4
Objetivo: Profundizar la experiencia de Comunión como manifestación del Espíritu Santo en la Iglesia a partir de los documentos del Porta Fidei, del Va- ticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica. Destinatarios: Los agentes de pastoral de la Arquidiócesis de Cochabamba. Signo que nos acompaña: Una imagen de una comunidad reunida a la sombra del Espíritu Santo. Lema: Reconozcamos al Espíritu Santo como Fuente de fe y de Comunión ESPÍRITU SANTO ANIMA NUESTRA FE PARA VIVIR LA COMUNIÓN TEMA 2 Arquidiócesis de Cochabamba

Material de formación

Embed Size (px)

DESCRIPTION

material de formación para vicarias

Citation preview

Page 1: Material de formación

Objetivo:Profundizar la experiencia de Comunión como manifestación del Espíritu Santo en la Iglesia a partir de los documentos del Porta Fidei, del Va-ticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica.

Destinatarios:Los agentes de pastoral de la Arquidiócesis de Cochabamba.

Signo que nos acompaña:Una imagen de una comunidad reunida a la sombra del Espíritu Santo.

Lema:Reconozcamos al Espíritu Santo como Fuente de fe y de Comunión

ESPÍRITU SANTO ANIMA NUESTRA FE PARAVIVIR LA COMUNIÓN

TEMA 2

Arquidiócesis de Cochabamba

Page 2: Material de formación

DESARROLLO DEL TEMA

1. Motivación:

A pesar de todos los adelantos que tenemos en los medios de comunicación vivimos en un mundo cada vez más individualista. A diario nos encontramos con personas para los cuales lo principal es “mi vida”, “mi proyecto”, “lo que yo tengo”, “lo que yo quiero”… en estas circunstancias, el riesgo del “individualismo” de la fe es algo real: “yo voy a misa los domingos y fiestas de guardar, pero que no me pidan más”, “yo me las arreglo con Dios”.En este contexto es el Espíritu Santo quien mantiene la comunión de fe en la en la Iglesia. El Papa Juan Pablo II nos recuerda que “La operación propia y específica del Espíritu Santo dentro de la Santísima Trinidad es la comunión” (Juan Pablo II. Audiencia General del 29 Julio 1998).

Lectura Bíblica: (Juan 14,15 – 30)“Si ustedes me aman, obedecerán mis manda-mientos. Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consejero para que los acompañe siem-pre: el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes.... El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él. El que no me ama, no obedece mis palabras. Pero estas palabras que ustedes oyen no son mías sino del Padre, que me envió. Todo esto lo digo ahora que estoy con ustedes. Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho. Y les he dicho esto ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean. Ya no hablaré más con ustedes, porque viene el príncipe de este mundo. Él no tiene ningún dominio sobre mí”.

Page 3: Material de formación

2. Para dialogar: lee estas citas en pequeños grupos y comparte las preguntas que está a continuación

A partir de los textos: ¿Quién es el Espíritu Santo para la Iglesia? ¿Quién es el Espíritu Santo Para mí? ¿Dejo actuar al Espíritu Santo en mi vida cotidiana?

“Consumada la obra que el Padre encomendó rea-

lizar al Hijo sobre la Tierra (Cf. Jn 17,4) fue enviado

el Espíritu Santo el día de Pentecostés a fin de san-

tificar indefinidamente a la Iglesia y para que de este

modo los fieles tengan acceso al Padre por medio

de Cristo en un mismo Espíritu (cf. Ef 2, 18). Él es el

Espíritu de vida o la fuente de Agua que salta hasta

la vida eterna (cf. Jn 4.14; 7,38-39), por quien el

Padre vivifica a los hombres, muertos por el pecado,

hasta que resucite sus cuerpos mortales en Cristo

(Cf. Rom 8,10-11)” (Lumen Gentium 4)

“Nadie puede decir: “¡Jesús es Señor!” sino por influjo del Espíritu Santo” (1 Co 12, 3). “Dios ha enviado a nues-tros corazones el Espíritu de su Hijo que clama ¡Abbá, Padre!” (Ga 4, 6). Este conocimiento de fe no es posi-ble sino en el Espíritu Santo. Para entrar en contacto con Cristo, es necesario primeramente haber sido atraído por el Espíritu Santo. Él es quien nos precede y despierta en nosotros la fe. Mediante el Bautismo, primer sacramento de la fe, la vida, que tiene su fuente en el Padre y se nos ofrece por el Hijo, se nos comunica íntima y personal-mente por el Espíritu Santo en la Iglesia (Catecismo de la Iglesia católica 683)

CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA

CONCILIO VATICANO II

Page 4: Material de formación

3. Para profundizar:

a. El Espíritu anima nues-tra fe. San Pablo nos dice que nadie puede decir Padre a Dios si no es por el Espíritu Santo (Cf. 1Cor 12,3) es por eso que “el Espíritu Santo con su gra-cia es el primero que nos despierta en la fe y nos inicia en la vida nueva que es Cristo” (Cf. CIC 684)

b. El Espíritu es impulsa la comunión en Cristo. La división no puede ser fruto del Espíritu, sino que es la unidad. El Catecismo de la Iglesia nos recuerda que “La misión de Cristo y del Espíritu Santo se rea-liza en la Iglesia, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu Santo. Esta misión conjunta asocia desde ahora a los fieles de Cristo en su comunión con el Padre en el Espíritu Santo” (CIC 737).