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UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL LISANDRO ALVARADO
DECANATO EXPERIMENTAL DE HUMANIDADES Y ARTES
PROGRAMA LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
Influencia de los Rasgos de Personalidad en las Conductas Violentas
en Sujetos de Género Masculino Mayores de 18 años de Edad
Recluidos en la Comandancia Policial del Estado Lara.
Proyecto de investigación presentado por:
Vanessa D. ESPINOZA B.
Tutora:
Luz PRIETO
Barquisimeto, Marzo 2013.
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL LISANDRO ALVARADO
DECANATO EXPERIMENTAL DE HUMANIDADES Y ARTES
PROGRAMA LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
Influencia de los Rasgos de Personalidad en las Conductas Violentas
en Sujetos de Género Masculino Mayores de 18 años de Edad
recluidos en la Comandancia Policial del Estado Lara.
Proyecto de investigación presentado por:
Vanessa D. ESPINOZA B.
al
Programa Licenciatura en Psicología
Como un requisito parcial para obtener el título de
Licenciada en Psicología.
Tutora:
Luz PRIETO
Barquisimeto, Marzo 2013.
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL LISANDRO ALVARADO
DECANATO EXPERIMENTAL DE HUMANIDADES Y ARTES
PROGRAMA LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
Influencia de los Rasgos de Personalidad en las Conductas Violentas
en Sujetos de Género Masculino Mayores de 18 años de Edad
recluidos en la Comandancia Policial del Estado Lara.
Tesista: Vanessa D. ESPINOZA B.
Tutora: Luz PRIETO
RESUMEN
El objetivo de este estudio es la determinación de la influencia de los rasgos de personalidad en las conductas violentas de sujetos de género masculino mayores de 18 años privados de libertad en la Comandancia Policial del Estado Lara. Se llevó a cabo una investigación de tipo causal comparativa, con un diseño cuasi experimental de dos grupos representados por la presencia (35 sujetos) y ausencia (25 sujetos) de conductas violentas, para un total de 60 sujetos que conforman la muestra. Se llevó a cabo la fiabilidad de la Escala de Valoración de la Conducta Violenta y Riesgo de Reinserción (EVCV-RR) donde se alcanzó una aceptable coherencia calculada a través del índice de fiabilidad Alfa de Cronbach (α = 0,81). Las puntuaciones de las medias se evidenciaron más altas en los rasgos de Ansiedad, Extraversión y Dependencia para el grupo con presencia de conductas violentas, así como Dureza y Autocontrol para los sujetos con ausencia de tales conductas, sin embargo, los datos de la t de Student para muestras independientes demostró que no hay diferencias significativas entre las dimensiones globales de personalidad que mide el instrumento psicométrico 16PF y las conductas violentas, razón por la cual se enfatizan en las diferencias en las características y tamaños de la muestra, la cultura del país, la subcultura de las cárceles, el tipo de investigación y los instrumentos de recolección de datos con los aplicados en previas investigaciones, para dar base que soporte las posibles razones por las cuales en los resultados obtenidos en el estudio se rechaza la hipótesis alternativa y se acepta la hipótesis nula.
Palabras claves: rasgos de personalidad, conductas violentas.
AGRADECIMIENTOS
A mi familia, quien siempre ha estado allí para apoyar y aplaudir cada iniciativa
que he tenido en mi vida, además de ser quienes me acompañaron a lo largo de este
sueño y me vieron formarme en la profesión que amo ¡Lo logramos!
A Diego Santander, quien es mi compañero, mi amigo y mi amor, por ser una
fuente inagotable de energía y apoyo para mí en los momentos más difíciles durante
el desarrollo de esta investigación y por tus palabras de aliento en este camino de
culminación de la carrera.
A la Prof. Luz Prieto, por haber sido mi tutora durante este estudio que significa el
inicio de un camino en la investigación carcelaria, por su orientación y por su
constante, perseverante y fiel apoyo en el transcurrir de esta investigación
¡Gracias por tanto!
Al Prof. Víctor López quien me enseño el valor de la investigación, la constancia y
la búsqueda de la excelencia.
A la Ing. Margaret Rojas por su apoyo y colaboración para conseguir los espacios
de aplicación y ejecución de esta investigación.
DEDICATORIA
A Gilber Caro, ex presidiario de la cárcel del Rodeo II, quien durante su estadía
allí ocupo el lugar de uno de los Pranes. Hoy día es un hombre en libertad, quien con
su propia experiencia ha demostrado que insertarse en la sociedad es posible a través
del compromiso, las ganas y la convicción de trabajar por consolidarse un camino de
oportunidades. Actualmente es estudiante de la carrera de Derecho en la USM, quien
además es parte de la Fundación Dale una mano a tu par, enfocada en brindarles
apoyo a las personas que están saliendo de las cárceles para que cuenten con una
orientación y respaldo en su reinserción e inserción social.
A todas las personas que se encuentran privados de libertad en lo que ellos
denominan “El cementerio de hombres vivos” como lo son las cárceles Venezolanas.
Por un sistema carcelario enfocado en socioeducar para la reinserción e inserción
social, sin poner en riesgo el futuro de la sociedad en general y la vida de los reos.
A mi país, Venezuela. Esta investigación inicia mi compromiso desde la
Psicología con la realidad sociopolítica que se vive en relación a la violencia y
delincuencia, fenómenos sociales que han modificado la vida de todos sus habitantes;
mi objetivo es generar propuestas más solidas a lo largo del camino de la
investigación para disminuir esta realidad y promover mayor calidad de vida para
todos los ciudadanos.
ÍNDICE DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 5 MARCO TEÓRICO............................................................................................................. 7 Violencia ............................................................................................................................. 7 Otros factores importantes relacionados a conductas violentas............................................ 14 Psicología de la violencia ................................................................................................... 16 Rasgos de personalidad ...................................................................................................... 18
MÉTODO............................................................................................................... 28 Problema............................................................................................................................ 28 Objetivos ........................................................................................................................... 30 Objetivo general................................................................................................................. 30 Objetivos específicos. ........................................................................................................ 30 Variables de estudio. .......................................................................................................... 30 Variable dependiente: Rasgos de personalidad.................................................................... 30 Variable independiente: Conductas violentas...................................................................... 31 Variables controladas. ........................................................................................................ 32 Variables no controladas. ................................................................................................... 33 Tipo de investigación. ........................................................................................................ 33 Diseño de la investigación. ................................................................................................ . 33 Diseño muestral ................................................................................................................. 34 Instrumentos de Recolección de Datos ............................................................................... 34 Cuestionario de los 16 factores de personalidad.................................................................. 34 Escala de Valoración de la Conducta Violenta y Riesgo de Reinserción .............................. 37 Procedimiento. ................................................................................................................... 39 Análisis de los resultados. ................................................................................................ .. 40 Discusión de los resultados................................................................................................. 55 Conclusiones. ..................................................................................................................... 59 Limitaciones y recomendaciones. ....................................................................................... 62 Cronograma de actividades. ............................................................................................... 64
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS..................................................................... 66 Anexos
ii
Índice de Tablas
Operacionalización del Test 16 Factores de Personalidad de R. Cattell. .............................. 31
Diferentes adaptaciones españolas de los cuestionarios de personalidad de Cattell, en los
factores de primer orden ..................................................................................................... 36
Estadísticos descriptivos de la Escala de Valoración de la Conducta Violenta y Riesgo de
Reincidencia (EVCV-RR) .................................................................................................. 42
Estadísticos descriptivos del Instrumento Psicométrico 16 Factores de Personalidad de R.
Cattell ................................................................................................................................ 44
Estadísticos de grupo: Rasgos de personalidad y conductas violentas .................................. 45
Estadísticos descriptivos de las Ecuaciones derivadas de perfiles del 16PF de R. Cattell ..... 47
Estadísticos descriptivos de las Conductas Violentas y las Ecuaciones derivadas de perfiles
del 16PF de R. Cattell ........................................................................................................ 48
Correlaciones entre Violencia, Consumo de Drogas y Edad ................................................ 49
Estadísticos descriptivos de la Comparación de Perfiles Profesionales del 16 PF de R. Cattell
.......................................................................................................................................... 50
Estadísticos descriptivos de las Conductas Violentas y los Perfiles Profesionales del
Instrumento 16PF de R. Cattell........................................................................................... 51
Estadísticos descriptivos de las Tipologías del Delito y los Perfiles Profesionales del
Instrumento 16PF de R. Cattell........................................................................................... 53
Concordancia de área profesional según delito ................................................................... 54
iii
Índice de Gráficos
Medias de la Escala de Valoración de la Conducta Violenta y Riesgo de Reincidencia
(EVCV-RR) ....................................................................................................................... 43
Medias de las dimensiones globales del Instrumento Psicométrico 16 Factores de
Personalidad de R. Cattell .................................................................................................. 44
Comparación de las medias entre las conductas violentas y los rasgos de personalidad ....... 45
Medias de las Ecuaciones derivadas de perfiles del 16PF de R. Cattell................................ 47
Comparación de las medias de las Conductas Violentas y las Ecuaciones derivadas de perfiles
del 16PF de R. Cattell ........................................................................................................ 48
Medias de las áreas de Comparación de Perfiles Profesionales del 16PF de R. Cattell ......... 50
Comparación de las medias entre las Conductas Violentas y los Perfiles Profesionales del
Instrumento 16PF de R. Cattell........................................................................................... 51
Comparación de los valores de las medias de los Perfiles Profesionales del Instrumento 16PF
de R. Cattell según tipología del delito ............................................................................... 52
iv
INTRODUCCIÓN
Krug, Mercy, Dahlberg y Zwi, (2002) señalan que la Organización Mundial de la
Salud en 1966 declaró la violencia como uno de los principales problemas de salud pública, lo cual aún en la actualidad se evidencia como una problemática social en el mundo, mencionando la existencia de 1,6 millones de muertes en forma violenta durante el año 2000. Latinoamérica no escapa de dicha realidad, siendo específicamente para Venezuela un problema que se evidencia con las cifras más altas, registrando un 46% de hogares que han sido víctimas de diversos delitos entre los cuales se destacan los homicidios, la violencia intrafamiliar, el hurto, las violaciones, los secuestros, entre otros (Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalísticas, 2005).
Es de relevancia acotar que el organismo que debería regular la situación a nivel nacional, se encuentra en cifras críticas en cuanto a la confianza que la sociedad expresaba sentir ante el cuerpo policial, presentando bajos porcentajes en ello, lo cual es confirmado por el Observatorio Venezolano de Violencia (2007), donde exponen de igual modo, que la calidad de las instituciones policiales posiciona a Venezuela como uno de los países con valores más bajos, aunado a un 94% de encuestados que considera a los organismos policiales como entes involucrados en hechos delictivos. Con base a lo anterior, y tomando como referente lo señalado por el Observatorio Venezolano de Violencia (2007) es importante resaltar que siete de cada diez ciudadanos consideran que el tema de violencia ha empeorado en todos los sectores de nuestra sociedad, conllevando a un cambio en el estilo de vida de los mismos.
Es por ello, que se indaga en los factores que podrían generar las conductas violentas en diversos sujetos, hallando la vinculación con rasgos psicológicos de personalidad, así como el consumo de sustancias licitas e ilícitas y el género (Cifuentes y Londoño, 2011; De Puelles, 2009; Forcada, Bruna, Ferrer, Alemán, Moliner y López, 2009; Ortiz-Tallo, Fierro, Blanca, Cardenal y Sánchez, 2006), por lo que será importante investigar en los posibles rasgos de personalidad asociados a estas conductas y controlar las variables de consumo y género para el desarrollo del presente estudio.
De acuerdo a ello, una previa recopilación de datos para obtener resultados de investigaciones psicológicas anteriormente realizadas (Gomà-i-Freixanet, Grande, Valero, Puntí, 2001; Amar, Cervantes, Brunal y Crespo, 2010; Sobral, Romero, Luengo y Marzoa, 2000; Ortiz-Tallo, Fierro, Blanca, Cardenal y Sánchez, 2006), arrojan que los rasgos de personalidad más predominantes en sujetos con conductas violentas son los rasgos psicóticos, impulsivos, dependientes y depresivos. En función de lo planteado por Crespo (2009) sobre “qué factor podría relacionarse con la variabilidad que entre las subculturas (normas o hábitos dentro de un contexto carcelario) de los prisioneros determina el empleo o la ejecución de acciones violentas” (p.148) se enfatiza en lo señalado por Fernández-Montalvo y Echeburúa (2008) quienes destacan la necesidad de conocer el perfil psicológico de los hombres violentos para llevar a cabo programas preventivos y de intervención adecuados, buscando solventar lo propuesto por Posada y Diaz-Tremarias (2008), que puntualiza la evidente ausencia de diagnósticos individualizados, sistemáticos y permanentes de la población violenta, no solo desde el punto de vista médico, sino desde sus destrezas y habilidades.
Tomando en cuenta lo expuesto anteriormente, se llevará a cabo una investigación de tipo causal comparativa, con un diseño cuasi experimental de dos grupos representados por la presencia y ausencia de conductas violentas, con una muestra conformada únicamente por hombres, considerando que la mayoría de dichos actos violentos son cometidos por sujetos del género masculino (Ortiz-Tallo et al., 2006) enfocando la conclusión del estudio al aporte de los perfiles de personalidad de sujetos violentos y no violentos, comparándolo con estudios previos y buscando verificar si algunos rasgos no concurrentes en distintas investigaciones, efectivamente forman parte de la personalidad de los sujetos en estudio. De esta manera, se realizará una exposición teórica que explica a profundidad y detalladamente los temas más relevantes de este estudio, continuando con un esclarecimiento del método a emplearse y el análisis de datos que se utilizará para el procesamiento de la información y la obtención de resultados.
Basados en los argumentos anteriormente esbozados, éste estudio propone resolver el siguiente problema de investigación: ¿Cuáles son los rasgos de personalidad que se encuentran asociados a las conductas violentas de los sujetos masculinos mayores de 18 años recluidos en la Comandancia Policial del Estado Lara?
MARCO TEÓRICO
El problema de la violencia en Venezuela ha adquirido mayor importancia con el
pasar de los años, y su vinculación especialmente en las investigaciones
criminológicas con las características de la personalidad, dan cabida al desarrollo de
la presente investigación y a la búsqueda de los antecedentes que se presentarán a
continuación.
Se iniciará mostrando los estudios enfocados en el tema de la violencia,
explicando por qué ha sido importante para la investigadora tomar dicho aspecto
como variable de estudio; así mismo, se proseguirá con señalamientos relacionados a
la psicología de la violencia y posteriormente, se mencionarán las investigaciones que
han enfocado los rasgos de personalidad con conductas violentas, reflejando así los
aportes de dichos autores y por consiguiente, una amplia gama de información que ha
resultado importante y fundamental para darle el basamento teórico al presente
estudio.
De igual forma, se señalarán otros factores que diversos autores han destacado
como importantes para determinar posibles conductas violentas y/o rasgos de
personalidad, los cuales serán las variables controladas del presente estudio.
Se menciona que las investigaciones revisadas concuerdan en algunos casos, sin
embargo, otros presentan enfoques diferentes que han generado una disociación en
las conclusiones.
VIOLENCIA La Organización Mundial de la Salud (2003) define a la violencia como:
“El uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o una comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones” (p. 5)
Según el Instituto Nacional de la Mujer del Ministerio de Educación y Cultura (MEC)
citado en Pietro (2011), se define a la violencia como “una conducta aprendida a
partir de modelos familiares y sociales que utilizando la fuerza, recurriendo a ella
para resolver conflictos interpersonales” (p. 1). Asimismo, Bottero, Escoto y
Goncalvez (2006), señalan que existen varias manifestaciones de violencia como por
ejemplo la física, donde la acción, omisión o patrón de conducta afecta la integridad
corporal de un sujeto; también se encuentra la violencia emocional o psicológica, la
cual describe acciones u omisiones enfocadas en perturbar, controlar o degradar
conductas, comportamientos, decisiones y creencias de otra persona a través de
estrategias como humillación, intimidación, aislamiento, entre otros.
Los autores continúan mencionando los tipos de violencia y enfatizan la de tipo
sexual, la cual busca imponer o inducir comportamientos sexuales en una persona a
través del uso de la fuerza, intimidación, amenaza o cualquier otro medio que permita
anular o limitar la libertad sexual del sujeto. Por último, describen la violencia
patrimonial, que es aquella donde con legitimidad implica daños, pérdidas,
transformaciones, destrucciones, ocultamientos o retenciones de ley, bienes,
instrumentos de trabajos, documentos o recursos económicos orientadas a perjudicar
la autodeterminación de otro sujeto.
La violencia en su desarrollo, describe un ciclo que muchas veces es difícil de
cortar, sobre todo en las víctimas y victimarios, por ende, a través de una
investigación de los fenómenos, Bottero et al., (2006), han podido concluir que el
ciclo de la violencia está compuesto de determinadas fases encadenadas; cadena que
solamente se corta si las partes o una de estas, piden ayuda a un tercero, se da cuenta
del fenómeno y se auxilia. Las fases se pueden delimitar como una cadena, de la
siguiente forma: agresión, arrepentimiento, reconciliación, negociación, acumulación
de tensión, y por último, nueva agresión.
Acero (2006), realizó una investigación para brindar un panorama general sobre el
comportamiento de la violencia y la delincuencia en Venezuela y Caracas durante el
año 2005, centrando la mirada en las expresiones más cotidianas de la violencia y la
delincuencia que dan cuenta al nivel de convivencia y seguridad ciudadana que se
vive en el país, destacando aquellos delitos donde el ciudadano siente mayor impacto
de dicha situación, tales como: homicidios, lesiones y gran variedad de hurtos.
En su investigación, señaló que el 46% de los hogares del país han sido víctimas
del delito; basándose en datos del Cuerpo de Investigaciones Penales y
Criminalísticas (CICPC) (2005) menciona una tasa de homicidio de 38 muertos por
cada 100 mil habitantes, con violencia intrafamiliar de 11.104 casos; hurto y robo de
personas 70.962 casos; hurto y robo de vehículos 38.280 casos adicionales a los 5.404
de robo y hurto de motos. De la misma manera, se registraron 3.590 violaciones y
204 casos de secuestro denunciados en todo el país, destacando para el año 2006 un
registro de 33.814 casos de lesiones personales, las cuales, según el autor, se
consideran como aquellos hechos punibles que menoscaban la integridad física y
psíquica de las víctimas.
Lizana (2011), en su investigación se enfoca en realizar un breve análisis de la
situación que vive Latinoamérica en términos de seguridad ciudadana y criminalidad,
realizando un panorama general y luego enfocándose en los casos de Chile y
Venezuela. Enfatiza en datos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(2007), los cuales arrojan un aproximado de 26 muertos por cada 100 mil habitantes
en América Latina, lo que la convierte en aquella con los niveles de violencia más
altos del mundo.
Posteriormente, señala cómo la situación Venezolana va incrementándose para el
año 2008, mencionando un total de 277.483 delitos cometidos, de los cuales el 29,9%
corresponden a crímenes contra las personas, posicionándose como el país poseedor
de la capital más peligrosa de toda Latinoamérica, con 127 asesinatos por cada 100
mil habitantes, lo cual se eleva 6 veces más que la tasa de Colombia, siendo entonces,
cuatro de cada diez familias venezolanas víctimas de violencia. Explica que la
delincuencia se ha transformado en la primera preocupación de la nación,
compitiendo con el desempleo.
Asimismo, Lizana (2011) menciona que en la medida en que los grupos
internalizan patrones de comportamiento que no obedecen a las normas legales y
sociales, la sociedad se expone cada vez más al uso de la violencia como mecanismo
de resolución de conflictos y obtención de resultados, explicando que la dificultad
para la aplicación de justicia que las instituciones experimentan para garantizar
protección a sus ciudadanos, acentúa la percepción de inseguridad.
Continúa mencionando que la ausencia de transparencia y de cultura de rendición
de cuentas, tradicionales en las fuerzas de seguridad latinoamericanas, afecta la
confianza de los ciudadanos en las instituciones, lo que se refleja en el nivel más bajo
de Latinoamérica, el cual lo poseen Venezuela y Guatemala con un 16% según la
encuestadora Iberobarómetro (2007), siendo uno de los motivos, la facilidad del
cuerpo policial para ser corrompido y sobornado. En el mismo marco de ideas, refleja
a Venezuela como el país con más bajo nivel de calidad de las instituciones policiales
para los años 2008, 2009 y 2010. Explica además, como las cárceles han aumentado
su población considerablemente, siendo aun más preocupante, las personas
encarceladas sin ser condenadas, registrándose para el 2008 un 60% de población
reclusa sin condena en el país.
El Observatorio Venezolano de Violencia (2007), reflejó cifras donde en tres de
cada diez hogares, al menos una persona había sido víctima de delitos, reflejando la
percepción de siete de cada diez ciudadanos que coinciden en que la violencia ha
empeorado. Por ende, señalan cómo el control de dicha violencia es un hecho
significativo que formaría parte del pacto social que permite la convivencia y legitima
una sociedad; sin embargo, en el país, las políticas de seguridad ciudadana han estado
marcadas por una pasividad, ambigüedad y discontinuidad que han afectado la
eficacia de las instituciones.
El Programa Venezolano de Educación – Acción en Derechos Humanos
(PROVEA) (2009) hace énfasis en cómo la violencia e inseguridad han generado
como consecuencia la modificación de la manera de vivir de los ciudadanos de éste
país, señalando que el 65% de las personas han restringido los horarios y lugares
donde compran y el 67% limitó sus diversiones.
En cuanto a la actuación del Estado, el Proyecto de Ley Especial de
Endeudamiento Anual para el Ejercicio Fiscal (2011) señala una contabilización por
191.702.643 BsF para la contratación de la ampliación, recuperación, dotación y
construcción de la infraestructura penitenciaria, así como la contratación para el
despliegue del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana en el Territorio Nacional fue
de 191.702.643 BsF. Por su parte, el Proyecto de Ley de Presupuesto para el Ejercicio
Fiscal (2012) refleja un total de 21.299.025.105 BsF para el Ministerio del Poder
Popular para la Defensa y 51.273.865.152 BsF para el Ministerio del Poder Popular
para el Interior y Justicia.
Hidalgo y Monsalve (2003), en su investigación enfatizan en las principales
labores de un policía, acotando la individualización de conductas que cuentan como
infracción o delito, la detección de los autores de las mismas así como su represión
y/o prevención a tales infracciones.
Briceño (2007) en la investigación que realizó, señala como el Ministerio del
Poder Popular para el Interior y Justicia destaca las características para ser policía,
donde adicional a su edad, es tener condiciones intachables de moralidad, buenas
costumbres, sin presentar antecedentes criminales. Menciona además, como dicho
Ministerio asentó las situaciones irregulares que se llevaban a cabo por los
funcionarios de los cuerpos policiales y creó la Comisión Nacional para la Reforma
Policial, la cual entre muchas cosas, buscaba dar respuesta al incremento de la
violencia y la inseguridad que exigía una policía que contribuyera a colocar freno al
delito y los homicidios. Dicho autor contabiliza para el año 2007 un total de 123
policías, donde 24 corresponden a los gobiernos de estado y 99 a los municipios.
El Observatorio Venezolano de Violencia (2007), en su informe arrojó una serie
de datos obtenidos a través de encuestas, las cuales reflejan que un 94% tiene la
percepción social de una vinculación del cuerpo policial y los hechos delictivos del
país, observándolos como entes involucrados en tales sucesos, siendo el 13,3% aquel
que considera el desempeño de dichos agentes como “bueno / muy bueno”,
considerando de igual forma, el 57% de los sujetos encuestados, al sistema
penitenciario venezolano dentro de las categorías “malo / muy malo”.
Monsalve (2010), profundiza añadiendo que el estado le ha conferido al cuerpo
policial determinadas facultades o poderes, dentro de las cuales se encuentra el uso de
fuerza y manejo de instrumentos, como el bastón de mando y armas de fuego. Sin
embargo, acota que la investigación disponible sugiere la existencia de actitudes de
desconfianza entre el público frente al sistema judicial, que justifican la aplicación de
castigos extremos por parte de la policía.
Antillano (2010), hace énfasis al señalar que dentro de dicho organismo policial se
ha presentado un incremento de violencia por parte de sus funcionarios lo cual no
solo ha contribuido a disminuir los índices de delito, violencia y miedo al crimen, por
el contrario, en casos como el homicidio, han hecho un aporte importante al aumento
de las cifras delictivas.
Hidalgo et al., (2003), concluyen en sus estudios afirmando que el cuerpo policial
venezolano tiene la percepción de recibir poco apoyo en sus labores por parte de los
miembros de las comunidades, lo que produce un cierto malestar en la rutina diaria
del agente, la cual estaría orientada, en principio, a la protección ciudadana,
preventiva y represiva; de esta manera, al sentir el policía que es objeto de rechazo
por parte de quien representa el objeto esencial de su trabajo, el ciudadano, podría
conducir al cumplimiento de las labores policiales con requerimientos mínimos de
trabajo, por ejemplo, hacerse presente sólo para justificar su salario.
Añadiendo además, que aquellos policías que argumentan recibir apoyo de la
ciudadanía, aseguran que la misma proviene de los estratos más bajos de la sociedad,
quienes se sienten familiarizados con los agentes de seguridad, ya sea por la cercanía
con la que es visto el funcionario en el barrio, porque el agente reside en el mismo o
por la necesidad que tienen los habitantes del sector de sus servicios ante los niveles
de violencia que deben soportar diariamente.
Birkbeck, Gabaldón y Norris (2003), en su investigación plantearon la hipótesis de
que el cuerpo policial, cuando otras variables podrían permanecer constantes, se
dispondrían a emplear mayor fuerza contra ciudadanos de bajo estatus social.
Basando su hipótesis en proposiciones del sociólogo Black (1976) y su teoría sobre el
comportamiento del derecho, donde enfatiza que una acción social legal dirigido
hacia abajo en el sistema de estratificación social es mayor en cuantía que una acción
dirigida hacia arriba.
Los autores concluyeron en la observación de un efecto fuerte y significativo del
comportamiento del ciudadano sobre la disposición de emplear la fuerza, así mismo,
encontraron que los policías mostraban mayor disposición de usar la fuerza contra
ciudadanos agresivos y menor disposición de emplearla cuando se trataba de insultos
verbales.
Cálix (2007), en su investigación, afirma que ante la desesperación por el aumento
de la sensación de inseguridad, la sociedad exige mayor dureza en lo relacionado a la
represión al crimen y la violencia. De igual forma, hace referencia al
congestionamiento en las prisiones y la criminalización desmedida, señalando que
parte de los desafíos para reducir la violencia y el delito competen en la dimensión
preventiva. El autor enfatiza en los denominadores comunes de las cárceles
latinoamericanas, anunciando de tal manera las muertes, los vejámenes, el
contubernio y las redes de corrupción, aunado a que la mayoría de los presos no han
sido sentenciados, lo cual, según señala, es una violación flagrante al principio de
presunción de inocencia y en general, a los derechos del imputado. Asimismo, enfoca
sus aportes al recuerdo del episodio de muerte colectiva, a raíz de una sangrienta riña
entre reclusos, el cual se llevo a cabo en el Centro Penal de Uribana, en el Estado
Lara.
La Corte Interamericana de Derecho Humanos (2007), reportó en torno a la
violencia, como ya había recordado Cálix (2007), en sus investigaciones, las cifras
que se registraron en las cárceles, específicamente, en el Centro Penitenciario
Centroccidental Uribama, donde cuantifican alrededor de 98 muertos y 228 heridos
en Enero 2006-2007, siendo para el primer año, la cárcel con la más alta cifra de
violencia.
El Código Orgánico Procesal Penal Venezolano (2000), señala que para ser
privado de libertad y por ende, ingresado a un centro penitenciario, se debe haber
cometido actos punibles en nuestra sociedad.
Posada, Diaz-Tremarias (2008), realizan una investigación donde se explica las
cárceles y la población reclusa de Venezuela, afirmando cómo éstos espacios
presentan innumerables problemas que perjudican la situación interna de las cárceles,
tales como: el retardo procesal, el hacinamiento, el precario estado de los penales, la
ausencia de una clasificación de presos, la carencia de servicios básicos
indispensables y la presencia de armas y drogas, todo lo cual contribuye a la excesiva
violencia que caracteriza a las instituciones. Concluye además, explicando la evidente
debilidad de voluntad política, ausencia de diagnostico individualizado, sistemático y
permanente de esta población, no solo desde el punto de vista médico, sino desde sus
destrezas y habilidades.
OTROS FACTORES IMPORTANTES RELACIONADOS A
CONDUCTAS VIOLENTAS.
Rodríguez, López, André-Pueyo, (2002) señalan con su investigación que los
reclusos de la muestra de su estudio, presentaban una estadía de alrededor de 9 años
en la cárcel, el estado civil era variado aunque predominaban los que no tenían
parejas estables; el nivel educativo está representado mayoritariamente por aquellos
que poseen estudios primarios o algún nivel de formación profesional, con un número
importante de analfabetos/neolectores; siendo la mayoría consumidores de drogas
quienes han estado o están en tratamiento de desintoxicación, sin embargo,
predominaron los reincidentes puesto que su muestra se basó en penales de altas
condenas.
En cuanto a la tipología del delito, los autores señalaron que había una
representación mayoritaria de sujetos sentencias por delitos graves contra otra
persona, siendo una población importante aquella que habría cometido de 1 a 5
crímenes diferentes; en relación a rasgos de personalidad, se compararon valores con
los de referencia de poblaciones similares a las de las muestras pero no delincuentes,
donde se observaron puntuaciones altas en sus medias de impulsividad, temeridad,
agresividad-hostilidad, siendo más bajas la empatía y deseabilidad social, así como el
neuroticismo.
Posteriormente, comparando las puntuaciones de los internos con las obtenidas por
muestras de estudiantes universitarios, donde los resultados les indicaron que los
reclusos puntearon más alto en impulsividad, temeridad y neuroticismo, siendo más
bajo el de empatía y aclaran que no disponen de datos de la escala de agresividad-
hostilidad ni de la escala reducida de deseabilidad social utilizada.
Forcada, et al., (2009), se enfocan en cómo la violencia se diferencia entre los
factores de riesgo relacionados con la cultura y los valores de las sociedades, los que
dependen de la convivencia y el estilo educativo familiar y aquellos otros que afectan
de manera directa al individuo.
Ortiz-Tallo, et al., (2006), en su estudio sobre factores de personalidad y delitos
violentos, resaltan que la mayoría de dichos actos, son cometidos con sujeto del
género masculino. Así, realizan sus aportes añadiendo que los sujetos con delitos
violentos presentan menor bienestar personal y menor adaptación social, como
también, un nivel más bajo en la dimensión de energía, que suele caracterizarse
también como extraversión o bien, asociarse a ella, aunque acotan que ésta ultima
diferencia no parece, sin embargo, interpretable como significación clínica.
Además, los autores mencionan que los miembros del grupo 2 de su investigación
punteaban alto en dependencia al alcohol, abuso de drogas, acompañados de rasgos
como: pensamiento psicótico y trastorno delirante, hallándose cerca de la depresión
mayor. Asimismo, dejan en evidencia que los sujetos del grupo dependiente
compulsivo habían consumido alcohol antes de cometer el delito, mientras que los del
grupo con tendencias psicópatas eran consumidores habituales de drogas.
De la misma manera, Cifuentes y Londoño (2011), sitúan comportamientos que
pronostican dichas conductas en la adultez, tales como: los comportamientos
delictivos y/o criminales, el abuso de alcohol y/o drogas, las rupturas maritales, la
violencia de género, la negligencia en el cuidado de los hijos, la conducción temeraria
y la agresividad en general.
De Puelle (2009), basa su investigación en la importancia del consumo prejudicial
de alcohol en el cuerpo de la policía nacional, citando al Manual Diagnostico y
Estadístico de los trastornos mentales (DSMI-IV-TR) el cual indica que “los
trastornos relacionados con el alcohol se asocian a un aumento significativo de riesgo
de accidentes, violencia y suicidio” (p.246), señalando entonces, que al estar
presentes dichos problemas de consumo en algún funcionario policial, al mismo se le
debe realizar una retirada cautelar de las armas que posea y se le da una baja
temporal, buscando su rehabilitación.
Por ende, finiquitan enfatizando en la importancia de dos estructuras diferenciadas
dentro del cuerpo policial: Régimen disciplinario y servicio sanitario, alejando de tal
manera, el consumo de alcohol del trabajo de dichos funcionarios.
Forcada, et al., (2009) concluyeron que la combinación más frecuente de los perfiles
delictivos fue el trastorno del comportamiento con el trastorno por uso de sustancias.
PSICOLOGÍA DE LA VIOLENCIA
La Oxford American Dictionary (s/f) define a la psicología como el estudio de la
mente, el modo en cómo trabaja y sus características propias del proceso mental. Por
su parte, el American Heritage Dictionary (s/f), la describe como la ciencia que trata
con los procesos mentales y su comportamiento, así como también, con las
emociones y las características de un individuo o de un grupo.
Sin embargo, el objetivo fundamental de la Psicología, según Barrull (2000), es
contribuir a la salud humana, investigando en qué medida el comportamiento humano
puede ser causa, directa o indirecta, del padecimiento de todo tipo de enfermedades y
problemáticas que afectan a la salud del ser humano. Perseguir cualquier otro objetivo
significa invadir las competencias de otras ciencias del comportamiento humano,
abandonando las responsabilidades propias de la psicología.
De esta manera, Vethencourt (2008), plantea la Psicología de la Violencia
mencionando cómo la potencial violencia social puede degradarse y traducirse en
violencia criminal de individuos o en violencia criminal de pequeños grupos, lo cual
sería el factor preocupante para la ciudadanía. Asimismo, señala tres posibles vías de
traducción de violencia: a) por la vía de un simple desplazamiento catártico; b)
tomando por el atajo de una respuesta individualista o micro-grupal para darle una
solución egocéntrica y no solidaria a un problema colectivo; y c) por la vía de una
regresión desde los niveles avanzados del yo, hacia los niveles primarios de sadismo
y violencia negativa.
Según Cantis (2000) la violencia es un fenómeno de causalidad complicada y está
sobredeterminada tanto intrapsíquica como socialmente, añadiendo que “todo suceso
violento se da en la intersección de tres factores: las determinaciones socioculturales,
las que provienen del conflicto vincular mismo, y la conformación intrapsíquica de
los sujetos comprometidos en dichos vínculos violentos” (p. 335).
Por su parte, Gallo (2006) explica que para el psicoanálisis con orientación
lacaniana, un ser humano no es violento por presentar un carácter agresivo, sino por
presentar una presión sexual y agresiva a la que se le pueden dar respuestas
civilizadas o no civilizadas, considerando que ésta es, en sí misma, irracional, puesto
que toma por objeto no sólo el rival, el enemigo y el diferente, sino también el más
intimo, por lo cual se puede observar según el autor, que la violencia asociada al
maltrato recae, habitualmente, sobre el más íntimo y el más desvalido.
Señala el mismo autor que el análisis social y político de alguna problemática va a
permitir comprender los soportes objetivos de la generación de determinados tipos de
violencia en situaciones específicas, sin embargo, enfatiza en que el hecho de que en
todo conflicto se encuentre una secuencia de repetición implica que no basta con
eliminar el elemento inmediato de discordia para que se logre una solución definitiva
puesto que van a surgir nuevas razones para ejecutar la agresividad, debido a que
según menciona, existe algo más estructural que el conflicto circunstancial, el cual le
da fuerzas a la presión agresiva en los humanos.
Sobral, Luengo, Gómez-Fraguela, Romero y Villar (2007), explican la existencia
de áreas vinculadas al tema de la delincuencia y la violencia dentro de las
investigaciones criminalísticas, señalando las características de personalidad, tomadas
en cuenta con importante frecuencia. Rodríguez, López y André-Pueyo (2002), en su
estudio sobre Personalidad y comportamiento penitenciario, mencionan la
importancia que han adquirido en los últimos años las variables de personalidad en el
estudio y tratamiento de la delincuencia y la conducta antisocial.
De igual forma, Esbec y Echeburúa (2010) enfatizan en sus investigaciones en lo
relacionado a los trastornos de personalidad, asumiéndolos como la representación de
un riesgo clínicamente significativo para las conductas violentas. Por su parte,
Fernández y Echeburúa (2008) subrayan la “extrema necesidad de conocer el perfil
psicológico de los hombres violentos para llevar a cabo programas preventivos y de
intervención adecuados” (p. 193)
RASGOS DE PERSONALIDAD
La teoría de la personalidad de Cattell (1986) está fundada en la técnica estadística
del análisis factorial y sirve de puente de unión entre las teorías clínicas y
experimentales, sosteniendo que todos los individuos tienen rasgos idénticos, pero en
distinto grado por lo tanto no hay dos individuos exactamente iguales. Encontró 16
factores de personalidad (16 PF) que permiten describir a los individuos, señalando
que la personalidad es lo que determina la conducta en una situación definida y un
estado de ánimo definido.
El elemento estructural básico en su teoría es el rasgo, el cual representa
tendencias reactivas generales y nos indica características de conducta del sujeto que
son relativamente permanentes. El rasgo implica una configuración y regularidad de
conducta a lo largo del tiempo y de las situaciones. Algunos rasgos pueden ser
comunes a todos los individuos, y otros pueden ser exclusivos de un individuo.
De esta manera, Cattell (1986) y su instrumento psicométrico 16 PF se enfoca en
determinar factores básicos y secundarios de dichos rasgos, explicando la
clasificación de los dieciséis factores de personalidad que engloban su instrumento,
los cuales presentan puntuaciones positivas o negativas que arrojan a su vez un
determinado perfil (ver anexo N° 1).
Dentro del Factor A, según el autor, se mide el carácter gregario del individuo, es
decir, el grado en que la persona busca establecer contacto con otras personas porque
encuentra satisfactorio y gratificante el relacionarse con éstas. Por su parte, el Factor
B mide inteligencia en base al predominio del pensamiento abstracto o del
pensamiento concreto, considerando el predominio del abstracto como indicador de
una persona de inteligencia mayor y el concreto predominante de una persona con
inteligencia menor. El Factor C, está relacionado a la estabilidad emocional de la
persona y a la manera en que se adapta al ambiente que le rodea, determinando
explícitamente la fortaleza de ego. El Factor E mide el grado de control que tiende a
poseer la persona en sus relaciones con otros seres humanos, enfocándose en el
aspecto de ser dominante o sumiso.
Cattell (1986) continúa explicando que el Factor F está relacionado al nivel de
entusiasmo evidente en ambientes sociales y que el Factor G mide la internalización
de los valores morales, explorando a nivel estructural el superego descrito por S.
Freud. Continuamente, explica que el Factor H mide la reactividad del sistema
nervioso en base a la tendencia en la persona de un dominio parasimpático o
simpático, utilizando el Factor I, para medir el predominio, tanto de los sentimientos
como del pensamiento racional presentes en el sujeto al momento de tomar decisiones
en la vida cotidiana. Adicionalmente, el Factor L indaga en la identidad social del
individuo midiendo específicamente en qué grado la persona se siente identificado o
unido a la raza humana en general.
Factor M, continua explicando Cattell, se basa en que los humanos pueden percibir
de dos modos, siendo la primera forma aquella basada en que el percibir se nutre del
contacto directo entre los cinco sentidos y el ambiente, mientras que el otro modo se
compone principalmente de un diseño interno de conexión subliminal de
pensamientos y especulaciones que van organizando la información. Por su parte, el
Factor N se relaciona a las máscaras sociales, el cual describe en qué grado las
personas se ocultan, dejando ver únicamente sólo aquellos rasgos que generen las
respuestas que desean obtener de los demás; asimismo, el Factor O explora la
autoestima de los individuos en base a la tendencia que poseen para experimentar
sentimientos de culpa e inseguridad, sin embargo, dentro de este factor no se pretende
categorizar a ningún sujeto sobre poseer autoestima alta o baja puesto que tal aspecto
puede tener determinado nivel para el momento de la prueba, siendo un aspecto
transitorio y no determinante, influenciado por eventos recientes.
En continuidad a lo anterior, Cattel (1986) menciona que el Factor Q1, explora la
orientación psicológica que posee el sujeto hacia el cambio, mientras que el Factor
Q2 mide el grado de dependencia de la persona. De igual modo, el Factor Q3 explora
los esfuerzos del individuo por mantener una congruencia entre su yo ideal y su yo
real, moldeándose en función de patrones aprobados y establecidos a nivel social,
resultando por último dentro de los factores de primer orden el Factor Q4, el cual
mide las sensaciones desagradables que tienden a acompañar la excitación del sistema
nervioso autónomo, conocida principalmente como tensión nerviosa.
En cuanto a los factores de segundo orden, Cattell (1986) destaca inicialmente su
surgimiento, señalando que la relación de varios factores entre sí es lo que genera lo
conocido como factores de segundo orden del 16PF. Para entender la relevancia de
dichos factores, se debe comprender primeramente que los 16 factores básicos de la
prueba que fueron descritos anteriormente, determinan rasgos específicos de la
personalidad, lo cual implica que al ser analizados de forma separada, dificulta la
primera intención por obtener una impresión general de la personalidad.
Por ello, su combinación (los factores de segundo orden) brindan una información
más amplia de dicha personalidad, describiéndola en base a una menor cantidad de
rasgos más generales, siendo recomendable realizar que al evaluar perfiles de
personalidad, se tome en consideración inicialmente a estos factores de segundo
orden, puesto que otorgan una idea que facilita el comprender detalladamente y con
peculiaridades la personalidad en estudio. De esta manera, Cattell (1986) explica a
dichos factores de segundo orden, donde menciona que el primero de ellos se
distingue entre introversión y extraversión, lo cual se determina a través de la
combinación de diversos factores primarios como es el caso del A, F, H y Q2,
mientras que segundo factor de segundo orden se alcanza a través de la combinación
de los factores primarios O, Q4, C, Q3, L y H el cual busca medir los niveles de
ansiedad de la persona. Continuamente se mide el “tough poise”, tercer factor de
segundo orden según Cattell (1986), el cual está basado en la combinación de los
siguientes factores: I, M, A, Q1, F, E, & L. El cuarto factor por su parte, se utiliza
para distinguir entre independencia y dependencia, realizando tal evaluación debido a
la combinación de los factores E, H, Q1, L, O, N, G, Q2 & M. Por su parte, el quinto
y último factor de segundo orden se emplea para brindar una idea del nivel de control
del superego presente en la persona, utilizando una combinación entre los factores G
y Q3.
En relación a los rasgos y las conductas violentas, previas investigaciones han
marcado pauta y conexión entre ellos, arrojando datos interesantes. Tal es el caso de
Gomà-i-Freixanet, Grande, Valero, Puntí (2001) quienes en su investigación sobre la
Personalidad y conducta delictiva autoinformada en jóvenes adultos, señalan la teoría
de personalidad de H. J. Eysenck respecto a la conducta antisocial, debido a la
predicción que realiza entre la población reclusa, donde se hallaría una determinada
combinación de las dimensiones básicas de la personalidad, consistente en
puntuaciones elevadas en Extraversión (E), Neuroticismo (N) y Psicotisismo (P).
Para su investigación utilizaron el Cuestionario de Personalidad de Eysenck
(EPQ), la cual evalúa: extraversión, neuroticismo y psicotisismo, de igual forma
sinceridad. La Escala de Búsqueda de Sensaciones (SSS) también fue aplicada, la
cual mide: búsqueda de peligro y aventura, búsqueda de experiencias, desinhibición y
susceptibilidad al aburrimiento. Por último, emplearon el Cuestionario de Conducta
Delictiva Autoinformada (SRD).
Los mismos llegaron a la conclusión de que las escalas del SSS se correlacionaban
positivamente con Psicotisismo y Extraversión, mientras que resultó baja o casi nula
con Neuroticismo. Respecto a los valores de SRD, éstos correlacionan positivamente
con todas las variables, excepto con la escala de Sinceridad. De igual forma, arrojan
que la conducta delictiva autoinformada correlaciona positiva y significativamente
con Psicotisismo, Búsqueda de experiencias, Desinhibición y Susceptibilidad al
Aburrimiento, mientras que de manera total y negativamente con la sinceridad.
Fernández-Montalvo y Echeburúa (2008) en su investigación sobre trastornos de
personalidad y psicopatía en hombres condenados por violencia grave contra la
pareja, hacen énfasis en una propuesta de Holtzworth Munroe y Stuart (1994), donde
señala que existen tres tipos principales de hombres maltratadores: los
exclusivamente familiares; los afectados por un trastorno limite con un estado de
ánimo disfórico, y los violentos en general, aquellos que se comportan de una forma
antisocial o psicótica.
Winberg y Vilalta (2009) concluyen en sus investigaciones sobre la evaluación de
trastornos de personalidad mediante el inventario clínico multiaxial (MCMI-II) en
una muestra forense, mencionando como perfil básico del maltratador, el
caracterizado como sujetos compulsivos-dependientes.
Amar, Cervantes, Brunal y Crespo (2010), arrojan, partiendo de sus
investigaciones sobre la comparación de perfiles de personalidad entre individuos con
delitos contra la seguridad pública, delitos menores y sin delito, que las desviaciones
psicótica, paranoica y esquizofrénica se encuentran como los rasgos de personalidad
más frecuentes en sujetos con conductas violentas.
Sobral, Romero, Luengo y Marzoa (2000) en su estudio sobre personalidad y
conducta antisocial: amplificadores individuales de los efectos conductuales,
utilizando como instrumento el Inventory of Parent Attachment (Armsden y
Greenberg, 1987), y el Cornell Inventory of Socialization (Devereux et al., 1974),
presentaron como propósito principal evaluar las relaciones de interacción entre una
serie de predictores de conducta antisocial previamente identificados en una muestra
de 3.186 adolescentes, donde concluyeron señalando que en la pieza socioeconómica,
la relación del estatus socioeconómico con conducta antisocial fue muy débil.
Siendo de ésta manera, sus resultados muy expresivos al afirma que el poder
predictivo de la Impulsividad y de la tendencia a la Búsqueda de Sensaciones es
intenso; la Autoestima y la Empatía (factores sociocognitivos) se mostraron como
factores de protección, con fuertes asociaciones negativas con la conducta antisocial,
levantando en los investigadores, sospechas razonables que esos factores tienen una
profunda capacidad para intermediar los efectos de algunas variables psicobiológicas
tales como la propia Búsqueda de Sensaciones, la Impulsividad y el Psicoticismo.
Los autores, añaden por ultimo la existencia de unas interacciones cuantitativas y
conceptualmente muy importantes, las cuales fundamentalmente, son aquéllas que se
producen entre personalidad, conducta antisocial y factores contextuales
(psicosociales y socioeconómicos).
López y Núñez (2008), en su investigación sobre psicopatía vs trastorno antisocial
de la personalidad, refleja, debido a la semejanza de los rasgos psicóticos con las
conductas violentas, que los mismos representan uno de los trastornos de
personalidad más conocidos tanto a nivel clínico como en la población en general y el
cual se ha empleado con cierta ligereza, para diagnosticar distintos tipos de
comportamiento, entre ellos, aquellos que comparten rasgos de frialdad y crueldad en
su ejecución.
Asimismo, explica que dicho trastorno, también señalado como manía del delirio,
la cual se refiere a personas cuyas respuestas emocionales eran inusuales y
presentaban furias impulsivas, señala que se trata de problemas referentes a la forma
de vida del sujeto. El autor enfoca su análisis en delimitar como los sociópatas se
diferencian de los psicópatas en algunas características psicológicas y conductuales, a
pesar de que ambos manifiesten una clara inadaptación social y agresividad, pero esta
última, en el caso de la sociópata, es reactiva a una situación mientras la agresión y
violencia sin motivo aparente, dirigida a conseguir un objetivo concreto, caracteriza a
la psicopatía.
Cifuentes y Londoño (2011) hacen referencia a indicadores de comportamiento
antisocial en la infancia y la adolescencia, señalando las siguientes características:
trastornos de conducta, impulsividad, robo, vandalismo, resistencia a la autoridad,
agresiones físicas y/o psicológicas, maltrato entre iguales, huída de casa, ausentismo
escolar y crueldad hacia los animales.
Ortiz-Tallo, Fierro, Blanca, Cardenal y Sánchez (2006) arrojan según el MCMI-II
y partiendo de los estilos/trastornos de personalidad dependientes, antisociales,
compulsivos, esquizotipicos, limite y paranoide, la división de dos grupos los cuales
son: grupo dependiente/compulsivo – grupo con tendencias psicópatas, donde añaden
que los del grupo 2 puntean alto en dependencia al alcohol, abuso de drogas,
pensamiento psicótico y trastorno delirante, hallándose cerca de la depresión mayor.
Por el contrario, los sujetos del grupo 1 no sobrepasan la puntuación en ninguno de
los síntomas clínicos. Concluyen entonces, que aquellos pertenecientes al grupo 1
podrían ser personas con comportamientos cotidianos de normalidad, sin que
probablemente llamen la atención en su vida habitual; por el contrario.
Los individuos del grupo 2 presentan altos puntajes en las dificultades de
relaciones sociales, la escala esquizoide indica pocas o ninguna necesidad afectiva y
tendencia a comportarse como un observador pasivo y ajeno a las emociones de los
demás; la escala fóbica indica una actitud desconfiada hacia el entorno y hacia los
demás, mientras que la escala antisocial evidencia comportamientos socialmente
inaceptables e ilegales. De igual forma se destacan las escalas esquizotipicas, límite y
paranoide consideradas de gravedad en lo relacionado al funcionamiento en la vida y
con comportamientos descontrolados, provocativos, impulsivos, así como finalmente
con síntomas psicóticos.
Amar, Cervantes, Brunal y Crespo (2010), realizaron una investigación que
comparó los perfiles de personalidad de sujetos con delitos contra la seguridad
pública, delito menor y sin delito, donde concluyeron, según la administración del
instrumento Minimult (Kincannon, 1968), que los individuos condenados por delito
contra la seguridad pública presentaron promedios superiores en los rasgos de
desviación psicótica, paranoia, psicastenia, esquizofrenia, hipomanía; aquellos
condenados por delitos menores presentaron promedios superiores en histeria,
depresión e hipocondriasis, mientras que aquellos sin antecedentes por comisión de
delitos presentaron los puntajes menores de manera consistente en cada una de las
ocho escalas que fueron evaluadas.
Por otra parte, según el Test de Igualdad de Varianzas, muestran que no hay
homogeneidad de varianza-covarianza debido a que el SPSS arrojó un valor menor a
0.05, sin embargo, el test de Levene para la igualdad de los errores de varianza señalo
que aquellas variables donde la significancia es mayor a 0.05, las varianzas entre
grupos se pueden asumir iguales, lo cual ocurre para las variables de: desviación
psicótica, paranoia, esquizofrenia e hipomanía, lo cual puede ser validado, según
mencionan los autores, observando medias y desviación estándar por grupo y totales
de cada factor del Minimult, donde se describe como aquellas variables con
significancia menor a 0.05 presentan una varianza entre grupos diferentes, donde se
agrupan: depresión, psicastenia, histeria e hipocondriasis, el cual puede ser validado
de igual forma, observando la media y desviación estándar del Minimult.
Posteriormente, señalan que en las pruebas multivariadas con los criterios
estadísticos de Pillai, Wilks, Hotelling y Roy se puede observar que todos los test
tienen significación menor que 0.05, por ende, concluyen señalando que existe un
efecto estadísticamente significativo entre las variables bajo estudio.
Forcada, Bruna, Ferrer, Alemán, Moliner y López (2009), en su investigación
sobre perfiles delictivos, sentimiento de ira y tipo de violencia en adolescentes con
grave historial judicial, arrojaron en general los siguientes aportes en cuanto a rasgos
de personalidad relacionados a conductas violentas: Trastorno del comportamiento
81.25%, Trastorno por uso de sustancias 75%, Psicosis 15.15%, Trastorno por déficit
de atención con hiperactividad 12.12%, Ansiedad/Depresión 12.12%, Trastorno de la
personalidad básicamente de clúster B 24.24% y Retraso mental 12.12%.
Como se evidencia, diversidad de autores han planteado una serie de rasgos de
personalidad como predominantes y comunes en sujetos con conductas violentas, sin
embargo, han diferido de otros rasgos. Por ende, a la percepción de la investigadora,
se deja allí un sesgo en cuanto a ser realmente esos rasgos parte de un perfil del
violento o no, entendiendo que todos los estudios podrían estar aportando de forma
aislada la combinación real a la causalidad de uno de los problemas más
significativos de Venezuela, lo cual podría dar una respuesta que mejore la calidad de
vida de sus ciudadanos.
Aunado además, a una duda concluida en la investigación de Crespo (2009) quien
señala que “la relación expuesta entre la subcultura del prisionero y el empleo de la
violencia, considerando que esta explicación no es una verdad absoluta, cabría
preguntarse: ¿de dónde se origina dicha diferencia?” (p.148), el cual prosigue
preguntándose: “¿qué factor podría relacionarse con la variabilidad que entre las
subculturas de los prisioneros determina el empleo o ejecución de acciones
violentas?” (p.148)
Es entonces acá donde se deriva la importancia de ésta investigación, considerando
las altas cifras de violencia que registra el país, la forma en la que dicho fenómeno ha
alterado el ritmo de vida de la población y la realidad de las subculturas carcelarias,
resulta importante brindar información relevante para planes de reinserción e
inserción social, considerando además que en Venezuela el Cuerpo Policial es
vinculado con acciones delictivas, los cuales poseen de igual forma sujetos con
privación de libertad recluidos en la Comandancia Policial del Estado, donde también
se encuentran civiles recluidos, sitio especifico donde fue realizado el estudio actual.
De tal forma, que surge la relevancia de entender que diferencia existe, a nivel de rasgos de personalidad, entre sujetos violentos y no violentos, para poder comprender si la combinación de determinados rasgos son los causantes o poseen cierta influencia en las conductas violentas.
Por toda la información suministrada, la presente investigación unifica la recolección de los distintos estudios previos ya presentados, con la finalidad de reunir información y esbozar un problema y/o planteamiento de estudio a desarrollar. Siendo entonces, el principal foco de atención el por qué existe diferencia en los planteamientos sobre rasgos de personalidad que han concluidos algunos autores, es decir, cuáles son realmente los rasgos determinantes, al menos en la población reclusa del Estado Lara, Venezuela.
De esta manera, al concluirse la presente investigación y poseer un perfil con los rasgos de personalidad actualizados y basados en la realidad de la violencia que se vive en el país, sus resultados servirán para promover propuestas en cuanto a los perfiles que debe poseer un aspirante al Cuerpo Policial del Estado Lara, así como prevenir en niños y adolescentes conductas violentas a través de estudios tempranos de sus rasgos de personalidad. Igualmente, comprendiendo el planteamiento de Posada y Diaz-Tremarias (2008) donde señala la evidente ausencia de diagnostico individualizado, sistemático y permanente de la población violenta, no solo desde el punto de vista médico, sino desde sus destrezas y habilidades, el estudio actual realizará con los sujetos que ya se encuentran privados de libertad, las propuestas enmarcadas en estrategias psicológicas que brinden fortaleza y seguridad en cuanto a la reinserción social que deben recibir los grupos violentos en estudio.
Basados en los argumentos anteriormente esbozados, con el presente estudio se pretende dar respuesta al siguiente problema de investigación: ¿Cuáles son los rasgos de personalidad que se encuentran asociados a las conductas violentas de los sujetos masculinos mayores de 18 años recluidos en los Centros penitenciarios del Estado Lara?
MÉTODO Problema investigado
Venezuela es el país con las cifras de violencia más altas de Latinoamérica, donde
el 46% de los hogares han sido víctimas del delito. Aunado a ello, presenta junto a
Guatemala los niveles más bajo de confianza hacia el Cuerpo Policial al obtener un
16%, siendo además, el país de toda América Latina con los valores más bajos en
calidad de instituciones policiales (Informe Venezolano de Violencia, 2007)
De ésta manera, registra un país con significativa violencia, la cual se evidencia
cuando siete de cada diez ciudadanos consideran que dicho tema ha empeorado en
todos los sectores de la sociedad, conllevando a un cambio en el estilo de vida de los
mismos (Observatorio Venezolano de Violencia, 2007). Sin embargo, se evidencia
también una crítica situación en los Centros Penitenciarios del país, donde
aparentemente coexiste una subcultura que promueve de alguna u otra forma, la
ejecución de violencia dentro de los recintos carcelarios para adquirir un grado de
respeto por parte de los otros internos (Crespo, 2009).
Por ello, surge la importancia de indagar en los propulsores de violencia y sus
rasgos de personalidad, destacando como ejecutores los privados de libertad
adjudicados al Centro Penitenciario Centro Occidental Uribana, la Comandancia
Policial del Estado Lara y las demás comandancias policiales ubicadas en la ciudad
de Barquisimeto.
Entendiendo que diversos estudios (Gomà-i-Freixanet, Grande, Valero, Puntí,
2001; Amar, Cervantes, Brunal y Crespo, 2010; Sobral, Romero, Luengo y Marzoa,
2000; Ortiz-Tallo, Fierro, Blanca, Cardenal y Sánchez, 2006; López y Núñez, 2008)
han destacado como los rasgos más predominantes en sujetos violentos la psicosis,
neurosis, impulsividad, dependencias, esquizofrenias, extraversión,
ansiedad/depresión, entre otros, siendo los mismos coincidentes en algunas
investigaciones pero resultando en otras diferir, añadiendo que otros autores han
relacionado los problemas conductuales con consumo de sustancias (Cifuentes y
Londoño, 2011; De Puelles, 2008; Forcada, at el., 2009) y género (Ortiz-Tallo, at el.,
2006).
Por ende, la presente investigación se posiciona con una importante relevancia
social, considerando que los niveles de violencia han afectado de forma significativa
la vida de los ciudadanos de distintos países, siendo el caso de ésta investigación,
Venezuela. Aunado además, a que no se encontró evidencia de previos estudios que
hayan sido realizados en Comandancia Policial del Estado Lara ni en las demás
comandancias policiales del Estado, resultando entonces, no poseer un perfil de
personalidad de los sujetos violentos con sentencia de privación de libertad.
Así mismo, estudiar la posible vinculación de dichos problemas conductuales con
los rasgos de personalidad cobra sentido, debido a que a través de ello se podrían
generar una serie de propuestas que sirvan para la prevención y reinserción social de
los sujetos violentos, enfocando tales planteamientos a la reducción de dichas cifras
en el país y por ende, a mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. En consonancia,
la investigación se direcciona a fin de responder una interrogante planteada por
Crespo (2009) quien concluye preguntándose “¿qué factor podría relacionarse con la
variabilidad que entre las subculturas de los prisioneros determina el empleo o
ejecución de acciones violentas?” (p.148).
De esta manera, existiendo la posibilidad de que los rasgos de personalidad sean
ese factor del que Crespo (2009) hace énfasis, el objetivo principal de la presente
investigación se basa en determinar ¿Cuáles rasgos de personalidad están asociados a
las conductas violentas en los individuos?
Para responder a las interrogantes planteadas, se presentan una serie de objetivos
los cuales además, se enfocarán en determinar cuáles son dichos rasgos específicos
que se evidencia en sujetos con conductas violentas, puesto que previas
investigaciones han dejado sesgos al diferir en la detección de determinados rasgos de
personalidad, tales como extraversión, ansiedad, dureza, independencia y auto-
control.
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Determinar la influencia de los rasgos de personalidad en las conductas violentas en
sujetos de género masculino mayores de 18 años de edad recluidos en la
Comandancia Policial del Estado Lara.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1.- Identificar la presencia o ausencia de conductas violentas en sujetos masculinos
mayores de 18 años recluidos en los Centros Penitenciarios del Estado Lara.
2.- Conocer en sujetos masculinos mayores de 18 años con conductas violentas y no
violentas los rasgos de personalidad de extraversión, ansiedad, dureza, independencia
y auto-control
3.-Comparar la presencia o ausencia de conductas violentas con los rasgos de
personalidad de sujetos masculinos mayores de 18 años recluidos en los Centros
penitenciarios del Estado Lara.
De esta manera, en el presente capítulo se expondrán los criterios de investigación
que se utilizarán para el presente estudio, dando a conocer las variables y técnicas a
las que se recurrió para la obtención de información.
VARIABLES DE ESTUDIO
Variable Dependiente: Rasgos de personalidad
Definición conceptual
Cattell (1986), autor del instrumento que se aplicará para medir dicha variable,
señala la personalidad como aquello que nos dice lo que una persona hace cuando se
encuentra en una situación determinada. Considerando que el rasgo es el elemento
estructural básico de la teoría de Catell.
Definido como una tendencia, relativamente permanente y amplia, a reaccionar de
una determinada forma. Supone una cierta regularidad de la conducta a lo largo del
tiempo y de las situaciones.
Definición operacional
Es el puntaje obtenido en el instrumento de 16 Factores de Personalidad de R.
Cattell, donde se arrojan datos sobre cuán alta (8, 9 ó 10) o baja (1,2 ó 3) es la
puntuación obtenida para cada uno de los factores en estudio (ver tabla N° 1).
Tabla N°. 1
Operacionalización del Test 16 Factores de Personalidad de R. Cattell
Dimensión de Factores de 2do orden Indicadores de 1er orden Medición
Introversión/Extraversión A, F, H y Q2 Puntuaciones altas
entre 8,9 ó 10 puntos.
Puntuaciones bajas
entre 1,2 ó 3 puntos.
Ansiedad O, Q4, C, Q3, L y H
Dureza/Sensibilidad I, M, A, Q1, F, E L
Dependencia/Independencia E, H, Q1, L, O, N, G , Q2, M
Control del súper ego G, Q3
Variable Independiente: Conductas violentas
Definición conceptual
Definida por LeUnes y Nation (1989) como la imposición de un estímulo aversivo,
físico, verbal o gestual de una persona a otra. La agresión no es una actitud sino un
comportamiento que refleja un compromiso con el intento de causar daños.
Definición operacional
Es el puntaje obtenido en la Escala de Valoración de la Conducta Violenta y
Riesgo de Reinserción (EVCV-RR), diseñada por Jiménez, Sánchez, Merino y
Ampudia (2010) para predecir y evaluar la conducta violenta y el riesgo de
reincidencia.
Variables controladas
Consumo de sustancias: Se define como el consumo de sustancias licitas e ilícitas en
un periodo no menor a 30 días.
Forma de control:
La variable será controlada al homogenizar la muestra, asignando
la misma cantidad de sujetos consumidores y no consumidores para ambas muestras
en estudio.
Edad: Se define como el período entre la fecha de nacimiento hasta la fecha actual.
Forma de control:
La variable será controlada al homogenizar la muestra, a través de
la selección de sujetos mayores a 18 años de edad.
Género: Se define como el género biológico de los sujetos, considerado como la
condición orgánica que distingue a las personas en hombres y mujeres.
Forma de control:
La muestra será controlada al homogenizar la muestra, debido a
que solo serán seleccionadas aquellas personas de género masculino.
Espacio físico: Se define como el entorno donde serán aplicados los instrumentos a
aplicar a lo largo de la investigación, el cual consta de iluminación, ambiente,
inmobiliaria.
Forma de control: La variable será controlada a través de una constancia de
ambientes, que consiste en someter a las mismas condiciones físicas a todos los
seleccionados para la muestra.
Variables no controladas.
Interrupción: Se define como una cosa o acción que se está realizando por medio de
alguna persona, mascota u otro hecho que amerite de la atención de la persona
evaluada, lo que puede ocasionar distracción e influir en la precisión de la
contestación de los test.
Ruido: Es el sonido molesto, por su incoherencia, por su volumen o ambas, lo que
puede ocasionar distracción, interfiriendo de esta manera a que las respuestas
emitidas por los sujetos durante la aplicación de los test sea afectada.
Tipo de Investigación
Se realizó una investigación cuantitativa, de tipo causal comparativa debido a que,
como señalan Cohen y Manion (1990, citado en Robles, 2007), “el investigador trata
de descubrir las posibles causas de un fenómeno en estudio mediante la comparación
de sujetos donde está presente la variable y con sujetos similares en los cuales está
ausente.” (p. 22).
Es decir, se investiga la relación causa-efecto observando unas consecuencias
existentes y haciendo una búsqueda de información como posibles factores causales.
Asimismo, se trabaja con una modalidad de Campo, la cual Hernández, Fernández
y Baptistas (2003) explican como “aquel que se realiza mediante la recolección de los
datos directamente del lugar o de la realidad donde se efectuará el estudio mediante la
aplicación de técnicas de encuesta, entrevista y observación directa” (p. 114).
Diseño de investigación
El diseño de la investigación es de tipo cuasi experimental de dos grupo, el cual
para Campbell y Stanley (1973, citado en Goytia y Ramirez, 2010) se enfoca en
“situaciones sociales donde el investigador no puede presentar los valores de la
variable independiente a voluntad ni puede crear los grupos experimentales por
aleatorización pero sí puede, en cambio, introducir algo similar al diseño
experimental en su programación en procedimientos para la recogida de datos.” (p.
2). De igual forma será transaccional debido a que la investigación se realizará en un
tiempo determinado (Hernández at el., 2003)
Diseño muestral
El presente estudio trabajará con la población de 150 sujetos de género masculino
recluidos en la Comandancia Policial del Estado que albergan civiles y policias con
privativa de libertad, donde se seleccionará una muestra no probabilística de 60
sujetos mayores de 18 años de edad con presencia y ausencia de conductas violentas.
Instrumentos de Recolección de Datos
Cuestionario de los 16 factores de personalidad. R. Cattell, (1967.8).
La aplicación del 16 PF para la evaluación de rasgos de personalidad se realiza
principalmente en tareas de selección de personal, así como en evaluación
psicopedagógica, orientación vocacional, informes de idoneidad para adopciones y
peritajes psicológicos en los tribunales de justicia.
El cuestionario presenta varias formas: A, B, C, D, E. Las formas A, B, C y D se
han adaptado a la población española. Las dos primeras constan de 187 elementos, la
ultima de 105. Puede ser administrado individual o colectivamente y se aplica a
adolescentes y adultos con niveles culturales medidos para las formas A y B, y más
bajos para la C. Cada elemento presenta tres opciones de respuesta.
Además, se distingue entre tres estilos de respuesta posibles para controlar los
sesgos en las respuestas: manipulación de la imagen (deseabilidad social),
infrecuencia y aquiescencia.
El 16PF-APQ Cuestionario de personalidad para adolescentes (Schuerger, 2001.
Adaptación español de TEA Ediciones, 2003) evalúa la personalidad de adolescentes
entre 12 y 30 años. Contiene las mismas 16 variables del 16 PF-5 y las cinco
dimensiones globales. Las 15 escalas propias de la personalidad se miden en 135
elementos y la de razonamiento con 15 cuestiones.
Incluye una sección de 15 elementos dedicada a la evaluación de preferencias
ocupacionales, que se resumen en los seis estilos de personalidad de Holland: manual,
científico, artístico, colaborador, organizado y metódico. Así mismo, incluye otra
sección, con 43 cuestiones, dedicada a evaluar problemas personales, que es opcional
y puede servir como guía o para anticipar temas en entrevistas de orientación.
Los factores de primer orden que recogen las diferentes adaptaciones españolas de los
cuestionarios de personalidad de Cattell quedan resumidos en la tabla siguiente. (Ver
tabla N° 2)
El sistema de puntuaciones del 16PF está constituido sobre una escala de tipo
“Likert”, con tres puntos: un extremo, en dirección con constructor a medir, que
recibe 2 puntos y al otro extremo que recibe 0 puntos. El punto medio de escala de
ésta medida recibe 1 punto y en la quinta edición se ha unificado la presentación
colocando un interrogante (“?”) como alternativa entre ambos extremos.
Las puntuaciones directas del 16PF se transforman en una escala típica de 10
puntos denominados “decatipos”. La escala de decatipos es una escala de medida que
ha mostrado en la práctica un grado bastante bueno, no utópico, en la discriminación
de los resultados.
El sistema de puntuaciones del 16PF está constituido sobre una escala de tipo
“Likert”, con tres puntos: un extremo, en dirección con constructor a medir, que
recibe 2 puntos y al otro extremo que recibe 0 puntos. El punto medio de escala de
ésta medida recibe 1 punto y en la quinta edición se ha unificado la presentación
colocando un interrogante (“?”) como alternativa entre ambos extremos.
Tabla N°. 2
Diferentes adaptaciones españolas de los cuestionarios de personalidad de Cattell, en
los factores de primer orden.
Los decatipos se distribuyen sobre una escala de diez puntos equidistantes en
unidades típicas (supuesta la distribución normal), con una media en el decatipo de
5,50 y una desviación típica de 2 decatipos.
Por tanto, los decatipos centrales 5 y 6 se extienden, respectivamente, a media
desviación típica a ambos lados de la media, y comprenden el grupo central de la
población, mientras que los extremos superior (el decatipo 10) e inferior (el decatipo
1) se encuentran a dos y media desviaciones típicas a ambos lados de la media.
Así pues, se puede considerar que los decatipos 5 y 6 son valores medios, 4 y 7
muestran una pequeña desviación (en una y otra dirección, respectivamente), 2-3 y 8-
9 indican una gran desviación, y 1 y 10 son valores extremos. Todas estas posiciones
deben entenderse como relativas a la población específica sobre la cual se ha
realizado la normalización o tipificación.
De esta manera, en las descripciones de las escalas primarias y dimensiones
globales, indicadas en los apartados siguientes, las zonas aludidas como “polo bajo” y
“polo alto” se refieren a los decatipos 1-3 y 8-10. En cada uno de estos polos se
encuentra el 16% de la población, y en la zona central quedan comprendidos los dos
tercios (68%) de la misma.
Las correlaciones entre los 16 factores son bajas. Son, por tanto, factores bastante
independientes. En el cuestionario figuran primero los factores mejor definidos
estadísticamente, quedando al final los más flojos. Los factores, por tanto, están
ordenados según la cuantía de la varianza o importancia de su contribución.
Las escalas primarias están identificados de la siguiente manera: A, B, C, E, F, G,H,
I, L, M, N, O, Q1, Q2, Q3, yQ4.
La interpretación de los factores se basa en cuán alta (8, 9 ó 10) o baja (1, 2 ó 3) es
la puntuación obtenida para cada uno de éstos. Por esta razón se habla de que una
persona sea, por ejemplo, A+ o A-, y así sucesivamente con los demás factores.
En cuanto a los ítems que miden cada dimensión, el Consejo Federal de Colegios
Oficiales de Psicólogos en su Evaluación del Test 16 PF, señalaron que “no es
posible saber qué ítems forman parte de cada uno de los rasgos de primer orden ni
cómo éstos se combinan para formar las cinco dimensiones globales de
personalidad.“ (p. 4), añadiendo además que no se conocen cuáles son los ítems
concretos que conforman cada factor.
Escala de Valoración de la Conducta Violenta y Riesgo de Reinserción (EVCV-RR)
Jiménez, Sánchez, Merino y Ampudia (2010) pertenecientes a la Facultad de
Psicología de la Universidad de Salamanca, se proponen realizar un estudio con el
objetivo de dar como resultado la elaboración de una Escala que está basada en el
HCR-20 y el PCL-SV, presentando además una estructura de pesos ponderativos de
sus ítems, la cual pueda ayudar a los psicólogos a predecir y evaluar la conducta
violenta y el riesgo de reincidencia.
La Escala es una entrevista guiada estructurada que se combina con información
previamente obtenida por otros medios (expediente del centro, fundamentalmente); se
utiliza una metodología actuarial y clínica que se compone de un total de 27 ítems a
los que se les ha asignado un peso ponderativo diferente según la información
obtenida. Estos 27 ítems se encuentran distribuidos, en tres bloques: 4 ítems (14,81%)
refieren distintas variables sociobiográficas (1 al 4.), 10 (37,04%) hacen referencia a
la problemática específicamente carcelaria (ítems 5 al 13 y el 27) y los 13 restantes
(48,15%) son considerados como variables específicas de la Psicopatía en sus
distintas versiones (PCL-R de Hare, 1991, 2003; y PCL: SV de Hart, Cox, y Hare,
1995). Con esta composición, los autores han pretendido valorar específicamente el
comportamiento del interno dentro de las cárceles, dando respuesta a tres cuestiones
básicas y fundamentales en la elaboración de los preceptivos informes de los
profesionales que trabajan en este tipo de centros, como lo son la violencia, la
psicopatía y la reincidencia en los delitos cometidos.
En la EVCV-RR se observan tres columnas: en la izquierda (Ítem/descripción), se
describe el objetivo del ítem, aquella información que se desea obtener para poderla
especificar en la siguiente columna (Obtención de información: archivos/entrevista),
para finalizar con la Valoración (Val.) donde se ha de anotar la puntuación final
obtenida. Esta puntuación se obtiene, según plantean los autores, combinando la
valoración de la información obtenida en los archivos del centro y de la entrevista
realizada. Describen además que la mayoría de los ítems son calificados en una escala
ordinal de 4 puntos (0 = nada; 1 = algo; 2 = bastante; 3 = mucho) según se pueda
apreciar que las respuestas obtenidas por los individuos se ajustan de forma razonable
a aquello que se pretende evaluar, siendo el objetivo del ítem propuesto.
Dicho estudio se realizó con un diseño cuasi experimental, donde se analizaron la
conducta de 49 internos que cumplen condena en un centro penitenciario, siendo
considerados 21 de ellos como violentos y 28 como no violentos. Adicionalmente, se
llevó a cabo la consistencia interna de los ítems que componen la escala, la
composición de sus factores fundamentales y su precisión diagnóstica a través del
“Receiver Operating Characteristic” (ROC). Los resultados mostraron la escala con
una consistencia interna (α = ,835) y precisión diagnóstica (AUC = ,904) aceptables,
siendo capaz de diferenciar de forma significativa, las puntuaciones medias obtenidas
por los dos grupos con un buen índice de Cohen (d = 1,70).
Procedimiento
Se iniciará con un contacto con el profesional de Psicología de la Comandancia Policial del Estado Lara, a quienes se les presentará la investigación y se mantendrá una conversación sobre los fines de la misma y el impacto que podría presentar en la población recluida. Posteriormente se procederá a evaluar la situación de la subcultura que se vive en dichos espacios a través de entrevistas y conversatorios, para así tener un contexto de la muestra que se utilizaría en la presente investigación. Luego, se pasará a realizar la aplicación de una batería de pruebas compuesta por el instrumento psicométrico 16 PF y la Escala de Valoración de la Conducta Violenta y Riesgo de Reinserción (EVCV-RR) en una población de 150 personas, seleccionando únicamente una muestra de 60 sujetos. En la presentación, se les dará a conocer a los sujetos evaluados que el estudio lo llevará a cabo una estudiante de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”, específicamente la carrera de Psicología, como trabajo de grado para la obtención de su título Universitario.
Igualmente se les explicará que todos los instrumentos aplicados y las entrevistas serían realizadas en anonimato, por lo cual no serán solicitados los datos de ninguna persona sino únicamente las iniciales y su edad, lo que les brinda la oportunidad de disfrutar de toda tranquilidad para responder y expresar su realidad de vida; asimismo se les dará a conocer que no habrán respuestas incorrectas o correctas, ni personas buenas o malas.
La aplicación de instrumentos tendrá una duración aproximada de 2 meses, adicional a 1 mes y medio de procesamiento de datos y su respectiva conclusión.
ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS
La presente investigación buscó generar aportes a la problemática social vinculada
a la violencia que se vive en Venezuela, para lo cual se planteó como hipótesis
alternativa de la investigación, la influencia que tienen los rasgos de personalidad en
las conductas violentas de los sujetos privados de libertad (H∆: µga ≠ µgb), y como
hipótesis nula que los rasgos de personalidad no tienen influencia en las conductas
violentas de los sujetos en estudio (Ho: µga = µgb).
De esta manera, se formularon una serie de objetivos que buscan ir desarrollando
el estudio a fin de dar respuesta a la interrogante enmarcada en verificar si son los
rasgos de personalidad una variable que influye en tales comportamientos violentos.
Por consiguiente, para dar cumplimiento al primer objetivo de estudio que consistió
en identificar la presencia o ausencia de conductas violentas en los sujetos de estudio,
se determinó con la confiabilidad de la Escala de Valoración de la Conducta Violenta
y Riesgo de Reinserción (EVCV-RR), donde se alcanzó una aceptable coherencia
calculada a través del índice de fiabilidad Alfa de Cronbach (α = 0,81), el cual se
obtiene con la siguiente fórmula:
Dicha confiabilidad se realizó con 17 ítems y una muestra de 60 sujetos privados
de libertad, el cual arrojó un valor indicativo de alta confiabilidad y consistencia
interna en la prueba.
Adicionalmente, se llevó a cabo el análisis de las correlaciones entre los 17 ítems
evaluados dentro de la Escala para determinar alguna relación entre los mismos,
trabajando con un nivel de significancia de 0,05, donde se pudo evidenciar la
presencia de correlaciones positivas entre la impulsividad y la reincidencia (.277),
vida parásita con ausencia de metas (.284), vida parásita con autovalía (.316), la
conducta irresponsable con la autovalía (.307), así como también la conducta
incontrolada con conducta irresponsable (.286).
Por su parte, también se presentaron correlaciones negativas, como en el caso del
tipo de delito con los problemas de conducta en la infancia (-.285), el afecto
superficial con la impulsividad (-.310), el encanto superficial con la ausencia de
metas (-.308), la irresponsabilidad propia (-.298) y mentiroso (-.270); de igual modo,
la irresponsabilidad propia obtuvo correlación negativa con el tiempo en prisión (-
.258) y los problemas de conducta en la infancia (-.282), siendo el encanto superficial
(-.295) y el aspecto de mentiroso (-.285) aquellos vinculados al consumo de drogas
(ver anexos Nº 4).
Obtenidos dichos resultados, se realizó la aplicación del instrumento para dividir la
muestra de 60 sujetos entre los grupos con presencia (35 sujetos) y ausencia de
conductas violentas (25 sujetos), trabajando específicamente con los delitos de
Homicidio (14 sujetos), Robo agravado (12 sujetos), Violación (08 sujetos),
Secuestro (14 sujetos) y Distribución de drogas (12 sujetos) por ser aquellos con
mayor reincidencia dentro de los 60 sujetos que conformaron la muestra, donde 25
sujetos son funcionarios policiales inactivos y 35 son civiles, siendo específicamente
para el grupo con presencia de conductas violentas un total de 12 policías y 23
civiles, mientras que para el grupo con ausencia de conductas violentas son un total
de 13 policías y 12 civiles.
La clasificación se realizó utilizando las puntuaciones de un extremo inferior (0)
para indicar la poca presencia o ausencia del aspecto descrito en el ítems y las de un
extremo superior (3) para indicar presencia del mismo. Este tipo de asignación
supone, que a mayor puntuación obtenida dentro de la escala, mayor es la presencia
de conductas violentas y riesgos de reinserción en el sujeto.
Por otra parte, a menor puntuación obtenida, menor es el grado de ejecución de
violencia y el riesgo de reincidir en los delitos cometidos, implicando una actitud más
favorable a la reinserción social y el cambio; dentro de los resultados obtenidos se
aprecia que 35 sujetos entrevistados forman parte del grupo con presencia de
conductas violentas y 25 del grupo con ausencia de dicha conducta (ver tabla N° 3;
ver gráfico Nº 1).
Tabla N° 3
Estadísticos descriptivos de la Escala de Valoración de la Conducta Violenta y
Riesgo de Reincidencia (EVCV-RR)
N Mínimo Máximo Media Desv. típ. Tiempo Prisión 60 0 1 ,78 ,415
Tipo Delito 60 0 3 2,03 1,484
Afecto Superficial 60 0 2 1,17 ,763
Conducta Incontrolada 60 0 3 1,55 ,746
Impulsividad 60 1 3 1,83 ,668
Vida parásita 60 0 2 1,00 ,368
Ausencia metas 60 0 3 ,97 ,974
Conducta Irresponsable 60 0 3 1,15 ,799
Problemas conducta en la Infancia 60 0 3 1,35 ,988
Ausencia Remordimiento 60 0 3 2,07 ,778
Ausencia empatía 60 0 2 ,65 ,659
Encanto superficial 60 0 3 2,13 ,833
Autovalía 60 0 3 1,48 ,873
Consumo de Drogas 60 0 3 1,70 1,499
Irresponsabilidad propia 60 0 3 ,33 ,729
Mentiroso 60 0 2 ,32 ,567
Reincidencia 60 0 3 2,52 ,748
N válido (según lista) 60
Dentro del estadístico descriptivo se evidencian aspectos relevantes a través de la
media obtenida por el grupo muestral de la actual investigación, donde se observa que
los sujetos para el ítems de tiempo en prisión presentan mayor cercanía al valor
máximo, el cual representa un tiempo estimado entre 1 a 5 años en prisión, mostrando
además rasgos impulsivos, teniendo poco o ningún remordimiento por los actos
delictivos cometidos, caracterizándose por poseer encanto superficial, ser reincidentes
en los delitos al menos una vez, así como ser consumidores de drogas, lo cual será
verificado posteriormente con una correlación de dicha variable y los grupos
muéstrales.
Grafico Nº 1
Medias de la Escala de Valoración de la Conducta Violenta y Riesgo de Reincidencia
(EVCV-RR)
Luego de identificar los sujetos con presencia y ausencia de conductas violencia,
se ejecutó la agrupación de los mismos para posteriormente verificar el segundo
objetivo del estudio, el cual busca conocer en los sujetos con presencia y ausencia de
conductas violentas los rasgos de personalidad de extraversión, ansiedad, dureza,
independencia y autocontrol, siendo las cinco dimensiones globales que mide el
instrumento psicométrico 16 Factores de Personalidad (16PF).
De esta manera, se procedió inicialmente a realizar un estadístico descriptivo del
instrumento de personalidad para obtener los valores de la media de cada dimensión
global evaluada por el mismo, siendo estas la Ansiedad (5.71), la Extraversión (6.06),
el Autocontrol (5.06), la Dependencia (5.48) y la Dureza (3.28) (ver tabla N° 4; ver
gráfico Nº 2).
Tabla N° 4
Estadísticos descriptivos del Instrumento Psicométrico 16 Factores de Personalidad
de R. Cattell.
N Mínimo Máximo Media Desv. típ.
Ansiedad 60 4,1 7,4 5,715 ,9352 Extraversión 60 1,5 9,7 6,068 2,1536 Autocontrol 60 2,5 7,8 5,068 1,4755 Dependencia 60 2,3 9,2 5,482 1,8300
Dureza 60 1,0 7,3 3,288 1,9889 N válido (según lista) 60
Gráfico Nº 2
Media de las dimensiones globales del Instrumento Psicométrico 16 Factores de
Personalidad de R. Cattell.
Una vez obtenidos los resultados de las medias de cada dimensión global de
personalidad, se aplica el tercer objetivo del estudio, el cual busca comparar la
presencia o ausencia de conductas violentas con los rasgos de personalidad para
comprobar explícitamente cuáles son los relacionados particularmente a los
comportamientos en estudio.
En función de esto, se evidencia la presencia de puntuaciones más altas en las
medias de los grupos con presencia de conductas violentas dentro de los rasgos de
Ansiedad (5,79), Extraversión (6,34) y Dependencia (5,60), resultando las
dimensiones restantes como Autocontrol (5,24) y Dureza (3,32) con puntuaciones
más altas en el grupo con ausencia de conductas violentas (ver tabla Nº 5; ver gráfico
Nº 3)
Tabla N° 5
Estadísticos de grupo: Rasgos de personalidad y Conductas violentas
violencia N Media Desviación típ. Error típ. de la media
Ansiedad presencia 35 5,7943 ,95083 ,16072
ausencia 25 5,6040 ,92036 ,18407
Extraversión presencia 35 6,3457 2,04383 ,34547
ausencia 25 5,6800 2,28364 ,45673
Autocontrol presencia 35 4,9400 1,37610 ,23260
ausencia 25 5,2480 1,61610 ,32322
Dependencia presencia 35 5,6000 1,96858 ,33275
ausencia 25 5,3160 1,64131 ,32826
Dureza presencia 35 3,2657 1,97409 ,33368
ausencia 25 3,3200 2,04980 ,40996
Gráfico Nº 3
Comparación de medias entre las conductas violentas y los rasgos de personalidad
Es importante acotar que éstas dimensiones globales se consolidan por la
agrupación de una serie de escalas que completan los 16 factores de personalidad que
mide el instrumento psicométrico, las cuales definen las características de
personalidad del sujeto según los polos altos o bajos que pueda alcanzar, arrojando
una descripción según cada valor y además, brindando una impresión general de los
sujetos con puntuaciones altas o bajas en todas las dimensiones estudiadas (ver
anexos N° 5).
Se enfatiza de esta manera en que las puntuaciones obtenidas por los sujetos con
presencia de conductas violentas, se asocian con mayor énfasis a una descripción
general de personalidad que menciona cómo el sujeto afable va a suscitar en los
demás refuerzos sociales (afecto, atención, aprobación), lo que va a inclinar al
individuo a ser menos tímido, más entusiasta y con menor necesidad de privacidad,
con abatimiento y agobio, con características de independencia, habilidades de
persuasión, competitividad y conducta voluntariosa, así como también agresividad,
impulsividad y dificultad para aplazar la satisfacción de necesidades
Por su parte, las puntuaciones del grupo de sujetos con ausencia de conductas
violentas se asocian a una persona reservada, poco sensible, práctica y resistente al
cambio, con capacidad para contener sus impulsos, aplazar necesidades y actuar de
un modo más aceptable a nivel personal y social.
Es importante acotar que para esta investigación se empleó una formula de t de
Student para muestras independientes, determinando el valor de la t de cada
dimensión global de personalidad, además de saber si hay diferencias significativas
en los rasgos de personalidad de la población con presencia y ausencia de conductas
violentas según puntuaciones de la media, utilizando un nivel de significancia de 0,5.
Inicialmente se verificaron los datos del test de Levene donde se observa que sus
valores no son significativos, por lo cual se asume la igualdad de varianzas y se
trabaja en los resultados de la prueba t con los datos de la fila superior que indican
que se ha asumido varianzas iguales. Por ende, se concluye que no hay diferencias
significativas, por lo cual no se realiza el cálculo del tamaño del efecto (ver anexos
N° 6).
Adicionalmente, para contrastar información obtenida de previas investigaciones,
se determinan los valores del rasgo de neuroticismo, aislamiento y liderazgo en
ambos grupos muéstrales, buscando comprobar alguna similitud o diferencia dentro
de dichas puntuaciones, permitiendo entonces evaluar si tal rasgo, es más
significativo en alguno de los dos grupos estudiados, por lo cual se inicia realizando
el estadístico descriptivo para conocer los valores de la media de cada rasgo,
arrojando datos en Neuroticismo (6,30), Aislamiento (5,94) y Liderazgo (5,04) (ver
tabla N° 6; ver gráfico Nº 4).
Tabla N° 6
Estadísticos descriptivos de las Ecuaciones derivadas de perfiles del 16PF de R.
Cattell.
N Mínimo Máximo Media Desv. típ.
Neuroticismo 60 3,7 8,1 6,302 1,0814 Aislamiento 60 2,1 10,0 5,945 2,3398 Liderazgo 60 2,5 7,9 5,047 1,4045
N válido (según lista) 60
Gráfico Nº 4
Medias de las Ecuaciones derivadas de perfiles del 16 PF de R. Cattell.
Posteriormente, se procede a comparar los grupos de muestra con cada rasgo
adicional que se está corroborando, identificando mayor neuroticismo y aislamiento
en aquellos sujetos con ausencia de conductas violentas, así como mayor liderazgo en
el grupo de sujetos con presencia de tales conductas (ver tabla N° 7; ver gráfico Nº 5)
Tabla N° 7
Estadísticos descriptivos de las Conductas Violentas y las Ecuaciones derivadas de
perfiles del 16PF de R. Cattell. Violencia N Mínimo Máximo Media Desv. Típ. Ausencia Neuroticismo 25 4,6 8,1 6,612 1,1333
Aislamiento 25 2,1 10,0 6,876 2,6305 Liderazgo 25 2,5 7,9 4,852 1,3198
N válido (según lista) 25 Presencia Neuroticismo 35 3,7 7,9 6,080 1,0005
Aislamiento 35 3,1 9,6 5,280 1,8771 Liderazgo 35 2,7 7,7 5,186 1,4649
N válido (según lista) 35
Gráfico Nº 5
Comparación de medias de las Conductas Violentas y las Ecuaciones derivadas de
perfiles del 16 PF de R. Cattell.
Continuamente, para considerar la posibilidad de que dichas conductas violentas
no sean únicamente una causa o consecuencia de los rasgos de personalidad de los
sujetos, se realizó una correlación entre ambos grupos con dos de las variables
controladas en esta investigación, como es el caso del consumo de drogas y la edad
(mayores de 18 años) para evaluar la posible asociación de éstas con los rasgos de
personalidad y las conductas violentas.
En los datos arrojados se evidencia correlación negativa, con un nivel de
significancia de 0,05, entre el consumo de drogas y la edad (-.279), acotando que
dicho consumo no guarda correlación con la ausencia o presencia de conductas
violentas, al menos en la muestra de 60 sujetos utilizada para la presente
investigación (ver tabla N° 8).
Tabla N° 8
Correlaciones entre Violencia, Consumo de Drogas y Edad
Variables r p
Violencia – Consumo de drogas ,148 ,260
Violencia – Edad -,126 ,338
Edad – Consumo de drogas -,279 ,031
Por otra parte, se buscó determinar los valores obtenidos por cada grupo dentro de
los perfiles profesionales que evalúa el instrumento 16 PF, donde se obtuvieron datos
que permiten inclinar hacia diversas áreas señaladas a continuación, los posibles
planes de reinserción e inserción social para los Centros Penitenciarios, definiendo
inicialmente las medias obtenidas dentro de cada una de esas área, arrojando para el
área Artística (5,28), Comercial/Administrativa (5,50), Deportiva (4,68),
Socio/Humana (5,47) y Técnica/Científica (5,42) (ver tabla Nº 9; ver gráfico Nº 6).
Tabla N° 9
Estadísticos descriptivos de la Comparación de Perfiles Profesionales del 16PF de R.
Cattell.
N Mínimo Máximo Media Desv. típ. Artística 60 1 10 5,28 3,059
ComercialAdministrativa 60 2 8 5,50 1,771 Deportiva 60 2 10 4,68 1,864
SocioHumana 60 3 8 5,47 1,214 TécnicaCientífica 60 3 8 5,42 1,225
N válido (según lista) 60
Gráfico Nº 6
Media de las áreas de Comparación de Perfiles Profesionales del 16PF de R. Cattell.
De esta manera, al realizar la contrastación con las medias obtenidas por el grupo
con presencia y ausencia de conductas violentas según cada área, se evidencia que
para aquellos ejecutores de mayores niveles de violencia, un plan de reinserción
social debe ir enfocado principalmente a socioeducar y capacitar en aspectos
comerciales/administrativos, deportivos, socio humanos y técnicos científicos,
mientras que en el grupo con menor grado de violencia deben ser capacitados en el
área artística (ver tabla N° 10; ver gráfico Nº 7)
Tabla N° 10
Estadísticos descriptivos de las Conductas Violentas y los Perfiles Profesionales del
16PF de R. Cattell. Violencia N Mínimo Máximo Media Desv. típ. Ausencia Artística 25 1 10 5,64 3,239
Comercial Administrativa 25 3 7 5,04 1,369 Deportiva 25 2 8 4,60 1,915 Socio Humana 25 3 8 5,28 1,400 Técnica Científica 25 3 7 5,36 1,287 N válido (según lista) 25
Presencia Artística 35 1 10 5,03 2,945 Comercial Administrativa 35 2 8 5,83 1,963 Deportiva 35 2 10 4,74 1,853 Socio Humana 35 3 8 5,60 1,063 Técnica Científica 35 3 8 5,46 1,197 N válido (según lista) 35
Gráfico Nº 7
Comparación de las medias entre las Conductas Violentas y los Perfiles Profesionales
del 16PF de R. Cattell.
Sin embargo, para el presente estudio, más allá de evaluar dicha inserción y
reinserción desde el enfoque de los ejecutores de mayor o menor grado de violencia,
fue importante indagar en la determinación de un programa de reinserción e inserción
social basado en la tipología del delito en el que el sujeto ha reincidido con mayor
significancia, acotando que éste aspecto no es un objetivo establecido en la
investigación sino por el contrario, un aporte que se otorga debido a que es esto lo
que lo está conduciendo a formar parte de los sujetos privados de libertad en el
Estado Lara y por ende, es en dicho aspecto donde se debe trabajar, basados en su
reincorporación apropiada y orientada a la sociedad, por lo cual se realizó el
estadístico descriptivo según tipología del delito (ver tabla N° 11; ver gráfico Nº 8).
Gráfico Nº 8
Comparación de los valores de las medias de los Perfiles Profesionales del 16PF de
R. Cattell según tipología del delito
Tabla N° 11
Estadísticos descriptivos de las Tipologías del Delito y los Perfiles Profesionales del 16PF de
R. Cattell.
Tipología Delito N Mínimo Máximo Media Desv. típ. Homicidio Artística 14 1 9 3,86 2,656
Comercial Administrativa 14 5 8 7,00 1,177 Deportiva 14 2 6 3,71 1,139 Socio Humana 14 5 7 5,86 ,770 Técnica Científica 14 4 7 5,64 ,745 N válido (según lista) 14
Robo agravado Artística 12 3 7 5,50 1,314 Comercial Administrativa 12 2 6 3,58 1,165 Deportiva 12 3 10 6,58 1,832 Socio Humana 12 3 5 4,33 ,651 Técnica Científica 12 3 6 4,33 ,888 N válido (según lista) 12
Secuestro Artística 14 6 10 9,43 1,158 Comercial Administrativa 14 4 8 5,29 1,383 Deportiva 14 2 6 3,43 1,505 Socio Humana 14 5 8 6,57 ,756 Técnica Científica 14 6 8 7,00 ,392 N válido (según lista) 14
Distribución de Drogas
Artística 12 1 7 4,33 1,775 Comercial Administrativa 12 3 7 4,83 1,403 Deportiva 12 3 7 5,75 1,288 Socio Humana 12 3 6 4,42 ,996 Técnica Científica 12 3 7 4,58 ,996 N válido (según lista) 12
Violación Artística 8 1 2 1,63 ,518 Comercial Administrativa 8 7 8 7,38 ,518 Deportiva 8 3 6 4,37 1,061 Socio Humana 8 5 6 5,88 ,354 Técnica Científica 8 5 5 5,00 ,000 N válido (según lista) 8
En los datos expuestos anteriormente se evidencia información relevante que
diferencia a los grupos según delito y comparación de perfiles profesionales,
arrojando dentro de los sujetos Homicidas mayores puntuaciones en la media del área
Comercial/Administrativa (7,00), Socio/Humana (5,86) y Técnica/Científica (5,64);
para aquellos de Robo agravado se debería enfocar en áreas como la Artística (5,50) y
la Deportiva (6,58); asimismo, para el grupo de secuestradores el trabajo debe
realizarse enfocado en el área Artística (9,43), Socio/Humana (6,57) y
Técnica/Científica (7,00), siendo importante acotar acá el elevado valor de la media
artística, lo cual debe ser un aspecto significativo a tomar en cuenta dentro de los
programas de reinserción social.
Continuamente, los sujetos que han sido distribuidores de drogas, quienes además
presentaron los menores niveles de violencia, pueden ser trabajados desde el aspecto
deportivo (5,75) mientras que en el sujetos con delito de violación se debe enfocar la
capacitación a las áreas Comercial/Administrativa (7,38) y Socio/Humana (5,88).
Para realizar un trabajo más general, si así se desea realizar, se pueden agrupar los
programas de reinserción según delitos, considerando que algunos coinciden en las
áreas profesionales (ver tabla N° 12)
Tabla N° 12
Concordancia de área profesional según delitos
Área Tipología de Delitos
Artística Robo agravado Secuestro
Comercial/Administrativa Homicidio Violación
Deportiva Distribución de Drogas Robo agravado
Socio/Humana
Homicidio Secuestro Violación.
Técnica/Científica Homicidio Secuestro
DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS
El objetivo de la presente investigación consistió en determinar la influencia de los
rasgos de personalidad en las conductas violentas de los sujetos masculinos mayores
de 18 años recluidos en la Comandancia Policial del Estado Lara.
Para esta investigación se trabajó específicamente con los delitos de Homicidio,
Robo agravado, Violación, Secuestro y Distribución de drogas debido a que son los
que presentan mayor grado de reincidencia dentro de los 60 sujetos que conformaron
la muestra, los cuales concuerdan con aquellos que destacan en el país según
información del Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalísticas (2005).
Asimismo, en coherencia con el Observatorio Venezolano de Violencia (2007), el
cual describe en su Informe anual de violencia que el 94% de los encuestados
consideran que los organismos policiales están involucrados en hechos delictivos, la
presente investigación se desarrolló dentro de la Comandancia Policial del Estado
Lara por poseer tanto a la sociedad civil recluida, como a aquellos policías vinculados
a hechos delictivos.
En consonancia, a través de la presente investigación se comprobó la confiabilidad
de 17 ítems (α = ,816) de la Escala de Valoración de la Conducta Violenta y Riesgo
de Reinserción (EVCV-RR) utilizada para distribuir sujetos con conductas violentas y
no violentas dentro de los Centros Penitenciarios, aplicando en esta investigación una
muestra de 60 sujetos, la cual presentó consistencia interna de la prueba, es decir, el
instrumento parece medir y clasificar adecuadamente a los sujetos lo cual concuerda
con los planteamientos de Jiménez, Sánchez, Merino y Ampudia (2010) quienes en su
investigación sobre dicha Escala, arrojaron una consistencia interna de α = ,835.
De esta manera, se realizó la agrupación de las muestras en los sujetos con
presencia y ausencia de conductas violentas, realizando dicha distribución según
valores de la media. Sin embargo, se acota que aquellos pertenecientes al grupo con
ausencia de dichas conductas, emplean violencia en menor número de situaciones,
con menor intensidad y como método de defensa personal dentro del Centro
Penitenciario; por el contrario, aquellos con presencia de conductas violentas son los
que durante la entrevista manifestaron agrado por cometer delitos donde la violencia
es un factor concurrente, mostrando goce al ejecutarlo y además, siendo promotores y
actores de tales conductas dentro de la cárcel, presentando continuas peleas internas.
En consiguiente, se observaron diferencias en las puntuaciones de los valores de
las medias, las cuales clasifican determinadas dimensiones globales con uno u otro
grupo, resultando la dependencia ser uno de los rasgo vinculados a los grupos con
presencia de conductas violentas, tal como lo describen Ortiz-Tallo et al., (2006) y
Winberg y Vilalta (2009) en los resultados de sus investigaciones, difiriendo de los
últimos en sus hallazgos en cuanto a rasgos compulsivos, puesto que según la
presente investigación y los datos arrojados por los primeros investigadores
mencionados, la impulsividad forma parte de lo que podría ser la descripción general
de la personalidad de aquellos sujetos pertenecientes al grupo violento, según datos
del 16PF.
En concordancia, ésta misma descripción general mencionada anteriormente,
muestra que los grupos violentos buscarán suscitar en los demás refuerzos sociales
(afecto, atención, aprobación), aunado a la característica de impulsividad antes
señalada, lo que se corrobora con los datos arrojados en la investigación sobre
Personalidad y Conducta Antisocial: amplificadores individuales de los efectos
conductuales de Sobral et al., (2000) quienes emiten resultados sobre la impulsividad
y tendencia a la búsqueda de sensaciones, empatía y autoestima dentro de los actores
de violencia.
Igualmente, en contraste con los resultados de la investigación de Gomá-i-
Freixanet et al. (2001), sobre personalidad y conductas delictivas autoinformadas en
jóvenes adultos, se concuerda en las puntuaciones elevadas en cuanto a sus medias en
la Extraversión dentro del grupo violento, así como resultados bajos o casi nulos en
Neuroticismo, presentando este último puntuaciones más altas dentro de los grupos
con ausencia de conductas violentas.
Asimismo, otra dimensión global que obtuvo valores más altos en la media de los
grupos con presencia fue la Ansiedad, lo cual según datos arrojados en la
investigación sobre perfiles delictivos, sentimientos de ira y tipo de violencia en
adolescente realizada por Forcada et al., (2009), son rasgos de personalidad que
forman parte de tales sujetos, sin embargo, mencionan además los trastornos por uso
de sustancia; vale la pena acotar que dentro del presente estudio, tal aspecto no tuvo
correlación significativa con la violencia sino con la edad de los sujetos.
En consiguiente, Cifuentes y Londoño (2011) explican que indicadores de
comportamiento antisocial en la infancia y adolescencia son desencadenante de tales
conductas en la adultez, lo cual es uno de los ítems que evalúa la Escala utilizada para
medición de violencia en esta investigación, siendo un aspecto a considerar dentro del
grupo con presencia de conductas violentas.
Por ende, según resultados de las puntuaciones de la media y en contraste con
previas investigaciones, aquellos individuos que han sido ejecutores de violencia
tienden a tener puntajes más elevados en rasgos de personalidad como la ansiedad,
dependencia y extraversión, así como también alto liderazgo, lo cual puede asociarse
a aquellos líderes en las prisiones llamados “Pranes”, quienes para optar a esa
posición o cargo participan en diversos encuentros violentos conocidos como
“coliseos”, el cual es uno de los sucesos ocurridos en el año 2007 en el Centro
Penitenciario Centroccidental Uribana ubicado en el Estado Lara, donde la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (2007) muestra cifras de alrededor de 98
muertos y 228 heridos, lo cual posicionó a dicha cárcel como aquella con las cifras
más altas de violencia.
Por su parte, los sujetos que no se asocian consecuentemente a escenarios de
violencia presentan puntuaciones más elevadas en los rasgos de personalidad de
autocontrol y dureza.
Sin embargo, a pesar de las diferencias observadas en las puntuaciones de las
medias, los datos arrojados por la t de Student para muestras independientes dejan en
evidencia que no hay diferencias significativas entre las dimensiones globales y los
rasgos de personalidad, por lo cual se enfatizan en una serie de fundamentos que han
generado influencia en tales resultados, entre estos pueden mencionarse las
investigaciones de Ortiz-Tallo et al., (2006), Winberg y Vilalta (2009), Sobral et al.,
(2000), Gomá-i-Freixanet et al., (2001), Forcada et al., (2009), y Cifuentes y
Londoño (2011), los cuales presentaron dentro de las características de su muestra
que trabajaron con el género femenino y masculino, añadiendo que sus estudios
contaron con tamaños muéstrales que oscilan entre 436 a 3186 sujetos, con la
salvedad de las investigaciones de Ortiz-Tallo et al., (2006) y Winberg y Vilalta
(2009) que contaron con muestras menores a 100 personas.
Así, sus investigaciones se basaron principalmente en correlacionar variables de
estudio, aplicando pruebas estadísticas diferentes para el análisis de los resultados y
contando con una batería de pruebas distinta a las utilizadas en la actual
investigación, añadiendo que no fueron realizadas dentro de la cultura Venezolana,
por lo cual no presentan la influencia social del país y de la subcultura carcelaria que
sumergen a la realidad de éstos Centros Penitenciarios.
Por consiguiente, se considera importante para la continuidad de investigaciones
en ésta área y proximidad de resultados con la realidad del país, replicar este estudio
basándose en una muestra con ausencia de conductas violentas que no esté recluida
en Centros Penitenciarios, así como también ampliar el grupo de sujetos muéstrales y
añadir grupos de género femenino para determinar alguna alteración en los
resultados.
De la misma manera, se deja a consideración de otros investigadores contrastar estos datos con el resultado de una investigación basada en los mismos objetivos pero con Instrumentos de recolección de datos distintos a los aplicados en este estudio, a fin de verificar la existencia de alguna diferencia importante para el abordaje y las soluciones del tema de la violencia en Venezuela.
CONCLUSIONES
El problema de la violencia ha cobrado importancia en los últimos años dentro de
Latinoamérica y de Venezuela, debido a las elevadas cifras que se presentan, donde
un 46% de hogares han sido víctimas de diversos delitos, por lo cual se ha
profundizado tal fenómeno dentro de las investigaciones criminológicas vinculándolo
a las características de personalidad, siendo ésta uno de los aspectos que dan cabida al
desarrollo de la presente investigación, la cual se realiza en un intento por describir y
comprender dicho problema, así como otorgar una aproximación a la posible
reducción de las consecuencias que está generando en la sociedad.
Por ello, el objetivo principal de la presente investigación consistió en determinar
la influencia de los rasgos de personalidad en las conductas violentas de los sujetos
masculinos mayores de 18 años recluidos en la Comandancia Policial del Estado
Lara.
De esta manera, en relación a la influencia de los rasgos de personalidad en las
conductas violentas, se hallaron diferencias en las puntuaciones de las medias
obtenidas para cada dimensión global, resultando la Ansiedad, Extraversión y
Dependencia más altas en grupos con presencias de conductas violentas, mientras que
la Dureza y Autocontrol con puntuaciones más elevadas en sujetos con ausencia de
dichas conductas, lo cual podría dar a entender que si existe una diferencia entre
ambos grupos muéstrales con los rasgos de personalidad asociados a los mismos en
cuanto a las puntuaciones de las medias.
Sin embargo, pese a la diferencia en las puntuaciones obtenidas en la media de
cada dimensión global según presencia o ausencia de conductas violentas, los datos
arrojados por la t de Student para muestras independientes deja en evidencia que no
hay diferencias significativas entre las dimensiones globales y los rasgos de
personalidad, por lo cual se aprueba la hipótesis nula (Ho) que menciona que los
rasgos de personalidad no tienen significancia alguna en las conductas violentas de
sujetos en estudio, rechazando de esta manera la hipótesis alternativa que destaca la
influencia de los rasgos de personalidad en las conductas violentas (H∆).
Por lo anterior, se enfatiza en lo señalado por Crespo (2006) en su investigación,
donde menciona la realidad de la subcultura carcelaria existente dentro de los Centros
penitenciarios del país donde se emplea violencia para poder sobrevivir, por ende,
una de las razones por la cual los datos no dan estadísticamente significativos se debe
a que aquellos sujetos asociados al grupo con ausencia de conductas violentas
también son ejecutores de tales comportamientos bajo diversas situaciones aunque en
menor grado, por lo cual los resultados no son coincidentes con los arrojados en las
investigaciones de Ortiz-Tallo et al., (2006), Winberg y Vilalta (2009), Sobral et al.,
(2000), Gomá-i-Freixanet et al. (2001), Forcada et al., (2009), y Cifuentes y Londoño
(2011) quienes basaron sus estudios en culturas ajenas a Venezuela, añadiendo que
únicamente Ortiz-Tallo et al., (2006) y Cifuentes y Londoño (2011) presentan como
característica del grupo muestral que éstos se encuentren privados de libertad.
Adicionalmente, las características de las muestras no son similares puesto que
todos los investigadores antes mencionados trabajaron con sujetos de género
femenino y masculino, además de muestras que oscilan entre 436 a 3186 sujetos,
siendo únicamente similar el tamaño muestral con las investigaciones de Ortiz-Tallo
et al., (2006) quienes utilizaron 54 sujetos, así como también con el estudio de
Winberg y Vilalta (2009) los cuales trabajaron con 86 individuos.
Del mismo modo, otro factor que influye en los resultados obtenidos se enfoca en
el tipo de investigación donde la mayoría realizó estudios de tipo correlacional,
aplicando estadísticos como Pearson, ANOVA y Análisis de regresión, los cuales
difieren del aplicado para el estudio actual, el cual es de tipo causal comparativo con
un estadístico basado en la prueba t de Student para muestras independientes.
Se enfatiza también en la diferencia dentro de los instrumentos de recolección de
datos empleados para cada estudio, los cuales no coinciden para la medición de
ninguna variable con los empleados en la presente investigación.
Por ende, basados en los planteamientos expuestos anteriormente, se reitera la
importancia que presentó la diferencia en el tipo de investigación, el método
estadístico para el procesamiento de datos, las características de la muestra, la
condición de privativa de libertad, el género y los instrumentos psicométricos para
medición de violencia utilizados en las investigaciones previas con los resultados
obtenidos en el presente estudio, indicando con mayor relevancia el aspecto de la
cultura Venezolana, la cual incluye además, una subcultura carcelaria expuesta a la
ejecución en menor o mayor grado de conductas violentas como mecanismo de
adaptación interna, lo cual forma parte de igual modo, de las diferencias con las
investigaciones previas.
LIMITACIONES Y RECOMENDACIONES
La limitación más importante en el presente estudio, fue la dificultad para
conseguir una muestra más numerosa de los Centros Penitenciarios, así como ingresar
a la cárcel principal del Estado (Uribana), puesto que las situaciones internas de la
misma dificultan la posibilidad de emplear varios días para la aplicación, lo cual
ocurre de igual modo ante la posibilidad de obtener autorización para trasladar a más
de 05 internos para la aplicación de los instrumentos de investigación.
De igual modo, la poca información sobre investigaciones psicológicas realizadas
dentro de las cárceles del país, al igual que tampoco se encontró alguna que estuviera
relacionada a los Centros Penitenciarios o Comandancias Policiales ubicadas en el
Estado Lara. En este sentido, se recomienda replicar el estudio con una muestra más
grande y donde los sujetos puedan ser pertenecientes a la Comandancia Policial del
Estado Lara y el Centro Penitenciario Centroccidental “Uribana”.
Por otra parte, sería importante que los datos de esta investigación sean
complementados con nuevas investigaciones que adapten la muestra tomando en
cuenta sujetos no privados de libertad para ser agrupados dentro del grupo con
ausencia de conductas violentas de modo de controlar el factor de la subcultura
carcelaria, siendo también relevante realizarlo con una comparación entre los géneros
de modo de evaluar si tales características de personalidad son realmente parte de la
influencia en la violencia o si por el contrario, es el género de los sujetos un factor de
impacto para la incidencia de conductas violentas.
Para finalizar, en esta investigación se arrojan ideas sobre el aporte que desde la
Psicología se pueden considerar para aplicar en la prevención y disminución de la
violencia dentro de la sociedad del Estado Lara y Venezuela, brindando un primer
esbozo de dichas propuestas puesto que la muestra utilizada no fue significativa para
generalizar en todo el país, ni siquiera en todo el Estado Lara; de esta manera, a
continuación se sugieren algunos aspectos y recomendaciones relevantes:
Como medida de prevención se plantea la verificación de los datos del perfil de
personalidad que adopta un sujeto ejecutor de violencia, quien además tiende a tener
mayor reincidencia en delitos, para aplicarlos dentro de las instituciones educativas
públicas y privadas a través de sus Departamentos de Orientación o con el apoyo de
Psicólogos educativos que realicen ese trabajo como servicio externo, buscando
identificar a tiempo posibles propulsores y/o ejecutores de tales comportamientos y
trabajar en evitar el desarrollo de tal aspecto.
Como medida de orientación, emplear a través charlas y/o actividades educativas,
sociales y recreacionales mensajes que guíen a los jóvenes sobre las oportunidades
que les brinda la continuidad académica y lejanía de hábitos inapropiados para un
positivo desarrollo de su vida, así como el alcance de oportunidades profesionales y
el goce pleno de la libertad.
Como primer esbozo de propuesta para reinserción e inserción social de los sujetos
privados de libertad (sociedad civil y cuerpo policial), resultan relevantes los datos
arrojados sobre las áreas de vinculación profesional y/o vocacional según la tipología
del delito, de modo tal que se recomienda realizar las capacitaciones y orientaciones
en función de educar en base a tales preferencias, de modo de estimular los intereses
propios de la persona, captando su atención y generando posiblemente una mayor
motivación de involucrarse en dichas capacitaciones, lo cual no ocurrirá aplicando
áreas de poco o ningún interés para los sujetos.
Como medida de redirección de cualidades, se plantea trabajar el aspecto de
liderazgo de los sujetos con presencia de conductas violentas en virtud de direccionar
esa cualidad hacia las normas de la sociedad en general y no de la subcultura
carcelaria, promoviendo esa fortaleza para el logro de sus metas positivas y la
participación apropiada en la interacción social y las metas profesionales.
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ANEXO N° 1
CLASIFICACIÓN DE LOS FACTORES DEL 16PF
CLASIFICACIÓN DE LOS FACTORES DEL 16PF
Factor A, el cual mide el carácter gregario del individuo; el grado en que la
persona busca establecer contacto con otras personas porque encuentra
satisfactorio y gratificante el relacionarse con éstas. Las personas que obtienen
puntuaciones altas (A+) tienen una mayor disposición hacia el afecto, tienden a
ser más cariñosos, expresivos, dispuestos a cooperar, generosos, activos, y no
temen a las críticas que puedan hacerse de su persona. Los A+ prefieren los
proyectos grupales en vez de la competencia a nivel individual, y disfrutan de
empleos que enfatizan la interacción social como las ventas, el trabajo social o la
enseñanza. Los A- tienden a ser más reservados, formales, inpersonales y
escépticos. Prefieren trabajar solos y son rígidos y precisos al hacer sus cosas;
pueden ser, en ocasiones, altamente críticos y rudos.
FACTORES DE PRIMER ORDEN
Factor B por su parte, mide inteligencia en base al predominio del pensamiento
abstracto o del pensamiento concreto; considerando el predominio del abstracto
como característico de una persona de inteligencia mayor y el concreto como
indicador de una inteligencia menor. Una persona con puntuaciones altas (B+)
demuestra tener un pensamiento abstracto y se le percibe como muy inteligente.
Puede captar, analizar y comprender rápidamente y con facilidad las ideas o
conceptos que se le presenten; y tienden a ser muy alertas. Los que obtienen
puntuaciones bajas (B-) tienden a interpretar la mayoría de las cosas de manera
literal y concreta. Tienen dificultades para comprender conceptos y para el
aprendizaje en general. Se les describe como lentos al reaccionar y de baja
inteligencia.
Factor C, está relacionado a la estabilidad emocional de la persona y a la manera
en que se adapta al ambiente que le rodea; determina específicamente la fortaleza
de ego. Puntuaciones altas (C+) son características de personas realistas y estables
emocionalmente. Se les considera maduros, con una alta fortaleza de ego; y se les
adjudica una capacidad para mantener sólida la moral de un grupo. Los que
obtienen puntuaciones bajas (C-) son por lo general personas que se frustran
rápidamente bajo condiciones no-satisfactorias, tienden a evadir la realidad y
tienen una fortaleza de ego muy baja. Estas personas se ven afectadas fácilmente
por los sentimientos, son neuróticos, la mayor parte del tiempo se encuentran
insatisfechos; y tienden a padecer de fobias, dificultades al dormir y problemas de
tipo psicosomático.
Factor E mide el grado de control que tiende a poseer la persona en sus relaciones
con otros seres humanos; se determina en términos de si es dominante o es
sumiso. Puntuaciones altas (E+) indican que la persona es muy dominante. A este
tipo de persona le resulta muy agradable y atractivo el estar en posiciones de
poder para controlar y criticar a otros. Son agresivos, competitivos, tercos,
asertivos y muy seguros de sí mismos. Tienden a ser muy autoritarios con otros y
no se someten a la autoridad. Las personas que obtienen puntuaciones bajas (E-)
tienden a ser sumisos, humildes y dóciles. Se dejan llevar fácilmente por otros,
son conformistas, pasivos y considerados. Debido a que les interesa evitar los
conflictos en sus relaciones interpersonales, se esfuerzan en complacer y en
ganarse la aprobación de los demás.
Factor F, relacionado al nivel de entusiasmo evidente en contextos sociales. Las
personas con puntuaciones altas (F+) tienden a ser altamente entusiastas,
espontáneas, expresivas y alegres. Estos individuos son muy francos, impulsivos y
mercuriales. Con frecuencia salen electos como líderes. Puntuaciones bajas (F-)
son características de personas más sobrias, prudentes, serias y taciturnas. Estas
personas son introspectivas, restringidas y, por lo general, pesimistas.
Factor G, mide la internalización de los valores morales; estructuralmente se
explora el superego según descrito por Freud. Altas puntuaciones en este factor
(G+) son representativas de personas altamente moralistas, conformistas,
responsables y concienzudas que tienden a actuar siempre de acuerdo a las reglas.
Los que obtienen puntuaciones bajas (G-) son personas que no se comportan de
acuerdo a las reglas, ni se someten por completo a las normas de la sociedad o de
su cultura. Su necesidad de logro se percibe como baja o ninguna, pero esto no
implica que no sean productivos. El que la persona salga bajo (G-) en este factor
no indica que ésta no experimente la presencia de su superego como una fuerza o
agencia interna de control; sino que responde a una serie de valores distintos a los
que establece la sociedad.
Factor H, mide la reactividad del sistema nervioso en base a la tendencia en la
persona de un dominio parasimpático o simpático. En las personas que obtienen
puntuaciones altas en este factor (H+) resulta dominante el sistema parasimpático.
Estas personas son capaces de funcionar bajo altos niveles de estrés, ignoran las
señales que indiquen o presagien peligros externos, les encanta correr riesgos y
disfrutan del éxtasis que les produce el ser aventureros. Puntuaciones bajas en este
factor (H-) son características de personas bajo el dominio de su sistema
simpático. Estas personas tienden a reaccionar de manera exagerada a cualquier
percepción de posible amenaza. Los H-se limitan a lo seguro, predecible y estable
para evitar situaciones o estímulos que puedan alterar su delicada homeostasis
interna.
Factor I, se utiliza para medir el predominio, ya sea de los sentimientos o del
pensamiento racional, en la persona en su toma de decisiones al conducirse en su
diario vivir. Los que obtienen puntuaciones altas (I+) funcionan bajo el dominio
de sus sentimientos. Estas personas tienden a ser muy emotivas y de una
sensibilidad extrema. Se les puede describir como distraídos, soñadores,
intuitivos, impacientes, temperamentales y, por lo general, no son muy realistas.
Los (I-) se rigen por su pensamiento racional, siendo muy prácticos y realistas.
Estos individuos son independientes, responsables, escépticos y, en ocasiones,
pueden resultar cínicos y rudos.
Factor L, explora la identidad social del individuo; específicamente mide en qué
grado la persona se siente identificado o unido a la raza humana en general. Los
que puntean alto (L+) poseen unas fronteras personales tan marcadas que se
desconectan del resto de la humanidad. Estas personas tienden a desconfiar de los
demás, y se ha encontrado que su comportamiento tiende a ser paranoico. Por
estas razones, las relaciones interpersonales de los L+ son generalmente
problemáticas, deteriorándose por el exceso de celos, sospechas y el escepticismo
de estos individuos. Las personas que obtienen bajas puntuaciones (L-) se
caracterizan primordialmente por sentirse uno con los demás. Estas personas no se
perciben como un mundo aparte, sino como parte de un mundo compuesto por
toda la humanidad. Los L-son personas que confían en los demás, se adaptan
fácilmente, se preocupan por sus compañeros, son abiertos, tolerantes y muy poco
competitivos.
Factor M, se basa en que los humanos pueden percibir de dos modos. La primera
manera de percibir se nutre del contacto directo entre los cinco sentidos y el
ambiente. La otra forma se compone mayormente de un diseño interno de
conexión subliminal de pensamientos y especulaciones que van organizando la
información. Las personas con altas puntuaciones (M+) se caracterizan por una
intensa vida interna. Estas personas van por el mundo sumergidas en sus
pensamientos, distraídos e inatentos a lo que sucede a su alrededor. Son seres con
una gran imaginación, muy creativos, poco convencionales e interesados sólo en
la esencia de las cosas. Los que salen bajos (M-) responden al mundo externo en
vez de al interno. Estas personas son muy realistas y prácticas; valoran lo concreto
y lo obvio. En términos de creatividad, los M-poseen niveles muy bajos o
inexistentes. En casos de emergencia, tienden a mantener la calma y son capaces
de resolver la situación.
Factor N, está relacionado a las máscaras sociales; describe en qué grado las
personas se ocultan, mostrando sólo aquellos rasgos que generen las respuestas
que desean obtener de los demás. Las personas que obtienen puntuaciones altas
(N+) tienden a ser calculadoras, frías, refinadas, diplomáticas y muy conscientes
socialmente. Los N+ se pueden describir como utilitaristas; usan sus destrezas
sociales para relacionarse con personas a las que les puedan sacar provecho para
realizar sus planes. Los que puntean bajo (N-) son personas genuinas, abiertas,
directas y sinceras que no se esfuerzan por impresionar a otros. Estos individuos
son muy espontáneos y auténticos; si quieren algo, lo piden sin incurrir en planes
elaborados de interacciones humanas.
Factor O, explora la auto-estima de las personas en base a tendencias a
experimentar culpa o inseguridades. Este factor no pretende categorizar a las
personas entre altas y bajas auto-estimas ya que el nivel al momento de la prueba
puede ser uno de carácter transitorio, influenciado por eventos recientes. Altas
puntuaciones (O+) son obtenidas por personas cuya vida interna se rige por el
sufrimiento. Estas personas tienen expectativas personales muy altas, se
preocupan demasiado, experimentan muchos sentimientos de culpa, son inseguros
y no se sienten aceptados en situaciones grupales. Los que puntean bajo (O-)
tienen una visión muy positiva de su persona, son seguros de sí mismos y no están
propensos a experimentar culpa. Estas personas se sienten tan satisfechas con lo
que son que, en ocasiones, tienden a ser insensibles hacia los sentimientos y
necesidades de los demás, pues creen merecerlo todo.
Factor Q1, explora la orientación psicológica hacia el cambio. Las personas que
la prueba define como Q1+ están abiertas y dispuestas al cambio. Los Q1+ se
sienten menos atados a su pasado que el resto de las personas, tienden a ser muy
liberales y rechazan lo tradicional y convencional. Estos individuos son, por lo
general, intelectuales y escépticos que se preocupan por estar bien informados y
están menos inclinados a moralizar y más propensos a experimentar en la vida. Al
otro lado del continuo se encuentran los Q1-, muy conservadores y tradicionales.
Estas personas aceptan lo establecido sin cuestionarlo, no les interesa el
pensamiento intelectual o analítico y demuestran una marcada resistencia al
cambio.
El Factor Q2, mide el grado de dependencia de la persona. Los que obtienen
puntuaciones altas en este factor (Q2+) son individuos autosuficientes que
acostumbran tomar decisiones sin preocuparse por las opiniones ajenas, prefieren
estar solos la mayor parte del tiempo y hacen sus cosas sin pedir ayuda a los
demás. Los que sí demuestran un alto grado de dependencia son los que obtienen
puntuaciones bajas en este factor. Los Q2-demuestran una preferencia por estar en
grupo la mayor parte del tiempo y toman sus decisiones en base a lo que piensan
otros y lo que establece la sociedad, en vez de utilizar su propio juicio. Estas
personas necesitan sentir que pertenecen a un grupo donde son aceptados y
queridos.
El Factor Q3, explora los esfuerzos del individuo por mantener una congruencia
entre su yo ideal y su yo real; moldeándose de acuerdo a patrones establecidos y
aprobados por la sociedad. Las personas que obtienen puntuaciones altas (Q3+) se
esfuerzan por igualar su conducta a la imagen ideal y socialmente aceptable que se
han creado. Estas personas tienden a controlar sus emociones, son muy auto-
conscientes, compulsivos y perfeccionistas. Por otro lado, los Q3no se esfuerzan
por controlarse y disciplinarse para lograr igualarse a los ideales de conducta, y no
le dan importancia alguna a las reglas que establece la sociedad. Estas personas
llevan una vida más relajada y menos estresante que la de los Q3+, pero tienden a
ser menos exitosos y reconocidos.
El Factor Q4, mide las sensaciones desagradables que tienden a acompañar la
excitación del sistema nervioso autónomo; comúnmente conocida como tensión
nerviosa. Las personas que puntean alto (Q4+) experimentan niveles extremos de
tensión nerviosa. Estos individuos padecen de una incomodidad subjetiva
constante, son impacientes y se distinguen por su incapacidad para mantenerse
inactivos. Se les describe además como frustrados, pues su conducta se interpreta
como un exceso de impulsos que se expresan inadecuadamente. Al otro extremo
del continuo se encuentran los Q4-, quienes se caracterizan primordialmente por
la ausencia de tensión nerviosa. Los Q4-llevan una existencia tranquila y relajada,
regida por la calma, la paciencia y un alto grado de satisfacción que podría
conducir a la vagancia y al conformismo.
El primer factor de segundo orden del 16PF distingue entre introversión y
extraversión. Este factor se deriva de la combinación de los factores primarios A,
FACTORES DE SEGUNDO ORDEN
F, H y Q2. A las personas que puntean bajo en este factor se les describe como
introvertidos. Estas personas tienden a ser tímidas, inhibidas y autosuficientes.
Los que obtienen puntuaciones altas son extrovertidos. Estos son individuos
desinhibidos socialmente que tienen la capacidad de establecer y mantener
contactos interpersonales.
De la combinación de los factores primarios O, Q4, C, Q3, L y H surge el factor
de segundo orden que mide los niveles de ansiedad de la persona. Las personas
que obtienen bajas puntuaciones tienen un bajo nivel de ansiedad y se caracterizan
por ser serenos, realistas, estables emocionalmente y seguros de sí mismos. No
obstante, puntuaciones extremadamente bajas pueden ser indicativas de falta de
motivación. Los que obtienen altas puntuaciones son descritos como individuos
con alto nivel de ansiedad. Estos tienden a ser inseguros, tensos, emocionalmente
inestables, tímidos y desconfiados. Niveles de ansiedad extremadamente altos
perjudican la ejecución de la persona y pueden causarle disturbios físicos y
desajustes psicológicos.
El tercer factor de segundo orden, “tough poise”, según Cattell (1986), se basa en
la combinación de los siguientes factores: I, M, A, Q1, F, E, & L. A los que
obtienen bajas puntuaciones se les cataloga como individuos de sensibilidad
emocional, pues están fuertemente influenciados por sus emociones. Son personas
gentiles, imaginativas, distraídas, taciturnas y afectuosas hacia los demás. Tienen
intereses artísticos o culturales, y son personas liberales que están abiertas a
nuevas experiencias. En el polo opuesto del factor se encuentran las personas que
la prueba describe como “tough poise”. Estos individuos son prácticos,
independientes, realistas, conservadores, dominantes, asertivos, competitivos y
reservados. Se mantienen distanciados, tratan a los demás con desconfianza y les
complace el criticar a otros.
El cuarto factor de segundo orden combina los factores E, H, Q1, L, O, N, G, Q2
& M para distinguir entre independencia y sometimiento. Bajas puntuaciones son
indicativas de personas sometidas a las preferencias, expectativas y exigencias de
otros. Son personas humildes, dóciles, tímidas, conservadoras, inseguras, y
moralistas que dependen por completo del grupo al que pertenezcan. Puntuaciones
altas son características de personas independientes. Estas son personas asertivas,
agresivas, autosuficientes, desconfiadas, desinhibidas y radicales que no
demuestran interés o necesidad por ser aceptados socialmente.
El quinto y último factor de segundo orden utiliza una combinación entre los
factores G y Q3 para proveer una idea del control por el superego en la persona.
Los que obtienen altas puntuaciones en este factor tienen un alto control por el
superego; lo cual indica que han internalizado por completo las reglas que se le
han impuesto. Son personas moralistas, persistentes, concienzudas, compulsivas,
extremadamente controladas y muy precisas socialmente. Los que obtienen bajas
puntuaciones tienen un bajo control por su superego. Estos individuos se rigen por
un sistema alterno y personalizado, dándole énfasis a sus impulsos y necesidades;
no se dejan llevar por las reglas establecidas por la sociedad en que viven.
ANEXO N° 2
CUESTIONARIO DE LOS 16 FACTORES DE PERSONALIDAD
R. Cattell (1967-8).
ANEXO N° 3
ESCALA DE VALORACIÓN DE LA CONDUCTA VIOLENTA Y
RIESGO DE REINCIDENCIA (EVCV-RR)
Jiménez, Sánchez, Merino y Ampudia (2010)
Resumen de la Escala De Valoración De La Conducta Violenta y Riesgo De Reincidencia (EVCV-RR).
Ítems, Obtención y Valoración.
ANEXO N° 4
CORRELACIÓN DE LOS ÍTEMS DEL CÁLCULO DEL COEFICIENTE DE
ALFA DE CRONBACH PARA LA ESCALA DE VALORACIÓN DE LA
CONDUCTA VIOLENTA Y RIESGO DE REINSERCIÓN (EVCV-RR)
Correlaciones
Tiempo Prisión
Tipo Delito
Afecto Superficial
Cond. Incontrolada Impulsividad
Vida parásita
Ausencia metas Cond.Irresponsable
Problemas cond.Infancia
Ausencia Remordimiento
Ausencia empatía
Encanto superficial Autovalía Cons.Drogas
Irresponsabilidad propia Mentiroso Reincidencia
Tiempo Prisión Correlación de Pearson
1 ,067 ,116 -,210 -,071 ,111 ,191 -,258* ,064 ,098 ,028 -,013 ,153 -,133 -,093 ,080 ,203
Sig. (bilateral)
,612 ,378 ,106 ,589 ,399 ,143 ,047 ,627 ,457 ,833 ,921 ,242 ,310 ,478 ,542 ,120
Suma de cuadrados y
productos cruzados
10,183 2,433 2,167 -3,850 -1,167 1,000 4,567 -5,050 1,550 1,867 ,450 -,267 3,283 -4,900 -1,667 1,117 3,717
Covarianza ,173 ,041 ,037 -,065 -,020 ,017 ,077 -,086 ,026 ,032 ,008 -,005 ,056 -,083 -,028 ,019 ,063
N 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60
Tipo Delito Correlación de Pearson
,067 1 ,549** -,476** -,576** -,186 -,234 -,362** -,285* -,075 ,168 ,037 -,470** -,209 ,068 ,229 -,169
Sig. (bilateral)
,612
,000 ,000 ,000 ,155 ,072 ,005 ,027 ,567 ,199 ,776 ,000 ,109 ,606 ,079 ,198
Suma de cuadrados y
productos cruzados
2,433 129,933 36,667 -31,100 -33,667 -6,000 -19,933 -25,300 -24,700 -5,133 9,700 2,733 -35,967 -27,400 4,333 11,367 -11,033
Covarianza ,041 2,202 ,621 -,527 -,571 -,102 -,338 -,429 -,419 -,087 ,164 ,046 -,610 -,464 ,073 ,193 -,187
N 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60
Afecto Superficial Correlación de Pearson
,116 ,549** 1 -,402** -,310* -,181 -,038 -,431** -,056 ,010 -,051 ,124 -,250 -,252 -,224 -,046 ,054
Sig. (bilateral)
,378 ,000
,001 ,016 ,166 ,773 ,001 ,670 ,942 ,701 ,343 ,054 ,052 ,086 ,729 ,679
Suma de cuadrados y
productos cruzados
2,167 36,667 34,333 -13,500 -9,333 -3,000 -1,667 -15,500 -2,500 ,333 -1,500 4,667 -9,833 -17,000 -7,333 -1,167 1,833
Covarianza ,037 ,621 ,582 -,229 -,158 -,051 -,028 -,263 -,042 ,006 -,025 ,079 -,167 -,288 -,124 -,020 ,031
N 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60
Cond. Incontrolada Correlación de Pearson
-,210 -,476** -,402** 1 ,357** ,062 -,138 ,286* ,102 ,169 -,084 ,235 -,077 ,241 -,031 -,178 ,181
Sig. (bilateral)
,106 ,000 ,001
,005 ,640 ,294 ,027 ,437 ,196 ,521 ,071 ,560 ,064 ,813 ,173 ,167
Suma de cuadrados y
productos cruzados
-3,850 -31,100 -13,500 32,850 10,500 1,000 -5,900 10,050 4,450 5,800 -2,450 8,600 -2,950 15,900 -1,000 -4,450 5,950
Covarianza -,065 -,527 -,229 ,557 ,178 ,017 -,100 ,170 ,075 ,098 -,042 ,146 -,050 ,269 -,017 -,075 ,101
N 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60
Impulsividad Correlación de Pearson
-,071 -,576** -,310* ,357** 1 ,069 ,122 ,397** -,013 ,054 ,058 -,142 ,082 ,186 ,116 -,082 ,277*
Sig. (bilateral)
,589 ,000 ,016 ,005
,601 ,355 ,002 ,922 ,680 ,661 ,279 ,532 ,154 ,377 ,533 ,032
Suma de cuadrados y
productos cruzados
-1,167 -33,667 -9,333 10,500 26,333 1,000 4,667 12,500 -,500 1,667 1,500 -4,667 2,833 11,000 3,333 -1,833 8,167
Covarianza -,020 -,571 -,158 ,178 ,446 ,017 ,079 ,212 -,008 ,028 ,025 -,079 ,048 ,186 ,056 -,031 ,138
N 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60
Vida parásita Correlación de Pearson
,111 -,186 -,181 ,062 ,069 1 ,284* ,173 ,186 ,177 -,070 -,166 ,316* -,092 ,000 -,081 ,062
Sig. (bilateral)
,399 ,155 ,166 ,640 ,601
,028 ,187 ,154 ,175 ,596 ,206 ,014 ,484 1,000 ,538 ,640
Suma de cuadrados y
productos cruzados
1,000 -6,000 -3,000 1,000 1,000 8,000 6,000 3,000 4,000 3,000 -1,000 -3,000 6,000 -3,000 ,000 -1,000 1,000
Covarianza ,017 -,102 -,051 ,017 ,017 ,136 ,102 ,051 ,068 ,051 -,017 -,051 ,102 -,051 ,000 -,017 ,017
N 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60
Ausencia metas Correlación de Pearson
,191 -,234 -,038 -,138 ,122 ,284* 1 ,007 ,136 ,204 -,150 -,308* ,179 -,030 ,207 ,142 ,117
Sig. (bilateral)
,143 ,072 ,773 ,294 ,355 ,028
,960 ,302 ,117 ,251 ,017 ,172 ,819 ,112 ,278 ,373
Suma de cuadrados y
productos cruzados
4,567 -19,933 -1,667 -5,900 4,667 6,000 55,933 ,300 7,700 9,133 -5,700 -14,733 8,967 -2,600 8,667 4,633 5,033
Covarianza ,077 -,338 -,028 -,100 ,079 ,102 ,948 ,005 ,131 ,155 -,097 -,250 ,152 -,044 ,147 ,079 ,085
N 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60
Cond.Irresponsable Correlación de Pearson
-,258* -,362** -,431** ,286* ,397** ,173 ,007 1 ,104 -,044 ,005 -,005 ,307* ,251 ,087 -,181 ,152
Sig. (bilateral)
,047 ,005 ,001 ,027 ,002 ,187 ,960
,429 ,741 ,971 ,969 ,017 ,054 ,507 ,165 ,247
Suma de cuadrados y
productos cruzados
-5,050 -25,300 -15,500 10,050 12,500 3,000 ,300 37,650 4,850 -1,600 ,150 -,200 12,650 17,700 3,000 -4,850 5,350
Covarianza -,086 -,429 -,263 ,170 ,212 ,051 ,005 ,638 ,082 -,027 ,003 -,003 ,214 ,300 ,051 -,082 ,091
N 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60
Problemas cond.Infancia
Correlación de Pearson
,064 -,285* -,056 ,102 -,013 ,186 ,136 ,104 1 ,212 -,251 ,148 ,193 ,038 -,282* -,171 ,233
Sig. (bilateral)
,627 ,027 ,670 ,437 ,922 ,154 ,302 ,429
,105 ,053 ,258 ,139 ,775 ,029 ,192 ,073
Suma de cuadrados y
productos cruzados
1,550 -24,700 -2,500 4,450 -,500 4,000 7,700 4,850 57,650 9,600 -9,650 7,200 9,850 3,300 -12,000 -5,650 10,150
Covarianza ,026 -,419 -,042 ,075 -,008 ,068 ,131 ,082 ,977 ,163 -,164 ,122 ,167 ,056 -,203 -,096 ,172
N 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60
Ausencia Remordimiento
Correlación de Pearson
,098 -,075 ,010 ,169 ,054 ,177 ,204 -,044 ,212 1 -,251 ,012 ,076 ,206 -,488** -,202 ,435**
Sig. (bilateral)
,457 ,567 ,942 ,196 ,680 ,175 ,117 ,741 ,105
,053 ,926 ,561 ,114 ,000 ,121 ,001
Suma de cuadrados y
productos cruzados
1,867 -5,133 ,333 5,800 1,667 3,000 9,133 -1,600 9,600 35,733 -7,600 ,467 3,067 14,200 -16,333 -5,267 14,933
Covarianza ,032 -,087 ,006 ,098 ,028 ,051 ,155 -,027 ,163 ,606 -,129 ,008 ,052 ,241 -,277 -,089 ,253
N 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60
Ausencia empatía Correlación de Pearson
,028 ,168 -,051 -,084 ,058 -,070 -,150 ,005 -,251 -,251 1 ,086 -,202 ,046 ,247 ,029 -,246
Sig. (bilateral)
,833 ,199 ,701 ,521 ,661 ,596 ,251 ,971 ,053 ,053
,512 ,122 ,725 ,057 ,823 ,058
Suma de cuadrados y
productos cruzados
,450 9,700 -1,500 -2,450 1,500 -1,000 -5,700 ,150 -9,650 -7,600 25,650 2,800 -6,850 2,700 7,000 ,650 -7,150
Covarianza ,008 ,164 -,025 -,042 ,025 -,017 -,097 ,003 -,164 -,129 ,435 ,047 -,116 ,046 ,119 ,011 -,121
N 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60
Encanto superficial Correlación de Pearson
-,013 ,037 ,124 ,235 -,142 -,166 -,308* -,005 ,148 ,012 ,086 1 -,020 ,060 -,298* -,270* ,214
Sig. (bilateral)
,921 ,776 ,343 ,071 ,279 ,206 ,017 ,969 ,258 ,926 ,512
,878 ,650 ,021 ,037 ,100
Suma de cuadrados y
productos cruzados
-,267 2,733 4,667 8,600 -4,667 -3,000 -14,733 -,200 7,200 ,467 2,800 40,933 -,867 4,400 -10,667 -7,533 7,867
Covarianza -,005 ,046 ,079 ,146 -,079 -,051 -,250 -,003 ,122 ,008 ,047 ,694 -,015 ,075 -,181 -,128 ,133
N 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60
Autovalía Correlación de Pearson
,153 -,470** -,250 -,077 ,082 ,316* ,179 ,307* ,193 ,076 -,202 -,020 1 -,172 -,124 -,075 ,130
Sig. (bilateral)
,242 ,000 ,054 ,560 ,532 ,014 ,172 ,017 ,139 ,561 ,122 ,878
,188 ,344 ,570 ,321
Suma de cuadrados y
productos cruzados
3,283 -35,967 -9,833 -2,950 2,833 6,000 8,967 12,650 9,850 3,067 -6,850 -,867 44,983 -13,300 -4,667 -2,183 5,017
Covarianza ,056 -,610 -,167 -,050 ,048 ,102 ,152 ,214 ,167 ,052 -,116 -,015 ,762 -,225 -,079 -,037 ,085
N 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60
Cons.Drogas Correlación de Pearson
-,133 -,209 -,252 ,241 ,186 -,092 -,030 ,251 ,038 ,206 ,046 ,060 -,172 1 -,295* -,285* ,065
Sig. (bilateral)
,310 ,109 ,052 ,064 ,154 ,484 ,819 ,054 ,775 ,114 ,725 ,650 ,188
,022 ,027 ,622
Suma de cuadrados y
productos cruzados
-4,900 -27,400 -17,000 15,900 11,000 -3,000 -2,600 17,700 3,300 14,200 2,700 4,400 -13,300 132,600 -19,000 -14,300 4,300
Covarianza -,083 -,464 -,288 ,269 ,186 -,051 -,044 ,300 ,056 ,241 ,046 ,075 -,225 2,247 -,322 -,242 ,073
N 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60
Irresponsabilidad propia
Correlación de Pearson
-,093 ,068 -,224 -,031 ,116 ,000 ,207 ,087 -,282* -,488** ,247 -,298* -,124 -,295* 1 ,560** -,384**
Sig. (bilateral)
,478 ,606 ,086 ,813 ,377 1,000 ,112 ,507 ,029 ,000 ,057 ,021 ,344 ,022
,000 ,002
Suma de cuadrados y
productos cruzados
-1,667 4,333 -7,333 -1,000 3,333 ,000 8,667 3,000 -12,000 -16,333 7,000 -10,667 -4,667 -19,000 31,333 13,667 -12,333
Covarianza -,028 ,073 -,124 -,017 ,056 ,000 ,147 ,051 -,203 -,277 ,119 -,181 -,079 -,322 ,531 ,232 -,209
N 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60
Mentiroso Correlación de Pearson
,080 ,229 -,046 -,178 -,082 -,081 ,142 -,181 -,171 -,202 ,029 -,270* -,075 -,285* ,560** 1 ,007
Sig. (bilateral)
,542 ,079 ,729 ,173 ,533 ,538 ,278 ,165 ,192 ,121 ,823 ,037 ,570 ,027 ,000
,956
Suma de cuadrados y
productos cruzados
1,117 11,367 -1,167 -4,450 -1,833 -1,000 4,633 -4,850 -5,650 -5,267 ,650 -7,533 -2,183 -14,300 13,667 18,983 ,183
Covarianza ,019 ,193 -,020 -,075 -,031 -,017 ,079 -,082 -,096 -,089 ,011 -,128 -,037 -,242 ,232 ,322 ,003
N 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60
Reincidencia Correlación de Pearson
,203 -,169 ,054 ,181 ,277* ,062 ,117 ,152 ,233 ,435** -,246 ,214 ,130 ,065 -,384** ,007 1
Sig. (bilateral)
,120 ,198 ,679 ,167 ,032 ,640 ,373 ,247 ,073 ,001 ,058 ,100 ,321 ,622 ,002 ,956
Suma de cuadrados y
productos cruzados
3,717 -11,033 1,833 5,950 8,167 1,000 5,033 5,350 10,150 14,933 -7,150 7,867 5,017 4,300 -12,333 ,183 32,983
Covarianza ,063 -,187 ,031 ,101 ,138 ,017 ,085 ,091 ,172 ,253 -,121 ,133 ,085 ,073 -,209 ,003 ,559
N 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60 60
*. La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral). **. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
ANEXO N° 5
DESCRIPCIÓN DE LAS ESCALAS DEL 16 PF DE R. CATTELL SEGÚN VALOR DEL POLO (- ó +)
DESCRIPCIÓN DE LAS ESCALAS DEL 16 PF SEGÚN VALOR DEL POLO (- Ó +)
Dimensión Escala Pol
o
Descripción Según polo Descripción general
Extraversión (Ext)
Afabilidad
(A)
- Fría, impersonal, distante.
Una persona afable va
a suscitar en los demás
refuerzos sociales
(afecto, atención,
aprobación), lo que va
a inclinar al sujeto a ser
menos tímido, más
entusiasta y con menor
necesidad de
privacidad.
+ Cálida, afable, generosa y atenta a los demás
Animación
(F)
- Seria, reprimida y cuidadosa.
+ Animosa, espontánea, activa y entusiasta.
Atrevimiento
(H)
- Tímida, temerosa y cohibida.
+ Atrevida, segura en lo social y emprendedora.
Privacidad
(N)
- Abierta, genuina, llana y natural.
+ Privada, calculadora, discreta y no se abre.
Autosuficiencia (Q2)
- Seguidora y se integra en el grupo.
+ Autosuficiente, individualista y solitaria.
Ansiedad (Ans)
Estabilidad
(C)
- Reactiva y emocionalmente cambiante
Una puntuación alta en
ansiedad indicaría
abatimiento y agobio
debido a múltiples
problemas.
+ Emocionalmente estable, adaptada y madura.
Vigilancia
(L)
- Confiada, sin sospechas y adaptable.
+ Vigilante, suspicaz, escéptica y precavida.
Tensión
(Q4).
- Relajada, plácida y paciente
+ Tensa, enérgica, impaciente e intranquila.
Aprensión
(O)
- Segura, despreocupada y satisfecha.
+ Aprensiva, insegura y despreocupada.
Dureza (Dur)
Afabilidad
(A)
- Fría, impersonal, distante. Esta escala tiene significación en el ámbito laboral más que en el clínico. Alto puntajes describen una persona reservada, poco sensible, práctica y resistente al cambio.
Los bajos puntajes se asocian a sensibilidad, flexibilidad, amabilidad, y escaso sentido práctico
+ Cálida, afable, generosa y atenta a los demás
Sensibilidad
(I)
- Objetiva, nada sentimental, y utilitaria.
+ Sensible, esteta y sentimental.
Abstracción (M) - Práctica, con los pies en la tierra, realista.
+ Abstraída, imaginativa e idealista.
Apertura cambio
(Q1)
- Tradicional y apegada a lo familiar
+ Abierta al cambio, experimentadora y analítica
Independencia
(Ind)
Dominancia (E) - Deferente, cooperativa y evita conflictos Las puntuaciones bajas describen a una
persona sumisa, tímida, influenciable y
puntuaciones altas indican independencia,
habilidades de persuasión,
competitividad y conducta voluntariosa
También, las puntuaciones altas
pueden indicar agresividad.
+ Dominante, asertiva y competitiva.
Vigilancia
(L)
- Confiada, sin sospechas y adaptable.
+ Vigilante, suspicaz, escéptica y precavida.
Apertura cambio
(Q1)
- Tradicional y apegada a lo familiar
+ Abierta al cambio, experimentadora y analítica.
Autocontrol
(AuC)
Animación
(F)
- Seria, reprimida y cuidadosa. Los bajos puntajes son indicadores de impulsividad y de dificultad para aplazar la satisfacción de necesidades, mientras que las puntuaciones altas son una medida de la capacidad del sujeto para contener sus impulsos, aplazar necesidades y actuar de un modo más aceptable a nivel personal y social.
+ Animosa, espontánea, activa y entusiasta.
Atención normas
(G)
- Inconformista, muy suya e indulgente
+ Atenta a las normas, cumplidora y formal.
Abstracción (M) - Práctica, con los pies en la tierra, realista.
+ Abstraída, imaginativa e idealista.
Perfeccionismo (Q3)
-
Flexible y tolerante con el desorden o faltas
+ Perfeccionista, organizada y disciplinada.
ANEXO N° 6
PRUEBA t DE STUDENT PARA MUESTRAS INDEPENDIENTES
PRUEBA t DE STUDENT PARA MUESTRAS INDEPENDIENTES
Prueba de Levene para la igualdad de
varianzas Prueba T para la igualdad de medias
F Sig. t gl Sig.
(bilateral) Diferencia de medias
Error típ. de la
diferencia
95% Intervalo de confianza para la
diferencia
Inferior Superior Inferior Superior Inferior Superior Inferior Superi
or Inferior Ansiedad Se han asumido
varianzas iguales ,002 961 774 8 442 19029 24572 ,30157 ,68214
No se han asumido varianzas iguales 779 2,857 440 19029 24436 ,29988 ,68045
Extraversión Se han asumido varianzas iguales ,068 796 ,184 8 241 66571 56204 ,45933 1,79075
No se han asumido varianzas iguales ,162 8,185 251 66571 57267 ,48560 1,81703
Autocontrol Se han asumido varianzas iguales 1,588 213 ,795 8 430 ,30800 38759
-1,0838
5 ,46785
No se han asumido varianzas iguales ,773 6,493 443 ,30800 39821
-1,1093
3 ,49333
Dependencia Se han asumido varianzas iguales 1,532 221 589 8 558 28400 48188 -,68060 1,24860
No se han asumido varianzas iguales 608 6,530 546 28400 46742 -,65216 1,22016
Dureza Se han asumido varianzas iguales ,045 833 ,103 8 918 ,05429 52523
-1,1056
5 ,99708
No se han asumido varianzas iguales ,103 0,643 919 ,05429 52859
-1,1156
6 1,00709