Programa de Semana Santa de Cuenca 2007

SALUDAS

MENSAJE DE SS. BENEDICTO XVI

ACTOS Y CULTOS

HORARIOS E ITINERARIOS OFICIALES

“POEMA DE JUDAS ISCARIOTE”

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EDITA: Universidad de Castilla-La Mancha y Junta de CofradíasCOORDINACIÓN, DOCUMENTACIÓN: Antonio Abarca Contreras, Javier Hevia CevaDISEÑO Y MAQUETACIÓN: Z O O M - 3000, S.L. CARTEL CUBIERTA: Carlos CodesFOTOGRAFÍAS: Javier RomeroREDACCIÓN RECORRIDOS:Alejandro de la CruzFOTO CONTRAPORTADA:Antonio Abarca Contreras IMPRIME: Gráficas Martín

LA SEMANA DEL AMOR

Cada año, cuando en la naturaleza empieza a despuntar la vida en el verdor de los árboles y los prados y en el incipiente aroma de las flores, los cristianos revivimos también la esperanza de una nueva vida. Llega la Semana Santa, la “Semana Grande”, como se le conoce desde antiguo.

Semana Grande, porque en ella se rememora el misterio profundo de nuestra Redención: El Hijo de Dios que muere, para que nosotros tengamos vida; el Hijo de Dios que sufre para que nuestras heridas sean curadas; el Hijo de Dios que es despreciado, escarnecido y humillado para que nosotros seamos elevados a la mayor dignidad y gloria, la de ser hijos de Dios.

Es la paradoja que sólo puede ser entendida con la mirada de la fe: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, no puede dar fruto”. Si no nos dejamos clavar en la cruz con Cristo, no podremos tampoco gozar de la radiante alegría de su Resurrección, que todo lo renueva.

A lo largo de ocho días, en los templos y por las calles y plazas de todos los pueblos conquenses, desde los más pequeños de la Sierra o de la Alcarria, hasta los más poblados de La Mancha, vamos a acompañar con nuestra oración y devoción la presencia y los “pasos” de Jesús: proclamado como Rey el Domingo de Ramos; hecho alimento en la Última Cena, y entregándonos el Mandamiento Nuevo del Amor en el Jueves Santo; juzgado ignominiosamente y vilmente crucificado en la oscura tarde del Viernes Santo; abandonado en la soledad del frío sepulcro el Sábado Santo; glorioso y triunfante en la Resurrección al despuntar el alba del Domingo de Pascua.

Para que podamos encontrarnos con Jesús en estos días santos, no basta con que asistamos como espectadores curiosos a los desfiles procesionales, en los que los diversos “pasos” e imágenes ponen ante nuestra mirada la tragedia de dolor y sufrimiento de Jesús, que nos redime con su pasión y muerte.

Es necesario que junto a Jesús vivamos también nuestra pasión, muerte y resurrección. Pasión, que nos invita a arrancar de nuestras vidas aquello que se opone a la fe, a pesar de las dificultades que puedan surgir en el camino de fidelidad a Dios. Muerte, que nos lleva a morir al pecado mediante el arrepentimiento y la conversión. Resurrección, que pone en nuestros corazones la savia de la vida nueva de la gracia, que nos ha ganado el Jesús triunfador y glorioso.

Queridos cristianos conquenses, os animo a que no permanezcáis indiferentes. La Semana Santa no son días de simple asueto o de turismo curioso; ni se trata sólo de un hecho “cultural”. Es la Semana Santa tuya, mía y de todos los que queremos vivir el amor de Dios, en la que podemos y debemos testimoniar públicamente nuestra fe, identificándonos con los acontecimientos que en ella se viven y con los personajes que en ella toman parte.

Invito a todos a acercarse a Dios, especialmente en el Sacramento de la Penitencia o Confesión, así como participando en las celebraciones litúrgicas de estos días tan ‘señalados”, como he escuchado de labios de algunos de vosotros. Animo e invito sobre todo a las familias, padres e hijos, a tomar parte activa en las Misas, Oficios Religiosos, Adoración ante el Santísimo en la visita a los Monumentos, Vigilia Pascua1 y Misa de Resurrección.

Deseo dirigiros unas palabras especiales a vosotros, Nazarenos y Cofrades, que en estos días, cual nuevos Cireneos y Verónicas, acompañáis a Jesús reeditando las escenas de la Pasión. No os conforméis con ofrecerle vuestros hombros doloridos bajo los banzos y vuestros pies cansados en los largos desfiles procesionales. En el silencio y en la oración, intercambiad vuestra mirada con la de Jesús y escucharéis sus palabras de amor y de perdón, y su invitación a seguirle cada día.

A todos os digo las mismas palabras que Marta dijo a María, las hermanas de Lázaro: “EL Señor está a la puerta y te llama”. Jesús te llama, te invita, te espera, ¡Sal a su encuentro! Tiene sus brazos abiertos en la cruz para abrazarnos, de su corazón traspasado salta un torrente de sangre para purificarnos y lavar nuestros pecados, desde el sepulcro vacío surge la luz de la Resurrección para guiar nuestros pasos por las sendas de la vida.

Os deseo una Semana Santa vivida profundamente en el encuentro con Jesús desde el amor y la reconciliación, y una feliz Pascua florida de Resurrección.

José María Yanguas Sanz

Obispo de Cuenca

8 Semana Santa 2007 Programa Oficial 9

Querido lector,

Muy posiblemente hayas llegado a nuestra ciudad con un reclamo o con una idea muy diferente a lo que te vas a encontrar. Esta pequeñita y amigable ciudad se transforma de año en año, cuando la Luz vence a la Oscuridad, para convertirse en una paleta de colores, en un altavoz de sonidos y en un corazón que late con fuerza y con intensidad.

A lo largo de estos días, la Junta de Cofradías y las diferentes hermandades han preparado con mimo todos los detalles necesarios para conmemorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Veréis niños, familias, ancianos, enfermos que se acercan para desfilar junto a su Sagrada Imagen titular a la que le habrán pedido o agradecido quién sabe que problemas o necesidades.

Veréis una ciudad invadida por túnicas y capuces que caminan, unas veces con prisa, y otras con pausa por el casco histórico de esta ciudad patrimonio de la humanidad.

Comprobaréis cómo la música despierta más sentimientos que la vorágine del día a día, desde la Música de Buxtehude a la de Pradas.

Oiréis cómo la ciudad se hace oración, la oración se vuelve estruendo y el estruendo respetuoso silencio.

Y finalmente comprobaréis cómo, orgullosos de nuestras tradiciones, un padre desfilará de la mano cariñosa de su hijo, vigilados atentamente por los ojos cariñosos y vidriosos de la madre que pensará que el año próximo, si Dios quiere, ella también participará.

No os extrañéis de lo que veáis, consultad, preguntad, participad y no olvidéis que todo esto lo hacemos porque Dios quiere, que muchas de nuestras actuaciones no responden a la lógica diaria, pero que con nuestra Semana Santa reafirmamos nuestra necesidad de sentirnos juntos, de vernos todos (aunque sea de año en año) y de rezar por los que ya nos han dejado.

Disfrutad y, si Dios quiere, nos veremos el año próximo.

Javier Caruda de Juanas Presidente de la Junta de Cofradías

de la Semana Santa de Cuenca


Estamos en los días mas importantes del año en Cuenca. La pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo tiene en esta tierra una especial significación que se traduce en una gran manifestación en la que participa toda la ciudad. Es hermoso y emocionante comprobar como se repiten cada año modos y ritos que viven las hermandades con gran intensidad y participación. Yo les animo a que vean el paso de los desfiles procesionales en las inmediaciones del edificio de la Audiencia provincial y que sepan apreciar la indudable belleza de los colores en la primavera conquense.

Pido a los que participan en las procesiones que sean escrupulosamente respetuosos con las tradiciones, pues es el único modo de conservar el valor de nuestra Semana Santa que no en vano fue declarada de interés turístico internacional. Y a los visitantes les ruego que asistan con respeto a los diversos actos programados y que aprovechen su estancia entre nosotros para conocer mas profundamente la ciudad, comprobarán como un conjunto urbano formado por lo que llamamos el casco antiguo de Cuenca se integra a la perfección en el maravilloso paisaje natural que forman las hoces de los ríos Júcar y Huécar, esa es la razón por la que la UNESCO nos declaró ciudad patrimonio de la humanidad. Y no quiero terminar sin hacer una referencia a la Semana de Música Religiosa que ofrece conciertos de gran calidad en lugares tan hermosos como las iglesias de la Merced, San Miguel, del monasterio de la Concepción Francisca o de las Justinianas de San Pedro, además de la Catedral, la Fundación Antonio Pérez o el centro de arte de la Iglesia de la Santa Cruz, sin olvidar la pequeña iglesia románica de la localidad de Arcas. Tenemos, en definitiva, una semana pletórica de emociones y les pido que disfruten y vivan intensamente estos días entre nosotros.

José Manuel Martínez CenzanoAlcalde de Cuenca


Coincidiendo con la primera luna llena de la primavera, Cuenca emerge del letargo invernal que la sume en los más tristes colores.

Despierta con prisa a esperar la que, sin duda, es la semana más intensa que aquí se puede vivir: la Semana Santa.

Es tiempo de renovar los más variados sentimientos: Fervor, devoción, júbilo, respeto….todos ellos conviviendo, en armonía, bajo el “paso”, desfilando en el anonimato de un capuz o sencillamente viendo.

La exaltación de los valores universales como la paz, fraternidad, hospitalidad o el amor, durante esos días, traspasa las murallas de una ciudad que parece a propósito para vivir la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

La más variada expresión de la cultura fluye por las arterias de Cuenca en forma de música, escultura, artesanía... Cada rincón es un museo, cada piedra es un poema. Es el arte, en toda su dimensión, al alcance de cualquiera.

Tan es así que, de una forma u otra, todos somos cómplices e implicados. ¿Quién no es hermano de una Hermandad? ¿Quién no es bancero, quién no turbo, capataz o cerero o simplemente un conquense-nazareno?

Durante esta semana Cuenca no escatima esfuerzos en dar lo mejor que lleva dentro y recibe y acoge al visitante y le ofrece su cáliz y su estrella, su Júcar y su Huécar.

Como Presidente de la Diputación, vaya mi reconocimiento a todos los que hacen posible que nuestra ciudad pueda contar en su patrimonio con la Semana Santa que tenemos, pues sin su inconmensurable trabajo no sería posible tal como la conocemos: Junta de Cofradías, Juntas de Diputación de las Hermandades, Obispado….

A todos ellos y a quienes aportan su dedicación, me permito pedirles persistencia en su esfuerzo, para que las generaciones venideras puedan gozar de una Semana Santa organizada y bella.

Celebremos estas fiestas, cada uno desde su proyección personal, en armonía, paz y amor.

Complementemos la belleza que nos regala nuestra ciudad con nuestra aportación personal para que la Pasión y Muerte culmine en una Resurrección a otra nueva primavera.

Luis Muelas LozanoPresidente de la Diputación Provincial de Cuenca


La Semana Santa es una manifestación popular de profundo y sentido arraigo en la ciudad de Cuenca. Se funden en ella, en armónica simbiosis, factores de índole religiosa y espiritual, elementos culturales, folclóricos y artísticos, raíces antropológicas y una íntima tradición heredada de nuestros mayores. Ellos nos han venido transmitiendo, desde tiempo inmemorial, la encendida devoción por una imagen, el orgullo de sentirse miembro y hermano de la cofradía familiar, y la responsabilidad de mantener viva para el futuro la llama de un ritual cuyo origen se pierde en la noche remota de los tiempos del Medioevo.

Por ello, no es exagerado decir que gran parte de la esencia íntima del alma de esta noble y apacible ciudad castellana gira alrededor de la Semana Santa y de todo lo que ella conlleva y significa. Ni tampoco es hipérbole afirmar que una parte importante de la vida y la actividad de los conquenses gravita en torno a la preparación de los desfiles que, año tras año, ponen en escena, en las empinadas calles de Cuenca, los pasos del misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Ese tránsito que conduce desde las tinieblas del dolor, de la cruz y de la muerte, a la exaltación triunfante de la Luz, de la Amistad y de la Vida.

La Universidad de Castilla-La Mancha, como institución de educación superior que tiene entre sus funciones la promoción y puesta en valor de la Cultura, no puede, no debe permanecer ajena a la profunda transformación que esta ciudad Patrimonio de la Humanidad sufre desde que finaliza la Navidad hasta la Pascua y, por ello, durante el tiempo intenso de la Cuaresma, promociona y patrocina actividades culturales, exposiciones artísticas y encuentros científicos que reflexionan sobre el hecho religioso y sus distintas manifestaciones.

Espero y deseo que todos, conquenses y forasteros, vivamos respetuosamente la Semana Santa de 2007 como manifestación de la fe, la cultura, la tradición y la religiosidad de un pueblo noble, acogedor y austero que se estremece cada primavera con el sonido agudo del clarín y el eco ronco del tambor.

José Ignacio Albentosa Hernández Vicerrector de Cuenca y de Extensión Universitaria

Pregonero de la Semana Santa de Cuenca 2005


En el año 1982 la Semana Santa de Cuenca era declarada de Interés Turístico Internacional. Un reconocimiento absolutamente merecido por una histórica y apasionada trayectoria que ha estado marcada por la devoción a una tradición que cada año, sin excepción, sume a la ciudad de las Casas Colgadas en una explosión de fervor popular colectivo que lo inunda todo, y a todos contagia por igual, lugareños y visitantes, con sus grandes dosis de realismo, dramatismo y devoción.

Cuenca se siente orgullosa de su Semana Santa, y eso se nota. Y es esa misma satisfacción la que se percibe en los rostros y se intuye en los corazones de los conquenses, que son conscientes del trabajo bien hecho. Un trabajo que asumen con responsabilidad y rigor y que nadie mejor que ellos podría realizar, porque es fruto del amor a una tradición, del cariño a una ciudad y del compromiso con su fe.

Y precisamente gracias a ese trabajo comprometido y entusiasta Cuenca respira durante su Semana Grande armonía por los cuatros costados, siendo la previsión y la precisión las notas dominantes en todos y cada uno de los acontecimientos religiosos que se desarrollan a lo largo del periodo en el que se rememora la Pasión y Muerte de Jesucristo, el mayor acontecimiento del calendario cristiano.

Nada queda expuesto a la improvisación, ya que la próxima Semana Santa comienza a prepararse en el preciso instante en el que concluye la Semana Santa anterior, motivo por el cual no es de extrañar que cada año asistamos a un espectáculo, si cabe más soberbio, que el de la edición anterior. Porque no hay que olvidar que quien conoce de cerca la Semana Santa de Cuenca, repite.

Yo he sido testigo excepcional de ese sentimiento generalizado, en el que se mezclan el sentimiento religioso y el sentimiento fraternal. Por unos días, Cuenca parece fundirse en un gran abrazo al que están convocados todos los conquenses, naturalmente, pero también todas aquellos que quieran celebrar y compartir la Semana Santa desde dentro.

Hecho que a partir de este año se prolongarán en el Museo de la Semana Santa de una ciudad encendida en Pasión. Nos vemos muy pronto en Cuenca. Recibid mi más cordial y afectuoso saludo,

José María Barreda FontesPresidente de Castilla-La Mancha



¡Queridos hermanos y hermanas!

“Mirarán al que traspasaron” (Jn 19,37). Éste es el tema bíblico que guía este año nuestra reflexión cuaresmal. La Cuaresma es un tiempo propicio para aprender a permanecer con María y Juan, el discípulo predilecto, junto a Aquel que en la Cruz consuma el sacrificio de su vida para toda la humanidad (cf. Jn 19,25). Por tanto, con una atención más viva, dirijamos nuestra mirada, en este tiempo de penitencia y de oración, a Cristo crucificado que, muriendo en el Calvario, nos ha revelado plenamente el amor de Dios. En la Encíclica Deus caritas est he tratado con detenimiento el tema del amor, destacando sus dos formas fundamentales: el agapé y el eros.

El amor de Dios: agapé y eros

El término agapé, que aparece muchas veces en el Nuevo Testamento, indica el amor oblativo de quien busca exclusivamente el bien del otro; la palabra eros denota, en cambio, el amor de quien desea poseer lo que le falta y anhela la unión con el amado. El amor con el que Dios nos envuelve es sin duda agapé. En efecto, ¿acaso puede el hombre dar a Dios algo bueno que Él no posea ya? Todo lo que la criatura humana es y tiene es don divino: por tanto, es la criatura la que tiene necesidad de Dios en todo. Pero el amor de Dios es también eros. En el Antiguo Testamento el Creador del universo muestra hacia el pueblo que ha elegido una predilección que trasciende toda motivación humana. El profeta Oseas expresa esta pasión divina con imágenes audaces como la del amor de un hombre por una mujer adúltera (cf. 3,1-3); Ezequiel, por su parte, hablando de la relación de Dios con el pueblo de Israel, no tiene miedo de usar un lenguaje ardiente y apasionado (cf. 16,1-22). Estos textos bíblicos indican que el eros forma parte del corazón de Dios: el Todopoderoso espera el “sí” de sus criaturas como un joven esposo el de su esposa. Desgraciadamente, desde sus orígenes la humanidad, seducida por las mentiras del Maligno, se ha cerrado al amor de Dios, con la ilusión de una autosuficiencia que es imposible (cf. Gn 3,1-7). Replegándose en sí mismo, Adán se alejó de la fuente de la vida que es Dios mismo, y se convirtió en el primero de “los que, por temor a la muerte, estaban de por vida sometidos a esclavitud” (Hb 2,15). Dios, sin embargo, no se dio por vencido, es más, el “no” del hombre fue como el empujón decisivo que le indujo a manifestar su amor en toda su fuerza redentora.

La Cruz revela la plenitud del amor de Dios

En el misterio de la Cruz se revela enteramente el poder irrefrenable de la misericordia del Padre celeste. Para reconquistar el amor de su criatura, Él aceptó pagar un precio muy alto: la sangre de su Hijo Unigénito. La muerte, que para el primer Adán era signo extremo de soledad y de impotencia, se transformó de este modo en el acto supremo de amor y de libertad del nuevo Adán. Bien podemos entonces afirmar, con san Máximo el Confesor, que Cristo “murió, si así puede decirse, divinamente, porque murió libremente” (Ambigua, 91, 1956). En la Cruz se manifiesta el eros de Dios por nosotros. Efectivamente, eros es —como expresa Pseudo-Dionisio Areopagita— esa fuerza “que hace que los amantes no lo sean de sí mismos, sino de aquellos a los que aman” (De divinis nominibus, IV, 13: PG 3, 712). ¿Qué mayor “eros loco” (N. Cabasilas, Vida en Cristo, 648) que el que trajo el Hijo de Dios al unirse a nosotros hasta tal punto que sufrió las consecuencias de nuestros delitos como si fueran propias?

“Mirarán al que traspasaron”(Jn 19,37)


“Al que traspasaron”

Queridos hermanos y hermanas, ¡miremos a Cristo traspasado en la Cruz! Él es la revelación más impresionante del amor de Dios, un amor en el que eros y agapé, lejos de contraponerse, se iluminan mutuamente. En la Cruz Dios mismo mendiga el amor de su criatura: Él tiene sed del amor de cada uno de nosotros. El apóstol Tomás reconoció a Jesús como “Señor y Dios” cuando puso la mano en la herida de su costado. No es de extrañar que, entre los santos, muchos hayan encontrado en el Corazón de Jesús la expresión más conmovedora de este misterio de amor. Se podría incluso decir que la revelación del eros de Dios hacia el hombre es, en realidad, la expresión suprema de su agapé. En verdad, sólo el amor en el que se unen el don gratuito de uno mismo y el deseo apasionado de reciprocidad infunde un gozo tan intenso que convierte en leves incluso los sacrificios más duros. Jesús dijo: “Yo cuando sea elevado de la tierra, atraeré a todos hacia mí” (Jn 12,32). La respuesta que el Señor desea ardientemente de nosotros es ante todo que aceptemos su amor y nos dejemos atraer por Él. Aceptar su amor, sin embargo, no es suficiente. Hay que corresponder a ese amor y luego comprometerse a comunicarlo a los demás: Cristo “me atrae hacia sí” para unirse a mí, para que aprenda a amar a los hermanos con su mismo amor.

Sangre y agua

“Mirarán al que traspasaron”. ¡Miremos con confianza el costado traspasado de Jesús, del que salió “sangre y agua” (Jn 19,34)! Los Padres de la Iglesia consideraron estos elementos como símbolos de los sacramentos del Bautismo y de la Eucaristía. Con el agua del Bautismo, gracias a la acción del Espíritu Santo, se nos revela la intimidad del amor trinitario. En el camino cuaresmal, haciendo memoria de nuestro Bautismo, se nos exhorta a salir de nosotros mismos para abrirnos, con un confiado abandono, al abrazo misericordioso del Padre (cf. S. Juan Crisóstomo, Catequesis, 3,14 ss.). La sangre, símbolo del amor del Buen Pastor, llega a nosotros especialmente en el misterio eucarístico: “La Eucaristía nos adentra en el acto oblativo de Jesús… nos implicamos en la dinámica de su entrega” (Enc. Deus caritas est, 13). Vivamos, pues, la Cuaresma como un tiempo ‘eucarístico’, en el que, aceptando el amor de Jesús, aprendamos a difundirlo a nuestro alrededor con cada gesto y palabra. De ese modo contemplar “al que traspasaron” nos llevará a abrir el corazón a los demás reconociendo las heridas infligidas a la dignidad del ser humano; nos llevará, particularmente, a luchar contra toda forma de desprecio de la vida y de explotación de la persona y a aliviar los dramas de la soledad y del abandono de muchas personas. Que la Cuaresma sea para todos los cristianos una experiencia renovada del amor de Dios que se nos ha dado en Cristo, amor que por nuestra parte cada día debemos “volver a dar” al prójimo, especialmente al que sufre y al necesitado. Sólo así podremos participar plenamente de la alegría de la Pascua. Que María, la Madre del Amor Hermoso, nos guíe en este itinerario cuaresmal, camino de auténtica conversión al amor de Cristo. A vosotros, queridos hermanos y hermanas, os deseo un provechoso camino cuaresmal y, con afecto, os envío a todos una especial Bendición Apostólica.

Vaticano, 21 de noviembre de 2006

BENEDICTUS PP. XVI


Día 21 de febrero, Miércoles de Ceniza, a las 20’30 hCelebración de la Santa Misa de Imposición de Ceniza en la iglesia conventual de las RR. MM. Concepcionistas Franciscanas (Puerta de Valencia).

Día 23 de febrero, viernes, a las 19’30 h.En la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Luz, Solemne Funeral por los Hermanos Cofrades Difuntos. Seguidamente, la Vble. Hdad. de Nuestro Padre Jesús Amarrado a la Columna realizará su ya tradicional “Vía Crucis” por las calles del barrio conquense de San Antón.

Día 24 de febrero, sábado, a las 20’30 h.En el Teatro-Auditorio de Cuenca, Concierto Inicio de Cuaresma, a cargo de la Banda de Música de la Policía Municipal de Madrid.

Día 30 de marzo, Viernes de Dolores, a las 20’00 h.En la iglesia de San Miguel, Pregón Oficial de la Semana Santa de 2007 de Cuenca, a cargo del nazareno conquense Manuel Calzada Canales.

Actos Semana Santa 2006 de la Junta de Cofradías de Cuenca

Día 24 de marzo, sábado, a las 19:30 horas.En la Sede de la Vble. Hermandad, Charla de hermandad “José Capuz o la validez de la escultura religiosa contemporánea”, a cargo de D. José Francisco López Martínez, Historiador del Arte y Comisario General de la Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús (Marrajos) de Cartagena (Murcia).

Día 10 de marzo, sábado, a las 20:30 horas.Ante la Imagen Titular de Nuestro Padre Jesús Nazareno, VI Exaltación de Nuestro Padre Jesús Nazareno, a cargo de D. José Miguel Carretero Escribano.

Actos organizados por la V. H. de Ntro. Padre Jesús Nazareno (del Puente)

Actos Organizados por la V.H. de Nuestra Señora de la Soledad (del Puente)

VIII Concurso Fotográfico “Semana Santa de Cuenca”.Exposición del 17 al 29 de marzo, en la Sede Social de la Hermandad.

Día 17 de marzo, sábado, a las 13 horas.En la Sede Social de la Hermandad, VIII Ciclo de Conferencias. Conferenciante: D. Manuel Calzada Canales.

Día 24 de marzo, sábado.En la Sede Social de la Hermandad, Presentación del libro de fotografías de la hermandad.

Ciclo de exposiciones “La faceta artística de los nazarenos”.Durante los días del 19 de febrero al 20 de marzo, en la Sala de Exposiciones de la Caja Castilla-La Mancha de Carretería Antonio López mostrará sus pinturas.

Desde el 26 de marzo al 15 de abril, en la Exma. Diputación Provincial de Cuenca, José Luis Martínez expondrá esculturas en forja.

“Jornadas de reflexión sobre el hecho religioso” .Bajo el lema “Cristianismo e Islam: dos religiones frente a frente.”, los días 15, 16 y 17 de marzo, en el Salón de Actos de Caja Castilla-La Mancha del Parque de San Julián, se llevarán a cabo estas jornadas donde participarán ponentes de reconocido prestigio.

Actos Organizados por el Vicerrectorado de Extensión Universitaria del Campus de Cuenca de la Universidad de Castilla-La Mancha

Actos Organizados por la V.H. de Jesús Orando en el Huerto (de San Esteban)

Día 16 de marzo, viernes, a las 20 h.En el Centro Cultural Aguirre, Fray Teodoro López, franciscano, periodista y Director del Centro “Custodia Tierra Santa”, impartirá una conferencia con el lema “La Noche de la Pasión”.

Día 23 de marzo, viernes, a las 20 h.En la iglesia parroquial de San Esteban, XVII Concierto de la Vble. Hdad. de Jesús Orando en el Huerto (de San Esteban), dedicado, en esta ocasión al ilustre imaginero conquense Luis Marco Pérez.



Habéis de saber todos, los de aquí, los que siendo de

aquí vivís allí, los de allá y acullá, los que sin conocernos

os sentís embrujados por lo que os han dicho del color y

el aroma nazareno, que Cuenca se va a vestir de túnica,

y tulipa en mano, iluminara un sentimiento de pueblo

que hunde raíces en los albores de la Edad Moderna.

Estiradores, tintoreros, carreteros, cordoneros,

herreros y carpinteros, hortelanos y albañiles,

transfundieron nombre de profesión a barrios, calles y

lugares, cuya toponimia reverdece cuando caminamos

hacia la primera luna de la primavera.

El viejo proscenio está puesto, la luminaria

preparada, la acústica afinada y el tándem conquense

de alma-corazón en reverente espera. A vosotros os

queda templar el espíritu, ponerlo presto a la recepción,

embridar la emoción para dosificarla a lo largo de

ocho días. Jesús Dios, hijo de Dios, vuelve a Cuenca a

perfumar el ambiente con su mirada, a descarnar su

cuerpo, a solicitar expiación al padre, a caminar a su

calvario entre el escarnio, la burla y el respeto de la

turba de Cuenca. A morir y a RESUCITAR el tercer día.

Permítanme que desde estas páginas les invite,

cojan su cirio, pónganse el cíngulo, calcen zapato

cómodo y síganme...


Domingo de Ramos, 1 de Abril

En las huertas del Huecar pace el pollino, de pelo canoso, con lomo mu-llido, espera la llegada de los discípulos que lo llevarán a San Andrés. Jesús aposentado en el trono humilde inicia el camino buscando su destino. Las tierras del Campo de San Francisco, ya pobladas, lo reciben con cantos y con el aleteo de las ramas de los olivos. Si hasta la inflexión de San esteban el cortejo ha sido intimista, la carretería aporta un buen número de acompa-ñantes. Por la puerta de Huete, donde los Trinitarios pusieron casa, se entra en la Jerusalén conquense, y ya el ascenso es todo gloria masiva, Cuenca se ha echado a la calle, la palma en la palma de la mano rompe el aire del mediodía cuando paralela a Zapaterías, la procesión va ganando en altura. En San Felipe, que todavía guarda ecos de los rezos de los Oblatos, se ha sumado al desfile el Obispo, los canónigos de la catedral, el alcalde y los cabildantes, y el órgano rector de las cofradías.

Ya todo es bullicio, idas y venidas que confluyen en la plaza Mayor, donde la eclosión será estruendosa con la entrada de Jesús bajo los arcos del con-sistorio. A poco que se fijen verán la plaza alfombrada de mantos virtuales y de mucho amor. Así es Cuenca en un domingo de Ramos.

Presidencia Ejecutiva del Desfile Procesional: Vble. Hermandad de Jesús Entrando en Jerusalén y Ntra. Sra. de la Esperanza

ITINERARIOSalida: Iglesia de San Andrés, Solera, Pza. del Salvador, San Vicente, Alonso de Ojeda, Pta. de Valencia,

Las Torres, Aguirre, Pza. de la Hispanidad, Carretería, Pza. de la Constitución, Calderón de la Barca, Pte. de la Trinidad, Palafox, San Juan, Andrés de Cabrera, Alfonso VIII (Iglesia de San Felipe Neri), Plaza Mayor

Procesión del Hosanna


Lunes Santo, 2 de Abril

El libro cronológico que acaba de empezar con Ramos, tiene un epígono descolocado, una meditación, que enseñándonos el final, es como si quisiera colgar al fondo del escenario el objetivo derramador de la Buena Nueva, la muerte en el cadalso a la que le seguirá la luminosa expresión de la redención, la Resurrección que trae el perdón y la esperanza.

La cofradía de la Vera Cruz, en negro presagio, rezara por las calles comen-tando los siete últimos mensajes de Jesús: el perdón, la promesa, la entrega, la demanda, la humanidad del salvador, el reconocimiento y la consumación.

Como cuentas de un rosario van pasando las paradas, dinteles y jambas de las puertas de los templos esperan la llegada del silencioso cortejo, en el que el coro pone las oraciones amortiguadas, la vieja piel destemplada en la caja del tambor acompaña, el leve tintineo del badajo de la campanilla anun-cia, y los enlutados hermanos, cirio en mano, se suman al ¡Misericordia Señor, misericordia!

No es procesión de ver, es de seguirla, de hacerla.

Presidencia Ejecutiva del Desfile Procesional: Vble. Hermandad Penitencial del Stmo. Cristo de la Vera Cruz

ITINERARIOSalida: Santa Iglesia Catedral Basílica (Plaza Mayor), Anteplaza (Convento de las RR.MM. Esclavas del Stmo.

y María Inmaculada), Alfonso VIII (Iglesia de San Felipe Neri), Andrés de Cabrera, Peso (Iglesia de San Andrés), Solera, Pza de El Salvador (Iglesia Parroquial de El Salvador), San Vicente, Alonso de Ojeda, Pta. de Valencia

(Iglesia Conventual de las RR. MM. Concepcionistas), Las Torres, Aguirre (Iglesia de San Esteban)

Procesión Penitencial del Stmo. Cristo de la Vera Cruz


Martes Santo, 3 de Abril

El anacronismo inicial parece traer una serie de versos sueltos, de reta-blos llenos de individualidad. Cuenca presenta varios prólogos al nudo que, en cascada, se romperá mañana.

El hilván procesional del Martes Santo junta los cuadros que preceden a la gran catequesis.

Juan, la voz que clama en el desierto, cambia de paraje y de los secos ocres viene a un verde rompiente en primavera, para seguir diciendo lo mismo: otro vendrá del que no seré digno de soltar la atadura de su sandalia.

Jesús se hace presente, dobla la rodilla y como uno más recibe el agua de la conversión. Los hermanos del bautismo os enseñaran una procesión en disciplina. Las múltiples presencias femeninas en la vida de Jesús son destiladas por la cofradía del Cristo de la Luz, cuyo fruto expone en María Magdalena. ¿Hay mayor humillación que la esclavitud? Los del Medinacelli se postran besando, cada viernes de cuaresma, las Divinas Plantas que hoy hollarán guijos y adoquines arropadas por el pago de favores solicitados.

Veréis que la luz es verde, una explosión de belleza se va a clavar en vuestra retina cuando, como colofón de la procesión, os sintáis plenos de Esperanza, las mujeres y los hombres de esta hermandad no pueden contener la emoción que os envían a través el frío raso del capuz.

Presidencia Ejecutiva del Desfile Procesional: Vble. Hermandad de San Juan Bautista

ITINERARIOSalida: Iglesia Parroquial de El Salvador, Solera, Peso (Iglesia de San Andrés), Andres de Cabrera, Alfonso VIII (Iglesia de San Felipe Neri), Plaza Mayor, Alfonso VIII, Andrés de Cabrera, San Juan, Palafox, Pte. de la Trinidad, Pza. de la Constitución, Carretería, Pza. de la Hispanidad, Aguirre, Las Torres, Pta. de Valencia, Alonso de Ojeda, San Vicente, Pza. del Salvador (Iglesia Parroquial de El

Salvador), Solera, Peso (Iglesia de San Andrés), Andrés de Cabrera, Alfonso VIII (Iglesia de San Felipe Neri)

Procesión del Perdón


Miércoles Santo, 4 de Abril

Ha caído la noche, en Cuenca es noche de silencio histórico, noche de Pascua, noche de recuerdo de la liberación del pueblo. Y al blanco de la luna próxima se suma el blanco que los cofrades conquenses, en todas y cada una de las hermandades, incorporan a su uniformidad. Los relatos evangélicos nos transportan desde un cenáculo a un tribunal con una trascendental estancia en histórico huerto.

Esta noche Cuenca no es Cuenca, es una casa de Jerusalén. Albares y negrales, álamos y olmos, transmutan en olivos, es Gesetmaní, y Caifás se adueña del viejo casón inquisitorial de la calle de San Juan, mientras el jardín del Escardillo presta escenario a la “triple negación”.

El paso de la Santa Cena nos deja en el huerto, donde los escogidos, sumidos en el sueño, no advierten la última suplica liberatoria. Sigue la entrega acunada en beso. ¡Pedro, Pedro! Guarda el acero, tu destino está escrito, me negarás para luego ser piedra de mi obra. Hasta ahora todo es dolor interior, dolor físico, falta el escarnio que llega con la frase lapidaria de Pilatos: “He aquí al hombre”, entorno a Él el barrio de San Miguel se hizo más barrio que nunca. Cierra la procesión un presagio que se hace Amargura, Juan, que acompaña, apenas es soporte.

Presidencia Ejecutiva del Desfile Procesional: Vble. Hermandad del Prendimiento de Jesús (Beso de Judas)

ITINERARIOSalida: Iglesia Parroquial San Esteban, Aguirre, Las Torres, Pta. de Valencia, Alonso de Ojeda, San Vicente, Pza. del Salvador

(Iglesia Parroquial de El Salvador), Solera, Peso, Andrés de Cabrera, Alfonso VIII, Plaza Mayor (Santa Iglesia Catedral Basílica), Alfonso VIII, Andrés de Cabrera, San Juan, Palafox, Puente de la Trinidad, Calderón de la Barca, Pza. de la Hispanidad, Aguirre

(Iglesia Parroquial de San Esteban), Las Torres, Pta. de Valencia, Alonso de Ojeda, San Vicente, Pza. del Salvador (Iglesia Parroquial de El Salvador)

Procesión de “El Silencio”


Jueves Santo, 5 de Abril

A nadie se le han olvidado las escenas vividas la noche anterior, pero el Jueves Santo en Cuenca, se agarra a la luz del sol de la tarde y cuenta su historia de Paz y de Caridad arrancando a la sombra del centenario olivo, prolegómeno de la humillación. Las caras que para Jesús plasmaron los cin-co escultores con obra en esta procesión, son espejo de aceptación con dolor, de dolor con resignación, de incomprensión asumida.

Jesús implora en el Huerto, padece Amarrado, sufre la roja burla de la exposición pública asido a una Caña y asumiendo que Él es el Ecce Homo, entrega su imagen de dolor a la Verónica, caído acepta la ayuda del Auxilio, junta fortaleza humana y divinidad al estilizarse para ser el Señor de Cuenca al cruzar El Puente, y como siempre, las procesiones conquenses ponen a la Madre cerrando el cortejo, es la Soledad, que ataviada con ropajes azu-les muestra en su cara enmarcada un punto de belleza que apaga la pena. Cuenca se lo agradece, pero Ella no muda, va tras su hijo, el Nazareno del Puente, el inacabado, la gubia de Capuz tan solo rozó la madera verde para que fueran los nazarenos de Cuenca, a golpe de oración, quienes remataran la obra.

Va a comenzar la larga noche y no creas que es una fiesta, la larga vigi-lia nos debe llevar a pensar que detrás hay una esperanza para alcanzar la puerta que a todos se nos va abrir al llegar la muerte.

Presidencia Ejecutiva del Desfile Procesional: Archicofradía de Paz y Caridad

ITINERARIOSalida: Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de la Luz, Avda. Virgen de la Luz, Calderón de la Barca, Plaza de la Constitución, Carretería,

Plaza de la Hispanidad, Aguirre, Las Torres, Puerta de Valencia, Alonso de Ojeda, San Vicente, Plaza del Salvador, Solera, Peso, Andrés de Cabrera, Alfonso VIII, Plaza Mayor. Alfonso VIII, Andrés de Cabrera, San Juan, Palafox, Puente de la Trinidad, Avda. Virgen de la Luz.

Procesión de Paz y Caridad


Viernes Santo, 6 de Abril

La noche camina hacia el alba, no ha habido descanso, tan solo tensa espera. La penumbra dibuja siluetas que paso a paso se encaminan hacia la iglesia de El Salvador. El gusano de seda tejió su capullo y la crisálida está presta a volar. Es la amanecida del Viernes Santo en Cuenca.

Oiréis estruendo, os confundirán las escenas, veréis cumplido el anhelo, tanto los que habéis venido buscándolo como los que tras un largo año os encontráis de nuevo ante el acontecimiento. Pero no lo dudéis, las calles son camino con final en el Calvario. La descolocada turba que pone sobrenombre a la procesión, a la manera aprendida, está rezando.

Llega la luz, de la sombra sale la procesión, primero Jesús con el hombre de Cire-ne; cae y una anónima mujer recoge en un paño la sangre y el sudor de su cara que se concretará en el Vera Icon; y el verde le gana presencia al morado, es el evangelista Juan, quien izado en la nube que para él diseñara Marco, busca el horizonte para señalárselo a María que en su Soledad le sigue; María ha entristecido su expresión, ve próximo todo lo que ha de acontecer, los hermanos, conscientes, la han vestido de negro.

Este Camino del Calvario que, por su componente de singularidad, fue santo y seña del acontecer conquense en Semana Santa, ha incorporado a Cuenca, a los pue-blos que celebran el ancestral rito del tambor y con frescura renovada extiende toda su grandeza en la madrugada del día más condensado en acontecimientos.

Presidencia Ejecutiva del Desfile Procesional: Ilustre y Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de El Salvador

ITINERARIOSalida: Iglesia Parroquial de El Salvador, San Vicente, Alonso de Ojeda, Pta. de Valencia, Las Torres, Aguirre, Pza. de la Hispanidad,

Carretería, Pza. de la Constitución, Calderón de la Barca, Pte. de la Trinidad, Palafox, San Juan, Andrés de Cabrera, Alfonso VIII,

Plaza Mayor, Alfonso VIII, Andrés de Cabrera, Peso, Solera, Pza. del Salvador

Procesión Camino del Calvario



Salvo sorpresas metereológicas, el ecuador del Viernes Santo, cuando Cuenca pone un ramillete de Cristos en la calle, viene acompañado de maximalismos, el sol, que según el canon evangélico oscurecerá entre la hora de sexta y la hora de nona, refulge dañando los cuerpos cansados, las posadas nocturnas y diurnas se ven repletas, las calles que fueron calles de esperanza, de amargura, de soledad y de pasión, se hacen plateas para vivir la intensidad del Gólgota.

Aún se oyen los sonidos de la madrugada cuando el Santísimo Cristo del Perdón, de la Agonía, de la Luz, de la Salud y la querida madre en su advocación de María Santísima de las Angustias, toman posesión de Cuenca y a hombros de sus banceros forman cade-na, eslabón a eslabón explicarán, un año más, que Jesús vino a morir por nosotros, con muerte de reo, cumpliéndose cada uno de los atroces trámites de una crucifixión hasta la expiración.

Mucho se ha escrito del color de la tarde del Viernes Santo, pero mucho es poco ya que cada vez, por años que el espectador acumule ante la misma catequesis, siguen sor-prendiendo las tonalidades, y más parece una competición hasta con la misma luz, que una expresión de penitencia. La retina se llena y contagia al olfato, se puede oler el ocre, el granate, el amarillo, el morado, el negro y el azul. Nada de lo que acontece nos puede dejar indiferentes, estamos viendo a un pueblo que reza, que orgulloso de su oración la pone en la calle consciente de que así se lo enseñaron, así lo aprendió y así lo trasmitirá.

Presidencia Ejecutiva del Desfile Procesional: Vble. Hdad. del Santísimo Cristo de la Luz (de los Espejos)

ITINERARIOSalida:Iglesia Parroquial de San Esteban, Aguirre, Las Torres, Pta. de Valencia (Iglesia Conventual RR.MM. Concepcionistas),

Alonso de Ojeda, San Vicente, Pza. de El Salvador (Iglesia Parroquial de El Salvador), Solera, Peso, Andrés de Cabrera, Alfonso VIII,

Plaza Mayor, Alfonso VIII, Andres de Cabrera, San Juan, Palafox, Pte. de la Trinidad, Calderón de la Barca, Pza. de la Constitución,

Carretería, Pza. de la Hispanidad, Aguirre (Iglesia Parroquial de San Esteban), Las Torres, Pta. Valencia (Iglesia Conventual

RR.MM. Concepcionistas), Alonso de Ojeda, San Vicente, Pza. de El Salvador (Iglesia Parroquial de El Salvador)

Procesión En el Calvario


“Padre a tus manos encomiendo mi espíritu” Cayó la cabeza coronada de espinas sobre el lacerado pecho y entregó su alma. “El capitán y los soldados que con él custodiaban a Jesús, viendo el terremoto y todo lo que pasaba, dijeron aterrados: Verdaderamente éste era Hijo de Dios”

Reconocida la divinidad de Jesús, la paternidad del hacedor, la materni-dad de la concebida sin pecado, todos acudiremos a la Santa Iglesia Catedral Basílica y al frente los regidores eclesiásticos y civiles; se ha de cumplir el trámite de dar sepultura al muerto.

Desde el primer templo de la ciudad arranca el cortejo fúnebre, una pesa-da nube cubre la atmósfera conquense y aísla el silencio que se hace rey.

Nada se entendería sin este silencio, sin la masiva participación de na-zarenos en la cabeza procesional, sin el guiño que hacen los industriales apa-gando las luces de sus comercios al paso del cortejo fúnebre, Cuenca entera, la de siempre, ratifica así la afirmación de la guardia romana en el Gólgota, es el entierro del Hijo de Dios.

Una cruz desnuda, salvo un escueto sudario, se erige en símbolo precursor y otra, a cuyos pies está arrodillada María, cierra la imaginería que procesiona. Es la Cruz el símbolo que nos aglutina desde hace dos mil años.

Presidencia Ejecutiva del Desfile Procesional: Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y de la Cruz del Muy Ilustre Cabildo

de Caballeros y Escuderos de la ciudad de CuencaPresidencia Oficial:

Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Cuenca, Ilmo. Cabildo Catedralicio, Capellanes de las Hermandades, Pleno de la Junta de Diputación de la Junta de Cofradías de Semana Santa, Excma. Corporación Municipal,

Excma. Corporación Provincial, Delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma, Subdelegado del Gobierno en la Provincia, Parlamentarios Nacionales y Regionales, Universidad de Castilla-La Mancha y otras Autoridades Civiles y Militares.

ITINERARIOSalida: Santa Iglesia Catedral Basílica, Plaza Mayor, Alfonso VIII, Andrés de Cabrera, San Juan, Palafox, Pte. de la Trinidad, Calderón

de la Barca, Pza. de la Constitución, Del Agua, Tintes, Pta. de Valencia, Alonso de Ojeda, San Vicente, Pza. del Salvador (Iglesia Parroquial de El Salvador)


Procesión del Santo Entierro


Domingo de Resurrección, 8 de Abril

Radiante y alborozada Cuenca se despierta por el sonido de los cam-paniles de las torres y espadañas de los templos. La profecía se ha cum-plido una vez más, Jesús “El Cristo” ha resucitado, al tercer día el templo ha sido reconstruido.

Veréis que las veladuras que han cubierto los rostros de los cofrades, hermanos y penitentes han desaparecido. El blanco, compendio de todos los colores, es la uniformidad que impera en la mañana.

En Cuenca se busca, es más, se ansía el encuentro de madre e hijo, cinco largos días, cinco expresiones de dolor, han sido prólogo de la gran obra. Muy de mañana, por las calles aparece la figura levitante de Jesús, que Martínez Bueno esculpió para esta castellana tierra; por diferente re-corrido la Virgen del Amparo, enlutada, busca la confirmación que María de Magdala ha llevado a los medrosos discípulos “la tumba está vacía, el Maestro ha resucitado”. Unos acompañan a María, otros a Jesús, y todos confluimos en la plaza para El Encuentro. Fuera negruras, andas arriba, palomas al viento y estruendo de pólvora, son los signos externos de la alegría. Las flores que embellecen las figuras, especialmente preparadas para la ocasión, perfumarán el camino de retorno a la iglesia. Una sola procesión, una sola hermandad, un solo pueblo entorno a una fe, echa el telón de la Semana Santa.

Presidencia Ejecutiva del Desfile Procesional: Venerable Hermandad de Ntro. Señor Jesucristo Resucitado y Ntra. Señora del Amparo

ITINERARIO PASO DE JESUS RESUCITADOSalida: Antigua Iglesia de San Andrés, Peso, San Juan, Palafox, Pte. de la Trinidad, Calderón de la Barca, Pza. de la Constitución.

ITINERARIO PASO DE NTRA. SRA. DEL AMPAROSolera, Pza. de El Salvador, San Vicente, Alonso de Ojeda, Pta. de Valencia, Tintes, Fray Luis de León, Pza. de la Constitución.

CORTEJO PROCESIONAL COMPLETOCarretería, Pza. de la Hispanidad, Aguirre, Las Torres, Pta. de Valencia, Alonso de Ojeda, San Vicente, Pza. de El Salvador, Solera,

Peso: Iglesia de San Andrés.

Procesión del Encuentro



Por David Prieto Jiménez

POEMA DE JUDAS ISCARIOTE

La espátula de la traicióncierne nubarrones

de óleos grises.

Cantóel metálico badajo

tres veces.Treinta golpes

secos,sin aliento.


Desde este pedestal a la Hozpatíbulo de mi soledad

lo digo con dolor:¡Fui yo!

Con un beso traidorlevanté mi hosca mazmorra

donde la vida correpersiguiendo sombras.


Séque el árbol

que detrás de mí espera,tenderá su rama

para conducir mi saviaa las profundas raíces

de su fosa.

Seré hoja secaaferrada en vano

a un tiempo pasado.

No te veré más.Llegarás con tu fulgor,

brotará la alegríay yo, seguiré ahogado

bajo el otoñode mi traición.


Revoloteanal ritmo sordode mi corazón,

estelas concéntricasen blanco y negro,

recuerdos de ti,Maestro.


Entramos,¿te acuerdas?,

a través del espeso bulliciode ramas de olivo,

para caeren el arroyo nacientede las primeras vidasque tocan la tierra.


Repicabanlas notas volanderas,

y latía con fuerza la noria humana

que ascendíatu palabra,agua fresca,

al borde de la laderadel Gólgota castellano.

Caudalen mi estiaje desolado.


Quisiera ser escorrentíadesbordada

por la yerma apatíadel terruño desecado.

Hundir la espadaen tierra ajena

y romper el yugoanclado en el puerto seco

de la opresión.Devorar

cual langosta sedientalas áureas espigas

cultivadas por esclavos.

Quise ser...Y fui Traidor

de un bautismode agua y fuego,de una ilusión.


Brotó el beso encadenadoa una muerte sin Dios.

Sumido en el áspero tallosin hojas ni verdor,hendido en plata

bajo brumas,en la noche oscurade una Traición.

Incienso pendular,luces taciturnas

de penitentes grabadosbajo una noche de aguatintas,

sobre una Cuencacuesta arriba.


Jordán de la Serranía,amalgama otoñal

de sentimental puntillismo.Fosilizado el mar,

en una Conchallegó a tu riberael agua y fuegodel bautismo


Antes que sombra esquivaquise ser cordero

que tus huellas y vozsiguiera a ciegas.

Pero el cielo se tornóen plementos y nervios

de la noche triste.y treinta monedassellaron un beso.


Amistad y Traición,anverso y reversode una misma faz

de plata sin ley.

Por los surcos de mi rostrodesciende el agua

de un manantial salobre.


Golpeo con fuerza el sueloque sustenta este maldito cuerpo

y tapo mi rostroante el horror de verte muerto.

Me aplasta el pesode ese traidor beso.

Me atormentano oirte en silencio,no dejarme llevar

por estrechos senderos,hundirme

en el fango del dinero,ahogarme

en el Mar Muerto.


Del Cenáculo a Getsemaní,antorchas y sombras,

espadas y paz,y en el centro

un beso de prendimiento.

Cantó el metálico badajotres veces.

Treinta golpessecos,

sin aliento.


Quise darte mi mantoy curar tus heridas.

Volver a orary devolver las espinas

a la zarza herida.


Quise ser Cirineopara devolver el madero

al bosqueque segaron

el día funesto


Pero el río de lavadesciende lento

quemando esperanzas.ahogando lamentos,emitiendo fumarolas

de clarines estridentes,de roncos tambores,portando a Cristo

bajo el madero.


Es esta sogaque me asfixia

la que izótu estremecido cuerpo

como mástilen la balsa

de mi tormento.


Letanía de lanzas

en tu costado,son mis silencios

en tu agonía.


Tras los barrotes de mi condenaquise ver mi reflejo

en tus espejos,asir tus destellos

de un amorque expiró

por un beso.


Vifrente a frentela Amargura,

la Angustia de la Soledad.Corrí bajo el Puente

un velo,encendí un candil,

entreabrí una puerta a la Esperanza


Huíen la pesadilla

de contemplarte inerteante las fauces abiertas

de la muerte.Cerré

con la fosa del olvidolos recuerdos

de mi Maestro.¿Acaso cabe más tormento?


La noche parece fríay la luz se disipa,

llegado ha el momentoen que acabe con mi vida

y estos versos.

Aunque mañana sea tronco seco,aunque el viento

no me otorgue su aliento,aunque el cielo

no alimente este suelo,¿me devolverás

la Paz y Amistadde ese beso,Maestro?

fin


La Junta de Cofradías se dirige a todos, partici-pantes y visitantes, con una serie de consideraciones de necesario cumplimiento si queremos que estos días se celebren con armonía entre la conocida hospitali-dad de esta tierra, y el respeto que, para nosotros los conquenses supone esta celebración.

Nazarenos de Cuenca

El silencio en la procesión es la base necesaria para la oración personal y para el respeto que se pide al espectador. Cumplir con él estrictamente es tu pri-mera obligación.

Tu cofradía se distingue por un uniforme con-creto. Respétalo, y pregunta antes en caso de duda. No olvides nunca tus guantes, del color que indique tu cofradía, y recuerda que es obligado calzar zapato negro.

Tu única seña de identidad, en procesión, es el capuz bajado.

El desfile procesional empieza y termina para to-dos en un punto concreto. No abandones las filas si no es por una cuestión grave.

La fila hay que guardarla rigurosamente de uno en uno. Sólo en caso de que la hermandad lo dispon-ga, podrá duplicarse o mostrar otra formación; en tal caso debes ser especialmente cuidadoso con tu silencio.

Los niños cofrades van detrás del guión. Sus fa-miliares no deben colocarse, de paisano, en las filas de los nazarenos, ni como segunda fila ante el público. En toda hermandad hay hermanos mayores al cuidado exclusivo de los más pequeños.

El honor de ser bancero va unido al respeto por el paso.

Espectadores y Visitantes

Los nazarenos siempre tratan con exquisito res-peto al que sabe contemplar su desfile en silencio.

La procesión es un acto cívico religioso que no admite interrupción por parte de los espectadores; aunque los huecos entre las hermandades pudieran permitirlo, no cruce por medio. Busque salida tras los espectadores. Si la necesidad fuese extrema, cualquier nazareno le pondrá en contacto con el hermano mayor más cercano responsable del orden procesional.

La calle, desde el principio de la procesión, es del nazareno. No dificulte el acceso al desfile, ni impida su desarrollo.

Los conquenses siempre hemos sido hospitala-rios con quien, de buen fin, viene a nuestra casa y comparte nuestras tradiciones. Pero por eso mismo, exigimos, desde el principio, el mismo respeto con el que nos gusta tratar al visitante.

Actividades Comerciales

A todas aquellas actividades comerciales que se encuentren en el trayecto de los desfiles, rogamos suspendan sus actividades durante la procesión y, si les es posible, reduzcan la iluminación, colaborando con el recogimiento necesario.

Que la serenidad sea tu imagen,la sobriedad tu exigencia y el respeto tu actitud.

100 Semana Santa 2007

Documents

Programa de Semana Santa de Cuenca 2007