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1 5/519 – 37 T Secretaría de Publicaciones Materia: Literatura brasileña y portuguesa Cátedra: Gonzalo Aguilar Teórico Nº: 2 30/3/2009 Profesor: Gonzalo Aguilar Profesor: En el primer capítulo de “historia de la locura en la época clásica” Foucault habla del árbol, y del árbol como una suerte de supervivencia de lo paradisíaco, y dentro del árbol se ve, si miran muy en detalle, una lechuza, animal que tiene que ver con la inteligencia y también con la racionalidad. Es lo que está escondido y oculto, es decir que estaría la idea agazapada de racionalidad. Pero en el caso de estos personajes hay toda una serie de figuras muy enigmáticas y su relación es caótica y más cercana a experiencia de la locura, a tal punto que la ingerencia, entre ironía y tragedia está basada en la posición del sujeto con respecto a la locura, y cómo esta imagen del sujeto parece mezclarse con los locos y parece querer exorcizarlos por un lado pero en ningún momento está tratando de establecer esa distancia irónica que cumple con respecto al discurso. Entonces en este programa la cuestión central va a ser cómo pensar a estos sujetos y cómo estos sujetos piensan a la anomalía, cómo se relacionan con ella. Foucault ahí da un ejemplo; entre lo que sería una línea práctica,

Teórico Nº 2

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Teórico Nº 2

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    5/519 37 T

    Secretara de Publicaciones

    Materia: Literatura brasilea y portuguesa

    Ctedra: Gonzalo Aguilar

    Terico N: 2 30/3/2009 Profesor: Gonzalo Aguilar

    Profesor: En el primer captulo de historia de la

    locura en la poca clsica Foucault habla del

    rbol, y del rbol como una suerte de

    supervivencia de lo paradisaco, y dentro del rbol

    se ve, si miran muy en detalle, una lechuza,

    animal que tiene que ver con la inteligencia y

    tambin con la racionalidad. Es lo que est

    escondido y oculto, es decir que estara la idea

    agazapada de racionalidad. Pero en el caso de

    estos personajes hay toda una serie de figuras

    muy enigmticas y su relacin es catica y ms

    cercana a experiencia de la locura, a tal punto

    que la ingerencia, entre irona y tragedia est

    basada en la posicin del sujeto con respecto a la

    locura, y cmo esta imagen del sujeto parece mezclarse con los locos y parece

    querer exorcizarlos por un lado pero en ningn momento est tratando de

    establecer esa distancia irnica que cumple con respecto al discurso.

    Entonces en este programa la cuestin central va a ser cmo pensar a estos

    sujetos y cmo estos sujetos piensan a la anomala, cmo se relacionan con

    ella. Foucault ah da un ejemplo; entre lo que sera una lnea prctica,

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    fascinado por esa locura, a la vez que la rechaza establece una relacin

    manipuladora o pasional, a tal punto de mezclarse con ese objeto y no ser tan

    fcilmente discernible. En el Bosco, si uno lee la bibliografa hay cosas muy

    graciosas respecto a la locura que tena el Bosco, justamente, l sera uno de

    los artistas locos posibles, sin dudas el Bosco estara considerado dentro de los

    primeros. Y la lnea de distancia irnica, donde el sujeto trata de establecer una

    cantidad de criterios fundados racionalmente para alejarse de esa locura, de

    este enigma, y tambin para develarlo. La clase pasada tambin habamos

    visto la cuestin de las histricas, y esto haba sido una suerte de epidemia de

    histricas, que se dio a fines del siglo XIX, la importancia que esto asume en lo

    imaginario, cmo esto generaba una idea de teatro de la locura, y cmo de

    alguna manera, la mujer, en este caso el objeto, por una serie de tretas del

    dbil, como dije Josefina Ludmer, poda subvertir la situacin y cuestionar un

    poco esta asta escena del saber que se quiere montar.

    Este es el cuadro ms

    importante de Charcot y la

    escuela de la Salptrire

    Ac est el mdico, Charcot,

    dirigindose a los

    estudiantes de medicina, y

    mdicos que trabajan en el

    hospital, que estn tomando

    nota, y mantienen

    generalmente una actitud de

    contemplacin, con la mano en la frente, como si el saber estuviera

    bsicamente en el acto de reflexin, sobre esta mujer que est siendo

    sostenida por un asistente y ayudada por una enfermera. Si ustedes ven la

    iconografa de este cuadro, evidentemente realista y detallista y uno puede

    reconocer a los mdicos que estn ah y dems, en el caso de la mujer es

    como establece una suerte de contraste, por el propio blanco que brilla en su

    camisa, y no por su actitud, que es una actitud de entrega y sensualidad un

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    poco explosiva que no coincide con la actitud seria y profesional de aquellos

    que la estn observando.

    Entonces en esta idea de convertir a este cuerpo histrico, que tiene un

    problema con el goce, con el tero y con el mismo hecho de ser mujer.

    Habamos recordado la frase de Didi Huberman que dice que el sntoma de ser

    mujer es ser histrica. En esta escena se establece una divisin bastante

    tajante entre lo que se sera el sujeto que conoce, un sujeto reflexivo, que

    observa, y ese objeto que es conocido y que est en trance, en un lugar de

    inconsciencia y de no saber. El nico secreto es que esa histrica no puede

    conocer su secreto sino que tiene que drselo a los mdicos para que lo

    descifren. Lo que va a decir Huberman, es que no slo en la iconografa, que

    en muchos casos viene de la pintura, que tiene que ver con escenas de

    embriaguez, como representa Tiziano y pintores anteriores, sino tambin en

    esta escena del saber se meten elementos que vienen a establecer como

    cortocircuitos que tienen que ver con la sensualidad, la seduccin y la

    manipulacin que podra estar ejerciendo esta chica, que podra ser Augustine,

    la paciente estrella de la Salptrire.

    Un cosa muy curiosa es que este cuadro est hecho en un momento en el que

    la fotografa ya estaba muy instalada, o sea que de alguna manera es otro

    elemento que habra que tener en cuenta, la recurrencia a lo artesanal, a cierto

    arte prestigioso, no arte de la reproduccin como la fotografa, sino de la

    creacin como la pintura, y en esta

    escena lo que se elige es hacer una

    recreacin y darle otro aura.

    Ac lo que vemos es una foto de

    Augustine, fijense que dice plancha

    veintitrs, abajo, es decir que esta es

    una foto de una serie. Y ac se puede

    ver un cuerpo que no se controla a s

    mismo y ejerce una serie de

    contorsiones que lo llevan hasta el

    lmite mismo de lo humano y de lo que

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    consideramos gestos propios de lo humano, denotando rasgos patolgicos.

    Observen cmo tiene cruzada la pierna, los ojos casi en blanco en expresin

    de xtasis, porque esa inconsciencia tiene que ver con el xtasis, con el goce,

    y la posicin de las manos, rgidas, aparece como uno de los elementos ms

    fuertes de esas poses en las que aparece Augustine.

    Otras cosas que uno podra ir suponiendo, es que como en esta poca la

    fotografa no estaba tan avanzada, el modelo no podra tampoco ser tan fugaz

    en sus actitudes, aunque ya pas la poca del daguerrotipo en donde haba

    que apoyar las cabezas en unos sostenedores para mantener la rigidez del

    retratado y que la foto no saliera movida, porque todava el tiempo de

    exposicin no era muy largo. Pero todava el tiempo de exposicin es largo en

    esa poca, es decir que podemos suponer que haba una relacin de

    complicidad entre el paciente que se dejaba retratar para que la foto saliera

    bien. Son muchsimas las fotos de Augustine, y ac eleg una de las tantas en

    donde se ve le cuerpo en contorsin.

    Tambin traje,

    para que lo vean,

    no es que vamos

    a tener ningn tipo

    de debate al

    respecto, pero

    bsicamente por

    el tema de la

    degeneracin, y la

    importancia que tuvo este contexto con escritores cientficos, como Lombroso o

    como Nordau, que eran muy influyentes en los medios cientficos y en cmo se

    utilizaba el concepto de degeneracin que era el concepto opuesto a

    eugenesia. La eugenesia era el intento en medicina por explorar e intervenir en

    los cuerpos, para que no se produjeran desvos, aquellos fenmenos

    patolgicos, no deseados. El trmino degeneracin para hablar de aquello que

    se desviaba de la norma y que poda incluir tanto criminales, donde los desvos

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    podan verse en la forma del crneo por ejemplo, como tambin en los artistas,

    que empezaban a considerarse en esta literatura cientfica como una suerte de

    enfermedad, de excrescencia, que tambin deba ser denunciada y

    eventualmente extirpada. Este es un tema que vamos a ver muy detalle cuando

    veamos Pessoa, porque l entra en dilogo con estas teoras. El trmino

    degeneracin habamos visto que tena el inconveniente de tener este

    elemento biolgico tan fuerte y que fue un trmino que empez a caer en

    descrdito, a principios del siglo XX y que cae en descrdito total a partir del

    momento en el que lo toman los nazis, opuesto al concepto de eugenesia, y

    que hacen una muestra de arte degenerado y que bsicamente es una muestra

    de los artistas vanguardistas de Alemania, de los mejores artistas

    vanguardistas que estaban huyendo del rgimen nazi y que eran atacados por

    un rgimen que haba erigido como norma artstica y como modelo de arte la

    vuelta al arte clsico, la vuelta a la figura humana, que era pensada como

    vinculada a lo sano, y al hecho de tener una suerte de no slo proporcionalidad

    sino de musculatura, un cuerpo trabajado, parecido al de las estatuas griegas.

    Los nazis esto lo legitimaron mucho, tanto que Arno Breker, uno de los

    escultores del rgimen produjo la escultura de las olimpadas en 1936. Hay una

    pelcula, no s si la vieron, en donde aparecen estos cuerpos en todos los

    planos, sanos y en apogeo. Uno compara estos cuerpos con los de las

    histricas, o los cuerpos de los artistas, y con los cuerpos que estn pintando

    los vanguardistas en ese momento. Piensen en Kandinsky por ejemplo, una de

    las cosas que molestaban a los nazis en ese momento era que las figuras

    representadas no siguieran las normas de los retratos clsicos, les molestaba

    que estuvieran deformadas, coloreadas, como es el caso del impresionismo,

    que estuvieran fragmentadas o destruidas, como pasa en el cubismo.

    Entonces los nazis ponan leyendas, diciendo que los artistas eran

    degenerados, judos, homosexuales, y todo lo peor y se mostraban las obras

    de estos artistas, acompaadas por leyendas, que no casualmente estaban en

    letra gtica, que indicaban al pblico cmo ver esos cuadros, y cmo burlarse

    de ellos. El pblico nazi que iba ah iba a rerse de este arte de vanguardia.

    Dentro de estas experiencias que se hacan con la medicina como institucin

    normalizadora, de la cual tienen un ejemplo perfecto en El alienista, y

    nosotros habamos visto ejemplos de cmo la psiquiatra se haba insertado en

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    las relaciones de poder, haba ocupado puestos en el estado, y funcionaba

    como un brazo normalizador dentro del estado, junto con otros poderes polica,

    o sea que estos mdicos tenan ciertos poderes de polica, podan internar a

    alguien si consideraban que era peligroso, un loco. Dentro de esta lnea

    habamos visto tambin que durante el siglo XX comenzaron a haber muchos

    experimentos en un sentido opuesto, es decir no tratar a estos pacientes con

    tcnicas agresivas, de electroshock, de encierro, sino comenzar a tratar de

    incentivar a los locos a que exploten ciertos rasgos creativos, a buscar en sus

    delirios psicticos, fuera del contacto con la realidad, la posibilidad de que

    pensaran algo al respecto a partir de la prctica artstica. Habamos visto varias

    cosas: Por un lado ciertas tendencias un poco complicadas que estn

    conectadas, en donde el loco se converta en una especie de mascota para el

    mdico y apareca adems una confirmacin de lugar comn que relaciona a

    los artistas a los locos y a los nios, como una especie de trada que funciona

    bastante entorno al imaginario popular. Tambin estas prcticas mdicas han

    sido bastante positivas; las bsquedas del individuo y de generacin, y el

    hecho de no trabajar con un concepto de normalidad sino otro tipo de

    conceptos.

    Por supuesto que ustedes conocen todos los movimientos de antipsiquiatra de

    los 70 no? El anti Edipo de Deleuze y Guattari sera uno de los posibles

    documentos. En el caso de Brasil hubo una doctora, Nise da Silveira, una

    psiquiatra que naci en 1906 y muri hace poco, en 1999 que se encarg en

    sus prcticas mdicas de hacer un trabajo teraputico para que estos pacientes

    esquizofrnicos lograran mediante al arte una especie de tratamiento, quizs

    no de cura, porque eso no siempre es posible, pero s de bsqueda de lnea de

    fuga para tratar un poco esos delirios, que vistos desde afuera son muy

    caticos pero que tienen una lgica interna que debe descubrirse. En este caso

    el trabajo de ella fue con muchos artistas y termin en lo que se llam Museo

    de las imgenes del inconsciente que fue una suerte de ejercicio, de repertorio

    de todos los trabajos que se han hecho, puestos con fines adems, muy

    geogrficos. Fjense lo interesante de la idea de museo: primero implica que

    esas obras pasan a ser obras de arte, estos trabajos entran dentro de la

    institucin arte que los considera como tales, y por otro lado, por el mismo

    objeto se convierte a estos pacientes en artistas y como tales en sujetos menos

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    inconscientes y menos pasivos de lo que supone la otra prctica, la de Charcot.

    Dentro de estos artistas, hubo una muestra ac de estos artistas, en la

    fundacin PROA, y yo eleg a uno de los ms conocidos, y si bien no est

    directamente vinculado al trabajo de Nise da Silveira, s entr dentro del

    Museo del inconsciente y fue importante dentro de la muestra del PROA.

    Este artista se llama Arthur Bispo do Rosrio y se caracteriza por la cantidad de

    objetos que incluye en sus obras y aparecen en series. Por ejemplo tiene todo

    un mural hecho con latas, o barquitos de madera que va encontrando, y es un

    trabajo muy obsesivo pero de alguna manera va incluyendo clasificaciones de

    los objetos que escapan a las clasificaciones convencionales.

    Ac vemos un

    termo, un vaso

    dado vuelta, la

    Tas,

    cacharros, una

    serie de

    esculturas,

    una bota de

    juguete, y va

    haciendo una

    suerte de

    collage o

    montaje, y uno tiene que ir pensando en cul fue la lgica que lo llev a hacer

    este trabajo, en caso de que haya una lgica.

    Ya en una lnea totalmente diferente, ya no de alguien que viene desde fuera

    del mundo del arte, tenemos el caso de un artista que naci dentro del mundo

    del arte, porque sus padres eran fotgrafos, que es Hlio Oiticica, a quien

    vamos a ver al final del curso, slo en tericos, junto con la poesa de Augusto

    de Campos.

    Yo traje esta obra para que vean el

    lugar donde l hace sus primeras

    obras, totalmente vinculadas a la

    idea de concretismo, al trabajo de lo

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    bsico con la pintura, lo que se consideraba en ese momento como los

    elementos especficos, que hacan que la pintura sea tal, que bsicamente eran

    el color y el plano. Pero poco a poco en estas experimentaciones que va

    haciendo con colores planos y la figura, con ciertas frmulas de la Gestalt,

    Oiticica se va abriendo a una especialidad cada vez mayor, y va trabajando,

    como se ve en esta obra, con una cantidad de paneles, todos en la tonalidad

    del blanco, el color neutro por excelencia, con el cual estos experimentos que

    haba el concretismo adquieren una especialidad y adquieren una suerte de

    tridimensionalidad, de hecho uno puede ir circulando entre estos cuadros, y son

    un trabajo que uno podra considerar dentro de la idea de la evolucin de la

    forma, de un arte autnomo, de un foco en el lenguaje del arte y sus lmites. Es

    decir que entra en la institucin arte de un modo bastante coherente, siendo un

    arte de ruptura.

    En los 70, momento muy especial en el mundo social poltico y artstico,

    Oiticica comienza a establecer una serie de rupturas son la institucin arte y

    empieza a aparecer un anti-arte, y hace unos trabajos con el color, pero no ya

    con la tela extendida, para ser contemplada en un museo, sino con la tela

    trabajada como ropa, trabajada en sus pliegues, que puede ir vistiendo a

    diferentes cuerpos. En el ao 1975 irrumpi en una muestra de arte moderno

    de Ro de Janeiro, con Mangueira, que era la favela carioca que l

    frecuentaba, y esto por supuesto ocasion una serie de desarreglos, de los

    cuales de la institucin del museo no saba muy bien qu hacer. Es decir qu

    hacer con los favelados, que traa una obra de arte que no era para contemplar

    sino que era para usar. Por supuesto que la institucin arte despus se fue

    recuperando y por ejemplo cuando fue la muestra de concretismo en el

    MALBA, ya los parangols de Oiticica estaban colgados para ser observados y

    no ser tocados. Lo que haca justamente Oiticica cuando crea los parangols

    es plantear una lgica de contacto, una lgica corporal y una idea de que el

    cuerpo mismo va llevando la obra que ya no sera una obra de arte, sino de anti

    arte, porque no busca la legitimacin de la institucin sino ms bien que trata

    de mostrar los lmites de esa institucin, los problemas, la dificultad de la

    institucin para entender obras que no entran dentro de su lgica.

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    En este caso, quiz ya lo reconocieron, es

    Caetano Veloso, que en el momento en que

    comienza a cantar tiene una relacin bastante

    fuerte con Oiticica y lleva este parangol en

    donde se puede ver que Caetano no est

    especialmente vestido para llevar esta capa,

    que es el parangol, y est trabajado con

    diferentes tipos de naranja, un color que

    Oiticica usaba mucho, y con distintos tipos de

    textura. Trabaja con una tela de arpillera, una

    tela ms de vestidos, y tambin ac con una

    tela gris.

    Por qu traer a Oiticica a la cuestin de las anomalas?

    Justamente habamos visto el hecho de la mezcla, de la imagen y de la palabra

    trabajada de un modo experimental y a la vez sistemtico, y cmo en muchos

    de estos parangols, l no slo trabaja con las texturas, con los colores, con los

    cuerpos, sino tambin con una suerte de slogan, que va metiendo, por ejemplo:

    Incorporo la revuelta, la idea del cuerpo y la revuelta que en ese momento

    apareca como una idea bastante fuerte, poltica, piensen que en ese momento

    en Brasil haba dictadura pero tambin una oposicin muy fuerte, muy

    poderoso, y la idea de Hlio es que no podra haber una revuelta, una

    oposicin al poder si no haba una idea de cuerpo, de incorporacin

    determinada. Y este cuerpo deba ser un cuerpo en accin, dispuesto a

    moverse con las telas en una relacin de sensualidad, o de sensorialidad con el

    mundo que lo rodeaba.

    Traje otra imagen en donde el

    parangol est escrito con tinta,

    donde dice: En la adversidad

    vivimos. Donde nos lleva a un punto

    en donde no son totalmente imagen

    ni son meramente lenguaje.

  • 10

    Junto con Oiticica vamos a trabajar con un poeta que tuvo bastante relacin, y

    de hecho Oiticica le dedic algunas obras que hace con cocana, que usa como

    pigmento blanco, no s si la vieron ac en el Malba, hace algunos aos, una

    de esas obras estaba dedicada a Augusto de Campos, que es el poeta

    brasileo que vamos a ver ahora.

    Esta es otra obra de Hlio

    Oiticica, que es un slogan muy

    fuerte de la poca: sea marginal,

    sea hroe. Tambin se usaba

    este tipo de banderas, y fjense

    que el slogan poltico de este tipo

    es muy diferente al slogan

    poltico partidario. Es el mismo

    caso que el tipo de slogans

    contra las dictaduras, mucho ms

    precisos, implican una demanda

    y un objetivo. Los slogans polticos no estn en esta zona de sentido, el uso de

    slogan que est haciendo Oiticica, no est pensado en el sentido de la lgica

    de la poltica sino en una zona de determinado lenguaje, de un trabajo artstico

    con el lenguaje, que por supuesto tiene connotaciones polticas. Pero no

    necesariamente un slogan pensado en trminos de desclase con la poltica.

    Sino que el arte mantiene esa zona de lo indeterminado y la explota mediante

    slogans que nos dejan pensando.

    Cul es el sentido que podran tener hoy? Esa idea de marginalidad y de

    identidad que en ese momento estaban totalmente vinculadas.

    Entonces, en estas obras de Hlio Oiticica el trabajo fue romper la divisin

    entre imagen y lenguaje y convertirla en un campo experimental. En el caso de

    Augusto de Campos que vena trabajando tambin en la lnea del concretismo

    potico, se observa tambin una suerte de uso de aspectos que nosotros a

    veces consideramos como restos, como cosas que no son centrales, como el

    concepto de la tipografa, pero que ac adquieren otro sentido. Y por otro lado

    si ustedes se fijan, y esta es una anomala bastante fuerte, rompe con la idea

    de linealidad, que es muy poderosa en la prosa, y que en la poesa ya aparece

    quebrada, desde el momento en el que hay versos.

  • 11

    En este poema la linealidad aparece quebrada en tres columnas, y uno puede

    ir buscando diferentes relaciones. Yo se los voy a leer, porque las palabras

    estn cortadas: Cmo parar este instante / luz de la memoria aflora / pero no

    sabe retener / amargo es el momento / por ms que la memoria muerda / pero

    no consigue amar / y pasa as pasa /as pasa / la memoria asesina el momento

    que pasa. Esa sera un poco la traduccin del poema. Pero la traduccin en s

    no debera desconocer todos los elementos que estn en juego en la

    especialidad y la imagen del poema. La relacin entre imagen y lenguaje est

    totalmente vinculada, a tal punto que no podemos hacer una lectura sin tener

    en cuenta la tipografa, la disposicin de las palabras, etc.

    En algunos casos como este vemos cmo la linealidad est nuevamente

    quebrada para dar una idea de laberinto, y lo que une a las frases es

    bsicamente el color, y una serie de lneas ondulantes que van marcando y

    quiebran la lnea recta, que sera la lnea que imponen generalmente los signos

    jeroglficos.

    (El profesor lee el poema dinmico Sem saida de la pgina oficial de Augusto

    de campos) http://www2.uol.com.br/augustodecampos/clippoemas.htm

    Esta idea de separacin entre imagen y lenguaje es la gran lnea de separacin

    en la experiencia occidental de la locura, dice Foucault, Y si uno se fija en otro

    trabajos de l o de Blanchot, o mismo de Derrida, pensadores un poco

    anteriores, pero de la lnea francesa, hacen una crtica del campo de lo visual

    en general y de la mirada como una lnea de conocimiento. En este caso es

    muy fuerte esta escisin muy fuerte entre lo que se puede decir y lo que se ve.

    Hay un libro que hace referencia a esta temtica, que se llama Downcast Eyes,

    de Martin Jay, traducido como: Ojos abatidos. La denigracin de la visin en el

    pensamiento francs del siglo XX. (informacin extra en el blog de la materia:

    http://brasilear09.blogspot.com/)

    Martin Jay es un profesor de la universidad de Berkley, les digo como

    recomendacin de lectura; tiene una biografa sobre Adorno, que sac siglo

    XXI, que es buensima, tiene un libro que sac Paids, que se llama Campos

    de saber, que es accesible y que tiene un artculo que es un resumen de

    Downcast Eyes, as es que de alguna manera no hace falta que lean todo el

    libro.

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    Les deca que en Foucault aparece mucho un problema, que es cmo pensar

    estos dos rdenes, de lo visible, y de lo decible, que son heterogneos entre s,

    y que parten de una oposicin que no fue salvada, y estos son temas que

    Blanchot va a retomar, junto con Derrida y otros pensadores.

    En ese punto este es un problema que no surge que surgen en el pensamiento

    francs del siglo XX sino que se remonta a algo muy anterior, quiz extensible

    a todas las poticas: acerca de cul sera la relacin entre el lenguaje y lo

    visual A tal punto que dentro de la potica clsica encontramos Ut pictura

    poesis, es decir la poesa como la pintura. La poesa debera usar alguna

    serie de retricas para visualizar aquello que est diciendo, como lo hace la

    pintura. Pero eso, como bien lo seala Foucault lo venimos siguiendo nosotros,

    se transforma alrededor del siglo XV, siglo XVI, y empiezan a separarse estos

    mbitos, al punto que Lessing, cuando escribe Laocon (1766) una obra muy

    importante sobre la relacin entre pintura y poesa. Esa escultura griega que

    tiene que ver con Troya, y Lessing es el escritor alemn del siglo XVIII, y el

    subttulo de esta obra es sobre los lmites de la pintura y la poesa. Es

    interesante porque se relaciona directamente con una cuestin que vamos a

    ver permanentemente, esta necesidad de poner lmites. Una idea muy fuerte

    por un lado de normalizacin y tambin de control, establecer lmites.

    Justamente muchos de los lmites que nosotros vimos se ponen en cuestin,

    por ejemplo esos lmites de lo humano y lo animal. Vimos que cuando se

    plantean por primera vez estos lmites no tienen lugar para la confusin, pero

    desde el momento en que se confunden, aunque sea desde la narracin

    ficcional, ah los lmites empiezan a ser cuestionados. En este libro Lessing

    dice que no slo la divisin entre poesa y pintura se similar a la que se

    produce entre palabra e imagen, sino tambin la que se produce entre

    convencin y naturaleza. O sea que el mbito de la lengua es el de las

    convenciones que nosotros vivimos como artificiales. Pero en cuanto a la

    imagen dira que lo vivimos como una relacin de naturalidad en relacin con

    su referente. Esto es as a tal punto que Michel en un libro que se llama

    Iconology, Iconologa, dice que la imagen es el signo que pretende no ser un

    signo, enmascarndolo como presente inmediato y natural, mientras la palabra

    es lo otro porque incluye elementos no naturales. Es decir que esta es una

  • 13

    conviccin con un giro diferente al de Foucault, dentro de lo trgico y lo irnico,

    donde la diferencia pasara entre lo convencional y lo natural.

    Ahora bien, en el momento en que las vanguardias comienzan a actuar, a

    principios del siglo XX, una de las tareas ms fuertes que llevan adelante es la

    cuestionar el principio de naturalidad que exigan las imgenes. A tal punto que

    una de las cosas que ms nos impresionan, cuando vemos un cuadro

    vanguardista, es que justamente la relacin con el referente es absolutamente

    problemtica. Es decir nos muestra, por la negativa en este caso, que cualquier

    representacin de lo real es artificial, as como lo es en el lenguaje.

    Es que decir que la pintura misma deviene en signo. Esto lo habrn visto sobre

    todo en los cuadros cubistas, o de vanguardia.

    Entonces en el momento en que en las vanguardias comienza a producirse

    esta idea de que la imagen tambin es un artificio de la palabra, se crea un

    campo experimental en donde ambas reas comienzan a relacionarse, y a

    generar un campo de experimentacin comn, que es lo que pasa con la

    poesa experimental de Augusto de Campos, o en la obra de Hlio Oiticica. Son

    ejemplos de un momento en el que ese campo experimental est muy

    instituido. Es lo que pasa con el futurismo, en donde los poemas hacen una

    suerte de diagrama, o de dibujo, o en el cubismo, que se ha introducido

    lenguaje en la pintura, a partir de letras, de tipografas tambin. Y es un poco el

    trabajo que vamos a observar cuando avancemos en el programa y vayamos

    viendo la obra de Augusto de Campos y de Hlio Oiticica. La idea en este caso

    va a ser, como van a ser los ltimos tericos, que vayamos viendo las obras

    ac mismo en clase.

    Una cosa que yo estaba viendo, despus de la clase pasada, es cmo hay

    ciertos elementos que empiezan a aparecer, esas figuras que pueden ser tanto

    de control como de la privacin de esas anomalas, y cmo hay ciertos

    elementos que se van repitiendo en todos los ejemplos que yo iba dando. Se

    me ocurrieron cuatro en principio; uno sera el de la hibridacin , que apareci

    en varios lugares, bsicamente apareci el de animal hombre , y el de imagen

    y lenguaje .

    Pero esta hibridacin tendra que ver con lo indiscernible, entre dos cuerpos

    que son heterogneos y que aparecen mezclados. De ah uno puede tomar

    interpretaciones variadas respecto de estos fenmenos. Y dentro de la

  • 14

    hibridacin nosotros vamos a ver no slo estos casos que hablamos, sino que

    tambin vamos a ver el montaje, que nuevamente no se trata de cualquier tipo

    de montaje, porque montaje hay permanentemente, es decir la superposicin

    de dos objetos para sugerir una relacin entre ellos. Todo el cine es montaje,

    toda la televisin, no es una cuestin de fetichizar el montaje, sino de pensarlo

    en los momentos en que hay hibridacin. Es decir que los dos trminos son

    heterogneos entre s y son supuestamente de mundos totalmente diferentes y

    el montaje revela algo que estos objetos comparten, que tienen en comn, o

    revelan algo por las mismas diferencias que aparecen. Y estos seran

    precisamente los montajes ms interesantes. Es decir, la hibridacin no est

    hablando de la cuestin de la figura, sino de ciertos fenmenos que va

    produciendo.

    La otra cuestin que va apareciendo, y de la que estas figuran trataban de dar

    cuenta, era la discontinuidad. La discontinuidad sin duda, sin verlo como un

    fenmeno anmalo, es algo en seguida llama la atencin, en lo discursivo

    produce una suerte de corte, de ruptura, y aparece algo que no es esperado,

    algo desigual. Nosotros lo vimos de alguna manera con el ejemplo de Foucault

    y cmo trabajaba con la historia, vimos en Foucault a un pensador de la

    discontinuidad, se acuerdan de un ejemplo en Vigilar y castigar pero tambin

    lo pueden ver en el captulo que tienen de Historia de la locura en la poca

    clsica. Foucault va hacia atrs y busca el momento en que surge algo que es

    diferente a lo que estamos habituados, y a partir de ah piensa la historia. En

    Vigilar y castigar l va hacia atrs, hasta el momento del suplicio durante la

    monarqua, y dice: bueno, esto ya despus no pasa. Y fija las condiciones y

    los elementos para que esto no tenga posibilidades de volverse a producir.

    Entonces: hibridacin, discontinuidad, exceso , que vamos a verlo como

    desmesura, esto de estar en la medida determinada y que lo vamos a ver un

    poco en la cuestin de los usos literarios. Ya en El alienista se va anunciando

    con respecto al yo de la retrica, las retricas que con excesivas y que el texto

    condena, vamos a ver despus cmo lo hace, no es muy explcito, se abre toda

    una cuestin de lo abyecto, es decir todo aquello que nosotros queremos dejar

    como basura, como excremento, como algo que no nos pertenece, algo con lo

    que no nos podemos identificar. Por ejemplo, cuando leamos La pasin segn

  • 15

    G.H, la relacin de ella con la cucaracha. Ah la cucaracha como resto o

    abyecto, que produce algo de esto no soy yo.

    Y finalmente, una de las nociones ms complejas, o que a m me gustara tratar

    una vez que vayan entrando un poco en confianza en este mbito bastante

    difcil porque es muy grande y es distinto si fuera una sala ms chica, ms

    ntima. La cuestin de la neutralidad, de lo neutro . Con lo cual Roland Barthes

    escribi un libro hermoso, no s si lo pudieron leer, est publicado por sigloXXI,

    y son las clases que l iba dando, est en varios tomos, y uno de ellos se

    ocupa de lo neutro, donde lo que dice es que lo neutro desbarata todo

    paradigma, porque no es ni s ni no, tampoco es mas o menos, sino que es la

    negacin de tener que elegir entre uno u otro paradigma. No es ni norma ni

    anormalidad.

    Tambin esto puede aplicarse al campo de lo sexual, estaba pensando en la

    pelcula XXY, donde esta sexualidad aparece desbaratando todo paradigma;

    no es ni mujer ni hombre. Una cosa que est ah y aparece como una

    anomala.

    Esta idea aparece mucho en los sujetos que en los textos se borran, se ocultan

    o que se multiplican a tal punto que no estn en ningn lugar, como es el caso

    de Fernando Pessoa. Ustedes saben que l tiene varios heternimos, por lo

    tanto la nocin se sujeto aparece bastante cuestionada, y de estos poetas hay

    uno que es El maestro, el maestro de Pessoa tambin, que se llama Alberto

    Caeiro, que es un poeta de lo neutro, justamente. Habla permanente de la

    identidad del ser, anterior a cualquier aparicin subjetiva del pensamiento. Es

    una frase de Badiou, cuando habla de Pessoa, y voy a parafrasear un poema

    que es algo que uno nunca debe hacer, tiene un poema sobre el viento, y le va

    preguntando a diferentes personas qu es el viento, y cada uno le dice: el

    viento para m es el amor que viene cuando t eres nio, y otro le dice: el

    viento es un recuerdo, el viento es etc, y el poeta termina diciendo: todos

    mienten, el viento slo habla del viento. Es decir, busca la neutralidad del

    viento, en contra de todas las implicaciones subjetivas sobre el viento. Todos

    los poemas de Alberto Caeiro, que es el maestro de todos los dems poetas,

    dentro del sistema de Pessoa, an del propio Pessoa, es un poeta de la

    neutralidad, permanentemente hay una negacin en relacin a las cosas de

    establecer una funcin adjetiva, de adjetivar. El viento es el viento.

  • 16

    (Corte)

    Entonces, para terminar lo que venamos hablando, y antes de pasar a

    Machado de Assis; Esta idea de la neutralidad fue sugerida de alguna manera

    no slo por el trabajo de Barthes sino tambin sugerida por el trabajo que

    estuvimos haciendo sobre los textos. Y uno dira que podra ser bastante fuerte

    para la lectura de estos textos, la idea de que en los textos modernos el sujeto

    no es el punto de partida, sino que se llega al sujeto despus de un trabajo

    determinado. En algunos casos este sujeto que surge de los textos despus de

    un trabajo de escritura, viene a cuestionar un sujeto como un lugar de jerarqua

    previo a la anunciacin. Es decir, en este trabajo podra darse algo as como

    sujeto de la enunciacin. Es decir, hasta qu punto en estos textos el sujeto

    estaba tan altamente cuestionado que ya la propia era del sujeto cartesiano

    aparece como una peticin de principio que los textos niegan o por lo menos en

    gran parte distancian. Para dar un ejemplo y que no quede tan abstracto, con el

    caso de Clarice Lispector, cuando lo vean, van a ver que el YO que aparece en

    La pasin segn G.H, novela en la cual por primera vez coinciden sujeto de

    enunciacin y sujeto del enunciado, es un texto con un narrador que adems

    es el protagonista de todo lo que va pasando, es el protagonista nico. Vamos

    a ve cmo ese personaje a medida que avanza la trama va poniendo entre

    comillas ese EU, ese YO, va considerndolo un jeroglfico, y cmo ese

    proceso, el YO que estaba al principio del texto, es abandonado. Y lo que

    cuenta un poco el texto es que ese abandono es en funcin de no haber

    distancias entre la subjetividad y el sujeto. Entonces ah, en ese pasaje ah en

    el medio, entre un pasaje y una instancia muy fuerte de negacin del sujeto

    expresndose en la escritura, porque es opresivo, es una crtica muy fuerte a

    este sujeto y un corrimiento hacia la impersonalidad que va a aparecer en

    muchos textos.

    Despus daramos una vuelta de tuerca porque remite a un concepto de

    personalidad que es fundamental para las ciencias mdicas de la salud, que es

    justamente donde detectan las anomalas de la locura, que tienen que ver con

    aquellos desperfectos en la personalidad, es el momento en que una

    personalidad se quiebra, ya no se reconoce como tal, pierde la identidad. Como

  • 17

    dice Foucault, en Historia de la locura en la poca clsica, en donde dice que

    la personalidad que es misterio, entonces qu es lo normal y qu lo patolgico.

    En este sentido estos cuatro conceptos que vimos; neutro hbrido y discontinuo

    va a tener que ir apareciendo y van a tener que observar estos estados para

    ver qu tipo de anomala es la que estamos viendo. Tambin quiero sealar

    que la anomala no tiene ningn valor en s, es decir, no pensamos que es un

    valor positivo o negativo, de vuelta, es un valor neutro, que en ciertos lugares

    puede tomar la polaridad de dinmico o de regresivo, esttico, etc. Estaramos

    lejos de una lgica como la que plantea Hlio Oiticica, cuando dice Sea

    marginal, sea hroe, en ese momento, donde quiz tengan los ltimos factores

    de la sociedad de normalizacin. No s si conocen ese texto de Foucault y de

    Deleuze sobre el pasaje de la teora de normalizacin a la teora de control.

    En este momento, en los setenta, como les deca, en la sociedad de

    normalizacin, una de las estrategias ms tpicas del antagonismo poltico pero

    tambin esttico, era justamente la inversin. Es decir, frente a la afirmacin

    de la normalidad, una afirmacin de lo anormal, de una afirmacin de la

    psiquiatra, una afirmacin de la anti-psiquiatra, frente a la idea de una

    sociedad normalizadora, la glorificacin y hasta la fetichizacin del lugar de lo

    marginal, que pasaba a ser en el planteo de Hlio Oiticica, un hroe.

    Es decir que el lugar de la marginalidad, ya era un lugar positivo per se. Y

    cmo nosotros pretenderamos tomar cierta distancia frente a este trabajo de

    inversin, o de antagonismo, por la negacin de lo normal, de lo que est al

    margen. Iramos hacia una idea de lo anmalo como todo aquello que tiene que

    ver con la idea de la variacin, con lo desigual, y ya no como algo que se define

    por una carencia, que sera lo normal, sino como un nuevo adjetivo que defina

    aquello que es rugoso, spero, y que tenga algn tipo de diferencia, que nos

    llame la atencin y querramos ver en qu consiste.

    Esta desigualdad puede estar dada tanto por una hibridacin inesperada, que

    produce un efecto que no tenemos cmo entenderlo, entonces comenzar a

    pensar este tipo de procesos sin incluir la idea de desorden, sino ms bien la

    de lo inslito o lo desacostumbrado. Esto parece un poco abstracto y quizs,

    pero lo vamos a ir profundizando a lo largo del cuatrimestre.

    Me parece que no slo con la pluralidad existe en s la variacin, no slo

    porque nos saca de una idea de dicotoma, me parece interesante, sino porque

  • 18

    tambin nos saca de la idea de negatividad. Es decir, pensar aquellos textos

    contra lo cual supuestamente estn, o a lo cual se oponen, como si la escritura

    fuera meramente un hecho de oposicin o antagonismo, cuando en verdad la

    escritura va argumentando, lo vamos a ver con Clarice Lispector, los sujetos

    que compone, los opuestos. Por qu nos gusta Clarice Lispector? Porque no

    es realista? No, no me importa que no sea realista. El cuerpo despus de la

    lectura de Clarice Lispector es otro, est compuesto de otra manera. El cuerpo

    tal como lo entendemos, en estos textos adquiere una dimensin totalmente

    diferente. No una dimensin figurativa meramente, reivindicacional, sino que se

    ve en prcticas, con otro tipo de cuerpo, con otro tipo de organizacin, otro tipo

    de composicin.

    Y por ltimo tambin me parece interesante esto de que la anomala no tiene

    un valor per se. Hay que ver para esto la idea de indeterminacin en diferentes

    posiciones, de negarme a decir, -la anomala es eso. Que es una definicin a la

    que se aboca Simn Bacamarte cuando quiere definir qu es la locura, que es

    precisamente lo que Foucault criticaba, esta nocin de la locura como esencia,

    como algo que est ms all de la historia, de la prctica, ms all de este

    juego de lo social, y cmo a nosotros nos interesa basarnos justamente en

    este lugar, de lo transitorio, de lo coyuntural, de lo que va pasando con este

    texto en ese momento no slo en su momento de irrupcin sino tambin al

    momento de la lectura. Es decir no un anmalo definido de antemano que va

    recorriendo todos los textos, sino cmo los textos van componiendo, van

    produciendo anomalas. Nuestro trabajo es detectarlas o mismo como lectores

    inventarles un contexto, nosotros tambin hacemos una composicin con estos

    textos, de tal manera de darles este lugar.

    No slo nos va a interesar la cuestin de la figura sino tambin el fenmeno de

    composicin; cmo esos textos componen sujetos. Por ejemplo creo que para

    cualquiera de ustedes cuando lo lean, ya el sujeto despus de Pessoa, nunca

    ms puede ser realismo, porque el tipo de operacin de Pessoa es tan radical,

    tan profunda, es tal la intencin de un nuevo tipo de subjetividad y de sujeto

    que hay nociones que no vamos a poder definir de la misma manera despus

    de leer a Pessoa; la nocin de autor, de estilo, etc.

  • 19

    El texto de Machado de Assis les gust? Tambin es un texto que de nuevo

    nos pone un poco en la cuestin de llevar un texto de locura a un lugar de

    nuevo de indeterminacin y de apora. A tal punto de que si uno est muy

    seguro de lo que significa la locura, despus de leer el texto por lo menos algo

    se le mueve, si lo lee atentamente, en relacin a su punto de partida. Sobre

    todo porque el punto de partida cuando nosotros consideramos la locura es en

    relacin a la normalidad, y el texto tiende a mostrar que la normalidad es un

    punto de partida imposible. Por qu? Porque necesita que el sujeto que

    conoce se considere a s mismo normal. Y esto es lo que pasa con la escisin,

    casi metafsica de decir;- yo me conozco, soy normal. Porque si uno se pone

    muy cartesiano nada nos podra garantizar que haya un demonio maligno que

    nos est engaando y que nosotros que nos creemos normales en realidad

    estamos totalmente desvariando.

    Y lo mismo digo con respecto a Augusto de Campos, creo que es un poeta,

    que el impacto visual que tienen sus poemas es notable, en una lnea que

    quizs alguno de ustedes ya conoca pero a otros se les abre en un campo

    totalmente indito. Se pueden componer poemas con imgenes que son

    palabras. No meramente como haca Apollinaire con los caligramas, que fue

    una experiencia muy ingenua, de componer imgenes con palabras. No se

    trata de eso, se trata de investigar relaciones entre imgenes y palabras, a

    partir de determinadas disposiciones, estructurales, por eso habamos visto las

    curvas de ese poema, que iban armando una suerte de laberinto. O las

    columnas del otro poema, y los diseos que va haciendo desde el punto de

    vista visual y tambin que tiene consecuencias en el plano de la omisin, y de

    la divisin de los poemas. Porque los poemas de Augusto de Campos no son

    solamente para ver sino que tambin su lectura y su parte oral establecen

    algn tipo de anomala. A tal punto que ya vamos a ver cmo Caetano Veloso

    le dedica unos temas a Augusto de Campos y est pensando en una

    equivalencia estructural en el campo de la msica en relacin con los poemas.

    Entonces ms menos el punto de partida estara en ese lugar; trabajar esas

    figuras, trabajar las anomalas y trabajar lo que los textos componen, las

    hiptesis que cada texto inventa o compone; lgicos, sujetos, qu tipo de

    cuerpo, qu tipo de estructura, qu modo de realidad. Claro que cada texto no

  • 20

    va ser todo, sino que trataramos de detectar, qu es lo que est en juego en

    cada caso.

    Comenzar con Machado de Assis result un poco obvio porque el texto de El

    alienista es un texto inevitable a la hora de hablar sobre las ficciones sobre la

    locura, y ms all de Machado de Assis, como el escritor que ocupa el centro

    del canon de la literatura brasilea.

    El riesgo o el inconveniente era que la obra de Machado es muy vasta, y El

    alienista tal vez no sea su obra ms representativa, la novela de l o sus

    cuentos ocupan un lugar ms central en relacin a cul sera su potica.

    Pero en relacin a los relatos sobre la locura El alienista tena un montn de

    cuestiones sper interesantes y novedosas que pesaban ms que uno de los

    textos cannicos de Machado. Hay otros textos traducidos de l; Memorial de

    Aires, 1908, Memrias Pstumas de Brs Cubas, 1881, Dom Casmurro,

    1899, y si en el final quieren traer cualquiera de estas lecturas, son libres de

    hacerlo, la ctedra est abierta a todo aquello que ustedes hayan buscado y

    ledo por curiosidad.

    Machado de Assis comienza a publicar El alienista en octubre 1881, aparece

    en el diario, en donde era habitual que se publicara este tipo de textos, y

    termina en marzo de 1882, en A ESTAO, diario ilustrado para la familia; La

    estacin. Y voy a hacer algunas comparaciones con Argentina, si bien yo no

    soy muy amigo del comparativismo, para ver un poco el marco. En el ao 1882

    en Argentina recin empezaban a publicarse novelas en los peridicos, son los

    casos de Eduardo Gutirrez y Eugenio Cambaceres, que empiezan a consumir

    sus novelas y a tener las primeras novelas nacionales en los peridicos.

    En Brasil la escritura de novelas en los peridicos era muy anterior, es decir

    que el campo literario brasileo se constituye con mucha anterioridad,

    contrariamente a lo que pasa en Argentina, sin los problemas polticos, ustedes

    saber que toda la generacin romntica fue una generacin de exiliados, y con

    un impulso muy fuerte desde el estado de la creacin de todo tipo de

    instituciones que de alguna manera les permitieron a los escritores convertirse

    en profesionales en un momento en que en la Argentina a un escritor le

    interesaba la poltica y tena a la escritura como un pasatiempo menor.

  • 21

    Ya para 1881 Machado de Assis tena una carrera relativamente conocida

    como escritor, a tal punto que se dice que desde 1880 Machado comienza su

    segunda etapa, comienza un Machado muy diferente, hay una discontinuidad

    en la que indagan los crticos con todo tipo de hiptesis sobre qu haba

    pasado, por qu a partir de 1880 aparece con sus obras maestras,

    inclasificables, una literatura totalmente novedosa y diferente a la que se

    produca en Brasil o en toda Amrica Latina. Del Ao 1881 por ejemplo es

    Memrias Pstumas de Brs Cubas, que es un momento paralelo a El

    alienista, no es un momento de corte ni de ruptura, que plantea un momento

    de discontinuidad en relacin a su obra anterior.

    Brasil en ese momento tiene una situacin poltica muy curiosa, en el siglo XIX,

    y es que con motivo de la invasin napolenica la casa de la monarqua

    portuguesa se mueve hacia Brasil, o sea que de repente tiene un rey, en 1814

    aproximadamente, y coincide con los movimientos independentistas que se

    estaban produciendo en otros pases de Amrica Latina. Brasil por supuesto no

    fue de lleno a este independentismo pero la resolucin que consigui fue

    bastante curiosa. Como el hijo del Rey haba nacido en Brasil los patriotas

    aprovecharon la situacin para insultar a la casa monrquica de Portugal pero

    dejaron al prncipe joven; que fue Pedro, como rey de Brasil. Y este Pedro

    estuvo en su cargo desde 1822 hasta 1889, o sea 67 aos de un reinado de el

    primer rey latinoamericano, ac tengo una foto (el profesor muestra la tapa del

    libro As Barbas do Imperador de Lilia Moritz Schwarcz), que fue un rey que

    adems siempre us barba durante casi los sesenta aos de su reinado, y es

    una foto porque era ms que uno aficionado, se dedicaba a la fotografa e

    introdujo la fotografa en Brasil. Este rey tena una gran inclinacin por el arte y

    las ciencias, y se ocup muchsimo de incentivar todo lo que fuera el campo de

    las investigaciones cientficas, el campo de la produccin esttica. Como primer

    rey en Brasil, primer emperador, tambin tuvo que disponer de la pompa, toda

    monarqua se basa en la pompa, y sta tena que ser brasilea, y entonces a

    partir de ah comenzaron, los intelectuales del rgimen, a construir toda una

    serie de prcticas, de imgenes, de costumbres, que tuvieran que ver con el

    rey brasileo. Por ejemplo el gran manto con el que asumi el cargo de

    emperador, tena plumas de tucn, que es un pjaro que es bien brasileo, y

    esto lo diferenciaba de cualquier rey europeo. Y no slo eso sino una cantidad

  • 22

    de imgenes que comenzaron a circular en todo momento, para apuntalar, la

    idea de una monarqua brasilea. Uno de los hechos ms curiosos de esta

    monarqua que vamos a ver bien cuando leamos a Jos Alencar Gomes da

    Silva, fue tomar a la alegora de brasil por antonomasia, ubicada en la figura del

    indio. Ac hay dos cosas, porque ustedes dirn, en un momento en el que

    haba esclavitud en Brasil y la poblacin conviva con negro y esclavos, usar la

    figura del indio sera equivalente a la figura del gaucho. Pero por otro lado con

    Don Pero se fueron creando los grandes institutos de historia, de estudios de

    los indgenas, y otras que funcionaron durante todo el reinado y explican que

    Brasil sea un pas institucionalmente muy diferente a todos los del continente,

    donde la fuerza que tienen todas esas instituciones forman parte del estado y

    se ocupan en hacer estudios histricos y cientficos, sobre la naturaleza por

    ejemplo, donde se realizaron numerosas expediciones. Don Pedro logr forjar

    esta idea de un Brasil que tena el idilio de la figura de un estado brasileo y en

    el romanticismo el estilo que le permita establecerse como una monarqua

    moderna en el mbito del momento en el cual muchas monarquas estaban

    cayendo y la repblica se iba instalando en diferentes pases. Imagnense

    cuando Don Pedro comenz a ir Europa, llegaba el rey de Brasil a muchos

    pases que ya eran repblica, y no slo era el rey sino que era el emperador de

    Brasil. Y a l adems le interesaba mucho todo lo que tuviera que ver con el

    progreso, con las tcnicas. Iba a esas exposiciones universales, donde se

    presentan los ltimos adelantos de la tcnica en todos los campos. Don Pedro

    fue homenajeado en Estados Unidos, con casi un siglo de repblica, en 1885,

    en una muestra muy famosa de Filadelfia.

    Les voy a leer una parte de este muy buen libro de Lilia Moritz Schwarcz:

    Modelos, para esta monarqua reciente, no faltaban, pero haba originalidad en

    la copia. El romanticismo apareca como el camino favorable a la expresin

    propia de la monarqua recin fundada, pues, dada concepcin permita afirmar

    la universalidad con particularismo porque el romanticismo tena el elemento

    del color local y el inters por las lenguas nacionales y la observacin de estos

    fenmenos incluidos su potica. Entonces lo que est diciendo la autora es que

    el romanticismo permita de alguna manera una resolucin; afirmar la

    universalidad y tambin el particularismo, y por lo tanto la identidad.

  • 23

    Encontrarse con la metrpolis ms asociada en este contexto a lo que sera un

    clasista.

    El gnero vena al encuentro de esta manera en el deseo de manifestar en

    literatura una especificidad del joven pas en oposicin a los cnones legados

    por la madre patria sin dejar de lado la forma oficial y palaciega del movimiento

    O sea que una caracterstica es que l se iba rodeando de estos artistas y

    generaba una suerte de nobleza y una de las prcticas ms fuertes fue

    Cmo hacemos con la nobleza?, no hay monarqua sin nobleza. Entonces en

    Brasil era la moda tener un ttulo de noble a toda costa. Ac hay un captulo

    muy lindo en donde se estudia toda la herldica. (el profesor intenta mostrar

    ilustraciones del libro y aclara que dejar material visual en fotocopiadoras o en

    blog de la materia)

    Entonces Don Pedro era una especie de rey ilustrado, tena contacto con los

    escritores, siempre aparece en su iconografa rodeado de libros, interesado en

    esta idea de saber como idea central, y en clasificar la historia que era un

    oficio, en 1841, -esto lo cuenta Muricy, en su texto que ya est en fotocopia- y

    que fue ideado por uno de los idelogos del rey. Piensen que cuando comenz

    a reinar era muy chico, tena nueve aos aproximadamente, entonces tena

    que ser sometido a la poltica. En el 41 crean este hospital que les digo como

    un dato, para que lo puedan pensar en relacin a El alienista de Machado,

    que se iba alimentando a nivel econmico de los impuestos sobre la vanidad.

    Estos impuestos eran a los ttulos nobiliarios que eran muchos y muy

    codiciados, porque era un modo de distincin social, de legitimarse socialmente

    para la gente que tena mucho dinero, y este impuesto inclua adems los

    juegos, que eran otra rea que se vea afectada por esta sancin.

    Estos elementos de alguna manera van a ser muy poderosos y van a generar

    para el momento en el que Machado de Assis comienza a escribir, un campo

    literario relativamente fuerte, que si uno lo piensa en relacin a los anteriores,

    como el romanticismo de Brasil, haba ya una presencia mayor que en otros

    pases de Amrica latina va a tardar ms en surgir como tal.

    En este contexto se comienzan a cuestionar de forma abrupta tres elementos

    centrales que eran generados por la tradicin brasilea y que tambin estaban

  • 24

    en las primeras partes de la obra de Machado. Estos tres elementos seran en

    primer lugar, la literatura como una pedagoga, y como una pedagoga moral,

    y con una didctica que intenta darle al lector las claves para manejarse en la

    sociedad. En el crecimiento de esos peridicos, en el lugar que critica la

    aparicin de la literatura como elemento de modernizacin, y con la

    emergencia de la mujer como lectora, a la cual Machado de Assis se va a

    referir en muchsimos cuentos, ya a partir de El alienista y Memorias

    pstumas de Brs Cubas le quita a esta literatura cualquier funcin didctica o

    pedaggica. El otro elemento que va a atacar de un modo bastante sistemtico

    va a ser la literatura como una manifestacin de lo nacional , que durante el

    romanticismo como vimos fue algo muy poderoso al punto que haba una serie

    de figuras que eran tenan que estar en esa literatura para considerarse como

    tales, para apuntalar en esto del brasil idealista y una literatura que tena

    romanticismo pero ms all de eso como una corriente muy fuerte de que la

    narracin o los poemas vienen a consolidar una idea de lo nacional a partir de

    la temtica y tambin de los gneros que utilizan.

    Por ltimo el tercer elemento que va a atacar es la literatura como

    representacin. Donde ah vemos un nexo, entre romanticismo, por ms que

    romanticismo suena a potica de expresin, donde la representacin cumple

    un papel clave entre romanticismo realismo y naturalismo, que son

    movimientos con los que no puede incluirse a Machado de Assis, y que en

    Brasil tuvieron una fuerza tan grande que contina hasta el siglo XX y fue una

    crtica que se llama Flora Sssekind y su libro se llama Tal Brasil, Qual

    Romance?, que sera, tal Brasil, cul novela. La idea que ella desarrolla en

    este texto es que en la literatura brasilea hay una suerte de mandato por la

    reproduccin y el nico estilo que viene a hacer ese papel es el naturalismo.

    Tal brasil, tiene que ser de determinada novela, tal padre, tal hijo. Es un poco la

    idea de tal palo tal astilla, y va mostrando la fuerza que tiene la reproduccin y

    la imitacin en la constitucin de la identidad brasilea. Esta idea tal cual, es

    una idea de la representacin, esas novelas tienen que representar el realismo

    de Brasil y en general en trminos muy convencionales pero poderosos, Brasil

    ha sido considerado como una naturaleza que Brasil ha representado, el

    elemento naturaleza ha sido una marca de la cultura brasilea, el paisaje, y la

    idea de que estas novelas tienen que dar cuenta de este paisaje, de esta

  • 25

    poblacin, de lo que sucede, y tiene como tal misin representar lo que durante

    siglos constituye cierta alegora de lo nacional. En contra de estas tres

    funciones no queda nunca claro cul es la funcin de la literatura en Machado

    de Assis. Sus posiciones no van a ser tan clara de modo que la crtica se ve en

    problemas frente a esta indeterminacin. Por supuesto que la idea clara es la

    de narrar y entretener, pero esto no es suficiente para una literatura que ha

    sido definida como escptica, es decir que de alguna manera, esta neutralidad

    machadiana tambin podra pensarse en relacin a la literatura. Es decir, si

    Machado sera escptico frente a esa literatura. La literatura no tendra un

    sentido pedaggico, no sera una manifestacin de lo nacional, no tiene como

    fin la representacin de lo real, con fines polticos, sociales, o etc. Entonces

    cul sera el movimiento que est haciendo Machad de Assis en el momento en

    que se niega a reproducir estos elementos tan centrales de la literatura en la

    cual l se mova. Machado de Assis tiene algunas caractersticas en su

    biografa que han sido muy cuidadas, es uno de los escritores sobre los que

    ms se ha escrito en Brasil. Nace en 1839 en Ro de Janeiro y muere all

    tambin en 1908. Casi toda su vida transcurren en Ro de Janeiro, que en ese

    momento era la capital, tambin escribi poesa, escribi por encargo,

    periodismo y crnicas. Un personaje con mucha exposicin pblica ya que

    ocup cargos polticos importantes y fue miembro de la Academia Nacional de

    Letras. Pero adems es interesante remarcar que era mulato y que era

    descendiente no directo de esclavos, estaba con un tema bastante delicado en

    trminos de su pertenencia tnica, era muy visual, evidente, en una sociedad

    que mantena la esclavitud y donde los prejuicios tnicos eran muy fuertes.

    Este sera uno de los ejemplos que se utiliza para hablar de esa posicin

    extraa que Machado tena respecto de su tiempo, y esa caracterstica que

    tena de provenir de una familia humilde, de trabajar en imprentas y ser

    bastante autodidacta respecto de su educacin. Esta posicin le dara a

    Machado de Assis cierta pertenencia a la sociedad, a la Elite de su tiempo pero

    a la vez cierta distancia, de no estar del todo, no ser parte de esa Elite por

    completo. Y tambin se ha dicho en relacin al cambio que se produce de la

    primera a la segunda parte de su produccin, y se ha hecho una analoga

    similar a lo que le pas a Borges. Ustedes saben que Borges tiene un

    accidente en el ao, no me acuerdo el ao exacto, pero a partir de ese hecho

  • 26

    qued internado y dicen que su literatura cambia. Con Machado de Assis pasa

    al similar con una enfermedad que sufre a principio de los 80, pero son

    explicaciones medio mdicas para cambios que tienen que ver con la literatura

    y que vamos a ver ahora.

    Pregunta de alumno inaudible.

    Profesor: Uno puede ver la pedagoga en ese texto como puede ver la poltica

    pero no son textos que tengan una genialidad poltica o pedaggica inmediata.

    Por ejemplo en El alienista establece un dilogo con el lector, sobre todo en el

    captulo once, pero si tuviera que decir cul es la enseanza que deja el

    cuento, sera algo muy problemtico porque no hay un efecto moral que surja

    de estos cuentos, lo que ms bien observamos es que est ms cerca del

    escepticismo, no habra una conclusin que uno pudiera sacar en trminos de

    didctica. Son relatos que uno podra decir transparentes, que sin embargo no

    dejan de hacer pedagoga ni didctica. Pero s estoy de acuerdo con vos en

    que uno podra establecer una lectura de cmo si hay una pedagoga que trata

    por lo menos a lo que entiendo yo a el modo en que uno se relaciona con el

    sentido y cmo el cuento nos lleva a tener todas estas actitudes que tienen que

    ver con la inseguridad, con la distancia, con la sospecha, tambin con el

    escepticismo, en donde se pueden observar aspectos pedaggicos. A eso

    ibas vos?

    Alumno: inaudible

    Profesor: s, yo no veo en el cuento ningn efecto pedaggico y didctico, lo

    cual no quiere decir que uno no pueda hablar de cierta pedagoga, pero el

    crtico o el lector tienen que hacer cierta mediacin entre los relatos didcticos

    o pedaggicos, como la fbula la moraleja y esas cosas, digamos, no cabe

    duda, ya es ms confuso, en ese sentido Machado no es directo, y hasta es

    muy irritante, crispa mucho al lector, y no es fcil entender por qu obra as

    este narrador. En este sentido en el caso de El alienista yo creo que l va

    llevando los discursos cientficos y lo pedaggico a una suerte de apora sin

    resolucin posible, a tal punto que en ningn momento nos entrega una visin

    positiva, por ejemplo de lo que podra verse en la locura y lo que habra que

    hacer frente a la locura, la actitud. Esto tambin va a aparecer en las crnicas

    de l, y esto se puede ver en el texto de Muricy y Bosi, dentro de los textos

    obligatorios. Ms bien lo que ensea el texto es que todo lector debe

  • 27

    sospechar, debe ser poco crdulo, debe sospechar. Yo les cont la semana

    pasada lo que pasaba con Don Casmurro, que acusa a una chica que lo

    enga y fue adltera, y nace de ah esta cuestin del corrimiento de lo

    pedaggico y toda la crtica ley esto como una condena del adulterio, y que la

    chica era ms o menos la gran adltera de la literatura brasilea y era un

    personaje que haba sido muy malvado, como toda mujer, con el narrador.

    Hasta que en los aos 60 una crtica norteamericana, Helen Caldwell, que dijo;

    el nico testimonio de que ella lo enga y que es adltera es Don Casmurro,

    pero por qu creerle a Don Casmurro? Todos los lectores hasta ese

    momento le haban credo a Don Casmurro, ah la pauta de paternalismo es

    brutal. Y esta mujer empez a leer el libro diciendo: -Bueno, no le voy a creer al

    narrador. Y demuestra, claramente, que si bien no podemos concluir que el

    personaje no est mintiendo, hay varias pistas para sospechar de todos sus

    testimonios. Entonces ah se ve una pedagoga, si quieren, pero una

    pedagoga de la autonoma intolerante, en donde Machado de Assis est

    poniendo de alguna manera cmo en el modo en que nosotros leemos, va a

    ser fundamental para que entendamos estos textos. En este sentido la novela

    se mantuvo hermtica durante sesenta aos, hasta que lleg esta lectura, que

    no es casualmente una mujer, pero tampoco es totalmente una extranjera.

    Tras sealar esto, uno no puede dejar de pensar en Casmurro como un tipo

    autoritario, cretino, desalmado, etc. Pero es inevitable, Helen Caldwell lo vio

    perfecto, pero el chiste de Machado permaneci oculto durante todos esos

    aos, esto es impresionante. Nadie haba puesto la distancia suficiente para

    decir- Por qu yo le tengo que creer a este personaje?. Claro, en la literatura

    siempre dependemos de la figura del narrador, cuando un narrador dice- En

    algn lugar de la Mancha, nadie le pregunta - y por qu la Mancha? No, uno

    se mete en el texto, porque es la nica fuente que uno tiene. En el caso de

    Machado de Assis tiende a decir: -Ojo, en narrador te puede estar

    embaucando- cosa que es bastante comn. Entonces yo creo que ah, si uno

    piensa en la cuestin de la academia y la autonomizacin de la literatura, uno

    podra ver esta autonomizacin como una cada de esta funcin pedaggica de

    la literatura, y donde esta literatura no tiene una genialidad fuera de s misma.

    Y esto en El alienista est bastante claro en la cuestin de los saberes, en

    donde el saber de la literatura se muestra totalmente diferente al de la religin,

  • 28

    como un saber vinculado a la moral, vinculado solamente a la idea de la

    caridad, a lo largo de todo el texto, y al discurso cientfico, que es el discurso de

    la argumentacin.

    Con respecto a la manifestacin de lo nacional Machado tuvo algunas

    intervenciones realmente contundentes, sobre todo con un texto que se llama

    Instinto de nacionalidad, un texto muy temprano de el, de 1873, y que plantea

    en torno a la cuestin del romanticismo, que no es necesaria una literatura

    descriptiva, representativa, para que sea brasilea. En un argumento que

    despus va a aparecer en Borges en El escritor argentino y la tradicin.

    Machado de Assis plantea algo as como que la identidad de la literatura

    brasilea se da de un modo mucho ms espontneo que por una suerte de

    labor temtica o representativa. Es un tema que en definitiva va a pasar mucho

    en las vanguardias de los aos 20, en manifiestos ms izquierdistas, la idea del

    testimonio donde deca que ya en lustrarse los zapatos haba algo argentino,

    no era algo que uno tena que programar. Y ni hablemos de Borges, con toda la

    crtica que hizo de lo discursivo nacional y lo programtico.

    Pero me gustara relacionar el modo en que Machado de Assis acta con el

    poeta norteamericano William Carlos Williams, un poeta excepcional, que tiene

    un texto que a m me parece maravilloso sobre Edgar Allan Poe. Ah l dice

    que Poe si uno lo compara con otros escritores norteamericanos de la poca

    era como Whitman, o Emerson. No es un escritor que uno ve que contenga la

    idea de lo norteamericano o no nacional de una manera tan fuerte como

    temtica en cuanto a representacin nacional, y sin embargo, Peo es

    profundamente norteamericano. Y la solucin que da Williams a este planteo es

    que Poe sera el cartgrafo de la imaginacin norteamericana. A l no le

    interesa la cartografa para la realidad norteamericana: los hijos, los encajes,

    etc. Sino ms bien ver cmo funcionaba el mundo de la imaginacin. Y si uno

    ve a los norteamericanos como extraos se va a dar cuenta de que todos estos

    temas ya estaban en Poe, no como tema sino como funcionamiento, como

    imaginacin. Y esto en el caso de Machado de Assis sera algo similar.

    Uno de esos libros se llama Un maestro en la periferia del capitalismo, y el

    otro se llama Ao vencedor as batatas que est tomado de una novela de

    Machado de Assis. Son dos libros clsicos dentro de la literatura crtica

    brasilea, que no tengo los aos exactos pero ms o menos de los aos 70 y

  • 29

    80, quiero decir que no son libros tan viejos. Lo que quera decir, es que

    Machado de Assis lo que hizo fue demostrar la potencialidad crtica de la

    escritura. Lo que hizo Machado fue mostrar la potencialidad crtica de la

    escritura. Lo que hizo Roberto Schwarz, que es un crtico marxista, muy

    influenciado por Luckaks, muy en dilogo con todo lo que se produjo en la

    crtica alemana; Campos y a otros escritores de esa rea. Su vnculo con

    Bretch es muy fuerte, tambin un creativo, un dramaturgo. En estos dos siglos

    l lo que dice justamente con Un maestro en la periferia del capitalismo dice

    que la literatura de Machado de Assis nos permite pensar el lugar perifrico de

    Brasil en el capitalismo decimonnico. Es decir que es una escritura muy

    original como punto de partida porque en realidad nunca se haba ledo a

    Machado de Assis como un escritor, no social, sino como un escritor en el cual

    podra leerse de una manera mucho ms poderosa los procesos sociales de

    Brasil, antes que en otros escritores, naturalistas ms representativos,

    supuestamente ms comprometidos pero que no tenan la fuerza que tena la

    escritura de Machado de Assis para referirse a estos procesos sociales y del

    siglo XIX. Y cules son esos procesos? Uno de los puntos que surge en el

    prefacio de Schwarz en Un maestro en la periferia del capitalismo es un

    trmino que tambin se usa en toda la literatura socio-crtica y sociolgica que

    se produjo en Latinoamrica en los ltimos aos y se llama Las ideas pueden

    ayudar, una especie de frmula, y dice que Machado de Assis es justamente

    el mejor escritor para ver cmo funciona una sociedad en la cual las ideas

    estn fuera de lugar. Qu significa esto? Schwarz parte del hecho central de

    la ciudad de donde vena este escritor que es la esclavitud, porque por ms

    que sea abolida la esclavitud es un hecho que se encaja terriblemente con el

    capitalismo y la idea del trabajo asalariado, es decir que habra una especie de

    institucin en Brasil que est en contra de una modernizacin capitalista que ya

    se est produciendo y que se tambin en el campo de las ideas. Los

    intelectuales eran una Elite que va tiendo el temario del pensamiento

    brasileo que est alimentado por la diversidad ilustrada, la diversidad de las

    luces, la idea de progreso y de humanidad que coincide en que son discursos

    de una sociedad que mantiene el trabajo esclavo.

    Esto genera una suerte de impropiedad permanente en el pensamiento en el

    cual por ejemplo, el toma algunos elementos como el himno brasileo, que dice

  • 30

    todos son libres, o algo as, no recuerdo la frase exacta, pero Schwarz dice,

    que esto se cantaba en un pas donde haba esclavos o instituciones como el

    parlamentarismo, una suerte de incongruencia permanente que iba generando

    en el caso de Brasil un fenmeno que l llama: las ideas fuera de lugar. Y

    donde dice que la falsedad es la parte verdadera. En realidad yo creo que el

    trmino fuera de lugar est un poquito mal pensado porque lo que l plantea no

    es que las ideas estn fuera de lugar, no es el problema de las luces o del

    racionalismo o del progreso. Es el lugar mismo lo problemtico, es un lugar en

    el cual las ideas ya no tienen sentido. Dice que por supuesto en Europa esas

    ideas no se realizan en la prctica, y son las que rigen el pensamiento y no

    necesariamente se producen en la prctica. Pero habra una suerte de relacin

    dialctica en el cual estas ideas de lugar van interactuando permanentemente,

    cosa que en Brasil, frente a la esclavitud, es absolutamente imposible.

    La existencia de la esclavitud va creando una estructura de las relaciones

    sociales, que es lo que le interesa a Schwarz, la nocin de clase y una relacin

    bsica de tipo paternalista, al revs de la relacin asalariada donde la relacin

    bsica entre el dominado y el dominante pasa a partir del dinero, y eso es lo

    nico que lo une a su patrn. En el caso del esclavo, donde la relacin es de

    propiedad, se general una relacin de convivencia donde en Brasil se ha dado

    que el patrn acta con el esclavo de una manera paternalista, afectiva. Por un

    lado dispone como quiere del esclavo pero intenta establecer con l una

    relacin casi familiar. Una relacin familiar en la cual hay dominantes y

    dominados. Este tipo de relaciones afectivas genera un tipo de relacin que no

    est regularizada y se basa en el favor. Este es un concepto clave en el texto

    de Bosi, que dice que no slo hay una poltica general del favor sino que el

    favor es nuestra mediacin casi universal. Qu es esto del favor? Yo creo que

    los argentinos lo podemos entender perfectamente. Significa que las

    instituciones son tan dbiles, estn tan poco desarrolladas, que el modo en el

    que nosotros vivimos las relaciones pasan por lo afectivo, que puede ser tanto

    positivo como negativo. Es decir, por ejemplo si nos para un polica, un mal

    ciudadano, casi todos nosotros lo primero que hace es intentar establecer una

    relacin afectiva con el polica, relatando nuestras peripecias familiares,

    poniendo excusas personales. Pero la relacin con la ley no pasa por estas

    relaciones, es totalmente impersonal, no tiene nada que ver lo que me pase en

  • 31

    este momento, nada me autoriza a violar la ley. Di un ejemplo muy obvio pero

    que se extiende a todos los rdenes de la vida, sabemos que estas relaciones

    de favor se destacan en lo referente al estado.

    Estas relaciones de favor han tenido muchas interpretaciones en el trabajo de

    la cultura y las sociedades y en Brasil hubo una bastante exitosa que es la del

    hombre cordial, el hombre que establece relaciones por afecto, pero no en un

    buen sentido, porque son relaciones de odio.

    Lo que hace Schwarz es estudiar esas figuras, que generalmente son como los

    agregados, que son sirvientes que no llegan a ser esclavos, y cmo esas

    relaciones van develando toda la estructura paternalista que se vive en Brasil y

    toda esa estructura del favor, que en realidad es una marca de deficiencia que

    se puede leer a partir de la novela de Machado de Assis.

    Uno ve en El alienista una incongruencia entre la modernizacin de las

    ciencias mdicas y la monarqua que parece ser una suerte ruido, y que en el

    cuento va a tener una produccin en trminos de revolucin, se va a tomar el

    modelo de la revolucin francesa y de los idelogos de la revolucin, esto lo

    vamos a ver la clase que viene; El alienista como una fbula de la revolucin

    poltica tal como se concibe en ese momento en occidente.

    En el caso de Schwarz, lo que intenta buscar es cmo en esta narrativa, a

    contrapelo, uno puede ir leyendo todos los modos en que esa clase dominante

    constituye su poder no a partir de un consenso, de una institucionalidad, sino a

    partir de lo arbitrario y de la violencia que implica toda relacin paternalista

    patriarcal. Donde estalla el paternalismo, son relaciones afectivamente buenas

    pero que no pueden eliminar el hecho de que lo que est detrs es una relacin

    bsicamente econmica y muchas veces violenta, porque est hecha en base

    a convenios que no son institucionales, sino meramente patronales.

    Schwarz va a tratar el modo en que se puede vislumbrar este elemento de una

    sociedad paternalista, violenta y que adems ha utilizado estas ideas para

    infundir una realidad que es brutal. l como buen marxista dice que no se trata

    de eliminar las ideas sino de cambiar el lugar. Mientras que no haya un cambio

    social profundo y se eliminen estas cuestiones habr problemas de ndole

    estructural, de lo que son las ideas fuera de lugar.

    En el caso de El alienista podramos decir esto que hablbamos recin,

    acerca de una incongruencia entre la ciencia mdica y la existencia de la

  • 32

    monarqua, o quizs una relacin de dominacin, si ustedes se fijan este texto

    es muy especfico con respecto a eso, y es una relacin que no se da por

    relaciones econmicas sino que se da por las relaciones laborales, es decir la

    caracterstica bsica de esta ciencia que est creando Simn Bacamarte sera

    una ciencia, una especie de saber que domine y que establezca como

    concepto central la obediencia y que tiende en ese punto a retratar el mismo

    trabajo que vena haciendo la iglesia que tambin se propone la relacin de

    obediencia. Es tanta el aura de poder que va acumulando Bacamarte que

    cuando un revolucionario se encuentra con l lo nico que le queda es rendirse

    ente ese poder y someterse. O sea que se puede ver muy claramente cmo

    Machado de Assis es perceptivo respecto a cmo esas relaciones de saber

    implican relaciones de poder y de dominio.

    Hay una diferencia importante con respecto al planteo que hace Schwarz con

    este cuento, que es uno de los pocos que no transcurren en Ro de Janeiro,

    sino en una especie de doble de Ro de Janeiro, donde aparece la idea de

    periferia que s aparece mucho en todas las novelas, es decir Roberto Schwarz

    nos muestra que puede leerse en las novelas y en las cuentos de Machado de

    Assis, y que en El alienista se da en menos medida porque es uno de los

    cuentos ms universalistas del autor porque no est criticando nada ms que la

    localizacin de la razn capitalista, moderna, sino que va ms all y cuestiona

    la razn misma de la modernidad. Va a la razn misma pero no en su

    idealizacin, no acta desde la periferia para ver los efectos negativos;

    imperialismo, el traslado de las ideas de la metrpolis a la periferia, etc. Lo que

    hace es ir al corazn mismo de esa racionalidad y mostrar sus dificultades.

    Por ltimo voy a mencionar el ms importante de todos estos rechazos que

    tiene la literatura como representacin de lo nacional y de literatura como

    pedagoga, que es el rechazo de literatura como representacin. Esta idea de

    que cuando nosotros leemos una narracin ficcional rpidamente vamos a lo

    representado, tendemos a ver aquello que est representado. A tal punto que

    en las novelas realistas, por ejemplo las de Balzac, los tericos se han visto en

    un gran dolor de cabeza para definir al narrador, que luego ha sido este

    narrador omnisciente, idea que luego ha sido desechada por toda la ideologa

    que contena pero que s marca en esa novela la presencia del narrador como

    escamoteada para que nosotros nos topemos directamente con aquello que

  • 33

    est siendo representado, y donde el efecto de realidad, implica que nosotros

    tendamos a ver estas narraciones como equivalentes al orden de lo real.

    El gran descubrimiento que hace Machado en la segunda parte de su obra es

    el descubrimiento del que habla, del narrador, y el hecho de que ese narrador

    es opaco, que ocupa lugar, que nos est dirigiendo y que tiene intereses y que

    su intervencin nunca va a ser neutra, u objetiva. Ese descubrimiento de

    Machado es lo que lo convierte en un escritor de excepcin frente a lo que

    est ocurriendo en Brasil en ese momento. Y esto se ve claramente en

    Memorias pstumas de Brs Cubas que estn narradas, como indica su ttulo,

    por un muerto. Pero l quiebra adems otro pacto narrativo que viene de la

    poca de Las mil y una noches y es que para narrar hay que estar vivo, si el

    narrador muere termina, ustedes recuerdan que Sherezade va aplastando su

    pena de muerte con cada narracin. Machado de Assis no tiene nada que ver

    con el realismo sino que se enmarca directamente en lo improbable, desde el

    punto de vista del narrador del relato, en donde se narra a s mismo. Es una

    novela fascinante, son memorias que slo puede escribir alguien que ya muri.

    Esta primera persona de Brs Cubas as como la de Don Casmurro donde es

    claro que ese narrador establece una relacin con el lector de confidencia y

    secreto, donde intenta seducir y se vuelve mucho claro en el momento en que

    uno comienza a desconfiar de esta primera persona. Pero ah el relato pasa a

    la tercera persona, si se fijan en el narrador que hay en El alienista tambin

    es un narrador difcil de agarrar, donde lo que va diciendo tiene efectos

    contrarios a lo que narra, porque narra de un modo bastante cercano lo que va

    haciendo Bacamarte. Entonces qu es lo que est poniendo en cuestin esta

    autoridad del narrador? Uno podra decir que al sistema patriarcal, esta figura

    que detenta el poder y ante la cual nosotros estamos tentados a creerle, y no

    slo eso sino que produce creencia. Don Casmurro produce una fascinacin tal

    que el lector est dispuesto a castigar a la adltera, que es la mujer pobre, y l

    es el hombre rico, el hombre de poder, de la vieja tradicin patricia carioca.

    Machado est cuestionando a ese narrador y por defecto cuestionar el modo

    en que ese narrador se acerca a cualquier narracin ficcional.

    El caso de El alienista es particular, porque el origen de la narracin es una

    crnica, ese narrador dice que para narrar todo lo que va a narrar se basa en

    unas crnicas. Desde ese momento se molesta al lector, porque ese narrador

  • 34

    toma las crnicas y a la vez la narracin adquiere todos los modos de la

    caricatura y de la ficcin. No caben dudas de que estamos ante una suerte de

    fbula al modo de los escritores franceses del siglo XVIII.

    La crnica como gnero est vinculada a la idea de narrar con objetividad. La

    crnica en trminos ideales implica una temporalidad subjetiva, tiene un sujeto,

    en el cual nosotros depositamos la funcin testimonial, y por lo tanto tendemos

    a creerle, y por supuesto una escritura que debera tender a ser descriptiva y

    despojada del ornamento retrico. A la crnica no la leemos por su juicio

    esttico sino por este valor esencial que tiene.

    Segn Muricy, en el texto que tienen que leer, dice que la crnica es la

    escansin necesaria para la crtica de lo contemporneo. De esta manera

    Machado de Assis recurre a un tiempo lejano, que es el tpico recurso de la

    stira, para poder criticar tranquilamente a lo contemporneos.

    Me parece igualmente ms poderoso el hecho de que ah se juega una idea

    determinada de sujeto de la crnica, que sera el sujeto vinculado a la verdad,

    con valores casi jurdicos, a un hombre verdico, como lo ve Bacamarte, cuyo

    objetivo es la bsqueda de la verdad y que todo lo realiza en funcin de esa

    bsqueda. El narrador supone este origen y empieza a hacer una serie de

    tratamientos mnimos en los cuales uno percibe que la base de la crnica es

    totalmente alterada en la medida en que el narrador se va apoderando de eso.

    En este punto se establece una serie de distancias porque el narrador sigue

    una supuesta crnica pero nunca la pone como cita, y adems establece una

    serie de elementos caricaturescos que en la crnica no deberan estar. La

    crnica hace una descripcin de Simn Bacamarte, l toma la crnica y

    despus la va rellenando, la va exagerando, y el efecto que logra es opuesto al

    que la crnica busca que es la gloria de Bacamarte.

    Se ve en el momento en que llega la mujer al pueblo, no hay en ese narrador

    ninguna bsqueda de verdad, ms bien ese narrador destruye todas las

    verdades que el texto est planteando, todo el saber mdico. O sea que el

    narrador no se propone revelar una verdad sino cuestionar la relacin con la

    verdad. Va a mostrar que esa relacin de Simn Bacamarte con la verdad lo va

    a llevar a la ruina. Quizs lo que estara en juego, adems de las operaciones

    que va haciendo el narrador, es que cambia el eje con respecto a la crnica.

  • 35

    Adems es un recurso donde se produce el humor, porque lo que va contando

    de crnica no tiene nada, es un texto de por s ficcional.

    Machado de Assis se va a desentender totalmente del vnculo entre escritura y

    verdad, no hay ningn inters en l en definir la literatura en este sentido sino

    de mostrar la capacidad de la ficcin para ser escptico ante estas verdades y

    plantear otro tipo de criterio que no sea el de verdad.

    Volviendo al narrador, tiene por un lado un carcter muy meticuloso que va

    siguiendo a Bacamarte que es esta especie de caricatura inadvertida. No es

    que el narrador denuncia a Bacamarte sino que lo alaba en exceso pero el

    efecto logrado es totalmente inverso. Es un saber irnico, es lo que pasa con

    Don Casmurro.

    Por otro lado en esta cuestin de la crnica quera agregar otro elemento, y es

    que aparece como figura esttica, de escritura despojada, de testimonio, que

    aparece opuesta a otro tipo de escritura que tambin est en el texto, que es la

    de lo literatos, la escritura retrica. La de la oratoria retrica, que a diferencia

    de la crnica que tiene a lo literal, estos discursos estn llenos de metforas,

    comparaciones, etc. Machado de Assis est mostrando con esto un aspecto de

    stira muy fuerte respecto de la literatura que se produca en esa poca.

    Es interesante pensar desde dnde este narrador est proponiendo una

    literatura. Fjense cmo no hay ningn personaje positivo en funcin de la

    produccin o funcin literaria. No hay ningn principio de positividad.

    Les doy un ejemplo, en el texto de Don Isidro Parodi (Seis problemas para

    Don Isidro Parodi) de Borges y Bioy Casares, donde se burlan de todo el

    mundo y dicen que toda la literatura argentina es un juego de disfraces y donde

    son todos unos fraudulentos totales a los cuales el personaje de Isidro Parodi

    va desenmascarando. Toda la escritura de estos personajes es de un exceso

    retrico, llenos de lugares comunes, y es lo que segn Borges y Bioy no

    debera ser la literatura, es una literatura provinciana, de empleados, es un

    texto muy de clases, todos viven del estado, que aparece como un trabajo

    totalmente condenable, pero s hay un personaje que escribe una carta en un

    momento y es criticada por todos los personajes, de hecho uno de ellos dice

    que esa carta le falta un stock de adjetivos. Esa carta si uno la lee es la

    escritura de Borges y Bioy, es el lugar a partir del cual se desmonta todo lo

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    dems, es una escritura clsica sin ornamentos intiles, directa, etc. Elementos

    que Borges y Bioy consideraban que deba tener una potica de la narrativa.

    Entonces uno puede pararse en ese texto, por no pararse en Borges y Bioy

    porque en realidad el autor de este libro es un heternimo comn, H. Bustos

    Domecq, no se por qu aparece Borges y Bioy, porque es bajo ese heternimo

    que est desarrollada toda la parodia.

    En El alienista no hay ningn personaje que nos permita una visin positiva

    de esta literatura, pero s que los personajes aparecen desde la crnica, como

    un gnero vinculado a al verdad, y con personajes que son un techado de

    retrica, absurdos convencionales y falsos. Ac los discursos vinculados a la

    verdad no aparecern.

    Para ver cul es la idea de literatura positiva que Machado propone en ese

    cuento habra que realizar operaciones muy sutiles, no vinculadas a los

    personajes, ni a los parlamentos. Habra que seguir las propias caractersticas

    del texto, la idea de la parodia, tratar de buscar por ese lado cul sera el lugar

    ene l cual Machado se ubica en contra de esos otros saberes de los

    personajes. En ese sentido, yo dije que el narrador era molesto, pero es ms

    bien astuto, se nos escapa y es difcil agarrarlo, se oculta.

    Yo creo que El alienista tiene dos partes, y que establecen un objeto de

    parodia y de tctica totalmente diferente. La primera parte del texto ira hasta

    el momento de la revolucin, y ah Machado se preocupa por la localizacin del

    saber cientfico, y establece una crtica de la institucin normalizadora a partir

    de los intereses que pone en movimiento y de las pasiones que intenta acallar

    u ocultar en fundn de esta idea de un saber positivo, imparcial, desinteresado.

    En toda la primera parte me parece que Machado va a ser muy psicolgico, no

    es en el sentido de novela psicolgica, sino como una capacidad de ver, de

    percibir, qu intereses y qu motivos es