Comunicacion Adultos Mirada Neuropsicologica

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    PSIQUIÁTRICA Y PSICOLÓGICADE AMÉRICA LATINA

    Volúmen 56 - Nº2Buenos Aires - Junio 2010ISSN: 0001 - 6896

    75.

    83.

    73.

    91.

    96.

    108.

    114.

    123.

    126.

    EditorialPan, trabajo, salud y concordia nacional en el cente-

    nario de la Gesta de MayoCÉSAR AUGUSTO CABRAL OriginalesInhibición cognitiva y motora en niños con trastornopor déficit de atención con hiperactividadJOSEFINA RUBIALES, LILIANA BAKKER, SEBASTIÁN URQUIJO

    Depresión materna y prácticas de crianzaROMINA IZZEDIN BOUQUET, MARÍA DEL PILAR SABOGAL RODRÍGUEZ,ALEJANDRO PACHAJOA LONDOÑO

    Mobbing y nivel de estrés en el ámbito académicoNÉLIDA RODRÍGUEZ FEIJÓO

     Actual izaciónAspectos emocionales de la comunicación en adultos:una mirada neuropsicológicaVALERIA LAURA GUAITA 

    Historia

    La esquizofrenia en la obra de Emilio Mira y LópezRAÚL ALELÚ-PAZ, VALENTÍN CORCÉS PANDO

     Ar tículo EspecialEl valor del interrogatorio al paciente en salud mentalCARLOS RODOLFO PEREYRA

    Entrevista« El rasgo innovador de nuestra Facultad es latemprana inmersión en la clínica...»COLOQUIO CON ALFREDO BUZZI

    NotasEl autismo esquizofrénicoCÉSAR AUGUSTO CABRAL

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    PSIQUIÁTRICA Y PSICOLÓGICA

    DE AMÉRICA LATINAVolúmen 56 - Nº2Buenos Aires - Junio 2010ISSN: 0001 - 6896

    César A. Cabral:Mario Vidal:

    Edith Serfaty:Diana Vidal:

    Luis Meyer:

    Fernando Lolas Stepke:Lucía Rossi:

    Ernesto Martin-Jacod:Lilian Carvajal:

    PresidenteVicepresidente 1ºVicepresidente 2ºSecretaria

    Tesorero

    Director TécnicoVocalVocalVocal

    CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN

    Centro Colaborador de la OPS/OMS

    Entidad de bien público sin fines de lucroPersonería Jurídica Nº4863/66

    inscripta en el Ministerio de Salud Pública yAcción Social con el Nº 1.777

    Sede Social: M. T. de Alvear 2202, piso 3º - C1122AAJ - Ciudad de Buenos Aires, Argentina.Tel.: (54 11) 4966-1454 - [email protected] 

    CC 170, Suc. 25 - C1425WAD - Ciudad de Buenos Aires, Argentina Administración/Suscripciones: (54 11) 4897-7272 int.:100 - [email protected] 

    www.acta.org.ar 

    Este número se terminó de imprimir en Junio de 2010

    Fondo para la salud mental

    Fundación

    132.

    143.

    144.

    Con un filósofo en el consultorioRICARDO ARANOVICH

    Resención

    BODEI REMO. La chispa y el fuego. Invitación a lafilosofía. Buenos Aires: Nueva Visión; 2006.LUIS MEYER

    InformacionesHomenaje al Dr. Guillermo Vidal en Arte y Medicina. Norman Sartorious en Buenos Aires.

    Simposio del IPLE en el XXVI

    Congreso Latinoamericano APAL 2010

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    Ezequiel Benito

    Diego Stina - [email protected]

     Av. Ricardo Lyon 880, Dpto.1104Providencia, Santiago, Chile.Fax:(562) 233-3508

    (54 11) 4897-7272

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    V ALERIA L AURA GUAITA

    Doctora en psicología.

    Becaria posdoctoral del

    Consejo Nacional de

    Investigaciones Científicas y

    Técnicas de la República Argentina (CONICET).

    Este trabajo ha sido realizadoen el marco de la beca

    posdoctoral otorgada por el

    Consejo Nacional deInvestigaciones Científicas yTécnicas (CONICET),

    y desarrollado en el CentroInterdisciplinario de Psicología

    Matemática y Experimental (CIIP-ME), Buenos Aires, Argentina.

    Aspectos emocionales de la comunicación en adultos: una mirada

    neuropsicológica

    V ALERIA L AURA GUAITA

     Acta Psiquiát Psicol Am Lat. 2010, 56(2): 96-107 

     Actualización

    CORRESPONDENCIADra. Valeria L. Guaita. Tte.

    Gral. Perón 2158, C1040AAH

    Ciudad Autónoma de Buenos

     Aires, República Argentina;

    [email protected]

    En el mundo están apareciendo cada vez más trabajos científicossobre las emociones, muchos de ellos desarrollados con ayuda deneuroimágenes. Ante las dificultades existentes para llevar a cabo esetipo de investigaciones en la Argentina, se pensó elaborar un inventa-rio o catálogo que facilitara la formulación de inferencias, tanto acercadel funcionamiento conductual del adulto como de su funcionamiento

    neurocognitivo, y establecer relaciones entre las emociones y otrasfunciones cognitivas vinculadas con la conducta adaptativa de la per-sona frente a distintas situaciones. Eso haría posible evaluar el modode funcionamiento emocional, no con el fin de suplantar otras evalua-ciones diagnósticas, sino con el de servirles de complemento. Losobjetivos del presente trabajo son dos: efectuar un análisis de lasbases teóricas de los aspectos neurocognitivos que subyacen a lacomunicación emocional, y mostrar los avances cumplidos hastaahora en la elaboración del mencionado inventario. La función concre-ta del inventario es aportar datos empíricos que coadyuven a prevenir y predecir los trastornos emocionales y conductuales, sirviendo de

    ayuda en el proceso diagnóstico y facilitando, en función de ello, laulterior instauración de planes de intervención dirigidos a mejorar lasfunciones cognitivas y emocionales.

    Palabras clave:  Adultez – Comunicación emocional – Evaluación –Neuropsicología.

    Emotional aspects of communication in adults: a neuropsicho- 

    logical review 

     Although scientific works at worldwide level in relation to the emotionsare increasingly being made, many of them are taking place using neu-roimaging. Given the difficulty to carry out these type of studies in Argentina, it was thought to build an Inventory which will allow us tomake inferences about the behavioral and neurocognitive functioningof adults, as well as to establish relations between emotions and other cognitive functions that are involved in the adaptative response of aperson under different circumstances. This makes it possible to assessthe emotional functioning, without trying to replace other diagnosticmethods, but to complement them. The aim of this work is to analyzethe theoretical bases of the neurocognitive aspects subtle to the emo-tional communication, as well as to show the advances made in theconstruction of the mentioned Inventory. This Inventory aims to con-tribute with empirical data that will hopefully help to predict and prevent

    emotional and behavioral disturbances, collaborating in the diagnosticprocess, to develop –according to the results– plans of intervention toimprove emotional and cognitive functions.

    Keywords: Adulthood – Assessment – Emotional Communication –Neuropsychology

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    Introducción

    En los últimos años ha habido una revolución enel estudio de la emoción. Nuestras emociones

     –amor, miedo, enojo, deseo– le dan color y signi-ficado a la vida. Son indispensables, cualquieraque sea el objetivo que tengamos para nuestravida. En muchas enfermedades mentales el des-arreglo emocional lleva a un dolor vital profundo,y al sentimiento de incapacidad. Por otra parte,toda conducta humana puede pensarse como unaforma de comunicación, con dos componentesdistintivos: los contenidos lingüísticos y el aspec-to relacional. Los aspectos lingüísticos están refe-ridos al significado de lo que se comunica, mien-

    tras que el aspecto relacional se vincula con lamanera en que los mensajes se emiten, y puedeser considerado el medio para el transporte emo-cional de la comunicación. Sobre estos aspectosemocionales se tratará de profundizar en el pre-sente trabajo.

    Para el logro de la eficacia comunicativa es nece-sario poseer lo que diversos autores han denomi-nado  competencia emocional , que se refiere a lacapacidad de cumplir con eficacia objetivos adap-tativos, en situaciones de excitación emocional[35]. Entre las competencias emocionales nece-sarias para el funcionamiento adaptativo seencuentran la capacidad de percibir las emocio-nes con precisión, la capacidad de usar la emo-ción para facilitar el pensamiento y, asimismo, lacomprensión y el manejo de las emociones [1].Saarni [35] ha enumerado una serie de capacida-des que integran la competencia emocional:

    ● Capacidad para darse cuenta del estado emo-cional, en la cual se incluye la posibilidad de ser conscientes de que se están experimentandomúltiples emociones simultáneas, y también la dedarse cuenta de que es posible no ser conscientede algunos sentimientos, debido a dinámicasinconscientes o por inatención selectiva.● Capacidad para discernir las emociones deotros, basándose en la situación específica y enlas pistas expresivas que tienen cierto grado deconsenso cultural en cuanto a su significado

    emocional.● Capacidad para usar el vocabulario y la expre-sión de la emoción comúnmente disponibles en la(sub)cultura de uno.● Capacidad para la comprensión empática de las

    experiencias emocionales del otro.● Capacidad para darse cuenta de que el estadoemocional interno puede no corresponderse con

    la expresión externa, tanto en uno mismo comoen los demás, y capacidad para entender que laconducta emocional que se expresa puede ejer-cer impacto sobre el otro, teniendo en cuenta esacircunstancia en el desarrollo de las estrategiasde presentación frente a los demás.● Capacidad para afrontar adaptativamente lasemociones aversivas o displacenteras, usandoestrategias de autorregulación que disminuyanla intensidad o la duración temporal de esosestados emocionales (por ejemplo, la resistencia

    al estrés).● Capacidad para darse cuenta de que la estruc-tura o naturaleza de las relaciones está definidaen gran parte por la forma en que se comunicanlas emociones en el marco de cada específicarelación; por ejemplo, el grado de inmediatezemocional, o el de autenticidad de la exhibiciónemocional, o el grado de reciprocidad y simetríaemocional de la relación. Así, la intimidad maduraestá en parte definida por la capacidad de com-partir emociones genuinas con reciprocidad,mientras que en una relación padre-hijo puedehaber asimetría cuando se comparten tales emo-ciones genuinas.● Capacidad de autoeficacia emocional, por lacual la persona se ve a sí misma  sintiendo emo-cionalmente tal como lo desea. “Autoeficaciaemocional” significa que uno acepta su experien-cia emocional, tanto si es única y de carácter excéntrico como si se trata de una experienciaculturalmente reconocida. Significa además que

    esa aceptación se halla en línea con las creenciasdel individuo acerca de lo que es el equilibrioemocional deseable. En esencia, el individuo quedemuestra autoeficacia emocional vive de acuer-do con una teoría personal  y con un sentido moralque le es propio.

    La adquisición de las competencias emocionalesadecuadas se manifiesta en la capacidad paraexpresar, controlar y regular la emoción. Laexpresión emocional ajustada  es aquella que

    coordina los distintos canales de comunicaciónemocional (verbal, conductual, facial y vocal) paratransmitir una emoción dada. El  control emocio-nal se vincula con la inhibición o la postergaciónde la respuesta emocional impulsiva. La  regula-

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     Acta Psiquiát Psicol Am Lat. 2010, 56(2)

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    ción emocional   consiste en poner en prácticaestrategias comportamentales, cognitivas, aten-cionales y fisiológicas dirigidas a eliminar, mante-

    ner o cambiar la experiencia emocional, y a ade-cuar la emoción al momento y contexto adecua-dos para expresarla. Para que la emoción puedacumplir su función adaptativa, estos tres aspectosde la comunicación emocional deben funcionar demanera armónica [8].

    Cabe tener en cuenta que hasta el momento lamayor parte de los trabajos de investigación eintervención en educación emocional y social hanido dirigidos a niños y jóvenes, por la importancia

    esencial de la niñez y la juventud, en cuanto eta-pas evolutivas, en la consolidación de las estruc-turas de funcionamiento neuropsicológico ysocial, y en la prevención de problemas psicológi-cos futuros. Estudios realizados [28, 9] sugierenque los niños aprenden a regular las emocionesdentro de la familia, y que en sus relaciones inter-personales fuera de ella repiten ese estilo apren-dido de regulación emocional. Es por ello queresulta fundamental conocer no sólo cómo se vanadquiriendo estos procesos a lo largo del desarro-

    llo, sino también cómo se dan en aquellos adultosque interactúan con un niño. Hay que considerar igualmente que las personas adultas podríanbeneficiarse de programas de intervención, queimplican tanto la oportunidad de aprender compe-tencias que, por diferentes razones, nunca hanllegado a ser adquiridas, como la de potenciar omejorar competencias que sí han sido adquiridaspero no están desarrolladas en el grado adecua-do [23]. Esta propuesta cobra particular importan-cia si se tiene en cuenta que durante la etapaadulta se producen múltiples cambios en los nive-les neurofisiológico, neurocognitivo y social. Esimportante, pues, que la persona cuente conrecursos que le permitan prevenir algunos deesos cambios, y prepararse para afrontarlos, opara adaptarse a la mayoría de ellos. Distintosestudios han encontrado cambios en aspectosemocionales tales como la optimización del afec-to y su grado de complejidad, la intensidad emo-cional o el uso de diferentes estrategias de regu-

    lación emocional [23].

    En el mundo están apareciendo cada vez más tra-bajos científicos sobre las emociones, muchos deellos desarrollados con neuroimágenes. Ante las

    dificultades existentes para llevar a cabo ese tipode estudios en la Argentina se pensó elaborar unaprueba psicométrica que facilitara la formulación

    de inferencias, tanto acerca del funcionamientoconductual del adulto como de su funcionamientoneurocognitivo, y establecer relaciones entre lasemociones y otras funciones cognitivas vincula-das con la conducta adaptativa de la personafrente a distintas situaciones. Eso hace posibleevaluar el modo de funcionamiento emocional, nopara suplantar otras evaluaciones diagnósticas,sino con el fin de complementarlas.

    Bases neuropsicológicas de las emociones

    El miedo es la emoción que ha sido estudiada conmayor éxito. A partir de estudios sobre el miedo,las diferentes investigaciones permiten afirmar que la forma en que el cerebro procesa la emo-ción no difiere de la modalidad por la que procesala visión o los movimientos voluntarios, que tam-bién dependen de circuitos específicos propios[25]. Entre las muchas definiciones que puedenencontrarse acerca de la emoción, una de las másabarcativas es la de Kandel [13], para quien lasemociones son funciones biológicas del sistema

    nervioso que han evolucionado como respuestasfisiológicas y conductuales especializadas, parala supervivencia de la especie.

    Las emociones constituyen un proceso psico-neu-ral innato, el cual se expresa a través de estadosafectivos agudos. En la respuesta emocionalpodemos observar dos niveles: uno  conductual ,que se expresa por medio de patrones de acciónque son aplicados en el intercambio con el medioambiente, y otro   fisiológico, que comprende laactivación del sistema nervioso simpático. El con- junto de estas manifestaciones forma el  arousal  ofase de excitación emocional (literalmente,  arou-sal   significa “despertar”), que es particular paracada emoción. Otra de las manifestaciones fisio-lógicas se da en el nivel hormonal, con la activa-ción del eje hipotalámico-hipofisario-suprarrenal:la liberación de glucocorticoides como el cortisolrefuerza las respuestas autonómicas del sistemanervioso autónomo.

    Tanto el reconocimiento de las emociones expre-sadas por los seres humanos mediante la expre-sión facial como los estados emocionales estánsiendo objeto de estudio por medio de neuroimá-

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    genes. Los resultados obtenidos por diversosinvestigadores [entre otros, 24, 4, 2, 29, 14, 22,26] nos permiten afirmar ya –aun cuando las

    investigaciones continúan– que hay cinco regio-nes cerebrales que cumplen funciones relaciona-das con la emoción. Esas regiones son:   1)   laamígdala   (responsable de detectar, generar ymantener las emociones vinculadas con elmiedo);   2)   la  corteza prefrontal media   (relacio-nada con los aspectos cognitivos que están estre-chamente relacionados con el procesamientoemocional: la atención a la emoción, la identifica-ción de que ella está presente, la toma de con-ciencia de esa presencia);  3)  la  corteza paracin-gulada anterior  (involucrada en la evaluación deinformación motivacional y emocional significati-va, y en la regulación de las respuestas emocio-nales); 4)  la  ínsula (relacionada con los aspectosevaluativos, experienciales o expresivos de lasemociones que se generan internamente;   5)   elhipotálamo. Del hipotálamo cabe decir específi-camente que cumple un rol fundamental en laregulación de las emociones, ya que contienemuchos circuitos neuronales reguladores deaquellas funciones vitales que varían con los esta-dos emocionales: temperatura, frecuencia cardía-ca, presión sanguínea e ingesta de agua y comi-da. A su vez, regula a la hipófisis, y a través deella al sistema endocrino; las desviaciones de lahomeóstasis activan mecanismos hipotalámicosque contribuyen a rectificar el desequilibrio [8]. Laactivación y la desactivación de las diferentesáreas varían en función de la emoción. Se creeque hay un patrón distinto para cada emoción, loque proporciona un “paisaje perceptual” del esta-

    do interno del organismo; las diferencias entredichos paisajes pueden ser la causa de que cadaemoción sea experimentada como diferente [4].

    Emociones y funciones cognitivas

    En los albores de la psicología científica seargumentaba que los aspectos afectivo, conati-vo y cognitivo podían ser abordados y estudia-dos como entidades separadas. En la actuali-dad, en cambio, es habitual subrayar sistemá-ticamente el hecho de que los procesos emo-

    cionales influyen sobre diferentes procesoscognitivos, aunque más bien podría decirseque existe una clara interacción entre los pro-cesos cognitivos y los emocionales o afectivosen general [27].

    Como consecuencia del examen de los procesoscognitivos y de la conducta en sí misma, en losúltimos años viene registrándose creciente interés

    por devolver toda su importancia a los procesosafectivos. Ya en la década de 1980 aparecieronalgunos trabajos [43] que llegaban a sostener quela relevancia de los procesos afectivos es tal quepueden incluso producirse   antes   que loscognitivos, y con independencia de ellos [27]. Alrespecto, ha llegado a ser clásica la controversiaentre aquellos autores que sostienen la primacíadel afecto por sobre la cognición [43] y los que,opuestamente, creen que la cogniciónprepondera sobre el afecto [19]. Hoy por hoy, son

    varios los investigadores que se vuelcan cada vezmás a trabajar sobre el procesamiento emocional,teniendo en cuenta sus bases neurofisiológicas yapoyándose en los resultados de las evaluacio-nes mediante neuroimágenes. Diversos estudiosmuestran que la relación entre las emociones ylas demás funciones cognitivas es más fuerte delo que se creía hasta el momento. De hecho, paraque haya un funcionamiento cognitivo adaptativodebe haber un adecuado manejo emocional. Loscircuitos involucrados en la regulación de la emo-ción son sumamente interactivos con los que seencuentran asociados a las funciones ejecutivas,como la planificación, el juicio y la toma de deci-siones, íntimamente implicadas en el desarrollode las capacidades orientadas a la resolución deproblemas durante los años preescolares [33].En términos del funcionamiento básico del cere-bro, las emociones sostienen a las funcionesejecutivas cuando se encuentran bien reguladas.En cambio, si están escasamente controladas

    interfieren en la atención y la toma de decisiones[38, 3, 5, 20, 2].

    Emociones, percepción y atención

    La atención permite seleccionar información sen-sorial, y garantizar el orden de prioridades de suprocesamiento. Atender a la información delambiente puede llegar a asumir una importanciaaun mayor si esa información es emocionalmenterelevante. En efecto, tal condición hace posibleacceder a información que es clave para poder 

    reaccionar ante los cambios del ambiente. Dehecho, la emoción facilita a la vez  la velocidad  conque la información es procesada y  la probabilidad de que efectivamente lo sea. Tratando de enten-der los mecanismos responsables de la modula-

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    ción emocional de la atención, los investigadoreshan comenzado a estudiar los circuitos neuralessubyacentes, y han focalizando su atención en la

    amígdala [31]. Los resultados de los estudiosmuestran que la amígdala participa en la percep-ción de los hechos emocionales, respondiendo alcontenido emocional de un evento de manerarápida, antes de que sea procesado en formaconsciente [21]. Se ha sugerido que la amígdalafacilita la percepción alterando el procesamientosensorial cortical mediante feedback  con conexio-nes a la corteza visual [12, 21]. De esa forma, elprocesamiento atencional también queda alteradopor la amígdala, que modula las regiones cortica-

    les primarias en contextos emocionales; y vice-versa, la atención hace que aumente la percep-ción, sobre todo cuando los datos sensorialesindican que la situación es potencialmente peli-grosa. Se trata de un mecanismo que confiereuna ventaja evolutiva.

    Emociones y memoria

    Los contenidos emocionales de la memoria cons-tituyen el centro de nuestra historia personal.Filósofos y psicólogos han analizado las formas

    en que la emoción potencia o perturba la memo-ria. Uno de los más significativos avances cumpli-dos en los últimos cincuenta años en el estudio dela memoria es el reconocimiento cada vez másdecidido de que hay varios sistemas de memoria,gobernados por distintos sustratos neurales [40].Las investigaciones que en la actualidad se reali-zan respecto de la influencia de las emocionessobre la memoria se han centrado en dos siste-mas de memoria del lóbulo temporal medial. Elprimero se halla ligado a la amígdala, y es crucialpara la adquisición del condicionamiento delmiedo, y para su expresión. El segundo de esossistemas se vincula con el complejo hipocampal,y es necesario para la adquisición de la memoriaepisódica o declarativa. Este último sistema dememoria puede considerarse el principal en losseres humanos, en el sentido de que regula loque comúnmente se denomina “memoria”, estoes, la recolección voluntaria de sucesos [30].Cada sistema ejerce su función propia pero, en

    situaciones emocionales, todos ellos interactúan,de manera sutil pero importante. La amígdalapuede, así, modular tanto la codificación como elalmacenamiento en la memoria, lo que normal-mente depende del complejo hipocampal. Éste a

    su vez, formando representaciones episódicas designificación emocional, puede influir sobre la res-puesta amigdalina ante un estímulo emocional, a

    través de esas representaciones y de la interpre-tación de tales eventos.

    Sin pretender entrar en el complejo tema de losdiferentes sistemas mnésicos, lo que cabe seña-lar es que, en términos generales, la emociónbeneficia a la memoria. Por ejemplo, se han reali-zado estudios sobre adultos sanos que indicanque, transcurrido cierto tiempo –desde una horahasta un día entero, según los trabajos–, las pala-bras relacionadas con las emociones son mejor 

    recordadas que las palabras neutras. Ello indicaque el  arousal  emocional beneficia a la memoriafacilitando los procesos de consolidación, que setoman tiempo para surgir [18, 37]. Los estudiossobre el comportamiento de la memoria explícita(consciente) en relación con experiencias emocio-nales revelan que existen tres aspectos en losque la emoción influye sobre la memoria: el núme-ro de eventos recordados (cantidad), la vividez delrecuerdo (calidad) y la cantidad de detalles exac-tos recordados acerca de las experiencias men-

    cionadas [15]. De cualquier manera, puedenobservarse consecuencias mnésicas perjudicialesa largo plazo, particularmente a continuación deperíodos prolongados de estrés. Eso guarda rela-ción con la modulación neurohormonal de lamemoria: las hormonas adrenales modulan elrendimiento en varias tareas de aprendizaje ymemoria. Ahora bien, aun cuando los glucocorti-coides y las hormonas adrenales potencian tem-porariamente el rendimiento, cuando el procesose prolonga las consecuencias no son ya tanbeneficiosas. Así sucede, sobre todo, con lamemoria de trabajo, que por otra parte dependetanto del sistema amigdalino como de la cortezaprefrontal, que también se ve afectada. El estrésy los glucocorticoides afectan a los recuerdosemocionales tanto como a los no emocionales: sealtera la codificación y la recuperación de recuer-dos de corto plazo.

    En síntesis, puede decirse que la amígdala es

    una estructura cerebral que media directamenteentre diferentes aspectos del aprendizaje emo-cional, y que facilita las operaciones de recorda-ción en otras regiones, incluidos el hipocampo yla corteza prefrontal. Las interacciones entre

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    emoción y memoria ocurren en varios niveles delprocesamiento de la información, desde la codi-ficación inicial hasta la consolidación de señales

    mnésicas, y hasta la recuperación de recuerdosde vieja data [17].

    Emociones y lenguaje

    Hoy las neurociencias cognitivas se han abocadoa estudiar la relación existente entre el pensa-miento, el sentimiento y el uso del lenguaje.Procuran determinar cómo se desarrollan y fun-cionan normalmente, la manera en que se repre-sentan en el cerebro y la forma en que se deterio-ran con el envejecimiento, por lesiones cerebrales

    o por otros factores [6]. El lenguaje es un mediode comunicación que resulta fundamental para laconstrucción de las relaciones humanas. Entresus funciones se encuentran la transmisión de tra-diciones culturales de una a otra generación y laposibilidad de compartir ideas, sentimientos, pun-tos de vista y planes. La ausencia de lenguaje, ola presencia de alteraciones de contenido o deuso, puede indicar severos trastornos en el des-arrollo del funcionamiento cerebral, del sensorialo de ambos. En efecto, es el lenguaje el que orga-niza la experiencia sensorial, y el que expresapensamientos, sentimientos y expectativas [14].Por otra parte, el uso no correcto del lenguajetambién puede ser indicio de muchos tipos deenfermedades mentales [25].

    El lenguaje es necesario para una comunicaciónemocional adaptativa. Tanto si se lo usa paracomunicarse con otros o como instrumento inter-no, reviste importancia en cuanto medio apto para

    interpretar y controlar la expresión emocional. Ellenguaje interno permite tanto el control conduc-tual como la postergación de la gratificación; por eso es que, cuando está afectado, se observanconsecuencias en el control emocional [10]. Enotro aspecto, se están realizando cada vez másestudios sobre la alexitimia, o “ausencia de pala-bras emocionales”, un rasgo de personalidad queaparece asociado con dificultades en el reconoci-miento y en la regulación de las emociones [41].Todavía sigue siendo motivo de investigación si la

    causa principal de ese déficit radica en fallas en lapercepción, en el procesamiento o en la regula-ción emocional, y se evalúa hasta qué punto exis-te compromiso del lenguaje.

    Emociones y género

    Se encuentran diferencias significativas entrevarones y mujeres en la organización funcional

    del cerebro y en las respectivas capacidadesmentales. Ello ha sido comprobado por lasinvestigaciones en ciencias cognitivas, en parti-cular en neuropsicología. Tales diferencias for-man un amplio espectro, que abarca desde losactos reflejos hasta comportamientos muchomás complejos. Ya desde el principio de la vidaintrauterina la acción de las hormonas sexualesforma redes neurales y procesos bioquímicosdiferentes en los cerebros de hombres y muje-res. De todos modos, también las experiencias y

    el aprendizaje en los contextos socioculturalesforman y organizan el cerebro de cada persona,y dan origen a capacidades y comportamientospropios y diferenciados [7].

    Los adelantos en la tecnología de obtención deneuroimágenes hacen posible hoy estudiar a per-sonas cuyos cerebros están sanos. Se han reali-zado estudios longitudinales como uno, de dieci-séis años de duración, desarrollado sobre más dequince mil niños y niñas, y en el que se registra-ron los comportamientos manifiestos y el rendi-miento en el juego, el razonamiento verbal ymatemático, la orientación espacial y la resoluciónde problemas, la motricidad y la velocidad en laejecución, entre otras tareas. A la vez, se registra-ba la actividad cerebral diferenciada de hombresy mujeres [16]. Otro estudio sobre 61 adultos conuna media de edad de 27 años, de los que 37eran hombres y 24 mujeres, ha mostrado diferen-cias significativas entre ambos sexos en diecisie-

    te de veintiséis áreas cerebrales estudiadas [7]. Algunos estudios han evidenciado diferenciasentre varones y mujeres en las características delcuerpo calloso, área cerebral que comunicaambos hemisferios. Al parecer, las mujeres tienenmayor cantidad de fibras y conexiones. Otrosestudios no han hallado esa supuesta diferencia-ción fisiológica, pero sí formas diferenciadas deorganización funcional [11], lo que podría ser causa de que en cada sexo fuera distinta la comu-nicación entre el “cerebro derecho emocional” y el

    “cerebro izquierdo lógico”. Es preciso destacar aquí las diferencias encontradas en las regionesdel sistema límbico entre los hombres, que mues-tran mayor actividad en las regiones basales, tem-porales y del sistema límbico, y las mujeres, en

     ASPECTOS EMOCIONALES DE LA COMUNICACIÓN EN ADULTOS:  UNA MIRADA NEUROPSICOLÓGICA   101

     Acta Psiquiát Psicol Am Lat. 2010, 56(2)

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    las que la activación es mayor en el área tálamo-cingular. Ello podría explicar las diferencias en elcomportamiento emocional de uno y otro sexo.

     Al evaluar las intervenciones que emplean la téc-nica del autoinforme se observa que las mujerestienden a expresar más abiertamente sus emocio-nes positivas (alegría, afecto, sentimientos debienestar) en casos de relaciones interpersonalescercanas, mientras que los hombres lo hacen enlas relaciones interpersonales menos cercanas.Las mujeres también informan mayores senti-mientos de empatía y comprensión que los hom-bres, así como mayor disgusto, más tristeza y

    más sentimientos de vulnerabilidad (miedo, ansie-dad), vergüenza y culpa [39]. En otros estudios nose hallaron diferencias tan significativas, pero síque los sentimientos mencionados eran másintensos y de mayor duración en las mujeres [36].Los estudios sobre el enojo no muestran mayoresdiferencias. Si bien los hombres pueden expresar mayor enojo por medio de los canales vocal, facialy conductual, son las mujeres quienes sientenenojo con mayor intensidad y durante más tiempo[39]. En cuanto a la expresión de las emociones,

    las mujeres tienden a concretarla mayormente por medio del canal verbal, y pueden explicar mejor por qué se sienten de determinada manera, mien-tras que los hombres tienden a “encerrarse”, y nosuelen hablar de sus emociones [42].

    Las presiones culturales y los factores de perso-nalidad son diferentes para uno y otro género, por lo que no resulta sorprendente que las estrategiasde regulación emocional también lo sean. Loshombres tienden a usar estrategias de regulaciónmás ligadas a la resolución activa de los proble-mas, o a suprimir o externalizar la emoción, enmayor medida que las mujeres. En ellas, es másprobable culpar a otros o realizar actividades dedistracción o evitación del conflicto que intervenir sobre el problema mismo. Las mujeres empleanestrategias más ligadas al apoyo social, estrate-gias de internalización como la de culparse a simismas y estrategias centradas en la emoción,como la rumiación, que consiste en centrar la

    atención en los aspectos emocionales negativos,más que realizar pasos activos para solucionar elproblema [42]. Por último, es preciso señalar queel   arousal  emocional es diferente en hombres ymujeres, en aspectos tales como los cambios en

    el ritmo cardíaco, la presión sanguínea, la con-ductancia de la piel y los niveles de catecolaminas(adrenalina y noradrenalina), que son debidos al

    funcionamiento diferente del sistema neuroendo-crino en cada sexo [32].

    Emociones y relaciones interpersonales

    Sin pretender quedarnos en una mirada biologi-cista del tema, es innegable que el funciona-miento cerebral y corporal en general y su inter-acción –en mutua interacción también con elambiente sociocultural del individuo– dan comoresultado las experiencias que describimoscomo “emocionales”. Tanto la competencia emo-

    cional como la emoción en si misma se constru-yen durante el transcurso de la vida de la perso-na, en interacción con los demás. Este encuen-tro que provoca emociones obtiene su sentidodel contexto social en el que ha crecido el indivi-duo y, a la vez, actúa sobre ese contexto, modi-ficándolo; ambos, como se ve, se influyenmutuamente [34, 35].Cuando dos personas interactúan se crean ciclosde mutua influencia en la conducta emocionalexpresiva de ambos, que deben   acompañarse

    para poder llegar a  comunicarse. Sin esta expe-riencia, surgirían dificultades para establecer interacciones e introducir variaciones en la comu-nicación emocional, según la naturaleza de larelación. Esto significa que posiblemente la perso-na encuentre dificultoso reconocer que  su comu-nicación emocional influye sobre los demás, y queel proceso es en realidad recíproco. Si su comuni-cación emocional contraría lo que el consensosocial considera apropiado, el individuo será obje-to de rechazo, o sufrirá el intento de los demás de“enseñarle” a enviar señales en forma diferente.Este proceso se va adquiriendo a lo largo de todoel desarrollo de la persona [34, 35].

    Cédula para medir los aspectos emocionales

    de la comunicación en adultos

    Ya con anterioridad1 se había construido una cédu-la de observación de los aspectos emocionales dela comunicación en niños, que permitía establecer tres estilos de comunicación emocional:  a) con pre-

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    1 El proyecto aquí reseñado sigue la línea de desarrollo de mitesis doctoral  Aspectos emocionales de la comunicación enniños en riesgo por pobreza extrema, desarrollada bajo ladirección de la doctora María Cristina Richaud de Minzi (ver referencias al final del presente trabajo).

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    dominio de los componentes expresivos (estiloexpresivo),  b) con predominio del control emocio-nal (estilo normativo), y   c)  con predominio de la

    regulación de la emoción (estilo asertivo). Al rela-cionar los resultados de la cédula de observacióncon las zonas cerebrales involucradas en las emo-ciones se han hallado importantes vínculos [9]. Sepiensa que probablemente haya también un estilode comunicación emocional prevalente entre losadultos. Para estudiar ese supuesto ha sido elabo-rado un “inventario” o catálogo, teniendo en cuentalas competencias emocionales esperables en adul-tos. Dicho inventario incluye ítems relacionadoscon la expresión emocional (por ejemplo,   “soy capaz de expresar sentimientos de alegría” ), con elcontrol emocional (“cuando estoy triste o enojado por algo, me irrito con los demás” ) y con la regula-ción emocional (“durante una conversación, tratode escuchar a los demás” ).

    Considerando que la estructura o naturaleza delas relaciones está definida en gran parte por laforma en que se comunican las emociones en elmarco de cada relación dada, han sido desarrolla-dos dos inventarios independientes. Uno de ellos,de 43 ítems, ha sido pensado para obtener res-puestas sobre las relaciones en el trabajo, o congente que no es muy cercana. El segundo inven-tario, de 42 ítems, está pensado para obtener res-puestas en función de las relaciones familiares,amistosas y de pareja. Esta separación se basaen la hipótesis de que la expresión emocional, sucontrol y su regulación son diferentes, según elgrado de “proximidad” que la relación impliquepara el sujeto. En anexo se hallarán los textos de

    los dos inventarios.

    Con el fin de llevar a cabo un análisis preliminar de los inventarios, en cuanto instrumentos válidosde conocimiento, se procederá a administrarlos a30 personas, integrantes del personal de emplea-dos de una empresa radicada en territorio de laciudad de Buenos Aires. La muestra deberá estar integrada por 15 mujeres y 15 hombres.Obtenidos los resultados, se analizará la validez yla confiabilidad del instrumento, y se introducirán

    en él los cambios que se consideren necesarios.La nueva formulación será probada en una mues-tra más amplia de participantes. Como objetivogeneral, se espera que los resultados del trabajo

    aporten nuevos datos acerca de cómo se verificanlos procesos de la comunicación en adultos, y denrespuesta al interrogante de si existe un estilo de

    comunicación emocional prevalente, que determi-ne que una conducta es o no funcional en un con-texto dado. Como objetivos específicos, se espe-ra que esta técnica sea válida para caracterizar los niveles de funcionamiento de las distintasestrategias dirigidas a regular, controlar y expre-sar las emociones. Asimismo, se espera inferir lasbases neuropsicológicas de los aspectos emocio-nales de la comunicación; es decir, analizar quéestructuras neurológicas le permiten a una perso-na comunicar lo que siente de manera funcional y,

    en definitiva, cómo lo hace. El último objetivo, enfin, es determinar si existen diferencias entre lasdistintas estrategias de comunicación emocionalde varones y mujeres y, en caso de que esas dife-rencias existan, caracterizarlas debidamente. Másadelante se intentará correlacionar los resultadosdisponibles con los obtenidos de pruebas queevalúen otras funciones cognitivas, para prose-guir con el estudio de las relaciones entre dichasfunciones en nuestra población. El inventario pre-tende ser un instrumento capaz de aportar datosempíricos que puedan ayudar a prevenir y prede-cir trastornos emocionales y conductuales, y ayu-den al proceso diagnóstico, con el objetivo últimode diseñar, de acuerdo con lo observado, planesde intervención que se orienten a mejorar las fun-ciones cognitivas y emocionales.

    La autora manifiesta su reconocimiento a la doctora

    María Cristina Richaud de Minzi, directora de beca pos-

    doctoral, por el asesoramiento teórico y metodológico y

    el permanente apoyo brindados. Asimismo, agradece aldoctor Roberto Rosler, profesor y director de tesis de

    maestrías en neuropsicología del Hospital Italiano de

    Buenos Aires, su asesoramiento teórico respecto de las

    bases neuropsicológicas de los procesos estudiados.

    La tesis  Aspectos emocionales de la comunicación en

    niños en riesgo por pobreza extrema  se halla adscripta

    al PICT 03/14064 FONCYT (Agencia Nacional de

    Ciencia y Tecnología), «Desarrollo de resiliencia en

    niños en riesgo ambiental por pobreza extrema», perte-

    neciente al programa   Sin afecto no se aprende ni secrece. Dicho programa se desarrolla en el CIIPME, uni-

    dad ejecutora del CONICET, bajo la dirección de la doc-

    tora Richaud de Minzi.

     ASPECTOS EMOCIONALES DE LA COMUNICACIÓN EN ADULTOS:  UNA MIRADA NEUROPSICOLÓGICA   103

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     Acta Psiquiát Psicol Am Lat. 2010, 56(2)

    Protocolo A. Respuestas sobre las relaciones interpersonales en el trabajo, o con gente queno es muy cercana

    Anexo

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     ASPECTOS EMOCIONALES DE LA COMUNICACIÓN EN ADULTOS:  UNA MIRADA NEUROPSICOLÓGICA   105

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    Protocolo B. Respuestas sobre las relaciones interpersonales familiares, amistosas y de pareja

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