero.Regresó -el 8 de mayo. Componíanla 20 hombres y treinta animalesde montado y tiro. Otra comisión fué a Colonia Rivadavia. Final-mente existe la comisión de inspección compuesta por los repre-

I

! II/i, I

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RECLu'rAMIEN~'O y 'l'RAXSPOR~'E DEL INDIO 23

sentantes de los ingenios. Esta expedición hizo más de 200 leguasde recorido, yendo hasta el Pileomayo. Salió 'el 16 de enero y'volvió el 5 de febrero. Estaba compuesta por seis hombres y ochoanimales. De Limones salió 'ellO de febrero y volvió el 20 demarzo. Recorrido, 200 leguas. Esta comisión de inspección fué laque hizo, en nombre de los ingenios, el contrato colectivo de tra-bajo con las autoridades ·mJilitares de la región, en representaciónde los indios.

Descripta 'la parte general, entramos ahora en la parte másintensiva Y detallada de la forma en que se opera. Quiero decirantes que los datos que paso a consignar me han sido suministra-dos por las mismas personas que fueron a traer a los indígenas.Algunos de ellos, han ido ocho 'años seguidos. El mérito y el valorde sus manifestaciones, en consecuencia, no admiten discusión.Debe agregar aún que .las cifras que apunto las he tornado de loslibros de Caja de la administración.

El secreto de la conquista del indio está len dar y no en prome-ter. Si en el año anterior los indios han sido mal tratados, no vol-verán al ingenio, por más promesas que se les hagan. He aquí,seguramente, la razón que el ingenio tiene más en' cuenta para des-pachar al indio contento y satisfecho. El tra:to que le dé en esteaño, significará su venida o no venida en el año próximo. Como elindio tiene 'el hábito de pedir, el ingenio ha adquirido, poco a poco,el de dar. Si no da, no hay indios. Que el indio pide, no hay duda.El inspector Vidal tuvo que darles un «gran convite» para poderhablar con ellos: Yo debí pagar un peso y cincuenta centavos res-pectivamente por cada conversación y media conversación. El quehabla es solo el lenguaraz; pero menester es extender el pago deun peso a cada uno de los treinta o cuarenta caciquillos que for-man el grupo.

Oada una de estas expediciones parciales, se orienta en el sen-tido de buscar tolderías. Cuando divisan un grupo de toldos, unode los peones se adelanta para conocer la tribu y el número desus componentes. Estos datos los consigue repartiendo algunosregalos. Con los datos. vuelve al jefe de la expedición, y la expedi-ción, toda junta; marcha hacia la toldería. Antes de entrar en con-versación, 'Se efectúa el convite. Consiste éste en ·el regalo de unnovi1' o para cada treinta individuos o de una vaca para cada vein-t;.cinco. E esta medida la que, además, se sigue en el futuro comotIpo de racionamiento en marcha. Después del conviite, éntrase,con mucha diplomacia, en los tratos preliminares del contrato,

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24 BOLETíN DEL DEPARTA:\IESTO XACJONAL DEL TRABAJO

~ábilmente el indio expone sus quejas, dando a entender que esteano, en vez de trabajar se quedará a descansar en los toldos. Loschicos, 'están cansados. Los viejos no quieren morir en el viaje.Ademlá.s un buen número de los caballos que el año anterior lesdieron en el ingenio, han muerto. Han muerto porque eran viejosy flacos.

Inician las conver aciones y después de un largo rato, el indio,-!era sabido-termina por manifestar que irá. Ha llegado el mo-m:ento de haeerIes 'el regalo que sella el pacto de compromiso. Re-partense entonces, manojos de tabaco fuerte. A cada indio (sol-dado) se les da dos. A los caciques, cuatro. Consumiéronse el añopasado en la expedición, 16.000 mazos de tabaco. Oada uno de elloati.ene 200 gramos. Sin incluir los fletes, cuesta cada mazo, al inge-mo, cuarenta y un centavos. La acepta:ción del tabaco, da al con-trato toda su validez. No hay contrato 'Sin tabaco ni hay tabacosin contrato.

Al reparto del tabaco-que el indio fuma 'con fruiceión, como sidesease emborracharse 'con el humo-c-eigue, inmediatamente el 1'8-

parto de dinero. En efectivo errtrégase a cada indio un peso o pesoy medio. A 'los caciques de segunda categoría, $ 2 o $ 3. A los capi-tanes, más. A las chinas, los viejos y los niños, algo hay que darles.Si cerca de la toldería existe un almacén, exigen un vale para laentrega de harina, sal y otros comestibles. Pregunté si les dabanalcohol y me contestaron que no. Agregan que era como medidade precaución. El indio, cuando bebe, es peligroso porque se ponefuera de sí.

De pués de todos esto regalos. usando siempre de diplomacia,es llegado el caso de interrogar al indígena preguntándole cualserá la fecha de su abandono del toldo poniéndose en marchahacia el ingenio. Su contestación es general. Irán después del car-naval. Pa:sa el carnaval, y no salen. Viene entonces un nuevo pe-dido de víveres y de regalos y dinero, a los capataces. Finalmente.eornprométense a marchar «para el año» fecha imprecisa y vaga.Los capataces, que han ·dado ya mucho, no tienen más remedioque perder tiempo para no perder al cliente. Por fin, un buen, día,la tribu dispone ponerse en marcha. Otro convite, Se queman losranchos y 'levantan todo. Ese día dan el primer paso de la largajornada que ha de conducirlos al ingenio.

Es el viaje, mezcla de alegría y de dolor: Alegría porque losindios comen hasta hartarse. Dolor, porque en el camino quedan,lflJUlertoso moribundos, los viejos y las viejas cargados más de

RECLU'fA:\f1ESTO y TRAXSFORTE DEL TXDIO 25

achaqueS que de años. A vanguardia, marchan los «punteros». Losindios que conservan los caballos-viejos y flacos por el mal cui-dado-que el año pasado les dieron en el ingenio al hacerse el«arreglo grande» (Iiquidaeión final de haberes al terminar la zafra)J11archan en ellos .sin Ilevar absolutamente nada. Síguenles descal-zas las desnudas chinas, más fuertes que los caballos que soportana los indios. Son ellas las bestias de 'Carga.. Teniendo toda la resis-tencia en la cabeza-a la manera de los bueyes-llevan suspendidade ella por 'medio de una cuerda de chagüa, la carpa y el ajuar,los botijos de barro para el agua, las pilchas y todo lo demás. Enbrazos, uno o dos chicos. Caminando a la par, los mayorcitos. Losindios de a pié llevan en la mano, el ~rco y la flecha y el cuchillocon el que van «mielando», esto es, sacando de los árboles los «ca-maehuis> que las avejas silvestres llenan de miel. A retaguardia,distanciados, los viejos y las viejas. De vez en cuando, de la pe-queña columna en marcha, escápanse unos gritos que aunque pa-recen de alegría, son de dolor. Es que los que pasan recuerdanque en ese sitio, el año pasado, dejaron 'Uno de los muertos queen vida perteneció a la toldería. La viuda o las viudas deben

. entonces llorar.L~ jornadas, cuando la indiada viene al ingenio, on pequeñas,

Sabe el indio que cada día tendrá su racionamiento. No se fatiga,pnes por llegar. ¿Para qué ~ En cambio, cuando del ingenio re-gresan a la toldería las marchas son rápidas. El racionamiento esescaso, y además, las echichar-ras» que cantan en los bosquesanuncian que los frutos del algarrobo se encuentran ya en sazón.Po]' el algarrobo, el indio abandonará todo. Su fruta le permiteproducir la bebida llamada «aloja». La aloja le permite borrache-ras diarias. Los dndios, pues, marchan de prisa. No sea el caso quelos que han quedado en el Chaco 'e coman toda la algarroba y nodejen nada 'Para los que vienen en viaje. La algarroba es quizás,lo úni,co que mueve la apatía del indio, y aún asimismo, sólo lamueve a medias. No es el indio, en efecto, quien va a buscarla. Esla china la encargada de traérsela. Lo más que él hace, es esperar.apacientemente. tirado de vientre en el suelo.

La columna. en marcha, hace sus altos, mucho antes de caer latarde. :\rientra el indio se tira a'l suelo, la china arma, ibien tiran-te, 1.0" flancos, la 'carpa de «crea real» , desmontable que los depositasdel lDgenio le venden a ocho pesos. Viene entonces el racionamientoal t'po antes indicado. De una vaca se acan las siguientes raciones:

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26 BOLETf)/ DEL DEP.\Rér.\~{E)/TO :'\AClOXAL DEL TRABAJO

2 piernas hacen. . . . .2 espaldas hacen. .2 costilIares hacen. .1 pecho hace. . . . .1 cabeza hace. . . .1 espinazo hace.1 cogote hace. . . . .

8 raciones6 »4- »2 »1 »3 »1 »

25 racones'I'otal de la vaca.

Si en vez de una vaca es un novillo, Ia división se opera así:

2 piernas hacen.2 espaldas hacen.2 costí llarss hacen.1 pecho hace. .1 cabeza hace. . .1 espinazo hace.1 cogote hace .

10 raciones8 »4 »2 »1 »4 »1 »

30 raciones'Total del novillo. .

. Adviéntess que el racionamieneo es excesivo EQ indio comería,sin embargo, mucho más. Su hambre no 'se sacia nunca y por másahíto que se encuentre puede 'seguir comiendo. El cuero de losanimales sacrificados pertenecen por derecho, al cacique. En elprimer boliche que a su paso encuentre lo venderá por cualquiersuma y para comprar cualquier cosa. Del animal no se pierdenada. Las «achuras» sirven de alimento a la legión de perrossarnosos que sigue a la expedición.

Los detalles son, sin duda, curiosos. El peón que acompaña algrupo tiene (fue distribuir íntegramente el animal en la formaindicada, Su deseo de quedarse para él, con un pedazo de carne,es irrealizable. El indio no toleraría que le mermasen su ración.Debe entonces eompr ársela, o lo que es más corriente, adquirir uncabrito o una gallina en las vivienda de los cristianos próximos.

Puedo asegurar, porque he tenido los comprobantes a [a vista,que la última expedición costó alrededor o algo más de $ 14.0.000.Entran en esta urna que-parecerá exorbitante a los que no pro-fundizan las pequeñas cosas-el crecido sueldo especial de los se-tenta expedicionario dnrante cinco meses largos, el valor de lasmercaderías que Ilevan en grandes cantidades al' eampamsntogeneral de Limones y el racionamiento, en la forma indicada. Loscomprobantes -de compra me hacen saber que. término medio, los

1;,II [,I'1Il

¡/i

RECLUTAMlEXTO y TRAXSPORTE DEL lXDlO 27

novillos cuestan de $ 75 a $ 80 Y de $ 55 a $ 60 las vacas. -La ex-pediciónde los «sacadores de indios» constituye además un buenpretexto para mucha gente. Es así que he tenido en mi mano cu-riosos comprobantes que justifican la entrega 'de dinero por hechosno menos curiosos. Un ·chaqueño cobró el importe de unas mulasque. según .dijo, habiale prestado a Mena, el capataz asesinado.Se las pagaron. Un juez de paz-e-cuyo nombre tengo anotado enmi libreta «ie apuntes-e-se pr entó la otro mayordomo rnanifestán-dole que entre los indios que Llevaba iban once que !te adeudaban$ 129.

El dilema pre entado por el ju-ez de paz era irreductible . o lepagaban 'los 129 $ o de dejaban los indios. La deuda se pagó. Noatino aún a explicarme cómo y por qué los desnudos indios deuna toldería podían deber suma tan elevada al juez de paz de lalocalidad. Otros comprobantes justifican el pago a un chaqueñode la suma de $ 10 por «pillar» una mula. Era una mula de la expe-dición que se ha escapado. Voluntariamente un vecino del Chacoha ido a buscarla, cobrando luego su trabajo.

Los grandes peligros de la columna en marcha están constitui-dos por la existencia de boliches. Al Ilegar a ellos la jornada seinterrumpe. Menester es hacer alto, y eornprarles 'por lo menos,harina.

Poco /3, poco, las diversas expediciones, en columnas convergen-tes, van llegando con más o menos diferencia de días, a Limones.Allí tiene lugar el gran convite, uno de euyos números está consti-tuido por el reparto de ropas, llevadas desde el ingenio al campa-mento general. Los indios descansan. Luego, en remesas parciales.son remitidos hasta el dngenio. En el ingenio, ubicados en lotes.

Tal es, a grandes trazos, la forma en que <:f :rec-lutamiento y con-ducción de indios se verifican. El capítulo, sin embargo, no estáconcluído. Algunos nuevos detalles darán mayor color a esta pá-gina, hasta hoy 'desconocida, y tan llena de interés. sin embargo.

Cuando los mayordomos se presentan a la toldería, cada caciquea egúrale que tiene mucho más de diez hombres. El mando obrediez hombres es lo que 'constituye la entidad cacique. Mientras laexpedición está en territorio extraño al ingenio, tiene que tran j.,

giro Acepta, raciona y regala como a caciques a un crecido númerode caci<lui1los que no tienen mando sino sobre cinco, cuatro, treso dos indios. Si como a tales no se 'les reconociera, Ia toldería novendría. He visto y leído detenidamente los partes. Veinticincocaciqnes y lenguaraz fueron admitido como tale trayendo solo

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28 BOLETí~ DEL DEPARTAME:\"TO XACIO:\"AL DEL TRABAJO

ciento veintidos soldados, A estar en la proporción (diez soldadospor cacique) los soldados deberían ser 240 y no 122.

Otro grupo (indios matacos) traían 52 jefes y solo 229 soldadosen vez -de los 520 que corre pondían, es decir, solo la mitad. Estegrupo recibió noventa animales como racionamiento desde el puu-to .de salida hasta Pichinal. Eran los que venían desde más lejos.Veinte leguas arriba del kilómetro 620. Un tercer grupo solo te-nía 51 indios para 11 jefes. Otro 12 jefes, para 48 soldados en vezde 120. Menos, pues, de la mitad. Finalmente, una toldería se pre-sentó haciendo revistar como caciques a 31 indios sobre un total.de 135 soldados. La expedición parcial que vino del sur de Ber-mejo 'condujo solo 40 indios tabas para 10 caciques. Fué una ex-pedición 'aesgI'aJciaJda porque los tabas se negaron este año a salir.La venida al ingenio de estos 40 indios y 10 caciques, costó de 12a 13 mil pesos. Insisto en afirmar que estos datos los he obtenidodespués de una prolija revisación de los libros que la administra-ción del ingenio puso a mi disposición. Agregando detalles anotoque lo chaqueños cobran a los de la expedición un determinadoprecio de pastaje diario por cada una de las 150 mulas a que anteshe hecho referencia.

Dícenme los expedicionarios, que de tres o cuatros años a estaparte, las dificultades y los gastos preséntanse en mayores pro-porciones. Antes, para los dos ingenios antes citados, traíansehasta 4.500 y 5.000 indios de trabajo (sin contar 100 chinas y lososacos o niños). Hoy, no vienen sino la mitad, a pesar de que losingenios se esfuerzan-por propio interés-en despachados lo.má contentos posible. No entro-s-por no penetrar al campo de laspuras conjeturas-a explicar el por qué. Como opinión puramentepersonal, indico la de que el indio viene al ingenio atraido, másque nada, 'Par ~Iaafición 13, la caña de azúcar. Si se le prometierangrandes salarios en cualquier otra clase de trabajo, pienso que noaceptaría. El salario, para el indio, es de una evidente relatividad,La extensión del salario responde a la existencia de las necesidadesfísicas, moral es e intelectuales. Desgraciadamente, el indio desco-noce las dos últimas y en cuanto a sus necesidades físicas, son bienreducidas. Ni necesita casa, n~ lecho, ni ropa. ¡, Qué puede d!ecirleel salario 1 Esta opinión, francamente pesimista respecto de laiucurable manera de ser del indígena, me permite sentar la supo-sición de que 10'8 ingenios tendrían todos los indios que quisieransi en vez del salario que hoy les abonan, parte en dinero efectivoy parte en mercaderías, les diesen alcohol y armas y municiones

11~I

RECLUTAMIENTO Y 'rR.~:\"SPORTE DEL IKDIO 29

de guerra. Si no trabaja para eso ¡, qué interés puede tener el indioen trabajad Tal vez el que antes he dicho: comer golosamentecaña de azúcar a discreción, hartarse de carne de vaca y de novi-llo y adquirir, después del «arreglo grande», un caballo que, buenoo malo, morirá poco después como con ecuencia del pésimo tratoa que lo someterá. Estas opiniones puramente personales, no coin-ciden con 1as que generalmente se vierten; y nadie se atreveráa verterlas, sin duda, una vez que el indígena dand~ los primerospasos en Ia senda de la <Civilización, deje de ser lo que es y merezcael título de obrero o ·de trabajador. Hoy, no lo es.

El presente capítulo puede ser terminado agregando que desdeLimones, en grupos parciales y a medida que van llegando, sedespruchian los indios al ingenio; y formulando un dnterrogante :con el dinero que a los ingenios cuesta el reclutamiento y trans-porte de 'la indiada ¡,no podrían traerse otros obreros ~

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"

Contrato reglamentario del trabajo delos indígenas en los ingenios de Jujuy.

El contrato celebrado entre las autoridades milrtan-es del' Chacoy los representantes de los ingenios, dice así:

({En el kilómetro 612 del río 'renco a los veintiocho días delmes de febrero de mil novecientos catorce, los suberiptos debida-mente autorizados: Jefe del regimiento 7,° ,de caballería de líneateniente coronel Marrano Alráoz de Lamadrid, en representacióndel señor Jefe de las fuerzas en operaciones en el Chaco, el señorH. Gifford Stow:er por el ingenio «La Esperanza», Leach's Ar-

, gentins States Ld, y el señor Ramón Outón por el ingenio «Le des-ma», Nueva Compañía Azucarera y Refinería Ledesma, y comotestigos de todo lo actuado los señores: Ingeniero Ferman Schach,el subcomisario de pojicía Fronteriza de Formosa-don Páb'10 'I'a-roni, el señor Harry Lass y como secretario de todo lo actuadoel capitán del regimiento 7.° de caballería de línea don RamónGalán, dejan constancia escrita en 'la presente actuación «contrato»de las condiciones por la que los ingenios representados sé com-prometen a conchabaea los indígenas de los territoriosde Formosay Chaco, Como asimismo a abonar los sueldos .en la cantidad yforma que en el presente contrato se detalla. Quedan tambiénestablecidas las condiciones que deben regir para la trata, marcha,paga, racionamientJo y licenciamiento del in dígena, corno su clasi-fi "caClOn en categorías según rango y edad. Igualmente se esta-'blece el horario de trabajo.

Formas y condiciones, las que, a continuación se pasan a deta-llar en artículos separados».

Artí'0ulo 1.o-El indígena 'para todos 10s efectos del conchaboen. los ingenios" queda clasificado en ocho 'categorías con el si-gUIente pago en cruda una :

1.a

categQría. Capitán grande o sea el cacique mayor que seconchabe 'POTIo menos con diez caciques menores y de los cuales

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32 BOLETíN DEL DEPARTA)iEXTO XACIOXAL DEL TRABAJO

es jefe, debe pagársele como sueldo mensu~l $ 65.00 sesenta ycinco pesos en efectivo, más $ 105.50 ciento cinco cincuenta enmerc~derías o sea un sueldo mensual total de ciento setenta pesoscon cincuenta centavos. '

2.a categoría. Cacique menor, jefe de diez soldados (indios)ganará como sueldo mensual $ 38.00 treinta y ocho en efectivomás $ 61.40 sesenta y un pesos cuarenta centavos en mercaderíaso ea un sueldo total mensual de $ 99.40 noventa y nueve con cua-renta centavos.

3.a categoría. Soldado o sea el indio mayor, ganará como sueldomensual $ 25.00 en efectivo más $ 31.80 treinta y uno y ochentaen mercaderías, es decir, un sueldo total mensual de $ 56.80 cin-cuenta y seis pesos con ochenta centavos.

4.a categoría. China o sea mujer mayor, ganará mensuaJmente$ 24.00 veintieuata-o pesos en efectivo más $ 23,60 veintitrés pesossesenta centavos .en mercaderías, es decir, un sueldo total mensualde $ 47.60 cuarenta y siete pesos con sesenta centavos.

5.a categoría. Pertenecen los muchachos y muchachas de trecea quince años ganarán el mismo sueldo y en igual forma que lasde categoría cuarta.

6.a categoría. Pertenecen los osacos o sea los muchaehos y mu-chachas de siete a trece años, quienes ganarán un "sueldo mensualde $ 12.50 doce pesos cincuenta centavos en efectivo más $ 10.00diez pesos en m ercaderías, es decir, un sueldo total mensual deveinte y dos pesos con cincuenta centavos,

7·.a categoría. Pertenece el lenguaraz del capitán grande y ga-nará el mismo sueldo pagado en igual detalle y forma que parala categoría La

8.a categoría. Pertenece el lenguaraz de cada cinco caciquesmenores y ganará el mismo sueldo en igual forma y detalle quelos de la 2.a categoría.

Ant, 2.0-En el cuadro número 1 adjunto. se detalla la formaen que Ios ingenios Ledesrna y La Esperanza, 'se conuprometen aefectuar la paga de sus sueldos al trabajador indígena clasificadosegún las categorías establecidas en el artículo uno,

Art. 3.0-El ahorro mensual en dinero y mercaderías indicadoen el cuadro número uno y acumulado en la partida especial, sólose Ies debe entregar al indígena, una vez que termine los trabajosde" ingenio para que fué conchabado, y para que responda alfin deseado, dichos ahorros le serán entregados el mismo día quefuesen a marehar tpor F. C. a las estaciones de dislocamiento.

COXTR"~TO REGL.\i\JEXTARlO DEl, TR.\B,~JO 33

Art. 4.0-Los ingenios Iredesma J' La Esperanza, por int'ermediolUlico de sus «depósitos almacenes», deben hacer entrega directaal indígena de la parte de 'su sueldo mensual que en mercaderíasle corresponda y que, a entera voluntad, el indígena desee ad-quirir, Igualmente los ingenios deben hacer entrega en merca-derías correspondientes a! lalhorro establecido paca cada indígena,entrega que ésta debe ser a amplia elección y para lo cual «enel arreglo grande» sus depósitos almacenes, deben estar provistosde prendas de vestir, abrigos, equipos, víveres, herramientas delabrauza, ganado de cría y silla con preferencia burrros y burras.

Art. 5.0-Como, el ahorro total en dinero establecido para cadacategoría tiene por objeto primordial que el indígena al llegar asus "hogares de regreso de sus trabajos tenga dinero con que aten-der sus necesidades de vida, durante el período de receso de lostrabajos de ingenios y especialmetne, motivar envidia en aquellosotros indígenas que carecen de "esos reeursos por no haber con-currido a 'los trabajos. Piara hacer efectivas esta-s ventajas los in-genios se comprometen a entregar al 'indígena, primeramente,el ahorro en mercaderías y después sus ahorros en efectivo, evi-

-tando en todo lo que en ellos dependa, el que los indios malgastenesos ahorros.

Art. 6.0-Para poder las tropas militares y autoridades civilesfiscalizar el estricto cumplimiento de las disposiciones prohibi-tivas del comercio directo con el indígena y especialmetne el queéstos sean explotados por los comerciantes del' tránsito y losambulantes, quienes aprovechando la ignorancia y vicios del in-dio les venden o cambian las prendas y otros efectos, con un lucroinícuo y llegando hasta venderles armas y pertrechos de guerra,los ingenios se comprometen a comunicar en carácter oficial, contreinta días de anticipación a~ señor jefe de las fuerzas en ope-raoiones en el Chaco, la f.echa en que ellos iniciarán' el licencia-miento de los indios, para que la citada autoridad, tome las pro-videncias pertinentes.

Art. 7,0-Los ingenios se comprometen a comunicar al señorjefe de las fuerzas en operaciones en etl Chaco, con treinta díasde anticipaJción la fecha de la salida de sus empleados a la reclutade indígena:s en los terr itorios del Chaco y Formosa.

Art. 8.0--.1;os ingenios se comprometen a conducir por inter-medio de sus empleados, a los indígenas contratados en su mar-c~a de ida y vuelta de 'las tolderías a los ingenios y a darles ellSlguiente racionamiento de marcha por hombre: para la marcha

3

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34 BOI,E'fiN DEL DEPAR'I'.DIE'<:TO NACJO:-':AL DEI, TR.\B.\JÚ

de ida al ingenio, diez kilo de carne por fracción de quince le-guas de recorrido, cincuenta centavos en efectivo por cada veinteleguas, más un kilo de harina por cada treinta leguas.

Para la marcha de regreso, cada hombre deberá recibir: diezkilos de carne por cada veinte leguas de marcha.

El racionamiento y dinero entregado para la marcha. de ida yvuelta no debe gravarse al sueldo del indígena en forma alguna.

.Art. 9.0-Los ingenios se comprometen en hacer vacunar a losindígenas al ingresar a sus propiedades, como también a no co-bnar el racionamiento del enfermo corno tampoco la asistenciamédica.

Art. ID.-Los ingenios se comprometen a que el trabajo del in-dígena jamás no exceda de ocho horas diarias.

El mes se cuenta por treinta días trabajados.Ar-t. n.-La superioridad, se reserva el derecho de enviar per-

sonal militar a los ingenios Ledesma y Esperanza, a los efectos:de fiscaliz-ar el trato qne en ellos se da al indígena como así, elextricto cumplimiento del presente contrato.

Siendo de un beneficio común los fines que con este contratose desea obtener, las fuerzas en operaciones en el Chaco, coope-rarán a su mejor éxito en la forma que la superioridad lo deter-mme.

Art. I2.-El presente contrato, se hace por cuadruplica do 3;

fin de que un ejemplar le sea entregado al señor jefe de las fuer-zas en operaciones en el Chaco, otro ejemplar al teniente coronel'don Mariano Aráoz de Lamadrid, como jefe del regimiento 7.° de'caballería de línea, otro ejemplar al representante del ingenio>«L desma» y el otro ejempílar al representante del ingenio «LaEsperanza». Constando el presente contrato de doce artículosescritos en diez folios útiles más un «Cuadro demostrativo» nú-mero uno y que corresponde al artjculo número 1 y va rubricado-como así cada uno de los folios de este contrato.

Se hace constar que la diferencia en el número de folios de Los:cuatro ejemplares de este contrato SOtO se produce por haber sido-escrito por distintas personas, mismas que actúan en él.

Leídos que fueron los cuatro ejemplares y estado en completaconformidad la firman y rubrican las partes actuantes en presen-cia de los testigos que firman. .

REGr,.\ME:-:'l'ARJO DEI, 'fRABAJO 115cúl':'fR.\'fO

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36 BOLETfx DEL DEPAR'l'Al\lEX'l'O XAClOXAL DEI. 'l'R.Ul.\JO

L t' ir: Sto~~1'.-Representante de «Leach 's Arge~tine EstatesP~~~l ~rf Compañía Azucarera y Refinería IJede nia, R, Outon=:de L je e ~e las fu~rzas en operaciones en el Chaco, Mariano A¡'áozt ti amad1'~d.-T<emente coronel jefe del C/7.-Fennall Scluicties :>g,o.-Pablo Ta1'oni, Sub-eomisarío.c-Ants mí. Román Galán'

capitán. . ,

Fundamentos del contrato que antecede,El teniente coronel Lamadrid explica, enla nota que a continuación se registra, losfundamentos de cada artículo del contrato

Presidencia Roca, marzo 16 de 1914.

Seí'íor jefe de las fuerzas de operaciones en el Chaco.-ResiJo,tencia,R,ecibido su radiograma número 46, cuyo tenor transcribo: «Resis-tencia, febrero 16 de 1914. Señor jefe C/7, RoCA.

Número 46. Vi to su radiograma 746 Creo anás acertado que ustedse traslade al kilómetro 612 directamente, a fin de entrevistarsecon el señor Stower y arreglar de la mejor manera posible la contra-tacione de indios que quieran trabajar, los que deberán ir en mayornúmero posible, haciendo entender bien a los que queden, que seránseveramente castigado lo ;(}¡ueproduzcan algún hecho delietuoso.Tanto a la ida como al eegreso debe usted llevar el número de tropaque sea conveniente, tratando de dejar ;r.eforzada y bien fuerte lapatrulla del capitán Galán. Deberá usted también tener al corrientea este comando de cualquier resolución que tome y de la' que lleguena convenir- con el señor Stower.» '

El día 17 de febrero a las la p. m,, me 1pllileen marcha de esteH~antonarrúento para el kilómetro 612, donde l1egué en la mañanadel día 22 del mismo rnes, juntamente con el señor Stower, quienlh de Limones me había anunciado que para ~e día llegaría al ki-lómetro 612.

Entrevistado el mismo día 2 con el señor Stower, adnaini 1iradordel conchabo de indios por el ingenio La Esperanza y con el sefiorAutón, del ingenio Ledesma, una vez de conféranaase él que si esta-han facultados para firmar un contrato por el cual se estipulasenlH~ condiciones, únicas por las (males 'P'Odrían conchabar los indíge-nas para los trabajo de ingenios y habiéndoles notificado mi debidaautoriz" .. acion de ese comando para formular en detalles las condI-CIones escritas del contrato a efectu~, les expresé, que el día 23 a

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38 BOLETíN DEL DEPAR'fAMEXTO XACIONAL DEL TRABAJO

las 6 p. m., tendríamos la primera reunión a los efectos de discutirlas bases del contrato a formular.

El mismo día 22, el 23 y 24 me fué necesario emplearlos en recibirlas quejas de los caciques, oirles us 'explicaciones como se les pagaba'en los ingooios, ver mluchas de las prendas que los indios me expre-saba~ haberlas recibido. de los ingenios como paga de su trabajo, yespecialmente, interpretar sus necesidades.

Debo hacer presenta, como ya lo comuniqué a ese comando en mi 'telegrama número 9, que solo me fué posible sin pasar a mediosviolentos, el hablar COtU los caciques préneipales de las tribus de losmatacos, ,pilles los tabas, desde los primeros días del mes de febrerohabían pr.onunciado su concentración al sur del Río Hermejito:desde las 'inmediaciones de Misiones, Nueva Pompsya hasta el surdel fortín Wames y que desde el principio de las n;vedades en elkilómetro 612, los éndios tabas solo habían llegado hasta el PaloHachado y 'las inffiledi'aciones del fortín Átb-enales, pues el Río Ber-mejito, desde sus nacientes hasta el fortín W:ilde, es el limite nortede Ia región por donde ellos merodean. Distanciados los indios tobasmás o menos 100 kilómetros del 612, no me fué posible tornar comu-nécación directa con sus caciques, dado que Ia mdsión de las tropasde este regimiento esiiabaconcretada por orden de ese comando aobrar en el kilómetro 61r2, sin fraceionarse.

Los indios matacos que merodeaban en la margen norte del RíoTeuco, desde el kilómetro 800 hasta el kilómetro '500 con más omenos alguna desconfianza propias de su modo de ser, concunrisronsus caciques mayores y caciques a [a eitaoión que les había dado enel kilómetro 612.

N'Ü obstante que la dificultad mayor, tropezaba por la cuestiónintérprete, me fué posible tomar nota detallada de sus quejas, recla-mos y pretensiones. Detalles éstos que los puntualizaré pOT notaseparada.

Enterado ya de lOS menores detalles y visto que ese comandohabía aceptado las líneas generales de los oontratos,que ya con fecha9 de febrero había formulado y transmitido en formas de directivasal capitán Galán, tomé como base esa, mi primer idea, y fo'rmuléel contrato, que en la reunión definitiva del día 25 fué discutido porlos representantes de los ingenios, pero en conclusión aceptado entodas sus partes y con plena conformidad. '

Los distintos artículos del referido contrato fueron disootidospor separado y en algunos de ellos fué necesario obtener aclaracionesy rectificaciones por parte de aquellos caciques que en las (lris,tintasconferencias con ellos me habían denotado mayor inteligencia. El

FU:\'DA MEWfOS DEL (O:\'TRA'l'O QUE AN'fECEDE

t ato adJ',unto formulado por ouadruplieado consta de doce artícu-con r .orres.pondiendo al artículo número 2 un cuadro demostrativolos, c

le detalla la forma en que debe efectuarse la paga de los ueldosqr horros. Como introducción e citan las partes actuantes que debenYfa ular el contrato, desógrración de testigos sin impedimento deorm . ifi , ,ley, como así la designación de un -e~reta,r:o y se especi reo en sm-

. las condiciones por las que los ingeruos representados se com-te-IS, erometen a conchabar a los ,indígenas.

p El artículo número 1, clasifica el indígena en eeis categorías y endos a los lengruaraC'es. ,

Esto fué 'ind::;:pensable, puesto que solo en el presente 03180, ereinecesmrio mantener Ia autoridad del rango «cacique» quien, con lapaga que se le ha obtenido, siempre tra~ará de 'pre.;;'I~lIt¡;rOea los tr~.bajos de ingenio con 'el número de cac:ques e indios que se ha esti-pulado sea nee esari o para gozar de ese sueldo y que con toda deten-ción les fué eXfllLcado.

Se estableció una paga especial para el cacique menor, con el ob-jeto de que, estimulado en esa forma, también eoneurran a los tra-bajos el mayor número posible de indios.

Al indio, como V. S. V'erá,e le obtuvo una paga mensual de pesos56.80 moneda .nacion al, de los cuales, pesos 25 son en efectivo ypesos 31.80 en mercaderías.

Para la china o sea la mujer de trabajo, se obtuvo la paga mensualde pesos 40.60 moneda nacional, de los cuales pesos 24 son en mer-caderías.

Especialmente insistí en este punto y exigí a toda costa, tanbuena paga, para la eh-na, porque la pobre a pesar de ser tan buena,o mejor trabajadora que el indio, corre 'con todos los trabajos delhogar y ella 'es la que más quejosa estaba, pues,en los viajes de iday vuelta a los ingenios, conduce suspendido de la cabeza un pesono menor de cincuenta kilos, compuesto ese bulto por los distintos,accesorios que constituye su alojamiento, bienes y alimentos, fueradel hijo, que no puede marchar y que no entra en este peso.

Para los menores de edad, formulé dos eategorías, la 5.a y la 6.a,

porque los representantes de los ingenios,no aceptaban estableceruna categoría única, tomando la menoría de edad para los de ambossexos de ocho a diez y ocho 'años y porque bajo ningún punto devil'ta era posible dejar de 'estillllular en forma eficaz al menor de 7a 18 años, para ver, i habilitándolo desde esa edad a obtener unfruto pecuniario por su trabajo, modifica los hábitos innatos de sur~za, y al llegar a la mayoría de edad, se amolda al trabajo conven-Clelode su beneficios. ••

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40 BOLETÍX DEL DEPART.UIEXTO XAClO:<1AL DEL TR.\B.\JO

Además, teniendo presente, que en 'el indígena la familia estác~mstituída por un indio mayor, dos mujeres por lo menos y casisiempre de dos a cuatro menores y como el amor al hijo tan carac-terísticamente expresado en caso' eventuales, es un acto irracional,pue- el hábito sui qéneris de estos indígenas, que en el toldo cadacual come lo que tiene, pues he pod.do presenciar al haeerles variosob equios de akrnentos, que el padre o la madre, no ob tante suaparente cariño, 'el tener dos galletas en una mano y estar comiendootra, le quitaba a u hijo la que él llegaba comiendo a su lado mo-. 'tivos todos estos por los cuales persistí en la paga del menor. clasi-ficados en dos categorías. Siendo hábito en lo indios, que para todasu intervención con los cr: tianos, el que el cacique mayor tenga sulenguaraz y que los otros caciques menores tengan los suyos, fuénecesrurio definir el rango 'de cada lenguaraz y obtener éste 'una muybuena .paga para que, como tratándose de indiv.duos que hablannuestro idioma por haber estado muchos años entre gente y siendopor lo general hombres conscientes de todos sus. actoe y muchos deellos indígenas immlados, pueda la justicia obrac con todo rigorsobre estos individuos sui qéneris, pues iéndoles bien recompensadosu trabajo, jamás les será perdonado eludan concurrir a ellos o haganpropaganda contraria al mismo.

El artículo 2.° trata en detalle de cómo los ingenios Ledesma yEsperanza, quedan comprometidos a efectuar la paga al :.ndígena ensus 8 categorías, paga la cual queda perfectamente definida, cuantoes lo que debe .p·agársele en efectivo y <manto en mercaderías.

Los representantes de los ingenios rechazaron con argumentos muyrazonables, dado el carácter del indio, el darles el rancho ya pre- .parado.

El que suscribe, prefirió que el racionamiento se diera 'en efectivo.para .que el indígena adqu.eiese 100 alimentos que fuesen de s~·agrado sin imposición de -ela e ni condiciones.

Un simple 'examen demostrativo del cuadro número 1, pondría aV. S., de manifiesto los distintos detalles y paga parciales que connombre de especiales ya está aecstumbrado a recibirlos y para sumejor estímulo y que puedan adquirir los efectos que fueran de suagrado, obtuve que el sobre sueldo, si así se puede llamar a la .grati-ficaciónpor los seis días trabajados, se le diese eJn efectivo.

Igualmente se establece otra recompensa con el nombre de boni-ficación par los treinta días de trabajo, independiente del e tí muloestablecido para los sei día. No me fué posible obtener que losingenios <DOcobrasen al indígena el consumo personal y diario quehace de caña e[ indio, pues no dejará V. S. de comprender el que el

FUXD.\ME)¡TOS DEI. CO:-;TRA'IO QUE _\:<1TECEDE 4J

. Ii ena en su faena esté continua:mente masticando caña y quelDC 19 . d - 1. ello elige la mejor que tiene a mano y que, e esa cana so opala . .' .:l.: •aprovecha el trozo más nutritivo, deJando como desper~clO susextremos. Además de esto, es hábito ya difícil de remedl~rlo queal retirarse de SU trabajo diaeio el ,indígena se lleva dos canas, cos-

bre ésta la que habiéndome expresado los repr eJntantes de lostUlll' 1 1 . di . tingenios la imiposibiiidad de que dejen de h3lOO1' o os III 100; m -en-c;onalmente les propuse a varios indígenas, que en "',ez de H<elVarse

dos cañas se les dacía un poco de maíz u obro artículo, a lo queesas , f"manifetstaron la más completa di13conformidad, pues, egun m in-formado, con esas cañas elegi das , -elloseill us told.os. reunen to~~ lasacada y por medios primitivos obtienen un .prempltado alcohólico.

Expresamente queda tipu1ado .un anticipo ,en, mercaderías adebitar~ según cantidad expresada en el cuadro numer? 1, y ellolo es, para que el indígena pueda obtener prendas de vestir antes de

llegar al ingoenio. .Dado 'el carácter deseontento Y des,confiado del indígena, ha sido

necesario mantener lo que ellos llamaban regalo y que in alusi.óJ?,ni prejuicio, puedo expresar a.V. S., que venía a constituir la única

paga del -indio. ..'Como de un pricipio, y una vez salvadas- las resIstenCIas por parte

de los ingenios al aJUlffientode la paga, me dí cuenta de lo que men-ualmente había obtenido para cada categoría, les ba taba y sobraba

para atender sus necesidades, mientras estuviesen, en tr~baj,os ydado que no había sido po:,¿ble pretender tener rseluido al indígenapara que no malgastase u dinero, les formulé un a~orro acumula-tivo el cual ha sido constituído príncspalmente con dmeros 'en efec-tivo' que recibe y partes de las mercaderías. CO'IlliOV. ? verá, se leha establecido un muy buen ahorro en dinero po-r los cinco meses detrabajo y más que suficiente cantidad a recibir en mercaderías, H~-gando así a obtener un ahorro total que .el examen del cuadro nu-mero 1 lo pone de manifiesto. .

El artículo 3.0 Io motivé especialmente para garantir se efectuasetal ahonro y .e:;pecialmente se determína en él que la paga final debehacerse prinierannente el saldo de las mercadería:s que le correspondey después recién sus ahorros en dinero, -esto lofué pam evitar queel indígena al verse con dinero lo mIaJ1gas,tas,eh~ciend:o compras ~ea,t'tíeulos que después tendría que oreci:bjr de la ID] rna clase al iPeIl'Cl-bit' el saldo en mercaderí-as. .

Hacer entrega al indítena de una parte de SlU uoldo en merca-derías, comprometidos como quedan los ingenios a entregada a en-tera eleceión del indígena, de us propios «Depósitos-almacenes» y

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42BOLEl'f~ DEL DEPARl'.I.MS~TO XACIONAL DEL l'R.I.B"I.JO

d..e.las clases estipuladas en este m.ismo contrato, será siemprs bene-~lCI?S?para. e~indígena, pues obtener toda u paga en dinero para unmdlvlduo VICIOSO.por ex'cehmcia y que SU único anhelo es obtener un.arma de f . ., .

. . ue~o y mnmeion de guerra, he considerado convenienteevitar dlSipuSIese de tanto dinero, el 'que vendría a motivar unaumento al comercio furtivo de armas con el indígena, el que ambosl'epresentantes de los ingenios me han expresado, que comerciantesturcos de fa provincia de Salta Io efectúan anualmente a toda costa

El 3J~tí.culo4.° detalla la forma en que los ingenios quedan com~~rometJd{)s a entrega,r directamenteeHos por medio de sus «Depó-sItos-alm~ce~'es»,. las ~rca:c1erías qme deben entregarse 'al indígena,pues, E?e mi objeto prImordial af evitar los titulados «habilitados»,comerC1~n~es 'que se establecen a ínmedaeionae de todos aquellosestableClllll'entos que dan trabaj o al l·n·dl'gena y q e el' .u orno e mgenioLa: ~alma:s, no s~n más iqus simples empleados del e' tablecimientoy. urucos que reciben los pagos 'en bonos y entonces, esos mismosdme~os vuel;Tell a su otl':gen de salida, Igualmente queda esta;blec:doe~ dicho artículo, el que en sus «Depó:s.itos-allIljUeenes» de cada inge-

J ~1O.~.eben p~ove'€il'separ~ la venta al indígena de prendas de vestir,a:br:oos, eqUl~Os, herramaentas de labranza, víveres, ganado de críay silla, espeeialmsnta burros y burras.

He puntualizado con preferencia el detalle de burros y burrasporque es, el ganado 'que más ressts al tan mal cuidado que el :ndí~g~na le da y porque es el .más apto para que en sus viajes a los inge-mas lo c~rguen las chinas con todo su pesado equipo de viajs.

~l arÍlculo 5.° fué expresamente puesto para recalcar el fin queentiendo, deben Ias fuerzas nacionale3en su misión 'en esta fronteraal~anz3!r del indí~ena, es decir, el estrechar para cbligarlo, a qu~dejando tempo.rar:a'l1l'ente su vida nómade, concurra al trabajo para:

a) Pasar mejor alimentado y vestido unos cinco meses al año.b) Obte~elr e~ lo po~ihle una 'cantidad de dinero con que pasar el

r~sto del ano, sin acudir al robo de hacienda a los pobladores y espe-eialmenta rpor~ue .el número tan elevado de indigenas que merodean.~ .ambos territorios, (50.000) según datos fidedignos, jamás podránvrv.r ~e las rrquezas natJur.ales de estos t·er.ritorim, pues toda aquellazona rica en recursos de VIda, es la que tiene agua potable y en ellaes la ,~ue el poblador g·anadero busca con pref'€lrencia y que, comohe podido 'constatar, el. varonil saiteño, desde la precordiUera, palmoa pah~Jo se lo ha :onqlUsta~o desde Ias nacientes del río Pücomayo ylos origene del rio Bermejo hasta el kilómetro 520 del río Teuco enambas .márgenes, y hasta el fortín Warnes en las márgenes del ríoBermajitn, es decir, unos een kilómetros al oeste de los citados ríosen el fortín Lav,alle.

FUl\DAMEl\TOS DEI, CONTRATO QUE Al\l'ECEDE 43

El artículo 6.° tiene por objeto rprimord:·al dos cosas. Una el cono-ómiento de vida y con toda anticipación, Ique las fuerzas militaresde stos territorios deben tener, de que ·a sus \S~ctores van a .volverlos indios que los habían llevado para coneurrrr a los brabajos ; elotro punto es el que puedan las tropas militares y que con sumafacilidad puedan hacerlo, evitar que los comerciantes ansbulantes<exploten al indígena con u tráfico .inicuo y les vendan armas de

guerra. . ..El artículo 7.° tiene por objeto dejar comprometidos a los mgemos

a que en lo sucesivo y con treinta días de anticipación, comuniquenal comando de las fuerzas en operaciones en 'el Chaco, para que ten-gan su debido <conocimiento, .que van a efectuar contratos 000. losindios que merodean en su sector y 'que directamente dependen delcomando.

(El artículo 8.°, Io motivó a los efectos, de que acompañados losindígenas por Los capataces de ingenios, se eviten en lo 'posible losrobos,que en sus viajes acostumbraban a hacer los indígenas y paraevitar que los indios excusen los daños, con el pretexto de que loshacían por no traer o no tener otra .cosa que comer. Y para confir-mar estos deseas ha quedado estipulado un racionamiento de marcha,más que suficiente para el indígena, racionamiento el cual obtuveno e gravase en forma alguna al indígena y ello queda expresamenteestablecido 'en el 'citado arti ulo.

El artículo 9.° Io formulé basado en razones humanitarias y espe-cialmente rpara evitar 'que el indígena, (individuo sucio y anti-higiénico) en sus viajes de ida y vuelta, al <cruzar las poblaciones,contamine al poblador con una de Ias enfermedades que tanto estra-gos hace en estos territorios: la viruela.

El artículo 10, 10 motivé 'expresamente ¡para que la superioridad,pueda fiscalizar el debido eumplinuiento de este contrato y el tratoque en el ingenio se dá al indígena, pues, para ello, queda expresadoen 'el citado artículo, que la superioridad se r8SeJI'Veel derecho deenviar personal rniditar a los ingenios Ledesrna y Esperanza a losefectos del la fiscalización ya expresada y que a nni opinión se haceindispensable para el mes de mayo y tan pronto avisen los ingenios'qme van a licenciar a los indígenas, 'a fiscalizar 'en 'el mes de marzola trata y paga parcial y en septiembre loapaga final y entrega deahorros.

En la última parte del citado aa-tículo,' creí un deber no detallarla cooperación 'que darían las fuerzas militares, no ob&t~nte .lasreiteradas exigencias de parte de los representantes de mgemos,cual sería esa cooperación y solo me concreté, como lo expresa la

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44 BOLETíN DEL DEPARTAMENTO NACIONAL DEL 'fRABAJO

• ¡

let~~ de la"citada parte del ar'tíenlo, a dejar constancia que esa ccope-raeion seria en la forma que Ia autoridad determinara.

El artículo trwta simplemente de detalles de forma para dar todo-el valor legal al contrato estipulado y el cual al er firmado por-las partes actuantes, dieron fe de la Iegalidad de las firmas lQStres vecinos más caracterizados de aquellos lugares. '

Esperando que el ip'resente contrato satisfaga las necesidades delmejor servicio enoomendado al comando de las fuerzas en operacio-nes en el Ohaco, al elevar el contrato adjunto, doy cuenta a V. S., dehab.er cumplimentado su orden de formular con los representantssde ingenios, las condiciones por las cuales se efectuaría el conchabodel i'lldí,gell'a.

Dios guarde a Y. S.

! I¡

I

ti

Ñ1'ARIANO ARÁoz DE LAMADRID.

Teniente Coronel Jefe.

Vivienda del indio.-Su trabajo.-Pagadiaria para racionamiento.

'renemos ya al indio en el ingenio. Ha llegado a él realizando,en etapas no fatigantes, una marcha de muchas leguas. Difícil esdecir cuantos días ha demorado la indiada. Unos vienen desdemuy cerca. Casi 'la mitad de la indiada, según me han informado,se recluta y consigue sin salir o saliendo apenas de la misma pro-vincia de Salta. Los más, pues, están cerca. Son los menos los quetienen que realizar un trayecto cuyo equivalente en días de mar-cha significa un mes o un mes y medio,

Sin mayores muestras de alegría, indiferentes a todo, penetranfinalmente a la vasta extensión del ingenio, sin exteriorizar ni porcasualidad un solo asomo de curiosidad. En el ingenio se los dis-tribuye. Divídese el ingenio, en efecto, en cinco grandes lotes quellevan los nombres de Hacienda, Ploreneia, Prediliana, Paulinay Cañitas. Cada uno de estos lotes constituyen a manera de unapoblación relativamente separada de la administración centralbien que 'hg.aJda a ella por teléfonos y trenes sistema Decauville,Cada lote divídese en secciones y cada sección subdivídese entablas. Un administrador general está a cargo de cada lote. Estoslotes, tienen contabilidad descentralizada. Los domingos por latarde en Ia administración central y presidida por el administra-dor general, celebran reunión todos las administradores de lotes.Cambian idea sobre la forma en que se está verificando el tra-bajo de la zafra, los inconvenientes con que tropiezan y el mejormedio de subsanarlos. Pienso que estas conferencias son de im-portancia en lo que respecta ,a la adopción de procedimientos' yaque quienes las verifican se encuentran completamente al corrientede las necesidades del obrero cristiano o indígena por hallarse enContaJ0to con él, desde Ia mañana' a la tandeo Volviendo a losindios diré que solo existen, distribuidos, en los tres primeroslotes mencionados. En su distribución, menester es tener un pocode diplomacia para tener lejados a los 'sujetos' de tribus que,

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BOLETí:\f DEL DEPART.\~l!i::\fTO ~ACIONAL DEL 'l'RAB.\JO

rivales entre sí dentro de lo que podríamos llamar el orden in-terno, se unen para la defensa de 'sus intereses ante el ataque delos cristianos.

Dentro del lote, se les designa el útio que han de ocupar, nimuy cerca ni muy lejos de las casas y poblaciones del restante-personal que en el ingenio vive. Demarcados los límites de latolderia, en pocas horas, en el mismo día de la llegada, el indiolevanta sus toldos. Al decir el indio, digo mal. Esta 'operaciónestá a cargo de la china que ha venido a pie y cargada durantetodos los días de la marcha. Al llegar, el indio descansa' en elsuelo. La china trae ramas que convierte en varas y varias bra-zadas de yuyos. Con una habilidad sorprendente, hace con lasvaras el armazón de la choza. Luego 0010ca encima yuyos y ra-mas. La vivienda es ovalada muy semejante en su forma a las.que, con nieve, hacen los esquimales. Tienen una abertura a ma-nera de puerta, pero, tan baja, que para penetrar en ellas esmenester arrastrarse. Las viviendas se agrupan con una relativa.simetría, de tal manera que dejan entre sí espacios libres quesimulan ser calles. Este conjunto de viviendas, constituye la tol-dería. El mal olor que despide, la denuncia desde una respetabledistancia. Muchos siglos atrás, debieron ser exactamente comohoy on, salvo una diferencia: da que en medio de los toldos deramas antes descriptos suelen verse carpas de lonas, perfecta-mente armadas, con sus flancos bien tirantes a fin de que el aguacorría por ellos sin !penetl'rur en' eJl interior. El ingenio les vendeestas carpas a ocho !pesos. Cuando la tribu viene en marcha desdeel Chaco, en 'los aktos .que marcan 'el final .de cada jornada, no searnran toldos de ramas. Se levantan estas earpas de campaña.Su adopción, pues, marca el único adelanto que esas tribus hanadquir-ido en materia de edificación de vivienda.

El punto de la vivienda tiene, por otra parte, una importanciacapital. Creo 'seriamente clue una de las grandes razones que elingenio tiene para ,traer indígenas, reside en la ventaja que derivadel hecho de no tener que darles viviendas. Cuatro mil indígenasnecesitarían, por lo menos, un millar de habitaciones que, porrrnás baratas que fuesen signifdcarian siempre el empleo de uncapital muerto. La restante población del ingenio habita en vi-viendas que van desde el pequeño chalet que corresponde a losaltos empleados hasta la modesta casita de ladriilos,barro oadobe, con dos o tres habitaciones; y desde el primitivo rancho,-en las afueras, hasta la carpa o casilla de madera. Buenas y malas,

\']\'IEX/:JA DE·L IXDIO 47

el ingenio da gratuitamente viviendas a todo su personal, dato.este que es bueno tener en cuenta cuando hablemos de los sala.rios )'la que, como se sabe, en los centros urbanos el renglón al-qni~er . consume. u:'la buena parte de ellos. Cuando se reemplaceal indio por erustianos, el ingenio deberá preparar. mil viviendasA los himl.úes (de que ~e .hablado ya) se ['es hizo un gran galpón~Las tentativas de dar VIVIendas a los indios, han fracasado en la-forma más ruidosa. Se ensayó el caso con un cacique inteligente.después de ~laber venido diez años consecutivos al ingenio. Se 1;dió una casita. Inmediatamente, a poca distancia, Ievantó su tol-do y en, el toldo vivió. Sospe~ho que el indio no va al hospitalnada mas que porque el hospital es una casa. Dentro del told. o.caSI permanentemente, arde fuego en abundancia, ahumando lacarne de los indios. En el suelo, encuéntrase las pilehas. Sobre elsuelo duerme el indígena. Cuando más, coloca un poco de yuyoy de hojas secas a manera de colchón.

La toldería resulta pintoresca. Al pasar por ella, nótase diver-sos cuadros. Un buen número de indios y chinas, con ff vientresobre el suelo, tirados a lo ¡largo, tornan 'el soll a pesar del fu erte-calor ql~e reina. Un grupo d'e osacos (chieos) 'completamente des-nudos, Juegan alegremente. A la puerta de un toldo silenciosa-.mente, un indio devora un pedazo de carne. Algunas 'chinas bus-can ,leñ~. Sentados en el suelo, varios indios conversan, serios,gr~ves, .impenetrables, rodeados de sus inseparables perros. Ene; inter-ior de los toldos no están sino los viejos y los enfermos.Con escasa diferencia, este es 'el aspecto de todas las tolderías.L.a animación se produce cuando, concluída la tarea la indiadaVlene d lt d 1 - 1 ', e vue a e cana verai. En las noches de luna los machos.tomados de las manos, danzan una, especie de ronda catonga. .

.~. las cinco y media de la mañana, el «capataz de los indios»c1II'lJes 1 t id fi d ,.e a o' o a 131 e 'comenzar la prepararlos pan-a conducirlosal trabajo. He presenciado esta faena preliminar y confieso que-no es sencilla., La incurahle haraganería del indio sujiérele di-versos '. 'b' e ingenuos expedientes. Cuando no tiene deseos de tra-

laJar, circunstancia que le ocurre con harta fr-eeuencia escápase

( el told d 1 1 ' .'. . o cuan o ca cu a que es la hora en que el capataz ha de-vel1lr p • '1 O d láal e. tros, ec aranse enfermos. No falta (11Úen fran-call1ent . ba i . 'ea e y 8111a111ajes manifiesta que ese día no trabajará. E'l( ~~taz pide, ruega y da muestras de una visible paciencia ad-.jll1I'1c1 l" ••. ,~. a por a diaria repetición de esas escenas. Por fin entre-~elSy' '. _ '

sIete de Ia manana. ha consegu.do un contingente a los que,

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48 BOLETf~ DEL DEPAR'l'AME~,[O XAClO~AL DEl~ TRAB.\:O

conduce al trabajo. En el camino, hay todavía algunas deserciones,pero no muchas. Cuando el contingente está listo, drrijense a «lapelada», sitio donde se está cortando 'la caña, 'a!lgunos a pie, otros enzorras de trenes Decauville. En «la pelada», distribúyense lastareas. Los indios dejan en el suelo, al pie del surco, las pilchas.La medida de las tareas dentro de surcos de cien metros, hácesepor trancos. Cincuenta y cinco trancos igual a cincuenta metros.Igual, en consecuencia, a medio surco.

No es exajerado decir que a las ocho de la mañana hay indiosque todavía no han comenzado a trabajar. Los primeros mache-tazas que dan, por otra parte, derniban cañas destinadas a sercomidas en el mismo lugar del trabajo, El indígena es un golosoincansable. Es, además un goloso gastador. Elije la mejor cañay de ella solo come uno o dos canutos, los más ricos, los que cons-tituyen el corazón. Los <restantes, los desperdicia, El indio mascacaña continuamente. Cuando se retira del trabajo, tiene derechode llevar a!l toldo una caña. Lleva, naturalmente, la mejor queencuentra, de cuatro 'a cinco kilógramos de peso y en su «yica»o bolsa de víveres varios canutos sueltos. Por la noche, sueledirijirse a los caíiaverales para robar caña, circunstancia, éstaque obliga a Ias empresas a tener serenos y vigilantes cuidando lostablones. No sé si el cálcu'o es exagerado pero lo anoto. En laadministración se me ha idicho que estiman en 20.000 bolsas deazúcar el equivalente de la caña que el indio consume y desper-dicia. Recuérdese que son cuatro mil indios comiendo caña du-rante más de cinco meses. Este alimento, parece que los engordaenormemente. Es 3JSíque al final de la cosecha el indio habla consatisfacción de su «panza paya» (vientre lleno).

Volvarnos al surco. Las operaciones son sencillas de explicar.Con el machete o pequeña h'acha cuya hoja tiene Ia forma de unrec.tángulo, ·el indio da un golpe en la parte inferior del tallo dela eaña. La caña eaeal suelo. Machetear es, pues, la primera ope-ración. Cuando en esta forma ha derribado diez o doce -cañas,las carga al hombro y las conduce hacia el callejón o sea el extre-mcdel surco. Elacarreo, en consecuencia, es la segunda faz de laoperación. La tercera y última es la de pelar. Toun:~,~l rndio el ~ilo-so cuchiLlo cuya hoja mide doce pulgadas como rmmmo. Mantienecon la mano izquierda la caña, ·empuñ;;¡,ndo el arma con la derecha,aplícañe dos tres o cuatro cortes que han ,d~ dejar a la caña despro-vista de sus hojas. Hecho esto, ha concluido. Tenemos, pues, quetodo su trabajo consiste en derribar, acarrear y pelar. .

La primera impresión es la de un trabajo sencillo. La verdad

VlV.LENDA DEL INDIO 49

as que más simple no puede ser. Es, sin embargo, sumamente fati-gable Y extenuador como consecuencia ,del clima, del sol y delcalor que .reina dentro del cañaveral en el que parece que el airefalta. Por lo demás, es un trabajo de habilidad y ésta no se ad-quiere 'así no más. Un obrero español me dijo que había estadoun medio día trabajando en pelar y que aquello le resultaba untrabajo del tiempo ,de la inquisición. Tengo la certeza de que sihubiese continuado yendo durante una semana, adquirida en todoo en parte la habilidad necesaria, no hubiese pensado 3JSí.En lasfábricas Y usinas de Buenos Aires, he visto trabajos mucho másmortificantes que este de pelar cañas. Hablando «en teoría», creoque no es nada compararáo con el que r-ealiza un estibador ennuestro puerto o un peón de cosecha en [a región del litoral, ex-puestos también a los rayos del sol de fuego, del sol de verano.Es por eso que insisto en decir que es un trabajo de habilidad yde adaptación orgánica al clima que en aquella región, cabe enlos calificativos de malo a pésimo.

En su trabajo, el indio es mañero' y remolón. Bajo este puntode vista no es un trabajador recomendable. Es inútj" hacerle indi-caciones a cerca de la mejor forma en que debe. realizar, en bene-ficio propio, el trabajo. No hará caso. No entiende ni su propiointerés'. He visto a un indígena trabajar fuerte durante cuatrohoras y cuando solo le restaba por realizar un esfuerzo mínimo,«botar» (abandonar) la tarea, casi completamente concluida, apesar de saber que si no la termina pierde todo :lo hecho y nocobra nada. Insisto en decir que 'Por sus mañas. por su holgaza-nería y pretensiones, el indio es un mal trabajador. Pero, a pesarde todo, el indio tiene un valor inapreciable para el ingenio. Eles quien en mayor porcentaje, derriba, acarrea y pela los millaresde cañas que, después de pasar por los trapiches, se conviertenen millares de bolsas de azúcar. En e? factor primo, pues, de la1arga operación (cinco meses) que precede al manipuleo indus-trial de la caña, factor primo que hasta ahora y a pesar de susvicios y defectos indiscutibles no ha sido substituído ni reem-plazado.

Es curioso el aspecto que la indiada presenta 'cuando trabaja.Como .~a poca ropa que viste le molesta, para mayor facilidad,aligérase de ella en b erra parte. En 'el suelo, abandonados, losPequeñuelos mascan caña. Los indios, las chinas y los osacos,muévense rápidos o tardíos, según la voluntad de trabajar conqUe ese día han salido de los toldos. Cuando trabajan en yunta-

4

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50 BOLETíN DEI, DEPARTA AIEl\TO ;-.IACIONAL DEL TRABA~O

indio y china-las operaciones del acarreo y 'aun del macheteoquedan a cargo de la última. Al aproximarse el observador a lalínea del callejón donde se deposita la caña pelada. es menesterdar cigarrillos a los i~dios. Los más guapos, terminan su trabajoa las dos o a las tres de la tarde. Los más haraganes después. Cuan-do el surco, que a la mañana aparecía poblado de enhiestas cañasestá completamente limpio, el indio llama 'a su capataz. Constataéste que la tarea está hecha y entrega al indio una ficha de celu-loide. Reeoje el indio sus pilohas, éohase al hombro la caña que tie-ne derecho a nevar a su-toldo y 'se aleja del cañaveral o, hablandocon mayor propiedad, de «la pelada».

Dirígese 'entonces a la tarja, pequeña .oficina con un ventanillohacia el exterior rodeado de una reja de madera a manera debrete con objeto de impedir que se acerque a ella más de unapersona al mismo tiempo. Una vez en la ventana, el indio presentala ficha que :le ha dado el capaaaz como comprobante de haberrealizado la 'tarea del día, Al entregar 'la ficha en la ventanillarecibe en vdinero (moneditas de níquel) el impoete diario de suración. Además, de una oaña hueca prirndtivamente labrada (élla llama «tec-nec»), saca su tabla u hoja de papel extendida a sunombre y en la que se le anota con un sello, que ha trabajado.Cuando el indio, como consecuencia de haber trabajado los seisdías de Ia semana tiene en su tabla seis casillascon la 'correspon-diente anotación, tlÍ'ene derecho a cobrar un extra o estímulo,también en efectivo. Cuando tiene treinta carillas llenas (treintadías trabajados hacen un mes a los efectos del arreglo de cuentas)el indígena tiene derecho a otra bonificación, cuyo importe ínte-gramente recibe en efectivo. La ración diaria, él estímulo por seisdías y la bonificación por mes, constituye el único salario que elindígena recibe en dinero. El resto se le va acreditando para sa-car mercaderías o para llevar un montado al finalizar la zafra.La ración, corno hedi'cho, se paga todas las tardes, al volver elindio del trabajo. La entrega' de los estímulos y de las bonifica-ciones tienen lugar en la mañana del domingo, día este en quelas operaciones del corte y pelada de la caña se suspenden enabsoluto. Aún pagando jornales triples, no se conseguirían obrerosque trabajasen en domingo. Para la mejor inteligencia de estadescripción, creo conveniente agregar los modelos de las fichasy de las tablas.

VIV¡EN,DA DEL INDIO 51

1 d las fichas que acreditan la realiza-Y tamaño natura ' e

Forma . .. , d la tarea d~arla.

ClOn e

Boleto para cristiano grande.

Boleto para muchacho.

Boleto para cristiano chico.

Boleto para indio.

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52 ~BOLETíN DEL DEPARTAMEXTO NACIONAL DEL TR.ABAJO

•....:

Boleto para china.

Boleto para osacos.

Con el .imporce de >suración a la mano, la «yiea» a la espalday la caña de azúcar al hombro, el indígena regresa a su toldo. Yaen el eaanino ·ocúrresole comprar algo, algo que no pocas veces esuna golosina. No pocas familias, como consecuencia de una largapermanencia en el ingenio seguida de una excelente conducta,tienen adquirido el derecho de poder vender bagatelas. Es así que.frente a esas casas de familia que no son negocios, instálanse unamesa enJa que 'se eolocan, destinados a ser vendidos a ilos tran-seuntes, empanadas y pasteles, naranjas y bananas, panes de saly panes caseros con grasa, tabletas y bizccchuelos, quesadidas yqueso. El alcohol no aparece a la vista. Creo, sin embargo, queen la mayor pante de estos puntos se expenden bebidas en unaforma clandestina,

En la proximidad de los toldos, unas buenas mujeres, crioHasde pura cepa, esposas o «civiliadas» de peones del ingenio, dedí-canse con menguada utilidad a dar pensión a los indios. El nIatoconLCiCcionwdoes todos los días el mismo : lacro de maíz. Sírvenloen un gran plato de lata, de altos bordes, Como el que lLevan nues-tros soldados en Ia parte posterior de I,a mochila. De ahí les debevenir,sin duda, la denominación de plato de milico, Un plato deesos, lleno de maíz, con un pedazo ,de carne (tumba) Y un pocode verdura, lo venden al indio en diez centavo. No se que es loque esas mujeres deben ganar, si se tiene en cuenta que pagan$ 0.40 por el kilógramo de carne Y que en el condimento entra,por lo menos, grasa Y sal. Una mujer me aseguró que vendía dia-riamente cuarenta de esas raciones Y que solo pendía el día en que

VIVIENDA DEL INDIO 53

d las tablas en que se «tarja» el trabajo diario air delo . e 11 o d 1 liquidación de la bonificación semanal Y mensua .efectos e a .

los

I I,

-II I I

I I-

I III I

I I

I:

,

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BOLETíN DEL DEPARTAME~TO KACIONAL DEL 'l'RABAJO54

1111

-

II

;

55VIVIENDA DEL INDlO

1 s iOdiO' d"idian no eomer. pu", se quedaha con ,1 trahajo Y el:asto

hecho. El indio come este lacro con gran apetito, acompa-~ do de dos bollos de pan moreno-pan de muniC'ión que compra

11acinco centavos cada uno. Con el lacro, la c-aña de azúcar y los~ollOs, el apetito del indio está satisfecho. Como todo esto no lecuesta sino veinte centavos resulta que, del importe dé su ración,ahorra o puede ahorrar el 50 % tOldos los días. El indio o chinaque no trabaja por enfermedad, recibe diariamente el importe

de SU ración. La leña, es gratis.Diariame<nte, en las alinead,a<s calles que constituyen la zona

urbana ,(\0811 pueblo del ingenio, se ven vagar a los indios, indife-r,en

tesa tO'do. Las más de las veces, una ,camiseta negra de mugre

cubre la parte s'U'perior de sus cuerpos. En la parte inferior, lle-van la chiripa, esto es, su simple pedazo de género envuelto yanudado a la cintura Uegándole hasta las rodillas. El caso deluso del pantalón, es excepcional. Si la cabeza no va completamentedesnuda Y sin otro ,reparo que el de <una larga cabellera., cúbrelaun pañuelo o un chambergo de amplias alas. Las orejas, encuén-nranse Idefor:madrus. El rostro ,cubierto de feos tabuajes: Muchoshácense en los tobillos unas rodajas de plumas de .avestruz. Lle-váD'dol,o's así, convéDlcense de que pueden corr,er con la mismaveloc~dad que este animal .desp1iega. En la cintura Y hacia ade-lalllte-,no hacia atrás COtIDOlos gáuchos-llevan el brgo c.uchilloque emplean para pelar la caña. El vestido de la mujer tiene siem-pre colores vivos. A veces, es una frazada anudada a la cinturala que le sirve de único traje dejando .completamente al desnudolas partes superiÜ'r.es. Otras, cúbrense con un tipoy Y anú-danse a la cabeza un largo rebozo que queda flotando sobré laespalda. Es curioso, en las últimas horas de la tarde, ver a laschinas cruzar el pueblo en busca de agua. Condncen ésta en gra;n-des cántaros de barro a los que, a guisa de tapcmes, colocan ma-nojos de yuyos. El cántaro va a la espalda, suspendido de unatira que se aguanta. -en la fr,ente. Otras veces. 'en vez de cántaro,llevan .pesados haces de leña. Cuando van varias se roal"cha siem-pre en fila, de uno. en fondo. Los buenos obreros del pueblo hacentambién su .explotación del indio. Llaman a 'un mrucho o a unamujer y.le ofrecen diez centavos ya sea para que raje Y astillet~d~ la leña que hay en el .patio, ya sea para que haga numerosOs

l

vlaJeSa la acequia en busca del agua necesaria para renal' todasas .' I -E pipas, ya paTa que tmga del monte nrra buena <.rg

ade lena.

ste abuso ha motivado la intervención de la administración del

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56 BOLETj~ DEL DEPARTAMEKTO ~AClONAL DEL TRAB.\JO

ingenio que prohibe severamente el empleo del indio por los par-ticulares. Al protejer al indio, proteje al ingenio. Si el indígenatuviese la certeza de tener todas las mañanas una changa de diezcentavos, dejaría de concurrir a pelar caña y la zafra sufriríaenormemente.

Tal es la forma en que viven y trabajan los indios matacos,tobas y chorotes. De los chahualllcos-cuYll>S mujeres visten ele-gantes tipoys de color morrudo y son casi bellas-e-me ocuparéen capítulo aparte, De lo dicho, despréndese que la vida pasasobre los toldos sin que el indio cambie absolutamente nada, Enel ingenio, todo a Jra modificado. El primitivo trapiche movidopor una caída ·de agua, 'se ha convertido en una inmensa fábrica encuyo interior .la mecánica realiza maravillas. Al acarreo en carro,ha lseguidoe'l transporte en Decauville, El ferrocarril, penetra alinterior del ingenio y corre por los flancos de los cañaverales.Grandes focos de luz eléctrica, por la noche, hacen competenciaa la luna a la que el indígena dedica sus danzas. Todo ha cambiadomenos el indio, El cacique Serafín. que año tras año' desde hacecerca de medio siglo concurre con su gente a pelar la caña, eshoy el mismo que debió ser cincuenta años atrás. Hosco, taimado,ignorante. Su vocabulario castellano, después de tanto contactocon civilizados, no excede de una docena de palabras,

Xo sé si el indio es susceotible de ser civilizado, Lo que sé, esque en ,el ingenio no se civiliza. La verdad es que no van allá acivi.Iiz·frse sino a agotar el inmenso mar que las cañas forman.~i en el ingenio han de extrañar el Chaco ni en el Chaco han deextrañar el ingenio. Si la curiosidad eonstituye uno de los mediosde instruir, hay que convenir en que el indio se instruirá tarde.Nada le llama la atención. Nao'a le :nteresa. Al cinematógrafogratuito que por las noches funciona en la plaza, no concurre.Las máquinas de las fábricas, que producen admiración en el hom-bre civilizado y habituado a ver máquinas, no le merecen ni unamirada.

Es por eso que he pensado que el indio, significa un anacronis-mo .. , .. Es la barbarie al lado de la civilización, el toldo frente ala fábrica en cuyo interior los trapiches desgarran Ia pulpa de Iacaña pa:ra producir Ias mieles que las centrífugas convertirán enazúcar.

El personal de fábrica,-Salarios.-Jor-nada.-Forma de pago.

Ocupémonos de la fábrica. Enorme edificio rectangular, de :adrillo.o destaca su inmensa chimenea de JJaque a toda hora del día y de

rOJ , . id tila noche despréndese el humo que acusa la no, ~n~erru~lrp~ a ac l~l-

dad que dentro de ella se desarrolla. Son sus maqumas ultIma expr e-s.ón de lo moderno. Adviértese fácilmente lo difícil. qU'~,debe habersido el trabajo requerido para u transporte y ,ub1CaclOn. -: c~rtadistancia en ruinas, encuéntrase el edificio ocupado, medio SIgloatrás por Ia 'primera fábrica. Un poco más lejos, el 'edificio de lasezunda fábr.ca, también hoy abandonado. La linrpieza es notable.El más exigente no encontraría, a este respecto, ningún motivo decrítica.

He deseado establecer en una forma unitaria el salario de cadauno de los obreros que en la fábrica trabaja. Divídense los obreros,en dos grandes grupos. LO Obreros fuera de fábrica, que son los quetrabajan en talleres o en el acarreo. 2.0 Obreros dentro de la fábricad:vididos en dos turnos: diurno y nocturno. En cifras tenemos 146en talleres y 396 en la fábrica.

Lo.'; ueldos son los que a continuación se indican:

Promedio de los salarios de obreros que trabajan fuera de turno

Número Promedio(le lo

casos sallarios

Oapatace . . . . . 4.25

Page 30: Situación de los indígenas en los ingenios azucareros

58 BOLET!" DEL DEP.\R1'Al\IEX'l'O XACIOXAL DEL 'l'R,\B.\JO

ProfesionesNúmero Promedio

de de loscasos sallarios

Calificados

MensajerosElectricistas.Cobreros ,Torneros.Herreros.Maquinistas.Caldereros .Pintores.Talabarteros.Carpinteros.Aserradores.Ajustadores ..Foguistas.Afiladores.Motoristas.Caballerizos.Carreros ,

11216311243221114

2.503.506.008.005.504.055.002.502.753.883.505.502.502.501.752.662.00

36 3.891!2 oficiales

Carpinteros.Ajusta.dores.

22

2.752.87

4 2. 7No calificados

Porteros de fea. 4 2. 3Vigilantes. 1 2.75Ayudantes. 36 2.31Limpiadores cle calderas. 3 2.50Reparadores zorras. 8 2.25F'orradores caños. 4 2.13Muchachos. 11 O. 8Despa cbantes. 2 2.75Peoues. 24 2.25Pasa leña. 1 2.25

95 2.13Promedio general. 138 2.67

Promedio de los salarios de obreros que -trabajan en fábrica y en turno

ProfesionesNúmero

decasos

Promediode lossalarios

'" Capataces. 14 1.15

EL PERSOXAL nE j''\BRIC.\ 59

Profesiones

Número Promediode de los

casos salarios

Calificados

Fogoneros.Maquinistas.Engrasadores.Eucargados.Maestros.Coceclores.wlarcadol·es.Electricistas.Motoristas.Mecánicos.Conductores.Afinadores.Armaclores.

141114

22622222

70

No calificados

MeZ0ladores.Pesadores.Despachantes.Acomodadores.Cargadores.Peones.Lavadores .Blanqueadores.AJimentadores.Ayuclantes.Atendedores.Csbadores .Bateas.Zabalera.Cachaza.Langostas.Sulfitación.Aparato «l1ik».Tableros.Depart. alcoholes.Depart. molado.Llaveros.Pasa leñas.Canal de jugo.Bomba caldo crudo.Bomba caldo encalado.Encalamiento.

48211

108592

36H2484141211221113

7

3.003.362.863.33

10.835.283.005.003.008.502.002.502.504

3.54

2.50 .2.472.502.252.252.252.452.503.002.663.252.502.002.502.252.502.502.502.503.002.252.502.502.001.503.002.66

Page 31: Situación de los indígenas en los ingenios azucareros

60BOLETfx DEL DEPARTAAIEXTO XACIOXAL DEL TR.\BAJO

ProfesionesNúmero Promedio

ue de loscasos salarios

2 2.255 2.402 2.374 2.50

11 l. 076 l. 75

Preparación de cal. . . . . "Decan tación . .Filtro de arena. . ',Filtro de prensa. . .Muchachos .Limpieza .

262 .2.31

Promedio general. . . . . . 346 2.64

Los promedios generales de todos los salarios que quedan . dd m iea-os, se resumen en el cuadro que sigue:

Salario de los obreros que trabajan fuera de fábrica y de turno

Promedio general de los salarios. .Promedio de los capataces. . . . .Promedio del salario de los obreros califi-

cados, cobreros, herreros, torneros). .Promedio de los oficia·les (calificados). .Promedio de los no calificados (ayudantes,

peones, porteros, etc.). . . . . . . .

2.674.25

2.644.15

3.892.87

3.54

2.13 2.31

Ad.emás de los sueldos indi·cados, estos obreros reciben casa y luzgratmta'lllente. Tienen además ot - b '. .. , " ras pequenas . onifieacionss cons-tJt~ldas por el pago de las horas extras, los premios por ahorro deaceite y el doble ueldo .en los días de cambio de turno. La jornada esde 12 horas, con los mtervalos necesarios para la comida. Las 12horas, en cada uno de los turnos, dividess así: turno diurno,

L1U1es, martes, miércoles, jueves, viernes y sábado, entran a las6 a. m. y salen a las 6 p. m.

Domingo, entran a las 6 a. m. y salen a las 6 a. m. del lunes.El turno nocturno dividess así:Lunes, martes, miéncoles, jueves y viernes, entran a las 6 p.

salen a las 6 p. m. m. y

Sábado, entra a las 6 ,p. m. y sale a las 6 p. m, del domingo.,T'enemos, en :consecuenci'a, 'que cada obrero trabaja 12 horas por

día y que esta Jornada se 'eleva a 24 lloras en los días de cambio dturno. Así pues, dos veces por mes el obrero trabaja 24 horas ;de can.sa dos díasco'l1l!Pletos de 24 hOTas también. La jornada de 12horas no parece, cuando se la ve realizar, tan Ie<xC'esivacomo a pri-

EL PERSOXAL DE FÁBRICA 61

mera vista se la supone. La actividad no es febril. Seguramente elmayor cansancio \S·eproduce 'Por la permanencia continuada en elmisillJ{)lugar. La de 24-innecesario es deeirlo-c-está fuera de todorégimen racional. Advierto, sin embargo, que consultado los obre-rOS acerca de si deseaban para Ios días de 'cambio de turno una jor-nada de 18 horas o una de 24, optaron por loaúltima en vez de lapri!DlIera.El salario que se paga es doble.

Corno hecho grave, he constatado Ia existencia de 'menores reali-zando los mismos turnos que 10s mayores.

Se paga por semana, pero el obrero no recibe al fin de cada unade ellas 'el total de lo .que ha ganado. Se le da un anticipo a cuenta,conocido con el nombre de «el semanal». El importe íntegro se abonarecién al finalizar el mes. Por el al do de lo ganado en la semana,ábrese al obrero una cuenta que le permite obtener en los almacenesdel ingenio los comestibles y mercaderías que necesita. E.ste sistemade 'Pago no es, ciertamente, lIlluy recomendable. Como razón que par-cialmente lo justifica ándicase la de si el obrero recibiese el sábadono «'el emanal» o anticipo sino la totalidad de lo que ha ganado,podría dejarlo en la taberna haciendo ufrir haanbre a su familia.Sobre este particular no quiero opinar, pero aseguro que en elingenio se venden Ias mercaderías a 'Precios que son los corrientes.En materia de víveres tenemos los siguientes:

Carne ...Azúcar.Y.erba. . .Harina .Arroz .Sal gruesa.Pan .Leche .Huevos.Fideos ..

$ 0.40 el kilog.» 0.35» »» 0.70» »» 0.20» »» 0.30» »» 0.10» »» 0.25» »» O. 25 » litro» 1.20 docena» O.30 el kilog.

De la posibilidad de la vida con los alarios indicados, he oido,naturalmenté, las opiniones más encontradas. Un obrero tucumanoque ganaba $ 110 por mes y cuyos dos hijos menores de 16 años lellevaban $ 40 cada uno, me decía 'que no podía vivir teniendo ademásde estos ingresos, casa y luz gratis. Un obrero español, soltero, measeguró que ahorraba y enviaba a España para levantar una pe--qUeña hipoteca que contrajo a fin de pagar el pasaje a América.~as esposas suelen aportar nuevos recursos dando pensión o traba-Jando como lavanderas.

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62 BoLETíN DEL DEPARTAMENTO NACIONAL DEL TRABAJO

Tales on los datos relacionados eon el trabajo de los obreros en lafábrica. No están asegurados y durante los días de llIl!i permanenciaprodújosa un accidente que originó la muerte de un obrero.

Estos datos no se relacionan directamente 'CO'D el objeto de miinspección. He creído de mí deber recojerlos para apreciar mejorla forma en que trabaja el indio, rodeado del elemento civilizado.

l.

Estadó sanitario. - Alcoholismo.-Palu-dismo.-Como se cuida a los indios.

El aspecto exterior d-el indígena no traduce, ciertamente, el gocede un buen estado de salud. Por el contrario hácelos aparecercomo más débiles de lo que en realidad son. La suciedad en queviven y la ausencia absoluta de 13!s prácticas más elementalesde una higiene rudimentaria, colócales en una situación propiciaen g>r~do sumo para Ia adquisición de enfermedades que, por lafacilidad del contagio, pueden degenerar en pestes de terriblesefectos. Los facultativos del ingenio 'con quienes he conversadolargamente 'en procura de informaciones, me han trasmitido lasque a continuación se indican.

Cuando vienen del Chaco, llegan flacos en extremo. Cuandoregresan al Chaco van gordos. Este milagro se opera, acaso másque .por ninguna otra causa, po'!' la irrcreib'le cantidad de cañadulce que el indígena come y por los cuatro bollos de pan negr-oque diariamente consume. Del Chaco vienen sin enfermedadesvenéreas y vuelven CO'D 'el13Jsa la toldería. Desprovisto el indiode toda moralídad y aún de la pasión -de 'los re ellos, ofrece sushijas y sus propias mujeres, por muy poc'o dinero, a los cristianos,.Es de éstos que las chinas adquieren 13JSenfermedades venéreas(lUe trasmiten luego, por contagio a sus maridos. Con frecuencia,durante mi estadía, varios caciques me ofrecieron indias. Uno deellos, prometíame por cinco pesos, traerme una «alhaja». El des-al'ToHo de la sífilis en la poblacícón blanca y entre los chahuancoses extraordinario. Para tener una idea de él bastaría tener encuenta que en cuatro meses se dieron en 'el hospital (110) cientodiez inyecciones del preparado «606» por orden y cuenta de laadministración. No hay que extrañar pues que de las tribus quedel ingenio regresan al Chaco puedan llevar gérmenes suficientescama para infestar a todas las tolderías.

Además de las venéreas el indio soporta otra clase de enferme-dades, El sarampión, se desarrolla en ellos en forma epidémica.

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64 BOLETíN DEL DEP"~RTAj\LENTO NACIONAL DEL TR.AB_~JO

Es acaso esta la única enfermedad para la que tienen ellos sistemacurativo individualizado: al baño frío. La disentería, adquieretambién entre ellos, caracteres de epidemj¡a. AÚJl cuando en elingenio hay agua buena, corriente, beben la de cualq.uier charcaque encu-entran 'a mano. En lo que respecta a;l pal~dl~mo ocurr:una co a ourio a. En mayor escala ,adquiérenlo los indios ya aeli-matados y en menor los recién llegados. El «chahuano» es suma-mente propicio para adquirirlas. He dicho ya que el «ehahuanoses un -degenerado por el alcohol. En determinados años, Ia viruelaproduce grandes bajas. En la ,actuailiJda.d,se -:wcuna a to~os losindígenas obligatoriamente, no solo en beneficio de ellos, srno dela restante población del ingenio. El «chahuallco» conocedor poreXJperienc,'a de los beneficios de la vacuna, concurre espontánea-mente al hospital para la aplicación del suero; y sus mnjeres+Iascuñas-llevan de moiú propio a los pequeños-lo's «cunumies»-aque el médico los vacune. Hace tres o cuatro años,. una. ellidemiade viruela se desarr011ó entre los indíg;enas del ingenio. Entreotros medios profilácticos se procedió a quemarl es sus tolderías.Pinalmente 'es necesario decir que todos los indios son sarnosos.Adquieren la sarna. de los perros, con los que viven y duermenen increíble promiscuidad dentro del toLdo. Entre estos perros,predominan unos {;om1l1etamientepelados.- y neno~ de sa:na --:-alos que 'el indio atribuye virtudes curativas. He oído deSIgnadoscon dos denominaciones diversas: perros pilaguas y perros deindios. Estos perros que abundan en crecido número, hacen elviaje de ida y vnelta entre la toldería y el ingeDlio.

Las diñcultades con que se tropieza ¡paJ'lamantenerlos dentro deuna relativa higiene, son insignificantes cuando se trata. de c,"Lu~r-los. Saílvo en los casos de emermledades evié1entes, el dla~nostlCoes siempre dificil por las difi'cultades inherentes a t~d~ ireterro-gatorio. En el ingenio, como he dicho, existen do: m~dl~~s y unhospital 'con 'Su {;orre.spondiente farn:a~i~ y sa~a =.errujta .. ~er?todo este meritorio esfuerzo resulta inútil. Es llnposlble hospItah-'zar a un indio y aún más imposib1Je m:a:ntene:lo dentr? de unacama. A la primera OIportunidad see~c,a'pwrá. SI no consigue esca-par inmediatamente Ia tribu entera vendrá a reclamar el enfermo

y a llevárse'lo.Hacerlo tomar r-emedios es tarea illlll'posible.Este año, por excep-

., el paludismo los ha atllica.do en fuerte número. Cuando Ile-CIOn' '. ragaron al ingenio pr00edentes del Chaco, era aun temprano padar comienzo a las o'peraciones de zafra por no haber a10anzado

ESTADO SAN ITAR~O 65

aún la caña su punto de madurez. Se condujo una parte deellos. entonces, al lote denominado «Cañitas», donde había caídolllucha agua y, para no tener los de ociosos, se les hizo trabajaren el corte de yuyos y desmontes livianos. Fué allí donde adqui-rieron el paludismo y la disenteria como consecuencia del hábitoancestJra'l de dormir sobre la tierra. Para curarlos se les distribuyóunos frascos que el Departamento Nacional de Higiene propor-ciona conteniendo píldoras azucaradas de sulfato de quinina, Elresultwdo fué el previsto: tiraban -las píldoras al suelo y guarda-ban el frasco que las contenía, Con cualquier otro remedio Ocurrelo propio.

Hay que recurrir, entonces, a métodos curiosos que traducenlas aficiones del indio y el ingenio de los médicos. Algunas drogasse las han suministrado en bombones de chocolate y disueltas enalc 0Ih 011. En esta forma, tomarían hasta estrienina, Ilevados por suafición inmoderada a los licores fuertes. Como remedio externoúnico permite las aplicaciones de pomada de yodoformo.

'I'iene el indio sus propios medios curativos que diariamentepone en ip,l'iáJmicaen e'l ingenio. Sobre las úlceras y lastimadurasaplícanse vendajes primitivos con aplicaciones de hierbas y yuyos.Pero. lo más 'curioso ocurre cuando se trata de curar las enfer-medades. En los primeros días, el enfermo permanece todo el díafuera del toldo, tirado al sol, con el vientre aplastado sobre latierra y la cabeza apoyada 'sobre ambos brazos. Desde la mañanaa la noche está allí inmóvil, como un cadáver, durmiendo o des-pierto, rodeado da algunos ¡perros. Por la noche entra al toldo yduermo al lado del fuego, codeándose con los sanos Y respirandoun humo denso qu-e ni siquiera irrita sus Iacrimales. Si la dura-ción del mal persiste o si una agravación se produce, el «curan-dero» de la to.lderíaentraen funciones. Por la noche el enfermoes sacado a uno de los claros o raleras de la toldería y tirado alsu.ea.0.El curandero armado de un «pin-pins-c-pequeño tambor pri-IUÜIVO---comi'enzaa golpear acompasadamente mientras los res-~ntes indios de ¡la tolderíacantan un sempiterno ¡Ha !,¡ Ha!, endomo del enfermo. El resultado de estos cantos que se escuchan'esde larga distancia, puede ser la agonía del paciente. Cuando

~ ese estado. ha llegado se le rompe, de un golpe, el espinazo.n,ste 'despenamiento tiene por objeto evitar los dolores de la agcela .Y facilita.r después qne el cadáver tome la posición de «enduchllas» con que se le entierra. Las últi~as operaciones queeScribo no las he presenciado. Sin variación ninguna, sin ern-

5

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66 BOLETÍ::-J DEL DEPARTAME~'fO NACIONAL DEL TRAB,\;'O

bargo, me las han contado todas las personas a quienes requeríinformes r elacionados con la vida y suerte del indígena. El cadá-ver desaparece del toldo sin que nadie se de cuenta de ello. Fi-nalmente, es enterrado fuera de los cañaverales, en sitios queluego e niegan a indicar. E,l pedido hec.ho a la adrninistraeióndel ingenio de gastos :p!lJralutos, 'sigue inmediatamente a la muertede un indio. Como dato curioso que demuestra J.e existencia (le unprincipio de indemnización por riesgos de'! trabajo, narraré elcaso que me contaron. Una noche una vaea arisca, 'asustada porunos perros, entró en una toldería y derribó un toldo. Como elindio duerme con fuego encendido, el rancho comenzó a arder.Salváronso todos sus ocupantes, excepto una vieja india, imposibi-litada para moverse. Quedó carbonizada. Los indios de la toldería'reclamaron a la administración y ésta debió abonar :por Ia indiauna suma, que no estoy seguro, estaba comprendida entre $ 50 ypesos 80.

La población blanca del ingenio, no goza de mejor salud. Dela Isífi,li,sy .de sus estragos he hablado ya. En lo que respecta alalcoholismo, cr.eo que todo lo que se diga es poco. Con excepciónhecha de la población extranjera que 'en el ingenio tr-abaja'y delos 'criollos de cierta cultura e ilustración, los restantes trabaja-dores darían cualquier cosa por una botella de alcohol. Exaje-rando el contenido de la frase, podría decirse que trabajan parabeber. Las medidas de :previsión y de policía que el ingenio pone enjuego para evitar el alcoholismo, son insuficientes--y me parece-completamente inoeuas. La prohibición de Ia venta del alcohol endomingo, a los almacenes, es ingenua, porque en cada casa defami1ia--de ciertas familias, naturalmente -brotan en un día, ,como milagro o por encanto, las botellas de alcohol. El lunes y e1martes, 'esa gente no concurre al trabajo, reparando los efectosde la brutal borrachera del domíingn. El indio mismo, que contanta facilidad adquiere la parte peor de la gente civilizada, imi-tando al cristiano. falta en esos días en gran número ar trabajo', sinhaber estado borracho el domingo. La prohibición de venta dealcohol al indio, en los almacenes del ingenio, 'es terminantementecumplida. En 'años 'anteriores existía la 'costumbre de darles unpoco de «casasha», uno de Ios últimos subprodmctos del manipu-leo industa-ial de la caña. Los indios iban a buscarla a la fábricay en unos tarros o taehos, la conducían a sus toldos. Allí, por me-dios primitivos, obtenían un precipitado alcohólico. Asegúrasemeque es flojo, y que por las proporciones en que se da, resultaba

ESTADO SA)lI'fARIO 67

n cantidades insignificantes. Dábase una vez por semana. Estee~o no se ha dado; y la ausencia de 'este donativo constituía unaaJl ,de las quejas que los indígenas me formulaban. El chahuancobate el l'ecord de la afición alcohótioa. Aeornpáñale de buen gradoen sus borracheras la cuña, su mujer. Cuando en el ingenio nopuede satisfacer 'sus deseos, márchase al pueblo vecino y, con suplata, bebe todo lo que quiere. Yendo en coche, en la mitad delcamino, presencié un cuadro que habla elocuentemente de la ma-nera de ser de estas gentes extraordinarias. Eran las once de lamañana. Dos chahuancos, cornpletarneme borrach os, habían caídoen mitad del camino. Los rostros habían quedado hacia arriba,recibiendo los rayos del sol de fuego. Al lado de 10's dos borrachoshabíanse sen tado sus dos mujeres, vigilando estoica y paciente-mente el sueño desu:s hombres. A las cuatro de la tarde, a miregreso, los borrachos 'seguían dormidos y las mujeres esperandoa que despertasen, Las mandfestaciones de;la1cohohsmo excedenen aquellas regiones a toda ponderación. Casos ha habido en quela fábrica-donde la caña se convierte en azúcar-e-ha debido pa-rarse por falta de personal. Los ausentes, estaban borrachos.Cónstame que la iadministración toma las medidas más enérgicascon su personal y a efectos de evitar el alcoholismo. Al peón quefalta y no justifica su ausencia, se le despide a J;a segunda falta.La presunción-e-bien fundada por cierto-e-es la que faltó por estarébrio. La hipertrofia del hígado, es general. Prodúcela el alcohol,el calor y el paludismo. Sin embargo, no se regisoran casos de de-lirium fireanens, que son poco frecuentes. Con tales factores patogé-nicos-clima, alcohol, paludismo,-explícase que la mortalidadinfantil haga grandes estragos. No hay difteria, ni tétano, ni es-carlatina. En dos adultos, has úlceras tropicales de larga y difícilcuración, 'son muy frecuentes. La tuberculosis y la pulmoníatambién.

Los europeos, a pesar de una vida más ordenada, no resistenel clima o lo resisten mal. Una vez, Ilevóse un fuerte contingentede l'll'Sose inmediatamente adquirieron el paludismo. De los japo-lleses que ahora, trabajan varios se encuentran palúdicos. El indiore~iste admirablemente al 'calor.

Casi desnudo, trabaja en las cañeras c-on 'el sol a plomo sobrela cabeza descuhierta. Su naturaleza 'es excepcional. Uno de losmédicos «lel ingenio con cinco años de práctica, afírrnábame quening\.lna institución científica daría crédito' a los casos de curaciónen flUe había intervenido. Una vez, jugando un indígena en una

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68 BOLETíx DEL DEPARTAMEXTO NACIOXAL DEL TRABAJO

zorra Deeauville, cayó bajo de ella y se rompió una de las piernas.Lleváronlo al hospital. La amputación del miembro estaba indi-cada, tanto más cuanto que la gangrena había comenzado. Elindio y la tribu se resistió a la amputación y el paciente fuéllevado al toldo, convencido el médico-de que no tenía .sino horasde vida. Aquel indio vive aún, bien que con la pierna seca. & Seráaceptable la teoría de que los curanderos indios obran milagrospor medio de la sugestión y del aparato escénico de que se rodeancuando entran en funciones con el «pin-pin» ~

Los esfuerzos del ingenio, en beneficio de la salud, son plausi-bles. He dicho ya que tiene un hospital, dos médicos. farmacia.Creo, sin embargo, que es menester hacer allí una obra enérgica,en beneficio del blanco y en beneficio del indio. La prohibición dela venta del alcohol, debe 'ser absoluta e impuesta por la ley, perono solo en el ingenio sino también en las localidades vecinas. Siasí no fuera, el remedio sería nulo. Con el dinero ganado dentro delingenio. iríanse a emborrachar fuera del ingenio,

Esta dolorosa tendencia de aquellos valientes e insuperablestrabajadores, origina una duda respecto de los procedimientos quepara el Ipag,o de salarios usan ciertas administraciones. ¿ Convienepagar al obrero, el sábado, íntegramente el dinero que ha ganadoen la semana? ¿ Conviene más, para evitar que lo gaste todo enalcohol, darle sólo diez pesos y guardarle el resto ~ ¿ No convienemásdarle, por ese resto, una habilitación o libreta para que saquemercaderías y mantenga, comida y vestida, a su familia ~ ¡, Noconviene más darle diariamente, obligatoriamente, una parte desu sueldo en ración de pan y carne y el resto en dinero ~

Que al ingenio conviene pagar solo una parte en dinero-s-elsemanal-y por 'el resto abrir crédito en mercaderías, el alcance,no hay duda. Creo también, que esta f.orma de pago conviene sinoa la totalidad a buen número de los obreros. Doloroso es decirlo,pero, darles todo en din ello, equivale -a fomentae el alcoholismo.El chahuancovdespués de la tercera o cuarta copa, saca el resto de10 que tiene, lo arroja en 'el mostrador, lo mismo un peso que diez,y dice al bolichero:

--<<<Estoes plata, ché. . Machame l (emborráchame).

12.-39.-

4.500.200.20~.4U

7.-3.-3.500.907.-

10.-20.-

0.703.-5.-8.-1.-

0.300.200.902.-

Las proveedurías.-Precios de· venta delas mercaderías a los indios.

Aperos chicos, regulares y grandes, de $.Aperos chapados, plata alemana. .Alforjas. . . . . . . .Agujas para bolsas, docena. . . . .Anzuelos surtidos, docena .Bombillas de. plata, cada una. . .Bramante, piezas de 18 metros cada una de.Bombachas, de. . . .Colchas, de. . . . . .Cabo sisal, kilogramo. . . . .Caronas de suelas, cada una. . .Caronas eharoladas, cada una. " .Caronas charoladas, juego, de tres.Correas para estribos, cada una'.o nchas, de. . . . . . . . . . .Cintos, de. . . . _ . . . . . .Carpas de lienzo, hechas ... _ ..Crea, (lona de catre), metro.Coceo punzó, metro. . . ',' .Cascabeles de cobre, cada uno.Cucharas, docena. . . . . . .Cuchillos con vaina, 14 pulgadas, cada uno.

5.- a

4.50 a2.50 a2.80 a

1.- a2.- a

Se ha dicho que en los ingenios se explota al indio entregándolemercaderías a precios exorbitantes. Es creencia general, también,la de que entre las mercaderías figuran espejos y collares de cuentasy otros abalorios por el estilo. Se ha .dieho igualmente que en losi:ngenios se ;p.rov:elede armas de fuego al indígena y se le entregatodo el alcohol que solicitan. Todo esto es falso.

E~ contrato celebrado porjntermedio de las autoridades del Cha-coadolecía del defecto de no indieae los precios unitarios a que¡ lasmercaderías serían entregadas a los indios. H~ ubsanado esto. LaIista que sigue y que forma parte integrante del nuevo contrato,indica los precios a que serán v-endidas estas mercaderías. Son lossiguientes:

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'la BOLETl:-.: ¡:'EL DE?\R"l'~L\lE~'JO ~A(jO~AL DEL TR.\HAJO

Ouchillos con va' na, 10 pulgadas, cada uno.Camisas percal surtidas, calla una.lL1. lienzo, cada una. . . .Id. Id rayado, cada una. .Calzonciblns de lienzo, cada uno.Id. Id. percal, cada uno.Id. Id franela, cada uno. .Camisas de franela, cada una. .Oamisetas tabla (chaqueños), cada una L1e.Chalecos surtidos, cada uno.. . . . . . .Espuelas, par, de. . . . . . . . . . .Bslabones, para piedra chispa, cada uno.Frazadas, cada una de. .Frenos, cada uno, de. . . . .Franelas lisas, metro de. . .'Fuentes enlazadas, cada una. . . . .Facones con vaina enchapada, cada uno.Hachas, cada una. . . . .Hilo carretel, «elefante» cada uno.Hachas de mano, cada una ..Jarras enlazadas, cada una. . .Jarros enlazados, cada uno de. .J ergones, cada uno. . . . . . .Lienzos, varios tipos, pieza de 18 metros, L1e.:i\lechas de yesque¡·os, metro. . . .Machetes de desmonte, cada uno. .Mate, cada uno .Ollas enlazadas, según tamaño, de.O'Ias fierro fundido, tres patas.Pegual .....Pellones, de. . .Piel azul, metro. .' ..Pañuelos de percal grande (cuello), cada uno.Ponchos, cada uno de. . . . . . . . . . .Pañuelos negros, satín de cuello, cada uno.Pavas enlozadas, cada una, desde. . .Platos de latón tipo soldado, cada uno.Palanganas enlozadas, cada una, desde.Piedra de chispa, desde. . . . ....Pantalones (gran surtido, 15 tipos), c/u. desdeQuintos bolivianos, moneda de 0.50.Rebozos, desde. . . . . . ....Riendas. . . . . . . . . . . . .. . ..Sombreros (más de 12 tipos), desde .Sacos surtidos, desde. . . . .Alparga tas y medias, el juego.Tijeras, desde. . . .

,1

1.501.-1.-.i.-

1.-1.-1.50l.50

2.50 a 3.201.-

0.75 a 3.-O.lU

l.- a 6.-1.40 a 3.-0.45 a O.fiJ

1.-10.-

3.900.051.501.20

0.20 a 0.402.3U

5.- a 7.-0.10l.800.20

0.80 a 3.-1.-l.40

3.- a 4.500.500.20

3.- a 10.-0.40

0.90O.:¿O

0.90L- a. l.so1.80 a ::l.-

0.700.80 a 3.-

3.90L- a 5.-

2.30 a 6.-L-0.4.0

LAS l'ROVEEDURÍAS 71

Comestibles

Azúcar, kilogramo. .Yerba, kilogramo. .Harina, kilcgrarno , .Sal, pan de 22 ·kilogtamos.)Iaíz, 10 kilogramos. . . .Arroz, kilogramo.Ooca, kí.ogramo .Oarne, kilogramo.Pan; el bollo. .

0.350.700.201.200.700.304.-0.450.05

Estos precios (1) están muy lejos de ser exorbitantes, En lo querespecta' a la calidad de l.os artíeudos, aseguro que 'eíla es buena,como lo acr-edita el muestrario que, procedente de, los almacenes delingenio he traído a este Departamento 1 ae.onal del Trabajo. Nose vende ni alcohol ni armas de fuego. De ellas se provee el indio unavez que sale del ingenio. Estratégicamente situados, espéranlo enel camino que ha de recorrer hasta llegar a su toldería, numerososcomerciantes turcos .' A ellos entrega al indio el caballo y l~ ropaque lleva del ingenio en cambio de un arma de fuego y de su corres-pondiente dotación de tiros. Esto último no Io he .presenciado ; peroes unánime la manifestación que los 'entendidos me han hecho.

Mi pensamiento a rpesar de todo es pesimista, Creo que con lamejor reglamentación del indio estará siempre a m:ewced de losempresarios, N o conoce el idioma, no sa:be leer, no sabe contar. Esun incapaz de hecho destinado a una brutal explotación <:te partede HaS ingenios evitada 'Por 'el propio interés que el ¡:ngenio tieneen mantener" o y despedido contento a fin de asegurarse su venidapara la zafra próxima.

Con cualquier precio y con cualquier contrato se pu-ede, Si sequiere, engañar al indio. Su incapacidad de hecho psrmctirá siempreel éxito en toda clase de engaños y de subterfugios. He dicho yaque el indio ignora todo: el idioma, el alfabeto, el dinero ganadodiariamente y que ha de ser canjeado .por mercaderías. :&1 empleadoEquridador puede es-cribi'r una cifra u otra, $ 12 o $ 96. El indígenaton1Jará siempre el vale, con cualquier guarismo escrito porque nosa¡he distinguir las cifras, .

Hi: presenciado el canje de un vale en uno de los almacenes depó-sito" de la compañía. El indígena lleva en us manos un pedazo

(1) Estos precios quec1an incorporados al nuevo contrato vigente, compro-'''etiénc1ose la: Administración c1elIngenio a no alterarlos.

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72 BOLETíN DEL DEP"\RT.\ME~TO ~ACJO~AL DEL TRABAJO,de papel en 'el que se había anotado la cifra «$' 12». Con grandesdificultades, valiéndose más de ademanes que de vocablos, pid.óun «,poncho puyo»; le fué entregado. Goma el valor de esta prendaes de $ 10, se le indicó que tenía todavía «alcance», es decir, queademás del poncho podía llevar otra prenda. El indígena, entonces,solicitó otro poncho y fué menester hacerle comprender que el saldode $ 2 no permitía la ~ootl'ega de esa prenda. Hay que recurrir en-tonces, a un largo y antiguo procedimiento ,de «igualar» a objetode que el indígena lleve en mercaderías un valor exactamente iguala la cifra consignada en el vale de que es portador. Más o menoslas dificultades se producen con todos los indios, excepción hechade 'Ios «'l'adinos» y lenguaraces que, 'Por haber vivido mucho tiempoen contacto con la gente civilizada, tienen nociones exacta del valorde las cosas y del d.nero, Un indio no ladino preferirá en monedasde nikel $ 0.70 o $ 0.80 en vez de un billete de pap-el moneda equi-valente a $ 1. ,

Paca dar una idea exacta de la posibilidad que existe para engañaral ,indio a conseeuencia de la simpleza o ingenuidad de su espíritu,narraré lo que me fué contado por uno de los empleados de uno delos almacenes depósitos.

Una tarde, en un pedazo de papel de proporcione-s parecidas a losvales que se da a los indios en que se acredita la mercaderí-a quepueden sacar, dcho empleado 'efectuó algunas operaciones aritmé-ticas llenando ·el referido papel en crecido número de guarismos.Luego 10 tiró al suelo cerca del mostrador. Momentos después unindígena recogió dicho papel y con una audacia que traducía suingenuidad excesiva se presentó al almacén como i aquel pap-elfuese un vale que le hubiera sido dado corno compensación Y acre-ditación de u salario. El empleado se hizo el desentendido y elindio comenzó a solicitar ponchos y monturas convencido, hasta elfinal, que estaba engañando con éxito a la empresa. Demás estádecir que en el momento oportuno se terminó la brOIILa.

Lo expuesto contribuye a demostrar la evidente incapacidad delindígena. Si recibe una pieza de uso doméstico avaluado el1 $ 7 la'entregará al primer transeunte por un puñado de moneditas de nikelque escasamente excedan de $ 1. Despréndese de esto, en eonsecuen-cia, la convicción de la facilidad extrema conque el indígena puedeser estafado y las dificultades reales que exdsten para evitar que estasestafas se realicen,

Por lo que he visto, dentro del ingenio, no se estafa al indio. Nise le venden tonterías. y perendengues, ni e le surte de erectos decalidad inferior. Como artículos aparatosos no he visto sino mon-

1:1,11'111.,

LAS PROVEEDURíAS 73

turas y puñales enchapados en «plata alemana». Sus precios no son

e~8vados.Al terminar la zafra tiene lugar el «arreglo grande», esto es, la

liquidación final, en mercaderías, de lo ganado e~ l~ tres últimosmeses. He oonWill.ido con el ingenio que uno o vanos Jll~ctores deeste Departamento, verificaran 1M e-ntregas de mercaderías que seharán a los indígenas. Estas se entregarán de acuerdo co~ l~s pre-cios que fig¡uran en la nómina que antecede. En esta nOffiiln~ no

f'guran los precios de 10s caballo , yeguas y burros que a cambio de1 . di S. mal o de una parte de jornal se entrega a los m igenas, u no

JO di h . 1figuración está excusada por el hecho de que ic os í\m~ es .seadquieren en la provincia de Salta o Jujuy dí-as.~ntes del licencia-miento de la indiada a precios que, con antelación, no pueden ser

f·, 00"". El insrenio ha prometido justificar los precios de entrega,lJ V>' '" "', 1 . di

manifestando desde ya que en la entrega de animales a os m lOSpierde dinero. En aquella región, Ie,lga:nado. caballar e~ caro y_elindígena está habituado a recibi,rlo a los nnsmos preCIOS de anosanteriores, notablemente elevados en la ·actualidad. Según referen-cias que he .recogido, fuera de los ingenios es don~e se sxplota alindio. Parece ser ique un buen número de comerciantes, entre losque abundan'los turcos, los esperan en la época del rcenciam:ento,e.stratégicamente ieScalonados en el camino que han de recorrer ?~rallegar a sus toldos y les proponen cambios de lo que han adquiridoen el ingenio por otros objetos de mucho menor valor. Se me aseguraque se les provee de armas Y de mmnición de guerra. .

Adviértese, por lo expuesto, que puede resultar un pebgro la en-trega al indígena en dinero de todo el salario percibido.

Page 38: Situación de los indígenas en los ingenios azucareros

,I~I

Proporción de indios que trabajan.-Partes diarios.-Los caciques y los sol-dados.

En el presente capitulo nos ocuparemos de la proporción reducidaen que los indios concurren al trabaje. El 21 de junio, por ejemplo,el ingenio tenía 1.195 indios varones, 918 chinas, 71 muchachos gran-des y 134 osacos (muchachos chicos que ganan sueldo), es decir, untotal de total de 2.318 personas aptas para trabajar. E e día no tra-bajaron sino 725. El resto se encontraba enfermo o sencillamente,sin deseos de trabajar.

Creo interesante agregar al 'presente informe los partes diariosque cada lote presenta a 'la adrninisración, no sólo ¡para que se conozcael número de los indios que trabajan sino para que se establezcan losporcentajes respeetsvos. He aquí los partes diarios de ref-erencia.

Page 39: Situación de los indígenas en los ingenios azucareros

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LA FLORENOIA

PERSONAL~

¡MaYOrdOmos ¡ CapatacesClase de trabajo Cristia- Cristia- Indios Chinos Cun. Osacosnos nos chicosItrerizos I

1 1I.rteros1mpia acequias 1 2 ,» vías .

» 1 1ardia vía1rtero ..

1mero

I 1>pensero.1uqueando .2.caudo .. 1. 10Lcareros . 1 1rpia calles .. 1 I 102

'l, caña 2 1 971 ~r.2 o»

» · .66 I 68 I

» · . 2» · . .. 1 54

¡a para pobres ..

2

I~areros .. .11 1/2

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9 I 2 96 1iz 3 242.

L' 22 d

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LOTE PREDILIANA

Día 22 de junio de 1914.--

PERSONAL

Clase de trabajo !Mayor domos! Capataces Cristia- ! Criatia- Indios ! Chinos ! Cun. ! Osacosnos nos chicos

Chaco cuido caña . 1 6

Porteros. 2

Vigas, leña. 2

Potrerizos 5

Reg. alfar es 2

Hac. galpones. . ,5

Ac. ·mad. id ... 1·

En el escritorio. . 1Pelando caña. 8 2 180 128Cargando caña y colg. . 1 71

Picadores .. 25

Zorreros .I 8

Junt. caña cal! . 13. » vía. 6

8 4 126 10 180I

128

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Page 40: Situación de los indígenas en los ingenios azucareros

BOLETíN DEL DEPARTAMENTO NAClONAL DEL TRABAJO

LOTE HACIENDA

Sábado 22 de Junio de 1914.

PERSORAL

Clase de trabajo

Potrerizos, Los Corrales. 1 6Cuido alfalf., Los Corrales. 3Reg. alfatf., Loma Baja. 5Arando p. alfalf, Rastaurant. 14Rameando, Loma Baja. 1Rastras, ~astaurant. 2Emparejando, Loma Baja. 2Hac. bateones, Corrales. 1Picando desp., Galp. Nue. 1 1/2

Ordefiaudo, Lechería. 4Cuido indios.

: I1

Carrito bueyes. 2Desarm. camp. 2Afil. herram., Despacho. 2Arreglo ens. zorr. • I 2G. vía p. nivel, F. C. C. N. 2Chaco cuido ca. 7Porteros, S. Ant, y Tu. 2Coloco rieles. 2Jardinera. 1Chaco vía Flor. 1 IPel. caña, 6. S. Inca. 12 131

» » 3I» » 1 48I» » 1 1 47

» » 1 1 61» » 62» » 1 2 44 49 1» » 1 44 3

--- -- - - - -

8 109 1/2 3 219 124 4

PROPORClÓN DE INDlOS QUE TRABAJAN 79

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Page 41: Situación de los indígenas en los ingenios azucareros

80 BOLETíN DEL DEPARTAMENTO NACIONAL DEL TRABAJO

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PROPORCIÓN DE INDIOS QUE TRABAJAN 81

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Según el contrato, los caciques deben aportar un contingente de10 indios. Esto no se cumple nunca. Las partes que siguen demues-tran que ningún cacique lleva al trabajo lOI~ 10 indios que le corres-ponden. He aquí los partes:

LOTE HACIENDA

Indios que han salido a trabajar

Junio 20 de 1914.

CACIQUES INDIOS

Felipe . eGerÓnirno. eNapoleón. 7Zapallo. 2Asencio. 4Montenegro. eTilico. 4Valentín. 9Paulino .Antonio. 2Pacheco. GPedro. 2Liberato.Sandoval. 2Martín. 1Chacho. 7Alejandro. 6Yanke. 4Santos. 3Man ueli to . 7[icaeio . 3

Porongo. 5Felipe G . 10Gabriel. 9

Sebastián. 5Serafín. 7Lorenzo. 6Josito. 3Sueltos. 31

163

6

Page 42: Situación de los indígenas en los ingenios azucareros

82 BOLETíN DEL DEPAR'rAMENTO NACIONAL DEL TRABAZO

LOTE PREDlLIANA

Indios que han salido a trabajar

CACIQ,UES

Andrés. . .Zacarías.Mariano.Macote ..Segundo.Solano.Ciriaco.Vicente.Ocote ..Anton'o.Tomate.Capitán Chico.Milico ..Cabezón.Mulato .Camilo .Pala vecino.Teófilo. . .Ramoncito ..Carpincho ..Pedro Nato.Bermejo.Angelito.Pichana.Ramón.Alejandro.Gualocote.Tomasito.Sueltos. .

Junio 22 de 1914.

DIDIOS

4

592

67

9

7

13

6

6

9

55

4

21

33

35

2

1

2

511

54

180

PROPORCIÓN DE INDIOS QUE TRABAJAN 83

LOTE FLORENCIA

J.ndios que han salido a trabajar

Junio 22 de 1914.

CACIQUES INl'IOS

Chiloy. 8Tll··a. 6Alazán. 8Tupa Guanaco. 7Martín 1. 5Ramón. 2Lorencito. 5Petizo Chico. 8Negrito. 5Aramayo . 5Olma , 7Mayor. 7Pepe Chico. 6Serafín. 7Casimiro. 6Agustin 1. 8Corzuela. 6Antonino. 8Manuelito . 5Lorenzo. 8Tucumano. 2Juan Plablo. 7Agustín 2. 6Cara Cara. 2Chizo. 8Rufián. 9Jlllián. 5Zorro. 5Elías. 5Palomo. 5Angelito. 12Napoleón. 4Sueltos. 45

242

Como resultado de los partes que anteceden, tenemos las propor-ciones que siguen para el personal de cada uno de los lotes.

Page 43: Situación de los indígenas en los ingenios azucareros

54 BOLE'!'f" 'DEI, DEPA RTA MENTO ¡.,rACIONAL DEfJ TRABAJO

Lote Florencia 21.1 % de cristianos y 78.9 % de indios» Prediliana 32.0 % » » y 68.0 0/ » »10

» Hacienda 24.6 % » » y 75.4 0/ » ».'0

» Paulina 100.0 % » » y » »» Palos Blanc. 100.0 % » » y - » »

En general nos encontramos que en la 'Pelada de caña trabaja :el 30.6 % de cristianos yel 69.4 % de i:ndios.

Este .poreentaje S'2 modifica diar-iamente y es seguro que a me-diados de Ia zafra el número de los 'cristianos es mucho mayor. Lascifras 'que anteceden fueron tornadas en la segunda semana de ini-ciados los trabajos. Por lo demás, no hay que olvidar que del per-sonal de fábrica están excluidos los indígenas de nuestro Chaco.

...

Modificación' del contrato. - Conclu-siones.

La iniciativa de la modificación del contrato anteriormente trans-cripto pertenece a la empresa de:. ingeniero de «Ledesma». En unacomunicación dirigida al ministerio del interior, solicitó el cambiode los términos del 'contrato aduciendo como fundamento princpalel de 'que los indígenas se encontraban dli.sconformes yse negaban

. a trabajar, Este pedido decidió el envío del que suscribe, a objetode practicar 'una comrprobación 'Previa sobre los hechos, aducidos,

La circunstancia relativa al menor número de indios que salíana trabajar, fué plenamente 'constatada. A mi llegada al ingenio,comprobé que, en efecto, apenas trabajaba la tercera parte ¿,el per-sonal de indios apto para las labores de la zafra. Como mejor medioinformativo decidí eonversarlos en lotes separados y no en conjunto,a objeto de 'conocer en una forma más detallada sus diversas mani-festaciones.

Los indígenas coincidieron unánimemente en su deseo de derogar elcontrato vigente volviendo a lo que e110'3llaman la «moda antigua»,a cuyo régimen están habituados, sin variación ninguna, desde mu-chos años atrás. La cláusula más resistida era la del ahorro endinero. La naturaleza desconfiada e irmprevisora de estos trabaja-dores ole ocasión hacía imposible la tarea de explicaeles 100 bene-ficios del ahorro. La economía del contrato, por otra parte, les resul-taba demasiado compleja y no se avenían con que se les descontase elimporte de' la caña consumida .rri las amortizaciones del tabaco yanticirpos recibidos en 'el Chaco antes' de partir en viaje a los inge-nios. Estas quejas me fueron unánime y aisladamente expresadas portodos los lenguaraces. Hago notar, de ipaso, que muchas de las india-das eonoeieron el contrato recién en el ingenio, 'Pues. no todos losindios vinieron del kilómetro 612, en el Teuco, donde el contrato fuécelebrado. Estas tribus negábanse a reconocerlo y los mñsmos quelo habían celebrado, deseaban su ITlJodifilcac:ón.En señal de protestanegáronse a salir 311 trabajo. Cuando les manifesté 'que se volvería atrabajar «a la moda antigua» manifestaron un visible contento que

Page 44: Situación de los indígenas en los ingenios azucareros

86 BOLETíN DEL DEPARTAMENTO NACIONAL DEL TRABAJO

se tradujo por la presentación de un crecido número de indígenas alos trabajos del SUl'lCO.

El primer contrato, pues, destinado a favorecer a los indígenasha fracasado por el propio pedido de los interesados, a pesar dehaber respetado dicho contrato las formas seculares en que los indiosvienen trabajando en los ingenios.

Nótese la diversidad de categorías que el artículo primero consa-gra y se convendrá en que los que rnás trabajan no son, ciertamente,los mejor remunerados. El capitán grande tiene asignada lamayor retribución, El 'capitán grande, sin embargo, no trabaja unsolo día y la proposición de que lo hiciese signficaria una ofensa. Esel gran señor de los indios y el que, al finalizar la zafra, recibe losmejores regalos. En esta forma la' empresa gana su buena voluntad ylo tiene de su lado para la contratación del año próximo.

El 'cacique menor tiene una retribución mayor que la del simpleindio. En ,el' mejor de los casos apenas trabaja tanto como él. Esotro personaje con el que es menester traneig.r a cada ·momento. Nohay que olvidar, en efecto, que los caciques menores son los jefesde cada grupo de diez indios y que influyen directamente en queestos se presenten atl.trabajo. El mayor número de los trabajadoresestá constituido por los simples indios o 'Soldados 'que son, como he-mos visto, los que miás trabajan y los que en realidad' están peorpagos. La china o mujer del 'indio gana menos que éste. Realiza, sinembargo, una tarea idéntica a la del indio. Como se ve, el contratocolectivo celebrado en el kiló.:rnetro 612 fOja, por simples razones' dejerarquía o categoría, :un escalafón de salarios en virtud del cualaparece como mejor remunerados los que menor tarea realizan, Ellenguaraz, por ejemplo, gana tanto como el capitán grande, a pesarde locual,en el tiempo de la zafra, no derriba una sola 'caña si talen su voluntad. Que este régimen es, absurdo, es indiscutible. Menes-ter es respetarlo, sin embargo, como imposición de antiquísimascostumbres invariables en el ingen:o y como' consecuen-cia de la orga-níeación social de estas tribus. Esta misma anomalía ha quedado .de pie en el nuevo contrato, en el que no se modifican los montos deIas retribuciones .anteriormente fijadas sino su forma de pago; supri-miendo el ahorro de dnero o pago al finalzar la cosecha, unánime-mente resistido por razones de desconfianza y de incapacidad men-tal. Los sueldos.ven el nuevo contrato, quedan así:

Pri mera categoría: por mes trabajado se pagará 128 $ en merca-derías, más 42 $ en efectivo, dstribuidos así : para ración diaria, enefectivo, 1 $; estimulo; 'por eada seis días trabajados en cada' seisconsecutivos, $ 1:50.; bonjñcacón por treinta días trabajados, 5 $;

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Il'

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jlIIODIFICAClÓN DEL CONTRATO 87

categoría segunda: ganarán $ 73.40. en mercaderías, y $ 26 en efec-tivo, distribuidos así: racionamiento diario, $ 0..60.; por seis días tra-bajados en cada semana, $ 1.2.0 y gratificación de $ 5 por treintadías trabajados; tercera categoría ganarán $ 37.80. en mercaderíasy $ 19 en efectivo, distribuidos así: $ 0..40.por ración diaria, estímulo1 $ por cada 6 días trabajados y $ 2 .por cada tre:ill.ta días; (martacategoría: ganarán $ 28.60. en mercaderías y $ 19 en efectivo distri-'bnidos en la misma forma que la categoría anterior; quinta cate-goría: quedaría igual que la 'cuarta; sexta categoría: ganarían enmercaderías $ 13 Y $,8.50 en efectivo. Las categorías 7 y 8 quedaríanen iguales condiciones a las categorías primera y segunda,

. Sin duda alguna, las retribuciones fijadas en el nuevo contratode trabajo son inferiores a las que marcaba el contrato anterior.Esta d.ferencia queda íntegramente compensada con el derecho con-cedido a los indios para comer caña si.n que ella. les sea descontada.'I'ampoco se les descontará el valor de la ropa entregada antes de suingreso al ingenio ni los gastos hechos para su trasporte y recluta-miento. Como se sabe, todo esto se descontaba antes con mermas bas-tante considerables para los salarios fijados. Por caña, 15 $ men-suales; por tabaco 10; 'por anticipo de ropa 6 $ mensuales.

Una de las omisiones más graves del contrato anterior' era lareferente al precio en que las .mercaderias serían entregadas al indí-gena. Establecer 'que el mdio gana $ 31.80. en mercaderías y omitirel detalle del precio de éstas, significaba dejar abierta una puertapara una merma considerable sobre el valor real de dicho sueldo enmer-caderías.

Esta omisión ha sido subsanada en el nuevo contrato.Uno de los artículos establece el precio unitario a ¡que cada clase

de mercadería será vendda a los indios. La lista es, exactamente,la que en un capítulo anterior se transcribe. Son precios sumamenteequitativos que no difieren mucho de los corrientes en la ciudad 'deBuenos Aires.

Disponía el contrato 'anterior que las eumas ahorradas se entre-gasen al indio el mismo día de su partida al Chaco. La modificaciónestablece 'que el ingenio abonará los dos primeros meses en dinero y.mercaderias al finalizar cada mes. En los últimos tres meses se lesabonará el salario en dinero, pero e les retendrá la mercadería afin de que vayan bien provistcs a los toldos.

Otra de las modificaciones es la que se refiere al licenciamientode los indígenas. En lo sucesivo el ingenio los condlucirá por Picha-nal hasta Las Varas y por Embarcación a Tres Pozos, racionándoloshasta allí y despid.endo con 5 $ en efectivo a cada cacique, soldado

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~I

88 BOLETíN DEL DEPARTAMENTO NACIONAL DEL TRABAJO MODIFICA ¡ÓN DEL CO:-lTRA'l'O

y lenguaraz que haya trabajado 100 días de los 150 de la cosecha.Haeta llegar al sitio del licenciamiento, cada indígena será raciona-do con 10 kilogramos de carne por cada 20 leguas de marcha.

Introdújose también un nuevo artículo en virtud del 'Cual el inge-nio se compromete a no vender a los indígenas armas de precisión oalcohol, debiendo vigilar las ventas que los comerciantes partícula-res realicen dentro del ingen'o. Finalmente, el Departamento Nacio-nal del Trabajo queda encargado de hacer cumplir y fiscalizar elnuevo contrato.

Como conclusiones defin'tivas de esta inspección presento Iassiguientes :. P Los ingenios de Jujuy pueden prescindir del trabajo de losindígenas, como han prescindido ya los ,de la provincia de 'I'ueumán.El trabajo de los indígenas puede ser reerrnplazado por el de loso'breros eriollosde las localidades del Norte. En el peor de los casos-y suponiendo que la zafra azucarera fuese superior a los brazos dis-ponible en la región,-pueden llevarse desde Buenos Aires brace-nos extranjeros, pues, en la época en que la zafra e inicia, la des-ocupación .se acentúa en la Capital Federal. Los ensayos de acli-matación de europeos en aquella zona, no deben tomarse como defi-njtivos. Como dificultad mayor para el trasporte de peonadas hayque reconocer la .que deriva del exce ivo costo de los pasajes.

2.° En el ingenio el indio es bien tratado. Es incierto que se levenda alcohol y baratijas innecesarias.

El precio de venta de las mercadería" no difiere mayormente delprecio corr-iente en la Capital Federal. E.l salario del indígena esmás 'bajo que el de los obreros criollos. El indigena, sin embargo,no es un trabajador tan barato COIDIO genera1mente se cree. Al sala-rio real que recibe hay que agregar el elevado consumo de cañaque hace y los gastos que su reclutamiento y trasporte originan. Sondobles: ¿¡el Chaco al ingenio y del ingenio al Chaco.

3.° El indígena es trabajador malo e inseguro. Los ingenios traenmayor número de 'indígenas que los necesarios para las tareas des-contando de antemano las ,bajas diarias de los que no se presentan atrabajar. Los que .no trabajan viven del dngenio.

El primer contrato, lo mismo que el seg:undo (ipequeñas modifica-ciones al primero) SOJ;l de todo punto insuficientes ,para tutelar debi-damente los intereses ole los indios. Incapaces de hecho, están a mer-ced de, los dueños de los ingenios" quienes encuentran interés entratarlos bien a fin de asegurarse su venida para la zafra próxima.Es posible que el mayor beneficio para el ingenio esté representado

89

por la economía que significa el alojamiento del indio. En casocontrario, verían se obligados a emplear un capital en la construc-ción de viviendas.

4.° El indio no se eividiza en el ingenio. Regresa a los toldos sinhaber aprendido nada. En el ingenio viven sujetos a una clasede trabajo que les permite, con escasa diferencia,' mantener la vidade los toldos. Si el indio trabajase en la fábrica y trapiches, y noen el surco, se civilizaría acaso rápidamente.

5.· Si el¡ el futuro se desea tutelar en una forma eficaz los inter e-ses de los indígenas bajo el punto de vista del trabajo, será menes-ter apartarse por completo de los puntos de mira que se han tenidoen cuenta al redactar los contratos colectivos actualmente en vi gen-

- cia. La remuneración deberá fijarse en atención al trabajo efectuado,y no, como ahora, ¡bajo el punto de v'sta de categorías que, si con-sultan la organización de la tribu, no tienen en cuenta la producciónde trabajo que cada individuo r.nde. El cacique, el indio y la chinadeben ganar igual porque producen cantidades iguales. El contratodebe establecer, para ser .jmple, un precio por una tarea, es" decir,debe indicar cuanto pagará el ingenio por derribar y pelar la cañade cada surco de cien metros, sienóo indiferente que esta tarea larealice un indio, una china o un menor o un indio ayudado por lachina y sus hijos. El establecimiento del precio único en esta formasimplificaría notablemente el problema actual. En lo que respecta alpago podría establecerse que un 75 .% fuera en efectivo y un 25 %en mercaderías. El pago sería mensual e íntegro, proporcionado paracada individuo con el número de tareas realizadas durante el mes.Como punto de partióa para la fijación de este salario, habría quetomar el que el ingenio paga por igual tarea a los obreros no indiosy deducir proporcionalmente los gastos que importa el trasportey reclutamiento del indio.

Pienso además, que la merma no debe ser excesiva porque, enparte, está compensada con la economía de viviendas que realizael ingenio con los indios. Si un criollo gana dos pesos por cada cienmetros de caña 'que trabaja, estimo que el indio no debe percibir, porigual tarea, una suma inferior a $ 1.70.

6." Bajo el punto de vista de la conveniencia general, creo que noexiste ninguna para justificar este éxodo anual de indígenas del te-rritorio del Chaco. Los más inteligentes me han manifestado que noirían a los ingenios si en el Chaco se les diese tierra para cultivar ose les procurase ocupación.

Saluda a usted atte.ALEJANDRO M. UNSAIN.

Jefe de Inspección.